40 años del Campeonato de Europa de Rallyes Antonio Zanini vuelve al lugar donde empezó todo: el Rally Costa Brava Josep Autet
Archivo JAS
EE
l Rally Costa Brava y Antonio Zanini forman un binomio que permanecerá unido para la posterioridad. El pluricampeón de España no tan sólo se ha adjudicado este rally en tres ocasiones en su versión de velocidad, sino que la última vez que lo hizo, en 1980, la victoria le sirvió para iniciar su carrera hacia el título continental, que al final de año y tras 12 rallyes disputados ganaría de un modo tan brillante como épico. Hace justo 40 años que Antonio Zanini, copilotado por Jordi Sabater y al volante de un Porsche 911 SC, logró el triunfo en un Rally Costa Brava que históricamente se adjudicaban los pilotos que a final de año era Campeones de Europa, como una vez más sucedió. Tras dos subcampeonatos, el título europeo era la gran ilusión de un Zanini convertido casi de la noche a la mañana en piloto privado. No iba errado en su objetivo, ya que sin Opel ni el grupo Fiat corriéndolo el europeo de 1980 parecía asequible para un buen piloto que estuviera correctamente armado... y con presupuesto: ¡justo lo que no tenía Zanini! Tras cesar las actividades de Seat Competición, el piloto de Viladrau tenía la
Antonio Zanini, 1º Rally Costa Brava 1980 y 1º Rally Costa Brava Histórico 2005 (JAS)
opción de montar un programa con un Fiat 131 Abarth que la marca le cedía (el que le había permitido ser subcampeón europeo un año antes), pero Zanini no vio claro correr con ese coche y prefirió intentar la aventura europea con un Porsche alquilado a la estructura francesa Alméras. Aunque conservó durante todo el año el status de empleado de Seat, correr por libre el europeo eran palabras mayores, tanto que Antonio tuvo que empeñar una parte de su patrimonio para arrancar el programa en el Rally Costa Brava. Sin patrocinadores que soportaran la
Antonio Zanini-Jordi Sabater (Porsche 911 SC), Rally Costa Brava 1980 (Ignacio Par)
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participación, sólo discretas ayudas técnicas, Zanini y Sabater, dos mecánicos de Alméras y un numeroso grupo de amigos que obraban como asistencia más voluntaria que eficaz, se presentaron en Lloret para batirse por la victoria. Así arrancó Antonio Zanini el europeo de 1980, sin el presupuesto adecuado y con la incógnita de si lo podría seguir en su totalidad o no. El Costa Brava era el gran test, si la cosa iba bien quizás encontrar el presupuesto sería más factible, pero si no era así la ilusión europea tendría que aparcarse. De entrada, los hermanos Alméras apreciaban la capacidad de convicción y las cualidades de Zanini, aunque tenían claro que no había dinero. Pero la proverbial tenacidad de Antonio afloró desde el primer instante y luchó con ahínco para disponer de la mejor mecánica posible. En el Rallye Monte-Carlo de aquel año Zanini, acompañado de Aman Barfull, trabajó como ouvreur del equipo francés, que alineaba nada menos que a Hannu Mikkola, quien se retiró por rotura de un semieje. Y fue precisamente el Porsche 911 SC que utilizó el finlandés en el rally monegasco el que le adjudicaron Jacques y Jean-Marie Alméras a Antonio para el inicio de la aventura europea.