Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 10.11.2012
EN LA CAPILLA DE LOS REMEDIOS
Rosa Elina Arias: sensible y mágica en su vital relación con la poesía Pág. 8
El hambre como desafío ético y político Y el significativo aporte que podría venir de las mujeres para atender la demanda de alimentos en un mundo con más gente hambrienta que antes
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José Mármol de
Constitución de Cádiz
Cassá y la nueva etapa del Archivo
viaje a la transparencia
baluarte de libertad
Comentario sobre un poemario de elogio al mar que es también un canto al cuerpo erótico femenino, a la sensualidad que brota a flor de aire o de piel como en varios libros anteriores del autor.
El historiador Frank Moya Pons expone consideraciones sobre este código político de 1812, novedoso y revolucionario, y su impacto en la constitucionalidad de República Dominicana.
El Archivo General de la Nación fue visto por mucho tiempo como ejemplo de anarquía y desorden. Un desbarajuste. Es impresionante el cambio radical que ha experimentado.
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HOY
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Sábado 10 de noviembre de 2012
Zona Areíto Areito
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José Rafael Lantigua (escritor y periodista ) Digamos que desde Juan Bosch a Pedro Antonio Valdez la cuentística dominicana ha cubierto un espacio de variedad técnica y temática sorprendente. LA GUÍA
LEONARDO BOFF
Hambre: desafío ético y político
A
causa de la contracción económica provocada por la crisis financiera actual, el número de hambrientos ha saltado, según la FAO, de 860 millones a 1.200 millones. Tal hecho perverso impone un desafío ético y político. ¿Cómo atender las necesidades vitales de estos millones y millones de personas? Históricamente este desafío siempre ha sido grande, pues la necesidad de satisfacer las demandas de alimento nunca ha podido ser plenamente atendida, sea por razones de clima, de fertilidad de los suelos o de desorganización social. A excepción de la primera fase del paleolítico cuando había poca población y superabundancia de medios de vida, siempre ha habido hambre en la historia. La distribución de alimentos ha sido casi siempre desigual. El flagelo del hambre no es propiamente un problema técnico. Existen técnicas de producción de extraordinaria eficacia. La producción de alimentos es superior al crecimiento de la población mundial, pero están pésimamente distribuidos. El 20% de la humanidad dispone para su disfrute del 80% de los medios de vida. El 80% de la humanidad debe contentarse con solo el 20% de ellos. Aquí reside la injusticia. Lo que ocasiona esta situación perversa es la falta de sensibilidad ética de los seres humanos hacia sus semejantes. Es como si hubiésemos olvidado totalmente nuestros orígenes ancestrales de la cooperación originaria que nos permitió ser humanos. Este déficit de humanidad resulta de un tipo de sociedad que privilegia al individuo sobre la sociedad, valora más la apropiación privada que la coparticipación solidaria, más la competición que la cooperación, que da más centralidad a los valores ligados a lo masculino (en el hombre y en la mujer) como la racionalidad, el poder, el uso de la fuerza, que a los valores ligados a lo femenino (también en el hombre y en la mujer) como la sensibilidad hacia los procesos de la vida, el cuidado y la disposición a la cooperación. Como se deduce, la ética vigente es egoísta y excluyente. No se pone al servicio de la vida de todos y de su necesario cuidado, sino que está al servicio de los intereses de algunos individuos o grupos con exclusión de otros. En la raíz del flagelo del hambre hay una inhumanidad básica. Si no se fortalece una ética de la solidaridad, del cuidado de unos a otros no habrá modo de superarla. Es importante considerar que el
desastre humano del hambre es también de orden político. La política tiene que ver con la organización de la sociedad, con el ejercicio del poder y con el bien común. Desde hace siglos en Occidente, y hoy de manera globalizada, el poder político es rehén del poder económico, articulado en la forma capitalista de producción. La ganancia no es democratizada en beneficio de todos, sino privatizada por aquellos que detentan el tener, el poder y el saber; sólo secundariamente beneficia a los demás. Por tanto, el poder político no sirve al bien común, crea desigualdades que representan una real injusticia social, y hoy mundial. A consecuencia de esto, para millones y millones de personas apenas sobran las migajas que no dan para cubrir sus necesidades vitales. O simplemente mueren como consecuencia de las enfermedades derivadas del hambre, en su mayoría criaturas inocentes. Si no se produce una inversión de valores, si no se instaurara una economía sometida a la política y una política orientada por la ética y una ética inspirada en una solidaridad básica no habrá posibilidad de solución para el hambre y la subnutrición mundial. Gritos desgarradores de millones de hambrientos suben continuamente a los cielos sin que vengan respuestas eficaces de parte alguna y hagan callar ese clamor. Por último, hay que reconocer que el hambre resulta también del desconocimiento de la función de las mujeres en la agricultura. Según la evaluación de la FAO ellas son las que producen gran parte de lo que se consume en el mundo: el 80% – 98% en el África subsahariana, el 50% – 80% en Asia y el 30% en Europa central y del este. No habrá seguridad alimentaria sin mujeres agricultoras, si no se les da más poder de decisión sobre los destinos de la vida en la Tierra. Ellas representan el 60% de la humanidad. Por su naturaleza de mujeres están más ligadas a la vida y a su reproducción. Es absolutamente inaceptable que por el hecho de ser mujeres se les nieguen los títulos de propiedad de tierras y el acceso a los créditos y a otros bienes culturales. Sus derechos reproductivos tampoco son reconocidos y se les impide el acceso a los conocimientos técnicos concernientes a la mejora de la producción de alimentos. Sin estas medidas sigue siendo válida la crítica de Gandhi: «el hambre es un insulto; envilece, deshumaniza y destruye el cuerpo y el espíritu… si no la propia alma; es la forma de violencia más asesina que existe».
nutriéndose de su formación académica en humanidades pero también de sus andanzas por barrios populares dominicanos y en Puerto Rico. Ganó un primer lugar en poesía durante un certamen literario de la Universidad Central de Bayamón en la vecina isla.
LIBROS
PROVERBIAL OMISIÓN DE LOS POLÍTICOS “Rafael Vidal. Medio siglo de historia” es una edición de Piero Espinal Estévez motivada por la licenciada Ana Antonia Vidal Oliva, nieta de Rafael Vidal Torres, relevante periodista, político y funcionario del siglo pasado. Espinal recopiló artículos, conferencias, discursos y editoriales escritos por Vidal en toda su trayectoria. Escogió los más relevantes. Toda su obra habría necesitado varios tomos. La incursión de Vidal en el periodismo comenzó en 1916. En el prólogo, su hijo Rafael Vidal Martínez observa que los políticos dominicanos casi nunca han escrito memorias. Dijo confiar en que la publicación de los trabajos de su padre contribuya a aclarar muchas mentiras surgidas por la falta de testimonios de los políticos locales.
UNA HISTORIA DEL EXILIO ESPAÑOL Se trata de una edición reciente: “El incidente del trasatlántico Cuba”. Vale la pena volver a referirse a este libro de Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos. Se trata de un trabajo de historia vinculado al exilio republicano español con presencia en República Dominicana 1938-1944. Para escribirlo el autor recurrió a la consulta de nuevos acervos documentales enteramente relevantes para la reconstrucción de los hechos a que se refiere. Giner nació en 1957 en Caracas, Venezuela, pero es dominicano por naturalización y reside actualmente en México, país donde estudió sociología, ciencia política e historia en dos prestigiosas instituciones docentes. Presidió la Sociedad Mexicana de Historia de la Educación.
UN PERSONAJE QUE TIENE QUIEN LE ESCRIBA
ENTRE LO MÁS RECIENTE DE LUIS R. SANTOS
Partiendo de un desconocido evangelio apócrifo atribuido a Judas y rescatado por un tal Nathanel, el padre Jit Manuel Castillo, párroco de la iglesia del Rosario en Villa Duarte, nos sorprende con lo que un observador supone podría ser una de las mejores novelas de temas bíblicos de la literatura dominicana. Se trata de “Apócrifo de Judas Izcariote”. Del autor se ha dicho que ha sido capaz de hurgar en las grandezas y miserias humanas,
“El otro círculo, cuentos casi completos y dos novelas breves” está entre los libros de mucho interés impresos este año en el país. Entre otras publicaciones de Santos se recuerdan “Paraíso para perversos”, un texto de ficción muy vendido en el 2010. También figura “Princesa de Capotillo”, novela llevada al cine bajo la dirección de Ángel García. Norma le imprimió a Santos en el 2009 la obra “La otra orilla”. Hubo otra edición de la Editora Santuario.
LA HISTORIA/Fuente: Portal El Bibliófilo Enmascarado
1887
NACIÓ EL 10 DE NOVIEMBRE. Arnold Zweig, escritor alemán de origen judío. Soldado del ejército alemán, plasmó sus experiencias en la guerra en la novela “El caso del sargento Grischa”, considerada como una de las mejores novelas bélicas. MURIÓ EL 11 DE NOVIEMBRE Sören Kierkegaard, prolífico escritor y filósofo danés del siglo XIX, precursor del existencialismo.
1651
1893
NACIÓ EL 12 DE NOVIEMBRE Sor Juana Inés de la Cruz, poetisa mexicana, la mayor figura de las letras hispanoamericanas del
1855
1916
siglo XVII.
1934
FALLECIÓ EL 13 DE NOVIEMBRE José Santos Chocano Gastañodi, poeta modernista peruano, conocido también con el seudónimo de “El Cantor de América”.
NACIÓ EL 14 DE NOVIEMBRE Carlo Emilio Gadda, importante escritor italiano, que retrata en sus obras el submundo ciudadano. En su más popular obra “El zafarrancho aquel de vía Merulana” utiliza un estilo policíaco. FALLECIÓ EL 15 DE NOVIEMBRE Henryk Sienkiewicz, escritor polaco, premio Nobel de Literatura 1905. Su novela más famosa, “Quo Vadis?”, ha sido llevada repetidas veces al cine.
Carlo Emilio Gadda
Historia
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HOY
Acreditado sociólogo con visión del exilio
Juan Alfonseca Giner de los Ríos, reputado sociólogo que hasta hace poco presidió la Sociedad Mexicana de Historia de la Educación.
ÁNGELA PEÑA
J
uan Alfonseca Giner de los Ríos contó en un libro la historia de uno de sus abuelos, un reconocido diplomático y arquitecto español al que Trujillo conquistó por intereses políticos pero al año le destituyó obligándolo a un destierro donde acabaron sus días. Tiene pendiente publicar también la ejemplar vida de Juan de la Cruz Alfonseca (Niño), el abuelo paterno participante en uno de los primeros complots contra el tirano, apresado y torturado en las ergástulas de Nigua e igualmente condenado al exilio. Y otro de sus proyectos bibliográficos es dar a la luz el martirologio de su tío Augusto Juan Alfonseca Espaillat, expedicionario de 1959, que vino por Constanza donde fue salvajemente asesinado tras crueles tormentos físicos y psicológicos. Pero a pesar de tan meritoria obra y planes editoriales para los cuales cuenta con las bibliotecas y archivos personales de sus antepasados y el testimonio de sus padres y otros parientes que sufrieron tan traumáticas experiencias, Alfonseca es, por la propia existencia que le obligaron a vivir las circunstancias, por la superación personal y profesional y los reconocimientos que su trabajo intelectual, sociológico y magisterial le han merecido en la tierra en que reside, México, el personaje ideal para un profundo estudio socio-político en el que detalle cómo pudo sobreponerse a las situaciones tan complejas de su infancia y adolescencia. Emparentados con rancias familias aristocráticas, ligados a la oligarquía tradicional y sin embargo, los Alfonseca fueron rechazados por esa parentela rica por su oposición a Trujillo y su condena al Golpe de Estado contra Juan Bosch del que su padre fue servidor cuando retornó al país tras el ajusticiamiento de Trujillo. Murieron pobres. Nunca tuvieron techo propio aunque vivieron en sectores exclusivos de la capital. Juan nació en Venezuela y no conoce ese país porque al mes los padres se trasladaron a México. Reside en esa nación pero sus nacionalidades son la española y la dominicana. México, empero, lo ha acogido como su hijo. Vive allí desde 1977 cuando concluyó el Colegio Universitario en la UASD, pero “el semestre se perdía a cada rato” por la situación política y entró a la Universidad Nacional Autónoma de México. Es sociólogo, con maestría en ciencias sociales, politólogo y graduado en Estudios Latinoamericanos.
Su esposa María Bertely es mexicana, como su hija, Elisa. Juan viene con frecuencia a Santo Domingo porque así como investiga la historia de los mexicanos se interesa por la de españoles y dominicanos. Es profesor e investigador del Instituto de Ciencias de la Educación y autor de varios artículos en editoriales mexicanas. Es un acreditado investigador de la educación posrevolucionaria mexicana y ha escrito sobre la educación dominicana durante los años de la ocupación militar norteamericana de 1916. Presidió hasta hace unos meses la Sociedad Mexicana de Historia de la Educación, de la cual es ahora vicepresidente, distinción poco común para un extranjero porque los mexicanos son muy nacionalistas. Viaja al país porque a pesar de las deudas pendientes con sus ancestros Alfonseca, el tema del exilio español le apasiona. Su libro “El incidente del trasatlántico Cuba, Una historia del exilio republicano español en la sociedad dominicana, 1938-1944”, es el primer fruto de una labor de búsqueda incansable de nuevos datos. Rechazados por la propia familia. Nació el 14 de enero de 1957, hijo de Juan Augusto Alfonseca Espaillat y Elisa Bernarda Giner de los Ríos Morales, madrileña. El abuelo materno, Bernardo Giner de los Ríos, contratado por Trujillo para levantar un plano de reorganización urbana, trajo con él en 1939 a su esposa, Elisa Morales Veloso, y a tres hijos, entre ellos la madre de Juan. Giner se relacionó con los Alfonseca por la familiaridad con la familia Espaillat. “Ahí conoce a Andrés Pastoriza, casado con Matilde Espaillat que era la cuñada de Juan de la Cruz Alfonseca por su esposa Felicia Espaillat”. Los padres del reputado sociólogo se enamoraron justo cuando Trujillo destituyó a Giner. Unos dicen que por sus relaciones con los Alfonseca, otros, porque se enteró del mal uso que daba Trujillo a los recursos depositados por el gobierno español para que vinieran sus refugiados. Giner estuvo en “Ciudad Trujillo” solo desde noviembre de 1939 hasta octubre 1940. Ese año abandonó su vivienda en la avenida Bolívar, de Gascue. Con él salieron los Alfonseca. A su retorno, en 1962, Juan Augusto Alfonseca Espaillat fue director del Invi y dirigió Radio Televisión Dominicana donde le sorprendió la guerra de 1965, año en que falleció su padre. Giner, el otro abuelo de Juan murió en 1970.
Los primeros estudios de Juan Alfonseca Giner de los Ríos fueron en el colegio “Madrid”, de México; “Luis Muñoz Rivera” y “Santa Teresita”, de Santo Domingo hasta 1967, en que volvió al “Madrid” para hijos de refugiados españoles. Hizo bachillerato en el “Santa Teresita” en un nuevo regreso. Del país recuerda la casa de la “Presidente González”, en Naco, a la que asistían Miguel Alfonseca, Ada Balcácer, Cestero, Silvano Lora, Humberto Soto Ricart, Rafael Molina Morillo y otros amigos de su padre. Evoca la playa de Güibia, donde “surfeaba”, y el jazz que escuchaba con un grupo de amigos en una vieja casona de la calle “Duarte”. Pudo ir a México gracias a que representaba libreros mexicanos de la editorial “Siglo 21” y reunió el pasaje con la venta de obras de Carlos Fuentes, Octavio Paz, Juan Rulfo… Su madre murió en 1999 y su padre en 2007. El hermano de Elisa, nacida en Quito; Laura, venida al mundo en Nicaragua y Mercedes, que vio la luz primera en México, es entusiasta genealogista que maneja con precisión ascendencias, descendencias y otras parentelas familiares. Algunas situaciones parecen haber marcado a este modelo de profesional que dice tener “una raíz familiar muy fuerte” en México donde vivieron y murieron sus abuelos maternos y formó amistades desde la niñez. “Hay algo que afecta a todos los que tenemos que ver con los exilios y es la sensación de que uno tiene que ver con un espacio amado, anhelado, y no estar en él. Yo me considero y me siento dominicano”, declaró. Agregó que permanentemente siente nostalgia y “recuerdo cosas que me tocaron vivir: la Guerra de Abril y como mi familia siempre estuvo al lado de Juan Bosch, había una sensación de ser una familia rechazada por los propios familiares… cuando el Golpe de Estado hubo una ruptura entre mi papá y sus primos de Santiago, hubo tensión”, manifiesta. Para el consagrado investigador, “el exilio es una identidad llena de nostalgias por cosas buenas del pasado que se perdieron”.
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CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do/ Mario Jáquez y Blas Caba
Antiguas familias de Moca (1 de 7)
Encuentros
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Instituto Dominicano de Genealogía
MU-KIEN ADRIANA SANG
E
l origen del nombre del municipio de Moca, así como su fecha de fundación, han sido siempre enigmas para los historiadores dominicanos. Sobre ambas cuestiones se han ofrecido muchas versiones, algunas basadas en documentos, otras simplemente en tradiciones orales. La fundación de Moca se ha remontado al siglo XVIII. Pero, ¿no pudo haber resultado su nacimiento como producto de las devastaciones del gobernador Antonio de Osorio, llevadas a cabo entre 1605 y 1606, y que implicaron la reducción de todas las poblaciones situadas en el oeste y el norte de la isla a los confines de Santiago por el norte y Azua por el sur? Entre los hatos que tuvieron que ser trasladados, estuvo el de Rodrigo Martín, quien se vio obligado a llevar su ganado a las sabanas “que llaman de Juan López”, entre los términos de Santiago y La Vega. ¿Sería ese lugar llamado Juan López la misma sección homónima que hoy forma parte de la provincia Espaillat, no lejos de Moca? Algunos historiadores han relacionado el nombre de dicha sección con un cura del mismo nombre, hijo del capitán Gregorio López y Juana Fernández de Barrios, pero este Juan López nació alrededor del 1750, y fue sacerdote en Moca, en la ermita Nuestra Señora del Rosario, hacia 1773. El historiador canario Antonio Hernández González sitúa la existencia de esa capilla hacia 1713, partiendo de un informe del cura de La Vega, Juan de Mena, sobre su parroquia, pero el mismo fue fechado el 24 de marzo de 1783. Esa capilla fue levantada por Andrés García Colón, quien nació alrededor del año 1700, y es de suponerse que ya era adulto cuando la erigió. Un dato que podría arrojar luz sobre la antigüedad de Moca y un posible origen canario de sus primeros pobladores es la carta que envió el capitán general de la parte española de la isla Alonso de Castro y Mazo el 20 de enero de 1737 a don Santiago Morel, alcalde de Santiago, en la que, a propósito del abastecimiento de alimentos a los nuevos pobladores de Puerto Plata, se indica que se “pueden repartir entre los mismos isleños que tienen estancias en Guairabo [sic], Nisus (?), Moca y Canca”. Lo que sí es claro es que los dos mil habitantes con que contaba como pueblo dentro de la jurisdicción de La Vega para ese entonces tenían estrechas relaciones con Santiago en todos los aspectos, incluyendo su origen y vecindad. La genealogía de esos pobladores puede rastrearse hasta principios del siglo XVIII. Hay que tomar en cuenta que no necesariamente muchos apellidos representativos de Moca la tuvieron como solar primigenio. Por ejemplo, una pareja casada en Moca en 1825, dispensada en cuarto grado de consanguinidad en líneas iguales, tuvo tatarabuelos casados hacia 1725 y nacidos a principios del siglo XVIII o quizás a finales del anterior, partiendo de la constante genealógica de 25 años por generación. El hecho de que los separaran cien años no indica que los tatarabuelos vivieran en Moca un siglo atrás. Y es que hubo personas que vinieron de otros lugares, como por ejemplo José Trufel, natural de Dajabón y vecino y parroquiano de Santiago, quien contando con 29 o 30 años en 1800, se casó con Dominga Muñoz Pérez, hija de José Muñoz y Juana Pérez, y hermana de María Merced Muñoz, quien se casó en Moca en 1825. Los esposos Trufel Muñoz fueron dispensados por su parentesco en el tercer grado igual.
El secreto encanto de la maduritud: a mi hermana Mu Yien Transitando la maduritud Esta etapa me encontró, no fui en su búsqueda me sorprendió un día y me arrancó de las penumbras, paso a paso la voy recorriendo, descubriendo y nos vamos amalgamando. Me encontró como se encuentra a un ave herida quizás muy vulnerable, quizás reflexiva, quizás todavía apasionada y quizás todavía esperanzada. Los chispazos de sensaciones que alumbran este camino son un renacer a la vida. Entre torbellino de sentires, entre mandatos sociales preestablecidos, entre recuerdos de sensaciones de muchas batallas ganadas y unas muy grandes perdidas, con cuidado e inseguridades voy reinsertándome a la vida. Hoy es para mí una gran aventura y un desafío, donde cada paso amargo pasado es punto de apoyo de este camino. Tanta ebullición de sensaciones, después del tránsito por la inerte nada buscan naturalmente canalizarse convirtiéndose en un fin de este recorrido . http://www.mundopoesia.com/foros/showthread.php?
M
i hermana Mu-Yien llegó a la tierna edad de los 60 años. Seis décadas de vida. Seis décadas de alegrías, dolores y mucho amor. Aprovechando ese momento especial en su vida, ha hecho un llamado a los suyos para celebrar juntos su maduritud. A las mujeres que sobrepasamos los 50 años de vida, nos invita a usar durante la celebración un sombrero rojo. Me intrigó la simbología y busqué respuestas. Sue Ellen Cooper es la fundadora de la Sociedad del Sombrero Rojo. Dicen que todo comenzó de la manera más casual. En julio de 2000 el fabricante de vinos de Sue Ellen, de Fullerton, California, envió un sombrero rojo y una copia del poema de Jenny José (citado al final de este artículo) a un amigo para su cumpleaños. Este hecho fortuito la puso a pensar. El contenido del poema la inspiró a formar la fraternidad. Sue Ellen es conocida como “La Reina Madre”. Hoy día la fraternidad tiene miles de miembros, y realiza una convención anual que no tiene otro propósito que pasarlo bien. De esta manera, cumplen con el objetivo de celebrar la vida con alegría. Así, todas las mujeres de mediana edad que deciden asumir este precepto, se identifican por el uso de llamativos sombreros rojos y vestidos púrpuras. Pero el mayor distintivo de la fraternidad son los bellos y alegres rostros de las mujeres maduras adornados por sonrisas de marcadas comisuras y pieles maltratadas por el paso del tiempo. Sin lugar a dudas, esta colorida vestimenta es el signo externo de la liberación de muchas ataduras, preocupaciones, ansiedades y sueños inconclusos. Pero es sobre todo un nuevo comienzo, la renovación de las esperanzas y la reinvención de sus propias vidas. Así pues, el sombrero rojo es una nueva expresión de la plenitud de la vida, de la maduritud. Así llaman ahora a la etapa de la vida de los hombres y mujeres que estamos en la mediana edad. Es la oportunidad ideal de regocijarnos por el simple hecho de estar vivos, de replantearse nuevos caminos, de definir nuevos comienzos y nuevas esperanzas. Es el momento de hacer balance, de mirar hacia atrás el camino que hemos cons-
truido en nuestras vidas, sin arrepentirnos de los errores cometidos y de las metas no cumplidas. Es redescubrir que la vida no es llegada, sino tránsito, y que, por lo tanto, cada momento, por insignificante que parezca, es especial y hay que disfrutarlo. Aprender a valorar la risa, las dificultades, las lágrimas y las promesas. La vida es un torbellino, un camino que se construye día a día, que transcurre en cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día y cada año en que estamos en esta tierra. No sabemos cuánto vamos a durar. Muchos han venido por poco tiempo. Se van a destiempo, y los hemos llorado. Otros, tenemos la suerte de vivir más. Y en ese trayecto conocemos los diferentes matices de la vida: sol, lluvia, viento, tempestad y calma. Ya compré mi sombrero rojo, porque decidí que la felicidad es una decisión y una actitud ante la vida. Por esta razón hace tiempo que integré a mi filosofía de vida la maravillosa frase “Ya no me importa”. Desde entonces soy más feliz, porque descubrí que el secreto de una vida plena radica en el equilibrio de las diversas dimensiones y roles que debemos y tenemos que desempeñar. Por esa razón, ya no me importa abandonar la importante lectura de un libro, para refugiarme en el juego con mis nietos. Ya no me importa dejar momentáneamente la escritura de un artículo o una investigación, si debo dedicar tiempo a mi familia. Ya no importa abandonar lo que sea si un amigo necesita mi hombro para enjugar sus lágrimas. Ya no me importa colocar en la lista de pendientes algunas interesantes e importantes lecturas, para ver el amanecer en las montañas. Ya no me importan mis manchas en la piel, ni mi pelo cano, ni mis comisuras pronunciadas, ni la resequedad de la piel, ni mi cintura ancha, ni vientre que se resiste a endurecer. Ya no me importan, porque ellas anuncian a los cuatro vientos que he tenido la dicha de seguir viva.
Cuando sea una mujer anciana vestiré de púrpura Con un sombrero rojo que no me vaya y no me siente Y gastaré mi pensión en aguardiente y en guantes de verano Y en sandalias de raso, y diré que no teníamos dinero para comprar manteca. Me sentaré sobre el pavimento cuando me canse Y engulliré degustaciones en las tiendas y haré disparar alarmas Y haré correr mi bastón por los pasamanos públicos Y compensaré la sobriedad de mi juventud. Saldré en mis patines a la lluvia Y recogeré flores en jardines ajenos, Jenny Joseph.
mu-kiensang@hotmail.com
Aporte
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José Mármol
o el viaje a la transparencia
BASILIO BELLIARD
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on el libro Lenguaje del mar (2012), que acaba de obtener el Premio Casa de América de Poesía Americana, en su XII edición, José Mármol continúa su proceso de distanciamiento estratégico con respecto a su propia poética, para asumir una travesía que tiene su impronta en la meditación de una mirada invisible como testimonio de los sentidos. Ha querido, en su madurez creativa, no escribir una poesía de la interioridad del ser, sino de la exterioridad, de la percepción de las cosas cotidianas, que apunta a una metamorfosis de su propia inventiva autocrítica. No reflexiona lo contemplado, sino, antes bien, emplea la experiencia de lo mirado como laboratorio estético. Teje sus verbos con la materia de lo visto, no con experiencias puramente verbales. De estilo gráfico y sencillo, pero con un gran vigor en sus imágenes y un rico dominio en la construcción del verso y de la frase poética, Mármol nos revela un mundo lírico que toca no sin frecuencia, la transparencia del verbo. Logra así, un equilibrio expresivo entre la sencillez y la profundidad, la oscuridad y la transparencia, la luz y la sombra. José Mármol ha iniciado un viaje, que es un viaje acaso a la sabiduría poética: a la simplicidad de las cosas, a la liviandad del mundo. Pero este viaje interior tiene su punto de despegue, a mi juicio, con su poemario Criaturas del aire, de 1999, que provocó en sus continuadores una reacción de escepticismo, pues Mármol provenía de abrazar una “poética del pensamiento”, de expresión -si se prefiere- barroca, con su libro seminal El ojo del arúspice, de 1984, que poseía los atisbos herméticos del Vallejo de Trilce. Alcanza su madurez en la configuración consciente de su nueva poética, con su poemario Torrente sanguíneo (Premio Nacional de Poesía 2008), en el que la naturaleza cotidiana ejerce un visible protagonismo, y actúa como un torrente vital de la percepción, acaso influido por la experiencia de lectura de poetas norteamericanos que abrazaron la naturaleza y el mundo natural como diapasón imaginativo, como Robert Frost, Wallace Stevens o Walt Whitman. Mármol paga así una deuda estética con la madre naturaleza, distanciándose del pensamiento que permeó su imaginario poético, en la que ya no aparece la filosofía sino quizás la antropología. Poesía no del pensamiento sino de la naturalización del ser poético, en una suerte de ontología del paisaje. Este breve poemario está armado, pues, a partir de dos ejes contrapuntístico: de la visión a la memoria y del metabolismo del pensamiento a la experiencia sensible. De esta oposición binaria se alimenta su postulación del mundo: de una experiencia de inocencia a una de experiencia de madurez, a la manera de William Blake. Representación simbólica de la naturaleza, Lenguaje de mar se nutre de una memoria visual de lo inmediato, que José Mármol, “marinero en tierra”, plasma en el discurso que le dictan las cosas. Poesía que es un diario articulado en apoyaturas de viajes, vuelos, memorias, visitaciones y percepciones involuntarias de los “datos inmediatos de la conciencia” (Henri Bergson), o, antes bien, de las emanaciones que relatan los objetos y las cosas del entorno. El ensayista dominicano Jochy Herrera dice de Lenguaje del mar que “es una atrevida fiesta nerudiana donde el mar es la gran metáfora: hogar de la belleza, de la ensoñación, la furia…”. El mar, la playa, la bahía, la comida, el sol, puertos, costas,… brotan como una paleta de colores, y van a transformarse en símbolos e imágenes, cuyos sentidos tienen objeto en el texto. La mirada contemplativa es la protagonista en el concierto de los sentidos, como cuando nos dice en un espléndido e iluminador verso -y que bien vale como poética: “La percepción habita más allá de la mirada”. Sabor a mar, a espacio, a aire. Hambre de agua y apetito de cuerpo, Mármol funda en este libro una poética que se alimenta de los espacios abiertos: poesía de cielo abierto, no de cielo cerrado. De amplia luz y de sol quieto; de reverberaciones luminosas y temblo-
José Mármol
res impresionistas. De ahí que deviene diurnidad, alegoría del trópico, y donde no hay noches sino días eternos; este poemario es, a un tiempo, un diario de mar, donde el poeta es un “voyerista” del paisaje humano y natural, que boceta las impresiones cotidianas, en golpes de palabras y de colores. Pero cuyo decorado visible no proviene de la mirada oculta, sino de la mirada abierta, que no esconde el ojo del cuerpo; por el contrario, su ojo de arúspice escrutador aparece a campo abierto. Prefiere no ver el mundo sin ser visto, sino que su mirada forma parte integrante del objeto. Poesía mimética porque imita no la historia sino la naturaleza, en su vertiginosa instantaneidad. Cuerpo de mujer y de agua marina, este texto representa el impulso creador que mueve la temperatura de los poemas en una estrategia discursiva monologante, que actúa como recurso lírico. Ya no poesía del pensamiento -a la manera neorromántica-, sino de la percepción que reside más allá de los sentidos. Elogio pues de la percepción no solo como camino de conocimiento y autorreflexión, sino como materia del canto y el silencio. Camino al claro del bosque, camino al habla, antes que un sendero minado de madejas de signos o arenas movedizas. Elogio visual de la memoria inmediata y mediata, en que objeto y sujeto intercambian su intencionalidad óptica. Este libro es, asimismo, un itinerario, en el que Santo Domingo, París y Berlín decoran su imaginario poético, como también lo pueblan playas y huracanes tropicales, así como evocaciones de personas, objetos y animales de su entorno inmediato y familiar (su perro Figo, su gata Lola, su esposa Soraya…), a quienes inserta en su mundo poético como pretexto de ficción e impulso creativo, dándole estatus de dimensión literaria: adquieren dignidad estética- y actúan como materia poética, que irrigan su memoria verbal.
Este poemario, si bien es un elogio al mar, también es un canto al cuerpo erótico femenino, a la sensualidad que brota a flor de aire o de piel - como en varios de sus libros anteriores. Su ser poético busca la reconciliación con su otra voz, en un viaje hacia el centro de la expresión estética, que es un viaje, al mismo tiempo, a la intemperie, donde la piel se abisma contra el mundo. Los versos semejan entonces corrientes de aguas aéreas que permean el espacio de los signos, con una puntuación, a ratos, entrecortada, que crea una sensación de angustia por encontrar una definición de las cosas, y, en otras, por alcanzar una reconciliación con el sentido de la vida.
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Sábado 10 de noviembre de 2012
Entrevista
HOY
Constitución de Cádiz Baluarte de libertad. La Constitución de Cádiz promulgada en 1812 es considerada como el primer código político a tono con el movimiento constitucionalista europeo contemporáneo, de carácter novedoso y revolucionario. PABLO MATOS
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rank Moya Pons, historiador, investigador, educador y catedrático, sostiene que la Constitución de Cádiz de 1812, que oficialmente estuvo en vigor dos años, tuvo “un impacto limitado en la República Dominicana”. Sin embargo, el presidente de la Academia Dominicana de la Historia y autor de numerosas publicaciones, remite a los historiadores Julio Genaro Campillo Pérez y Wenceslao Vega Boyrie, quienes coinciden en que la institución de las Diputaciones Provinciales “fue la principal herencia de la Constitución de Cádiz en el constitucionalismo dominicano. Por lo menos 11 artículos de la Constitución dominicana siguen muy de cerca el texto de Cádiz en este respecto y las diferencias son mínimas”. Como ejemplo, el historiador menciona la elección de los diputados: en el caso español estos eran elegidos para las cortes, mientras que en nuestro país lo eran para servir en el llamado Cuerpo Legislativo. Moya Pons, en una breve reflexión sobre “La Constitución de Cádiz en la República Dominicana”,señala que a pesar del limitado impacto que tuvo ese texto jurídico español, “los historiadores locales señalan que con la convocatoria a Cortes para redactar este texto, los dominicanos tuvieron por primera vez la oportunidad de realizar elecciones”. “Algunos historiadores dominicanos han debatido las posibles influencias de la Constitución de Cádiz en la tradición constitucional dominicana”, comenta. Cita a Campillo Pérez, Vega Boyle, Fernando Pérez Memén y Américo Moreta Castillo. Entiende que han sido los dos últimos quienes “han zanjado de manera definitiva la cuestión”. Cita a Campillo Pérez, quien sostiene que la principal repercusión inmediata de la Constitución de Cádiz fue “su gran abono al desarrollo de las libertades públicas a través principalmente de su artículo 371 que establecía la libertad de escribir, imprimir y publicar las ideas políticas de cada ciudadano sin necesidad de licencia, revisión o aprobación de alguna anterior a la publicación”. Moya Pons comenta que, siguiendo a Emilio Rodríguez Demorizi, el historiador Campillo Pérez sostiene que “gracias a ello aparecieron y florecieron los primeros periódicos en Santo Domingo”. Sin embargo, el presidente de la Academia Dominicana de la Historia cita a Vega Boyrie y precisa que “esos periódicos no vieron la luz hasta 1821, durante el segundo interregno liberal, pues durante el primero entre 1812-1814, el mayor impacto visible de la Constitución de Cádiz en Santo Domingo fue la creación de las Diputaciones Provinciales y la elección de diputados a Cortes, aparte de las celebraciones públicas por la promulgación de la Constitución”. El autor de “Manual de Historia Dominicana” precisa que Boyrie avanza más que Campillo Pérez y observa que aun cuando la influencia de las constituciones estadounidenses, francesa y haitiana es innegable, “algunos principios de la Constitución de Cádiz fueron asimilados y quedaron fijados en la tradición del país desde bien temprano”.
PRINCIPIOS DE LA CONSTITUCIÓN
ARISMENDY CALDERÓN
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• Soberanía nacional • Separación de poderes • Derecho de representación • Libertad de expresión / Libertad de prensa e imprenta • Derecho a integridad física • Libertad personal • Inviolabilidad del domicilio • Garantías procesal y penal
“La Pepa”, muy liberal para su tiempo Promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812, día de la festividad de San José, la Constitución de Cádiz fue conocida popularmente como “La Pepa”. Oficialmente estuvo en vigor sólo dos años, desde su promulgación hasta su derogación en Valencia, el 4 de mayo de 1814, tras el regreso a España de Fernando VII, aunque posteriormente se
Frank Moya Pons
LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ DE 1812 Y SU INFLUENCIA EN IBEROAMÉRICA Programa de actividades Martes 13, 6:30 pm. Apertura. Aula Magna de la Universidad. Lugar: Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) Intervenciones inaugurales a cargo de monseñor Agripino Núñez Collado, rector de la PUCMM. - Servio Tulio Castaños, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus). - Manuel Guedán, representante de la Secretaría General Iberoamericana para México y el Caribe.
ción: PUCMM
9:30-11:00 am Panel historiadores. Tres ponencias: - Wenceslao Vega, historiador dominicano: Cómo fue recibida en Santo Domingo la Constitución de Cádiz en 1812 y 1820. - Luis González Vales, presidente de la Academia Puertorriqueña de la Historia: La Constitución de 1812 en Puerto Rico. - Manuel Chust Calero, catedrático de la Universidad Jaume I de Castellón. Título de la ponencia por confirmar. Habrá, además, tres ponencias orientadas en torno a un mismo tema: “La tradición liberal en la Constitución de 1812 y su importancia en el constitucionalismo iberoamericano”, a cargo de Flavio Darío Espinal, experto en Derecho Constitucional.
- Jaime Lacadena Higuera, embajador de España en la República Dominicana.
- Magistrado Jorge Subero Isa, expresidente de la Suprema Corte de Justicia, y Roberto Breña, abogado general de la UNAM.
7:00 pm. Conferencia magistral, a cargo de una personalidad española. 8:00 pm. Recepción en los jardines y el salón ejecutivo de la PUCMM. Miércoles 14. Paneles técnicos. Lugar de celebra-
En el almuerzo de cierre, en el hotel Meliá, el doctor Milton Ray Guevara, presidente del Tribunal Constitucional Dominicano, dictará una conferencia magistral.
volvió a aplicar durante el Trienio Liberal de 1820-1823 y durante un breve período en 1836-1837, bajo el gobierno progresista que preparaba la Constitución de 1837. Sin embargo, la Constitución de Cádiz 1812 se considera uno de los textos jurídicos más importantes del Estado español, por cuanto sentó las bases constitucionales posteriores que establecía por primera vez la soberanía nacional y la división de poderes, como dos de sus principios fundamentales. Establecía, entre otros aspectos, la separación de poderes, la limitación de los poderes del rey, el sufragio universal masculino indirecto, la libertad de imprenta, la libertad de industria, el derecho de propiedad o la fundamental abolición de los señoríos y, además, incorporaba la ciudadanía española para todos los nacidos en territorios americanos, prácticamente fundando un solo país junto a las excolonias americanas.
Moya Pons: historiador, educador, catedrático • “La Española en el siglo XVI 1493-1520” (1971). • “La dominación haitiana 1822-1844” (1973). • “Anual de historia dominicana” (1977). • “El arte taíno” (1985). • “El choque del descubrimiento” (1992). • “Bibliografía del derecho dominicano” (1999). • “Breve historia contemporánea de la República Dominicana” (1999). • “Historia del Caribe” (2007). • “Manual de Historia Dominicana” fue publicada en inglés en 1995 con el título “The DominicanRepublic: a NationalHistory”.
Aporte
AREÍTO
Sábado 10 de noviembre de 2012
HOY
ROBERTO CASSÁ SU EQUIPO Y EL ARCHIVO
Desorden que existía en el AGN
Roberto Cassá
Doctor Ramón Antonio Veras
RAMÓN ANTONIO NEGRO VERAS
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l Archivo General de la Nación, al igual que la generalidad de los órganos del Estado, siempre fue visto como un ejemplo de anarquía, desorden, un desbarajuste donde muy pocas personas se animaban a ir ni de visita, mucho menos en procura de consultar algún documento. Era el vivo ejemplo de la sociedad dominicana de hoy, caracterizada por la desorganización, el trastorno y la perversión. En un momento dado, muchos dominicanos se llegaron a formar la idea de que era un depósito de papeles viejos, que había sido puesto a disposición y alcance de una persona para que, con el material que ahí reposa, hiciera lo que le viniera en ganas, a su libre voluntad y conveniencia. Pero todo cambió para bien cuando fue designado al frente del Archivo el doctor Roberto Cassá, quien estructuró un equipo de hombres y mujeres que se dispusieron a rescatar y reconstruir la documentación que todavía quedaba. El doctor Cassá lo que encontró fue un monumento al desorden, donde no se sabía si existían o habían sido mutilados, destruidos o robados los fondos custodiados. Lo recibido por Roberto Cassá no fue más que un depósito de papeles abandonados, sin doliente alguno. El concepto de archivística al parecer no había pasado por el Archivo. La memoria histórica del país nunca había estado presente, tomó vacaciones para nunca regresar. Con razón, en su momento, la situación del Archivo fue considerada como “desastrosa y de suma gravedad”. Labor de Cassá y sus resultados. El doctor Cassá ha hecho una labor digna de ser imitada por todos aquellos que ocupan funciones en instituciones del Estado. Su trabajo hay que verlo como fruto de su concepción ideológica llevada a la práctica en el Archivo, y su acierto al escoger un equipo de hombres y mujeres que realizan tareas que responden a las necesidades de esa oficina,
Área de escáneres
llamada a dar un servicio que está ligado a la cultura de nuestro pueblo. Aquella época cuando cualquier desaprensivo iba al Archivo y disponía del material allí guardado, ya desapareció. Hoy es un organismo en el cual se advierte disciplina, organización y disposición para dar un buen servicio al público. Organismos internacionales afines han valorado positivamente su renacer. Personas físicas y morales del país, partiendo de lo que es hoy el Archivo y la confianza que genera, han hecho entrega de sus archivos personales para que se integren a los fondos que conservan. Llegó al Archivo, y espero se le dé continuidad, la institucionalidad, la tecnología y el material humano útil, calificado y necesario; la responsabilidad, la seriedad y el cuido de los fondos, y es de esperar que se mantenga el aporte económico del Estado. En el Archivo no todo está concluido. Falta mucho trabajo por realizar partiendo de que la función de ese organismo no termina nunca, porque es la historia misma de nuestro país, la que ha escrito nuestro pueblo con su lucha tesonera. Nuestro pueblo debe ser debidamente edificado, lo más conveniente sería que se le enseñe lo que fue el Archivo ayer y lo que es
hoy, pues así se daría cuenta que cuando al frente de un órgano del Estado está un equipo de hombres y mujeres de bien, de vergüenza y con sentido de responsabilidad, las cosas marchan bien o, por lo menos, comienzan hacerse como deben ser y no como se hacían antes. El mejor reconocimiento que la parte decente del país puede hacer al doctor Cassá es que las escuelas y colegios del país organicen visitas de estudiantes y profesores al Archivo y se conviertan en testigos de lo que allí se ha hecho y hagan una evaluación seria, serena y desapasionada de lo que vieron y se formen la idea de que aquí no todo está perdido, que en un organismo estatal se puede hacer un trabajo serio, decente, honesto y responsable por el bien del país, sin figureo, vocinglería ni politiquería de mal gusto. Lo ideal sería que el día que el doctor Cassá decida dar por concluida su labor al frente del Archivo, su equipo se mantenga, y el relevo suyo sea una persona ligada a la filosofía por él desarrollada, para que a la positiva labor hasta ahora realizada se le dé continuidad. Y de ser así se compruebe que Cassá no fue al Archivo a hacer labor de promoción personal, sino a sentar base de institucionalidad, que es a lo que aspira y merece lo mejor de nuestro pueblo.
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AREÍTO
Sábado 10 de noviembre de 2012
Arte Contemporáneo
HOY
Cuanto orgullo
Como cualquier intelectual II
Todo está claro
No hay que huir
Asombro
En la Capilla de los Remedios
ROSA ELINA ARIAS ¡sensible, mágica y reflexiva!
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AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
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n distintas épocas y contextos diferentes, así como muchos poetas han sido atraídos por las formas y los colores de los pintores, otros tantos pintores y artistas visuales han sido marcados profundamente por las palabras de los poetas. Al mismo tiempo, poetas y pintores también han sido “tocados” por las palabras de muchos lectores y espectadores sin que tales palabras hayan sido específicamente dirigidas a ninguno de ellos. De ahí que, por lo menos desde hace más de siete siglos, entre poetas, creadores, filósofos, historiadores y estudiosos del arte, arraiga poderosamente la idea de que las “semillas” de la poesía y la pintura germinan desde el “excesivo territorio” de la sensibilidad. Sin embargo, si sometemos esta idea a cuestionamiento y nos basamos en la “evidencia” de que el poema auténtico o la obra de arte afortunada resultan de unos niveles de concentración y de una síntesis expresiva excepcionales -ese grado de concentración y ese nivel de síntesis formal que retienen la intrínseca lucidez con que, de manera súbita o procesual, el poeta y el pintor vislumbran la estructura del texto y de la imagen-, no será tan difícil advertir que la “clave” energética y operativa de la imaginación creadora contiene siempre, precisamente, una lección desmitificadora de este dogma instintivo y “fundamentalista” de los sentimientos. En Santo Domingo, entre los artistas cuyas producciones y trayectorias nos permiten registrar la vital relación entre pintura y poesía, destaca especialmente el caso de Rosa Elina Arias, quien, en diversas ocasiones y con excelentes resultados, ha “parafraseado” las producciones de poetas dominicanos esenciales como Pedro Mir, Tony Raful y Mateo Morrison. Ahora bien, ¿podemos atribuir la relación del vertiginoso caudal imagético, del mutante repertorio simbólico, de los niveles sublimados de artisticidad o de la cascada mágica y fascinante de signos y evocaciones que se instalan en las pinturas recientes de Rosa Elina Arias a una similitud o “identidad” de sensibilidades entre la pintora y sus poetas?
En todo el conjunto y en cada una de las obras que integran la serie titulada “Íntima y Mágica”, exhibiéndose actualmente en la Capilla Nuestra Señora de los Remedios (C/Las Damas, esq. C/ Mercedes, Ciudad Colonial), los notables niveles de síntesis expresiva, los detalles reveladores del conocimiento estético y del dominio del médium pictórico, así como la recursividad de la sensibilidad poética de Rosa Elina Arias, confluyen de una manera tan sutil y efectiva que ni siquiera hay oportunidad para la celebración de una primordial “intimidad” de las sensibles y esplendorosas relaciones entre pintura, estética, alquimia y poesía. En obras como las tituladas “Asombro”, Absurdo”, “Silencio”, “Esperanza”, “Tentación”, “Se lo comunico al mundo”, “Todo está claro”, “Una fe contagiosa”, “Criollos de ayer”, “Las imágenes quedan”, “Como cualquier intelectual”, “Cuanto orgullo”, “Escándalo”, “Poquito a poco”, “No hay que huir”, “Así, de sonrisas en sonrisas”y“seguirá la vida”, entre otros trabajos recientes de Rosa Elina Arias, confrontamos los resultados de una actitud y un espíritu constructivos cuyas claves hay que advertirlas más en las fuentes energéticas del pensamiento, la memoria, la creatividad y la imaginación que en los sugestivos, “causales” y volátiles resortes de la sensibilidad. Sin embargo, en sus ejercicios pictóricos de refinada factura de alto vuelo poético, Rosa Elina Arias no se limita a la asimilación de la magia consubstancial del Caribe; a la transmutación de lo existencial y lo cotidiano o a la elaboración metafórica de su íntima experiencia sensorial. Lo que en realidad hace es apropiarse conscientemente del maravilloso proceso de polisíntesis cultural del que ella misma forma parte y asumirlo con honestidad como materia prima de la imaginación. Rosa Elina Arias recurre a la memoria, a los sueños y absurdos cotidianos; a las paroxísticas contradicciones entre ficción y realidad, resemantizando de manera brillante los signos de lo visible para concretizar la esplendorosa realidad de lo invisible. Y, precisamente, lo que implican esta actitud y este proceso creativos es la puesta en abismo del dogma estético de la “inspiración” o sen-
ROSA ELINA ARIAS Rosa Elina Arias nace en Santiago de los Caballeros. Es egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes y de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde obtuvo una Licenciatura en Pedagogía mención en Artes Plásticas. Ha realizado estudios especializados en grabados, composición, cromatismo, creatividad, museología y gerencia cultural, tanto en el país como en el extranjero. En el año 2000, participa en el Curso Regional de Formulación de Proyectos de Cooperación y en el Curso-Taller sobre Tendencias Gerenciales Contemporáneas, organizados por el Instituto de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón y el Centro Latinoamericano y del Caribe para el desarrollo de la Cultura -CLADEC-, Caracas, Venezuela. Su obra pictórica ha sido exhibida exitosamente en importantes galerías, museos y centros culturales de Santo Domingo, Puerto Rico, México, Panamá, Cuba, Guadalupe, Martinica y Venezuela. Rosa Elina Arias forma parte del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos -CODAP-, de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos -AIAP- y del Consejo Mundial de Artistas Plásticos -COMAP-, con sede en México. Junto a Tomasina-Cinnamon-Tapia y Rosa Tavárez, Rosa Elina Arias integra una trilogía de personalidades femeninas definitivamente emblemáticas en el contexto del arte dominicano de la década del 60 del siglo XX. “Íntima y Mágica” se registra como su XVIII exposición individual.
sibilidad. Así, veremos cómo quedan nítidamente franqueadas unas nuevas puertas perceptivas que nos permitirán reconsiderar con mayor profundidad la importancia clave del acto reflexivo a la hora de las prácticas artísticas contemporáneas.