Revista Alégrate nº 205

Page 1

NÚMERO 205 | OCT-DIC 2023

Institutos paulinos de vida secular consagrada


Sumario

Intenciones del mes de la Conferencia Episcopal Española Julio Octubre

Por quienes no conocen a Cristo, Editorial: Siempre abiertos al Señor 3 por quienes han abandonado la fe o son indiferentes a ella, para que Catequesis Paulina: Es tiempo de esperanza 4 puedan recibir el testimonio de palabra y de obra que haga nacer Instituto Santa Familia: Oración por los difuntos 6 en ellos el deseo de caminar hacia Instituto Virgen de la Anunciación: Él. Sobre el proyecto personal 8 Julio Noviembre Instituto Jesús Sacerdote: Sacerdote, hombre de Dios 10 Por el fin de todas las guerras y Instituto San Gabriel: violencias que asolan la faz de la La consagración secular 13 Tierra, por el triunfo del diálogo, el perdón y la reconciliación. Donec Formetur: La vida del Espíritu Santo 16 Julio Compartir la Palabra: Diciembre El don de lenguas 18 Por todos los fieles cristianos, para Páginas marianas: Ntra. Sra. del Rosario 20 que la venida del Hijo de Dios en La Sagrada Familia 22 la carne aumente la esperanza Sínodo de la Sinodalidad 24 de la venida gloriosa del Señor y Calendario 27 fortalezca nuestra caridad para con los más necesitados.

2 Alégrate


Editorial

Siempre abiertos al Señor Con el título «Abriéndonos a un nuevo comienzo», el arzobispo de Madrid, Mons. José Cobo que, además, acaba de recibir el birrete cardenalicio de manos del Santo Padre, a últimos del mes de septiembre se ha dirigido por carta a los fieles de su diócesis para establecer las líneas programáticas de su acción pastoral al frente de la Archidiócesis. La primera línea que propuso el purpurado fue esta: «ahondar en la vocación bautismal», profundizando en las llamadas de Dios a todos los cristianos. La segunda: «reavivar nuestra conciencia diocesana», inserta en la vida de la Iglesia universal. La tercera, «ahondar en la escucha de la Palabra de Dios», entregados con pasión al anuncio del Evangelio. Y la cuarta: mirar a la sociedad «como misión a la que Dios nos convoca desde la misericordia». Estas prioridades –por cierto, muy ricas y de muy hondo calado– que Mons. José Cobo presenta a quienes formamos parte de la Archidiócesis de Madrid, se pueden extrapolar fácilmente y extenderse a otras diócesis e incluso a nuestras familias religiosas. Todos estamos invitados a vivir abiertos a Dios -no solo al comienzo de determinadas etapas de nuestras vidas o en momentos especialmente significativos que marcan un antes y un después-, sino siempre. Y no cabe duda de que en este estar siempre abiertos a Dios, a todos nos viene muy bien la invitación que hace el Arzobispo de Madrid a ahondar en la vocación bautismal; a reavivar nuestra conciencia diocesana porque es a través de la diócesis que somos hijos de la Iglesia; a ahondar en la escucha de la Palabra de Dios, porque solo ella nos permite captar el paso de Dios en nuestra sociedad; y mirar a la sociedad «como misión a la que Dios nos convoca desde la misericordia», para seguir trabajando en favor de los hermanos, creando alianzas y huyendo de comportamientos autorreferenciales o personalismos estériles. P. Antonio Maroño, SSP

Alégrate 3


Catequesis Paulina

es tiempo de

esperanza La esperanza nace de la confianza; si confiamos plenamente en Dios, de Él nace nuestra esperanza… Es esto lo que nos hace reflexionar ante los últimos meses del año y lo que en ellos recordaremos y celebraremos

P

arece que los tiempos actuales, los acontecimientos que nos rodean y el derrotero que ha tomado la Humanidad, cada vez más de espaldas a Dios, está apagando la esperanza de que esto cambie, de que aparezca una luz de esperanza y el mundo -las personas-, reaccionen hacia un cambio mejor. Así podemos decir: que la esperanza se está apagando. Es necesario volverse al Único que merece nuestra confianza: DIOS, que no sólo nos creó, sino que se hizo uno de nosotros para que nuestra confianza en Él fuera plena. 4 Alégrate

Es esto lo que nos hace reflexionar ante los últimos meses del año y lo que en ellos recordaremos y celebraremos: que Dios vino a nosotros en la realidad de nuestra forma humana; que asumió nuestro ser EN TODO: sufrimientos, carencias, soledad, incomprensiones, persecuciones; en todo, menos en el pecado, aunque se sometió también a la tentación. En Él tenemos el modelo para todas las circunstancias de la vida. La Navidad es el inicio del camino en la esperanza, confiando plenamente en Dios encarnado, que nos salva de


toda desesperanza. Meditamos en ello con estas palabras del Evangelio: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy…. Un Salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2,10-14). Tres son las palabras en las que vamos a detenernos: «No temáis» No puede haber temor cuando hay confianza. ¿Teme un niño en los brazos de su madre? ¿Teme un náufrago cuando tiene los medios para salvarse? ¿Teme el que va a morir cuando confía en la promesa de Cristo: «el que cree en Mí no morirá para siempre»? Es la CONFIANZA la que nos hace vivir EN ESPERANZA. «Un Salvador»; Dios no nos abandona a nuestra suerte, ni incluso cuando le hemos dado la espalda, ni cuando el pecado es en nosotros un abismo de negrura; Él siempre espera y espera a los hijos que creó por Amor y que nos salva con el precio de su propia vida. ¡Dios da la vida para salvarnos! Es algo tan fuera del alcance de nuestra comprensión, que solo podemos abandonarnos a Él con plena confianza.

«Acostado en un pesebre». ¿Hay mayor anonadamiento y dependencia para que nos acerquemos a Él? ¿Hay mayor humildad y cercanía, abajándose de su grandeza infinita de Dios, para quitarnos todo temor o recelo? ¿Quién puede temer a un Niño que se acerca a nosotros en la máxima pobreza? Con este Dios-Niño renace la esperanza, y ya nuestra confianza tiene que ser plena, al ver la realidad y Amor de nuestro Salvador. Es la personificación de la sencillez, de la humildad, de la solidaridad y entrega a todos nosotros. ¡Abrámonos! desde nuestra fragilidad y vulnerabilidad a la experiencia del Nacimiento de Jesús que es la Luz, la Esperanza y el Amor llevado al grado sumo. Así nuestra experiencia puede convertirse en testimonio de fe y en esperanza para otros. Hoy, más que nunca, tenemos necesidad, en la Humanidad entera, de confiar. SOLO CRISTO, DIOS HECHO HOMBRE, puede darnos esa esperanza porque ÉL ES EL AMIGO FIEL QUE NUNCA FALLA. María Teresa Ballesteros, ISF

Alégrate 5


Instituto Santa familia

Un mes de oración por los difuntos En el mes de noviembre invitamos a los miembros del Instituto Santa Familia a rezar, de manera particular, por las almas del purgatorio

E

ntre los diversos medios espirituales que tenemos a nuestro alcance, el beato Santiago Alberione recomendaba la comunión, la visita al Santísimo Sacramento, celebrar o participar en la santa misa por los difuntos, rezar el Rosario, el Vía Crucis, ofrecer obras buenas, sacrificios, limosnas. El P. Alberione ha escrito mucho sobre los novísimos. Para este artículo, he tomado algunos párrafos de su libro titulado: «Per i nostri cari defunti. Considerazioni e pratiche per il mese dei defunti», para así ayudar a los miembros del Instituto a divulgar con más conocimiento esta práctica piadosa entre las otras familias.

«Entre todas las prácticas de piedad de las que debemos convertirnos en diligentes propagandistas, la del mes de noviembre parece haberse convertido en el sufragio más eficaz por las almas que se hallan en estado de purgación. ¡Un mes entero de continuas oraciones, entretejido de continuos ejercicios de piedad y de obras de sufragio! ¡Cuántas almas se pueden liberar de aquella cárcel tenebrosa! Divulguemos con celo esta óptima y piadosa práctica. Si no podemos hacerlo en público, hagámoslo al menos de manera privada, en el seno de nuestras familias, procuremos introducir entre nuestros amigos y conocidos esta laudable costumbre del mes de noviembre, y las almas del purgatorio nos lo agradecerán mucho.


[…] En el número de estos exiliados del cielo y de la tierra, languidecen nuestros amigos y nuestros hermanos. Sus voces llegan a nosotros, noche y día. […] Pero el ruido de nuestros quehaceres, de nuestros lujos y alegrías, el ruido de nuestros placeres, silencian las voces de aquellos que, maravillados por no ser escuchados por parte de quienes habían amado y les habían jurado, en el momento de la separación, eterno recuerdo. […] ¿Hay miseria más grande? ¿Dónde encontrar miserables más desafortunados y más simpáticos? ¿No estamos unidos a ellos con los lazos de la humildad, de la religión, de la sociedad, de la familia y de la sangre? ¿Están lejos de nuestros corazones porque no están ante nuestros ojos? El mínimo de sus sufrimientos nos hacía llorar, y ahora, cuando padecen un dolor inmenso, ¿quedamos insensibles? Un día no será para los otros, que nuestra santa Madre Iglesia te n d e rá l a m a n o ; s e rá p a ra nosotros. ¿Qué derecho tendremos a la compasión de nuestros hermanos, si nosotros no hemos tenido piedad? […] La amistad, la justicia, el interés, nos obligan a rezar por las almas del purgatorio. Démosles ampliamente; muchas

son sus necesidades, y nosotros somos muy poderosos para hacer sufragios por ellas, mientras que ellas no tienen la posibilidad de hacerlo. Nosotros tesoros en nuestras manos, y basta con que abramos las manos para dárselos. ¡Oh, sí, recemos mucho por las almas del purgatorio! Toda oración, sobre todo si está enriquecida con indulgencias, cada buena obra realizada por ellas disminuye la intensidad de sus dolores, abrevia la duración de sus penas, anticipando su liberación. Una hora más en el Paraíso, una hora más para estar con Dios, para amar a Dios con toda la potencia del afecto, ¿quién puede decir cuánta alegría u felicidad aporta a aquellas almas? Si tenemos alguna influencia a nuestro lado, sacerdotes, religiosos, madres de familia, superiores de comunidades, adquiramos la costumbre de ofrecer sufrimientos y realizar buenas obras por los muertos. Lo que hagamos será para nosotros una fuente de felicidad incluso después de nuestra muerte». (Santiago Alberione, Per i nostri cari defunti, Roma 2010, págs. 209-211). Sintetizado por Slawomir Sznurkowski, ssp

Alégrate 7


Instituto Virgen de la anunciación

Reflexiones de cara a la redacción del Proyecto Personal Como persona y como Anunciatina, tengo un problema de acumulación y he de saber centrarme en lo que es útil para mí, para la casa y para el Instituto. Y lo demás dejarlo, no a un lado, sino fuera de mi camino.

O

bjetivo Tengo que tener en cuenta en el día a día las prioridades para que lo importante esté por encima de todo, no me distraiga en banalidades, no pierda el tiempo sin sentir, y sea responsable en lo que pueda. ¿Qué tiempo gasto en noticias sociales, políticas o de otro tipo? ¿Qué tiempo gasto en los mcs? ¿En qué desperdicio el tiempo? ¿Qué tiempo gasto en mi amado Jesús? ¿Qué tiempo gasto en el apostolado? ¿Qué tiempo gasto en el estudio pastoral-evangélico? 8 Alégrate

¿Qué tiempo gasto en otras lecturas u otras cosas? ¿Qué tiempo gasto en los demás? Sobre todo, en dar un poco de cariño, de tiempo, de cercanía. De dar algo del amor de Dios y no caer en la tentación de buscar polémicas por asuntos políticos o sociales, que no conducen a nada y sí a crear división. Jesús no tuvo nada en la vida, vivía sencillamente y su prioridad siempre fue darse del todo a los demás. Él era todo para los demás. Yo no soy nada, ni puedo dar nada ni pretender ser algo para los demás. Tengo que trabajar mucho


la pobreza en todos los sentidos: pobreza de espíritu, pobreza de aspiraciones, de necesidades, de autosuficiencia, de querer abarcar demasiado sin contar con mi inutilidad y mi forma poco práctica de hacer las cosas. Abandonarme en las manos del Señor. Dejar que Él sea todo lo que busque y lo demás vivirlo en su confianza, porque sólo Él y no yo, puede hacer algo y todo por los demás. Vivimos en un mundo confuso con uno mismo y con los demás. Y queremos ser parte de los salvadores, pero sólo salva Jesús y cuando Él lo crea oportuno, ya que deja con mucha paciencia, que el hombre sea libre para decidir lo que quiere, y para que aprendamos que no somos dioses sino una parte minúscula del engranaje de este mundo. Y que no nos salvamos solos, ni con unos cuantos, sino todos juntos,

porque el gran amor de Dios, y su infinita misericordia, nos ha hecho parte del Cuerpo Místico de Cristo, que se hizo posible a través de su Pasión y Muerte en la Cruz. Dios quiera que entendamos lo que verdaderamente nos lleva a Jesucristo y sepamos rechazar todo aquello que el maligno nos ofrece y que está en contra de nosotros mismos, de los demás, y de Dios. Y que los que podamos, aún en nuestras miserias y debilidades, ofrezcamos parte de nosotros mismos para que el mundo no se convierta en un caos sin sentido. Y las generaciones que vienen detrás de nosotros encuentren un mundo más humano, más solidario y mejor para todos.

Mª Dolores Andréu, isva

Alégrate 9


Instituto Jesús Sacerdote

El sacerdote, un hombre de Dios El sacerdote debe ser un hombre de Dios. En cuanto sacerdote tiene el sello del sacramento. De consecuencia, su voluntad y sus facultades deben imbuirse de los sentimientos de Cristo.

S

i no está arraigado en Cristo, será arrebatado por el huracán de la secularización. Por lo tanto, debe ser un hombre de oración, hombre que escucha y medita la Palabra para adherirse amorosamente a aquello que Dios quiere de él; debe celebrar los sacramentos con el fervor y la unción propia de las cosas sagradas de las cuales se ocupa, sabiendo que para ser hombre de Dios debe hacer un particular esfuerzo y resistir al vértigo de la constante y acelerada actividad a la que nos somete el mundo moderno. Debe también colaborar con la gracia divina para que su vida cotidiana refleje la santidad que trasmite con los sacramentos. Los sacramentos son eficaces, pero es evidente que Dios extiende su gracia con más abundancia a través de aquellos sacerdotes que con mayor plenitud se configuran con Jesucristo, sumo y eterno sacerdote. 10 Alégrate

El sacerdote es un hombre profundamente consciente de que la salvación viene de Dios y por esto no puede concebir que la solución de los problemas del hombre esté


en los medios humanos o en el sacerdote como persona humana, por muy preparado y carismático que pueda ser. Comprende que debe unir sus acciones y su palabra a una profunda vida eucarística - sea en la celebración o en la adoración- que le hace a él mismo, en cierto sentido, eucarístico; es decir, alguien que se hace víctima y oblación, como sacerdote, para servir a Cristo en la misión de la salvación de las almas. Su presencia entre los hombres, sus hermanos, debe ser como la del centinela de la mañana, un anunciador de las cosas del más allá, un continuo recordatorio de Cristo para las almas, que encarna el amor de Dios en este mundo. El hombre de Dios es el único que puede darle sentido al hom-

bre y a la sociedad de hoy porque hace posible el encuentro con el Dios amor. Ser un hombre de Dios no es incompatible con tener los pies en la tierra. El sacerdote es una persona que no pierde la propia objetividad ni el realismo. Sabe, por una parte, que la humanidad debe someter el cosmos y dominarlo pero, por otra parte, que lo que el hombre anhela definitivamente se encuentra sólo en el cielo, meta definitiva y objetivo de nuestro peregrinar en esta tierra. No es la ciencia lo que salva al hombre, es Cristo. El sacerdote no puede ceder al horizontalismo o al naturalismo, porque dejaría de ser necesario para el mundo y se confundiría con un trabajador o un agente social,

Alégrate 11


SACERDOS, ALTER CHRISTUS «El sacerdote es elegido por Cristo para hacer sus veces en la tierra y para reinar con Él en el cielo. Oh sacerdote, aprecia tu dignidad; en efecto, así como por creación eres obra de Dios, así, por el sacerdocio, eres obra de Cristo.

que en el mundo son ya bastantes. No debe jamás caer preso de la visión reducida de su sacerdocio, por la cual, éste no sería sino sólo un servicio o una función. El sacerdote es servidor de Cristo por ser, a partir de Él, por Él y con Él, servidor de los hombres. En la formación del hombre de Dios juega un papel muy particular la devoción a la Virgen María, como madre, modelo de virtud y, sobre todo, como protectora celestial. Su relación con los sacerdotes, ministros de Cristo, deriva de la relación entre la divina maternidad de María y el sacerdocio de Cristo. Los sacerdotes son sus hijos predilectos y en el corazón del sacerdote debe resonar el consejo de san Bernardo: «En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte 12 Alégrate

Una e idéntica es la misión de Cristo y la del sacerdote: glorificar a Dios Padre, comunicar la gracia a los hombres. Oh sacerdote, en los pensamientos, en las palabras, en los deseos y en las acciones, de día y de noche, sé otro Cristo».

María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir su ayuda intercesora no te apartes tú de los ejemplos de su virtud. No te descaminarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en ella piensas. Si ella te tiene de su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás si es tu guía; llegarás felizmente al puerto si Ella te ampara». Antonio Díaz Tortojada, ijs


Instituto san gabriel arcángel

La consagración en el contexto de la secularidad Insertados en el Misterio de la Encarnación, en nuestro Instituto de vida secular consagrada San Gabriel Arcángel (ISGA), de derecho pontificio, se profesan los consejos evangélicos, reconocidos por la Iglesia.

1.

Es en virtud de la agregación a la Sociedad de San Pablo que los consejos evangélicos que en él se profesan, aunque privados, los reconoce y aprueba la Iglesia. Poseen, de hecho, una valencia comparable a los públicos, que se profesan en los institutos religiosos de vida comunitaria y autónomos, en cuanto que la vida consagrada no es sinónimo de vida comunitaria. 2. Es verdad que la falta de algunos factores y normas propias de

la vida religiosa ordinaria podría parecer una manifestación de menor valor de la consagración secular, respecto de la que se vive según las tradicionales normativas canónicas. Una solución de «compromiso», para quien no se atreve a cortar los contactos con la familia, la sociedad, el trabajo y prefiere la que podría parecer una elección de compromiso, una zona gris entre lo blanca y lo negro. Pero no es así. Vivir la consagración en el mundo, sin pertenecer a él, no

Alégrate 13


es una solución intermedia, una acomodación, una vía híbrida e insípida, un trabajo a medio servicio realizado por empleados de la última hora. Esta consiste, por el contrario, en una misión bien precisa, importante y delicada, llena de sutiles insidias y de profundas fatigas, de las que está exenta la consagración clásica. En efecto, la vida consagrada secular, desarrollada de manera singular y anónima, en ámbitos eclesiales y sociales diversos, si bien más expuesta a los riesgos de quien vive en contacto directo con los atractivos del mundo, puede llegar a hacer más eficaz y penetrante la obra

14 Alégrate

de pacificación y redención que Dios sigue actuando en la actual sociedad secularizada, marcada por un estilo de vida hedonístico, a través de la nueva «tercera vía» laical, plenamente injertada en ella como un antídoto. Sin embargo, lamentablemente, todavía ahora infravalorada e incomprendida en el interior de la misma Iglesia. 3. Pero más allá de las dimensiones relativas al Derecho Canónico y a las temáticas eclesiales que caracterizan a esta nueva forma de vida consagrada, el Instituto es una de las diez ramas de la Familia Paulina, con notas específicas y propias, pero convergentes en el único fin


de evangelizar, vivir el evangelio en el mundo, para testimoniar la vida casta, pobre y obediente de Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida. También nosotros formamos parte de «una familia, donde todas las fuerzas están unidas, completándose mutuamente para conseguir un mismo fin, para una entrega total: sociedad de almas que aman a Dios con todo el corazón». 4. El Instituto, como ya hemos dicho, toma su nombre del ángel de la Anunciación –síntesis de su identidad y misión–, enviado como mensajero a María del misterio de la Encarnación y patrono de la comunicación social (Pío XII), para subrayar su fin apostólico. Muchas veces, como ha comunicado el primer Gabrielino, Odo Nicoletti, el Fundador ha indicado cuál es nuestra misión eclesial que hemos

de vida, donde la Providencia los ha colocado e inserido, antes de llamarles a la secuela de Cristo. Da a los miembros la ayuda necesaria para conseguir una mayor estabilidad y madurez en la fe, con la finalidad de fortalecer una experiencia y una comunión cada vez más vitales con el Divino Maestro, Cristo Jesús. Les asegura, también, con sus medios y con sus iniciativas, un itinerario formativo, encaminado a una formación cada vez más adecuada a la común espiritualidad paulina, para madurar un acuerdo fraterno y una libertad de acción, corroborada por la plena observancia de las reglas estatutarias. Mediante tal compromiso apostólico, sus miembros pueden alcanzar con seguridad y guardar con fidelidad su consagración vivida en el mundo, según el espíritu de san Pablo, bajo

El arcángel san Gabriel, enviado a la Virgen María para la encarnación del Hijo de Dios, es el Patrono del Instituto San Gabriel Arcángel y de los trabajadores de las comunicaciones sociales de ejercer en el mundo: «Estáis injertados en el misterio de la Encarnación. Tenéis una vocación contra el ateísmo que llevar a cabo en la sociedad». 5. El ISGA no tiene obras propias. Deja que sus miembros vivan su consagración en el contexto de la secularidad, permaneciendo en sus profesiones y en el ambiente

la protección de la Reina de los Apóstoles, de manera que puedan progresar con alegría en el camino de la caridad, ofreciendo a Dios sus vidas, en señal de reconciliación (cfr LG 43). Giancarlo Infante, isga gabrielino de italia

Alégrate 15


Donec formetur

La vida del ESPÍRITU SANTO El rol de Espíritu Santo en el creyente solo se puede comprender bien a la luz de lo que Él ha obrado en la encarnación histórica del Verbo

A

tal fin, es muy iluminadora, aunque expresada, una vez más, de manera extremadamente esquemática, la página que el P. Alberione dedica a la realidad de la «vida humano-divina». La vida cristiana es una creación que el Espíritu ha realizado –¡máxima obra maestra!–, antes que nada, en el mismo Jesús, nuestro Maestro Pastor. Toda la persona de Jesús, desde el primero al último instante, ha estado bajo la iniciativa del Espíritu Santo. El paralelo está puesto entre lo que el Espíritu Santo ha operado en Jesús y lo que Él proyecta realizar también en cada uno de los fieles, mediante los sacramentos: 16 Alégrate

¡también en nosotros el éxito será prodigioso! De aquí nuestro compromiso: respetar tal vida, desarrollarla, y rezar para tener la ayuda divina necesaria. El Espíritu Santo nos hace plenamente conscientes de hacer parte de la única Iglesia de Cristo, su Cuerpo místico, unificado precisamente por el único Espíritu. Argumento que se nos hace muy familiar por razón de nuestro carisma: «vivir en Jesucristo y servir a la Iglesia». 1. La Iglesia es la sociedad, instituida por nuestro señor Jesucristo, de los que profesan la fe y reciben los sacramentos para llegar al paraíso bajo el


gobierno y el magisterio de los pastores y especialmente del sumo Pontífice… 3. Nuestros deberes son: a) fe en sus doctrinas; b) obediencia a sus leyes; c) amor a cuanto ama y es de su interés. No puede tener a Dios por Padre quien no tiene a la Iglesia por Madre. Solo en ella hay salvación. La visión teológica de la Iglesia presente en el Donec Formetur está necesariamente fechada. En el 1930 el P. Alberione no podía presentar ciertamente la visión de la Iglesia según el Vaticano II. Dígase lo mismo para la visión del Papa. Sin embargo, sabemos que el P. Alberione ha participado en el Concilio Vaticano II. Y no ha dejado de presentarnos a nosotros, sus hijos, los Documentos del Concilio, ¡resumiéndolos y comentándolos con todo esmero! Hoy, evidentemente, hay que leer estas páginas del Donec Formetur a la luz de la eclesiología del Concilio Vaticano II. Pero el aspecto al que más dispuestos estamos a acoger del Fundador es la actitud con la que él se ponía a sí mismo y a toda la Familia Paulina respecto de la Iglesia. Se trata de algo no marginal de nuestro deseo de ser

dóciles al Espíritu. También en esto nos es normativo el ejemplo del Fundador, dócil hijo de la Iglesia, que sabiamente recuerda: «Se consume bien la vida cuando así se sirve a la Iglesia, al Papa, a Jesucristo autor, conforto, modelo y premio de los religiosos». ¿Y como ser verdaderos hijos de la Iglesia, sin una auténtica actitud de fidelidad, obediencia, amor al Papa? «Ubi Petrus, ibi Ecclesia»: esta conocida máxima de san Ambrosio («Donde está Pedro, allí está la Iglesia») la toma el P. Alberione, que no se cansa de inculcarla a sus hijos, sugiriendo aplicaciones prácticas. «Nosotros, religiosos, asumimos nuestra parte de responsabilidad, dado que, si el clero secular tiene deberes delimitados por los confines de las parroquias y de las diócesis, los religiosos están para las conquistas amplias, están para las obras generales, están para los problemas urgentes: debemos sentir con el Papa, pensar con el Papa, obrar con el Papa, cuyo corazón late al unísono con el corazón de Cristo». Don Guido Gandolfo, ssp

Alégrate 17


compartir la palabra

el don de lenguas en la Palabra Hay diferentes dones espirituales, pero el Espíritu es el mismo…En cada uno el Espíritu revela su presencia con un don, que es también servicio…, otro habla en lenguas… Y todo es obra del mismo y único Espíritu, el cual reparte a cada uno según quiere. (1Cor 12, 4-11)

H

ablar del don de lenguas es un reto para mí; de las nueve manifestaciones comunes o dones del Espíritu Santo, creo que es el más desconocido; conocerlo a fondo puede hacer mucho bien. Al leer el librito «Don de Lenguas», del Padre Robert DeGrandis, S.J. he comprendido y descubierto la riqueza y belleza de este don, es por lo que quiero compartirlo; casi todas las ideas las he tomado de dicho librito, junto con mi experiencia personal, claro. Antes de nada, como católicos, podemos tener la certeza de que este don es realmente de Dios, ya que reposamos en el discernimiento de la Iglesia. No te avergüences del Espíritu Santo y sus obras. Si eres bautizado en el Espíritu Santo, no te avergüences de orar en lenguas. Es un reconocimiento del Espíritu Santo obrando en nuestras vidas. 18 Alégrate

Orar en lenguas no quiere decir que nos pongamos a hablar en un idioma que no es el nuestro; esto se dio en Pentecostés como todos sabemos. Puede ocurrir, hoy día, en una asamblea en oración, que alguien esté orando en un idioma desconocido para él mismo, y que haya alguien en la misma asamblea que reconozca en qué idioma está orando; esas manifestaciones son puntuales del Espíritu y no son el caso de este artículo. El orar en lenguas es, ante todo, un don del Espíritu Santo, que nos lleva a abrir la boca y empezar a cantar o a emitir sílabas separadas o juntas, aunque no tengan sentido. Por ejemplo: bbb, ababab, sarisari…, también en sucesión como palabras de un lenguaje desconocido: dde alidm eiasmkldim lieoucian, como las de un bebé que no ha aprendido a hablar; dejándolas fluir durante un rato


corto o largo. Si se está orando ese es el don de lenguas. El P. Grandis habla de rendirse al Espíritu, dejar que Él inspire lo que digamos, no hay fórmulas ni reglas. Sobre todo al principio puede ser una misma sílaba o palabra lo que Él nos sugiera; se repiten o se cantan sílabas, palabras, frases. Hay tres momentos claves en los que surge con mucha facilidad la necesidad de este don, que el Espíritu concede a todos en esas situaciones. - Cuando nos encontramos mal y no sabemos qué hacer en la oración o en nuestras vidas. - Cuando estamos gozosos y no sabemos expresar nuestra acción de gracias y alabanza al Señor. - Cuando queremos rezar por un enfermo y no sabemos hacerlo. También en cualquier otro momento de nuestra vida podemos orar con este don; se podría decir: cuando no sabemos cómo hacer. La oración en lenguas es una oración muy poderosa, de alta contemplación para nosotros, gente del pueblo que ignoramos

la contemplación de los grandes Santos. Y es así porque en silencio, con los ojos cerrados, activamos la fe en la presencia del Espíritu Santo en nuestro cuerpo, que es su Templo. Hacemos presente la Palabra de Dios: «Y de igual manera el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; más el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables» (Rm 8, 26). ¿Por qué no puede ser nuestra oración en lenguas, con esas palabras que salen de nuestra boca y que no entendemos, un acompañar a los gemidos inefables, desconocidos para nosotros del mismo Espíritu? Esto nos exige un gran recogimiento, un crecimiento en la fe de esa Presencia real del mismo Espíritu en nuestro mismo cuerpo, su Templo. La presencia de María, nuestra Madre, me surge ahora terminando el artículo. Ella me recuerda que tenga presente a su Hijo Jesucristo, el Señor. A Él la acción de gracias, pues es quien nos ha bautizado en el Espíritu Santo, su don espléndido debido a su muerte y a su Resurrección. Que la bendición de Dios Padre, Dios del Amor, nos envuelva a todos en este maravilloso don.

Mari Muñoz, isva

Alégrate 19


Páginas marianas

Nuestra Señora del Rosario La Madre de Dios en persona le enseñó a Sto. Domingo a rezar el rosario en el año 1208, y le dijo que propagara esta devoción entre los musulmanes en la famosa Batalla de Lepanto... Su fiesta se celebra el 7 de octubre.

D

omingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albigense. Esta enseña que existen dos dioses, uno del bien y otro del mal. El bueno creó todo lo espiritual. El malo, todo lo material. Como consecuencia, para los albigenses, todo lo material es malo. El cuerpo es material; por tanto, el cuerpo es malo. Jesús tuvo un cuerpo, por consiguiente, Jesús no es Dios. También negaban los sacramentos y la verdad de que María es la Madre de Dios. Se rehusaban a reconocer al Papa y establecieron sus propias normas y creencias. Durante años los Papas enviaron sacerdotes celosos de la fe, que trataron de convertirlos, pero sin 20 Alégrate

mucho éxito. También había factores políticos que complicaban las cosas. Domingo trabajó por varios años en medio de estos desventurados. Por medio de su predicación, sus oraciones y sacrificios, logró convertir a unos pocos. Pero, muy a menudo, por temor a ser ridiculizados y a pasar trabajos, los convertidos se daban por vencidos. Domingo dio inicio a una orden religiosa para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada. La Virgen acude en ayuda de Santo Domingo de Guzmán La Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a rezarlo. Dijo que lo predicara por todo el


De Montfort consideró que su victoria había sido un verdadero milagro y el resultado del rosario. Como signo de gratitud, De Montfort construyó la primera capilla a Nuestra Señora del Rosario. Las promesas de la Virgen a los que recen el rosario

mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y con gran éxito porque muchos albigenses volvieron a la fe católica. Lamentablemente la situación entre albigenses y cristianos estaba además vinculada con la política, lo cual hizo que la cosa llegase a la guerra. Simón de Montfort, el dirigente del ejército cristiano y a la vez amigo de Domingo, hizo que éste enseñara a las tropas a rezar el rosario. Lo rezaron con gran devoción antes de su batalla más importante en Muret.

Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores (más conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen. El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario. ACIPRENSA Fuente: corazones.org

Alégrate 21


La sagrada familia

La Sagrada Familia:

Jesús, María y José

El 31 de diciembre celebraremos la fiesta de la Santa Familia de Jesús, María y José, Titular del Instituto Santa Familia. Damos nuestra más cordial felicitación a cada uno de sus miembros y proponemos, para nuestra meditación, el siguiente precioso texto del papa Pablo VI El ejemplo de Nazaret azaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jesús, es la escuela donde se inicia el conocimiento de su Evangelio. Aquí aprendemos a observar, a escuchar, a meditar, a penetrar en el sentido profundo y misterioso de esta sencilla, humilde y encantadora manifestación del Hijo de Dios entre los hombres. Aquí se aprende incluso, quizá de una manera casi insensible, a imitar esta vida.

N

22 Alégrate

Aquí se nos revela el método que nos hará descubrir quien es Cristo. Aquí comprendemos la importancia que tiene el ambiente que rodeó su vida durante su estancia entre nosotros, y lo necesario que es el conocimiento de los lugares, los tiempos, las costumbres, el lenguaje, las prácticas religiosas, en una palabra, de todo aquello de lo que Jesús se sirvió para revelarse al mundo. Aquí todo habla, todo tiene un sentido.


a s, o s e a

Aquí, en esta escuela, comprendemos la necesidad de una disciplina espiritual si queremos seguir las enseñanzas del Evangelio y ser discípulos de Cristo. ¡Cómo quisiéramos ser otra vez niños y volver a esta humilde pero sublime escuela de Nazaret! ¡Cómo quisiéramos volver a empezar junto a María, nuestra iniciación a la verdadera ciencia de la vida y a la más alta sabiduría de la verdad divina! Pe ro e s t a m o s a q u í co m o peregrinos y debemos renunciar al deseo de continuar en esta casa el estudio, nunca terminado, del conocimiento del Evangelio. Mas no partiremos de aquí sin recoger rápida, casi furtivamente, algunas enseñanzas de la lección de Nazaret. Su primera lección es el silencio. Cómo desearíamos que se renovara y fortaleciera en nosotros el amor al silencio, este admirable e indispensable hábito del espíritu, tan necesario para nosotros, que es¡amos aturdidos por tanto ruido, tanto tumulto, tantas voces de nuestra ruidosa y en extremo agitada vida moderna. Silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento y la interioridad, enséñanos a estar siempre dispuestos a escuchar las buenas inspiraciones y la doctrina de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad y el valor de una conveniente formación, del estudio, de la meditación, de una

vida interior intensa, de la oración personal que sólo Dios ve. Se nos ofrece además una lección de vida familiar. Que Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable, lo dulce e irremplazable que es su pedagogía y lo fundamental e incomparable que es su función en el plano social. Finalmente, aquí aprendemos también la lección del trabajo. Nazaret, la casa del hijo del artesano: cómo deseamos comprender más en este lugar la austera pero redentora ley del trabajo humano y exaltarla debidamente; restablecer la conciencia de su dignidad, de manera que fuera a todos patente; recordar aquí, bajo este techo, que el trabajo no puede ser un fin en sí mismo, y que su dignidad y la libertad para ejercerlo no provienen tan sólo de sus motivos económicos, sino también de aquellos otros valores que lo encauzan hacia un fin más noble. Queremos finalmente saludar desde aquí a todos los trabajadores del mundo y señalarles al gran modelo, al hermano divino, al defensor de todas sus causas justas, es decir: a Cristo, nuestro Señor.

Pablo VI, Nazaret, 5 de enero de 1964

Alégrate 23


El sínodo

EL SÍNODO:

Historia y rostro de una institución

Se está desarrollando actualmente el Sínodo de la Sinodalidad, convocado por el papa Francisco para reflexionar y discutir sobre la vida y misión de la Iglesia

E

sta magna convocatoria eclesial ha sido prevista en tres fases: la diocesana y la continental, ya concluidas; y la final, que se celebrará en dos sesiones: la primera, del 4 al 29 de octubre de 2023; y la segunda, en octubre de 2024. El periódico L’Osservatore Romano ha publicado un artículo sobre la evolución de la Asamblea del Sínodo de los Obispos, que va desde la idea inicial de Pablo VI, 24 Alégrate

de hace 60 años, hasta la nueva concepción según Francisco, que se desarrollará en la próxima asamblea sinodal de octubre. El Sínodo de los Obispos nació en 1965 por iniciativa de Paolo VI quien, en el “Motu proprio” Apostolica sollicitudo, lo define como “un consejo permanente de los Obispos para la Iglesia universal”. Realiza así una petición formulada por el Concilio, en ese momento


casi al final, especialmente con ocasión del debate sobre la colegialidad. Incluso entonces Pablo era consciente de que el Sínodo cambiaría con el tiempo. De hecho, en el “Motu proprio” escribe: «Como toda institución humana, con el paso del tiempo podrá ser perfeccionada». La evolución del Sínodo ha ido de la mano de la progresiva acogida del Concilio, en particular de la visión eclesiológica en la que se basan las relaciones entre el pueblo de Dios, el colegio episcopal y el Obispo de Roma. El Papa Francisco lo expresa reflexionando sobre la dimensión sinodal constitutiva de la Iglesia con ocasión del cincuentenario de la institución del Sínodo (2015): «Una Iglesia sinodal es una Iglesia de escucha, [...] una escucha en la que todos tienen algo que aprender. Pueblo fiel, Colegio Episcopal, Obispo de Roma: unos escuchando a otros; y todos escuchando al Espíritu Santo”. En 2018, la constitución apostólica Episcopalis communio avanza en la línea de perfeccionar el Sínodo: de un evento puntual -una asamblea de Obispos dedicada a tratar un tema- lo transforma en un proceso dividido en diferentes fases, al que participa toda la Iglesia y todos en la Iglesia están invitados a participar. Sobre esta base

renovada se concibió el proceso del Sínodo 2021-2024, titulado Por una Iglesia sinodal. Comunión, participación, misión. Esto explica su estructura, mucho más compleja que la de los sínodos anteriores. En primer lugar, este proceso ha previsto una larga fase de consulta y escucha del pueblo de Dios en todas las Iglesias del mundo, que se desarrolló en varias etapas: comenzó a nivel local (parroquial y luego diocesano), para luego avanzar al de las conferencias episcopales nacionales y terminar con el continental. En este proceso, la escucha se ha convertido en una oportunidad de encuentro y de diálogo, dentro de cada Iglesia local y entre ellas, en particular las que pertenecen a una misma región, y también a nivel de la Iglesia universal, gracias también a los estímulos del Documento Preparatorio y del Documento de Trabajo para la etapa continental elaborado por la Secretaría General del Sínodo, el segundo en particular a partir de los elementos recogidos de la escucha del Pueblo de Dios. Incluso la dinámica eclesial a nivel continental, que este sínodo valora fuertemente, encuentra inspiración en el Concilio, en particular en el decreto Ad gentes que en el n. 22 afirma: «Por tanto, es deseable, por no decir muy conveniente,

Alégrate 25


Sumario

que las conferencias episcopales se reúnan en cada vasto territorio sociocultural, para poder aplicar, en plena armonía entre sí y con uniformidad de decisiones, este plan de adaptación”. La fase de discernimiento, tarea que incumbe principalmente a los pastores, acentúa también su carácter procedimental, gracias a que la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos se desarrollará en dos sesiones, marcadas por un tiempo para las oportunas reflexiones para profundizar y sobre todo interrogar una vez más al pueblo de Dios. La mayor articulación del proceso no puede dejar 26 Alégrate

de repercutir en la composición de la asamblea sinodal. Mantiene su carácter episcopal fundamental, dado que las tres cuartas partes de sus miembros son obispos. A ellos se suman sacerdotes y diáconos, religiosos y religiosas, laicos y laicas, elegidos entre aquellos que se han comprometido más intensamente en las diferentes etapas del proceso sinodal. Su tarea es precisamente llevar el testimonio y la memoria de la riqueza de ese proceso en el seno de la asamblea responsable del discernimiento. Giacomo Costa


CALENDARIO octubre

noviembre

diciembre

06. 2020, aniversario de la 01. Solemnidad de Todos los 0 8 . S o l e m n i d a d d e l a muerte del Hno. Graciliano Santos. Inmaculada Concepción de la Bañuelos, SSP. 02. Solemnidad de Todos los Virgen María. 07. Nuestra Señora del Rosario. Fieles Difuntos. -1965. Hijas de San Pablo 08. 2016, aniversario de la 06. 1999 Aniversario de la en Madrid, calle San Bernardo. muerte de la Hna. Rafaela For- muerte del Hno. Aurelio Gar- 11. 1987, el Canónigo Francesco nas, HSP. Chiesa es declarado venerable. cía, SSP. 09. 2014, aniversario de la 10. 2011, aniversario de la 13. 1978, aniversario de la muerte de la Hna. Mercedes muerte de Óscar Prieto, ISF. muerte de la Hna. Graciela Barriuso, HSP. 12. Día de la Iglesia Diocesana. Justo, PDDM. 14.1960, aprobación pontificia 15. 2014, aniversario de la 16. Comienza la Novena de de la Sociedad Bíblica Católica muerte del P. Tomás Larrauri, Navidad. Internacional. 18. 2008, aniversario de la SSP. 15. 1995, Pías Discípulas del 19. Jornada Mundial de los muerte de la Hna. Epifania Divino Maestro en Toledo. Bassi, HSP. Pobres (5ª). 16. 2003, aniversario de la 25. Aniversario de la Dedicación 20. 2018, aniversario de la muerte de la Hna. Rosa Pivetta, del Templo de San Pablo, en muerte del Hno. Aurelio Martín HSP. Varillas, SSP. Alba. 18. 2017, aniversario de la 26. Solemnidad de Nuestro 23. 1970, aniversario de la muerte del Hno. Teodoro Or- Señor Jesucristo, Rey del muerte de la Hna. Alicia Hierro tega, SSP. Ruiz, HSP. Universo. - 2020, aniversario de la - 2021, aniversario de la - Fiesta del beato Santiago muerte del P. Ricardo Ares, SSP. Alberione, Fundador de la muerte del P. Francisco Ares, SSP. 19. Memoria del beato Timoteo Familia Paulina. Giaccardo. 29. Aniversario de la Dedicación 25. Solemnidad del Nacimiento 20. 2013, aniversario de la del Santuario-Basílica Menor del Señor. muerte del P. Agapito Aliende, Reina de los Apóstoles, en 31. Fiesta de la Sagrada Familia SSP. de Jesús, María y José, Titular Roma (1954). 22. Jornada Mundial por la 30. 1996, aniversario de la del Instituto Santa Familia. Evangelización DOMUND (97ª). muerte del Hno. Miguel Alfaro 28. 1943, las Pías Discípulas del Toledo, SSP. Divino Maestro en Bilbao. 29. Solemnidad del Divino Maestro, Titular de las PDDM y del Instituto Jesús Sacerdote. - 2000, aniversario de la muerte de la Hna. Edita, PDDM. Alégrate 27


Sumario

María fue destinada a traer al mundo el Salvador Jesús. Dios quería, por medio de ella, dar la verdad, el Camino y la Vida que están en Jesucristo… Es la vocación de María (Pr 5, 87).

INSTITUTOS PAULINOS DE VIDA SECULAR CONSAGRADA Protasio Gómez, 15 28027 MADRID +34 917 425 113 institutos@sanpablo.es

Digamos a la Virgen que vuelva a nosotros sus ojos misericordiosos; digámosle que nos ayude a dirigir nuestra mente y nuestro corazón al cielo (RSp, 4).

¡Qué belleza la de todos los paulinos al dedicarse a un apostolado de cristianización y de civilización cristiana! ¡Son como altavoces de Dios, de Jesucristo y de la Iglesia! (Pr 5, 145). El abandono de la oración significa querer ir por nuestra cuenta; se dice prácticamente: «No necesito a Dios». ¿Y creemos que, yendo por nuestra cuenta, podremos hacer algo bueno? (RSp, 31).


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.