Areíto
Zona de la Cultura y de las ideas
El tiempo y los calendarios
www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 2.03.2013
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FUENTE EXTERNA
Las elecciones del 20 de diciembre de 1962
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“Papá no tenía nada, vivía de un sueldo...”
La tragedia de los grupos
La genealogía de
culturales en el trujillismo
los Padres de la Patria
La infancia de Bernardo Vega transcurrió entre los coches, marchantas y burros de Santiago; las colinas, valles y monumentos de Washington, la educación liberal de los refugiados españoles...Página 3
Todo lo que nace y se desarrolla, muere. Paulino Ramos ofrece el testimonio del fin de El Paladión, pero también señala adónde fueron a dar con su vida los miembros del grupo luego de la toma del poder de Trujillo... Página 5
Según la tradición, Mella fue incorporado como comunicado de La Trinitaria por mediación de Juan Isidro Pérez, quien figuró como testigo de su boda en 1836. Página 4
HOY
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Sábado 2 de marzo de 2013
Zona Areíto Areito
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Julia Alvarez ( poeta y novelista de origen dominicano) ¡Escribir no es simplemente un empleo, es mi modo de vida! ¡Mi vocación! Es para lo que creo fui colocada en esta tierra. Es donde reside mi pasión y mi alma, por lo que estaría perdida sin poder escribir
ENCUENTROMu-Kien S Adriana Sang
El tiempo y los calendarios EL Preciso tiempo necesita ese tiempo que otros dejan abandonado porque les sobra o ya no saben qué hacer con él tiempo en blanco en rojo en verde hasta en castaño oscuro no me importa el color cándido tiempo que yo no puedo abrir y cerrar como una puerta tiempo para mirar un árbol un farol para andar por el filo del descanso para pensar qué bien hoy es invierno para morir un poco y nacer enseguida y para darme cuenta y para darme cuerda preciso tiempo el necesario para chapotear unas horas en la vida y para investigar por qué estoy triste y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo tiempo para esconderme en el canto de un gallo y para reaparecer en un relincho y para estar al día para estar a la noche tiempo sin recato y sin reloj vale decir preciso o sea necesito digamos me hace falta tiempo sin tiempo. Mario Benedetti, Tiempo sin tiempo
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a serpiente de agua, sabia, perspicaz y desconfiada, hizo su aparición en el mundo gracias a la vieja tradición del calendario lunar chino. Su vida será corta, pues habiendo nacido el pasado 10 de febrero, desaparecerá el 30 de enero de 2014. El Año Nuevo chino es conocido también como Festival de Primavera. Durante unas dos semanas los chinos del mundo y su descendencia celebraron por todo lo alto, junto a sus familiares y amigos. Se prepararon alimentos especiales. Los fuegos artificiales dieron el toque distintivo y especial . En el caso de nuestra familia, la celebración no podía faltar. Nos juntamos las tres generaciones con el deseo de mantener la tradición y, sobre todo, para que los más pequeños tengan la oportunidad de conocer la cultura de sus ancestros. Después de haber disfrutado y celebrado en familia la llegada de la serpiente, con abundante comida y sabrosa comida china, y de haber escuchado la estruendosa música que acompaña la danza de los leones, me puse a reflexionar sobre el tiempo. El triunfo de la cultura occidental en todos los ámbitos, cultural, político y económico, ha sido estremecedor para el resto del mundo. La Coca-Cola es más popular que el mate del cono sur, o que el café colombiano. Los códigos de vestimentas oc-
cidentales sustituyeron los kimonos japoneses, las hermosas faldas tejidas y bordadas de las indígenas latinoamericanas y los trajes exóticos de China o la India. Ya todos asumimos sus estándares en todos los sentidos. Y así no debe extrañarnos que Occidente haya ganado también la batalla del tiempo. Una imposición donde las horas tienen valor económico y el reloj que marca irremediablemente el paso de los minutos y las horas nos obligan a llevar el ritmo y la prisa occidental, porque todo tiene precio y costo, hasta el descanso y el ocio. El calendario solar se apoderó de todos nosotros, de nuestras culturas y de nuestras vidas. ¿Fue siempre así? No, claro que no. Desde la antigüedad, el misterio del discurrir de los días ha estado presente. Las sociedades primitivas y antiguas, ante la incomprensión del fenómeno, buscaron explicaciones sobrehumanas y trascendentes. Me puse a indagar. Quise saber sobre el signo de la serpiente. Y encontré que es un animal considerado sagrado en la astrología china. Pero lo más interesante es que en Mesoamérica la serpiente también era venerada por las más importantes culturas indígenas. Por ejemplo, el dios Quetzalcóatl es una Serpiente Emplumada. Era conocido como Kukulcan para los mayas. El calendario maya, que estuvo en la palestra hace unos días por la predicción mal interpretada de la llegada inminente del fin del mundo, establece la coexistencia de tres cuentas de tiempo: el calendario sagrado (tzolkin o bucxok, de 260 días), el civil (haab, de 365 días) y la cuenta larga. Según este calendario el tiempo es cíclico, porque se repite cada 52 años mayas. Los sacerdotes mayas, conocidos como ah kin, tenían obligación de tener conocimientos matemáticos y astronómicos que debían vincular a la cosmovisión religiosa, que implicaba la predicción del futuro. Los mayas no fueron los primeros. Hu-
bo otras culturas mesoamericanas que crearon sus interpretaciones sobre el transcurso del tiempo, expresado en calendarios, como fue el caso de los olmecas. Lo interesante es que guardan muchas similitudes, hecho que pone a los estudiosos del tema a concluir que en toda Mesoamérica se utilizó el mismo sistema calendárico. También existió el calendario juliano, que es el antecesor del calendario gregoriano, que se basó en el movimiento del sol para medir el tiempo. Se aplicó en el 46 a. C. y fue adoptándose paulatinamente en Europa y sus colonias hasta que en 1582 se implantó la reforma gregoriana, del papa Gregorio XIII. Este boom no llegó a los países de religión ortodoxa, pues en Bulgaria, Rusia, Rumanía y Grecia, predominó el calendario juliano hasta principios del siglo XX. Un elemento interesante es que el calendario juliano sigue utilizándose en las liturgias de la Iglesia Ortodoxa. El calendario gregoriano nació en Europa. En la actualidad se utiliza de manera oficial en todo el mundo. Así pues, el calendario solar es el que domina en el mundo de hoy. Se diseñó en base a la posición de la Tierra en su revolución en torno al Sol. Un año tiene 365 días, pero cada cuatro años se le agrega un día, constituyendo los años bisiestos. Los entendidos en la materia afirman que el primer calendario solar nació en Egipto, después que se produjera una profunda reforma que sustituía al tradicional calendario lunar. Para que entendamos la diferencia. El calendario lunar calcula los años según los ciclos de la luna. Cada lunación es un “mes lunar”, o lo que es lo mismo entre los dos momentos en que la luna se encuentra exactamente en la misma fase. Cada mes lunar corresponde a 29 días solares. Se afirma que la mayoría de las culturas tuvieron calendario luni-solar. Estos calendarios que no solo toman en cuenta los ciclos de la luna, sino también los del sol, que determinan las estaciones. En general existen doce meses lunares por cada año solar, pero como los años lunares no coinciden con los años solares, cada cierto tiempo hay un año solar con trece lunas. El calendario judío, el chino y el hindú son lunisolares. En el caso de la cultura occidental cristiana, aunque el calendario utilizado es el solar, ciertas fechas (como la Pascua) se fijan según un calendario lunisolar. Lo cierto es que el tiempo ha sido un enigma, incluso para nosotros los hombres y mujeres de hoy. La calendarización es tan solo un elemento más para pensar en su discurrir. El gran enigma es qué hacer con él, cómo hacerlo productivo y cómo asumirlo como un paradigma inevitable del simple hecho de vivir. mu-kiensang@hotmail.com mu-kiensang@pucmm.edu.do @MuKienAdriana
LA HISTORIA/ Fuente: Portal de Bibliófilo Enmascarado
1931
1967
NACIÓ EL 2 DE MARZO. Tom Wolfe, periodista y escritor estadounidense, autor de los libros “La hoguera de las vanidades” y “Todo un hombre”.
FALLECIÓ EL 2 DE MARZO. José Augusto Trinidad Martínez Ruiz (Azorín), literato español, novelista, ensayista y el crítico literario español más importante de su tiempo.
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1942
NACIÓ EL 2 DE MARZO. John Irving, novelista estadounidense. Autor de numerosos bestsellers como “El mundo según Garp” o “Una mujer difícil”. En el año 2000 ganó un Oscar como guionista de “Las normas de la casa de la sidra” adaptación del propio autor de su libro “Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra”.
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1996 Marguerite Duras
FALLECIÓ EL 3 DE MARZO. Marguerite Duras, seudónimo de Marguerite Donnadieu, escritora francesa autora de novelas como “El amante”, por la que obtuvo el Premio Goncourt en 1984.
1928
NACIÓ EL 6 DE MARZO. Gabriel García Márquez, escritor colombiano, premio Nobel en 1982. Es considerado uno de los autores más significativos del siglo XX. Su novela más reconocida internacionalmente es “Cien años de soledad”. _
1948
NACIÓ EL 7 DE MARZO. Juan Eslava Galán, escritor español de novelas históricas que narra con un particular sentido del humor, a veces satírico. Premio Planeta 1987 por su novela “En busca del unicornio”.
POR ÁNGELA PEÑA/ A.PENA@HOY.COM.DO
Viaje por la Historia
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“Papá no tenía nada, vivía de un sueldo...” PEDRO SOSA
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a infancia de Bernardo Vega transcurrió entre los coches, marchantas y burros de Santiago; las colinas, valles y monumentos de Washington, la educación liberal de los refugiados españoles republicanos, un monasterio de Benedictinos en Londres y el aislamiento del mundo exterior como interno del colegio La Salle donde a diario despedía con nostalgia a José Miguel Bonetti, Ernesto Mathis Ricart, Pipe Faxas, José Adams Seady, entre otros condiscípulos. Nació en la clínica “Doctor Batlle”, de la Ciudad Corazón, hijo de María Teresa de Boyrie Moya, de La Vega, sobrina de Horacio Vásquez, y Julio Vega Batlle, prestigioso abogado que ejercía la profesión con limitaciones porque estuvo ocho años sin aceptar cargos oficiales ni pronunciar discursos de alabanzas a Trujillo. Miembros de la aristocracia tradicional cibaeña, residían en Gurabito, al lado del exclusivo “Country Club”. La estancia en el pueblo natal fue breve, pues se trasladaron a El Seibo, pero poco tiempo, ya que Vega Batlle aceptó servir al régimen y fue designado primer secretario de la Legación Dominicana en Washington. “Por eso mis primeros recuerdos de niño son en Washington”, narra Vega, que ya a los tres años hablaba inglés. Lo operaron de adenoides y cuenta que luego de colocarle una mascarilla de gas para anestesiarlo el médico le dijo: “Comienza a contar cuántos japoneses quisieras matar hoy”, para comprobar el efecto de la sustancia. Ocurría la Segunda Guerra Mundial y no olvida que al regresar al país, en 1944, cubrieron las ventanillas del avión para que no vieran lo que ocurría afuera. Es impresionante la evocación de tantos pormenores de su infancia y la firmeza y fluidez de su comunicación verbal cuando debió adaptarse a tan disímiles culturas e idiomas, viviendo en un constante ir y venir por el mundo, a veces separado de sus padres. Es práctico, veloz, rigurosamente puntual, aparentemente rígido. No deja para más tarde asuntos que podrían esperar. Parece que para él todo es urgente e interrumpe para grabar recordatorios en su microaparato digital o llama a su eficiente personal de oficina para dar instrucciones que se cumplen con la velocidad que él las transmite. A pesar de su corta estadía en Santiago, son de allí las más gratas reminiscencias. En vacaciones lo mandaban donde sus abuelos María Batlle y Nicolás Vega para que lo engordaran. Se divertía matando cacatas con una lata de agua y un machete, tirando barquitos de papel en las cunetas o corriendo a ver el tren que iba hacia Puerto Plata detenerse en los rieles cercanos a recoger hielo de la fábrica que le quedaba enfrente. Le emocionaba el que las marchantas entraran con sus burros por el patio a vender víveres y hortalizas a la abuela. Contaba seis años cuando obtuvo su primer empleo “haciendo bolitas de barro para las esculturas que vendían los Menicucci”. Le invadía el terror cuando lo montaban en coche para “subir” a la ciudad o “bajar” hasta Gurabito. “Me asustaban los ruidos de los cascos de los caballos, que resbalaban, y creía que se iban a descarrilar”, expresa. A su regreso de Washington le inscribieron en el Instituto Escuela del que guarda en su mente los dibujos de Vela Zanetti y Eugenio Granell, a sus maestros Guillermina Medrano de Supervía y a Emilio Aparicio que lo convirtió en héroe de su entorno de la “Doctor Delgado” porque el notable artista producía en la radio “Drácula, el hombre vampiro”, y contaba al alumno lo que ocurriría en el programa del día siguiente. Bernardo entonces daba el avance a los amiguitos, que comenzaron a verlo y buscarlo como un ídolo. En ese centro de estudios, narra, no había ni un crucifijo, ni retrato de Trujillo, no impartían clases de religión, “nos ponían a leer muchos textos y se hacían obras del teatro clásico español”. Condiscípulos en ese plantel Liliana Llaverías y Johnny Pacheco. Allí se determinó su inclinación por las ciencias sociales, aunque aspiraba ser ingeniero-arquitecto pero en una clase de geometría le mandaron a dibujar un cubo y él pintó uno de
Bernardo Vega dice que su padre, don Julio Vega, influyó mucho en su vida profesional.
Bernardo Vega, en el estricto colegio de Inglaterra.
Con su madre en la graduación en La Salle, 1955.
agua. “Pasaron un mes riéndose de mí y decidí que ya no me interesaba esa carrera”, comenta. Al cerrarse el Instituto por la partida de los españoles fue inscrito en el colegio La Salle que “estaba donde está hoy Casa de Teatro”, explica. EN LONDRES. “En 1949 dejé La Salle porque papá fue el primer embajador en Londres. Ahí quedé muy impactado por tres años de educación inglesa en un estricto monasterio de Benedictinos donde tenía que ser monaguillo todos los días porque era el único que contestaba la misa en latín”. Sólo él hablaba español. “El trauma mío fue que sin saber inglés, tuve que estudiar francés, latín, griego y los clásicos. Me quemé en el primer semestre pero cuando me fui de la escuela saqué la mejor nota en inglés”, refiere. “La gente dice que soy antipático porque llego a la hora exacta, pero es una formación cultural inglesa muy diferente a la latinoamericana”. Ahí concluyó segundo año de secundaria pues el padre retornó a la República y Bernardo a La Salle. Solo tuvo que estudiar Historia Dominicana y Literatura Española “porque ya me lo sabía todo, fue fácil sacar las mejores notas”. Sus padres estaban en Colombia, donde Vega Batlle era embajador. Los fines de semana eran para acompañar en sus viajes a su tío el arqueólogo Emile De Boyrie De Moya. “De ahí mi afición por la arqueología”. Concluido el bachillerato, Vega Batlle, sobre el que Bernardo habla con devoción, admiración, respeto, aconsejó al hijo estudiar economía, decía que en Londres ese era el
tema y que en el país no había economistas. “El influyó mucho en mi vida profesional”. El problema era que don Julio no contaba con dinero para pagar esos estudios. Mandó al muchacho donde Jesús María Troncoso, gobernador del Banco Central, a solicitar una beca pero éste se la negó alegando que había becado dos estudiantes “y se quedaron por allá y hablaban mal del Jefe”. Entonces Vega Batlle acudió a Trujillo, que la rechazó. “Papá vendió un solar que tenía en la Junta de los Dos Caminos, en Santiago”. -Un funcionario tan cercano al dictador ¿no tenía con qué pagar?, se le pregunta. “Papá no tenía nada, vivía de un sueldo, cuando murió lo único que dejó fue una casa en la César Nicolás Penson”. La propiedad se vendió, a su muerte, y los hermanos Wenceslao, Bernardo y Eduardo se repartieron la herencia. “A mí me tocaron diez mil dólares”. Hizo la licenciatura en dos años y seis meses porque permanecía estudiando los veranos en la Universidad de Pennsylvania, en Filadelfia. La precariedad económica le impidió hacer posgrado. Regresó en 1959 con su caja de libros y la resolución de no trabajar para el gobierno ya que en Londres se le habían quitado “las escamas de los ojos”, respecto a Trujillo. En el aeropuerto, un calié le preguntó qué había estudiado. -Soy economista-, contestó. Y el espía replicó: “¿Qué? ¿Comunista?”. Sospechoso, sacó un libro, se apartó a leerlo, y Bernardo se sentó, pensando: “Esto va a durar mucho, porque estudiar ese ejemplar me tomó dos años y medio”.
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Cápsulas Genealógicas
HOY
EDWIN ESPINAL HERNÁNDEZ
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Familiaridad consanguinidad y fraternidad en el movimiento independentista (2 de 2)
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egún la tradición, Mella fue incorporado como comunicado de La Trinitaria por mediación de Juan Isidro Pérez, quien figuró como testigo de su boda en 1836. Sin embargo, nos atrevemos a presentar la hipótesis de que su introducción al movimiento pudo producirse por vía de sus propias esposa y suegra. En efecto, la madre de María Josefa Brea Hernández (n.1814), Josefa Hernández, era prima hermana de Juana Hernández, esposa de Ignacio Bona Pérez (1799-1844), firmante del Manifiesto del 16 de enero y padre de Concepción Bona Hernández (n.1824), autora de la bandera que ondeó en la Puerta del Conde el 27 de febrero de 1844. Así, María Josefa Brea Hernández, esposa de Mella, y Concepción Bona, resultaban primas segundas. Ignacio Bona, a su vez, era hermano de la madre de Juan Pina (1790-1878), también firmante del Manifiesto y padre de Pedro Alejandrino Pina García, otro de los trinitarios, y de María de Jesús Pina Benítez (n.1828), quien siendo una niña de catorce años ayudó a su prima hermana Concepción en la confección de aquel primer lienzo tricolor. Al mismo tiempo, la madre de María de Jesús Pina y segunda esposa de Juan Pina, Juliana Benítez Hernández, era prima hermana de María Josefa Brea Hernández, esposa de Mella, y de Juana Hernández, madre de Concepción Bona. Respecto de otros trinitarios se ha señalado la participación de parientes cercanos. La familia de Juan Nepomuceno Ravelo se contó entre las que fabricaron balas y cartuchos para el soporte bélico de la causa. Su hermana, María Francisca Ravelo de los Reyes, casó en 1835 con Manuel Jimenes González, comunicado de La Trinitaria y quien fuera segundo vicepresidente de la República en 1848. El caso de Jimenes es singular, pues ya viudo contrajo matrimonio con Altagracia Pereyra Pérez, sobrina del también trinitario Juan Isidro Pérez e hija de José Andrés Pereyra Oviedo y María Josefa Pérez dela Paz. Otro caso es el de los hermanos Serra, José María y Fernando. La esposa de José María Serra, María del Carmen Luna Bernal, con quien casó en 1848, era hija de María Isabel Bernal y Gabriel de Luna, febrerista. Fernando Serra, presente en el baluarte del Conde, y comunicado de La Trinitaria fue esposo a partir de 1848 de Mariana (o Ana María) de la Concha, hermana de los próceres Jacinto, Tomás y Wenceslao de la Concha. No sabemos si la madre de los Serra, Juana de Castro, era pariente de Pedro de Castro y Castro, hijo de José de Jesús de Castro y de María Josefa de Castro, ya citado como firmante del Manifiesto del 16 de enero y tío materno de otros destacados conjurados, los hermanos José Joaquín, Gabino y Eusebio Puello de Castro, hijos de Martín Puello y María Merced de Castro. Quien inicia a los Puello en la revolución separatista es José Díez, tío materno de Duarte, por intermedio del prócer Buenaventura Gneco, en 1843. Joaquín Puello estuvo junto a su padre Martín en las puertas de la Misericordia y del Conde, actuando la noche del 27 de febrero como jefe de operaciones militares con el grado de coronel; Gabino dio a conocer el manifiesto revolucionario que redactaron su hermano José Joaquín, Francisco del Rosario Sánchez, Vicente Celestino Duarte y Manuel Jimenes tras la salida del país de Duarte en 1843. La condición de vecindad sale a relucir en el caso de Eusebio Puello, pues vivía frente a la casa de Duarte. En el interior del país, la consecución del ideal trinitario tuvo también como adeptos a familiares y allegados. El pronunciamiento de El Seibo estuvo a cargo de los hermanos Pedro y Ramón Santana y en San Cristóbal fue encabezado, entre otros, por Antonio Duvergé, compañero en el negocio del corte de maderas de Matías Ramón Mella, mientras que en Baní uno de los cabecillas del movimiento era Manuel de Regla Mota, ya citado como primo hermano de la segunda novia de Duarte, Prudencia Lluberes Alvarez. En Santiago se atrajo a los hermanos Sebastián y José Desiderio Valverde y Román y Juan Luis Franco Bidó, así como a los cuñados Narciso Román y Domingo Daniel Pichardo; estos dos últimos, formaron parte de las co-
misiones que pronunciaron a San José de las Matas y Puerto Plata, respectivamente. Un comentario merece también la participación de las madres, esposas e hijas de los integrados a los planes independentistas. La presencia femenina revela cómo el compromiso asumido con la causa trascendía el plano individual y pone de manifiesto hasta qué punto estuvieron involucradas familias enteras. Las banderas que ondearon en las diferentes ciudades, por ejemplo, fueron hechas por hijas o esposas de patriotas. En Higüey, la confeccionó Vicenta Cedeño Suárez, hija de Miguel Cedeño y Margarita Suárez, entonces una niña de dieciséis años; la que tremoló en La Vega el 4 de marzo de 1844 fue obra de las hermanas María del Carmen, María Francisca Angustia y Manuela Villa del Orbe. La izada en Santiago el 6 de marzo de 1844 es atribuida a Ana Apolinaria Pérez Roex, esposa de Román Franco Bidó. La que llevó una goleta enviada a Saint Thomas por la Junta Central Gubernativa en mayo de 1844 en busca de armamentos, Vetilio Alfau Durán la consigna a las manos de Isabel Sosa, esposa del almirante Juan Bautista Cambiaso. Las esposas de Pedro y Ramón Santana, Micaela de Rivera y Froilana Febles, sacrificaron sus joyas y sus patrimonios matrimoniales para la adquisición de los primeros barcos de la Marina de Guerra y fabricaron las balas para las armas que se repartieron en El Seibo. Madre e hija, pues Micaela de Rivera era viuda del capitán de milicias Miguel Febles Valenilla, eran las únicas personas con quienes los hermanos Santana se veían, con excepción del agente inmediato de todos sus planes y en quienes tenían depositada toda su confianza. A la par de Manuela Díez, madre de Duarte, aparece la figura de la madre del general Juan Alejandro Acosta, fundador de la Marina de Guerra, María Baltasara de los Reyes Bustamante, quien armada de un fusil, estuvo en la noche del 27 de febrero y madrugada del 28 de guardia en el fuerte del Angulo, haciendo varias incursiones atrevidas al río Ozama. Es interesante observar que las hermanas Villa del Orbe veganas eran hijas de Juan Ramón Villa Jáquez y María de la Antigua del Or-
be Bocanegra, hermana paterna de Rosa del Orbe, casada con Agustín Franco de Medina. La hija de Rosa, Josefa Franco del Orbe, estaba casada con Manuel María Castillo Alvarez, el tío materno de Mella. Esta relación familiar acaso podría explicar porqué fueron las hermanas Villa las que en La Vega tejieron la bandera que allí ondeó y el hecho de atribuir a Apolinaria Pérez, esposa de Román Franco Bidó, a su vez medio hermano de Josefa, la hechura de la bandera izada en Santiago. “El trinitario estará obligado a hacer propaganda constantemente y ganar prosélitos”. En esa frase de Duarte a José María Serra, cuando en su mente bullía la idea de La Trinitaria, se sintetizaba el propósito de ganar adeptos para la causa, el cual se vio cumplido, como hemos demostrado en este trabajo, con la fundamental conquista de parientes en progresión geométrica. Queda claro que los nexos consanguíneos fueron claves en la propagación del ideal trinitario y en la adhesión de las diferentes ciudades al golpe del 27 de febrero de 1844, manifestándose en la presencia de padres, hijos, hermanos, primos, tíos, sobrinos, cuñados, yernos y suegros en las acciones preparatorias y ejecutorias del proyecto duartiano.
Instituto Dominicano de Genealogía
Aporte
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La tragedia de los grupos culturales en el trujillismo
El Paladión
DIÓGENES CÉSPEDES
A
lejandro Paulino Ramos, reconocido investigador dominicano que ha entregado a nuestra sociedad varios libros, solo o en colaboración, actual Subdirector del Archivo General de la Nación, dio a luz dos tomos muy importantes acerca de la historia, desarrollo y fin del grupo cultural y político El Paladión surgido a principios de la primera intervención norteamericana para combatirla y lograr la regeneración del país sumido desde la muerte de Ulises Heureaux en el caos de las dictaduras y los regímenes caudillistas y personalistas que habían hundido a la sociedad en el “atraso” económico, político y cultural. Aunque los dos tomos titulados “El Paladión: de la Ocupación Militar Norteamericana a la dictadura de Trujillo” se centran únicamente en este grupo cultural, el ensayo que los precede, de la autoría de Paulino Ramos, trató, por implicación, de los demás grupos culturales que surgieron para el mismo período y que sucumbieron ante los embates de una dictadura que arrasó, como un río desbordado, según la imagen creada por Juan Bosch, todos los propósitos democráticos que esos intelectuales venían acariciando desde la fundación de la república, pero que les habían forzado a transarse desde 1844 a 1930 con las combinaciones políticas de cada momento, y el trujillismo no fue una excepción para el grueso de aquella generación, sino para una exigua minoría encabezada por hombres que nunca se inscribieron en el Partido Dominicano, como Enrique Apolinar Henríquez, Viriato Fiallo, Heriberto Núñez, Rufino Martínez y los que engrosaron el exilio desde el mismo año 1930. O sea que en el texto de Paulino Ramos (pues la segunda parte será dedicada a la presentación de los textos producidos por los miembros del grupo El Paladión) se toca, aunque someramente, la constitución de los demás grupos que interactuaron en el mismo período y se ofrecen los nombres de esos grupos y los de sus dirigentes y miembros más connotados, así como el autor expone las ideas directrices que les animaban. Algunos ejemplos: los grupos Plus Ultra, Postumista, Acción Cultural, Atenea, Asociación de Jóvenes Dominicanos, Acción Feminista Dominicana, el Ateneo, el grupo La Cueva, ligado a la revista “Analectas”, dirigida por Enrique Apolinar Henríquez y tenía como colaboradores a jóvenes radicales salidos de El Paladión que no deseaban colaborar con la dictadura y que esperaban un desenlace del trujillismo antes de las elecciones de mayo de 1934. Pero como todas las conspiraciones para matar a Trujillo fueron debeladas, esa juventud se recluyó durante 30 años en su casa o fue forzada a colaborar con la dictadura. Paulino Ramos estudia muy bien el descalabro dominicano del siglo XX y señala la crisis y el caos en que se sumió el país en los primeros quince años que siguieron a la decapitación de la dictadura de Heureaux, de la cual no se desligan las consecuencias del empréstito Harmont y la abultada deuda pública con los tenedores de bonos de Nueva York que ningún gobierno pudo pagar al momento de la primera intervención militar norteamericana, realizada con el pretexto de cobrarse dicha deuda, pero que todo el mundo sabe que se debió a designios geopolíticos de expansión de ese imperio, lo que se probó con las ocupaciones de Haití, Nicaragua, Cuba y Puerto Rico, que abrieron las puertas al control de Centroamérica y la creación artificial de la república de Panamá para controlar el canal y su acceso a los océanos Atlántico y Pacífico. Ese era el panorama de Hispanoamérica y el Caribe en los primeros quince años del siglo XX. Y la ocupación militar norteamericana en nuestro país –señala Paulino Ramos– trajo una ligera bonanza económica que los dominicanos bautizaron como la “danza de los millones”, pero al término de la Primera Guerra Mundial los precios de los artículos de exportación comenzaron a bajar en el mercado internacional. Para 1921 era insostenible para los norteamericanos la ocupación de nuestro país, consolidada ya la dominación de nuestra
economía por el enclave azucarero norteamericano gracias a la desposesión de las tierras del campesinado y de pequeños propietarios del Este. La potencia imperial inició el proceso de desocupación con la instalación del gobierno provisional de Juan Bautista Vicini Burgos, dictadura comisaria cuyo único encargo era preparar las elecciones de 1924, ganadas por Horacio Vásquez, y con él, la vuelta al desorden del caudillismo, del personalismo y de los partidos tradicionales sin principios ni ética, o sea del clientelismo y el patrimonialismo. En ese lapso de 1917 a 1924 es cuando el grupo El Paladión ejerce su acción en contra de la ocupación yanqui y se vincula internacionalmente a las ideas de época como fueron el arielismo del uruguayo José Enrique Rodó, el americanismo de la raza cósmica del mexicano José Vasconcelos, el socialismo moralista del argentino José Ingenieros, el aprismo populista del peruano Víctor Raúl Haya de la Torre y la adopción de ciertas ideas confusas acerca del socialismo que acaba de imponer Lenin, en nombre de Marx y Engels, en la antigua Rusia a partir de octubre de 1917, ahora llamada República de los Soviets y posteriormente Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). La lectura somera de los textos –muy cortos, y extensos cuando se trata de libros, por cierto– de los miembros de El Paladión recogidos en los dos tomos publicados por Paulino Ramos ilustra a la perfección acerca de la confusión mental de los autores, miembros de la pequeña burguesía urbana y de los pequeños burgueses con prestigio social de apellidos de la Capital y algunas provincias importantes. Y se echa de ver por el uso abundante de la retórica decimonónica y el apego a la convenciones sociales y los buenos modales de los discursos, el afán conciliatorio de clase o el revolucionarismo verbal vacuo muy propio de los estudiantes filisteos, como llamaba Max Stirner en su li-
bro “El único y su propiedad” a esta categoría social de los pseudo-revolucionarios. Todo lo que nace y se desarrolla, muere. Paulino Ramos ofrece el testimonio del fin El Paladión, pero también señala adónde fueron a dar con su vida los miembros del grupo luego de la toma del poder de Trujillo y su dictadura: “De 1930 a 1931 hubo un momento de expectativo silencio en una parte de la intelectualidad dominicana, mientras que otra se integró casi de inmediato al proyecto trujillista; en medio de lo que significó el golpe de Estado contra Horacio Vásquez, la agresiva represión contra los integrantes de la nueva Alianza Nacional-Progresista que intentó oponerse por el voto a los planes del jefe del Ejército, y el impacto inmediato del ciclón de San Zenón, del 3 de septiembre de 1930, la parálisis de los grupos culturales y literarios estaba más que justificada.” (p.77). La táctica asumida ante esta realidad opresiva por El Paladión y otros grupos fue la de fusionarse en una sola entidad, llamada ahora Acción Cultural, constituida el 10 de julio de 1931, con los restos de Atenea y Plus Ultra, cuyos objetivos se limitaban, modestamente, “a celebrar conferencias, propiciar la traída de intelectuales extranjeros, publicar obras literarias, abrir una biblioteca y constituir núcleos por áreas de conocimiento.” (Ibíd.) Constituida oficialmente la fusión de los tres grupos el 28 de julio de aquel 1931, la directiva provisional unificada con miembros de tales grupos en desbandada quedó presidida provisionalmente por Julio González Herrera, presidente; Manuel Arturo Peña Batlle, vicepresidente; Cristián Lugo Lovatón, secretario; Horacio Read, tesorero; Joaquín Balaguer, Gilberto Sánchez Lustrino, Manuel A. Amiama y Pedro R. Batista, vocales.
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50 AÑOS DEL ASCENSO DE JUAN BOSCH AL PODER
Las elecciones del 20 de diciembre de 1962 Ganadores elecciones generales 1962 Candidaturas nacionales PRD y Aliados
UCN
PRSC
PNRD
FUENTE: Elaboración OPD-FUNGLODE a partir de datos de la JCE
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l 27 de febrero de 2013 se cumplen 50 años del ascenso del profesor Juan Bosch a la Presidencia de la República. Fue electo en las primeras elecciones democráticas luego de tres décadas de férrea dictadura. Medio siglo de iniciada la transición hacia la democracia, conviene destacar los aspectos más relevantes de ese primer certamen electoral.
OMAR ALEJANDRO PÉREZ RUBIERA
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RESULTADOS ELECCIONES GENERALES 1962 Candidaturas nacionales CIFRAS EN PORCENTAJES
PRDA 0.12 PNRD 3.39
PRSD 5.18
PRD y aliados
59.53
tras hoy se raya una papeleta que incluye varios recuadros donde figuran los partidos contendientes, anteriormente correspondía una sola papeleta a cada partido. El elector depositaba la del partido de su preferencia en un sobre que luego era depositado en las urnas. Se dispuso que los legisladores fueran electos en listas cerradas y bloqueadas, por el sistema proporcional de determinación de escaños.
Los contendientes
Los resultados
Durante los meses siguientes a la muerte del dictador, y luego de que se llevara a cabo una férrea persecución de sus ajusticiadores, se permitió la realización de actividades políticas y el regreso de los exiliados. Una veintena de agrupaciones políticas salió a la luz, incluyendo organizaciones de corte socialista que emergieron desde la clandestinidad. Pero en el plano partidista electoral, dos organizaciones concentraron la mayor parte de las preferencias ciudadanas. Por un lado, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), cuyo presidente y candidato fue Juan Bosch, y por el otro la Unión Cívica Nacional (UCN), que nominó a Viriato Fiallo. El discurso del PRD se concentraba en las reivindicaciones sociales, mientras la UCN se presentaba como corriente conservadora antitrujillista. Un total de ocho partidos inscribieron candidaturas ante la JCE: el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), la Unión Cívica Nacional (UCN), la Alianza Social Demócrata (ASD), el Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), el Partido Nacionalista Revolucionario Democrático (PNRD), Vanguardia Revolucionaria Dominicana (VRD), el Partido Nacional (PN) y el Partido Revolucionario Dominicano Auténtico (PRDA).
La Gaceta Oficial da cuenta de una votación de 1,054,944 votos. Juan Bosch obtuvo 58.72% de los votos, 59.53% contando el aporte de sus dos partidos aliados. Viriato Fiallo alcanzó el 30.08%. A estos dos candidatos le siguió, aunque de forma muy distante, Alfonso Moreno del PRSC con 5.18%. Mainardi obtuvo 3.39%, Jiménez Grullón alcanzó 1.70% y el PRDA obtuvo 0.12%, poco más de mil votos. Bosch ganó las elecciones por un margen de 29.45 puntos porcentuales por encima de su más cercano contendor, Viriato Fiallo. La concentración del voto, que mide el porcentaje de los votos que obtienen las dos principales fuerzas políticas, fue 89.61%. Bosch ganó en 62 de los 77 municipios existentes entonces; Fiallo venció en 10 municipios concentrados en la región del Cibao; cuatro de los municipios restantes fueron ganados por Virgilio Mainardi (tres en San Juan de la Maguana y uno en Azua), y uno solo por Alfonso Moreno Martínez, Río San Juan. El partido de Juan Isidro Jiménez Grullón, la ASD, no pudo coronarse vencedor en ninguna municipalidad. Excluyendo en lo adelante las elecciones no competitivas de 1970 y 1974, posterior a Juan Bosch en 1962, solo 3 candidaturas han conseguido ganar en más del 80% de los municipios: Balaguer logró el 82.12% de los municipios en 1966, José Francisco Peña Gómez obtuvo la victoria en 83.33% de los municipios en la primera vuelta de 1996 e Hipólito Mejía lo consiguió en un sorprendente 97.33% en 2000. Desde la óptica del porcentaje de votos alcanzados en una elección presidencial, la participación electoral de Juan Bosch como candidato del PRD en 1962 constituye la más contundente victoria electoral de los últimos 50 años. Al 59.53% de votos obtenidos por Bosch en 1962 le sigue el 57.66% obtenido por Balaguer en 1966 y el 57.11% de Leonel Fernández en 2004.
ASD 1.70
UCN 30.08
FUENTE: Elaboración OPD a partir de datos de la JCE
Los candidatos fueron cinco: 1 Juan Bosch fue nominado por el PRD, la VRD y el PN 2 Viriato Fiallo fue postulado por la UCN 3 Juan Isidro Jiménez Grullón, uno de los fundadores del PRD, fue candidato de la ASD 4 Alfonso Moreno Martínez participó como candidato del PRSC 5 Virgilio Mainardi fue candidato por el PNRD Joaquín Balaguer fue nominado por el Partido Revolucionario Dominicano Auténtico (PRDA), fundado por Nicolás Silfa, llevando a este último como candidato a la vicepresidencia. Pero la candidatura fue rechazada luego de impresas las boletas electorales.
El sistema electoral El sistema electoral de entonces conservó la estructura que había sido establecida en la Ley Electoral No. 35, del 8 de marzo de 1923, que creó la Junta Central Electoral con Juntas Electorales Provinciales y las Juntas Electorales Municipales como dependencias. La Ley Electoral 5884 del 5 de mayo de 1962, promulgada por el Consejo de Estado con el objetivo de celebrar las primeras elecciones libres, también estableció que se reconocería de manera provisional a los partidos existentes al momento de su promulgación. En términos formales, desde la promul-
gación de la Ley No. 5884, el Sistema Electoral Dominicano se concibió con un padrón electoral cerrado, en el cual los electores debían estar inscritos, previo a la votación, en un registro electoral que indicaba, entre otras cosas, su domicilio. Sin embargo, la modalidad no se puso en marcha en las elecciones de 1962 debido a la imposibilidad de tener listo el registro electoral. A la vez, fue implementada la modalidad de boletas separadas para candidaturas nacionales y municipales. Las boletas eran diferentes a las utilizadas actualmente. Mien-
Aporte
AREÍTO
Sábado 2 de marzo de 2013
HOY
El río de sangre que irriga nuestros suelos
H
oy en día, tomar un periódico en nuestras manos significa empaparse las manos de sangre, es como si apretásemos una daga ultrafilosa. Observar los noticieros, a través de la caja de los horrores, nos provoca una honda desazón espiritual al ver los ríos de sangre que corren a diario por nuestras calles y callejones, por nuestras ciudades y guetos, por nuestros campos. Y es que lo que está aconteciendo en nuestro país hace tiempo que dejó de ser un problema y se convirtió en gran tragedia. Parecería que estamos en guerra, que la violencia que nos azota es fruto de un conflicto ideológico con bandos enfrentados a muerte o de una severa crisis política que ha devenido en guerra civil. Pero no. Nuestro país goza de una normalidad totalmente anormal, en donde los ojos de los ciudadanos ya no saben hacia dónde mirar para no encontrarse con un cadáver, ya tantos cadáveres no caben en nuestros ojos. En una estadística reciente, en los últimos dos años en nuestro país han muerto de manera violenta 4,768 personas. ¡Horror de Horrores! Si tomásemos todos los ataúdes que se han usado para enterrar a tantos muertos podríamos llenar tres veces el terreno del estadio Quisqueya. Y dentro de tantos idos a la Nada la Policía Nacional tiene el mérito de haber liquidado a 519 dominicanos, mal contados. ¿Habrá en el mundo un caso similar?
La paranoia es colectiva Las clases media y rica dominicanas están sitiadas. Sus apartamentos y sus residencias están enrejados, mil candados los protegen. Los guardianes no dan abasto. Las alarmas se venden como si fuera leche y las compañías de seguridad privadas están nadando en piscinas de billetes. Antes de tomar la calle, la gente se persigna, reza el Rosario y el Credo. Implora a la Virgen de la Altagracia que los cubra con su famoso manto. Llevan en el pecho un crucifijo y en la cartera una imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Se asegura de que nadie lo siga, y de ponerle todos los seguros posibles al automóvil. Al detenerse en cualquier semáforo mira con infinita desconfianza a todo aquel que le pase cerca, a todo aquel que se le aproxime a ofertarle algo, en cada ciudadano prefigura a un victimario. Y solo respira algo aliviada cuando llega sana y salva a su destino, para volver a vivir los mismos niveles de angustia en su retorno a casa.
LUIS R. SANTOS
Un problema complejo Muchos de los actos de violencia que sufre la sociedad están relacionados con la necesidad que tienen muchos jóvenes de disfrutar de las bondades que venden los medios de comunicación a través de la publicidad. Estas sociedades que catalogan a los ciudadanos según su poder de compra son en gran medida responsables de los desmanes de esos hijos del pollero de la esquina, de la trabajadora de la casa, de la puta sin clientes del barrio. Muchos de estos muchachos analfabetos, sin padres ni madres ni tías ni abuelas, se imaginan deambulando por las calles de Santo Domingo en un BMW o en una Lexus 570. Quieren ir a la Venezuela a competir con los peloteros y los capos de la droga, que descorchan botellas de Moet Chandon como si fueran mabí Seibano o Johnny Walker Blue Label como si fuera Don Rhon, y siempre andan del brazo de unas megamamis ensambladas en las camillas de los cirujanos y que provocan envidia-lascivia hasta en los más insensibles. Quieren darse la gran vida que se da la mayoría de nuestros políticos y militares, un ejemplo que está por doquier. En otras palabras, asaltan, penetran a las residencias a robar, secuestran, asesinan por paga, venden drogas para adquirir lo que tiene una parte de la otra sociedad. Porque una cosa buena, que es muy mala, tiene una democracia de mierda como la nuestra: todos tenemos el mismo derecho, aunque no nos lo hayamos ganado con el trabajo, con el esfuerzo. Todos deberían tener las mismas oportunidades, pero a muchos se les ha negado esa oportunidad. Y ellos se toman esos derechos a punta de pistolas y acceden a las oportunidades por la vía del plomo.
De Capotillo a Los Cacicazgos, de Guachupita a con una cama para cinco. Con palabras muy enfáticas, se quejó de que mientras los jePiantini Soto Soto, un personaje de mi novela de Princesa de Capotillo, nos alecciona de esta manera: Al día siguiente la alarma tomó los titulares de la prensa nacional. Ya la delincuencia se había desbordado, se había salido de su cauce natural y estaba azotando a las zonas céntricas de Santo Domingo, señalaban. Y lo peor era el asalto que habían cometido en el Preludio, lugar favorito de ricos y turistas, de enamorados que quieren causar una buena primera impresión. La nación estaba consternada por ese y otros hechos, como la muerte de dos humildes vigilantes, uno en un restaurante de comida rápida y otro en una farmacia. Y la muerte a tiros de dos miembros de la Policía Nacional y de dos ciudadanos indefensos. Ahora nadie estaba seguro ni tranquilo, la delincuencia había tomado por asalto a la ciudad, ya los otrora tranquilos residenciales, apacibles, en donde vivía la gente bien, eran tan inseguros como cualquier arrabal. Era cierto, había más que motivos para la alarma, afirma Soto Soto. Ahora la sociedad había despertado del feliz letargo en que había estado sumergida y de pronto había entrado al corazón de una pesadilla. Se hablaba ahora de la centroamericanización del país. En cualquier esquina eran asaltados, secuestrados, o tiroteados los ciudadanos. Ahora entendían qué significaba en verdad la palabra marginalidad, y ese término les había entrado al cerebro a balazos, puñaladas, batazos y secuestros, muertes por encargo. Soto Soto me dijo que lo que se decía acerca de la amenaza de la delincuencia no admitía discusiones, pero también me dijo que era cierto que mientras la clase media y alta se apuraba a grandes tragos los vinos importados desde Chile, España, Italia y Estados Unidos y se deleitaba con los whiskies escoceses envejecidos por años los moradores de esos barrios defecaban sus sueños en las orillas de los ríos Ozama e Isabela, se pudrían en arrabales sin la más mínima condición de salubridad, dormían junto a una parvada de mocosos barrigones debajo de los puentes, en casas de hojalata y cartón,
rarcas de una funesta y corrompida partidocracia se repartía los magros recursos del Estado, creando grandes fortunas al vapor a costa de una inmensa mayoría abandonada a su suerte, en esos barrios, los pobres se multiplicaban como las apocalípticas plagas de langostas. Afirmó que mientras un grupo de familias dominicanas se repartía sin rubor el 90 por ciento de las ganancias y riquezas producidas por el resto del país, en esos barrios casuchas maltrechas fungían de escuelas y no tenían butacas ni bibliotecas, las calles eran polvaredas cuando no lodazales intransitables y durante el día les regalaban unas cuantas horas de energía eléctrica.
Puedo hablar con propiedad de eso, me recalcó Soto Soto. Entre alcohol y resabios, con marcado dejo de resentimiento social, me dijo que lo mejor de todo era que esa misma sociedad quería que los residentes de esos antros se portaran bien, que cumplieran con las leyes, que no delinquieran, que fueran a misa los domingos y que incluso comulgaran, que siguieran amontonándose en sus reductos, que siguieran cometiendo sus fechorías en sus guetos, para los de allá seguir hacia delante con sus lindas vidas. Y algunas mentes preclaras, proclamó Soto Soto, advirtieron en el pasado de lo peligroso que era acorralar al ratón; y ahora ya las ratas estaban acorraladas y lanzaban dentelladas y chorros de meados por doquier. Ya no les bastaban sus covachas. Habían salido en busca de nuevos nidos.
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AREÍTO
Sábado 2 de marzo de 2013
Arte Contemporáneo
HOY
Metamorfosis.
La cerradura del corazón.
Resistiendo.
Los hijos de la crisis.
En la Galería de Arte San Ramón
MELISSA ROEDAN ¡Sensible, efectiva y estremecedora!
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odo es espíritu... Ser es ser percibido”, afirmaba el célebre filosofo idealista George Berkeley (1685-1753). Pero, lo que precise su definición para proclamar su certeza o efectividad, sea un fenómeno natural, un poder fáctico, una estructura arquitectónica, una situación humana, un camino íntimo, un borroso y espléndido paisaje de Turner (1775-1851), un expansivo extracto matérico de Antoni Tapies (1923-2012), una pintura mística de Geo Ripley (1950) o una polivalente reacción simbólica de la novísima Melissa Roedán, contiene siempre en sí mismo su potencialidad contradictoria. Su lectura despejada. Sus re-versiones: cifras revertibles y otredades significativas in-previstas. De ahí que, en varias ocasiones, al confrontar la irresistible cuestión de “¿qué es el arte?” me haya visto impulsado a sostener que, en primera y última instancia -y desde mi muy particular punto de vista-, toda obra o expresión artística con potencialidad de trascendencia, acaso admita una incierta “definición” como forma altamente especializada del pensamiento. Y, precisamente, es el pensamiento intenso, el germen conceptual, la proliferación de ideas o el acervo reflexivo, lo que estalla a primera vista y luego florece de manera esplendorosa en el efectivo cuerpo de obras que integran la estremecedora exposición que la joven artista dominicana Melissa Roedán despliega actualmente en los espacios expositivos de la Galería de Arte San Ramón, localizada en la Av. Abraham Lincoln #904 del sector Piantini. En esta rigurosa y bien instalada muestra individual titulada “¿Por qué?”, Melissa Roedán emerge con una profundidad de convicción de oficio que le permite expresar sus ideas y sentimientos más íntimos como especie de un grito estremecedor. Grito subversivo e ideológicamente identitario. Grito de autocuestionamiento como mujer, artista y ser humano. Grito catártico, doloroso y resistente. Grito vitalmente productivo y poéticamente melancólico, mediante el cual Mely Roedán “resuelve”, asume y abraza el fuego de la reflexión crítica y el diálogo profundo a través de una propuesta estética en la que aborda problemáticas políticas, ecológicas, culturales, espirituales e individuales que afectan de manera dramática los procesos de mutaciones sociales a nivel global y la misma condición humana contemporánea. En efecto, en su práctica artística, Melissa Roedán reflexiona sobre la situación de vul-
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AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
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nerabilidad de la condición femenina en el mundo contemporáneo; sobre los procesos de migración y entrecruces culturales; sobre la discriminación económica y racial; sobre la insensibilidad de los poderes políticos y económicos frente a los terribles efectos del “ecocidio” globalizado. En muchas de sus obras, el cuerpo femenino en su desnudez opera como cifra del “viaje” introspectivo. En la facturación de sus pinturas, esculturas, instalaciones y objetos estéticos tridimensionales, utiliza materiales reciclados, como botellas de plástico, metales, clavos y pedazos de cortezas vegetales. Cada una de sus obras cuenta una historia que profetiza su arriesgada y valiente apuesta estética desde una condición artística eminentemente ética al mismo tiempo que trasluce el proceso de su energética, lúcida, esmerada y efectiva deconstrucción simbólica. Recientemente, la obra de Melissa Roedán ha llamado la atención de reconocidos especialistas, coleccionistas, galerías e instituciones culturales de Italia, especialmente de la ciudad de Florencia, donde reside desde hace más de once años. Y lo cierto es que arde una renovadora y brillante polisíntesis de lo representativo-cultural-contextual y lo conceptual, en la inesperada y promisoria propuesta estética de esta joven artista de itinerario existencial rebelde, fugitivo y todavía más resistente. En una serie de trabajos en medianos formatos o reacciones poéticas de conmovedora carga sugestiva -como “ensamblajes especulares”-, en cuya resolución prevalece la expansiva recursividad experimentalista y conceptual, confirmamos el espíritu radicalmente posmoderno de su práctica creadora, incluso a través del reciclaje o resemantización de fragmentos de cerámica italiana del Renacimiento, recuperadas por Mely Roedán tras la demolición de una de las fábricas más antiguas de Montelupo, pueblo de la región de Toscana, célebre por su tradicional fabricación de la cerámica artesanal. Asimismo, la poética crítica y el recurso textual constituyen elementos privilegiados y distintivos en la práctica creadora de Mely Roedán: “Persigo de manera firme dar la sensación al espectador de ser parte de mi proceso de aprendizaje entre estas dos culturas que me acogen…Nacer en un país latino y vivir en el Viejo Continente me brinda la oportunidad de sentir múltiples realidades y adquirir una visión global de las vicisitudes que hoy golpean nuestra existencia, creándome la convicción de que no estamos solos en este fenómeno, llamado Crisis Económica. En este orden, nuestros pro-
blemas se suman a los demás y en mi mente yace una necesidad irrefrenable que grita sin cesar al mundo mi preocupación de entrelazar una humanidad no sólo con mi pueblo, más bien con el mundo, planteándome así la misión de despertar la conciencia dormida de tanta gente con la única arma que poseo, la cual no conoce religión ni inclinación política: EL ARTE”.
MELISSA ROEDAN
Nace en Santo Domingo (1976). Realizó estudios de Diseño de Interiores en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). En el 2001, obtiene una beca de la Academia de Bellas Artes de Florencia, Italia, donde realiza estudios especializados en artes plásticas durante cinco años. Entre sus más recientes exhibiciones colectivas destacan: “Eco D’arte moderna”, Galeria del Candelaio, Florencia, Italia (2010); “XXVIII Premio Firenze”, Palacio Bastogi, Florencia, Italia (2010); “Colettiva d’ artisti WIKIARTE”, Boloña, Italia (2010); “Blocco per artisti”, Capraia, Italia; “Florence Design Week: MOBA”, Villa Bardini y Le Murat, Florencia, Italia (2011). Entre sus más importantes exposiciones individuales, figuran: San Firenze Art, Florencia, Italia (2005); Salón de la Misericordia, Ayuntamiento de Figline, Italia (2006); San Firenze Art, Florencia, Italia (2006) y “Mundo Onírico”, Galería de Arte San Ramón, Sto. Dgo., RD. (2011). Melissa Roedán ha sido reconocida con el Premio del Jurado de la XXIX edición del “Premio Firenze”, Centro Cultural Florencia-Europa Mario Conti/Museo Palazzo Vecchio/Ayuntamiento de Florencia, Italia (2011). En su obra se advierte una profunda admiración por artistas de distintas épocas que han inspirado su carrera, tales como Vincent Van Gogh, Egon Schiele, Gustav Klimt, Artemisa Gentileschi, Kiki Smith, Pistoletto, Antoni Tápies y Louise Bougeois. Actualmente vive y trabaja en Florencia, Italia. Sus padres son Manuel Roedán y Teresita Frías de Roedán y sus hermanos son Lorraine Roedán y José Manuel Roedán.