y Madre Desolada

Hermandad Guardia Pretoriana y Madre Desolada

GUARDIA PRETORIANA: Origen y sentido

Aspe es un pueblo de firmes raíces y arraigadas tradiciones, más si cabe cuando hablamos de Semana Santa. Una de las más tradicionales es la existencia de la centuria romana, aunque no es algo exclusivo del pueblo, ya que es una tradición de época barroca, y con referencias en Murcia y Orihuela, de la que tanto se ha nutrido nuestro pueblo para tener la Semana Santa procesional que hoy vemos.

Las primeras referencias que encontramos en Aspe es a principios del siglo XX. Esta centuria romana la conocemos con el nombre de “Los Colaseros”, ya que su traje se formaba por una coraza de “pichinas” entre otros elementos. Esta centuria se mantuvo hasta los años 80 debido a que fue decayendo su participación en las procesiones de Semana Santa.

La Hermandad de la Oración en el Huerto, con el fin de animar la participación entre los jóvenes, y de cierta forma representando el momento del Prendimiento del Señor creó una Centuria Romana hacia 1962, que no llegó su pervivencia más de una década, pese a que los trajes que llevaban hacían referencia al ejército romano tal y como aparecía en las películas del momento, algo bastante atrayente para los jóvenes del momento.

La ausencia de ambas agrupaciones hizo que en 1996 se produjera en nuestra Semana Santa la incorporación de una nueva hermandad, la Hermandad de la Guardia Pretoriana. Dicha hermandad optó por la recuperación de la indumentaria de la centuria romana y, de esta forma, participar como había sido históricamente en la guardia y custodia de Jesús Nazareno, Cristo de la Buena Muerte, Cristo Yacente y Jesús Sacramentado en la Mañanica de Pascua. Además, también en la realización de las cortesías en esa mañana en la que se cambia la punta de lanza que culmina la bandera por un ramo de flores, simbolizando la Resurrección de Jesucristo y que la muerte no tiene dominio sobre el mundo. Como anécdota decir que esta punta de lanza es la misma con la que procesionaban los antiguos “Colaseros” y que, como es tradición, el sacerdote portador de Jesus Sacramentado pisa antes del cambio por el ramo de flores. También la bandera con la que procesionan es de los “Colaseros”, no la primera, pues esta se deterioró con el paso de los años y Nieves Pujalte Gil, la mujer de Juan Antonio Sánchez “Sanchecico” confeccionó y bordó para ellos y, estando en manos de dicho matrimonio donaron a la Guardia Pretoriana, de la cual también son miembros, desde el año de su fundación.

Desde la recuperación del Sermón de las Siete Palabras “El Monte” en el año 2005, con motivo del XII Encuentro Provincial de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, participa en la guardia del Cristo de la Agonía, tal y como recogen los Evangelios y como nos había llegado en la tradición y a través de las fotografías.

El Jueves Santo al término de la Solemne Eucaristía de la Cena del Señor acompaña al Santísimo Sacramento hasta el “Monumento” retirándose junto a las Marías y la Magdalena después de la oración de estas ante el Santísimo Sacramento para escoltar al Cristo de la Buena Muerte en la procesión del Silencio.

Uno de los actos más característicos que llegaban a realizar en las únicas dos mañanas en las que había procesiones, la mañana del Viernes Santo y la “Mañanica de Pascua” era “El caracol”, que servía en cierto modo para proceder a la retirada procesional. Lamentablemente y debido a la baja participación de miembros en la Guardia Pretoriana dejó de hacerse hace unos años.

En el año 2019, última Semana Santa en la que se procesionó la participación de la Guardia Pretoriana se vio reducida a 4 miembros y en 2021 en los actos celebrados en la Basílica, y por las especiales circunstancias de estos momentos que vivimos, sólo 3 de ellos pudieron participar.

Esperamos que este año estos miembros no pierdan ese espíritu de participación en nuestra Semana Santa y vuelvan a estar acompañando a nuestras imágenes por las calles de Aspe.

Juan Carlos Erades Maestre y Raúl Pérez Bonmatí