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Pin de Plata Fipac
Pepi Toscano Aguilera
Aquellos que comenzaron pronto en la etapa contemporánea del carnaval isleño, recordarán los tiempos pretéritos de las tardes bulliciosas de la Gran Vía, el Paseo del Chocolate, las Palmeras y las calles de “bote en bote” donde no cabía un alfiler. Las cuatro de la tarde era la hora donde el pueblo sabía qué hacer; murgas y comparsas, disfraces callejeros… la espontaneidad y la genialidad de unos carnavaleros/as que enmascaraban el carnaval con el pseudónimo de Fiestas Típicas de Invierno. Grandes y pequeños bebían del mismo néctar: la malvasía carnavalera. Todos sabían dónde verse y en el menor de los casos… cuatro trapos viejos era el disfraz preferido para disfrutar.
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En esos años pasados ya nuestra protagonista estaba en la calle disfrutando del carnaval, con un grupo de matrimonios que fue la antesala del grupo: “Las Jardineras”.
Pepi Toscano resuma bondad por los cuatro costados, su mirada y gesto afable… se mezcla con una conversación exquisita con quien esto escribe…
“Esta mención es porque dicen en la Fipac que soy muy trabajadora en la sombra; soy una más de ellos comprometida con los carnavales y solamente cumplo con mi deber, pero sea bienvenido y lo agradezco profundamente”.
Cuando se le pregunta por sus recuerdos carnavaleros, responde que: “Hay cientos de anécdotas que no nos gustaría que quedasen en el olvido; incluso nos hemos planteado escribir un libro; un memorándum donde se recojan todas las vivencias del grupo, porque, es evidente que, si no se hace, todo se irá con nosotros. Por ejemplo, recuerdo un año que no teníamos papelillos para la caseta y dos horas antes, Pepe el Comercial, (d.e.p.) y mi marido, se fueron a Sevilla y vinieron con el coche cargado hasta la bandera, y sin baca, éramos más jóvenes y hacíamos lo indecible para que todo funcionara”.
Si se le pregunta qué le pasa a la calle, Pepi Toscano no coloca excusas; aporta soluciones y da la explicación: “Son otros tiempos. Todo evoluciona. Hay que seguir el ritmo que marcan los años. La juventud es la que tiene la solución, pero, tienen otra manera de hacer las cosas y es muy respetable. En nuestros primeros años, fuimos caminando al son que marcaban los que nos dejaron el legado, hoy ha cambiado y es muy respetable”.
¿Las peñas son importantes para el carnaval? “Por supuesto. Nosotros (Las Jardineras) nos llevamos todo el año trabajando en ideas y dándole forma a todo lo que se nos ocurre. También echamos
nuestros ratitos de ocio y estamos comprometidas con muchos actos culturales. Pagamos una cuota todos los meses y el mantenimiento del local. Entiendo que posiblemente otras personas no lo tengan tan bien, pero, claro que sí. Las peñas son una de las bases fundamentales del carnaval”.
¿Qué le pasa a la cabalgata? “Mi concepto de la cabalgata es el mismo que he tenido siempre; el domingo de carnaval es uno de los más importantes para el pueblo porque, vendemos nuestra más hermosa fiesta al exterior; también entiendo que quien está dentro de la cabalgata va a pasarlo bien y entonces… hay una línea que no se debería cruzar entre el alcohol y la imagen que damos. No estoy en contra de nada, pero, no comparto el tema del botellón. No niego que en nuestros grupos hemos tomado una copa antes de salir, pero… siempre guardando la compostura y haciéndole ver a los más jóvenes cómo nos hemos de comportar. Este año se está trabajando mucho en ello y esperamos que, aunque no se evite el alcohol, que sea disimulado. El botellón no se va a permitir”. Es un placer para quien esto escribe, echar un ratito de carnaval con una persona de tan altos valores éticos. Pepi Toscano echa de menos la impronta de aquellos momentos donde media hora antes de la cabalgata… “nos reuníamos, se buscaba un disfraz y era la delicia de propios y extraños. Añoro la simpatía de los disfraces callejeros donde la guasa era vivida con suma importancia. En general me sumo siempre a la alegría carnavalera. Se que estamos en otros tiempos y hemos de adaptarnos a ellos”.
Pepi Toscano desde sus responsabilidades en la Fipac oye en las reuniones a los jóvenes, sabe cuales son sus inquietudes para los carnavales y pide que todos luchemos a una por lo que nos une: el Carnaval de Isla Cristina.
Enhorabuena a la Fipac por el gesto y a Pepi Toscano por el reconocimiento merecido.
Miguel Gómez Martínez.
Miguelín.