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Eugenio Cremades Sanz
¿Cómo vivían las mujeres judías en tiempos de Jesús?
Eugenio Cremades
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Pese a vivir en una sociedad prohibitiva sobre todo para las mujeres, Jesús las acogió entre sus discípulos más allegados siendo una comunidad conviviente y sin distinciones.
Jesús compartía camino y palabra con sus doce discípulos y algunas mujeres, como es el caso de María Magdalena, Juana, mujer de Cusa o Susana. Éstas les asistían con sus bienes (Lucas 8, 1-5), por lo que la implicación social de la misión en Galilea era patrocinada por el grupo minoritario femenino.
La inclusión de las mujeres realizada por Jesús también queda ilustrada por la historia de Marta y María, la cual asume su lugar a los pies de Jesús, lugar tradicionalmente ocupado por varones que se dedicaban a los estudios rabínicos. Marta, tal y como sucede en la actualidad protesta, Jesús la escucha y elogia su sed de conocimiento de Dios, así lo cita Lucas en el capítulo 10, 38-47. Éstas son ejemplo de generosidad, servicio y amor a dios. a su paso por Egipto, y griego por sus visitas a la helenizada ciudad de Sépphoris.
Los viernes, antes de la puesta del sol se preparaban para celebrar el Shabbat. Para ello barrían y limpiaban la casa, mudaban la ropa de la cama y de la mesa. Se purificaban lavándose en una tinaja en casa. Se ponían el mejor vestido. Por la noche celebraban el Shabbat en una cena familiar con todos sus hijos y familiares próximos. Al día siguiente, como les estaba prohibido trabajar, comían de lo que les sobraba la noche anterior. Así se ha hecho siempre. Esta fiesta servía para reunir a los familiares periódicamente y trasmitir la tradición judaica.
Respecto a sus costumbres religiosas viajaban a Jerusalén tres veces al año con motivo de las fiestas de Pascua, Pentecostés y Tabernáculos, y permanecían una semana allí. Rezaban mañana y tarde largas oraciones. Las más fervorosas ayunaban a pan y agua dos veces a la semana, los días 2º y 5º.
La similitud de la llamada al apostolado de las mujeres junto con la de sus hermanos varones queda visiblemente relatada en la Resurrección, ya que la proclamación de este hecho viene dada por las mujeres. Los evangelios relatan como las mujeres ungen y entierran a Jesús, y éstas son las mismas que encuentran vacío el sepulcro vacío y experimentan su resurrección. También, eran las encargadas de lavar a sus difuntos, además de cortarles las uñas y de afeitarles el pelo. Se explica por qué la Virgen María estaría dentro del sepulcro arreglando la cabeza martirizada de su Hijo. Las demás mujeres que la acompañaban, Salomé, María de Cleofás y María Magdalena quedaron fuera simplemente porque no cabían dentro del sepulcro.
Pese a ser desde niñas educadas en la religión judía inculcada en el seno familiar también eran formadas en la escuela de la sinagoga donde les enseñaban las sagradas escrituras y a cumplir con la ley de Moisés. El Arameo, era el idioma que solo ellas podían hablar, ya que estaba mal visto que tuviesen relaciones con personas de otra raza. Pese a ello, la Virgen María hablaría otras lenguas debido El trabajo manual era prácticamente obligatorio. No podían estar ociosas en sus casas, tenían que hacer trabajos de hilandería o de costura. El fruto de su trabajo era para el marido.
Una mujer en casa debía madrugar para preparar en el fuego el pan cada día para que su esposo lo encontrase
listo y caliente para comer cuando éste se levantaba. Tenía que ir a la fuente del pueblo a por agua en un cántaro. Debía dar de comer a las bestias que tuviese. Era la responsable de todo lo concerniente al hogar, la comida, el huerto del jardín, comprar en el mercado, la educación de los hijos. Tenían una hospitalidad proverbial, por fraternidad, con sus hermanos judíos y por cuestiones religiosas.
Lo más apropiado para una mujer era permanecer en casa. Por esto estaba muy mal visto que una mujer judía estuviese sola en la calle. Si salía de casa, debía cubrirse la cabeza con un velo excepto las solteras que llevaban el pelo al viento sujetos por la cofia bethlemita.
¿Cómo vestía la mujer hebrea y las mujeres de la época de los apóstoles?
Las mujeres hebreas se vestían con túnicas más largas que las de los hombres y con mejores acabados, también usaban capa que era un vestido exterior que se usaba como abrigo para el frío, las lluvias y en las noches. Las capas de las mujeres eran más largas que las de los hombres. Las mujeres usaban “velo” menos las criadas y mujeres pobres. Las mujeres públicas tampoco usaban velo. Aunque las mujeres hebreas tenían mayor libertad respecto al uso del velo que las mujeres árabes.
Con respecto al uso de adornos los judíos no favorecían extravagancias, pero las mujeres se adornaban más que los hombres. En la familia de Jacob usaban aretes: Génesis 35, 4.
Las mujeres israelitas usaban zarcillos de oro con los que contribuyeron para que Aarón hiciera el becerro de oro: Éxodo 32, 2
Los zarcillos eran en forma de bolas, pendientes largos, semicirculares o discos. Abraham regaló dos brazaletes de oro para Rebeca, Génesis 24, 22.
La ropa interior —túnica o camisa
La túnica, era una camisa que se usaba junto al cuerpo. Se hacía de piel, tela de pelo, lana, lino, y en tiempos modernos usualmente de algodón. La forma más sencilla era sin mangas, y llegaba hasta la rodilla y algunas veces al tobillo. La gente “bien” la usaba con mangas y hasta el tobillo, tanto las mujeres como los hombres las usaban, aun cuando sin duda había una diferencia de estilo y modelo en lo que ambos usaban. Entre las clases
pobres, la túnica era la única prenda de vestir
usada en verano. Las personas de más alta clase
usan solamente la túnica en el interior de su casa, pero no la usaban sin llevar una vestidura encima cuando estaban fuera de casa, o cuando recibían
alguna persona.
La túnica exterior
En los tiempos bíblicos había una túnica más suelta y más larga, que algunas veces se usaba, pero no por la gente común. La Escritura indica su uso por los reyes, los profetas, los nobles, y algunas veces por los jóvenes. Algunos eruditos bíblicos piensan que era un tercer vestido, es decir, aparte de la túnica acostumbrada y la capa exterior. Pero otros han pensado de esto como de un manto especial que se usaba sobre la túnica, y ésta puede haber tomado el lugar de la capa.
El cinto
Si la túnica no se sujetaba con un cinto, podía estorbar, no permitiendo andar libremente, así es que siempre se usa un cinto cuando se sale del hogar para hacer cualquier jornada. Hubo antes y hay actualmente dos clases de cintos. Uno era la variedad común, hecho de cuero, por lo regular de quince centímetros de ancho y equipado
con broches.. El otro es de una clase más costosa. Es de lino, aunque algunas veces era de seda o de material bordado. Es generalmente de ancho, como de una mano. El cinto sirve como una faltriquera donde se guarda dinero y otras cosas que se necesitan. El cinto se usaba para afianzar la espada de la persona a su cuerpo. Por eso el cinto era una parte muy necesaria en el vestuario del hombre.
El manto o la capa
El vestido exterior que los aldeanos palestinos usaban, era una larga que serviría a los occidentales de abrigo. Se fabricaba de pelo de cabra y en algunas ocasiones de algodón. Solía ser de color café oscuro de diferentes tonos y con tiras blancuzcas perpendiculares, como abrigo contra el viento y la lluvia, y como cobertor por las noches. Es un cuadro más o menos común el ver a un hombre andando en un día caluroso, llevando su pesada capa. Y si se le pregunta por qué la lleva, su contestación será, “Lo que resguarda del frío, resguarda también del calor”. le hiciera compartir con alguien sus monedas. Si ella perdía una de ellas, quería decir que se atraería a mal por la pérdida, y se consideraba como una gran vergüenza, pues, la mujer de quien Jesús nos habla en Lucas Lucas 15, 8-10, sólo había perdido una dracma que podía usarse para adquirir algunos artículos, sino que había perdido una parte de lo que su ornamento y que era también su dote. Se hacían reflexiones sobre su carácter. Segundo, estaba el velo que era una pieza grande quizá dos metros y como de uno y fracción de ancho. Se ponía sobre la cachucha de una manera que cubriera toda la cofia, con excepción de las monedas. La mayor parte de estos velos se fabricaba de lino grueso blanco. Algunos son bordados, mientras que están completamente cubiertos con trabajo de aguja.
Sandalias
Los zapatos usados por la mayoría en tiempos del Nuevo Testamento eran sin duda lo que nosotros llamaríamos sandalias. Estas consistían de una suela de madera o de cuero, que se aseguraban a los pies con correas de cuero. Algunas personas usaban algo que se asemejaba a los zapatos occidentales. Con ellos el pie estaba completamente cubierto, o sólo los pulgares quedaban de fuera. Tales zapatos se consideraban como una voluptuosidad, porque las referencias bíblicas al calzado indican el uso universal de las sandalias.
La cofia de las bethlehemitas tiene bastante interés y nos da información sobre las costumbres bíblicas. Constaba de dos partes. Primero había lo que podía llamarse una cachucha alta en cuyo frente cosían hileras de moneda de oro o de plata. Tenía que ser una honrosa circunstancia la que