El running es un deporte repleto de grandes beneficios Adrián Gutiérrez Pérez • Licenciado en ciencias de la actividad física y del deporte. UCAM, Murcia. • Diplomado en fisioterapia. UCAM, Murcia. Postgrado en readaptación al esfuerzo. “INEFC, Barcelona” • Experto universitario en recuperación de lesiones en fútbol.” Real Federación Española de Fútbol” • Osteópata Las lesiones más comunes entre los runners. El running es una actividad física repleta de grandes beneficios, con millones de seguidores por todo el mundo, ya que nos permite practicarlo en cualquier lugar y a cualquier hora del día. Puedes ir a correr a un parque, un paseo marítimo, a pistas forestales, a la montaña sin que te genere muchos gastos económicos. Si añadimos que podemos mejorar nuestra condición física y como consecuencia mejorar nuestro estado de ánimo gracias a la segregación de dopamina, serotonina y endorfinas, es fácil entender porque cada vez corre más gente y es considerada una de las actividades con más seguidores en todo el mundo. Pero esta nueva pasión por correr, batir tus marcas, aumentar los ritmos de entrenamientos o el número de kilómetros diarios o semanales puede convertirse en una actividad peligrosa para nuestra salud si no se siguen unas pautas, consejos y entrenamientos complementarios o cruzados y unos descansos planificados. El acto de correr conlleva la repetición de unos movimientos durante un tiempo y con una intensidad, a veces más largo, y a veces más fuerte, dependiendo de la prueba que estemos preparando o a lo que estemos acostumbrados. Ese gesto repetido va a provocar unos impactos en nuestros tobillos, rodillas, caderas y columna vertebral, los cuales si son mayores a nuestra capacidad de adaptación a ese estrés mecánico, generará alguna patología y por lo tanto dolores o molestias. Independientemente del nivel del corredor, desde los principiantes hasta los más experimentados y profesionales, ninguno queda exento de sufrir algún tipo de lesión cuando se entrena o compite en carreras populares o federadas. Las lesiones deportivas son más frecuentes en deportistas aficionados que en atletas profesionales. Principalmente debido a una mala técnica, a una mala planificación o sistema de entrenamiento y también al material inadecuado: ropa, calzado, calcetines, etc.
Para muchas personas es complicado analizar las señales que nos envía nuestro cuerpo, pero es de vital importancia ya que será nuestra voz de alarma para saber cuándo debemos bajar la intensidad y el ritmo de los entrenamientos o parar y adaptar los entrenamientos con otras actividades deportivas de bajo impacto que nos ayuden a recuperarnos sin dejar de realizar actividad física.
Muchas de las lesiones del corredor son conocidas como lesiones por repetición o sobreuso y vamos a describir los síntomas y los posibles tratamientos de las más comunes. • Tendinitis del tendón de Rotuliano Síntomas: se caracteriza por un dolor punzante en el tendón que en estados agudos puede llegar a sentirse incluso mientras estás sentado. Las escaleras son la mayor tortura de quienes la sufren y es una de las lesiones que más cuesta recuperar. Causas: mala técnica de carrera; estiramientos pobres o inexistentes (la excesiva tensión del cuádriceps provocando la inflamación e incluso el desgarro de dicho tendón); rodajes y entrenamientos por superficies duras asfalto) y sobreentrenamiento. Las claves para la recuperación: ejercicios excéntricos (tirante musculador o cinturón ruso, sentadillas o prensa incidiendo en la fase de frenado y estiramientos de los cuádriceps. Siempre se terminarán las sesiones con la aplicación de hielo en la zona de dolor. • Fascitis plantar Síntomas: dolor agudo en talón y planta del pie que puede impedir caminar al levantarse por las mañanas. Causas: sobreentrenamiento, mala técnica de carrera, inadecuado calzado y con poca amortiguación y tener los músculos del pie débiles y acortados. Las claves para la recuperación: estiramientos de los