Gastronomía
PaCO | 57
PaCO come en...
Vino Divino
PODRÍAMOS TRAERLE A ESTAS PÁGINAS POR SER BUEN AMIGO NUESTRO... PERO NO: CARLOS BREGÓN MERECE TODOS NUESTROS ELOGIOS POR LA CALIDAD DE SU COCINA Y SU CALIDEZ HUMANA, SIEMPRE AL SERVICIO DEL CLIENTE En la Calle Pedro Fernández del Pulgar número 6, muy cerca de San Miguel y de nuestras oficinas, ponen la que probablemente es la mejor menestra palentina del mundo. Hasta aquí nos desplazamos los días de cierre de edición y Carlos Bregón, propietario y entregado gerente y cocinero, nos recibe siempre con raciones generosas servidas con cariño. Con una conversación agradable, una sonrisa, una buena copa de vino y una pausa que nos despeja las horas de ordenador en un periquete. Podríamos dedicarle a su menestra una revista entera, porque un solo párrafo no le hace justicia. “La hacemos al estilo palentino, con buenas verduras de temporada rebozadas y un toque nuestro que le damos guisándola con carne de lechazo”, explica sin darse ni un ápitece de importancia. Sublime.
la de vaca. “Vaca vieja”, puntualiza Carlos, una apuesta tan arriesgada como exquisita que los clientes acogen con gusto, porque es un producto de primera calidad, seleccionado con cuidado. En su carta y menús (el diario, “Divino”, por 12,80 €, domingos a 15 € y el especial a 20 €) tienen un protagonismo especial los productos de la tierra, que combinan con originalidad en propuestas tradicionales y en cocina de vanguardia.
Por ejemplo, en sus pescados: “hacemos tartar o ceviche de trucha, platos de moda elaborados con trucha palentina”, explica. El Vino Divino tiene un amplio salón que lo hace perfecto para eventos y reuniones, y por eso lo escogemos a menudo para comer todo el equipo. Pero también tiene una generosa barra donde disfrutar de un gastrobar que estos Pero no es lo único que podemos días, con el Festival Palencia Sodisfrutar en El Vino Divino: son es- nora, se pone hasta arriba; así pecialistas en carnes rojas, como como una acogedora terraza ins-
talada en esta céntrica calle peatonal. Su oferta de gastrobar incluye tapas clásicas y modernas, suculentas y divertidas; raciones, bocatas (un burguer de buey con queso delicioso, por ejemplo), sartenes, carne roja al carbón... Decenas de propuestas para satisfacer todos los gustos. Además, no ponen pegas a comer bocatas en sala, o guisos de puchero en terraza. Cada uno se sienta y come lo que le apetece, y Carlos lo respeta. No se llamaría El Vino Divino si no fuera por la pasión que Carlos derrocha por todo tipo de caldos. No se decanta por ninguno, ni siquiera por una denominación de origen. Al contrario: defiende que hay que probar, que en España los vinos tienen todos mucha calidad. Por eso en su bodega, con más de 80 referencias, no faltan marcas peculiares o vinos raros, de los que sólo podemos probar en lugares como éste.