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Francisco Ribera Sevilla. Cronista de la Junta Central de Fiestas
Presentación nuevos trajes de los Embajadores Cristiano y Moro
Francisco Ribera Sevilla
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Cronista de la Junta Central de Fiestas
El pasado viernes 1 de marzo, a las 20:45h, en el Salón Audiovisual de la Casa del Festero, dentro del programa del Ecuador Festero, tuvo lugar la conferencia “Evolución histórica de los Embajadores y sus atuendos” a cargo de José Fernando Domene Verdú. En ella nos mostró la historia de los diversos embajadores de nuestras fiestas y de los bellos trajes que han lucido en las embajadas. Adelantamos que en en el próximo número especial de la revista “Día 4 Que Fuera”, del próximo agosto de 2019, publicaremos un interesante artículo como muchos datos interesantes sobre la historia de los Embajadores y sus vestimentas.
Finalizamos esta conferencia con la presentación oficial de los nuevos trajes de embajadores, con la presencia de Francisco Martínez Leal, como embajador moro, y Carlos Javier Barceló Pérez, como embajador cristiano. El público que llenaba el salón audiovisual de la JCF disfrutó en primicia de estos bellos trajes, diseñados por María José Román y confeccionados por la empresa Diliana. La fotografía de la portada que presenta esta revista pertenece al momento en el que ambos embajadores se presentan ante el público.
Cuando se abordó la realización de los trajes de los cargos de Embajador Moro y Cristiano se partió de la principal premisa que aportó la Junta Central de Moros y Cristianos de Villena, que fueran trajes adaptados a las necesidades actuales que dichos cargos requieren y, por tanto, que fueran los miembros de dicho grupo los que perfilaran, con sus ideas e inquietudes, cómo debían ser. En su diseño y confección se ha apostado por la supresión de tejidos que fueran demasiado calurosos. Por ello, el terciopelo, en su mayor parte, ha sido sustituido por brocados, tejidos con lurex, adamascados, piel de ángel, etc. En definitiva, una apuesta por tejidos frescos que aporten comodidad en los actos.
En lo referente a la montura a caballo se han agrandado las capas para, en las guerrillas, no sólo el embajador, sino también su montura, queden vestidos. También, en ambos diseños, se ha abierto la casa en su parte baja para facilitar la subida al caballo y la lucha en el acto de la Conversión.
En la utilización de los metales se ha procurado introducirlos en lugares estratégicos, evitando interferencias con los micrófonos (inicialmente el Embajador Cristiano iba a utilizar una coraza metálica pero se decidió sustituirla por cuero metalizado) Las personalidades de cada embajador han sido tenidas en cuenta, transmitidas por los colores seleccionados para cada traje. Moro y cristiano enfrentados en distintas gamas de colores, como la noche y el día.
Colores fríos para el Embajador Moro: grises, azules, difuminados de negro y gris. La capa se presenta rústica con hilo de lurex, remarcada con pasamanería y pedrería en oro, delimitando claramente cada línea del traje. Si bien, unos detalles en rojo nos indican que su frialdad no excluye su capacidad de lucha.
El Embajador Cristiano representa la luz y la tierra a través de los tonos marrones y dorados. El brocado con hilo de oro nos hacen ver que es un líder, pero sus metales envejecidos señalan su trabajo junto a sus subordinados.
Tras varias reuniones, tanto la comodidad de los trajes, como la funcionalidad y la vistosidad, se unificaron en una idea plasmada en los bocetos realizados por Mª José Román, supervisados por Juana María Diliana, y finalmente confeccionados por la empresa Diliana.