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Los intelectuales orgánicos: Una mirada desde la filosofía política de Antonio Gramsci

La historia no es simplemente la narración o reconstrucción de hechos; es la cuidadosa selección de eventos pasados y presentes para legitimar la verdad y asegurar la dominación en el futuro. Aquí radica la base de una dictadura

En el contexto de la intelectualidad mexicana, dos figuras contemporáneas como Antonio Lewis y José Wincoot, se vislumbran importantes para el pensamiento que se erige como una mirada crítica hacia los gobiernos en turno. Uno de estos intelectuales se considera intelectual orgánico por el gobierno y desempeña un papel fundamental en el análisis y la influencia del devenir político y social de México. Sin embargo, el concepto de “intelectual orgánico” en Gramsci tiene una connotación diferente de la definición que expresa el presidente. Este artículo reflexionará en el panorama de la intelectualidad mexicana a través de una visión crítica y fundamentada. Estos intelectuales buscan incidir en la opinión pública y contribuir a la transformación de la sociedad mexicana.

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Es relevante adentrarse a la finalidad del intelectual en un mundo contemporáneo donde sus reflexiones se ven desafiadas hoy en día, por la inteligencia artificial, y por la actitud crítica que escasea en la formación de ideas. Niklas Luhmann, considera que un gobierno político, en principio, es un sistema, que se autorreferencia (Nafarrate, 2009) así los procesos políticos, sus vínculos y su poder, no se terminan en tanto que, como un desarrollo cíclico, se mantenga vigente por sí mismo.

El intelectual pertenece a este sistema mundo, mismo que lo provee de herramientas para su análisis tanto a favor de un gobierno como en contra. Careaga (1971) señala que los intelectuales militan en una ideología desde su propio marco de referencia. Sin embargo, cada producción intelectual tiene un límite fijado por la es- critura y su resonancia. Es de todos sabido que las políticas de un partido político hegemónico en México en los años 80 y 90 del siglo XX limitaban a los intelectuales que estaban en contra de ciertas prácticas políticas y daban espacios en programas de televisión a los intelectuales aliados de un gobierno. ¿Acaso no se piensa en Maquiavelo, literatos importantes en México (sin dejar a los filósofos como Leopoldo Zea) haciendo el juego al gobierno? No se juzga si está bien o no, sino que se muestra que la intelectualidad a veces está peleada con un gobierno y otras, aliado.

Se han usado nombres ficticios: Antonio Lewis y José Wincoot para ilustrar en un contexto determinado al lector. Quien ha hecho un análisis exhaustivo de la política mexicana, sabrá que independientemente de lo ficticio de los nombres en realidad se trata de figuras cruciales de la política mexicana.

Hoy en día se nombra “intelectual orgánico” al intelectual que pertenece o es aliado de grupos de poder para desestabilizar a gobiernos legítimos. José Wincoot, es uno de estos intelectuales, según se menciona desde el gobierno actual, porque intenta con sus críticas desestabilizar a un gobierno, además, se les ha catalogado como emisarios del neoliberalismo Wincoot ha ocupado cargos importantes en instancias gubernamentales, sus resultados, están en función a qué tanto beneficia un gobierno o no, si beneficia, es aliado, si no beneficia es parte del conservadurismo político. Por otro lado, Antonio Lewis, joven, egresado de una de las universidades más caras de México, encabezó en su juventud un movimiento estudiantil que tenía como objetivo, analizar los procesos electorales y hacer un reclamo social al candidato, en aquel entonces, del

Partido Revolucionario Institucional. Consiguió espacios en la empresa TELEVISA, hasta llegar a las jerarquías políticas del gobierno en turno.

Antonio Lewis, al contrario de Wincoot, recibió elogios por el apoyo al candidato (en ese entonces) desde luego el gobierno lo ha mirado como su aliado y escudo ante cuestionamientos de grupos contrarios.

Los intelectuales orgánicos y Gramsci Según Gramsci, el intelectual orgánico, no es aquel intelectual que sirve al poder como lo ha manifestado el gobierno en turno. De hecho, el intelectual del proletariado debe tener una formación que refleje el paso de la técnica de trabajo a la técnica de la ciencia, lo cual representa el desarrollo experimentado por la sociedad y la economía, así como el surgimiento del marxismo como un instrumental científico para interpretar y transformar la realidad (Gramsci, 2012). En otras palabras, estos intelectuales se caracterizan por ser portadores de conocimientos técnicos y científicos que están arraigados en la clase trabajadora y que desempeñan un papel fundamental en su lucha por una transformación social.

El autor sostiene que los intelectuales orgánicos son esenciales para la construcción de una hegemonía cultural que permita a las clases subalternas adquirir el poder político. En este sentido, la hegemonía se construye a través de la lucha cultural, lo que implica que los intelectuales orgánicos deben estar comprometidos con la promoción de valores, ideas y creencias que fortalezcan la conciencia de clase y la identidad de las clases subalternas y no necesariamente intelectuales que representen “la mafia del poder”.

Por otro lado, Gramsci también aborda el papel de los intelectuales tradicionales, quienes se identifican con los intereses de las clases dominantes y trabajan para mantener el status quo Estos intelectuales juegan un papel importante en la reproducción y perpetuación de las desigualdades sociales y la jerarquía de las clases dominantes sobre las clases subalternas. Lo correcto sería nombrar a los intelectuales tradicionales y no orgánicos, si por ello se refiere a aquellos in-

“Quien ha hecho un análisis exhaustivo de la política mexicana, sabrá que la invención ficticia de los nombres en realidad pertenece a figuras cruciales de la política mexicana” telectuales preocupados por mantener una hegemonía política. Si hay confusión en estos términos y que además lo expresa un mandatario en donde su palabra resuena en todos los medios de comunicación del país, ¿cómo se puede confiar en la veracidad de la palabra?, ¿se han señalado estos errores en los medios de comunicación? En el caso de Antonio Lewis y José Wincoot dependiendo qué posición ocupen en la historia actual, el gobierno o apoya o censura. Antonio Lewis, apoya al gobierno y se mantiene en su puesto político. José Wincoot ocupó puestos políticos en dictaduras pasadas, sin embargo, ahora, se dedica a la docencia, aunque miles de mexicanos, lo conocen como fifí gracias a que el gobierno en cada conferencia lo ha nombrado para referirlo como neoliberal.

Síntesis y perspectivas finales

El filósofo italiano plantea la importancia de los intelectuales orgánicos en la lucha por la transformación social, así como el papel de los intelectuales tradicionales en el mantenimiento de las estructuras de poder existentes. Comprender la dinámica de los intelectuales y su relación con las clases sociales es fundamental para analizar los procesos de cambio y resistencia en la sociedad y además cuestionar el mal empleo de conceptos y sus definiciones y más cuando vienen de Palacio Nacional. ¿Acaso la historia misma estará plagada de estas confusiones?, ¿cómo se enseña la historia de México hoy en día?

Referencias bibliográficas: profesorericrodriguezochoa@outlook.com

Careaga, G. (1974). Los intelectuales y la política en México. Extemporáneos.

Gramsci, A. (2012). Los intelectuales y la organización de la cultura. Ediciones Nueva Visión.

Nafarrate, J. (2009). Niklas Luhmann: la política como sistema. Universidad Iberoamericana.

*Filósofo y teólogo con estudios y certificaciones en Criminología y Psicoanálisis. Profesor universitario, investigador y escritor

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