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Carnaval Anacrónico

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Pin de Plata Fipac

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Bien entrada la segunda mitad del Siglo XX, un grupo de hombres y mujeres propusieron al Ayuntamiento de Isla Cristina la celebración del carnaval, que por aquel entonces se denominó “Fiestas Típicas de Invierno” y poco a poco fueron configurando la estructura de nuestras fiestas. Tras el paso de más de medio siglo creo que ha llegado el momento de preguntarse si todo lo

heredado en aquellos primeros años puede seguir sirviendo para desarrollar nuestro carnaval en pleno siglo XXI. Si hacemos un análisis de la evolución de nuestras fiestas de carnaval y analizamos su presente observaremos que muchas de sus formas y maneras son iguales o con muy poca evolución de la de aquellos inicios.

¿Pueden valer fórmulas de hace más de cincuenta años para la actualidad? Sinceramente, creo que no.

La sociedad ha cambiado y con ella el papel que muchos colectivos desempeñan en la sociedad. El papel desempeñado por las mujeres en la década de los sesenta y setenta no es el mismo que el que debería desempeñar, en estos momentos. ¿Es lógico seguir eligiendo a mujeres y niñas para ser denominadas “Reinas del Carnaval”?. Desde mi punto de vista creo que sería una cuestión que debería plantearse en nuestro carnaval. El papel de la mujer en nuestros carnavales ha sido y es fundamental, pero por ello creo que debería ponerse en valor dicho papel en las agrupaciones femeninas o mixtas del teatro, en la creación y confección de grupos de disfraces, en la elaboración de carrozas, en las peñas carnavaleras, etc. En algunas ciudades con carnavales de gran importancia, se ha descartado ese papel de la mujer en carnaval y se ha potenciado la participación activa y visible de la mujer en las fiestas dándole el protagonismo que realmente le pertenece y no representando un papel que no se corresponde con los tiempos actuales.

¿Sigue nuestro concurso de agrupaciones basado en un formato inadecuado y quizás no adaptado a los nuevos tiempos? Creo que habría que reflexionar sobre la marcha del concurso en los últimos años y hacer un análisis de las circunstancias que hace que el propio teatro quede semivacío en muchas de las funciones que se ofrecen al aficionado. ¿El salto de calidad de los grupos es real comparados con grupos de otras décadas? ¿Se ofrece un concurso atractivo para los medios de comunicación, en especial para televisiones de ámbito regional y nacional? Si no hacemos un serio análisis del formato idóneo para el concurso creo que el mismo está abocado a seguir avanzando sin un rumbo definido y sin ofrecer una fórmula atractiva para los aficionados al carnaval, que en Isla Cristina es gran parte del pueblo.

¿La cabalgata tiene el recorrido idóneo?, ¿todo el/la que lo desee puede participar en ella sin ofrecer un mínimo de calidad con dicha participación? Seguimos manteniendo un recorrido donde, en muchas zonas del mismo, no hay público o es muy poco el que se encuentran los grupos al pasar y en cambio en otros lugares la aglomeración de personas hacen que los grupos no puedan lucir sus propuestas.

¿Qué carnaval de calle queremos?, ¿El que se viva en las peñas o en la calle? ¿Habría que plantear un cambio de rumbo en los días de carnaval de calle? Creo que el miércoles de cenizas es un buen ejemplo de que los cambios, a veces, dan sus frutos y hacen cambiar las dinámicas y provocar una catarsis en las personas deseosas de nuevas propuestas organizativas y las hacen suyas. Los espectáculos que hemos disfrutado en los pregones del carnaval es otra prueba evidente de las nuevas formas de hacer las cosas y hacerlas atractivas a todo tipo de público.

Podría seguir apuntando preguntas y posibles respuestas a las mismas, sin embargo, solo pretendo reflexionar sobre la idoneidad de nuestra propuesta de organización del carnaval de Isla Cristina en pleno siglo XXI, no sin antes agradecer el trabajo y la aportación de tantas personas que han hecho grande nuestro carnaval, e intentar entre todos y todas dar un cambio de rumbo a nuestras fiestas para que pueda tener un desarrollo del que nos sintamos todos orgullosos. Las aportaciones y respuestas tienen que venir de la mano de los distintos colectivos y de la ciudadanía en general. Cada uno de nosotros y nosotras seguro tenemos propuestas que poner encima de la mesa y habría que buscar entre todos los puntos de encuentros para mejorar una fiesta a la que amamos todos los isleños e isleñas y que queremos que siga siendo una de nuestras señas de identidad. Ojalá lo consigamos y logremos un carnaval contemporáneo que mire a su pasado pero que sobretodo ponga en valor su presente y su futuro.

Enrique Jabares Barrera

Carnavalero

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