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75 años de entrega y servicio en Osuna • Una devoción de la clausura: la Virgen de la Merced
75 AÑOS DE ENTREGA Y SERVICIO EN OSUNA
“Dios mío, quisiera hacer de mi vida un continuo acto de acción de gracias por tantos beneficios”.
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Con palabras de Santa Ángela de la Cruz todos los ursaonenses queremos manifestar nuestra gratitud por las bodas de Diamante de las Hermanas de la Cruz en nuestro pueblo. En primer lugar, gracias a Dios por habernos dado a Santa Ángela, que fue fiel instrumento elegido por Él para dar vida a la Compañía de la Cruz.
Agradecemos a las Hermanas de la Cruz lo que han trabajado en nuestra ciudad con ilusión y generosidad durante tantos años sembrando en nuestras vidas su espíritu y carisma.
Y también agradecemos a quienes fueron el puente de la Divina Providencia para que estas benditas almas se instalaran entre nosotros aquel 1 de Septiembre del año 1942: D. Jaime Oriol y Dña. Teresa de la Puerta, un matrimonio entregado y generoso a la voluntad de Dios, en aquellos años de tanta escasez material y de valores morales.
75 años. Sí, se dice muy pronto, pero si se piensa... 75 años de las Hermanas de la Cruz sirviendo a Dios en Osuna da mucho que decir. Su testimonio en tantos años vividos entre nosotros habla más que cualquier reflexión que pudiéramos hacer. La vida de ellas evoca un mensaje para todos nosotros. De hecho, muchas son las vocaciones consagradas con el carisma de Madre Angelita que han aflorado en esta localidad.
Celebrar estos setenta cinco años, no desde fuera como mera espectadora, sino como alguien que ha vivido una parte de este tiempo desde dentro, co-
nociéndolas desde cerca, llenándome de sus semblanzas y carisma, es para decir: GRACIAS, SEÑOR.
Las Hermanas fueron para mi vida lo mejor que me podía haber pasado, por eso quiero expresaros mi sentir en tantos años compartidos con ellas, mi gozo por estas bodas de diamante y mi deseo de que el Señor les dé fuerzas y nuevas vocaciones para seguir con nosotros muchísimos años más.
Su presencia entre nosotros, creo y digo con verdadero convencimiento, es una inmensa bendición de Dios, derroche de amor y esperanza para todo el municipio. Son la mejor lección del Evangelio para todos nosotros. Con ellas es fácil aprender a ser buenos cristianos, buenas personas, a respetar, a entender el dolor de los demás hasta poderlo comprender, a no apegarnos tanto a lo material y dar más valor a los dones del Espíritu.
La celebración de este 75 aniversario trajo consigo una serie de actos que engrandecieron con solemnidad, más aún si cabe, el legado de las Hnas de la Cruz en nuestra Villa Ducal. Se celebró un Triduo de Acción de Gracias los días 1, 2 y 3 de septiembre de este año pasado 2017, donde el Señor nos regaló un trocito de gloria.
El primer día la Eucaristía fue ofrecida por las familias, presidida por el Sr. Arzobispo de Sevilla, Don Juan José Asenjo Peregrina y concelebrada por el Sr. Vicario Don Antonio Jesús Rodríguez Báez, Don Juan Martín, el padre Carmelita Don Rafael Leiva, y el capellán del convento Don Daniel Mariño. Participaron numerosos matrimonios y devotos quienes recibieron palabras de gratitud y la bendición del Sr. Arzobispo.
El segundo día fue por los enfermos, quienes son el verdadero tesoro de estas hermanas, hijas de Santa Ángela. Presidió la Eucaristía Don Manuel Sánchez de Heredia, capellán de este convento durante 15 años, buen conocedor, fiel devoto y amante de las reglas y el carisma de la Compañía de la Cruz, quien nos hizo emocionarnos y gozar de tan bellos mensajes sacados de la misma espiritualidad de Madre Angelita, Madre de los Pobres.
Al término de la Eucaristía tuvo lugar la salida procesional de la imagen de Santa Ángela por los barrios de nuestra ciudad, acompañada por numerosos fieles con velas encendidas, unos ensalzando sus virtudes, otros pidiéndole y dándole gracias. Jóvenes y mayores, pobres y enfermos, todos se echaron a la calle para estar cerca de ella. Muchas Hermandades y agrupaciones desinteresadas hicieron posible esta procesión, todo les pareció poco para que tan venerada imagen luciera con esplendor, poniendo al servicio todos sus enseres. Osuna se engalanó adornando sus balcones y fachadas para agradecer a la santa fundadora la presencia de sus Hijas en nuestro pueblo.
El tercer día del Triduo nos acompañó nuestro querido paisano Don José Mazuelos, Obispo de Asidonia-Jerez. Sus palabras tan cercanas y llenas de cariño terminaron con un homenaje y caluroso aplauso lleno de gratitud hacia las Hermanas. La Misa fue ofrecida por la Vida Consagrada, asistiendo también las HH. de la Fraternidad Reparadora de Aguadulce y las HH. Franciscanas de los Sagrados Corazones quienes tan unidas viven junto a las Hermanas de la Cruz todos los acontecimientos y celebraciones.
Un solemnísimo Triduo que se celebró en la Capilla del Convento, bellamente adornada y llena a rebosar. Preparada con gran esmero y delicadeza por las siete religiosas que actualmente tiene esta comunidad. Haciendo de estos días una fecha histórica e inolvidable donde gozaron con encuentros de otras Hermanas que pasaron por este convento del Espíritu Santo.
Por otra parte, y con motivo de esta gran efemérides, se editaba una revista sobre los 75 años de la presencia de la Compañía entre nosotros. Dicha publicación recopiló numerosos testimonios de todas las comunidades religiosas, sacerdotes, hermandades, bienhechores, devotos, y representantes de la vida política y social. Todos expresaron su sentir y gratitud por tantos años compartidos y entregados al servicio de los más necesitados.
Estos días de alegría y solemnidad supusieron para todos una buena lección espiritual que nos enseñó que el espíritu de Santa Ángela de la Cruz pervive, que fue semilla que cayó en tierra buena y, poco a poco, fue germinando a través de las generaciones sucesoras. Una obra de Dios firmada por la santidad de Santa Ángela de la Cruz y sus hijas, que llegó a nosotros para enseñarnos a amar y servir con humildad. Porque como dijo Santa María de la Purísima: “Para ser santos
necesitamos unos de otros”.
Por todo esto y por todo lo que el Señor ha ido haciendo ocultamente en estos 75 años… ¡GRACIAS HERMANAS DE LA CRUZ POR TODOS ESTOS AÑOS Y GRACIAS POR TANTO BIEN!