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CONFERENCIAS DEL ECUADOR
Conferencias del Ecuador
Actividades culturales para relacionar el mundo de las fiestas locales con el patrimonio popular y la historia universal
El primer fin de semana del Ecuador Festero (viernes 3 y sábado 4), y en colaboración con la sede universitaria de Villena, de la Universidad de Alicante, se programaron sendas conferencias, dentro de las actividades culturales de este primer fin de semana.
La primera, se desarrolló el viernes por la tarde y estuvo a cargo del Dr. Miguel Jover Cerdá, Catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia y presidente de la Asociación Amigos de los Castillos de Valencia. El título de la conferencia versaba sobre “Las batallas en los Castillos del Señorío-Principado-Marquesado de Villena” y se realizó en el salón de actos de la Junta Central de Fiestas. Con más de medio centenar de asistentes, la actividad fue presentada por la Concejala de Fiestas, Doña Conchi Beltrán García, el presidente de la Junta Central y la Directora de la Sede Universitaria de la Universidad de Alicante, en Villena
El profesor Jover hizo una magnífica exposición en la que destacó el linaje que dio origen al principado de Villena, que tuvo sus antecedentes en la conquista de la ciudad por parte de las tropas cristianas en el siglo XIII. Habló del asedio y de las técnicas de las batallas medievales. De esta forma, el profesor Jover, nos relató que el Conde de Cardona y Artal de Alagón, pidieron permiso al rey Jaume I, para que pudieran hacer correrías por los reinos musulmanes del sur de la península ibérica. De esta forma intentaron tomar las Villas de Sax y Villena, siendo repelidos por los sarracenos. En esta incursión Artal de Alagón sería alcanzado y muerto por una pedrada en la cabeza. Un segundo intento de reconquistar Villena data de 1240. Aquí viene el infante Fernando de Aragón, con Artal de Luna, don Diego de Lizama y los caballeros Calatravos. Estos vuelven a cercar Villena con máquinas de guerra, con catapultas y almajaneques, peros los sarracenos incendian las máquinas de guerra, y los cristianos tienen que levantar el asedio. En el tercer intento, en el que El Comendador de Alcáñiz, perteneciente a la Orden de Calatrava, fue seguido por los terribles almogávares, y empleando máquinas de guerra, conseguirán rendir Villena, finalmente. Este importante acontecimiento tuvo que suceder en 1240, porque el matrimonio de la infanta doña Violante, hija de don Jaime, con el infante don Alfonso, primogénito del rey de Castilla, se efectuó, poco después de la caída de Villena, y el testamento real, fechado en 1.º de enero de 1242, dice que en esta fecha se había realizado el matrimonio.
El Tratado de Almizra (1244), no se había producido, pero sí el de Cazorla o Cazola (1179) en el que se habían distribuido las fronteras sur de los reinos de Castilla y Aragón. Los mutuos intereses expansionistas de castellanos y aragoneses en el siglo XII obligaron a la firma de una serie de tratados en los que quedaron delimitadas las respectivas áreas de influencia en las futuras conquistas, evitando de esta manera y con antelación suficiente los posibles conflictos que por este motivo pudieran producirse entre ambas monarquías. En este contexto, Jaume I, junto con los Calatravos, toman Villena, pero se la ceden al reino de Castilla. De esta forma Villena pasa a manos de Alfonso X el Sabio, quien se la cederá posteriormente al Infante D. Manuel, que dará lugar a la estirpe del primer señorío de Villena. Este llegaba desde Murcia hasta tierras vallisoletanas, que luego heredará D. Juan Manuel, que será príncipe de Villena
El profesor Jover, nos siguió dando pinceladas de los avatares acontecidos durante el siglo XIV y XV, con la sublevación de los musulmanes en tierras murcianas y en el Vinalopó, que serían recuperadas por las tropas de Jaume II, viéndose obligado D. Juan Manuel a retirarse al Castillo de Alarcón. Por otra parte, en las sucesivas guerras de Castilla y Aragón se siguen sucediendo escaramuzas y conflictos territoriales. Así destaca la incursión de El Comendador de Xátiva que toma los arrabales. Luego nos habló del conflicto que la población de Villena tuvo con el segundo Marques de Villena, Juan Pacheco, que apoyaba a La Beltraneja en contra de Isabel la Católica. Revuelta encabezada por Fernando de Mergelina, cuyos descendientes erigirán el Palacio Selva Mergelina, en el siglo XIX, y que en la actualidad es la sede social de la Junta Central de Fiestas. Así, Gaspar Fabra se apodera
de Villena, dispone los trabucos y las lombardas contra su castillo, porque se han refugiado parte de los fieles a Los Pacheco, junto a algún familiar de esta estirpe. Gaspar Fabra sitió el castillo.
Pasa a hablar del siglo XVIII, enfatizando las guerras de sucesión (Austrias versus Borbones) en el que el capitán de infantería francés, Grosetete retuvo a las tropas austracistas, en Villena, ya que se atrincheró en el castillo durante una semana. Esto permitió que llegaran más tarde a la batalla de Almansa, y que el devenir de la victoria se decantara a favor de las tropas borbónicas, según afirmaba el Dr. Jover.
Nos paseamos por los castillos del Vinalopó, el Castillo de Almansa, de Chinchilla y llegamos al Castillo de Garcímuñoz, en la provincia de Cuenca. Del castillo de Chinchilla se nos informa que tras la conquista de Albacete, el infante Alfonso mandó a El Comendador Mayor de Uclés, Pelayo Pérez Corra, al mando de un nutrido grupo para sitiar Chinchilla, que se reconquista sin demasiados combates en 1242. Unas décadas más tarde, D. Juan Manuel se refugiaría en el Castillo de Chinchilla, con sus más fieles servidores para ponerse a salvo, del saqueo que el Vizconde de Castellnou, estaba realizando en la comarca de Villena en la década final del siglo XIII. Con la anexión de Alarcón, Chinchilla se convertirá en el centro del Señorío. También décadas posteriores, Álvaro de Luna y Juan Pacheco ocuparán sin resistencia la Villa en 1444, durante la guerra entre Castilla y Aragón.
Al hablar del Castillo de Garcimuñoz, se afirma que fue uno de los preferidos por parte del infante D. Juan Manuel. De hecho, tenía gran predilección por la gran cantidad de caza que albergaba en su término municipal. Es un castillo abaluartado, con grandes torres y cuyos remates admiten maquinaria de guerra. También Juan Pacheco lo adaptaría para que albergara artillería. Según el profesor Jover, en este castillo se dieron diferentes eventos de gran relevancia, aunque el más significativo es que participa de la guerra del Marquesado y será atacado por Pedro Ruíz de Alarcón y sobre todo por el poeta Jorge Manrique, que asediando el castillo con las tropas de Isabel La Católica, encontraría la muerte a manos de las tropas del Marqués. Al parecer cuando se encontraron su cuerpo, en su bolsillo, localizaron una copla premonitoria de su muerte que rezaba así:
“¡Oh mundo!, pues que me matas, fuiste la vida que viste toda la vida, más según aquí nos tratas, lo mejor y menos triste es la partida de tu vida, tan cubierta de ristras y de dolor, tan despoblada, de los bienes tan desierta de placeres y dulzones despojada”.
El castillo de Belmonte, lo construye D. Juan Pacheco, y es una fortificación de transición. Es un castillo fuerte, pero también palaciego, que al querer ser terminado por su hijo Diego López Pacheco, la reina Isabel no se lo permitió. Es un castillo que no ha tenido ninguna batalla durante la época del Marquesado, pero sí que ha formado parte de algún set de rodaje en el siglo XX. Así destacan películas como El Cid de Anthony Mann (1961), protagonizada por Charlon Heston y Sophia Loren, donde el torneo en que El Cid vence a su oponente, fue rodado en el Castillo de Belmonte. También la película Los señores del acero de Paul Verhoeven (1985), se rodó en el castillo de Belmonte, ya que trata de una trama situada en el siglo XV sobre señores feudales y venganzas entre familias. Uno de los atractivos turísticos actuales del castillo, son las recreaciones históricas que se realizan anualmente en el mismo, simulando asedios realizados en la época de Los Pacheco. Supone un ejercicio de popularizar la cultura y de acercar la memoria histórica al público en general, pasando un día distinto entre castillos.
Según el historiador militar David Odalric de Caisal i Mata Armañac (2011), las características de las guerras medievales destacaban por no estar basadas en grandes batallas a campo abierto, se limitaban la mayoría de ellas a guerras de asedio y defensa de plazas, aplicando el término de “guerra guerreadora”, para definir que eran cabalgadas y emboscadas con acciones de pillaje y saqueo. Por otra parte, las consecuencias de las batallas podían ser nefastas para el perdedor. Así se podía dar la muerte del monarca, destrucción del reino, pérdida del territorio y la soberanía, que podía suponer la aniquilación de toda la sociedad y la imposición de tributos. Eso podría ocasionar la pérdida de toda esperanza y posibilidades labradas durante años o generaciones. De todas formas, había numerosas formas de realizar el asedio a las fortalezas, como así nos comentó y especificó el conferenciante
El profesor Miguel Jover, terminó su conferencia apelando a la necesidad de acercar la historia y el conocimiento de su arquitectura y patrimonio a través del turismo, ya que en este caso existen manifestaciones por toda España que ponen en valor nuestro pasado medieval. Sin duda, esta conferencia se enmarcaba dentro del curso “La Huella del pasado en nuestro territorio comarcal. Villena, una mirada histórica a conocer y a valorar”, que se impartía todos los jueves, y algún viernes, en la Sede Universitaria de la UA.
El sábado por la tarde, y en el salón de actos de la Casa de la Cultura, se impartió la conferencia del Dr. Luis Pablo Martínez Sanmartín, inspector de patrimonio de la Conselleria de Cultura, historiador y antropólogo. Su temática las posibilidades, a favor y en contra, de que las Fiestas de Moros y Cristianos, pudieran ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Como en la conferencia anterior, la actividad fue presentada por el presidente de la Junta Central de Fiestas, D. Luis Sirera Serrano y la actual directora de la Sede Universitaria de Villena, Dra. Maria Angeles Alonso Vargas. Con más de un centenar de asistentes, procedentes de entidades festeras de otras poblaciones alicantinas y valencianas, y con la presidenta de la UNDEF, Pepa Prats, la conferencia resultó de lo más entretenida y enriquecedora. Además contamos, entre el público, con presidentes de comparsas, con la concejala de cultura y fiestas, festeros y festeras, con el alcalde, D.
Francisco Javier Esquembre, así como con otros representantes políticos del ayuntamiento de Villena, como la antigua concejala de fiestas, Doña Isabel Micó Forte.
El ponente comenzó advirtiendo que no era experto en fiestas de moros y cristianos, aunque sí en el procedimiento y protocolo en la gestión de expedientes en materia de Patrimonio de la Humanidad a nivel internacional. No obstante, el Dr. Martínez, ha gestionado todos los patrimonios de la Humanidad de la Comunidad Valenciana y Murcia (El tribunal de las Aguas, El consejo de Hombres Buenos, el Misteri de Elche, el Palmeral de Elche y el proyecto pedagógico del Centro de Cultural tradicional del museo escolar de Pusol de Elche), teniendo un papel secundario en el de Las Fallas de Valencia.
La convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad del año 2003 de la UNESCO, que es a la que se tendría que ajustar la propuesta de las Fiestas de Moros y Cristianos, es la piedra filosofal. Se comenzó la conferencia con pinceladas sobre la gestión del Patrimonio, y que éste se enmarca en la necesidad de su protección en el ámbito de la Constitución Española de 1978; en un marco de un estado social y de derecho que proclama el derecho a la cultura en su artículo 44.1. No se protege el patrimonio para tenerlo encerrado, sino que se protege para ponerlo al servicio de la sociedad, la inclusión, el medio ambiente, etc. La protección del patrimonio siempre ha participado de un procedimiento muy tecnocrático, vinculado a la emisión de informes por los técnicos, de raigambre decimonónica, y en el que se evaluaba si las cosas a proteger tenían valores patrimoniales, sí o no. Y luego los políticos responsables del ramo, ratificaban lo que los técnicos decían, sí o no. Por lo que había dos poderes en este sistema; uno procedente de los políticos, otros el de los técnicos. Y en última instancia, la ciudadanía que realizaba sus propuestas, al amparo de la ley, pero que siempre ha tenido un rol subordinado.
En este sentido, la ley de Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad del año 2003, es novedosa, porque sobre el papel, otorga una importante legitimidad a la voluntad de la ciudadanía, rompiendo con el papel tecnocrático que había existido hasta esa fecha. De esta forma, la definición que establece es la siguiente “Se entiende por patrimonio inmaterial de la Humanidad, los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas – junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que le son inherentes. Y que las comunidades, los grupos, y en algunos casos los individuos, reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural (…) Y ese patrimonio inmaterial es transmitido y recreado por las comunidades y los grupos (…) Son recreadas en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiendo un sentimiento de identidad y continuidad, contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”.
Esta ley tiene una concepción holística y general. No habla de valores, ni de intereses, ni de procedimientos técnicos a evaluar. En principio es lo que la comunidad diga, claro, sobre el papel. El sistema de la UNESCO está controlado por los Estados y eso en el procedimiento y protocolo, se hace notar. En la ley de 2003, el valor identitario, es lo que prima y está implícito. Esto supone un vocabulario nuevo. Frente a la conservación, se habla de transmisión y recreación. De esta forma, en las fiestas de Moros y Cristianos, hay que visibilizar la identidad, la herencia cultural y su diversidad. Y todo ello contando como aspectos positivos, ya que se ajustan a la renovada filosofía de la UNESCO.
También en la mencionada ley de 2003, está presente el respeto a los derechos humanos y el respeto mutuo entre comunidades, grupos o individuos, incidiendo en el desarrollo sostenible. Luis Pablo aconsejaba estudiar la propuesta bien, y a nivel técnico, antes de plantearla. Se puso de manifiesto que tramitar un expediente UNESCO, es complicado. Son procesos patrimonializadores extraordinarios por dos cosas:
a) Por su repercusión, tanto si sale bien o mal
b) Por los retos y dificultades que hay que superar
La UNESCO no da dinero, pero el que la UNESCO reconozca un bien, supone un aumento de la autoestima y un refuerzo del sentimiento comunitario y de la identidad local, que no tiene precio. Así, se podrían derivar actividades económicas, desplazamientos turísticos, actividades artesanales y empresariales, reforzar las preexistentes (como las que ya se dan en las ciudades de Villena y Alcoy con la confección de trajes festeros). Hay que llevar cuidado con la turistificación de ciertas actividades, también de las fiestas Moros y Cristianos, como luego se hará referencia. Este podría ser un efecto colateral no deseado, que además contribuyera a una banalización de las actividades tradicionales y culturales.
El bien que se propone, tiene que aparecer en el inventario general del patrimonio cultural valenciano, y a día de hoy todas las fiestas de Moros y Cristianos de la Comunidad Valenciana, son bienes inmateriales de interés de relevancia local. Pero Luis Pablo también comentaba de la posibilidad, y necesidad, de no ir sólo como municipio, sino con otras poblaciones de la Comunidad Valenciana, e incluso con otras Comunidades Autónomas.
Es importante saber que hay detrás de cada uno de los formularios de UNESCO, acudir a reuniones, asistir a comités, y quizás visitar la sede de la UNESCO en París. Hay que contar con todos los stakeholders de un territorio, pero también con otras instancias internacionales, como los Ministerios, las ONGs, la opinión pública internacional, la propia UNESCO, etc. Se debe tener un dominio y conocimiento de “la jerga” institucional del organismo, los mecanismos, los principios articuladores y como lo tienes que interpretar y aplicar en el formulario de presentación de la candidatura.
Desde que lanzas la idea, hay que ser consciente que se ha saltado de una dimensión local y de vecindad a un ámbito internacional. Y eso puede ser bueno o no. Hay que
tener cuidado, porque al establecer la decisión y dar el paso, nos podemos encontrar con que la exposición pública de nuestras FIESTAS, puedan estar sometidas a un mayor control y fiscalización de ojos que no entiendan nuestras tradiciones por su descontextualización. De ahí la importancia de saber acomodar principios y actividades locales, con la filosofía general que impera en estos organismos internacionales. Así por ejemplo es importante el tema de los derechos humanos, el cuidado de los animales, etc.
Tenemos una ley desde 2015, en el Estado Español, para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, aunque la competencia exclusiva en temas de patrimonio la tienen algunas comunidades autónomas, como la nuestra, afirmaba Luis Pablo. “Pues bien, esta ley ha creado una nueva figura desde el ámbito estatal, que es la manifestación de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad que está pensada para aquellas manifestaciones culturales, aquellos elementos patrimoniales, de patrimonio inmaterial, que se repiten en diferentes comunidades autónomas, como es el caso de la Semana Santa, o de las propias Fiestas de Moros y Cristianos, por ejemplo, y que habría que tener en cuenta”.
Pueden darse problemas de encaje entre los portadores de la propuesta y los intereses y valores internacionales de UNESCO. El tema de los derechos de las personas, animales, el conflicto de intereses de las poblaciones locales, o la perpetuación de ciertos roles y tradiciones que no son muy generalizables, en otros contextos internacionales, son temas complicados, que si aparecen en nuestra candidatura, habría que pulir.
En las poblaciones del Valle del Vinalopó las fiestas son inclusivas, muy participativas, respetan la tradición musulmana, y también los elementos histórico-monumentales. Pero a veces hay elementos sobre los que hay que reflexionar a la hora de formular una candidatura UNESCO. Por ejemplo, LA MAHOMA. Este es un elemento reverenciado en las poblaciones de Villena y sobre todo de Biar, pero puede generar un problema desde el punto de vista de la interpretación que se haga por parte de otras instancias globales, vinculadas a una posible candidatura, como representación de la figura del profeta. De ahí que habría que reflexionar a fondo y pensárselo muy bien a la hora de adjuntar elementos de esta naturaleza en una candidatura. Luis Pablo también afirmó categóricamente, “...y no hay que jugar y manipular desde una perspectiva política, como hizo en su momento el Partido Popular, hace 10 años en el parlamento español, por parte de representantes de la Generalitat Valenciana y la Diputación provincial en el contexto de la propuesta que lanzó en su momento Zapatero, de la alianza de civilizaciones”.
“Está complicado, pero no perdido”, apostillaba Luis Pablo. Hay ejemplos en otros lugares. Aparecen representaciones de danzas, música, militarismo y espectáculos en los países del Golfo, y también en Europa, que han sido en la última década declarados patrimonio inmaterial, y que bajo la mirada del profesor Martínez, no son inclusivos y perpetúan el rol preponderante del hombre frente a la mujer.
Por todo ello si se presentara una candidatura, según el ponente, se debería hacer desde una evaluación plural, participativa, objetiva, transparente y ecuánime. Y es muy complejo en este contexto de mirada global, al que somete UNESCO, cualquier candidatura, ya que en el fondo estamos hablando de la identidad de cada uno de los miembros de una comunidad local.
Por eso es importante establecer acciones de comunicación, reforzando el diálogo entre culturas, y estableciendo los ajustes oportunos entre los valores locales y los parámetros de la UNESCO para superar posibles conflictos. Así se deberían resaltar, de forma estratégica, la cooperación, el carácter inclusivo, la promoción y respeto mutuo (ese trabajar con el otro, cuidando ese presente que es herencia de un pasado), y la resignificación de las fiestas. Es decir, hacer de algo que pueda suponer una mala interpretación, un significado nuevo y dotarlo de contenidos vinculados a la armonía, al respeto intercultural, para que pueda perpetuarse en el tiempo. Sin olvidar las acciones vinculadas a estudios científicos, culturales, encuentros entre estudiosos del tema, hermanamientos con otras poblaciones allende los mares, con parecidas manifestaciones, como en el caso de América Latina.
Luis Pablo Martínez, finalizó con la identificación del caso croata, “La Moresca” un baile de la población de Korcula. Esta danza representa una batalla entre moros y cristianos, que cumplía los requisitos establecidos por la UNESCO, pero que fue desestimada hace unos años, por el peligro que podía suponer la turistificación y banalización de esta manifestación cultural y tradicional, si era reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Buena nota tomamos todos los asistentes de todo lo dicho, argumentado e ilustrado por Luis Pablo. Sin duda, una primera toma de contacto con este posible reconocimiento, que no sabremos si tendrá continuidad.
Antonio Martínez Puche, Coordinador de la Revista “Día 4 que fuera”