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DE ESTO Y AQUELLO Responsabilidad
~ De esto y aquello ~
Por Leonor Morales
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Responsabilidad
“Eres cómplice de lo que te sucede: la desgracia entra por la puerta que le has abierto” Alejandro Jodorowsky
El precioso bebé de dos añitos está correteando por el comedor de la casa con un cochecito de juguete: “Rrrrrrrrrrrrr…” Corre a gatas embebido en la conducción y su cabecita choca violentamente contra una pata de la pesada mesa de caoba. Lloros, los brazos de la madre, besitos en la parte dolorida, curita sana… “No es nada, mi amor… ¡A ver, esta mesa mala, que le ha hecho pupa a mi niño…! ¡Toma, toma, mesa mala…!” Y la mamá pega a la pobre mesa, con gran regocijo de su criatura.
Está muy bien que el bebé cuente en todo momento con la atención y el consuelo de su madre, su padre, sus abuelos… Sentirse atendido y querido es imprescindible para que su crecimiento emocional sea sano y positivo. Pero debe saber desde los comienzos de sus entendederas, quién es el responsable de sus caídas y golpes. Nada de mesa mala. “Mi amor, tienes que mirar por dónde vas mientras juegas, para que tu cabecita no choque contra los muebles. Tienes que tener cuidado…”
Es igual que no lo entienda del todo. Acabará por entenderlo y por cuidarse. (Aunque no siempre, claro) Lo importante es que está adquiriendo sentido de responsabilidad. No puede echar la culpa a nadie por sus descuidos, él mismo es el culpable de sus caídas y golpes. Es un principio. Posiblemente muchos de los individuos que van por la vida culpabilizando de todas sus desgracias a personas o circunstancias ajenas, empezaron así, con “mesa mala…”
El primer núcleo humano de un niño, es la familia y en ella debe encontrar su puesto, con sus derechos y sus deberes. Estos no deben serle impuestos como una obligación, sino más bien como una adquisición: Está admitido como un miembro útil, capaz de aportar a esta pequeña sociedad su granito de arena. Cuando un niño pequeño pretende ayudar a un mayor, más bien es un estorbo, pero hay que hacerle ver que su ayuda es valiosa. Se espera de él que realice, como todos, sus tareas, como recoger sus juguetes y otras actividades domésticas y relacionadas con su aseo, que irán aumentando según vayan desarrollándose sus capacidades. No es una imposición, es que en esta sociedad cada cual tiene que hacerse cargo de sus responsabilidades.
El niño que va al colegio con su responsabilidad familiar bien asimilada, adquiere e interioriza pronto las responsabilidades derivadas de su condición de alumno y compañero. Y lo que se aprende bien en la niñez, a poco que se incida en lo aprendido, durará toda la vida.
Será un buen ciudadano, capaz de ser útil y responsable en la pandemia del Corona Virus.