Orígenes agosto-septiembre 2018

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De natura libris Fotografía: Álvaro Alejandro López de la Peña

Cultural

Ciencia

Aurora Reyes primer muralista mexicana

¿Qué propiedades ocultas tienen las bacterias que habitan en el jitomate?

Poemario

Recordando a Jaime García Terrés


EDITORIAL

Estimadas amigas y amigos:

CULTURAL / AÑO 01 NÚMERO 04

Elisa Rosas Madrueño Edición y diseño Colaboradores: Itzel Barragán García Agustín Enciso Martínez Claudia Yadira Muñoz Moreno Manuel de J. Jiménez Mauricio Trejo Arturo Robles

Nassauplein 28 2585 EC, La Haya agosto - septiembre 2018

Un gusto estar con ustedes otra vez y presentando este nuevo número de Orígenes agosto-septiembre. En la Embajada hemos tenido muchas actividades en estos meses que nos han dado la oportunidad de encontrarnos. Septiembre siempre ha sido un mes significativo para todos los mexicanos. Es un mes en el que nos ponemos en contacto con nuestras raíces, festejamos nuestra identidad, celebramos el hecho de ser mexicanos, pero también, es un mes que se ha caracterizado ya por invitarnos a la reflexión social; no sólo por lo significativo de nuestra independencia y el camino que hemos recorrido para forjar una nación, sino también, porque en nuestra historia moderna el destino de la naturaleza nos ha puesto a prueba en dos ocasiones con embates sísmicos que han sumergido a nuestra población en desgracias incalculables desde la perspectiva personal y emocional. No obstante ello, los mexicanos en esas dos ocasiones (como en muchas otras) hemos demostrado el inmenso calado de nuestro carácter solidario y de unión social. México se ha convertido en un puño cerrado representando el valor de la unidad en nuestra vasta diversidad. Ahora, en estos tiempos, hemos dado señales de madurez democrática, de madurez social y de madurez política de la que todos nosotros debemos estar orgullosos; desde lo social y lo individual. Septiembre se ha marcado como un mes significativo en nuestros corazones y, por ello, también, se vive de manera diferente cuando se está fuera de México. Recordamos nuestra historia con una perspectiva distinta, recordamos olores y sabores, sonidos que eran parte de una cotidianeidad que se desvaneció por la distancia. Lo cierto es, que también, se vive más cerca y fuerte la solidaridad de los mexicanos; su cariño y su alegría. Nos vemos las caras y nos sonreímos con el agrado de sabernos compatriotas, de sabernos paisanos. Afortunadamente, este mes tuve la oportunidad de platicar con muchos de ustedes. En la fiesta nacional tuve la oportunidad de estar, escuchar, saludar y sonreír con muchos, con esa complicidad que nos otorga la hermandad de haber nacido en una misma tierra y bajo un mismo cielo. Como se vuelve costumbre, el número de Orígenes de este bimestre, presenta un reparto de artículos de reflexión que nos invitan a pensar sobre muy variados temas. Esperamos que lo disfruten y que, si es su decisión, se animen un día a enviar sus propios trabajos, reseñas y/o propuestas para que sean incluidas en el algún número. Nada nos gustaría más que el generar una publicación para la comunidad y de la comunidad de mexicanos en Holanda. Les dejo un saludo afectuoso. Atentamente


EDITORIAL

AGOSTO - SEPTIEMBRE

Ciencia Interacciones benéficas entre plantas y microorganismos: ¿Qué propiedades ocultas tienen las bacterias que habitan en el jitomate? p.4 Claudia Yadira Muñoz Moreno Breviario Resilencias colectivas p.8 Mauricio Trejo Página Central De natura libris, fotografía de Álvaro Alejandro López de la Peña p.10 Poemario Jaime García Terrés p.15 Manuel de J. Jiménez Destino inevitable p.16 La playa p.17 Santiago J. Vázquez

Cultura Arte Aurora Reyes: La artista que rompió con el silencio de su época. p.18 Itzel Barragán Opinión Los intelectuales y el poder p. 24 René González de la Vega Pintores neerlandeses Frans Hals p. 36 Elisa Rosas Madrueño Cuento Tratados de un sueño. p.38 Mario Arturo Robles

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CIENCIA

Interacciones benéficas entre plantas y microorganismos: ¿Qué propiedades ocultas

tienen las bacterias que habitan en el jitomate? Texto: Claudia Yadira Muñoz Moreno | Ingeniera biotecnóloga | University of Groningen

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e acuerdo a proyecciones de las Naciones Unidas la población mundial aumentará en 1,000 millones para el año 2030, alcanzando una población de 8,600 millones de personas. Con ello, existirá un aumento en la demanda de alimentos, provocando la necesidad de mejorar en los sistemas de producción de alimentos, en los recursos naturales y en el medio ambiente. Solanum Lycopersicum conocido comúnmente como tomate o jitomate es considerado uno de los vegetales de mayor consumo a nivel mundial, siendo México el principal exportador ocupando el 25.11% del valor de las exportaciones internacionales (SAGARPA, 2017). Desafortunadamente, los cultivos de jitomate así como muchos otros se ven constantemente afectados por enfermedades en su mayoría causadas por hongos, que ocasionan pérdidas en la producción y amenazan la seguridad alimentaria. El uso de plaguicidas como tratamiento para las enfermedades en plantas significa un riesgo para la salud humana y un problema ambiental, debido a los contaminantes y compuestos tóxicos que contienen. Actualmente se pretende disminuir y eliminar

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completamente su uso encontrando una alternativa que pueda utilizarse sin comprometer la salud humana y el medio ambiente.

ducción de distintos compuestos los cuales van a actuar de forma directa y/o indirecta para proteger la salud de la planta y mejorar su desarrollo.

Existen numerosas poblaciones de bacterias que viven dentro y fuera de las plantas, tanto en filosfera (hojas, frutos, tallo, flores), como en rizosfera (raíces), representando densidades mucho mayores a las células vegetales. A las poblaciones de bacterias que viven asociadas a las plantas se les denomina: “microbioma”. Durante la última década se ha estudiado el rol del microbioma en la salud y desarrollo de las plantas, descubriendo que algunos de estos microorganismos son fábricas de compuestos benéficos para las plantas. En este contexto se puede considerar a las plantas como “súper organismos” que dependen en parte de su microbioma para adquirir diferentes funciones y características.

Algunos de los compuestos producidos por las bacterias pueden ser: • Hormonas • Compuestos volátiles • Antimicrobianos • Antifúngicos • Enzimas

Las plantas y bacterias viven e interactúan en un ambiente altamente dinámico intercambiando señales y nutrientes para beneficiarse mutuamente. Cuando una planta detecta peligro por parte de un agente patógeno secreta substancias las cuales activan señales que son recibidas por las bacterias, e inician la pro-

Los beneficios en plantas ocasionados por dichos compuestos pueden ser: • Adquisición de nutrientes • Promoción del crecimiento vegetal • Inducción de resistencia sistémica a estrés biótico (hongos, virus, bacterias) • Inducción de resistencia sistémica a estrés abiótico (metales pesados, sequía) • Biorremediación A las bacterias con capacidad de inhibir patógenos se les conoce como agentes biocontrol. La flexibilidad metabólica de las bacterias asociadas a plantas las convierte en una herramienta biotecnológica que puede llegar a ser muy importante en la agricultura durante los próximos


Foto cortesía: Claudia Yadira Muñoz Moreno

años, por ello se necesita la investigación adecuada y nuevas tecnologías que permitan la implementación de nuevos agentes biocontrol.

do “durmiente”, se convierte en algo llamado espora, se inactiva su metabolismo dejando de producir compuestos, dicho estado puede durar cientos de años prolongando su viabilidad y actuar con efectividad luego de su aplicación en campo. Se cree que para que se produzcan los compuestos que benefician a la planta dichas esporas deben germinar. Sin embargo el proceso para estimular la germinación en campo se ha estudiado muy poco.

Dentro de los géneros mayormente conocidos en el microbioma de plantas por producir compuestos benéficos y ser posibles agentes biocontrol se encuentra Bacillus. Dicho género ha sido de gran interés debido a su rápido crecimiento, ser fuente activa de biomoléculas y tener la capacidad de esporular; lo cual las hace con- Actualmente los mecanismos prevenientes para un proceso de produc- cisos mediante los cuales las bacción simple y rentable a gran escala. terias causan un efecto positivo en las plantas son desconocidos, de la La esporulación en bacterias es un misma forma continúa la búsqueda fenómeno que ocurre cuando existen de nuevos compuestos que puedan condiciones limitadas de nutrientes, ser estudiados y modificados meentonces la bacteria entra en un esta- diante ingeniería genética para ex-

plotar su potencial. Por lo tanto, son pocos los agentes biocontrol que se encuentran en el mercado para ser aplicados en el sector agrícola. Mi proyecto de doctorado en la Universidad de Groningen en el laboratorio de Genética Molécular “Molgen”, consiste en identificar bacterias del género Bacillus que sean posibles agentes biocontrol, y encontrar un método para inducir la germinación de esporas in vitro e in vivo. Realizamos el aislamiento de 100 diferentes bacterias únicamente del genéro Bacillus de plantas sanas de jitomate obtenidas de una granja pequeña. Se llevó acabo un escrutinio de dicha colección de cepas buscando efecto antagónico o inhibición de crecimiento de patógenos con 8 diferentes hongos y

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dos bacterias, todos fitopatógenos, así como la evaluación de producción de hormonas, y compuestos volátiles.

Aunque la importancia de las interacciones entre plantas y microorganismos ha sido reconocida durante los últimos años, no existe suficiente conocimiento sobre la forma exacta de comunicación y ensamble del microbioma. Se requiere evaluar y encontrar el mayor potencial de agentes biocontrol que puedan sustituir a plaguicidas químicos y mejorar la calidad de producción de alimentos y salud humana. Estos estudios permitirán ampliar el conocimiento acerca del sistema defensivo de las plantas y generar nuevas estrategias biotecnológicas para el control de enfermedades en plantas que permitan una agricultura menos agresiva con el entorno ambiental.

Foto cortesía: Claudia Yadira Muñoz Moreno

Actualmente el proyecto se encuentra aún en una fase de selección de las cepas que sobresalgan como agentes biocontrol, y en el proceso siguiente se evaluarán los mecanismos a nivel molecular tanto de germinación como de caracterización de nuevos compuestos benéficos, y experimentos tanto en laboratorio como en invernaderos.

Referencias: SAGARPA, Planeación Agrícola Nacional 2017-2030 https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/257077/Potencial-Jitomate.pdf Centro de noticias ONU https://www.un.org/development/desa/es/news/population/world-population-prospects-2017.html Philippot Laurent, Jos. M Raaijmakers, Philippe Lemanceau, Wim H. van der Putten (2013). Going back to the roots: the microbial ecology of the rhizosphere. Nature Reviews. Mendes Rodrigo, Paolina Garbeva, Raaijkmakers Jos M. The rizosphere microbiome: significance of plant beneficial, plant pathogenic, and human pathogenic microorganisms.

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Stanza Bookshop is an independent bookstore established The Hague, The Netherlands. It offers wide range of books, e-books in English, Spanish and French, magazines specialized in literature and history, DVD´s of classics movies and Tv series. This includes fiction, non-fiction, poetry, International Law (exclusively in the English section), children’s, hobbies, and art books. The bookshop is established Noordeinde Straat, The Hague only few meters from Palace Noordeinde (‘Paleis Noordeinde’). _______________ Stanza Bookshop es una librería independiente establecida en La Haya, Países Bajos. Ofrece una amplia variedad en libros en inglés, español y francés, así como revistas especializadas en literatura e historia. Toda esta variedad incluye los géneros de novela, cuentos, poesía, biografías, historia, infantil, pasatiempos y libros de arte. En la sección de inglés hay títulos legales en Derecho Internacional. La librería se encuentra ubicada en Noordeinde Straat, La Haya, a unos cuantos metros del Palacio Noordeinde (‘Paleis Noordeinde’).

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CIENCIA HUMANIDADES

Resiliencias colectivas Texto: Mauricio Trejo Aguilar | Psicoanalista | CAPEM

A lo largo de la historia, han habido países que sufren serias crisis políticas, sociales y económicas, padecen como nación, y atraviesan guerras, dictaduras, catástrofes naturales. Muchos de estos motivos ocasionan migraciones masivas, las personas se mueven de su lugar de origen a otras naciones y pueblos.

se encuentran en una situación crítica o punzante por el estado en el que se encuentran familiares y personas queridas en estados de pobreza o carencia extrema o en los casos en que sus lugares de origen se encuentran en crisis nacionales, políticas o económicas; y en el peor de los casos, guerrillas.

México es uno de los tantos países donde han llegado migrantes buscando trabajo y desarrollo que ha mermado en sus países de origen.

Es rico trabajar en grupos terapéuticos de expatriados que piden ayuda y consuelo para las penas emocionales que los embargan; En los casos de los países que viven en guerras y graves conflictos sociales, los psicólogos nos damos cuenta de una situación adversa: ellos solicitan atención psicológica para “superar” los conflictos que están viviendo emocionalmente; pero es cuando llegamos juntos al cuestionamiento de si es posible “superar” algo que no ha acabado, un estado en la que la agresión y disgregación sigue como hecho diario y sin miras al desarrollo de un país. Se trabaja para superar aquello que ha pasado, que ha finalizado y que deja secuelas en uno, pero ¿de qué podemos hablar cuando los estados de agresión y justicia siguen de manera continua en sus naciones?

Durante este año, los especialistas de salud mental y conducta humana notamos un incremento en la población de gente expatriada. Solicitan atención psicológica y apoyo para el manejo de sus emociones las cuales

He aquí la importancia de hablar del recurso de la resiliencia en el ser humano. La resiliencia es un concepto que se toma de la resistencia que tienen los materiales duros que son transformados sin romperse para re-

La hambruna, el desmembramiento de la estructura social, enfermedades, injusticia, desestructura de todos los roles simbólicos y en general la experimentación de carencias tienen como consecuencia un éxodo en los habitantes para buscar oportunidades de vida en otros países, haciendo rupturas familiares, pérdidas de progreso patrimonial, y demás circunstancias adversas e inesperadas para la gente que desde entonces vive continuamente con ansiedad, miedo, angustia e infinita rabia y enojo al sentirse abusados en su progreso.

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cuperar su forma original o tienen la estructura capaz de no quebrarse frente a esa presión. La resiliencia o procesos resilientes son hoy trabajados en la psicología como la gran capacidad humana de sobreponerse o resistir al estrés y tensión provocados por diferentes situaciones en la vida. Los migrantes deben trabajar psicosocialmente tener un desarrollo a pesar del alto riesgo social, mantemiento de sus habilidades psico-sociales, laborales y económicas en otros países para sostener a sus familias y sus propias vidas frente al estrés continuo, y trabajar psicológicamente para no convertirlo en trauma. Las anteriores características son aspectos que se trabajan en los grupos terapéuticos con personas migrantes, y comúnmente no es una propuesta que salga del terapeuta del grupo, sino que comienza a aflorar como signo emergente que se distingue en la gente misma de manera natural cuando se da la cohesión y colectividad de deseo de desarrollo; se encuentran enfocados en la forma y procesos en los que enfrentan el riesgo y adversidad sin caer en lo psicopatológico. Utilizan las mejores herramientas que promueven el desarrollo: trabajar, generar lazos afectivos entre sus compatriotas y gente del nuevo país donde viven; logrando una adaptación positiva frente a la adversidad significati-


va de ser una población en alto riesgo. La contención de la ansiedad y miedo la logran al canalizar en actividad pro-creativa y de propuestas para controlar los acontecimientos y fortalecer capacidad para enfrentar estos retos sociopolíticos. Para esta situación que actualmente, experimentan muchos países, es importante recomendar que los migrantes busquen apoyo. La resiliencia no se debe trabajar en solitario, debe ser un proceso de grupos que se unen para entretejer lazos sociales, una gran cantidad de factores para re-construir sus bases de propuestas micro-políticas y sociales que generen un todo común de resistencia y estructura sólida frente a la adversidad.

Las almas de los montes (Espíritu de la montaña ) Remedios Varo, 1938. Foto: www.remediosvaro.com

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PÁGINA CENTRAL

De natura libris

Fotografía de Álvaro Alejandro López de la Peña Editorial Review: Orígenes.

Nowadays photography has become more and more popular among people. Social media, internet, cellphones and all the different technological devices helped to popularize it beyond the imaginable. But we must be sure about something, one thing is photography as a source to remember events, vacations or birthdays, and another is photography conceived in an artistic way. Not all photographs have artistic purposes even though some everyday photographs could be perceived as aesthetically attractive and also not all Instagram users use the platform for artistic purposes or in a professional way. Thus, when can we conceive photography as art and when is this impossible? Currently, this is a very valid question, mainly because of the widespread popularization of photography that we are presently observing. Photography as an artistic activity could be understood as the practical intension of translating the ephemeral into eternal; catching moments that happened once and will never happen again but that somehow will remain in paper. Photographs could be seen as small capsules of stolen time. This is the way that Álvaro Alejandro Lopez de la Peña has seen photography since some time ago. Álvaro Ale-

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jandro López de la Peña is a Mexican photographer, born in the capital city. He has worked in the publishing industry, from where he took the path of exploring photography as he puts it: “as the poesis of everyday life”. His photo projects and exhibits have been presented, in Argentina, Canada, Spain, Iceland, Belgium, the Netherlands and, of course, México. As a photographer, López de la Peña has sought for art everywhere, in the smallest shadow, or the intriguing corner of a rail, or at the random combinations of colors in a train station; everything could be art if it is well perceived and captured, and everything could be eternal with the power of a camera shot. It is rare when photographers try to invert the circle of changing ephemeral situations into eternal images; most of them try to find the strangest or most uncommon situations for their pictures, or they play with the lights and the shadows to eternalize a situation in the specific way that the photographer sees it. With “Natura Libris”, López de la Peña presents the relation in another way: the eternal and the universal of an idea turned into the ephe-

meral world of a photograph. Inverting the relationship between concrete situations and photography creates photos of long lasting concepts and ideas: for example the relation of books with nature, with people, with ideas and concepts. Books are understood as the transporters of ideas and as objects that eternalize them through their pages, and this happens because they are part of nature. One part of his collection could be understood as the “idealization” of a book; from where does it come, and the materials that create it. Another component is the “realization” of a book; the industrial process as part of a book; the printing process, the mechanical side behind the birth of a book. His exposition dedicates also to the relation of “books and humans” and finally to the concept of “books in themselves” or books, as they are. Definitely, seeing López de la Peña’s photography is a revitalizing experience. The shadows he captures, the scale of grays in his pictures, even the completely dark spots infuse you with the story of the place of books in the world. With his creative and determined eye, López de la Peña has seized the attention of many.


Foto: Cortesía de Álvaro Alejandro López de la Peña

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Foto: Cortesía de Álvaro Alejandro López de la Peña

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Foto: Cortesía de Álvaro Alejandro López de la Peña

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Foto: Cortesía de Álvaro Alejandro López de la Peña

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Texto: Manuel de J. Jiménez | Poeta, escritor y académico mexicano | UNAM

Foto: Cortesía David Pérez.

POEMARIO

Rincón del extranjero ¹ Esconde la plegaria salvaje de tus ojos, tentaciones en flor. Mas di, muchacha, ¿dónde puedo morar en esta tierra? De blandas latitudes vengo; mi país desconoce los suelos calcinados, el ávido prestigio sobre cada tumba. Por mi cuerpo resbala savia diferente. ¿Amar aquí? ¿Sembrar aquí los manes del olvido? Y cuando muera, dime qué nave, qué nostalgia, devolverá mis restos al decoro y la paz de los abuelos.

Jaime García Terrés (1924-1996)

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Sin duda uno de los intelectuales que encarnan más vivamente la figura del letrado en la poesía mexicana del siglo XX es Jaime García Terrés. Egresado de la Escuela Nacional de Jurisprudencia con la tesis “Sobre la responsabilidad del escritor”, conjugó poesía, ensayo, traducción, crítica y edición. En 1953 fue director de Difusión Cultural en la UNAM y en 1971 tomó posesión como director del Fondo de Cultura Económica. En la Secretaría de Relaciones Exteriores se distinguió como director de su Archivo y Biblioteca. Además, fue embajador de Grecia entre 1965 y 1968. De su estancia en ese país mediterráneo, aparecieron dos crónicas apasionantes: Grecia 60 y Reloj de Atenas. Al igual que otros escritores y bibliófilos, al final tuvo que encargarse felizmente de la Biblioteca de México, en el antiguo edificio de La Ciudadela. Murió en la Ciudad de México en 1996. García Terrés se distingue por una poesía pulcra. Su trabajo poético participa de varios registros y temáticas que van de lo culterano a lo mundano; existe cuidado formal pero también arriesga dentro de su estilo para evitar el estancamiento. El poema en cuestión se inscribe en la rica tradición occidental de la literatura del exilo y participa del locus homérico del viajero que busca retornar a casa. De hecho, la voz al preguntarse dónde puede morar, se refiere también a esa mors donde nace toda costumbre y cultura, por eso admite −entre otras cosas− que en su país se desconoce “el ávido prestigio sobre cada tumba”. Es de otra naturaleza, fluye otra “savia” en él. Pero esa muchacha, esos ojos −en ejercicio de los tópicos petrarquistas−, generan la eterna duda. El romano, que debe sembrar sus manes, sabe que tarde o temprano debe regresar a su amado terruño.

Tomado de García Terrés, Jaime, Las manchas del sol. Poesía 1956-1987, Madrid, Alianza, 1988, p. 65.

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POEMARIO

Destino inevitable (1996) Pensar en un posible mañana, donde lo más sublime se transforme en polvo que disperse el viento. Palpar el cambio de la hora fatal, donde mueran las esperanzas del hombre que creyó haber encontrado la felicidad. Penetrar en lo más profundo de la eterna soledad, donde la obscuridad desvanezca las voces de los más grandes deseos y aspiraciones. Caer como agua en un abismo sin sentido, donde las olas de la noche cubran la tempestad del ocaso de mi pensamiento. Santiago J. Vázquez

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La playa (11 de abril del 2009) Respiramos los dos el mismo viento, No sabes que te veo, Duermes como fuego, En silencio quemas cada uno de mis sueños. Escucho tu latido con mis labios, Tu piel, antes indiferente, te delata, Como olas se abren tus muslos en la arena, Mojando con tu luna llena mis deseos. Miras esos ojos que te observan, Son bengalas en las manos de un niño, Iluminan como faros tu desnudo escote, Hasta apagarse en la dulzura de tu abismo. Probamos y sentimos cada beso, Al compás de zumbidos nuestros sexos, Luna y estrellas fueron los testigos,

Santiago J. Vázquez

Ilustraciones: Pag. 20-21 Conrad Roset www.conradroset.com

Del humo de hoguera que dejamos en la playa

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CULTURAL / ARTE

Aurora Reyes

la artista que rompió con el silencio de su época Texto: Itzel Barragán García | Crítica de arte y colaboradora de Orígenes

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lo largo de la historia los artistas pasaron de representar copias exactas de su realidad a nuevas propuestas que van más allá del contexto en que vivían. Es decir, además de incluir nuevos materiales y métodos, algunos rompieron con los estándares de creación impuestos por la academia y elaboraron nuevas formas de representación, de tal manera que también incluyeron en sus propuestas temas relacionados con la crítica social, movimientos armados, discriminación racial, sexual, etc., así como su postura ante ellos. Uno de los movimientos sociales que actualmente sigue presente en las propuestas de muchos artistas alrededor del mundo es el movimiento feminista, un hecho que inició entre los años 1960 y 1970, cuando se comenzó a debatir sobre el tema de la exclusión que vivían las mujeres en las instituciones artísticas. A partir de allí, las artistas comenzaron a experimentar con sus propuestas y desarrollaron nuevas formas de representación, colaboración y cooperación en pro de difundir su trabajo y postura sobre el tema. Paralelamente a la razón de ser excluidas como artistas femeninas de los espacios oficiales del arte, en aquel entonces, también hubo una crítica sobre las condiciones de producción y representación controladas

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por hombres y por ello fueron usados espacios fuera del sistema del arte para sus representaciones, instalaciones y conferencias. De tal manera, que los movimientos de arte feminista introdujeron a la par discursos macro políticos y cuestiones de identidad relacionadas con el género, la etnia y la clase a través de métodos que involucran redes informales, nuevos públicos y formación de grupos. Esto influyó para que, a partir de la década de 1980, surgieran nuevas propuestas y proyectos artísticos ya enmarcados en el arte contemporáneo, los cuales sirvieron para que algunos museos y espacios se convirtieran en verdaderas arenas para el debate y la discusión.

Mujeres artistas alzaron la voz por sus derechos Punto importante para que las mujeres levantaran su voz y fueran reconocidas en el mundo del arte se debe principalmente a que los estudios en la historia del arte han estado centrados en artistas masculinos. Por ello, las creadoras femeninas han pasado mayormente desapercibidas y esto desafortunadamente para México no ha sido una excepción, pues después de la Revolución mexicana, el número de mujeres que comenzaron a participar en las artes aumentó, pero se vio estancado por el acontecimiento pictórico más im-

portante del México posrevolucionario “El muralismo”. Éste, además de ocasionar un reconocimiento artístico para México a ni-vel mundial, a la vez opacó el trabajo de otros artistas, sobre todo mujeres, cuyos aportes plásticos y estéticos al desarrollo del arte son innegables, pues en paralelo surgió un grupo de pintoras que exploraron otras técnicas y corrientes, como el surrealismo. Por otro lado, también existieron artistas que a pesar de las circunstancias desarrollaron propuestas murales, tal es el caso de Aurora Reyes, quien además de su legado artístico, también dejó testimonios de su lucha por la reivindicación del papel y la fuerza de las mujeres en el arte, en el magisterio y en el campo.

Adelantada a su tiempo Aurora Reyes rompió el silencio en un ambiente artístico y magisterial dominado por hombres Autoproclamada la primera muralista mexicana, Aurora Reyes además de sus murales trabajó otras técnicas y también la escritura. En la mayoría de sus trabajos la artista daba prioridad a mostrar su postura ante aspectos relacionados con la historia de México y con las desventajas de ser mujer en la época en que vivió. De acuerdo con Margarita Aguilar Úrban en su libro “Aurora Reyes.


Fotos: w3.cultura.gob.mx

Alma de Montaña”, la historia del arte en México no ha sido justa con el reconocimiento de la artista, pues si bien gracias a su singular personalidad, entereza, espíritu libre y naturaleza combativa forjadas por los sucesos que pasó de niña y joven, así como por la época en que vivió y por supuesto por su obra la hicieron merecedora de cierta distinción. Sin embargo, falta mucho por hacer, pues la obra poética de Reyes aún no cuenta con un lugar en los estudios de literatura mexicana y sus murales en la mayoría de los casos necesitan ser restaurados y conservados de manera correcta. Aurora Reyes “La cachorra”, como la llamaban su padre y amigos más cercanos, nació el 9 de septiembre de 1908 en Hidalgo de Parral, Chihuahua. Reyes, tuvo una infancia difícil al ser descendiente de una familia ilustre

perteneciente al régimen porfirista, pues fue nieta del general Bernardo Reyes, quien durante el cuartelazo que dio inicio a la famosa Decena Trágica de la Revolución mexicana fue acribillado frente a Palacio Nacional en la Ciudad de México el 9 de febrero de 1913. Este hecho ocasionó que la familia de Reyes dejara su vida en Chihuahua para trasladarse en una carreta tirada por mulas hasta una vecindad en la colonia Lagunilla en la Ciudad de México. Aquellos tiempos, además de marcar la personalidad de la artista ocasionaron una identificación con las clases populares a las que siempre dijo pertenecer. A pesar de los sucesos ocurridos durante la infancia de Aurora Reyes, la artista estudió con una maestra retirada que vivía cerca de su casa y para el año de 1921 ingresó a la Escuela

Nacional Preparatoria, época en que conoció y se hizo amiga de Frida Kahlo. Sin embargo, su estancia en esta institución educativa terminaría un año después debido a que Reyes fue expulsada por irse a golpes con una prefecta que la llamó: “libertina y jefe de banda de ladrones”, pues desaprobaba la amistad de la artista con León Reyes y Diego Rivera. Esto, de acuerdo a lo mencionado en el libro de Margarita Aguilar “Aurora Reyes. Alma de Montaña”. A la par de sus estudios interrumpidos de preparatoria, Reyes asistía a clases nocturnas en la Academia de San Carlos, pero tampoco concluyó su preparación en dicha institución, pues prefirió ser autodidacta. En ese tiempo la artista contrajo matrimonio con el escritor Jorge de Godoy, con quien tuvo dos hijos, pero debido al alcoholismo de su

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Fotos: w3.cultura.gob.mx


esposo, Reyes decidió divorciarse. Para 1927, Reyes ingresó a la docencia, vocación que ejercería durante 37 años como maestra de primaria, con un especial énfasis en la enseñanza de las artes plásticas y la orientación pedagógica. De esta manera, su pensar sobre el magisterio quedó plasmado tanto en sus clases como en sus obras y murales, pues en la mayoría reivindicaba la lucha de sus colegas maestras y maestros.

Su trabajo mural y magisterial

Fotos: w3.cultura.gob.mx

En 1936 realizó su primer trabajo mural en el Centro Escolar Revolución de la Ciudad de México, autonombrándose así el título de la primera muralista, pues según ella, fue la primera mexicana en diseñar y realizar un mural por completo y de acuerdo con Margarita Aguilar, la artista comentaba que las mujeres que la habían precedido “Eran gringuitas”. Sin embargo, en 1929, Isabel Villaseñor junto con Alfredo Zalce, ya habían realizado un mural en una escuela primaria rural en Ayotla, Estado de México, pero quizá debido a los temas de los murales de Aurora Reyes, varios críticos la distinguieron como la iniciadora del movimiento muralista femenino del país. El primer mural de Reyes, hace referencia a los conflictos generados entre bandos contrarios por la reforma del artículo 3° de la Constitución Mexicana, que trata sobre la educación implantada en México a finales de 1934. Este mural, originalmente fue nombrado “La maestra asesinada”, pero más tarde la artista lo cambiaría por: “Atentado a las maestras rurales”. El mural de Reyes difiere de otros del conjunto ubicados en el mismo edificio, pues en la mayoría abundan escenas triunfantes de liberación con las ruinas del fascismo bajo los

pies de heroicos maestros y sólo en algunos esta presente el tema de la injusticia y represión del movimiento en pro de la educación laica. De esta manera, en el mural de Reyes, si se destaca la importancia del hecho histórico, pero bajo la representación de una maestra rural golpeada por los enemigos de la patria como un intento por mostrar el conflicto de los gobiernos posrevolucionarios a partir de la revaloración del papel de la mujer en las luchas sociales de México. Además de su desenvolvimiento en la docencia, las décadas de los treinta y de los cuarenta significaron para Reyes un desarrollo y evolución para su arte, siempre en estrecha vinculación con la lucha social y política. Al mismo tiempo le interesó participar en debates, actividad clave para su formación intelectual que le permitió relacionarse con diferentes grupos que la involucrarían en movimientos culturales y políticos trascendentes en la historia del país. Para 1937, Aurora Reyes comenzó con su actividad sindicalista como representante de la Unión de Profesores de Artes Plásticas de la Ciudad de México y después en el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de la República Mexicana (STERM), donde militó como Secretaria de Acción Femenil y luchó por el mejoramiento de las condiciones adversas de las trabajadoras y campesinas.

las trabajadoras al plantear la ampliación del tiempo de incapacidad para las madres, así como el respeto a los descansos para amamantar al recién nacido y logró que en 1940 fueran instauradas dos guarderías. Como forma de reafirmar su vocación de lucha, Reyes se unió al Partido Comunista Mexicano donde militaban la mayoría de los artistas de la Escuela Mexicana de Pintura. Desafortunadamente, después de un tiempo terminó por desafiliarse. Entre todos los conflictos a los que se enfrentó, Reyes nunca estuvo de acuerdo con el trato de sus compañeros a las mujeres miembros del partido, así como con la desigualdad en los cargos y ocupaciones.

Desilusionada de la lucha política, Aurora Reyes asistió durante un tiempo al Café París, llamado así por su fundadora, una mujer francesa conocida como Madame Elena donde se llevaban a cabo tertulias. El lugar tuvo varias ubicaciones hasta situarse en la calle Filomeno Mata, en el centro de la Ciudad de México. De acuerdo con Margarita Aguilar “En ese lugar Reyes, vivió grandes hazañas de borrachera y locura con personajes a quienes les unía una gran soledad”. El Café París fue punto de reunión de numerosos representantes de la vida cultural de México de los años treinta a los cincuenta y por ello también sería sede de exposiAunque nunca se declaró feminista ciones artísticas de dibujo, acuarela ni mostró gusto por dicho término, y escultura, así como un lugar donsus preocupaciones parecen precur- de los literatos podían expresarse. soras para este movimiento en México, pues algunas de sus acciones en el sindicato fueron apoyar el derecho de la mujer al voto desde una perspectiva basada en el conocimiento profundo femenino y en la importancia de su participación para forjar los destinos de los pueblos. Por otro lado, buscó mejores condiciones para

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Fotos: w3.cultura.gob.mx

El trabajo más extenso de la artista En julio de 1961, Aurora Reyes llevó a cabo el proyecto de cuatro murales para el Auditorio 15 de mayo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Estos constituyen la obra más extensa de la artista, sin embargo, debido a su realización en una época tardía al movimiento muralista su trabajo obtuvo un interés menor entre la comunidad artística. Bajo la técnica del temple clásico que consiste en el uso de diferentes materiales como yema de huevo, aseína, goma o una solución de glicerina para aglutinar pigmentos, Reyes aportó en estos murales, su visión global de la historia de México. Es de-

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cir, en ellos plasmó un planteamiento adherido a los ideales utópicos modernos, así como también representó el fervor nacionalista por los ciento cincuenta años del inicio de la lucha de independencia, cincuenta años del estallido de la revolución y cien años del triunfo de la reforma. Los cuatro murales de la artista se complementan entre si, pues presentan un México con grandes riquezas históricas y culturales que a pesar de las crisis siempre evoluciona. En este conjunto, Reyes presenta en un lugar especial a los maestros y a la educación al representarlos como los principales agentes del cambio. Tras arduos años de trabajo Aurora Reyes fue jubilada del magisterio

en 1964, justo en el momento en que se desarrollarían diferentes sucesos, entre ellos el movimiento estudiantil de 1968, el cual apoyó la artista, al prestar su departamento ubicado en aquel entonces en la colonia Jardín Balbuena para que alumnos de la Academia de San Carlos se reunieran a pintar mantas y carteles. Ese acto tuvo consecuencias, pues para evitar ser perseguida por la policía tuvo que refugiarse en el manicomio “La Castañeda”. Pasado el tiempo, a los 69 años de edad, sólo ocho años antes de su muerte, Aurora Reyes pintó su último mural en la Sala de Cabildos de la Delegación Coyoacán: “El primer encuentro”. En este mural, la artista trata el tema de la fusión de dos


Fotos: w3.cultura.gob.mx

culturas al mostrar la llegada de los españoles a Coyoacán, además incluyó diferentes personajes y elementos para ligar la historia de México con la historia de ese barrio. La realización de este mural, a pesar de haber sido en una época lejana a la lucha cardenista y a la visión utópica del México moderno, refleja los sentimientos patrióticos de Reyes, así como su gusto por seguir apostando al muralismo para expresar sus ideas.

De artista-activista a Poeta El interés poético de Aurora Reyes comenzó desde que era estudiante en la Academia de San Carlos, gran lectora de textos líricos y admiradora de Pablo Neruda incursionó por primera vez como poeta en 1948, cuando publicó en hojas murales editadas por la Universidad Autónoma de México: “Hombre de México”. Aunado a su activa participación en diferentes certámenes de creación literaria promovidos por instituciones gubernamentales y en los cuales recibió las flores naturales que se otorgaban a los ganadores.

femenina era casi nula y llena de desventajas sociales. Por ello, con grandes esfuerzos tuvieron que abrirse paso y forjarse un carácter aguerrido e insumiso que en muchas ocasiones las llevó a ser criticadas y estigmatizadas. Sin embargo, fueron mujeres que transgredieron su tiem“Hoy, blanca y luminosa, po y condiciones, que se atrevieron a naciste Yololxóchitl: magna flor de las flores. mostrarse y hablar, sobrepasando barreras al contradecir prejuicios y luLa productividad poética de Reyes La luna es tu diadema cuajada de diamantes. char por alcanzar metas en un México le permitió realizar su primer libro posrevolucionario que no las incluía. en 1953, “Humanos paisajes”. Este Hoy, blanca y luminosa, naciste, Yololxóchitl”. presenta una mezcla de texto y dibuLa crítica tendrá que volver los jo, ya que en ese tiempo, la artista Con el tiempo y muchos esfuerzos ojos hacia las obras de Aurora Rehabía adquirido un estilo muy sóli- los trabajos de Aurora Reyes han yes y de muchas otras artistas que do basado en un trazo sobrio, pero sido reconocidos, pues en el 2008 La siguen sin ser lo suficientemente emotivo, además de una certera se- Comisión Nacional de Zonas y Mo- reconocidas, un trabajo que debe lección de motivos. Para 1974 en el numentos Artísticos, declaró al Cen- continuar y aplicarse también a colectivo 3 poetas mexicanos pu- tro Escolar Revolución como monu- las artistas de nuestro presente. blicó “Palabras al desierto”, en mento artístico. Además de que tamcoautoría con Sergio Armando bién, poco a poco se ha incrementado Gómez y Roberto López Moreno el interés por parte de estudiantes y y su último texto en 1981, “Espi- académicos para investigar la vida y ral en retorno”, donde reunió sus el trabajo de Reyes, así como también obras y demostró que su faceta desde una perspectiva de género que como poeta podría permitirle ocu- en la actualidad se encuentra en auge. par un lugar notable en la poesía de mujeres nacidas en la pri- Aurora Reyes perteneció a un grupo mera década del siglo XX en México. de mujeres en que la participación Aurora Reyes murió el 26 de abril de 1985 en la ciudad de México. Sus cenizas fueron sepultadas en las raíces de una magnolia que ella misma sembró años antes en el jardín de su casa en Coyoacán. Allí, su hijo, Héctor Godoy, mandó colocar una placa de metal con algunos versos de la artista:

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CULTURAL/OPINIÓN

Los intelectuales y el poder Texto: René González de la Vega | Filósofo y diplomático mexicano | EMBAMEX Países Bajos

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latón creía que los filósofos eran quienes deberían gobernar la Polis. No había otras personas que pudieran administrar los bienes públicos, procurar el bienestar social y armonizar a la población con mayor destreza que los hombres de las ideas. Aquellos que habían logrado escapar de las cadenas que los mantenían en la caverna de la ignorancia y habían podido salir a los soleados campos del conocimiento. En cambio, Kant, sostenía exactamente lo contrario: “no hay que esperar que los reyes filosofen o que los filósofos se conviertan en reyes, ni siquiera es de desear, porque la posesión de la fuerza corrompe inevitablemente el libre juicio de la razón”. El debate sobre si los intelectuales deben o no, participar en el gobierno ha causado más de un dolor de cabeza a los mismos intelectuales. Las dos posturas, la de Platón y la Kant, son completamente irreconciliables. La primera, no sólo asume la idea con simpatía de que los filósofos formen parte de las élites del poder político, sino que, prescribe la necesidad de que así sea. Para Platón, el Rey filósofo es el único Rey que logrará sacar a la polis de la crisis en la que se encuentra. Es él, el gran salvador. Es quien conoce la medicina que cura los males sociales; es difícil de corromper y únicamente busca la verdad. Las razones de Platón parten del supuesto de que los hombres son imperfectos

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por naturaleza. Imperfectos en el sentido de que un solo individuo no puede desarrollar ni perfeccionar distintas artes en una vida. Esa condición natural que define a los individuos hace que dependemos unos de otros. Unos que se dediquen a la cosecha, otros a la guerra y otros a la educación. Por ello, el combatir nuestras imperfecciones y el contribuir cada uno de nosotros al sano desarrollo de la polis, hace que los valores primarios del Estado platónico sean la armonía y el bienestar social. El Estado depende de que cada quien asuma el papel que le ha tocado desarrollar. El papel de los filósofos es el de gobernar; no son ni guerreros ni comerciantes, no pueden dedicarse al arte de la tierra ni al de la alfarería. Son hombres de ideas y como tales, están especializados en reflexionar sobre la justicia, la paz y la armonía. Están socialmente predestinados para resolver los grandes problemas que nos acosan a todos. En cambio, Kant sostiene una tesis igualmente fuerte pero que va en sentido contrario a la postura de Platón. Kant asume como verdadera la premisa según la cual “poder y libertad de pensamiento son incompatibles”. Las instancias políticas, la agenda que estas defienden, se convierten en un elemento que ata el libre desarrollo intelectual. Las razones de Kant para sostener esto, me parece, las podemos encontrar en una premisa arquetípica de su pensamiento:

“Debo hacer algo porque quiero y no porque alguna otra cosa me somete a pensar que eso es lo que quiero”. El ejercicio de la razón debe mantenerse incólume ante cualquier clase de influencia externa. Por ello, que un filósofo se someta al ejercicio del poder (al reino de la voluntad pura) está comprometiendo su objetividad crítica. Aquí Kant ve los riesgos que hay en que los intelectuales formen parte de las esferas del poder. Para él, un intelectual que se encuentra al servicio de alguien pone en riesgo la legitimidad de sus ideas. La base que le da legitimidad a las ideas es que estas hayan sido engendradas en un ambiente de libertad. Para Kant, el intelectual debe permanecer sin ataduras. Ciertamente, las dos posturas que aquí he dibujado (pues sólo eso es lo que he hecho) son las dos posturas más radicales sobre la relación entre los intelectuales y el poder. Una, que no sólo sostiene que los intelectuales podrían en algún momento dado participar en el ejercicio público, sino que lo hace una prescripción; un mandato. Es su única labor dentro de la polis. De lo contrario, se rompería la armonía y se desestabilizaría el bienestar social. Otra que dice que los intelectuales nunca, bajo ninguna condición so pena de perder su calidad de pensadores libres y críticos, deben de participar dentro del oficio público.


He dicho que las posturas defendidas por Platón y Kant respecto a la relación entre los intelectuales (filósofos) y el poder político, son radicalmente distintas. Sin embargo, ¿en dónde radican sus diferencias? La pregunta es válida pues de una lectura cuidadosa podremos ver que ambas tesis –la de la inscripción deseada u obligatoria y la del rechazo absoluto – responden a preguntas distintas. La pregunta de Platón es si la República se vería beneficiada si contara con reyes filósofos. Mientras que la pregunta de Kant es si los intelectuales conservarían su capacidad crítica (si seguirían siendo intelectuales) dedicándose a gobernar el Estado. Puestas así las cosas, parecería que no hay incompatibilidad alguna, que son respuestas distintas a preguntas diferentes. Empero, las cosas no son así. Si entendemos que un “intelectual es –como dice Gabriel Zaid– el escritor, artista o científico que opina en cosas de interés público con autoridad moral entre las élites”, esto es, si aceptamos que intelectual es quien opina críticamente sobre lo “institucionalmente establecido” con un cierto reconocimiento moral por parte de la opinión pública, podremos encontrar cuatro pares de respuestas distintas a estas dos preguntas. Las cuales son irreconciliables y exhaustivas. Y, entre ellas, se encuentran las de Platón y las de Kant. Recuérdese, las preguntas son: 1) ¿El Estado se beneficiaría si contará con la participación activa de los intelectuales en el poder? y, 2) ¿Los intelectuales perderían su calidad de intelectuales si participaran activamente en la política estatal? Las cuatro respuestas lógicamente posibles son: I) Podría argumentarse que sí, efectivamente, la República se vería beneficiada y, también, que sí, efecti-

Ilustraciones p.24-37: Harriet Lee Merrion

vamente, estos perderían su calidad de intelectuales. Quien responde así piensa que de la muerte de un intelectual puede nacer un político hábil.

“ser” un intelectual y “ser” un político al mismo tiempo. El resto de posturas consideran que: o, ya sea que el intelectual tenga que morir para dar vida al político, que el intelectual no muere, pero que, por eso, sería un mal político o, que un intelectual, por definición, no puede ser un político (o es político o es intelectual).

II.) También es posible responder de manera contraria: no, no se vería beneficiada la República y, no, no perderían su calidad de intelectuales. Esta tesis sostiene que de un intelectual hábil sólo resulta un político torpe. No me dedicaré a argumentar cuál de ellas es la mejor sustentada ni la III.) Otra posibilidad es la de respon- correcta o la más plausible. Las coder sí y no: sí, sí se beneficiaría la sas, en realidad, son mucho más inRepública y no, no perderían su ca- trincadas como para poder hacer eso lidad de intelectuales. Esta sería la en estas páginas. Sin embargo, lo respuesta de Platón. Los intelectuales que trataré de hacer en este texto es son, por definición, buenos políticos. darle al lector una serie de pistas y ejemplos que sirvan para caracterizan IV.) Y, por último, se podría respon- cada una de estas cuatro posturas. Lo der ‘no’ y ‘sí’: No, no se benefi- que busco con ello es, en realidad, ciaría la República y sí, si lo hacen, que el lector a través de esos ejemsí perderían su calidad de intelec- plos y descripciones logre definir tuales. Esta sería la respuesta de cuál de las cuatro posturas es la que Kant. Los intelectuales, por defi- le parece más plausible. Por supuesnición, no sirven a, ni para, la política. to, soy consciente de que todo esto se Políticos e intelectuales son dos razas puede someter a debate. Sobre todo, distintas que no deben mezclarse. refiriéndonos a un tema tan escabroso como el de los intelectuales y el poLo interesante de estas cuatro posi- der político. Pero al final de cuentas bilidades es que sólo una de ellas, eso es, precisamente, lo que busco. la postura III, la de Platón, considera que no hay incompatibilidad entre 25


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I.

Hay quienes sostienen la idea de que un intelectual, efectivamente, podría convertirse en un buen político. Presume que el hombre de ideas, el agente reflexivo y el analista de problemas, puede trasladar su conocimiento al mundo de la praxis. Al mundo de las decisiones. La experiencia analítica del intelectual sirve de herramienta para valorar las realidades del presente. Para comprender y separar los sucesos cotidianos de los trascendentales en una sociedad. Su conocimiento le puede dar una ventaja sobre aquellos que sólo se han ocupado de la acción y no de la reflexión. De tal manera que, el intelectual, abandona el punto de vista crítico para convertirse en un participe. En un actor más de la vida pública. Bajo esta propuesta se hace latente la distinción que hay entre “teoría” y “praxis”; entre el mundo de las “ideas” y el mundo de la “acción”. Las diferencias que Aristóteles encontraba entre la “vida activa” y la “vida contemplativa” y que Weber representaba mucho más tarde entre la “ética de la convicción” y la “ética de la responsabilidad”. La conciencia que tiene sobre esta distinción es la que le hace sostener que el ingreso del intelectual a las filas del poder político implica la aniquilación de su primera categoría: la de intelectual. Para él, el intelectual es un personaje que necesariamente requiere mantenerse alejado de las fuerzas del poder para ser capaz de analizarlas. Para compren-

derlas y arrojar juicios que las mejoren, las detengan o las cambien. Sin embargo, al convertirse en político deja atrás la perspectiva del extranjero; abandona el punto de vista externo de la teoría que lo define, y se convertirte en un actor. En un participante. Para Ralf Dahrendorf la diferencia es nítida: “El político que encuentra las palabras justas es una criatura diversa del intelectual que circunstancias extraordinarias han arrojado en la política”. El primero de ellos, el político, goza de una libertad que difiere de la libertad del intelectual. Su libertad está regida por las decisiones del momento. Cambiar el curso de acción en el aquí y ahora. El intelectual, por el contrario, él filosofa sobre el destino, los riesgos, los causes, las razones, piensa en las tras bambalinas de cada decisión. El político marcha al ritmo de un tamborileo más rápido, inflexible, casi atormentador. El otro, se pasea al ritmo de una música suave y lenta. Su apaciguamiento le permite observar el ambiente que le rodea, apreciarlo, distinguirlo y comprenderlo. Le permite sentarse en la banca y observar. Puede detenerse y retroceder. El intelectual reconoce el derecho a equivocarse y rectificar. El político sabe que si se equivoca no hay remedio. Pero de acuerdo con esta postura, son esas características del intelectual las que le permiten un acceso exitoso a la política; el conocer el camino y poderlo recorrer sin perderse; sin equivocarse. El intelectual, según la postura,

ya sabe a dónde va, porque lo ha pensado, lo ha analizado y ha concluido. Lo único que cambia es su circunstancia y su ritmo. La suave caminata de la reflexión muta rápido al intrincado trote de la política. Regreso con Dahrendorf: “la existencia intelectual significa explicación, formulación y publicación; los hombres de poder, al contrario, desarrollan muy rápido una preferencia por lo explícito, por la acción sin demasiadas palabras o quizá con palabras ambivalentes”. En eso radica la diferencia, el intelectual para ingresar en la política tiene que abandonar por completo su ritmo y su perspectiva. Tiene que aprender a trotar y a ver el camino como participe, no como espectador. Tiene que dejar de reflexionar por dónde deberían ir sus pies, y comenzar a ver por dónde van. Tiene ya que prestar atención a lo que pisa y a lo que ha dejado de pisar. Isidro Cisneros, quien me recordó las citas de Dahrendorf, concluye que “el intelectual debe conservar siempre un punto de vista por fuera de todas las estructuras del poder, […] en el momento en el que entra en la órbita del poder deja de lado su ‘intelectualidad’”. Sin que eso signifique su fracaso en la política. Por el contrario, un intelectual bien instruido, puede ser un político veloz. Pues su transformación sólo implica eso, un cambio, no una mutilación. No deja de saber lo que sabe, ni de analizar como analiza. Su destreza analítica y su convicción puestas en práctica, pueden convertirlo en un político sabio.

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II.

Implícitamente, quienes sostienen la postura anterior parten de una idea bastante inusual dentro del debate. Para ellos, el ‘ser intelectual’ es una especie de trabajo el cual se puede abandonar con cierta facilidad; sin otras consecuencias más que las económicas. Como el carpintero que abandona su oficio para convertirse en vendedor o el abogado que abandona el litigio para dedicarse a la política. Es decir, que ser un intelectual es considerado un oficio más dentro del inmenso universo laboral. Uno puede renunciar en cualquier momento a esa calidad. Sin embargo, de las cuatro posturas propuestas anteriormente, ésta es la única que entiende al intelectual de esta manera.

telectual’ es una propiedad ontológica con la que cuentan ciertos seres humanos; como el ser calvo, el ser alto o el tener una estructura ósea determinada. Pero sí podríamos decir que es una propiedad disposicional; como el ser tolerante, generoso o solidario. Una persona se define como tal por sus actos y sus convicciones. Por la disposición que adopta frente a ciertas actitudes, conductas o valores. Por su posición frente al mundo. Pedirle a alguien que abandone sus creencias más arraigadas, sus principios, los que lo definen como persona y lo guían por esa vida que él considera merece la pena de ser vivida, que deje de encomiar lo que le parece encomiable o de criticar lo criticable, es exigirle algo mucho más fuerte, algo La segunda tesis que vamos a definir mucho más profundo, que el exigirle ahora, y las que vienen, sostienen a alguien que abandone su empleo. que el ‘ser un intelectual’ es algo Es pedirle que deje de ser quien es. más que ejercer una clase de trabajo definido. Ser un intelectual es una Bajo este prisma, el intelectual no forma de vivir y de ver el mundo. Es puede abandonar el sentido crítico de una actitud. Una forma de desarrol- su capacidad reflexiva, ni su libertad larse como persona y como profesio- de pensamiento. No se puede dejar nal. Es una condición que te define y adoctrinar por las reglas de la política. que define tu vida. No es una ofici- No podría someterse a la disciplina na. No es lidiar con un jefe ni con ta- institucional de un partido. No le sería reas administrativas. Un intelectual posible adoptar de pronto una postuno deja de trabajar los fines de se- ra nacionalista o patriótica como la mana ni sale de vacaciones. No es un de quienes ocupan la tribuna. Y sí lo médico que hace guardia y después logrará, sería a un costo enorme. Sería regresa a casa, tampoco un obrero como ponerlo en cautiverio; encerrarque checa tarjeta. Su labor no es inte- lo en un mundo al que no pertenece. rrumpida por horarios ni calendarios. Su carácter no le permite adoptar esas Es una calidad inserta en su carácter. formas, ese lenguaje, ni esas posturas No se puede decir que el ‘ser un in- que adoptan los políticos; pedírse-

lo sería tanto como pedirle a un pez que aprenda a volar. Un intelectual en un encargo público se convierte en un hipócrita o en un actor. No es sincero. Y sí lo es, el costo sería su muerte política. El político sabe que deberá asumir ciertos costos. Que tarde o temprano, tendrá que ‘ensuciarse las manos’. El intelectual no estaría dispuesto a esto. No está dispuesto a vulnerar su integridad intelectual. Por ello, el intelectual que ocupe un cargo oficial no será un buen político. Cuenta una anécdota de la política mexicana que en cierta ocasión un presidente invitó a un intelectual para que formara parte de su gabinete. A este Señor Secretario de Estado se le veía mañana, tarde y noche en los cafés discutiendo, en las librerías y en las bibliotecas ojeando libros y leyendo; jamás asistía a la oficina y recibía pocas llamadas. El resto de colaboradores se quejaron con el presidente; le llevaron el chisme de que este personaje nunca trabajaba. El presidente lo mando a llamar y le dijo: - Fulano! me dicen que nunca estás en tu oficina, que te la pasas en cafés y en tertulias continuamente. ¿Es esto cierto? ¿Qué no piensas trabajar? - Mire señor presidente, -contesto nuestro secretario intelectual- yo veo que en este gabinete hay suficientes personas que se dedican a trabajar y que casi nadie se dedica a pensar.

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III.

Michael Ignatieff sostiene lo siguiente: “el medio natural de un pintor es la pintura, el de un político es el tiempo, porque debe adaptarse continuamente a sus cambios repentinos, inesperados y brutales. Un intelectual puede estar interesado en las ideas y las políticas en sí mismas, pero el interés de un político reside exclusivamente en saber si el tiempo para una determinada idea ha llegado o no”. Ignatieff fue un intelectual que se convirtió en político por seis años. Durante su camino por la política fue perseguido, acosado y, finalmente derrotado por lo que Maquiavelo llamaba “fortuna”. Su experiencia podría servir de muestra para confirmar la tesis según la cual la incursión de un intelectual sí beneficiaría a la República, pero que a la vez no podría mantener su calidad de intelectual. Los intelectuales podrían ser buenos políticos, pero a riesgo de dejar de ser intelectuales. En su último libro, Fuego y cenizas, Ignatieff resume su experiencia como un intelectual que intentó ingresar a la liza del juego político, concluiríamos que efectivamente políticos e intelectuales no sólo son dos especies distintas del género humano, sino que son dos especies que no pueden sobrevivir juntas; antagónicas, casi enemigas. Para empezar, Ignatieff considera al intelectual como un personaje privado y reflexivo, despojado de lujos y comodidades, mientras que el políti-

co es persona pública, fría y estratégica. Dos mezclas que no sólo resultan diferentes, sino que al final tornan contradictorias e irreconciliables. El intelectual juega limpio, tiene ideales fijos y desinteresados, todo lo contrario a la clase política, que si bien, Ignatieff considera que no podrían sobrevivir sin principios, estos se vuelven maleables; dúctiles. En palabras del ex intelectual: “Cuando te olvidas de que posees un ámbito privado que quieres mantener a resguardo de la mirada pública pronto entregas toda tu vida a la política y te conviertes en tu propia sonrisa, en el gesto congelado de genialidad que la política exige. Cuando sucede esto, estás perdido”.

alusión a una cuestión de mera eficacia gubernamental, sino a la honestidad y la rectitud de un gobierno. Ignatieff, sin duda logró muchas cosas durante su gobierno en Canadá, sin embargo, con pesar recuerda que a pesar de todo lo ganado, de la ayuda y los beneficios sociales que haya logrado, a pesar de defender el liberalismo y la integridad, perdió algo que posiblemente jamás volverá: su calidad de intelectual.

Para Ingatieff, estás perdido en un doble sentido: estas perdido, primero, porque has dejado de ser lo que eres. Has perdido tu esencia original y te has convertido en un político. Parece que los políticos a diario pelean un conflicto interno entre sus verdaderos ‘yos’ y su carácter de político. La política, entonces, es el arte del esquizofrénico sin estar enfermo. Es el arte de saber controlar una doble personalidad. Pero también has perdido, porque el político que no tiene esta doble personalidad, ese ‘yo’ privado y el ‘yo’ público, no sólo es un mal político sino que también se convierte en un político malo; en un político cínico y deshonesto. “Si se gana con malas artes, es poco probable que se gobierne bien”, dice Ignatieff, esta frase está lejos de hacer únicamente

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IV.

Ya decía que Platón veía en el Rey filósofo al único capaz de curar las enfermedades de la polis. Independientemente de las razones que da Platón para designar a los filósofos como reyes, las cuales van desde cuestiones epistémicas como es el verdadero acceso a la verdad hasta razones raciales como que los filósofos son aquellos que han nacido con oro en las manos, lo que ahora nos interesa es la tesis de que los filósofos o los intelectuales no sólo pueden participar en los negocios de la polis sino que es su deber en tanto tales. Políticos e intelectuales son la suma de una misma cosa. No existe diferencia conceptual alguna entre ambos términos. De ahí que bajo las instancias de Platón la pregunta no se levante. No cobre sentido. Bajo las premisas de La República, hacerse la pregunta de si los intelectuales pierden su calidad de intelectuales al ingresar en la administración de los asuntos públicos es una tontería. No tiene cabida. Pues no sólo pueden ingresar y formar parte en la administración pública, sino que es parte de su labor innata. “Innata” es, además, la palabra correcta bajo los términos platónicos. Pues los individuos nacen ya con una vocación determinada, inscrita en su frente, designada por su destino. Las clases altas, los que nacen con las manos llenas de oro (no de plata, ni de bronce, ni de cobre) son aquellos que tendrán acceso al conocimiento. Por tanto, sólo serán “amantes de la verdad” (definición que Platón da de “filósofo”) aquellos que sean de clase alta; nadie

más. De esta forma se construye una aristocracia totalitaria de justificación naturalista. El naturalismo y la noción aristocrática las acabamos de ver. En qué consiste su visión totalitaria.

Las enseñanzas de Homero tuvieron eco y las vemos reflejadas más tarde en las obras de Esquilo, Eurípides y Sófocles, quienes inician el conocido “pesimismo griego”. Me refiero a esa perspectiva que nos dice que Eran fuertes las razones que tenía es diversión de los dioses ponernos a Platón para designar a los amantes prueba continuamente y que, por ello, de la verdad como reyes. Platón en ante la tragedia no hay nada más que el libro X de La República argumen- hacer que el “soportarla”. Esa persta a favor de prohibir la lectura de pectiva pesimista de la vida y de los los “falsos poetas”. De aquellos que valores que todavía hoy en día enconsegún Platón sólo sirven para envene- tramos arraigada en nuestra literatura nar la mente de los jóvenes y ayudan y filosofía y que debe de permanea que los individuos aprendan a du- cer ahí para seguir siendo cultivada. dar de sus dioses. Las lecturas deben ser controladas y cuidadas por los Acá, con Platón, vemos el surgimienreyes de la polis: los filósofos. La to de lo que después se conocerá como educación y el adoctrinamiento de la perfeccionismo moral. Bajo esta propoblación están en sus manos. Gre- puesta no hay democracia que tenga cia está en crisis. La sociedad griega cabida. La verdad es una y es labor está desorganizada y en decadencia, del filósofo conocerla e imponerla. está enferma y requiere de un medi- Obviamente la voz de los ciudadanos camento. La penicilina social consiste no es de interés. Las decisiones disen erradicar visiones que pretendan cutidas y deliberadas tampoco, no poner fin a la fe en los dioses y pon- tiene sentido pues sólo algunos conogan en duda su adoración. El ejem- cen la verdad y esta es única. En la plo que da Platón es el de Homero. actualidad, estoy convencido de que una democracia no se sometería a los Bajo el prisma platónico, las razones marcos platónicos (al menos, eso me son claras. Homero, como sabemos, gustaría pensar), sin embargo, es váa dibujado a los dioses del Olimpo lido preguntar si en la democracia un como caprichosos, contradictorios, intelectual vería por los intereses soegoístas y pasionales. El surgimien- ciales; por los intereses de los demás: to del sentido trágico de la vida se sean éstos genuinos o aparentes, o eslo debemos a él. Como también le tará más preocupado por la búsqueda debemos una imagen del ser humano de la verdad. La enseñanza platónica como agente capaz de retar a los dio- es importante: la elección política ses; Aquiles con su arrogancia reta de un intelectual, es elegir porque Apolo y Ulises, en su regreso a Ítaca, las decisiones se hagan a través del los vence a base de astucia y engaños. “método” y no a través de la voluntad. *** 33


Sea cual sea la respuesta que elijamos, lo cierto es que la pregunta planteada no es baladí. Los intelectuales, desde el J’ accusse de Zola, incluso antes, cuando todavía no existía el término pero sí los personajes, han jugado un papel fundamental en la construcción de las sociedades modernas y sobre todo en guiar y limitar el poder político. Desde la crítica directa, frontal y valiente ante regímenes claramente injustos, hasta la producción de ideas y programas sociales que implicaron cambios importantes para las sociedades modernas: tanto el socialismo como el liberalismo (y la mayoría de los ismos) con sus consecuencias normativas y prácticas son, en alto grado, productos y reclamos que la intelectualidad ha producido. Aquellas personas que reconocemos tras la etiqueta de “intelectuales”, o

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que incluimos dentro de las filas de la intelectualidad, durante los siglos XIX e inicios del XX, en su gran mayoría pertenecían a los círculos sociales más afortunados y por ende con un alcance político cierto y determinado. Piénsese en nombres como el de Rousseau, Montesquieu, Karl Marx, Federico Engels, Jean Paul Sartre, Michel Foucault, Oscar Wilde, Bertrand Russel, Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset, Octavio Paz, Enrique Krause, Mario Vargas Llosa, entre muchísimos otros. Hasta cierto grado, todo ellos han tenido roces directos con el Poder. Eran miembros de los más altos estratos sociales, de aquellos que tenían acceso no sólo a la educación, a los círculos más exclusivos de discusión (como las universidades privadas, los colleges y las fraternidades), y a conversar con las mentes más privile-

giadas y las dueñas del poder político. De alguna forma, es imposible pensar la intelectualidad sin sus relaciones con el poder, como sería imposible pensar el andar de la política sin los insumos de la intelectualidad; incluso, dentro de una democracia.


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CULTURAL / SEMBLANZA

Frans Hals Texto: Elisa Rosas Madrueño | Editorial Orígenes

Recuerdo muy bien cómo conocí las pinturas de Frans Hals. En la habitación de huéspedes de la casa de mis abuelos, encima de la cabecera de la cama había una cruz de madera obscura y a su lado la pintura de un niño sonriente con un marco de madera obscura también. Siempre que miraba esa obra inmediatamente yo también sonreía, era algo contagioso, como un bostezo. Muchos años después, fui a todas las bibliotecas donde podía encontrar libros de arte para poder buscar ese cuadro y saber quién lo había pintado, -cabe mencionar que no eran los tiempos donde Google solucionaba todo de manera inmediata- recuerdo también que me encontraba en una fase de mi adolescencia donde disfrutaba los cuentos de Hans Jürgen Press, y me gustaba imaginarme dentro de una de las muchas aventuras de “la mano negra”. Entonces, casi todas las tardes me salía a buscar pistas para resolver el misterio: ¿Quién era el autor del la pintura de la casa de mis abuelos­? Posteriormente, llegó a mis manos un libro de pintura flamenca, y en una de las obras reconocí, los que me parecieron los mismos rasgos del niño sonriente, sólo que en esta otra imagen se veía un poco más maduro ya un joven, con un sombrero rojo de larga pluma, sosteniendo un cráneo

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con la mano izquierda. Pensando que tal vez era el mismo personaje, por fin, obtuve un nombre: Frans Hals. Hals fue un pintor neerlandés nacido en Amberes, (en ese entonces parte de Países Bajos), educado en Haarlem. Un retratista fuera de serie; sabía capturar las emociones de manera natural. Expresiones de sorpresa, alegría, curiosidad o fatiga, todas mostrando el lado más humano de sus modelos. A veces parecen fotografías donde en un segundo lograba capturar una impresión efímera y atraparla para siempre. Desarrolló su arte en la última mitad del s. XVI y la primera del XVII; considerado por Gombrich: “barroco, con pincelada impresionista”. La rapidez y modernidad de sus trazos son notables y originales sobre todo si se compara con sus contemporáneos: Rembrandt, Caravaggio y Velázquez. Hay muy pocos textos que nos hablen de la biografía de Frans Hals y no he podido encontrar algún dato que me ayude a descifrar su carácter. Muchos académicos mencionan su pincelada y la posibilidad de que utilizara algún sistema de ilusión óptica en donde sus modelos quedaran plasmados y él posteriormente, desarrollara sus obras copiando esa imagen en algún lugar impresa. Otros niegan total-

mente la posibilidad de esa teoría, ya que la característica principal de sus trazos es la precisión y rapidez. No pretendo hacer una crítica de la luz o las características técnicas de sus obras. Lo que me interesa es el factor de las emociones reflejadas: Un hombre que bebe y nos ofrece un trago, una mujer tímida que parece estarse sonrojando en ese mismo instante, enamorados en una fiesta: ella lo mira a él y él a nosotros, un grupo de hombres soldados y/o guardias, posan orgullosos; hermanos que juegan, un niño que sonríe. En el museo Mauritshuis en La Haya, siempre es difícil poder contemplar a solas las obras de Rembrandt o la joven de la perla. Entonces, mientras los turistas se disipan me gusta dedicarle tiempo a cuadros que nadie parece prestar atención. Grande fue mi sorpresa y muchas mis emociones, cuando por fin me encontré cara a cara con el mismo niño de la casa de mis abuelos. Fue como volver a ver a un amigo de la infancia y como siempre, al verlo sonriendo yo también sonreí. En los Países Bajos podemos admirar gran parte de sus obras en el Frans Hals Museum en la ciudad de Haarlem, otras tantas en el antes mencionado museo Mauritshuis en La Haya y también en el Rijksmuseum en Ámsterdam.


NiĂąo riendo. Frans Hals hacia 1625. Mauritshuis La Haya. Foto: www.wikipedia.org

Joven sosteniendo una calavera. Frans Hals hacia 1626. National Gallery de Londres. Foto: www.wikipedia.org

Caballero sonriente. Frans Hals hacia 1624. ColecciĂłn Wallace Foto: www.wikipedia.org 37


CULTURAL

Tratados de un sueño Texto: Mario Arturo Robles | Escritor mexicano y colaborador de Orígenes

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o único capaz de transportarme a las sensaciones, más no a los recuerdos precisos, de la narrativa que me acosaba en los sueños, eran los violines y las percusiones de la música clásica que escuchaba en silencio. Se repitieron, hasta el malestar físico, las mañanas en las que despertaba envuelto en melancolía y misterio, producto de las intensas tormentas de alguien que profundiza en sus sueños. De niño, la vividez del inconsciente me permitía sumergir el alma lucida en la introspección que implica la fantasía; de adulto, con el paso del tiempo, la fantasía sucumbió ante la realidad, trasmutando el privilegio de las horas de descanso en lo que parecían eternas ficciones subliminales. El alma venció al cuerpo, y ahora me encuentro escribiendo de ello. Mientras la mente lidiaba con sus propios demonios, ahí, muy en el fondo del hipotálamo y la corteza cerebral, o en paralelos metafísicos incomprendidos por el hombre, el cosmos trataba de comunicarse conmigo, sin embrago me era imposible traducirlo. Durante años, incansablemente, creí acercarme a las ontologías de mis noches; no entendía por qué seguía escribiendo, supongo que escribía exactamente para saberlo. Investigué cada rama del conocimiento que ahondara

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en los sueños; entrevisté a diversos psicólogos, lo mismo con chamanes, pacientes, neurólogos. Leí, al grado de soñar las lecturas, cualquier cantidad de manuscritos y textos científicos; me sometí a los procedimientos habituales para esta extraña enfermedad; se analizaron suficientes encefalogramas y llegué a la conclusión de que el padecimiento requería una visión holística, no un esquema cerrado. Y fue precisamente divagando entre las aguas de este intenso soñar, que me perdí a mi mismo, trastabillando con un sinfín de cuestionamientos capciosos e intrascendentes. La incoherencia se notó en mis escritos y nubló la única parte de mi vida que marchaba con decencia, la literatura. Es altamente peligroso el exceso de surrealismo para tejer esas leyes que ratificamos como ciertas, porque cuando uno experimenta con su propia persona, intercalando el enfoque para alterar la objetividad, tiende a desorientar la única capacidad que nos permite ver con claridad, la templanza. Se reprodujeron los violines y las percusiones de la música clásica que escuchaba en silencio, más nunca pude definir las partituras que acompañaban mis sueños. Evidentemente, y como sucede con cualquier ser sin rumbo que ha perdido lo mate-

rial y lo amoroso, la perspectiva sobre todo, mi compañía humana se diluyó como el recuerdo de lo que era: espectros nerviosos expuestos a la manipulación de uno mismo. Descansé, dejé de escribir y dejé de soñar intriga, por un periodo indefinido. Encontré otro trabajo, uno que lucrara por mi esfuerzo físico y bloqueara los afanes de mi Yo mental, ese sujeto y esa neurona que pretendían vivir en dos o más dimensiones al mismo tiempo. Las pesadillas se tornaron comunes, pero fue la poca sustancia entre sus líneas lo que me mantenía despierto por las noches. Privé de estimulación alguna a mi padecimiento crónico, me alejé del cine y del teatro, de mi música favorita, del ansiolítico que me resultaba consumir y crear literatura. Así pasaron cuatro años, como el reojo de un sedante burdo y rutinario. Todo se resume a las últimas horas lúcidas que cuento por escrito. Era un viernes de mucho trabajo en la oficina, me quedé hasta tarde en una de esas juntas sociales donde los directores aprovechaban para poner en práctica sus discursos motivacionales. El zumbido de la bombilla de luz blanca en la sala de juntas me entraba por la vista y me retumbaba en la


El jardín de las delicias. (El infierno, detalle. ) Jheronimus Bosch, 1500-1505. Foto: www.wikipedia.org

cabeza, conduciéndome poco a poco a la neurosis y a la histeria. Dieron las nueve de la noche y escapé hacía la calle, agotado, pero más que nada malhumorado. La ligera brisa me invitó a caminar de regreso a casa, proceso en el cual satisfago el ansia del cuerpo para dejar la mente libre, pensando en movimiento. Debí de suponerlo por la humedad en el ambiente, la brisa se tornó en llovizna y la llovizna se tornó en granizo, orillándome a buscar refugio, a medio camino, debajo de un puesto de periódicos. Paré un taxi, me subí y le indiqué al chofer la dirección de mi destino, antes de que el chofer pudiera preguntármela. Avanzábamos a buena velocidad por la avenida, la tormenta se impactaba en el parabrisas, bloqueando la visión del conductor y la mía. Las luces de la ciudad se distorsionaban a través de los cristales empañados, y, aun con todo en contra para conducir correctamente, el chofer siguió acelerando en línea recta, todo él muy serio y temerario.

la boca del estómago y me hizo sentir una paz inmediata, contradicción que indicaba la presencia de una epifanía, una memoria, un déjà vú…

Pensé en bajarme del taxi ante el descubrimiento de las anomalías en la física de lo acontecido: El conductor no respondía a mis preguntas, y ocultaba su rostro desde un ángulo ciego; dos pasajeros anónimos incapaces de comunicarse con el otro. Faltaba la ventilación, mi presión decayó al grado de la somnolencia. Incrustado en el asiento trasero, la gravedad sometía los impulsos desesperados de mi cuerpo; pánico a momentos, catarsis y conciencia profunda deformando las barreras del tiempo. Las palabras más cercanas a la descripción del hecho: el efecto de una morfina deliciosa; pérdida de oxígeno momentánea que te transporta del delirio al desmayo y viceversa; fenómeno totalmente opuesto al sonambulismo, repentino colapso en donde la psique se traslada, dejanNo podría asegurar si la mezcla de do al cuerpo indefenso en el reposo. sonidos provenía del estéreo de aquel hombre o de la locura que se coci- Ese cuerpo, ese rostro, ese Yo, esa naba en mi cabeza, a pesar de ello, persona, esa ilusión y esa realidad, podía escuchar nítidamente los vio- se disiparon junto con el taxi y la lines y las percusiones de la música avenida que se suponían guiarme, clásica que solía escuchar en silen- sano y cuerdo, al interior de mi guacio; la coincidencia me estremeció rida. Recuerdo, con muchísimo amor

y nostalgia, los padres que me criaron y que vi morir; tengo presente el camino, los vicios, los motivos y las memorias de una vida que, al parecer, nunca sucedió. Desperté, después de la oscuridad de un buen descanso, en una habitación que no hacía sentido con mi nombre y apellido; el tocadiscos reproducía los violines y las percusiones de la música clásica que, ahora, ya toma sentido. El espejo me demostró que mi identidad seguía siendo la misma, mis pensamientos lo corroboraron y el tiempo lo reafirmó. Las circunstancias de mi nueva vida fueron fortuitas. Gozo de una hermosa familia, una esposa, una hija. Finalmente, encontré en el balance una rutina y soy dichoso de compartirlo con el mundo. La felicidad, o por lo menos su búsqueda, se presentaba ante mi como algo posible. Pero todavía, en el fondo de mis miedos, existe el presentimiento y la tremenda duda de seguir sentado en aquel taxi, camino a casa, atrapado en un sueño tan magnífico que desafía las leyes de la lógica. No puedo evitar pensar en lo frágil que es mi objetividad, sintiéndome fragmentado por dos lugares al mismo tiempo. ¿Despertar en la vida que soñé o vivir la vida que estoy soñando? Esa duda crece y se desarrolla. Ya estado aquí antes.

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