LAS EXPOSICIONES DE EDUARDO SOTO
La exposición de Almazán de 2018
Quizás una de las vertientes puzzleras menos conocidas en España es la de las exposiciones. Como ocurría hace 20 años con los campeonatos, hasta la actualidad ha habido propuestas aisladas y esporádicas de reunir en un mismo espacio una colección de puzzles montados para puro disfrute de los aficionados. En Cataluña se tiene constancia de tres de estos eventos. El primero tuvo lugar en la población semicostera de Gavà a cargo de una aficionada jubilada sin relación con el mundo del puzzle social. La segunda corrió a cargo de la socia de AEPUZZ Pilar Varela, coincidente con la inauguración del I Concurso de Puzzles de Viladecans (pueblo vecino de Gavà, por cierto), campeonato que coorganiza con el director de esta revista. La tercera exposición se celebró en tierras gerundenses en el pueblo de Santa Coloma de Farners. La primera edición del concurso de Castejón, allá por el año 1997, también incluyó una muestra de rompecabezas de la época dorada de Educa, hoy muy buscados por coleccionistas. El dueño de la Librería-Papelería “Pergamino” Ángel López en la población albaceteña de Villarrobledo también organizó dos exposiciones para aderezar dos ediciones de su concurso, celebrado en 2013 y 2014. Finalmente, está la espectacular selección itinerante de Fernando Álvarez-Ossorio, que se ha podido disfrutar en el Campeonato de España de Madrid y en el Internacional de Valladolid, hoy sede del Mundial. Estas entregas en España han quedado recientemente rematadas por dos propuestas del natural de Almazán Eduardo Soto, socio de AEPUZZ desde 2018, que ha encontrado en su jubilación una vía para dar suelta a una afición que prendió en 1990. «Hace bastantes años estuve trabajando de panadero y después he estado algo más de 40 años en una fábrica de cartoncillo estucado. Recuerdo vagamente que de niño hice con mis hermanos pequeños un par de puzzles, pero no mucho más. En el año 1990 por una baja laboral me regalaron un puzzle de 6.000 piezas que conseguí terminar. Me faltó una pieza y la pedí al fabricante, pero en lugar de la pieza perdida me mandaron otro puzzle de 6.000 piezas, pero lo abandoné en aquel momento. En 2008, tras fallecer mis padres lo retomé, me entró el gusanillo y así hasta hoy. Cuando era más joven era aficio-
nado a la pesca, pero actualmente los puzzles me absorben todo mi tiempo libre». «El puzzle más grande que he montado es el de 51.300 piezas con escenas de monumentos del mundo. Tendré hechas más o menos 700.000 piezas montadas». «En los puzzles grandes cuento los meses que me ha durado hacerlos, pero no especifico las horas. La única técnica que tengo es separar y separar. Separar por colores, por formas, etc. Los coloco en cartulinas y los tengo todos a la vista para empezar a encajar. Nunca he mezclado bolsas, ya que me llevaría mucho más tiempo. Le recomendaría a una persona que se inicia en este mundo sobre todo que tenga mucha paciencia y que no se desanime, ya que la satisfacción es enorme una vez terminado». El paso a las exposiciones no fue inmediato. Como es muy habitual, el googleo es la puerta de entrada del aficionado del siglo XXI al puzzle social. Eduardo Soto leyó de casualidad una noticia en la prensa soriana sobre el futuro campeón del mundo por parejas Ángel Heras, que había participado en el encuentro de Algeciras organizado por su compañera competitiva Demelza Becerra. «Después mi hermana me informaba de lo que veía por internet, ya que por entonces no tenía mucho contacto con la red. Y fue así como me enteré de que había un grupo que se llamaba AEPUZZ que organizaba eventos y comencé a interesarme por todo lo que iban publicando. Fui a ver el encuentro de Mutilva que se organizó en 2018, para montar el puzzle de 42.000 piezas de Monumentos de Mundo. Ese día no me quedé a terminarlo, pero al día siguiente, cuando me enteré de que ya lo habían terminado volví a Mutilva para hacerme una fotografía con él. De allí, al primer Campeonato de España. No logré terminar el puzzle, pero fue una experiencia inolvidable. Me quedé impresionado por la cantidad de concursantes que había y las amistades que de ahí en adelante fueron surgiendo con compañeros de AEPUZZ». «Mi primera exposición fue en el año 2018. Tenía bastantes puzzles hechos y no los veía montados enteros, porque los hacía todos por 41