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Banyeres a través del tiempo Jn. Carlos Hdez. Teruel
y fue perpetrada por los hombres de Juan Fajardo y su esposa doña María de Quesada, procedentes de Murcia, robando y sembrando el terror por todos los pueblos que atravesaron. Esto debió ocurrir en el mes de julio del año ¿1449?
Un testigo afirma que, estando en tregua el Marquesado de Villena y el Gobernador de Xàtiva, Lluís Pérez y Francesc Pérez, de Bocairent, y Pere Martí, de Banyeres, sabiendo que en el molino harinero de Banyeres había dos castellanos de Yecla, acudieron de noche al citado molino para robar a los castellanos y els trencaren lo cap al hu castellà, por lo que estos acudieron al Justicia de Banyeres, el cual les respondió que no les conocía. Otro testigo afirma que es verdad que los ladrones robaron en los molinos de Banyeres dos mulas de vecinos de Yecla, las cuales fueron recuperadas en Gandía, siendo cobradas por Bocairent (folio 256v).
Ante esta actitud los de Jumilla y Juan Fajardo entraron en el término de Banyeres y se llevaron cuatro o cinco mujeres, las que fueron rescatadas en Capdet (Caudete), entonces perteneciente al Reino de Valencia, por mossén Calatayud, de Ontinyent, por 400 reales. Otro testigo dice que fue mossén Pere Ferri, de Bocairent. También se llevaron a ocho hombres, así como besties axi de baques, bous, assens e altres coses (fol. 290v), que valien pus de XXX mil sous ab los menys captes de tots los dans […] la qual cavalcada portaren a Jumilla, de allí fueron llevados a Murcia, donde los hombres fueron vendidos como moros, todos atados en una cuerda. Y los animales salieron al mercado en pública subasta. Al final los hombres se rescataron ellos mismos. Preguntado si fue la misma correría de los hombres de Juan Fajardo que llegó a Benisoda, contestó:
“Que ésta fue el día de San Miguel, en el mes de septiembre (¿1449?), unos dos meses después del de Banyeres”.
Fol. 291r.
Por otra parte, en tiempos de guerra, Virbesques, que era capitán del rey Joan II, estuvo mucho tiempo en la villa de Ontinyent y fue a robar a Chinchilla, Villena, Yecla, Almansa y a todo el Marquesado (de Villena).
Es decir, lo mismo, pero a la inversa, era el precio que había que pagar por ser pueblos fronterizos. LA PRIMITIVA PARROQUIA
En las listas sinodales del Obispado de Valencia de los años 1279-80, aparece la parroquia de Banyeres con Serrella (“El regne croat de Valencia”, Robert I. Burns, València, editorial Tres i Quatre, 1993, pág. 196):
“En 1275, los frailes dominicos solamente tenían un convento en Valencia, y posteriormente abrieron un segundo convento en Xàtiva, que fue aprobado en 1291, por lo que llegaron a un acuerdo sobre sus respectivas jurisdicciones para la predicación del Reino de Valencia, asignando la parte norte, desde Morella al río Xúquer para la casa de Valencia y del río Xúquer a Banyeres para la de Xàtiva”. “El regne croat de València”, pág. 444.
Estos son, por ahora, los datos más antiguos que tenemos de nuestra parroquia y por lo tanto está considerada como parroquia de reconquista.
La primitiva parroquia, de estilo gótico, junto con el cementerio, estaban situados en el solar del Teatro Principal. De allí fueron trasladados los restos mortales al cementerio actual en el año 1923. No obstante, en el año 1999, siendo ya de propiedad municipal, con motivo de unas obras en el sótano del mismo, apareció un enterramiento con un esqueleto completo.
“La iglesia rural o de pueblo pequeño también servía, hasta cierto punto, como centro político y lugar de reunión” “El regne croat de València”, pág. 209.
Así ocurría en nuestra parroquia y queda reflejado en este “Proceso”, donde muchas de las reuniones de vecinos para tratar sobre los temas de interés general tenían lugar en ella. Uno de los primeros párrocos conocidos es Guillem Esperandéu. Ya aparece en la firma de la Concordia entre Banyeres y Bocairent en 1463. (“Banyeres estudio-histórico geográfico y cultural de la villa”, Banyeres de Mariola: Grup Cultural d’Investigació, Fundación José Valor, 1986, pág. 41). Ahora un testigo afirma que se encontraba en Banyeres la noche en que falleció, sin decir día ni año, pero está claro que fue durante este proceso, por lo que se deduce que tuvo que estar muchos años al frente de la misma.
Lavadero “dels Clotets”. Año 2018.
Resultan más interesantes los datos que aparecen relativos al nombramiento del nuevo cura párroco.
El testigo Francesc Bodí, pelaire (paraire), habitante en Biar, afirma que:
“Estaba en Banyeres la noche en que murió el cura párroco Guillem Esperandéu y para que nadie entrara ni tomara posesión de la rectoría, las autoridades bocairentinas le ordenaron junto con seis o siete personas que guardaran la iglesia con este fin”.
El rey Joan II, que se encontraba en Cataluña, en la Guerra dels Remences, llegó a pedir que se derrocaran el castillo y la parroquia de Banyeres, porque temía que el sucesor podría no serle fiel y desde la parroquia asaltar el castillo.
Las autoridades bocairentinas maniobraron escribiendo cartas al Santo Padre y a la Curia para impedirlo, pidiendo que se nombrara párroco de la misma al sacerdote bocairentino Pere Bodí, lo que, en principio, no agradó al rey, quien por carta pidió al decano Vilarrasa que la rectoría de Banyeres no fuese dada hasta saber él a quien se le entregaba, por el recelo que tenía de dicho castillo y parroquia.
Al final, el cura Pere Bodí tomó posesión de la parroquia de Banyeres. Un testigo afirma haber asistido, junto con su padre, a la ceremonia de toma de posesión, pero debió estar poco tiempo en el cargo ya que posteriormente aparece en el pleito con el cargo de plébano de Ontinyent.
Otro testigo afirma que hace entre treinta y cinco o treinta y seis años, es decir, sobre el año 1464, había en Banyeres un capellán francés que estaba de vicario. Es curioso que en aquellos años ya tuviéramos en Banyeres sacerdotes extranjeros.
Al final del proceso, como veremos más adelante, las autoridades de Valencia venidas a Banyeres a dar a conocer la sentencia del pleito, acudieron a oír misa a la parroquia junto con ocho o diez hombres y muchas mujeres.
Finalmente, cabe recordar que la parroquia de Banyeres siempre ha sido independiente de la de Bocairent.
LA FAMILIA LOAYSA
Milagrosa Esperanza Esplugues Megías
Hace unos años, en una feria del libro, con un apartado para libros locales y otros editados en Murcia, uno llamó mi atención. El autor es Jofré de Loaysa y el título “Crónica de los Reyes de Castilla”. Un libro editado por la Academia Alfonso X El Sabio de Murcia con el nº 27 en su colección “Biblioteca Murciana de Bolsillo”, el ejemplar es una reedición del año 1982 y la edición, traducción, introducción y notas corren a cargo de Antonio García Martínez, catedrático de Latín Medieval en la Universidad de Murcia. Es un libro en edición bilingüe latín-castellano en el que se refieren los hechos ocurridos en Castilla durante los reinados de Fernando III (en parte), Alfonso X, Sancho IV y minoría de Fernando IV y fue escrito en lengua romance por el maestro Jofré de Loaysa, arcediano de la iglesia toledana e hijo de don Jofré y doña Jacometa. Esta crónica es continuación de la que con el título “De Rebus Hispaniae” había compuesto el reverendo padre don Rodrigo, arzobispo de la iglesia de Toledo. Jofré mandó después que su obra fuese traducida a la lengua latina, de dicha traducción se encargó el maestro Armando de Cremona, canónigo entonces de la iglesia cordobesa. Los capítulos empiezan por 218 y terminan en el 228 como indicador de que forman parte de una unidad más amplia, “De Rebus Hispaniae”. La Crónica publicada es una reimpresión de la que publicó Morel-Fatio en 1898, el manuscrito de donde procede el texto de la Crónica de Jofré es el que algunos eruditos del siglo XVII habían consultado en la Biblioteca del Colegio de Navarra y que ahora se encuentra en París en la Biblioteca del Arsenal. En la introducción de Antonio García Martínez aparte del texto latino y castellano de la Crónica, que es el corpus de la obra, hay un estudio denominado “Perspectivas generales de composición y estilo”, otro “Datos históricos de la Crónica” y entre ellos un tercero bastante amplio con el título “Datos históricos sobre la familia Loaysa” en el que en su encabezamiento agradece la ayuda y asesoramiento de su amigo el Dr. Torres Fontes y en el que habla de integrantes de la familia Loaysa y sus genealogías, junto a las descripciones de sus posesiones, sus servicios a reyes, sus títulos, sus descendientes y sus hechos. Así va detallando cada uno de los miembros de la familia desde su origen, oriundos de Hungría acompañaban a la que fue la mujer de Jaime I, doña Violante y cambiaron de Jaime I a Alfonso X “El Sabio” cuando la hija de Jaime I y Doña Violante, también llamada Doña Violante se desposó con el infante de Castilla que luego sería el rey Alfonso X “El Sabio”. DON JOFRÉ DE LOAYSA
Según Cascales (Francisco Cascales en “Discursos históricos de la muy noble y muy leal ciudad de Murcia y su reino”, 1874 3ª edic. (1ª edic. 1621, 2ª edic. 1775), tanto don Jofré como su esposa doña Jacometa eran de procedencia ultrapirenaica. Como personas de confianza del rey de Aragón, Jaime I, el matrimonio Loaysa fue encargado de la custodia de la infanta doña Violante. Más tarde, al efectuarse el matrimonio de doña Violante con el infante don Alfonso, pasaron a Castilla en su servicio. Sus servicios a los nuevos infantes castellanos y su estancia en Castilla no les hizo olvidar sus relaciones con Jaime I, quien, por su carta fechada en Calatayud, en 13 de octubre de 1249, les concedía los castillos y villas de Bigneres y Serrella, en el reino de Valencia, con sus hornos, molinos, hierbas, aguas y pastos. Documento en el Archivo de la Corona de Aragón.
Como “amo” de doña Violante (Valls y Taberner en “Relacions familiars i politiques entre Jaume el Conqueridor i Anfos el Savi” en el Bulletin Hispanique, 1919 le denomina “cavaller que havia estat encarregat de la custodia de la princesa”) don Jofré fue distinguido y apreciado por los reyes de Castilla, y al matrimonio Jofré de Loaysa se le confió la educación del infante heredero don Fernando de la Cerda. A la vez don Jofré seguía siendo en cierta manera representante de los intereses aragoneses en Castilla, especialmente ligado con Jaime I. El afecto que le dispensaba Alfonso el Sabio se hizo patente en las donaciones que recibieron cuando se llevó a efecto el Repartimiento de Sevilla, entre ellos unos valiosos molinos junto al Guadaira en 1258 y una casa en la Abadía en 126. En el reino de Murcia recibió el castillo y villa de Petrel, del que instituyó un mayorazgo a favor de su hijo García Jofré de Loaysa, y que por privilegio rodado otorgado en Segovia en 20 de agosto de 1258, autorizaba y confirmaba Alfonso X el Sabio. Más tarde, cuando se verifica el Repartimiento de Murcia, la casi totalidad de la familia Jofré de Loaysa fue espléndidamente heredada en su huerta con la concesión de uno de los más extensos donadíos que por entonces se dieron. Donadío que se partieron entre sí, aparte de otras concesiones a otros indi-
viduos de la familia, que haría que en conjunto superaran incluso los donadíos asignados a la propia reina doña Violante, lo que prueba su privilegiada situación cerca del monarca y el alto lugar que ocupaban en la corte castellana. Sin duda alguna, de las mil seiscientas ochenta y cuatro tahúllas concedidas en conjunto a la familia Loaysa en la huerta de Murcia, el lote mayor fue asignado a don Jofré. No fue esto sólo, pues cuando se lleva a cabo la partición del campo de Cartagena perteneciente a la jurisdicción de Murcia, don Jofré obtuvo cuatro yugadas de tierra en los rafales Almidit, Abnalhaig y Alcamahi. A la vez, en el Repartimiento de Orihuela don Jofré recibía veinte tahúllas de huerta en las cercanías de la villa.
Gran privado y copero mayor de Alfonso X, don Jofré conservó hasta su muerte la preponderante influencia que tuvo cerca del monarca desde su enlace matrimonial con doña Violante. La Crónica de Alfonso X le menciona entre los consejeros más íntimos de don Alfonso en 1271 y 1272, así como en la concesión del fuero de Almagro en unión de los infantes don Fernando de la Cerda, don Fadrique, don Manuel, maestres de Santiago, Calatrava y Temple, prior de San Juan y otros ricos hombres castellanos. La confianza que en él tenía el rey Sabio queda patente en la carta que don Alfonso envió a su hijo y heredero don Fernando para prevenirle contra los nobles rebeldes, pues le aconsejaba que:
“Cuando leyeredes aquesta carta, sea y Alonso Ferrandez mi fijo, si fuere convusco, e don Jofré de Loaysa e Diego del Corral e non otro”.
Próxima ya su muerte –ocurrida al parecer en Valencia–, don Jofré ordenó su enterramiento en el monasterio de las Huelgas de Burgos, en donde había construido la capilla de San Juan, según nos dice maestre Jofré en su Crónica. Cascales manifiesta que sobre su sepultura existía la siguiente inscripción:
“Aquí yaze el noble cavallero don Jofré de Loaisa i la noble dueña su mujer Jacometa.”
En ella también dos escudos de armas, el de don Jofré, con cinco rosas, y el de doña Jacometa, con una flor de lis en medio y seis medias lises, tres arriba, dos a los lados y una debajo. Morel-Fatio indica que la lápida donde se hallaba la inscripción funeraria de don Jofré y su esposa:
“Fue destruida y en el último siglo fue reemplazada por otra, en la que consta que el traslado de los restos de Jofré I desde Valencia a Burgos se hizo en 1298 a expensas de maestro Jofré, su hijo.” Comunicación de don Ramón Menéndez Pidal.
La Real Academia Alfonso X “El Sabio” de Murcia es también una de las asociaciones que está detrás de la organización del Congreso “Tierra de Frontera, Tierra de Encuentro” que se va a celebrar en 2019 con motivo del 775 aniversario de “El Tractat d’Almisrà” junto a:
“Asociaciones e instituciones culturales de 14 municipios de tres provincias, Albacete, Alicante y Murcia, y tres comunidades autónomas; Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Región de Murcia, que se han unido con el respaldo académico de la Universidad de Alicante/ Universitat d’Alacant, Universidad de Murcia, así como de los institutos de cultura provinciales de la Real Academia Alfonso X el Sabio de Murcia, el Instituto de Estudios Albacetenses y el “Juan Gil-Albert. Instituto Alicantino de Cultura” y el apoyo directo de diversos ayuntamientos, para conmemorar, a raíz de la firma del Tratado de Almizra (1244), la creación del señorío de los Manuel. Señorío que creo un vínculo histórico de 14 municipios en la segunda mitad del siglo XIII y primeros años del siglo XIV. Vínculo que, a pesar de las fronteras políticas posteriores, el paso de los siglos consiguió fortalecer con el trasiego de personas haciendo que hoy en día compartamos genes y familias, costumbres y tradiciones, aspectos económicos y festivos, gastronomía, etc. Las conmemoraciones históricas siempre deben servir como lugares de encuentro en los que compartir y potenciar lo positivo de un pasado común”.
BIBLIOGRAFÍA: Jofré de Loaysa “Crónica de los Reyes de Castilla”. Edición, traducción, introducción y notas de Antonio García Martínez. Academia Alfonso X “El Sabio”, Biblioteca Murciana de bolsillo, nº 27.
BANYERES A TRAVÉS DEL TIEMPO
El Campaniense
Jn. Carlos Hdez. Teruel
Siguiendo nuestro viaje por “Banyeres a través del tiempo”, recorreremos en esta ocasión el tiempo geológico del Campaniense o Campaniano, de Campania, nombre latino de la Champagne francesa.
La Edad o Piso mencionado, que sucede al Santoniense y precede al Maestrichtiense, pertenece a la sub-época Senoniense enmarcado en el periodo del Cretácico Sup., denominado también Neocretáceo, englobado en la Era Mesozoica. Los sedimentos geológicos del piso en cuestión se formaron hace 83 M. a. con una duración de 10 M. a., de facies batial (mares abiertos y profundos). Se presenta formado por calizas blanquecinas con tendencia a fragmentarse, generalmente algo margosa y finas de unos 20 m. de potencia.
En nuestro municipio está representado por tres afloramientos, cuyo estudio sedimentológico permite definir a dos secuencias deposicionales, los cuales se encuentran en los siguientes lugares:
LA PEÑA LA BLASCA
Según B. Darder Pericás, la fauna fósil que contiene es la siguiente:
Moluscos bivalvos: Böhmiceramus bantu, Böhmiceramus sp. y Cataceramus balticus.
Ello indica un Campaniense inferior (Quadraten-Senon de los alemanes).
Otro afloramiento cercano se encuentra en Guilella-Bocairent.
Ejemplares de Inoceramus ibericus del Campaniense Sup. perteneciente a la sierra la Fenasosa. Obtienen una característica ornamentación concentrica. Reconstrucción y hábitat de un cefalópodo Ammonoideo.
SIERRA DE LA FENASOSA (CARRETERA DE ONIL)
La fauna fósil que contiene da la siguiente:
Moluscos bivalvos: Molde interno Indet. de Inoceramus ibericus.
Molusco Ammonoideo: Ammonoideo Indet. y Pachudiscus branti.
El ammonítido último mencionado indica el Campaniense superior.
Miscelánea: Fragmentos de trazas Indet.
Otro afloramiento cercano se encuentra en el Mas de Giner-Alcoy.
CAPOLLET DE L’ÀGUILA
Según el mapa geológico de la hoja de Ontinyent de 1975 contiene así:
Foraminíferos: Stomiosphaera, Radiolarios, Globotuncanas y Pithonellas.
Moluscos bivalvos: Molde interno de Iroceramidos Indet.
En su conjunto, constituyó un tiempo geológico en donde las tierras banyerenses estuvieron sumergidas en las aguas de los mares del gran Tethys, habitados por hábiles nadadores de Ammonoideos y en sus lechos marinos, principalmente por decenas de Inocerámidos.
Yacimiento del Campaniense Sup. perteneciente a la sierra la Fenasosa. Situado en la carretera de Onil.
Fragmento del Mapa Geológico de España, escala 1/50000. Hoja 820 - Onteniente. Enrique Dupuy Lòme y Sánchez Lozano. Inst. Geol. Min. de España. Edición 1.954. En él incluye el municipio de Banyeres.
BIBLIOGRAFÍA:
Informe relativo a la Investigación de Aguas Subterráneas en Bañeres. Bartolomé Darder Pericas. Tarragona 1.931. Estudio Geológico del Sur de la Provincia de Valencia y Norte de la de Alicante. Bartolomé Darder Pericas. Bol. Inst. Geol. Min. de España T. LVII, 1.945. Mapa Geológico de España, escala 1/50.000. Hoja nº 820 – Onteniente. Enrique Dupuy Lòme y Sánchez Lozano. Inst. Geol. Min. de España. Edición 1.954. Mapa Geológico de España, escala 1/50.000. Hoja nº 820 – Onteniente. W. Martínez del Olmo y M. Benzaquen. Inst. Geol. Min. de España. Edición 1.975. Manual del Coleccionista de Fósiles. Andreas E. Richter. Ediciones Omega, S.A. 1.989. El registro fósil de Banyeres de Mariola (Vida cretácica). Jn. Carlos Hdez. Teruel. Programa de Fiestas de Moros y Cristianos de Banyeres de Mariola. 1.996: 135 - 136.
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