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La Plaza de San Isidoro

Para conocer el origen de la plaza de San Isidoro hay que partir de la Edad Media. En la segunda mitad del siglo X y primera mitad del siglo XI existen en la ciudad de León, tanto dentro del recinto romano como fuera de él, extramuros, un gran número de centros monásticos. Entre otros, estaba situado intramuros el monasterio de San Juan Bautista, construcción de barro y ladrillo, que ya figura mencionado en los documentos en el año 1028.

Durante la segunda mitad del siglo XI se desplaza el centro vital de la ciudad en torno al monasterio de San Juan Bautista. Fernando I (1037-1065) estableció allí su palacio y sustituyó esta antigua construcción por el templo románico de San Isidoro después del traslado a León, en el año 1063, de los restos de este santo, Obispo de Sevilla.

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La Real Colegiata de San Isidoro es uno de los monumentos más importantes de la arquitectura románica. Además de por su arquitectura destaca por sus esculturas, el Panteón de los Reyes, cuyos frescos son considerados internacionalmente como la Capilla Sixtina del Románico, la biblioteca y archivo y por su museo. En éste se exhibe, entre otras piezas de gran valor, el cáliz de la infanta doña Urraca, hija de Fernando I, que es considerado como el Santo Grial o cáliz utilizado por Cristo en la Última Cena de acuerdo a las investigaciones efectuadas por los historiadores Margarita Torres Sevilla y José Miguel Ortega del Río.

Si los aspectos artísticos de esta plaza son relevantes, también hay que señalar un importante hecho histórico perteneciente al Reino de León. Durante el reinado de Alfonso IX (11881230), se convoca en el claustro de San Isidoro una Curía Regia que está formada por primera vez por representantes de las ciudades, constituida hasta esa fecha únicamente por el estamento eclesiástico y nobiliario.

Por acuerdo de 24 de febrero de 2011 de la Junta de Castilla y León (BOCYL de 2 de marzo de 2011), la ciudad de León recibió el título de “Cuna del Parlamentarismo”, en base al informe emitido por la Real Academia de la Historia, que consideró la solicitud del Ayuntamiento de León bien fundada por ser la Curia Regia de 1188 la primera asamblea europea en la que participaron los ciudadanos.

Los “Decreta” o leyes que recogieron las resoluciones regias adoptadas en la Curia Regia de 1188, han sido incluidos por la Unesco en 2013 en el Registro de la Memoria del Mundo a propuesta del Ministerio de Cultura, por ser un patrimonio documental de importancia mundial al ser consideradas las primeras Cortes celebradas en Europa en las que los ciudadanos tomaron decisiones al igual que los altos cargos eclesiásticos y nobiliarios.

También en el atrio de esta plaza y en el claustro de San Isidoro se celebra desde hace siglos una ceremonia que ha perdurado hasta nues-

Por acuerdo de 24 de febrero de 2011 de la Junta de Castilla y León (BOCYL de 2 de marzo de 2011), la ciudad de León recibió el título de “Cuna del Parlamentarismo”

tros días: Foro u Oferta, también llamada “las Cabezadas”. En la primera mitad del siglo XIII el cronista Lucas de Tuy, relata que habiendo mucha sequía en León, se saca el cuerpo de San Isidoro en procesión. Al llegar a Trobajo del Camino los presbíteros que lo llevaban a hombros tuvieron que descansar, pero al reanudar la marcha no pudieron mover el cuerpo, ni siquiera miles de hombres lo pudieron hacer. Llegó a este lugar la reina Sancha, toco las andas y a partir de ese momento se pudo mover levantándolo cuatro niños. El pueblo prometió no volver a sacar el cuerpo del santo y que cada año entregaría un censo a San Isidoro.

La Corporación Municipal acude anualmente en un día fijo, el último domingo de abril, pero el Ayuntamiento considera que esta ofrenda es voluntaria y el Cabildo Isidoriano que se trata de un foro obligatorio. En la ceremonia se debate esta cuestión por los representantes de ambas instituciones y después de acudir al oficio religioso se despiden en el atrio de San Isidoro con inclinaciones de cabeza muy acentuadas, de ahí el nombre de cabezadas.

Ya desde hace varias centurias existe este debate como lo reflejan los documentos existentes en el Archivo Municipal de León. Además de en los libros de acuerdos municipales, uno de los documentos más antiguos donde se expresa esta cuestión, es un acta redactada por el Ayuntamiento de León, de 5 de abril de 1543, en la que se deja constancia de la entrega de un cirio por el mayordomo de la ciudad de León, Rodrigo de Cifuentes, en nombre de la justicia y regimiento, al tesorero Hernán Vázquez, canónigo del monasterio de San Isidoro, con ocasión de la fiesta del Santo, haciendo constar el mayordomo que no lo ofrecía “por fuero ni costumbre ni otra promesa ni boto” sino por devoción.

La plaza de San Isidoro también ha sido escenario de celebraciones puntuales. Un expediente del Archivo municipal nos informa de que el Obispo de León comunica al Ayuntamiento que la Santa Sede concede a la Real Colegiata de San Isidoro la categoría de Basílica Menor, con el fin de celebrar actos de conmemoración de este acontecimiento. Otro expediente nos dice que en el año 1960 la Basílica celebra el XIV centenario del nacimiento de San Isidoro en el año 560 y el milenario de la Biblia visigótico mozárabe del año 960, uno de los códices más importantes de España por sus ilustraciones y confección. No se hace mención en ninguno de los expedientes de los actos celebrados. Desde el siglo XII, la plaza y el barrio de San Isidoro se caracterizan por estar formados por las propiedades de los reyes y de la alta aristocracia. A finales de este siglo cuenta con la presencia de burgueses e incluso artesanos, si bien va adquiriendo cada vez más presencia la propiedad eclesiástica. Esta característica se mantuvo hasta las desamortizaciones liberales del siglo XIX. Igualmente los edificios nobiliarios han permanecido durante siglos e incluso hasta la actualidad. >

En el espacio ocupado hoy día por la Audiencia Provincial, se levantó en el siglo XI el palacio perteneciente a la familia de los Guzmanes, donde la tradición dice que nació Guzmán el Bueno. En este mismo lugar, en el siglo XVI, se construyó el Palacio de los Cea. En el número 5 actual de la plaza de San Isidoro se conserva el Palacio del Vizconde de Quintanilla, construido en el siglo XVII. Es una casona nobiliaria de dos plantas, portón, ventanas en la planta baja y balcones enrejados en la superior. Centrado en la fachada sobre el balcón central se puede observar el escudo de armas del Vizcondado de Quintanilla. En la actualidad se conserva su fachada con el mismo aspecto desde el año 1928 en el que se abrieron dos huecos de ventanas en la fachada principal y un hueco en la fachada que da a la calle San Isidoro, hoy Sacramento, y desde el año 1942 en el que se abrió otro hueco de ventana en la planta baja y en la misma calle.

En el siglo XVIII un nuevo elemento ocupa la plaza, la fuente de San Isidoro, también llamada de la Legión. Promovida por Calos III, es obra de Isidro Cruela. En su pilar destaca un león que sostiene una columna, de la que cuelga una inscripción que dice “LEG VII GM F” en conmemoración a la legión romana Legio Septima Gémina, que se asentó en León, después de la Legio VI Victrix. Un avance importante en el siglo XVIII como fue la traída de aguas con la construcción del arca general en Puerta Castillo y la red de cañerías de plomo surtía a esta fuente y a las instaladas en las plazas de San Marcelo, de Regla y del Mercado y a los caños de San Martín y Badillo.

En el libro de matrícula de los edificios existentes en la ciudad de León en 1821 y 1822, custodiado en el Archivo Municipal de León, se relacionan los edificios, sus propietarios y su valor en renta. En relación con los propietarios que residían en la plaza de San Isidoro constan el Vizconde de Quintanilla con siete edificios, el Mayorazgo de Cea con diez edificios y San Isidoro con tres edificios especificándose que la Abadía se encuentra arruinada y no se le asigna ningún valor. Esta situación sería probablemente a consecuencia de la ocupación francesa.

A finales del siglo XIX, se instalan en los solares que actualmente están numerados con el 7 y el 8, frente al edificio del Vizconde de Quintanilla, la Congregación de las Siervas de Jesús fundada en Bilbao en 1871. En el primer padrón de habitantes que se conserva en el Archivo Municipal fechado en el año 1897, se registran once religiosas de profesión “asistir a enfermos”, la mayoría procedentes de Vizcaya, Guipúzcoa y Logroño. En el vecino monasterio de San Isidoro, residían el abad, ocho canónigos, un magistral y seis sirvientes.

En 1895, como consecuencia de la adquisición por parte del Ayuntamiento de León de dos casas en la calle El Cid y plaza San Isidoro, para instalar en ellas la Casa de Beneficencia Municipal, el arquitecto Municipal, Miguel Hernández Álvarez, presenta el proyecto de alineación de ambas vías, aprobado el 14 de noviembre de ese año. Se planea derribar una pequeña parte de las casas adquiridas, expropiar las casas con los números 9 y 10 de la plaza y ampliar en once metros la calle del Cid.

Tenemos información a través del padrón de habitantes de 1897 de que este Asilo, situado en lo que fue la Casa de los Cea, con vuelta a la Calle del Cid, estaba dirigido por cuatro religiosas de profesión “Hijas de la Caridad” que atendían a ochenta y cinco asilados o ancianos.

Aunque en abril de 1912 se adjudicaron definitivamente las obras de construcción de un pabellón para las Hijas de la Caridad y cuartos de aseo en la Beneficencia Municipal, en agosto de 1915 ya se había trasladado la Beneficencia a su actual emplazamiento en la calle San Mamés. El Ayuntamiento de León en esa misma fecha encarga al arquitecto municipal que haga las obras necesarias para la separación de las dos casas que componían la Beneficencia con el fin de venderlas. Y en noviembre de 1915, ya se habían adjudicado las obras para la reforma de la planta baja para instalar la Escuela Práctica Graduada y dos dormitorios para transeúntes.

Antes de 1900 ya estaba construido el edificio actual situado en el número 4 de la plaza, con fachadas también a la calle Lope de Vega, Ramón y Cajal. Anteriormente al año 1900 no se conservan en el Archivo Municipal proyectos de obra de edificios, pero si constan las obras posteriores. Así por acuerdo del Ayuntamiento de 8 de junio de 1905 se concedió licencia a los propietarios de esta casa para abrir diversos huecos en las fachadas con la instalación de balcones y la reforma de huecos de ventana en la planta baja, y por dictamen de la Comisión de Obras de 11 de marzo de 1950 para la reforma de varios huecos de ventana en la planta baja. Este edificio albergó a finales del siglo XIX las oficinas de Obras Públicas y en los años treinta del siglo XX las oficinas de Estadística.

El edificio de dos plantas del actual número 9 de la plaza, donde está situada la actual pizzería, se construye a partir del 12 de agosto de 1905, fecha en la que el Ayuntamiento aprueba el proyecto del maestro de obras, Andrés Valcarce Martínez. Se derriba un edificio anterior para construir éste.

Hacia el año 1921 o 1922, de acuerdo con un plano de la ciudad de León, revisado por el Ayuntamiento de León, en el actual emplazamiento de la Iglesia de Siervas de Jesús, estaban instaladas la Sociedad Económica de Amigos del País y la Cámara de Comercio. En un plano posterior de 1923-1924, se mantiene en esta plaza la Escuela Práctica Graduada.

En el año 1926 se elabora por el Ayuntamiento un vasto plan urbanístico, el Plan General de Reformas Urbanas,

por el que se lleva a cabo la pavimentación de un número importante de calles céntricas de la ciudad. Entre éstas se encuentra la plaza y la escalinata de San Isidoro. En la memoria de 1927 se especifica que el pavimento utilizado es de hormigón blindado y las aceras de loseta de mortero comprimido. También consta la pavimentación de las calles circundantes, Ramón y Cajal, Descalzos, Fernando G. Regueral y calle del Cid. En los años 1938 y 1939 se pavimentan también un gran número de calles, pero no se efectúa ninguna urbanización en la plaza de San Isidoro.

En el año 1937 un nuevo edificio se construye en la calle del Cid, 3, con vuelta a la plaza San Isidoro, donde hoy día está situado un hostal. Se solicita licencia por el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de León. Se concede y se aprueba el proyecto del arquitecto Luis Aparicio Guisasola en sesión de 31 de mayo de 1937 para la construcción de una casa con planta semisótano, planta de entresuelo, planta principal y planta segunda.

En los años cincuenta y sesenta del siglo XX se producen importantes modificaciones en la estructura urbanística de la plaza de San Isidoro, tanto por lo que se refiere a la urbanización como a los cambios que se producen en los edificios existentes.

En 1950 se inaugura la Audiencia Provincial de León, situada en el anterior emplazamiento de la Beneficencia y Escuela Práctica Graduada. Este proyecto no existe en el Archivo Municipal de León. Se tramitó desde el gobierno central y está custodiado en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares, con el nombre de “Proyecto de Justicia en León”, siendo efectuado por el arquitecto Javier Barroso en el año 1945. Sobresale en este edificio la puerta que da a la calle del Cid procedente de la antigua fábrica real de lencería ubicada en el campo de San Francisco que se puso en marcha en 1751 en el antiguo Palacio Real de la calle de la Rúa, ampliando sus instalaciones en la zona de San Francisco, pero en 1769 ya había dejado de funcionar.

El Colegio Leonés, fundado en 1896 por Antonio Belinchón, se trasladó en 1909 desde la calle del Paso a su actual emplazamiento. Con proyecto de Antonio Miralles, aprobado por Comisión Permanente de 19 de julio de 1951, se elevó una planta para destinarla a vivienda del capellán del colegio y una pequeña parte a dormitorios de alumnos. En el año 1961, se presenta en el Ayuntamiento proyecto de Enrique de Paz Belinchón y Luis Crespi González, aprobado el 29 de marzo de 1961, para lo cual se derriba el anterior edificio del colegio y se construye un cuerpo de cuatro plantas. A partir de la concesión de la licencia el 7 de julio de 1966, una vez declarado como ruinoso y derribado el edificio contiguo, se construye una segunda fase con cuatro plantas, planta baja y semisótano.

El 10 de septiembre del año 1951 se le concede licencia a la Superiora de las Siervas de Jesús, para derribar el edificio propiedad de esta comunidad, situado en el número 8 de la plaza de San Isidoro, en una superficie de setenta y dos metros cuadrados. En este espacio se construye el edificio de residencia actual de estas religiosas. Unos años más tarde en 1955, se amplía la residencia y se construye la actual iglesia con fachada también a la calle Fernando G. Regueral, de acuerdo al proyecto de Ramón Cañas de octubre de 1955.

En el año 1962, la Dirección de Bellas Artes, le comunica al Ayuntamiento que se están realizando las obras de consolidación y restauración de la torre románica de la Real Basílica. Consultando el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares podemos comprobar que desde finales de la década de los años cincuenta del siglo XX hasta la década de los ochenta del mismo siglo, casi todos los años se han efectuado obras de restauración y de consolidación del templo románico en las fachadas, muros, naves, Panteón Real y sus pinturas, cubiertas, torre románica, etc.

Un importante plan de urbanización de la plaza de San Isidoro se lleva a cabo a partir del proyecto de febrero de 1964 del Arquitecto Jefe de la Dirección General de Arquitectura. Ordenación de Ciudades de Interés Artístico Nacional, Francisco Pons Sorolla. Se aprueba en Consejo de Ministros de 20 de agosto de 1964. Se efectúa con cargo a los presupuestos de la Dirección General de Arquitectura por un importe de 6.924.165, 62 ptas. porque, según se señala en el proyecto, esta plaza forma parte del recinto monumental declarado por el Ministerio de Educación Nacional y está incluida en el Catálogo de Monumentos de España con fecha de declaración, 9 de febrero de 1910, aplicándose por este motivo las normas para obras de carácter histórico artístico. El Ayuntamiento de León había aprobado prácticamente el mismo proyecto el 17 de abril de 1963. La adjudicación de las obras quedó desierta y únicamente consta en el Archivo Municipal que se puso en marcha el proyecto de la Dirección General de Arquitectura de 1964.

Se suprime la reja del siglo XIX, que aún se mantenía en 1964, porque perjudica la contemplación del monumento. Se sustituye por pilaretes bajos y cadenas de hierro forjado. Se traslada la fuente al eje del edificio número 4 para instalarla en una amplia acera ajardinada. Se aprovecha el desmonte para su restauración y para reposición completa de instalaciones de fontanería y desagüe. Se suprime el Monumento a los Caídos y el jardín que lo rodea, frente al Palacio del Vizconde. Se Instalan nuevos jardines frente al palacioy se gana espacio de aparcamiento en la acera opuesta, combinado con arbolado. Se pavimenta de nuevo toda la plaza y se alterna enlosado de sillería caliza en tonos grises o dorados con encintados del mismo >

material y fondos de enguijarrado de superficie lavada. Se suprime el muro de cerramiento al pie de la Torre de San Isidoro y se proyecta la instalación de gran columna romana sobre pedestal tratada como monumento simbólico a los Caídos, a cuyo pie se coloca sillería con la inscripción conmemorativa.

Aunque la columna romana se había proyectado como monumento a los Caídos, el día 16 de junio de 1968 se inaugura como monumento a la Legio VII Gémina y se planta un laurel simbólico, obsequio de la ciudad de Roma que había sido trasladado desde los jardines del Capitolio Romano con motivo de los actos conmemorativos del XIX centenario del asentamiento de la legión romana. Se celebraron un gran número de actos y actividades desde el día 10 de junio prolongándose durante las Fiestas de San Juan y San Pedro.

Éste es el aspecto que actualmente tiene la plaza de San Isidoro, que únicamente ha cambiado a partir del año 1999 cuando se adjudica la obra de la escultura que representa la ceremonia de las Cabezadas. Es realizada por el escultor José Luis Fernández en fundición de bronce sobre peana de mármol y representa al abad de San Isidoro y al representante de la Corporación Municipal.

No podemos dejar de tratar una vez que hemos conocido la historia y evolución de la plaza de San Isidoro, que en este lugar se celebran actos muy importantes en nuestra Semana Santa y que muchas procesiones tienen su recorrido por la plaza.

La Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo, organiza un acto identificado con una de las escenas de la Pasión esculpidas en la Puerta del Perdón de San Isidoro y la Cofradía de Jesús Sacramentado realiza un acto que tiene como testigo las dos puertas de la fachada principal de su sede que es la basílica de San Isidoro.

En la portada sur de San Isidoro se encuentra la denominada Puerta del Perdón, punto por donde entraban los peregrinos al templo para conseguir las indulgencias y el perdón de los pecados. En la Baja Edad Media, se llamaba Puerta de San Pedro por ser el acceso a la parroquia del mismo nombre que se encontraba en este ábside meridional de San Isidoro, parroquia que se suprimió en el siglo XVIII para unirse a la de Santa Marina.

Ante esta puerta, la Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo, constituida en 1992 y adscrita a la parroquia de Santa Marina, desarrolla desde 1993 el Acto del Desenclavo representando una de las tres escenas tradicionales de la Pasión.

Antes de celebrar el Acto del Desenclavo, se lleva a cabo el Jueves Santo, al final de la Procesión de las Tinieblas y el Santo Cristo de las Injurias, en la Iglesia de Santa Marina, la ceremonia del enclavamiento de Cristo. El Enclavador, título que se otorga al Hermano Mayor, simulará los tres golpes a los clavos acompañado por el sonido del tambor.

El Sábado Santo sale la Procesión del Santo Cristo del Desenclavo, y al llegar al atrio de San Isidoro se procede al acto del Desenclavo. La ceremonia de este acto se describe de forma detallada en el reglamento de la Cofradía. El Sábado de Pasión, en el mismo marco, las puertas de San Isidoro, la Sacramental y Penitencial Cofradía de Nuestro Padre Jesús Sacramentado y María Santísima de la Piedad, Amparo de los Leoneses, fundada en 1994, con sede en basílica de San Isidoro, celebra un acto ante la fachada, con la Procesión de Jesús de la Esperanza. Antes de empezar la procesión y dentro de la basílica, se realiza el acto denominado “Oración ante el Santísimo Sacramento”, en el que únicamente participan los hermanos de la Cofradía. Es un acto de meditación con el fin de prepararse para el esfuerzo que van a soportar los hermanos durante cinco horas, efectuando también un voto de silencio.

Después de esta oración, partiendo del patio de San Isidoro situado en la plaza de Santo Martino, la Cofradía sale en procesión. Al llegar a la plaza de San Isidoro, delante de las puertas principales de la basílica, se celebra un acto en el que la Coral Isidoriana interpreta cantos litúrgicos en honor y rindiendo tributo a los tres pasos que portan en su Procesión de Jesús de la Esperanza.

Asimismo, en esta plaza de San Isidoro, la tarde del Jueves Santo, se realiza también el acto de “La Despedida”, incardinado en el cortejo penitencial del mismo nombre, que organiza la Cofradía Cristo del Gran Poder. •

Archivo Municipal de León.

Esperanza FERNÁNDEZ SUÁREZ

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