HISTORIA Y LEGADO: MUSEO DE LA VID Y EL VINO

La esencia de la producción vitivinícola bajacaliforniana, las raíces de la actividad en el viejo mundo, su próspero desarrollo y actualidad, es parte del panorama que puede conocerse a través del Museo de la Vid y el Vino, ubicado en la gran región del Valle de Guadalupe.

En las palabras de Patricia Rodríguez Macouzet, directora del recinto, desde su inauguración en 2012, su concepto no ha cambiado, permaneciendo como el único museo en latinoamérica que expresa la vitivinicultura mediante el arte, herramientas y objetos del rubro e historia.

Su arquitectura única, comprende salas de exhibición, en las que se plantean los orígenes del cultivo de la vid, con información detallada del paso del tiempo y evolución de las faenas que permiten tener como resultado, etiquetas de renombre elaboradas por vinícolas de la antigua y nueva Ruta del Vino.

Además, al ser administrado por un patronato, la magnífica infraestructura alberga espacios destinados a la impartición de conferencias, talleres, cursos, además de la oportunidad de celebrar eventos como bodas, presentaciones de libros, muestras de arte plástico y variadas exposiciones, de manera gratuita o por donativos.

El servicio de enoteca pronto será reabierto al público, debido a que, a causa de la pandemia por la COVID-19, el 2020 y 2021, fueron años complicados de labor, la cual sigue retomando el rumbo. “Nosotros que somos una asociación civil, se fueron todos los ahorros, no había ingresos porque se cerró, en un periodo hubo gente que se salió; fue, como a mucha gente, muy difícil mantenerlo y, sobre todo, sostener la esperanza”, relató.

Sin embargo, calificó al 2022, como un año muy importante para la recuperación, tanto de recursos y otros temas urgentes, entre los que destacó, el mantenimiento de áreas, reemplazo de coberturas en suelos, la adquisición de recurso hídrico y la reapertura para actividades empresariales.

Rodríguez Macouzet, definió el propósito del Museo de la Vid y el Vino, con una visión sin ánimo de lucro, abierta a las necesidades de la población en general, rodeado de las bondades y riquezas de la región, siendo un referente de la investigación, análisis y conservación del patrimonio histórico bajacaliforniano.

Por último, Patricia Rodríguez Ma- couzet, consideró importante que los bajacalifornianos conozcan sobre la vitivinicultura, y qué mejor que visitando el Museo de la Vid y el Vino, ubicado en el kilómetro 81+300 de la carretera federal Tecate-Ensenada, en “el corazón del Valle de Guadalupe.

Así, el inmueble recibe con las puertas abiertas a la población en general, turismo local, nacional y extranjero, de martes a domingo, a partir de las 09:00 y hasta las 17:00 horas, quienes, sin duda, disfrutarán de las galerías y datos que las acompañan, además de tener la oportunidad de organizar actividades social, culturales, artísticas o empresariales.

El sitio -diseñado por el arquitecto Alejandro D’Acosta-, afirma, es sustentable, con cableado subterráneo, tuberías dobles para aguas grises y biodigestores en vez de fosas sépticas, todo, siete veces más caro que lo normal, aunque comprometido con el entorno.

“Nuestro proyecto viene asentado, socialmente responsable, primero, los clientes; segundo, los empleados; tercero, el medio ambiente; y cuarto, el negocio; entonces, lo último, es el dinero”, expone.

En la misma línea, explica, se edificaron espacios donde “todo fluye”, con el uso de las mallas, terminaciones de techos en pirámide, piedra en paredes, muy relacionado al “land art”, mediante una distribución integrada a la topografía, que permite el correr del aire y la energía.

En este complejo, al estilo de un monasterio, se vive una experiencia de tranquilidad, degustación del vino y oferta gastronómica, con la presencia del enólogo Thomas Egli, oriundo de Suiza, y el chef local, Abraham Sepúlveda, en Ariete Restaurante. En su haber, se identifican las eti - quetas Resiliencia -Petite Sirah-, Noesis -Tempranillo-, Nada -ensamble Tempranillo y Petite Sirah-, Duda -Carignan y Mouvedre-, Tú Mismo -Grenache, Carignan, Mouvedre y Petite Sirah-, El Otro, principalmente.

Junto a su hotel, vinícola, biblioteca, humedal, área de degustación, el Mtro. Moya adelantó que las expresiones artístico-culturales son parte de Clos de Tres Cantos, pese a que en la época de la pandemia por la COVID-19 se tuvieron que pausar.

Pese a ello y con el término de la contingencia, indica que volverán a retomar las muestras de expresiones, con el regreso de El Renacimiento, para 2024, evento organizado para 140 personas, en el que se degustan platillos de alta calidad, con música clásica en vivo, exposiciones de artes plásticas, entre otras.

Y para las Fiestas de la Vendimia 2023, refirió, Clos de Tres Cantos participará en todos los eventos que sean posibles, como el caso de Noche de Cofradía, gestionado por la Cofradía del Vino Todos Santos A.C., concurso de maridajes donde participarán 44 vinícolas y 44 restaurantes.

Ubicado en un espacio privilegiado del ejido El Porvenir, se erige uno de los desarrollos enoturísticos más destacados de los últimos 10 años, en Baja California, el cual celebrará su primera década en septiembre de este 2023, hablamos de El Cielo Winery & Resort.

Gustavo Ortega Joaquín, su director general y fundador, recuerda que, desde 2013, la actividad vinícola, gastronómica, hotelera y artístico-cultural, era un poco limitada en el Valle de Guadalupe, aunque hasta la actualidad, el panorama ha cambiado de manera exponencial.

“En general la zona ha tenido un crecimiento fuerte, como la oferta turística, del ‘¿qué hacer?’, también en ofertas de servicios y, en cuanto a vino, vemos cómo ha crecido la región y el país, con más proyectos interesantes en otras partes de México”, comentó. En el caso de El Cielo, son diversas las experiencias que se pueden disfrutar: recorridos por sus viñedos; cocina fusión Baja-Yucatán; hospedaje en suite, villa o residencia; wine boutique; y por supuesto degustación en terraza, viñedo o cava. Son 25 etiquetas que componen su colección, con las líneas Joven, Astros, Astrónomos, Constelaciones, G&G by Ginasommelier, Estrellas, Champagne Piper-Heidsieck, y Especial, de las cuales han destacado Caipirihna y Cenzontle, ésta última de Finca El Empecinado, elaborada por Jesús Rivera, enólogo de El Cielo. Él, por su parte, expone que Caipirihna 2014 ganó Gran Oro en el México Selection de 2017, y Caipirinha 2016 ganó Gran Oro y Revelación Mundial en Vinos Tintos en el Concours Mondial de Bruxelles (CMB) de 2019, llevado a cabo en Aigle, Suiza.