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de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad
D. Ángel Lescún Gutiérrez
Abad de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad
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¿Qué tal se lleva la espera de la Semana Santa desde su posición?
La espera se va llevando poco a poco, y trabajando mucho. La llegada de la Semana Santa es muy ansiada. Tengo muchas ganas de que vuelva la normalidad, poder volver a disfrutar de nuestras procesiones y parece que así será. Muchas veces pienso “ojalá podamos salir” porque esta cofradía lleva sin organizar la procesión del Santo Entierro desde 2016, ya sea por cuestiones climatológicas o por culpa de la pandemia.
¿Cómo se han vivido estos dos años en la Cofradía?
Hay que distinguir entre 2020 y 2021. En 2020, el año del batacazo, y vistas las noticias que nos llegaban sobre la propagación del virus, tuvimos junta de seises extraordinaria el 11 de marzo para suspender todos los actos programados para el fin de semana del 13,14 y 15 de marzo con motivo de la Bendición del Manto de la Soledad, además de otros eventos que no se llevaron a cabo, como el concierto anual de Semana Santa de nuestra Agrupación Musical. Nadie sabía lo que iba a pasar y no intuíamos lo que iba a venir después. Creo que lo llevamos bien. Reaccionamos rápidamente y mantuvimos informados a los hermanos y hermanas a través de las redes sociales. Llegamos a realizar el Triduo de una manera original, grabando a los sacerdotes y emitiéndolo vía internet, y llevamos a cabo una serie de iniciativas que posibilitaron el contacto en la Cofradía.
El siguiente año ya se vivió de otra manera. Aunque no pudimos tener procesiones, fue posible organizar actos como el Triduo, misa de Domingo de Ramos o una exposición de los pasos que procesionan el
Martes Santo, en la procesión del Dolor de Nuestra Madre. Pero lo que realmente quiere el papón es recuperar la calle y salir en procesión; como esto no ha sido posible, durante estos dos años, hemos intentado mantener la llama viva.
Cuidar de que la llama no se apague ya es todo un esfuerzo.
Lo ha sido, pero la Junta de Gobierno ha seguido trabajando. Ha sido un tiempo que se ha empleado en sacar adelante varias iniciativas como por ejemplo la restauración del patrimonio. Durante este tiempo hemos enviado el Cristo de la Urna, la Virgen de Angustias y el Cristo Yacente a los talleres del prestigioso imaginero sevillano D. Juan Manuel Miñarro. También aprovechamos para restaurar la hornacina de una de nuestras titulares, la Virgen de las Angustias. Y durante el pasado verano junto a la Cofradía hermana de Jesús, procedimos a realizar las obras de rehabilitación de la Capilla de Santa Nonia. La Cofradía ha seguido trabajando duramente y con mucho esfuerzo.
¿Qué podemos esperar de la Semana Santa de este año?
Espero recuperar la calle. Poder organizar la Procesión del Santo Entierro. Tenemos
muchas expectativas, pero también muchos temores a causa de la incertidumbre que hay. Por eso la Cofradía está trabajando en el plan principal, salir con total normalidad, pero tenemos otras alternativas en caso de haber restricciones ordenadas por las autoridades. Eso sí, estoy casi seguro de que no ocurrirá como el año pasado.
¿Es más complicado volver después de este letargo?
Creo que no porque tenemos mucha ilusión. Como te decía antes, como llevamos desde 2016 sin organizar el Santo Entierro, hay mucho entusiasmo por hacerlo. Estamos empeñados en que sea posible, en volver por todo lo alto.
Y tienen como aliciente ese patrimonio artístico restaurado…
Es un aliciente, claro. No puedo olvidarme, además, del estreno del nuevo Manto de Salida Procesional de la Soledad y el de nuestra Virgen de Consolación de María, realizada en 2018, que también será un estreno. Queremos poner en la calle todo ese trabajo que se ha hecho de puertas para dentro, para que el pueblo de León vea lo que ha trabajado la Cofradía a pesar de la pandemia.
¿Qué poso le gustaría dejar de su paso por la Abadía?
Soy un servidor más de la Cofradía. Me ha tocado ser Abad en estas circunstancias. Las asumo sin ningún problema. Mi familia y yo siempre hemos servido a la Cofradía en distintos cargos. Ahora soy el servidor número uno. Trabajo como cualquier otro hermano, pero tengo la responsabilidad de representar a los casi cuatro mil que somos.
¿El paso de Seise a Abad da una mayor amplitud a su perspectiva sobre la Cofradía?
Muchísimo. Cosas que antes no te preocupaban, ahora lo hacen y las miras con lupa. Como Seise he tenido una buena relación con todos mis abades y ahora les entiendo mucho más. Al fin y al cabo, es llevar sobre mis espaldas a todos los hermanos y hermanas.
Ya tienen la mira puesta en la celebración del 450 aniversario, en 2028
Hay que empezar a trabajar duro y en varios frentes porque el tiempo va a pasar rápido. No quiero que sea algo que se quede ahí. He formado una comisión para preparar este evento, para dar impulso y decir a la Junta de Gobierno de Angustias, “seño-
res, ya hay que ponerse con esto”. Parece que está lejos, pero hay mucho trabajo por delante. Va a ser un aniversario importante para la Cofradía y para toda la ciudad ¡Son los 450 años de la cofradía penitencial más antigua de León!
¿Cuál es la esencia de esta cofradía tan referencial?
Me siento muy orgulloso de que, al ser una cofradía de las antiguas, las negras…y mixta, es muy familiar. Se vive de otra manera. Cada una tiene su manera de ser, pero esta tiene un clima muy especial de familiaridad.
¿Cómo se ha vivido la Cofradía en su familia? ¿Qué recuerdos tiene?
La Cofradía ha estado en casa constantemente. Tengo muchos recuerdos como, por ejemplo, muchísimas charlas de Semana Santa. Todos los viernes del año desde que era niño, cuando iba a ver a mis abuelos, hacía una parada obligatoria en la zapatería de mi familia. La zapatería de los Canuria era el foro donde se hablaba de la Semana Santa. Por allí pasaban todos los papones y todos los abades de las Cofradías centenarias. En mi familia todos han servido a Angustias. Puedo decir que ha formado parte de mi día a día. Por eso, admiro a los que no han tenido todo esto en casa y están y quieren la Cofradía como los que más.
¿Qué hay que hacer para enganchar a los jóvenes de una vez?
En el caso de Angustias, veo las cosas bien. Los chavales tienen mucho entusiasmo. Tenemos un grupo joven muy potente que asegura el relevo generacional. La manera de enganchar está en las propias casas. Mi hija, que tiene cinco años, ya va viendo qué es Angustias poco a poco. No temo por el futuro. Si desde pequeños lo viven y, después, lo cuidamos en las cofradías dándoles oportunidades todo irá bien.
¿Hay que ser optimista con el futuro de la Semana Santa de León tras la pandemia?
Aunque muchos temen que los hermanos y hermanas dejen de venir, yo no lo percibo así. Eso sí, me ha llegado de otras cofradías en las que hay ese temor. Habrá que valorarlo cuando todo esto pase. •••