1 minute read
Virginia Belmonte Sánchez
La revolución de la toalla
Virginia Belmonte | Coordinadora del Sínodo Diocesano de Jóvenes Orihuela-Alicante
Advertisement
Todos los sábados por la mañana ayudo a mi abuela Inés a ducharse. He de admitir que a veces me da pereza, ya que preferiría salir a pasear, quedar con mis amigos, estar en la terraza de una cafetería...Pero, ¿de qué me serviría decir que soy cristiana si no voy allí donde Jesús me necesita?
Muchas veces asociamos el ser seguidores o seguidoras de Jesús con hacer grandes sacrificios, comenzar importantes proyectos, pero en realidad es mucho más sencillo: se trata de amar y de servir, de ser unos revolucionarios de la toalla como hizo Jesús en la última cena lavando los pies a sus discípulos.
Y es ahí, en esa entrega humilde y total al otro donde nos encontramos con el Señor y donde vuelve a cumplirse el mandamiento que nos ha dejado: “Que os améis unos a otros como yo os he amado” (Jn 15, 12). Jesús se ha entregado por completo, nos ha amado hasta el extremo (Jn 13, 1), ¿nos vamos a quedar inmóviles ante tan gran regalo?
Ser cristiano es un privilegio: Jesús nos ha elegido y confía en nosotros para ser reflejo de ese amor loco que Dios siente por cada uno de nosotros y nosotras. Jesús nos necesita así que comencemos a ser unos revolucionarios de la toalla amando y sirviendo como Él lo hizo.