Alianzas y rivalidades en el fútbol extremeño
25 de marzo de 1990. Prolegómenos del Mérida Cp-CD Badajoz, con victoria local 1-0 (Juan Álvarez M.41) El colegiado extremeño Marin Enciso y los capitanes de ambos equipos Pepe Pla y Juan Pedro.
L
a rivalidad existe desde que el foot-ball hiciera acto de presencia. Y es que a los humanos, siempre nos ha gustado eso de darles a los vecinos por donde amargan los pepinos.
En todo este mundillo, la rivalidad tiene otra doble vertiente, ya que al hecho de disfrutar con la victoria de tu equipo, se añade otra extra, como es la de ver ‘morder el polvo’ al eterno rival. Lo primero que solemos mirar, cuando se confecciona el calendario de la temporada, es buscar jornadas y fechas, en las que caen los derbis. Curiosamente, el derbi caliente y apasionado de España suele pasar desapercibido para el gran público, se sitúa en la Isla de la Palma, que cuenta con unos 20.000 H. que se reparten muy equitativamente entre el CD Mensajero y la SD Tenisca. Hay familias de diferentes inclinaciones que durante esa semana previa, no se hablan hasta después del partido. La rivalidad si no existe, se inventa: Locales, comarcales, provinciales, regionales… y como no, los R. Madrid-FC Barcelona, que son, al igual que en Argentina, los River-Boca, el clásico por antonomasia, y que se vive en los cuatro puntos cardinales.
Pero yo aquí, lo que realmente quiero plasmar es la rivalidad histórica entre nuestros clubes extremeños, centrándonos en el Mérida, con las distintas denominaciones que ha tenido a bien de llevar a lo largo de los años como punto de referencia, sin olvidar que el derbi por excelencia en nuestra región, históricamente, era el que se dirimía entre las dos capitales de provincia, los Badajoz-Cacereño. Después, las ciudades más importantes como Mérida y Plasencia, focalizaron sus rivalidades con las capitales respectivas. Recuerdo ahora una pancarta de la afición placentina, en la antigua ciudad deportiva de Cáceres que rezaba: “La ciudad de Plasencia, saluda al pueblo de Cáceres”. Sin salirnos de esta última población, ya en el príncipe Felipe como escenario, otra, que a nosotros nos dedicaba el CD Benito: “Romanos Romanones, los calabazones seremos campeones”. Después Almendralejo, al ser la población con más habitantes próxima a Mérida, es con los pecholatas con quien rivalizaba en cuestión de la pelota, y así sucesivamente se ha ido tejiendo una red de rivalidades pueblerinas que nos darían como para hacer un serial completo. La realidad sea dicha, es que el CD Badajoz cuando coincidía con la SD Emeritense en aquellas vetustas 3ª D, en los grupos centro o andaluces, nos solía pintar la cara casi siempre. Un club, el Badajocense, que ya ascendió a la categoría de plata
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