A fines del año 2005, Capital Intelectual convocó a un equipo de probados periodistas (Luis Sicilia, Hernán Brienza, Cristina Noble, Catriel Etcheverri, Sergio Góngora y Daniel González) para encarar un desafío sin antecedentes: las colecciones de Fundadores de la Izquierda Argentina y la Izquierda Latinoamericana.
Che Guevara DESDE LA HISTÓRICA ALTURA Luis Carlos Prestes CABALLERO DE LA REVOLUCIÓN Raúl Sendic EL PRIMER TUPAMARO Salvador Allende LA REVOLUCION DESARMADA José Carlos Mariátegui UN MARXISMO INDÍGENA Camilo Torres SACRISTÁN DE LA GUERRILLA Rafael Barrett UNA LEYENDA ANARQUISTA Augusto Sandino UN JINETE CONTRA EL IMPERIO José Martí LA PRIMERA REVOLUCIÓN CUBANA Emiliano Zapata INSURRECCIÓN A LA MEXICANA Luis Emilio Recabarren EL SUEÑO COMUNISTA Farabundo Martí REBELIÓN EN EL PATIO TRASERO
Entre los Fundadores de la Izquierda Argentina no podían faltar aquellos socialistas originales que fueron Juan B. Justo y Alfredo Palacios, aquel anarquista indomable y violento que fue Severino Di Giovanni y esos foradores de cuadros políticos que fueron Liborio Justo y Silvio Frondizi. Tampoco Victorio Codovilla y su ortodoxia stalinista, ni las variantes tan distantes del trotskismo, que van desde el sueño internacionalista de Nahuel Moreno hasta la fundación de una izquierda nacional como la que hizo realidad Jorge Abelardo Ramos. No falta por cierto la expresión de la izquierda armada, sintetizada en John William Cooke y Mario Roberto Santucho. Ni los dos grandes representantes de la izquierda en el movimiento obrero: René Salamanca y Agustín Tosco. Están todos. Distintos en sus concepciones, iguales en su lucha y su pasión. Fundadores, ideólogos, líderes, referentes, finalmente hijos del pueblo.
En el caso de la Izquierda Argentina, el resultado de esa fecunda tarea llegó a los lectores a lo largo del 2006, y contó con el aporte invalorable de prologuistas de la talla de Osvaldo Bayer, José Pablo Feinmann, Juan Carlos Portantiero, Alberto Methol Ferré, Hermes Binner, Vilma Ripoll, Alberto Piccinini, María Seoane, Andrew Graham-Yooll y Horacio Tarcus, entre otros. La repercusión editorial alcanzada impulsó el desarrollo del actual compendio: una reelaboración de los mejores textos en una presentación conjunta que facilita la lectura y la interrelación de los protagonistas.