ENCUENTROS CON LAS
MONTAÑAS Relatos sobre la resistencia humana en las paredes más desafiantes y misteriosas de la Tierra
Stephen Venables Prólogo de sir Chris
Bonington
Fotografía 1: Eric Saggers en el espolón oeste de Denali, la montaña más alta de Norteamérica.
Título original: Meeting with Mountains
Como fondo, otro de los gigantes de Alaska, el monte
Diseño: Tony Cohen
Foraker.
Traducción: Silvia Gómez Castán
Páginas 2 y 3:
Especialista en montañismo
Twilight en las famosas montañas de Sola Khumbu, Nepal. A la izquierda,
Coordinación de la edición en lengua española: Cristina Rodríguez Fischer Primera edición en lengua española 2007
iluminadas por los últimos rayos del sol, aparecen tres de las cinco montañas más altas del mundo: Everest, Lhotse y Makalu.
© 2007 Naturart, S.A. Editado por BLUME Av. Mare de Déu de Lorda, 20 08034 Barcelona Tel. 93 205 40 00 Fax 93 205 14 41 E-mail: info@blume.net © 2006 Cassell Illustrated, Londres © 2006 del texto Stephen Venables
Justo en el centro, se encuentran la cimas del Cholatse y Taweche, de menor altura, pero de igual espectacularidad.
I.S.B.N.: 978-84-8076-726-2 Impreso en China Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorización por escrito del editor. CONSULTE EL CATÁLOGO DE PUBLICACIONES ON LINE INTERNET: HTTP://WWW.BLUME.NET
Contenido Prólogo 7 Introducción 8
EUROPA Mont Blanc Walter Bonatti (1961) El pilar mortal Finsteraarhorn Gertrude Bell (1902) Una formidable pared para una formidable mujer Eiger John Harlin III (2005) Seguir los pasos de su padre Vågakallen Martin Ekroll/ Angel Johannesen (1889) La travesía de la tierra de los trolls
NORTEAMÉRICA Monte Deborah John Barry et al. (1983) Una cinta en el extremo Monte Lucania Bob Bates/ Bradford Washburn (1937) Sobrevivir con ardilla Monte Logan Erik Bjarnason/ Don Jardine/Alex Snigurowicz (2005) Atrapados en el monte Logan Monte Waddington Don y Phyllis Munday (1925) La montaña Misteriosa del Coast Range North Twin Barry Blanchard/ Dave Cheesmond (1985) Altura transparente El Capitán Lynn Hill (1993) En libre en la vía de escalada en la roca más famosa del mundo
SUDAMÉRICA Autana Anne y John Arran et al. (2002) El árbol de la vida Chacaraju Lionel Terray (1956) Dulces cristalinos
12
18 22
28
34
Monte Sarmiento Alberto de Agostini (1913-1956) Una vida en la Patagonia
Everest Robert Anderson/ Paul Teare/Stephen Venables/ Ed Webster (1988) Cuatro en la cara Kangshung
136
AUSTRALASIA Pirámide de Ball Greg Mortimer/ Keith Bell (1973) Montaña en el océano 82
El Ogre Chris Bonington/ Doug Scott (1977) Arrastrarse en la tierra
142
Aoraki/Monte Cook Phil Doole/ Mark Inglis (1982) Pesadilla en el hotel de Pico Intermedio
Nanga Parbat Reinhold Messner (1970) Destino y obsesión en la montaña desnuda
148
K2 Jim Wickwire (1978) El último peldaño
154
Gasherbrum IV Voytek Kurtyka/ Robert Schauer (1985) La Shining Wall
160
102
Yamandaka Mark Richey/ Mark Wilford (2001) En la cuerda floja
164
108
Nanda Devi Noel Odell/ Bill Tilman (1936) Madre diosa del Santuario
168
Changabang Andy Cave/ Mick Fowler/Brendan Murphy/ Stephen Sustad (1997) La montaña brillante
172
Kangchenjunga Marko Prezelj/ Andrej Stremfelj (1991) El tesoro de las cinco nieves
178
Monte Huiten Lindsay Griffin/ Julian Freeman-Attwood/ Ed Webster (1992) La gran huida mongol
182
ÁFRICA Monte Kenya Ian Howell (1971) Hielo en el ecuador
40
44
Blouberg George Mallory/ Kevin Smith (1989) La montaña azul del Transvaal
52
56
62
86
Pirámide Carstensz Heinrich Harrer (1962) Retorno a la Edad de Piedra 92
Margherita El duque de Abruzzi (1906) Las montañas de la Luna
48
76
ANTÁRTIDA Monte Carse Duncan Carse (década de 1950) La isla en el extremo del mundo Monte Erebus Douglas Mawson (1908) Hielo hirviendo Kubbestolen Cestmir Lukes/ Irene Oehninger (1999) Los primeros humanos
98
114 118
122
Pico 4111 Catherine Destivelle/ Erik Decamp (1996) Una pareja en situación comprometida en el inmenso sur blanco
126
ASIA Everest Tenzing Norgay/ Edmund Hillary (1953) Una vida de peregrinaje hasta el Chomolungma
132
66
Cerro Torre Cesare Maestri (1959-1971) Un embaucador, ¿o un héroe calumniado? 70
Glosario 188 Fuentes 188 Índice 189 Agradecimientos 192 Créditos de las fotografías 192
Finsteraarhorn Altura 4.273 m. Localización Berner Oberland, Alpes suizos. Origen del nombre Finster significa «oscuridad». El río Aar, tributario del Rin, fluye desde el lado este de la montaña. Así que significaría: La montaña oscura del Aar.
Primer ascenso 10 de agosto de 1829: Jakob Leuthold/Johann Währen por la arista noroeste. Otras rutas clave: Arista sureste 1876: H. Cordier y otros. Arista noreste 1904: Gustav Hasler/Fritz Amatter. Arista este 1929: O. Brügger/ H. Winterberger/H. Kohler.
Datos de interés El Finsteraarhorn es la montaña más alta de la región alpina llamada Bernese Oberland (por su proximidad a la ciudad suiza de Berna). Su cima constituye una línea divisoria de aguas: las nieves de su vertiente noreste se funden en el Aar, y desembocan en el Rin, que fluye al mar del Norte. Su cima suroeste se funde en el Ródano, que fluye hacia
el Mediterráneo. Los guías que hicieron posible el primer ascenso trabajaban para el científico suizo Franz Joseph Hugi. Otro científico relacionado con el Finsteraarhorn fue Louis Agassiz, quien en 1841 pasó tres semanas acampado en el glaciar que hay debajo de la montaña. Luego emigró a América, donde se convirtió en profesor de Harvard.
Los primeros alpinistas buscaban las rutas más sencillas hacia las cimas. Pero, cuando todas las cimas alpinas se conquistaron, los alpinistas comenzaron a centrar su atención en las rutas más difíciles y duras, en particular las heladas y empinadas caras norte. Hasta la década de 1930, prácticamente ninguna de las más impresionantes caras norte fueron conquistadas. Pero una, la cara norte del Finsteraarhorn, se intentó en 1902. Se trató de una escalada avanzada e innovadora para la época, e incluso aún más remarcable en aquellos días, al ser obra de una mujer.
Una formidable pared para una formidable mujer Gertrude Bell (1902)
G
ertrude Bell era arqueóloga y diplomada en estudios
–y en las generaciones sucesivas de alpinistas– fue un
orientales y pasó buena parte de su vida viajando
intento, finalmente fallido, de escalar la cara noreste
por Oriente Medio. El Museo de Bagdad fue su legado. Como también lo fueron las disputas por la frontera del
del Finsteraarhorn. El Finsteraarhorn es el pico más alto en Bernese
moderno estado de Iraq, que ella ayudó a establecer después
Oberland y, sin duda, el más hermoso –una espectacular
de la primera guerra mundial. Se dice que un jeque árabe
aguja que corona el valle Aar. Lo más impresionante
comentó después de un encuentro con ella: «Si las mujeres
de esta aguja son sus 1.000 m de altura en la cara norte,
británicas tienen esta resistencia, ¿cómo serán entonces
dominada por un único espolón o arista. Hacia 1902,
los hombres?».
varios ambiciosos alpinistas habían intentado su ascenso,
Era bastante obstinada. Y su inmenso talento también
pero ninguno lo había conseguido, lo que lo convertía
abarcaba el alpinismo. En 1899, hizo lo que entonces se
en un projecto del futuro y peligroso. Así hablaba Gertrude
consideró una singular travesía de la Meije, en los Alpes
Bell en una carta a su hermano: «La arista, la única que
franceses. Tras visitar de nuevo los Alpes en la temporada
siempre ha sido objeto de discusión, se alza desde el glaciar
de verano de 1901 y 1902, concentró su formidable energía
en una serie de impresionantes gendarmes y torres, que
en Bernese Oberland. Se trata de un celebrado macizo en
conforman tal ángulo en la empinada vertiente de la
el corazón de Suiza, que alberga cimas tan famosas como
montaña que uno se pregunta cómo se mantienen en pie,
Eiger, Jungfrau y Wetterhorn. Pero Gertrude Bell era
aunque apenas pueda decirse eso, ya que las magníficas
entendida en temas esotéricos –una verdadera exploradora–
puntas parecen estar continuamente balanceándose y a punto
y había elegido inscribir su nombre en alguna de aquellas
de precipitarse sobre los couloirs. El juego había comenzado
oscuras y vírgenes paredes y aristas del macizo.
cuando nos dirigimos hacia ella una hora después del alba».
Como muchos pioneros británicos de aquella época,
Era la mañana del 1 de julio de 1902. Los enormes
contrató guías locales, y realizó todas sus escaladas en
bloques, temporalmente congelados en el lugar por la helada
aquella zona con los hermanos Ulrich y Heinrich Fuhrer.
de la noche, comenzaban a resultar inestables cuando Bell
Este grupo alcanzó diversos primeros ascensos, pero
y los hermanos Fuhrer recorrían un goulotte para alcanzar
la escalada que más impresión había dejado en Miss Bell
el espolón que, en cambio, parecía seguro. Trabajaron todo
| 19
o introduce en una diminuta fisura en la superficie de la roca. Una clavija o skyhook es una diminuta clavija con un precario cabestrillo para el pie. Phil Burke estuvo tambaleándose al límite de lo posible. Ocurrió lo mismo cuando un grupo italiano en 1995 se enfrentó al ascenso por la cara suroeste, y, en 1999, cuando dos austríacos intentaron ascender la cara norte por otra línea. Los tres intentos fallaron al proceder a ascender la arista final del champiñón. Entre todos ellos, recorrieron prácticamente todo el terreno que Maestri, en su confuso relato, había afirmado escalar ya en el año 1959. No sólo se trataba de la fenomenal dificultad de la pared, sino que no había rastro alguno del pasaje de Maestri, incluso en la ruta austríaca, que se correspondía casi exactamente a una de las líneas que Maestri había captado en una fotografía. Algunos alpinistas mantuvieron que creer en aquel primer ascenso era un asunto de confianza, de asumir un comportamiento honorable. Incluso a finales de la década de 1990 todavía se intentaba probar que Cesare Maestri y Egger pudieron completar el increíble ascenso de 1959, una auténtica proeza en su tiempo. Otros fueron menos indulgentes. Un hombre en particular, Rolando Garibotti, estaba determinado a probar que la ascensión de Maestri había sido una invención. Natural de Patagonia, Garibotti comenzó a escalar a una edad temprana y estaba muy familiarizado con el Cerro Torre. Garibotti estaba convencido de que Maestri era un fraude. En 2004, publicó en el American Alpine Jounal Otra de las fotografías de Garibotti de la ascensión de 2005, donde se muestra la naturaleza brutal y difícil del terreno de la ruta que Maestri reclama como primera ascensión en 1959.
finalmente, el enigma de Maestri y descubrieron que la
en el Cerro Torre en 1959. Tras basarse en el conocimiento
ligera nieve que, en empinado ángulo, se desmorona
de todos los escaladores que habían pisado el vertical terreno
simplemente con el tacto. Por debajo de esa capa, la roca
que reclamaba Maestri –y comparar la evidencia de lo que
presenta algunas presas o fisuras. Y el único hielo estable
vieron sus ojos con los inconsistentes relatos facilitados
tiende a hallarse
por Maestri y el único testigo vivo, Fava–, Garibotti
en esas fisuras. En 1981, dos escaladores británicos casi
demolió los escasos argumentos que les quedaban
consiguieron alcanzar la cima de la pared de Maestri.Uno
a los románticos apologistas de Maestri. El hombre,
de ellos, Phil Burke, describía así un largo típico: «El grado
sencillamente, había mentido.
sería de un moderno ED3 o 4, con extensos largos de roca
Uno de los rapels en el descenso en una de las escasas secciones fáciles de la ruta.
74 | Sudamérica
un análisis detallado y brillante de los acontecimientos
capa blanca era una simple quimera –una efímera capa de
Él y Egger, al inicio apoyados por Fava, habían
estándares, largos de hielo especialmente difíciles que oscilan
escalado los primeros 300 m hasta el depósito de material.
de unos 70 grados a desplomes, así como un largo en dry
Sin embargo, en algún punto, probablemente en el depósito
tooling, donde me encontré colgando de un gancho buscando
de material, Egger había muerto, quizás debido a una
una buena presa. El promedio del ángulo de la pared
avalancha, tal y como Maestri explicó en su momento.
es superior a 70 grados».
Pero, lo más probable fue que no avanzaran más,
Un ED4 representaba el estándar de escalada en roca en el año 1959. El dry tooling es una técnica de terreno mixto en hielo y roca, donde la punta del piolet se clava
y que nunca llegaran al collado de la Conquista, y aún es más improbable que alcanzaran la cima. El caso lo cerró, finalmente, en enero de 2006, Rolando
Garibotti, acompañado por dos escaladores excepcionales, Ermanno Salvaterra y Alessandro Beltrani. Su objetivo consistía en escalar con bastante rapidez, en un único intento, la línea por la que en 1959 se suponía que se había alcanzado la cima. El primer intento resultó fallido por las condiciones meteorológicas. Se retiraron a la comodidad del campamento base en el bosque patagónico. Como todos los veteranos del Cerro Torre, estaban acostumbrados a aquel juego frustrante de la espera, a veces durante semanas, hasta que, en un breve período de tiempo, el clima resulta favorable. Esa vez tuvieron su oportunidad. Con sus buenas condiciones físicas y su indudable capacidad técnica, pudieron enfrentarse a la ruta, pasaron por el collado de la Conquista y siguieron por la cara norte. Como Garibotti afirmó algún tiempo después: «Sólo existen algunas líneas naturales –fisuras, formaciones– que conducen hasta la cima. Para poder acceder a ella con éxito, el alpinista debe escoger en su ruta la línea que ofrezca menos resistencia». Como los anteriores grupos de los años 1981, 1995 y 1999, este equipo no encontró resto alguno de los sesenta spits que Maestri decía haber dejado. Siguieron una línea ligeramente diferente a la de sus predecesores, de manera que no quedó esquina alguna sin explorar en la pared. Y pese a su excelente técnica y al equipo moderno, encontraron la escalada muy dura. Según Salvaterra, Garibotti guió a una velocidad de misil. Con su amplia experiencia en la escalada patagónica, consiguió encontrar un camino hasta el champiñón final, y, al anochecer del segundo día, los tres hombres alcanzaron, no sin esfuerzo, la cima en el Cerro Torre. Se trató del ascenso más rápido completado hasta el momento en una nueva ruta en el Cerro Torre. Y fue el primer ascenso de la línea que se había reclamado como primer ascenso cuarenta y siete años antes. Maestri estuvo muy cerca de la cima en su ascenso por la arista sureste en 1970. Pero debemos asumir que en 1959 apenas despegaron del suelo. Cabe destacar que, en la actualidad, Rolando Garibotti se siente complacido al señalar que los libros de historia deberán reescribirse para dar crédito al grupo de Lecco, formado por Daniele Chiappa, Mario Conti, Casimiro Ferrari y Pino Negri, quienes el 13 de enero de 1974 completaron su ruta desde el oeste. Ellos, y no Maestri y el pobre Egger, fueron los primeros en poner los pies en la cima de esa montaña tan hermosa y peligrosa
Cerro Torre | 75
ISBN 978-84-8076-726-2
9
788480 767262