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Donants de sang

Posiblemente todos tenemos la esperanza de que se borren del recuerdo estos casi cuatro meses de días tristes y nubes plomizas, y de que vuelva a abrirse una nueva época, aun contando con las restricciones monetarias y las deficiencias físicas que se avecinan.

Recordaremos durante mucho tiempo, y quizá nunca lo olvidemos, por supuesto, a los muertos: a los que en cada familia han tenido que despedir y los que, aun no siendo nuestros familiares, han desaparecido tan trágicamente. Nos han tocado el corazón, nos han hecho vibrar de tristes sentimientos y, en nuestro fuero interno, hemos acompañado emocionalmente, en la soledad y en el dolor infinito, a sus familias.

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¿Cómo es posible que en la época que vivimos, de tecnología maravillosa, de comodidad y abundancia social (aunque no para todo el mundo, por desgracia), una enfermedad mortal haya invadido el mundo? ¡Por Dios, que no estamos en el s. XV! Sin embargo, pienso que no es momento de preguntarnos nada, de cuestionar nada, de reprobar nada, sino de trabajar juntos aportando lo que cada cual tenga: inteligencia, esfuerzo, generosidad… como nos han demostrado los trabajadores de nuestro país, empezando por los sanitarios. ¡Todos tan necesarios y cruciales en un hospital! Tantos han caído por falta de medios que deberíamos, como sociedad, estar avergonzados.

Y entre todos los que han ayudado con su granito de arena, vosotros, mis queridos DONANTES. Eso es solidaridad. Habéis duplicado en la pasada convocatoria de abril vuestra donación anterior. Después de tanto tiempo sin salir de casa, sin contacto con vuestros amigos y familiares, sin hablar con casi nadie, con preocupaciones personales… que os hayáis presentado 60 donantes en un pueblo como Benejama dice mucho de vuestra humanidad.

Os agradecemos de verdad, de corazón, vuestra ayuda, así como al Ayuntamiento y al Maset de los Moros, donde se realizaron las extracciones para disponer de más espacio, porque desde el primer momento habéis estado ahí, sin cuestionar nada, apoyando en todo lo que hemos solicitado. Y personalmente, gracias también a todo el equipo de colaboradoras (Mª Tere, Vicen, Mª Carmen y Mª Ángeles) que contribuyen con su apoyo desde hace tantos años a que las donaciones en nuestro pueblo sigan adelante.

Os doy las gracias y os deseo mucha suerte. •

Armonía

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