Un mar de hist0rias
20
Renoir
Texto
Ă ngeles GarcĂa Ilustraciones
Miguel Cerro
Un mar de historias
www.editorialmediterrania.com
Renoir
Un mar de historias
Cub_UMH_RENOIR_CAST_TD.indd 1
8/8/16 13:44
Aquel primer viaje
U
libros de misterio, así que no puse más objeciones y nos embarcamos en una aven-
no de los recuerdos más fabulosos
tura inolvidable.
vez que mis padres me llevaron a
El viaje de verdad comenzó al entrar en el
diez años, pero ellos decidieron que ya era
antiguamente había sido una estación de
verdad es que, en aquel momento, hubiese
abierta al descubrir un precioso cuadro que
pre he sido una enamorada de la naturaleza
Galette. No podía entender de dónde venía
ban y me aburrían. Para convencerme, mi
der pasear, reír y bailar con todas aquellas
asombroso, sus museos no son museos
Eso no podía ser una pintura. Tenía
extraordinarios y donde viven personajes
mundo. Había entrado en un espacio má-
de mi infancia es el de la primera
París, su ciudad favorita. Yo aún no tenía ni
Museo de Orsay, un imponente edificio que
lo suficientemente mayor para conocerla. La
tren. En el interior, me quedé con la boca
preferido ir de vacaciones al campo, siem-
tenía por título El baile del molino de la
y de los animales. Y los museos me cansa-
la luz. Deseaba entrar en el lienzo para po-
madre me desveló un secreto: «París es
personas que parecían ser tan felices.
sino espacios mágicos que guardan tesoros
que ser de verdad. Una ventana a otro
prodigiosos». Como era de suponer, a mí
gico, como me había prometido mi madre.
también me encantaban los tesoros y los
Interior_UMH_RENOIR.indd 2-3
9/8/16 10:11
¿Quién era Renoir?
padre le propuso ir a una escuela para que
En seguida me llamó la atención un nombre
y encantador y, desde pequeño, también
escrito en muchos de los textos del museo: Pierre-Auguste Renoir. Picada por la curiosidad, empecé a preguntar a mis padres todo
lo que necesitaba saber sobre aquel señor al que acababa de conocer y que, sin darme
cuenta, me había embrujado para siempre. Entonces descubrí que era un artista que
le enseñaran a pintar. Era un chico alegre
muy trabajador. Con tan solo 13 años buscó la manera de llevar dinero a casa, y la tarea que encontró consistió en dibujar pequeños ramos de flores en platos y ta-
zas. Dicen que le pagaban cinco céntimos
por cada docena de ramitos pintados.
A saber lo que sería eso en el siglo xix,
había nacido el 25 de febrero de 1841 en
pero él estaba muy contento. Después
sus porcelanas. Su familia tenía siete hijos
En ambos trabajos aprendió el oficio
Limoges, una ciudad francesa famosa por y el padre, que trabajaba en la sastrería, no ganaba demasiado dinero. Ese fue el mo-
tivo por el cual, cuando Auguste contaba
solo 4 años, se trasladaron todos a vivir a París, a ver si mejoraban las cosas.
Como él siempre estaba garabateando
en los cuadernos y haciendo dibujos, su
Interior_UMH_RENOIR.indd 4-5
también se dedicó a adornar abanicos. y a jugar con los colores. Se formó enton-
ces su pensamiento sobre el arte: la pintura tenía que estar muy bien realizada y ser muy bonita, porque ya había
suficientes cosas desagradables en el mundo. Era un hombre que amaba la vida
y en la pintura quería manifestar ese amor.
9/8/16 10:11
Seguíamos recorriendo el museo, y la sensa-
eso que yo sentía, era lo que buscaban los
Renoir, formaban parte del grupo a ratos,
hecho siempre. Las pinceladas eran peque-
tuando a medida que me encontraba ante
nació en París en la década de 1860. Aunque
dad tal como la veían, sin interpretaciones.
gruesas. Fieles a lo que veían, los árboles
ción de estar en un lugar mágico se iba acen-
los diferentes retratos de niñas y mujeres de una belleza inagotable. No podía dejar de mirarlas. Me transmitían una fuerte sensa-
ción de serenidad. Deseaba poder entrar en
su mundo y disfrutar con ellas de la naturaleza que Renoir había creado. Salir corriendo
impresionistas, aquel grupo de artistas que solo duró 10 años, durante aquel tiempo rea-
lizaron ocho exposiciones que les converti-
rían, pasado el tiempo, en los artistas más populares de la historia.
¿En qué se diferenciaban de otros grupos?,
y tocar esos árboles, permanecer bajo esa
pregunté a mis padres. Aunque me ad
del sol. Mi madre me explicó que, justo
mente igual y que muchos de ellos, incluido
luz y sentir el viento y el suave impacto
Interior_UMH_RENOIR.indd 8-9
virtieron que no todos pensaban exacta-
tenían en común el querer reflejar la realiA ellos les parecía mucho más excitante
tratar de pintar los árboles, las flores, o incluso las personas, justo con la luz que
reciben en un momento del día. Normal-
mente, trataban de terminar el cuadro de
una sentada, en la misma jornada. A veces se desesperaban porque no les daba tiempo
de acabar antes de que se pusiera el sol. No ponían contorno a lo que pintaban ni dibujaban sombras negras, como se había
ñas y las capas de pintura a veces eran muy
podían ser malvas, las caras anaranjadas o las nubes verdes. Me señalaron que un
ejemplo perfecto es El columpio, una obra en la que vemos a un hombre de espaldas
que ha dicho algo gracioso a la chica que está balanceándose en el columpio y a una niña y a otro hombre que contemplan la
broma. Es la típica escena alegre que se desarrolla en un bello jardín y transmite una vida gozosa.
9/8/16 10:11