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Francisco González Salgado

Acuerdo Plenario y Crónica del I Concurso celebrado durante las denominadas “Fiestas Típicas de Isla Cristina o de Invierno”

El origen del Carnaval de Isla Cristina, sin temor a equivocarnos, como asegura nuestro buen amigo y cronista de nuestro Carnaval José Biedma Viso, viene de los primeros balbuceos de la recién renacida colonia de pescadores catalanes que se asentaron en 1756, tras el terremoto del 1 de noviembre de 1755 que asolaría y transformaría toda la costa.

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Coincidía la fi nalización de la campaña de la pesca con las desenfadadas fi estas de Carnaval, que tradicionalmente se celebraban en sus lugares de origen; Sitges, Mataró, Canet de Mar, etc. Celebrado el carnaval, “enterraban la sardina”, simbolizando la muerte o la fi nalización de la temporada pesquera para volver a sus lugares de procedencia. Muchos de ellos, con el paso de los años asentaron su residencia defi nitiva en esta isla, y La Higuerita, pronto adquiere una importancia pesquera aumentando su población y entremezclando el amor al trabajo con la alegría. Profesionales llegados de otras zonas, levantinos, portugueses, el tráfi co y la infl uencia marítima-pesquera con la ciudad de Cádiz, hacen de La Higuerita, que durante el siglo XIX, celebre sus Carnestolendas cada vez con mayor relieve, intercambiando ideas musicales con las cercanas ciudades portuguesas de Vila Real de Santo Antonio, Olhao, Tavira, Loulé, etc. donde también se celebraban grandes bailes de máscaras.

La etapa más fl oreciente de nuestro Carnaval se la podríamos asignar al periodo comprendido en el inicio del siglo XX hasta la proclamación de la Guerra Civil Española en 1936, donde se produce un paréntesis en el concurso de agrupaciones y que se venían celebrando en el Salón Circo Victoria, aunque nunca se llegó a cumplir la prohibición total impuesta por el régimen franquista, ya que durante la década de los años 50 de manera tímida, comenzaron a salir mamarrachos con máscaras y hombres vestidos de mujer a cara descubierta mientras la guardia municipal hacia cumplir las leyes vigentes ante la prohibición de los festejos carnavaleros en toda España, corriendo tras de ellos para detenerlos. En realidad, la juventud gozaba corriendo delante de los guardias municipales, mientras estos hacían como que corrían, pero con la “vista gorda”. A partir de 1954, la población perdió el respeto y se disfrazaba a cara descubierta, así se hizo sin interrupción hasta nuestros días por grandes personajes de nuestra localidad hasta que irrumpió en nuestras calles el primer grupo de disfraces denominado “Las

Botellas de Tío Pepe” organizado por el fundamental de nuestra fi esta Claudio Núñez García, las carrozas y agrupaciones musicales que no se hicieron esperar, siendo la primera murga que se arriesgó a salir; la dirigida por Luís Garrido “El Carbonero” con “Los Asturianos” (lazo de unión entre los carnavales de antes de la guerra y la etapa contemporánea, ya que participó en las dos etapas).

El inicio de la ETAPA CONTEMPORANEA. Era inevitable, ya se estaba fraguando con motivo de los Concursos de Villancicos que se celebraban anualmente, y siempre rondaba en la mente de todos el recuperar el Concurso de Agrupaciones de Carnaval. Fue a petición de los jóvenes afi cionados al carnaval que luego se llamaría los “Ye-Yés de los años 30” y los Amigos de la Música” quiénes contactaron con el Concejal Delegado de Festejos, don Cayetano Quintana García, y este, amante del Carnaval, lo expuso al pleno del Ilmo. Ayuntamiento, pero con el consiguiente recelo ante la posible negación gubernativa, de lo que don Emiliano Cabot del Castillo, se encargó de justifi car dada la historia, la tradición y el buen hacer de los isleños con un frase que ha pasado a la historia en su intervención al iniciarse el concurso de 1968. “Un pueblo que trabaja, tiene derecho a divertirse”.

ACUERDO PLENARIO

En la Sesión Ordinaria del Pleno del día 15 de Diciembre de 1967, siendo Alcalde – Presidente del Ayuntamiento de Isla Cristina Don Emiliano Cabot del Castillo, un apartado del acta dice lo siguiente:

“Manifi esta seguidamente la presidencia en relación con las llamadas Fiestas de Carnaval, hoy suprimidas, las cuales tradicionalmente se han venido celebrando en nuestra Ciudad, siendo de su parecer que debían celebrarse más fi estas a las que se denominaría “Fiestas Típicas de Isla Cristina”, creándose trofeos para las Comparsas y otros grupos”.

“La Corporación, haciendo suyas las manifestaciones de la Presidencia, por unanimidad acuerda que viendo con interés las denominadas “Fiestas Típicas de Isla Cristina” y creación de varios trofeos para las Comparsas y Coros, que por la Comisión Municipal de Fiestas, se estudie este Proyecto y propaganda lo más convenientemente sobre ello”.

El lunes 26 de febrero de 1968, nuestro periódico LA HIGUERITA, se hacía eco de esta realidad, convertida en noticia: FIESTAS TIPICAS DE INVIERNO

“La simbólica ÁNFORA de la alegría cuyos pretéritos tiempos historian lejanas épocas, ha volcado sus reservas mitológicas en nuestra ciudad- donde tuvo antaño agradable reinado – resurgiendo hogaño, tras obligada carencia de larga duración”.

“Las Típicas Fiestas Invernales han resucitado este 1968 y, como un rito, con cordura y orden, sin que una nota feble haya podido turbar la tranquilidad pública, solo entregada a gozar de ellos que han sido organizados a base de motivos de distracción”.

“Nuestras dignas Autoridades y su representantes, vigilando la mayor compostura no han precisado intervenir ni en el más mínimo servicio ya que el vecindario inclinado al orden, estuvo propicio a su más y mejor distracción mereciendo plácemes de todos los isleños la resultante de las Fiestas Típicas en su Resurrección Popular”.

“Comenzó el Festival con el Concurso de Coros y Murgas celebrado en el Cine Gran Vía, que para que su recaudación fuera a incrementar los donativos de la Campaña de Navidad, patrocinada en la Provincia por el Excmo. Sr. Gobernador Civil D. Hernán Pérez Cubillas – secundada por el Ilmo. Ayuntamiento – idea y propósito dignos del mayor elogio, demostrativo del espíritu que anima a esta ciudad a favor de los necesitados”.

CONCURSO

“En el regio Cine Gran Vía –como decimos- cuya Empresa (como siempre) muéstrase propicia a cooperar en tantos casos como surjan, de índole afectiva tuvo lugar este Concurso”.

“Apareció la Sala deslumbrante de luz, color y de atractivos: Lleno hasta los topes, precisándose localidades supletoria hasta atiborrar pasillos y rincones, para que no quedaran en la calle personas llegadas de Huelva, de Sevilla, de Madrid, acuciadas por este Concurso del que Radio Popular de Huelva tenía programado diferentes emisiones”.

“Se presentaron seis Agrupaciones a saber: “Los Escoceses”, dirigido por Garrido Luís González; “Los Yeye-yés de los años 30”, dirigido por Enrique Jabares Beltrán; “Los Camareros” director Eduardo Álvarez Rosa; “Las Arqueras”, directora Pilar Quesada Serrano; “Los Cirujanos”, director Pedro Rodríguez Arnau; “Los Ye-Yés sin Ley”. Además, fuera de Concurso “Los Zingaros”, director Francisco López Chaves”.

“La presentación de cada uno de esos grupos, fue apoteósica motivando ovaciones delirantes, que el público tributó a todos ellos, sin distinción alguna”.

“Se dedicaron frases laudatorias al Festival que se celebraba y fue Francisco López Chaves el que ensalzó el momento simbólico, siendo su característica las más atinadas frases encomiásticas, que fueron acogidas por el auditorio con prolongados aplausos”.

“Y el gran Jerónimo Sosa Castillo, cuyas dotes oratorias le singularizan, fue el comisionado para la presentación e índice del Programa, mostrando –como siempre- su proverbial fraseología nada vulgar y sí afectiva”. de once meses de edad (hijo de los esposos don Félix Pichardo Fragoso y doña Adelaida Rubira Caballero, fue quién hizo entrega de la magnifi ca Copa donada al conjunto que obtuvo el Primer Premio que fue concedido por su abuelo el Sr. Empresario del Cine Gran Vía”.

LOS PASEOS LOS PASEOS

“Las tardes, algo desapacibles, no importó “Las tardes, algo desapacibles, no importó para que los paseos y calles adyacentes para que los paseos y calles adyacentes estuvieron animados, sobresaliendo la estuvieron animados, sobresaliendo la Gran Vía cuya numerosa concurrencia se manifestó propicia al jolgorio y la algaraza, viéndose en todo momento las aceras y calzadas, los bares y las terrazas con tanta gente por toda la ciudad que a la vez estuvo invadida de coches llegados de todas las partes con motivo de estas Fiestas”. “Pero en el Paseo de Las Palmeras, bullían los festeros y el de Los Reyes era el delirio con la actuación de los Coros y Comparsas en una tribuna levantada al efecto, donde las Agrupaciones entonaron sus Programas a fi n de que el pueblo entero escuchara sus canciones que se ovacionaron incesantemente”.

EL JURADO

“El jurado califi cador, estuvo formado por los Sres.

Don Emiliano Cabot del Castillo, don Juan Manuel Martín Rivero, don Cayetano Quintana García, don Manuel Travé Bermúdez, don Diego Jara Pereira, don José Rodríguez López, don Jacinto Cañete Calvo, doña Emilia Olías de Vázquez, don Antonio Avelino Corral García, don Juan Figuereo Fernández, don Ramón Martínez Romero y don Juan Bautista Rubio Zamorano, representado por PREMIO 1º - “Los Ye-Yés de los 30” a quienes se concedió el premio de 8.000 pesetas y una valiosa y artística copa de plata donada por la Empresa del Cine Gran Vía, don Félix Pichardo Salgado. PREMIO 2º - a “Los Cirujanos” con premio de 4.000 pesetas. PREMO 3º - “Las Arqueras” con premio de 2.000 pesetas. Y con 4º, 5º y 6º Premios acesits de 1.000 pesetas a cada una de las agrupaciones siguientes: “Los Camareros”, “Los Ye-Yés sin Ley” y los “Escoceses”.

“Además, al Coro de “Los Zingaros” presentado fuera de concurso se le adjudicó un premio de 10.000 pesetas por sus méritos totales, de presentación música y organización que ha estado a cargo del capacitado Francisco López Chaves, que en su turno escénico escuchó delirantes ovaciones. El niño Felisito Pichardo Rubira, lindo “bibelot” de once meses de edad (hijo de los esposos don Félix Pichardo Fragoso y doña Adelaida Rubira Caballero, fue quién hizo entrega de la magnifi ca Copa donada al conjunto que obtuvo el Primer Premio que fue concedido por su abuelo el Sr. Empresario del Cine Gran Vía”.

LOS BAILES

“Punto y aparte merecen los bailes celebrados con el predominio del máximo orden y compostura, lo cual refl eja un incuestionable deseo de pasar la velada con la mejor armonía y familiaridad. La juventud rindió culto a Terpsícore en la Sociedad “La Unión, “Circulo Industrial” y “Las Redes”.

Medio siglo después, los hijos y nietos de aquellos hombres y mujeres que iniciaron la etapa contemporánea de nuestra fi esta, mantenemos viva esa semilla que nos legaron nuestros tatarabuelos, y siempre agradecidos, a un pueblo y a unas autoridades municipales que desprendían amor a su tierra y que fueron “cómplices” para recuperar y entender desde siempre, la grandeza cultural y festiva del Carnaval de Isla Cristina.

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