Guía Turística - Gastronómica
Tradición y Modernidad TM
6
Desde las altas sierras del norte de Guadalajara, hasta las rañas de Ciudad Real, pasando por las llanuras manchegas de Cuenca, Toledo y Albacete, por las serranías conquenses y albaceteñas, por los valles del Tajo o el Guadiana... las tierras de Castilla-La Mancha conjugan una gran variedad de elementos orográficos y climatológicos que han marcado el devenir de su historia y el desarrollo de sus gentes. En esa historia y desarrollo hay que buscar el génesis de una gastronomía que acumula adjetivos: enérgica, nutritiva, humilde, virtuosa, recia, rica, casera, sencilla o sabrosa. Una tradición culinaria de origen rural y pastoril, de respeto a la tradición, de calidad y variedad de sus materias primas que ha sabido, en el arrollador y vertiginoso siglo XXI, ponerse a la altura de las mejores del mundo. Aprovechando su tradición y contundencia, y las propiedades únicas de algunos de sus emblemáticos productos (aceite, azafrán, miel, ajos, quesos o vinos), la gastronomía de Castilla-La Mancha se muestra hoy al mundo con innovadores platos que nada tienen que envidiar a los fogones más conocidos y vanguardistas.
Elija una olla, introduzca en ella un par de vasos de tradición culinaria árabe y otros tantos de la roma clásica; acompañe con productos del más tradicional recetario campesino de pastores y labradores; encienda una buena lumbre y cocine a fuego lento. Este puede ser el fresco que se asemeje a la base de la gastronomía de Castilla-La Mancha. Una gastronomía que ha tenido como catalizador universal la figura de Don Quijote, cuya dieta a bien seguro que el lector recuerda: “Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas os viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda...” Para algunos, la cocina manchega es la cueva del tesoro de a concina española. Para María Zarzalejos, según cuenta en su Don Quijote Gastronómico, los platos originarios de La Mancha -que recorriera en el siglo XVI el simpar caballero acompañado de su fiel Sancho“se mantienen en el siglo XXI. Se han ido transmitiendo de generación en generación, para no perder el testigo de sus raíces, como una señal de infinita gratitud y reconocimiento del gran mérito de sus padres y abuelos, que con escasos medios y, como grandes cocineros
Castilla-La Mancha