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A. de Carnavaleros Isleños “A.C.I.”

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años de carnaval sin descanso

Se acerca el 50 aniversario del concurso de carnaval contemporáneo. 50 años consecutivos celebrando duelos de coplas que como todos sabemos no recogen todas las que son, ni sus inicios, ni las más genuinas que dieron origen a lo que hoy conocemos como agrupaciones y repertorios.

Mucho antes de la Guerra Civil Española este pueblo ya tenía el carácter festivo, irónico y reivindicativo que tradujimos en carnaval. Las voces de la higuerita desahogaban sus miserias en forma de coplas por las calles, por las casas, por los bares... pasaban de boca en boca entre amigos y vecinos y han llegado hasta nuestros días a través de documentos de escasa calidad que nuestros historiadores conservan y, cómo no, gracias a los abuelos que nos han heredado sus conocimientos y su memoria. Ni si quiera la dictadura logró frenar todo aquello y como consecuencia de las ganas y la evolución se formó el concurso que hoy día conocemos. Casi 800 agrupaciones han subido a las tablas de los diferentes teatros donde se ha celebrado nuestro concurso.

Nuestra asociación ha trabajado durante meses con el objetivo de celebrar una gala en honor a tan importante herencia cultural. Con mucho cariño, teníamos preparado un acto en el que queríamos trasmitir a las nuevas generaciones los orígenes de nuestra fi esta y llenar de recuerdos a los mayores que nos acompañasen. Pero no pudo ser, al menos para estos próximos carnavales. La falta de disponibilidad de los auténticos protagonistas nos hace plantearnos que algo falla. Nuestra mayor preocupación era no olvidarnos de nadie, que nos se nos pasara

darle su lugar a todos aquellos infl uyentes en la historia de nuestras coplas y... nos enfretamos a una realidad muy diferente, pero así somos los isleños. A mi aún me cuesta acostumbrarme.

Objetivamente la intención de la Gala consistía en evidenciar la evolución técnica, estética, vocal, instrumental y lírica de las agrupaciones de antaño a las mas actuales. Sin embargo en este punto surge una duda: ¿Todo ha sido evolución? Está nuestro carnaval en su mayor punto de crecimiento? No parece que sea así.

A menudo escuchamos a los veteranos decir: “el carnaval ya no es como antes” y algo de razón llevan. No me atrevería a confi rmar la causa pero, después de muchas charlas con otros carnavaleros , si se pueden sacar algunas conclusiones. Quizá es solo cuestión de números; somos un pueblo de 20.000 habitantes en el que casi el 10% participa en alguna agrupación, dato que revelaría un crecimiento general. Contamos con unas 7 murgas, 7 comparsas y 3 coros en la actualidad de las cuales muchas tienen difi cultades para encontrar voces específi cas y sobre todo instrumentación. Este dato es incomparable respecto a 25 años atrás. En ocasiones la cantidad no es sinónimo de calidad y es un hecho que el ingenio es algo muy difícil de encontrar, pero el público manda y es quien se encarga hacernos ver lo que nos hace falta, lo que sobra y lo que escasea… y eso se traduce cuando no encontramos agrupaciones o letras de trascendencia y popularidad en los últimos años. Al mismo tiempo podríamos hacer otro análisis; es paradójico que contando con muchas más agrupaciones que antes, su futuro esté en riesgo. Si nos paramos a pensar por un momento en que algunas de ellas, y espacialmente las mas “ punteras” , dejasen de participar, ¿Que ocurriría? No se aprecia una cantera que venga empujando, no aparecen alternativas nuevas, posiblemente por desgana de las que lo han intentado y se han encontrado un muro difícil de superar: las grandes. Como enamorada de esta fi esta no puedo dejar de admitir que siento algo de pánico al imaginarme nuestros carnavales dentro de otros tantos años. Contamos con gente con muchísimo talento pero diría que algo no estamos haciendo bien a la hora de trasmitir a nuestros jóvenes la implicación a nuestra fi esta. La pérdida de nuestro añorado teatro gran via es otro de los factores que infl uyen sobre todo en la difusión de los repertorios y el espíritu de alegría y compañerismo que se vivía antes, cuando todos los grupos pasaban de bar en bar, se formaban charlas entre carnavaleros hasta el amanecer y en general se respiraba el ambiente por las calles… antes , durante y después de cada función.

Me encantaría poder hacer un articulo más positivo y hablar de lo bonito que es todo y el carnaval (siempre desde el punto de vista de concurso) tan maravilloso que tenemos, pero suelo mojarme en las cosas en las que participo y creo que no nos viene mal hacer una refl exión sobre el devenir de nuestro concurso teniendo en cuenta el nivel y la situación de los últimos años, para así poder oír a los mayores decir que el Carnaval si es como antes.

Para un carnavalero Isleño no hay cosa nos llene de orgullo que hablar de lo nuestro fuera de nuestras fronteras, que se nos reconozca la trayectoria y la tradición tan implantada hasta ahora. Sin embargo, eso no basta. Para mantener nuestra imagen hay que trabajar de verdad y hacer por inculcar a las nuevas generaciones la pasión por esto para que sean ellos quienes luego sigan trabajando y así nunca se pierda uno de los mayores tesoros que tiene nuestra higuerita. Que las coplas sigan sonando sobre un escenario, ya sean repartidas entre 15 o 9 agrupaciones, a través de 200 u 87 voces, pero que sea por siempre, como hasta ahora…sin descanso.

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