Amabilidad

Que importante palabra y en este tiempo que más toca vivir se pierden los hábitos. Sobre todo para la gente de edad avanzada más parece que las normas de antaño se agotan y aquello que era normal de nuestro tiempo se acaba.

Tales como el respeto, la comunicación y la solidaridad son normas que salían espontáneamente y hoy apenas se usan, vamos todos a una y si en algún un momento algo más falta somos más que familia.

Y no se trata de tener muchos amigos; no importa la cantidad si no la calidad. Es triste que poco a poco vaya desaparecido aquello que nos llamaba tanto. Yo aconsejo a no tener miedo de mostrar cómo somos y así daremos buen ejemplo.

Y menos mal que en nuestro pueblo todavía existe el saludo, el diálogo y el abrazo, pues estamos para vivir el día a día.

Ya sé que son romances pero todos necesitamos más querer y que nos quieran.

Aprovechemos el día y queremos, de boca en boca, enterarnos de las cosas que pasan para ser solidarios aliviarnos mutuamente.

Para un momento y escucha a la vida, vale la pena, disfrutemos de todo lo que nos rodea y que sean cosas emocionantes. Y esperar lo que la vida nos traiga. Mi lema es: “Cada cosa a su tiempo”. Procuremos, dentro de nuestras posibilidades, hacer de este mundo un lugar amable y benevolente para el beneficio de todos.

Bueno, no quiero cansaros. Solo dar las gracias a la revista literaria “La Terreta” por darme la oportunidad de sacar a la luz mi pensar.

Ya lo sabéis pueblo mío. Os quiero. •••

Lola Oleaque