Entrevista a José Onight
“Los emeritenses son tremendamente solidarios”
U
no de los grandes protagonistas de este año ha sido el emeritense José Luis Quesada, más conocido como José Onight, ya que durante mucho tiempo antes de su grave enfermedad trabajó en el mundo de la noche emeritense. Un joven que ha generado una ola de solidaridad enorme en nuestra ciudad, volcándose desde las asociaciones de vecinos hasta todos los medios de comunicación y generando eventos que reunieron a miles de personas. José, cuéntanos brevemente cómo empezó tu enfermedad. Pues mi malestar empezó un lunes 28 de febrero de 2017, mi cuerpo se iba debilitando cada día que iba pasando , el sistema inmunológico empezaba a fallar, me encoraba con fatiga, cansancio , mal cuerpo y mi pierna derecha empezaba poco a poco a hincharse sin aparecer ningún signo visible de moratón o hematoma, lo que hacia que fuese cada vez mas complicado incorporarme para caminar , bajar o subir una escalera. Mis padres me acercan inmediatamente al centro de atención primaria en el Centro de Salud de aquí de Mérida pero las pruebas no dan signos de algo verdaderamente grave, ya que no había fiebre y aparentemente ninguna infección de nada , solamente que la tensión era baja y tenía una llaga en la zona bucal, pero claro también lo achacamos a que como estaba en pleno proceso de ortodoncia cualquier roce del mecanismo de metal que llevan los dientes con todas las gomas pudiese ser el resultado de dicha llaga. Llega el día siguiente y el mal cuerpo iba cada vez a peor, me vuelven a acercar esta vez a Urgencias del Hospital de Mérida pero todas las pruebas dan negativas , sigue sin dar la cara la bacteria, la preocupación mía cada vez iba creciendo ya que no entendía que con medicación recetada por personal cualificado no iba haciendo efecto, ya que mi
cuerpo no iba recuperándose sino todo lo contrario, empeorando cada hora que pasaba, me iba apagando. Hasta que al día siguiente de acudir a Urgencias en casa con mis padres me miro al espejo y me encuentro que mis ojos estaban amarillentos, algo no iba bien, estaba asustado y muy preocupado , así es que inmediatamente acudí a Urgencias por la noche de nuevo y efectivamente aparte de todo el malestar que tenia anteriormente también se sumaba otra novedad, que mis riñones dejaron de funcionar. Fui ingresado de inmediato y después de varias pruebas, cultivos y analíticas mi cuerpo seguía sin recuperarse y por supuesto los riñones seguían parados, no podía ingerir absolutamente nada de agua y todo el suero introducido por vía intravenosa no dio el resultado que esperábamos, así es que después de unas horas me subieron de madrugada a U.C.I del Hospital de Mérida. Recuerdo las palabras de los Médicos: “ A partir de ahora te encuentras en el sitio más seguro y en las mejores manos, no te preocupes José “… y efectivamente a día de hoy confirmo que estaba rodeado de unos Grandes Profesionales . Mi estado era muy crítico, tenía un alto índice de mortalidad y los médicos no aseguraban que durase más de 48h, pero en ningún momento tiraron la toalla y quisieron averiguar que había en mi interior que estaba contaminando mi sangre y me estaba apagando lentamente. Después de varias intervenciones quirúrgicas, traumatólogos , intensivistas, médicos, cirujanos, auxiliares y enfermeros no dejaban minuto a minuto de investigar qué pasaba, hasta que después de 13 días un cultivo dio por fin la cara, se trataba de la bacteria llamada STREPTOCOCUS PYOGENES y encima dentro de las variedades que tiene esta bacteria me tocó la más agresiva FASCITIS NECRONIZANTE. Automáticamente una vez localizada la bacteria y después de innumerables e interminables curas , me estabilizaron y me trasladaron en Helicóptero al Hospital Universitario de Getafe, fue allí donde mis familiares tuvieron que tomar la decisión complicada pero a la vez decisiva, amputar miembros inferiores para así poder frenar a la dichosa bacteria y que no siguiese contaminando la sangre y a la vez destrozando mi cuerpo. A partir de aquí mi vida dio un giro de 180º cargado de paciencia , lucha y de optimismo para seguir adelante En qué momento decides recurrir a pedir ayuda a los emeritenses? En el momento que necesito unas prótesis, que dentro de mis limitaciones, me permitan realizar una vida normal.
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