AlĂŠgrate
nĂşmero 192
julio-septiembre 2020
Intenciones del mes de la Conferencia Episcopal Española
Sumario Editorial: Año Bíblico de la Familia Paulina 3 Catequesis Paulina: Siguimiento, fidelidad, cruz 4 Instituto Virgen de la Anunciación: Consagración y secularidad 6 Instituto San Gabriel: Nuestra historia / 3 8 Instituto Jesús Sacerdote: El sagrario polariza... 10 Instituto Santa Familia: El secreto de una vida feliz 12 Donec Formetur: Nos prepareamos... 14 Año bíblico: Explicación del logo 17 Lectio Divina: Aproximación a la lectio divina /2 18 Páginas marianas: María y los institutos agregados 20 Congreso Internacional: Que no se apague... 22 Vida Paulina: 24 Calendario 27 2 Alégrate
Julio Julio Por los ancianos, especialmente por los que viven en soledad, para que encuentren la ayuda material y espiritual que necesitan. Julio Agosto Por los profesionales que en los distintos servicios de la sociedad ayudan a los demás con riesgo de sus vidas, para que lo hagan siempre con generosidad, desprendimiento y amor. Julio Septiembre Por los catequistas y profesores cristianos, para que tengan siempre presente la importancia de su misión y se formen adecuadamente a fin de que su labor produzca frutos abundantes.
Editorial
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AÑO BÍBLICO DE LA FAMILIA PAULINA
l pasado 30 de mayo, fiesta de la Santísima Virgen María Reina de los Apóstoles, los Superiores Generales de la Familia Paulina, por carta circular dirigida a todas las Instituciones de la Familia Paulina, publicaron la oración y el logo que la Comisión Bíblica Central ha preparado para el Año Bíblico de la Familia Paulina. El mencionado Año Bíblico se celebrará del 26 de noviembre de 2020 al 26 de noviembre de 2021, fechas que marcan la Pascua o paso a la vida eterna de nuestro amado Fundador. La oración y el logo que se han presentado guiarán nuestros pasos a lo largo de todo este Año -y ya desde ahora- en todo lo que podamos vivir, orar y realizar para que la Palabra de Dios siga avanzando en nosotros y a nuestro alrededor, en le cultura de la comunicación. El P. Alberione, por su acendrado amor a la Palabra de Dios y por las múltiples acciones bíblicas que ha emprendido a lo largo de toda su vida, para divulgarla por todos los medios y así hacerla calar en las almas de todos los fieles, puede ser nuestro mejor acompañante a lo largo de todo este recorrido anual. Él ha animado y dirigido la impresión de muchísimas ediciones del evangelio y de la biblia; ha favorecido las fiestas del evangelio y las semanas bíblicas; ha lanzado a las Hijas de San Pablo, a las que llamaba “las mensajeras de Dios”, a la propaganda de la biblia a domicilio; ha querido que la visita diaria al Santísimo Sacramento estuviera basada en la lectura y meditación de una lectura bíblica; no se ha cansado de pedir a sus hijos e hijas que la biblia presidiera nuestros lugares de convivencia, de trabajo y de oración; él ha puesto en marcha la Sociedad Bíblica Católica Internacional (SOBICAIN) para divulgar por todo el mundo, en todos los idiomas, a través de todo los medios de comunicación, la Palabra de Dios… Sí, que el beato Santiago Alberione sea nuestro acompañante y nuestro guía los 365 días del Año Bíblico de la Familia Paulina que vamos a comenzar. P. Antonio Maroño, SSP
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Catequesis Paulina
SEGUIMIENTO, FIDELIDAD, CRUZ
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ecuerdo que en el reciente Congreso Internacional de los Institutos Seculares Agregados a la Sociedad de San Pablo, que tuvo lugar en Roma del 25 al 27 de febrero pasado, entre las cuestiones desarrolladas, surgió el tema de “la dificultad que hoy entraña conseguir vocaciones; y al tiempo se apuntaba, como una de las respuestas de los Grupos de trabajo, que el primer medio para conseguirlas es la vivencia interior –personal-, de nuestra propia vocación expresada en una coherencia de vida. Para convencer a otros, primero, tenemos que estar plenamente convencidos nosotros, y eso lo sabremos cuando nuestra vida sea un reflejo de la de Cristo. En este sentido, quisiera llevar a la reflexión estas tres palabras: seguimiento, fidelidad, cruz. SEGUIMIENTO. Seguir a Jesucristo significa hoy en día ir contra la corriente de muchas de las modas de pensamiento y de actitud que se llevan, incluso entre los que se llaman o consideran cristianos. Sin embargo, también hay que decir que: seguirle, llena el corazón de alegría 4 Alégrate
Seguir a Jesucristo significa, hoy en día como ayer y siempre, ir contracorriente de muchas modas, de muchos estilos de vida y de actitudes que se llevan, incluso entre los que se llaman o consideran cristianos. y da sentido pleno a nuestra existencia, aunque comporta dificultades y renuncias, pues con mucha frecuencia hay que ir contra la corriente. FIDELIDAD. Quiero traer un pasaje del evangelio que nos pone un poco “contra las cuerdas” sobre si nuestro seguimiento es o no fiel, y si estamos decididos a demostrarlo en todo momento. (Capítulo 6 del evangelio escrito por san Juan).Jesús dice: “Yo soy el pan vivo, bajado del cielo…el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna” (vs. 48 y 54). Hay muchos que hoy en día siguen escandalizándose ante estas palabras, como les sucedió a los que entonces le escuchaban, incluso entre sus propios discípulos. “Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?”, afirmaban
algunos de los que hasta entonces le seguían, antes de abandonarle. Jesús, conociendo las críticas de sus propios apóstoles les pregunta: “También vosotros queréis marcharos?” (v. 67) Esta inquietante provocación resuena en el corazón y espera, de cada uno de nosotros, una respuesta personal. Porque la pregunta provocadora de Jesús no se dirige sólo a los que entonces escuchaban, sino que alcanza a los creyentes de todos los tiempos y con mayor motivo a los que un día decidimos seguirle. Me pregunto si seríamos, hoy nosotros, capaces de responder como Pedro: “Señor, ¿a quién vamos a ir?, sólo Tú tienes palabras de vida eterna…” (v.68-69). CRUZ. Jesús no se contenta con una pertenencia superficial y formal, no le basta una primera adhesión entusiasta; es necesario, por el contrario, participar durante toda la vida en ‘su pensar y querer´. Son muchos los que hoy se ´escandalizan´ ante la paradoja de la fe cristiana, de la vida consagrada, sobre todo en el mundo. La enseñanza de Jesús parece ´dura´, demasiado difícil de
acoger y de practicar. Hay quien rechaza y abandona a Cristo, y otros que tratan de ´adaptar´ su Palabra a las modas del momento, desvirtuando su sentido y valor. Conscientes de nuestra fragilidad humana, pero confiando en la asistencia y fuerza del Espíritu Santo, que se expresa y se manifiesta en la comunión con Jesús, diremos como Juan y Santiago, ante la pregunta de Jesús: “¿Sois capaces de beber el cáliz que yo voy a beber?”. ¡Sí, Señor!, con tu gracia podemos; aunque para ello tengamos que ir contra corriente, e incluso seamos considerados por los demás como “necios y raros”. La fe es don de Dios y es, al mismo tiempo, entrega libre y total de la persona a Dios; la fe es dócil escucha de la Palabra del Señor, que es “lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino». Pero, si abrimos con confianza el corazón a Cristo, si nos dejamos conquistar por Él, es posible experimentar que nuestra única felicidad en esta tierra consiste en amar a Dios y saber que Él nos ama. Maite Ballesteros, ISF
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Instituto Virgen de la anunciación
CONSAGRACIÓN Y SECULARIDAD El consagrado secular, para ser fiel a su vocación, ha de cuidar la consagración y la secularidad, manteniendo el equilibrio, sin que una de estas facetas oculte la otra.
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a consagración y la secularidad en el Instituto se hacen una sola cosa en la persona y se ha de hacer un esfuerzo continuo para que no se menoscabe ninguna de las dos, porque corremos el riesgo de vivir más la secularidad que la consagración, perdiendo la propia identidad y la fuerza de ser fermento en medio de la humanidad; como, al contrario, si acentuamos la consagración, podemos desvirtuar el motivo de la vocación secular, que es estar en medio de los hombres y mujeres de nuestro siglo. El consagrado secular, para ser fiel a su vocación, ha de cuidar muchas cosas. En primer lugar, su relación con el Maestro. Una relación que debe partir de su preocupación por las necesidades de los hombres. Su oración no ha de buscar la sensiblería ni la propia satisfacción, sino el camino a recorrer a través de la consagración y la pertenencia 6 Alégrate
a un Instituto que está llamado a crecer en la misión. Los problemas que disgregan a un grupo y le hacen perder la unidad y la comunión no consisten en la diversidad, que es una riqueza, sino en perder el horizonte de su ser y la fuerza de vivir para los demás. Otro punto importante es el propio ambiente. La mayoría vivimos con nuestras familias y, en
nuestro camino de consagradas seculares, vamos aprendiendo que la familia forma parte de nuestra secularidad; pero hemos de cuidar que nuestra consagración no pierda el lugar que le corresponde. El P. Alberione decía que los deberes familiares son importantes, pero no deben obstaculizar los deberes para con el Instituto. La familia debe saber que forman parte de nuestra vida. Para que un Instituto crezca se necesita algo más que reunirse, hacer retiros, ejercicios, programas… se necesita estudiar el camino a recorrer como grupo y trabajar por llevarlo adelante con vitalidad y con la mirada puesta en los signos de los tiempos. Los miembros de los Institutos de vida secular consagrada vivimos en la diáspora. Sin embargo, el consagrado secular ha de vivir la comunión con sus hermanos. Esta comunión debe crecer en la caridad, en la fe y en la vocación común. En una familia se hacen grandes esfuerzos para que los hermanos no rompan los lazos entre sí o con los padres, etc. El Fundador P. Alberione decía que en la Familia Paulina hay unos lazos más fuertes que los lazos de la sangre. Por tanto, forma parte de nuestra herencia
el mantenernos unidos. Se nos dice también que la eucaristía nos hace a todos una sola cosa con Cristo. Al pertenecer a un Instituto, aunque nuestros apostolados sean diferentes, nuestra misión es una; y si no estamos unidos en el amor, no hay misión. El consagrado secular no puede dejarse llevar de los altibajos de su propio carácter y manera de ser. Si queremos ser levadura en el mundo, hombres y mujeres de esperanza, hemos de intentar un gran equilibrio personal, con el esfuerzo diario por hacer un camino de caridad, de compasión, de donación total, de generosidad, tolerancia y humildad.
Mª Dolores Andréu, isva
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Instituto San Gabriel Arcángel
NUESTRA HISTORIA / 3 El 8 de septiembre de 1958 el P. Alberione dirige la meditación introductoria de un curso de Ejercicios Espirituales que se disponían a dar comienzo al primer noviciado del Instituto. El primer grupo de Gabrielinos Tal noviciado comenzaría, en efecto, el 12 de septiembre de 1958, fecha de fundación del Instituto San Gabriel Arcángel. Este primer grupo se considera iniciador de aquel núcleo de Gabrielinos dispuestos a dar comienzo, permitiéndolo las circunstancias, a una forma de colaboración, precisa y reglamentada, con los apostolados de la Sociedad de San pablo y de otras Instituciones de la Familia Paulina. Surgieron así los primeros grupos de Gabrielinos, respectivamente, en Turín, Milán, Crema, Florencia, donde se reunían para los retiros men8 Alégrate
suales. Durante los Ejercicios Espirituales de cada año, en la Casa del Divino Maestro, en Ariccia, solía hacerse presente el Primer Maestro para encontrarse con ellos, y les dirigía sus meditaciones e instrucciones, y se mantenía continuamente informado sobre la marcha del Instituto. ¿Últimos según el mundo? En el momento de la fundación del Instituto, el P. Alberione se ha encontrado con siete aspirantes, de los cuales ninguno tenía títulos académicos de relieve o las experiencias laborales que a él le gustaría que tuvieran. El
título de estudio más elevado consistía en una más que co m ú n l i ce n c i a d e gra d o medio superior. Algunos meses después de la fundación del Instituto, expresó su desagrado haciendo referencia a los primeros Gabrielinos porque no veía ninguno de ellos capaz de asumir la responsabilidad de dirección en las diversas actividades apostólicas paulinas encaminadas a “penetrar todo el pensamiento y el saber humano con el Evangelio, de acuerdo con su lema tantas veces reiterado: «no hablar solo de religión, sino hablar de todo cristianamente»”. Pero también reconocía que los últimos, según el pensamiento del mundo, son los primeros según el Evangelio. Algunas decepciones Ta m b i é n re s u l t a b a u n a empresa notablemente ardua el conseguir nuevas vocaciones para fortalecer el grupo de los primeros Gabrielinos y conseguir que se mantuvieran fieles los que ya habían comenzado este nuevo camino de consagración. Uno de estos jóvenes recién llegados, que había sido director de los servicios de Correos, de unos treinta y cinco años de edad, después de haber recorrido un trecho
de camino con los Gabrielinos, «improvisamente», descubre un “grave” impedimento, la situación de celibato; si la acepta definitivamente, ve que no podrá disponer cada día de las camisas blancas, indispensables para él, dado su rango. No quiere oír razones; se va y se desploma. Inútilmente le hacen caer en la cuenta de que hay muchas lavanderías especializadas para lavar y planchar la ropa. ¡Nada que hacer! Otro joven graduado que frecuentaba los encuentros mensuales durante más de un año, dice con mucha franqueza al asistente espiritual en público: «He entendido que un hombre sin una mujer no vive bien». La respuesta llega de inmediato: «Cásate apenas puedas y mándanos los dulces». Otro tipo, muy simpático, afirma que su aspiración es la de tener un Opel. Se ríen de la ocurrencia, pero, después de algunos meses, se despide del grupo diciendo que ha encontrado un puesto de vicedirector en un gran supermercado. Y ciertamente en breve tiempo consigue lo que deseaba. Redacción
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Instituto Jesús Sacerdote
El sagrario polariza nuestra mirada Si del sagrario nacimos y hemos de crecer, así hemos de alimentarnos, así vivir, así actuar, así santificarnos. Del Sagrario todo, sin el Sagrario nada.
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a Eucaristía es el sacramento de la Iglesia reunida en torno a Cristo. Ella nos hace partícipes de la intimidad del Padre, a quien damos gloria unidos a su Hijo, y nos asegura la plenitud del Espíritu Santo, quien forma de todos nosotros un solo cuerpo y un solo espíritu. El sacerdote secular debe prestar la máxima atención hacia la Eucaristía, al “misterio” que celebra y a cuanto representa para nosotros, para la Iglesia, para el mundo entero. La vida del sacerdote secular debe estar injertada en la Eucaristía y en su adoración contemplativa diaria. Esta es necesaria. Nuestra espiritualidad es en primer lugar eucarística. Todo nace, como fuente vital, del Maestro Eucarístico. Acercarse a la celebración Eu c a r í s t i c a e s a ce rc a r s e a l 10 Alégrate
sacrificio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Cada vez que el sacerdote secular celebra la Eucaristía, desde su dimensión contemplativa busca apasionadamente imitar el misterio de la inmolación redentora de su Señor, por eso sabe reconocer en la Eucaristía cotidiana este misterio y contemplarlo de tal modo que se siente movido a imitar el sacrificio que contempla, entregando toda su vida como ofrenda sacrificial que, unida a la de Cristo, presenta al Padre en la Eucaristía.
El mismo Jesús nos descubre un insondable misterio de amor y de comunión cuando nos dice: “El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí” (Jn 6,56-57). La Eucaristía no nos ofrece solamente una simple presencia externa del Señor, de tipo físico, o una presencia momentánea en nuestro interior, sino una presencia viva y permanente en nosotros que nos permite “habitar” en Cristo, y hace posible que él “habite” verdaderamente en nosotros. Podemos entrar así en una relación personal con Él de la misma intensidad y profundidad que la relación de amor que se da entre el Padre y el Hijo. Esa relación de amor es la que produce en nosotros la vida verdadera, la vida trinitaria: del mismo modo que Cristo vive por el Padre, el que come el cuerpo de Cristo vive por medio de él. La Eucaristía nos introduce así en la comunión de amor que es la Trinidad, en la que el Padre y el Hijo se unen en el amor que es el Espíritu Santo. Pero la comunión sacramental no nos injerta aisladamente en la vida de Dios. Como la cabeza y el cuerpo no pueden separarse, al
unirnos a Cristo, que es la Cabeza, somos incorporados a todo el Cuerpo, que es la Iglesia, y, de este modo, la Eucaristía es también el sacramento de comunión con la Iglesia a través de la comunión con Cristo, tal como nos dice san Pablo: “El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión del cuerpo de Cristo? Porque el pan es uno, nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo, pues todos comemos del mismo pan” (1Co 10,16-17). To d o e l m i s t e r i o q u e celebramos en la Eucaristía permanece latente en el Sagrario, que conserva el recuerdo vivo de la pasión del Señor y la actualización continuada de su infinito amor por nosotros. Por eso el sagrario polariza la mirada y el corazón del sacerdote consagrado contemplativo, que encuentra ahí el lugar idóneo para desarrollar eficazmente su ministerio de oración e intercesión. De ahí nace nuestra espiritualidad. Así, si del sagrario nacimos y hemos de crecer, así hemos de alimentarnos, así vivir, así actuar, así santificarnos. Del Sagrario todo, sin el Sagrario nada.” Antonio Díaz Tortajada, IJS
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Instituto Santa Familia
El secreto de una vida feliz Tenemos solo una vida, que es un don que hemos recibido de Dios. Por eso, no somos sus dueños. Y para alcanzar la finalidad de nuestra existencia, la vida eterna, tenemos que vivir bien aquí y ahora. Así alcanzaremos el secreto de una vida feliz para el cristiano.
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ara nosotros, los cristianos, hay algunas reglas de una vida feliz que nos podrían ayudar a vivir nuestra vida, sobre todo en el hogar familiar. Primera regla Recuerda que eres hijo de Dios. Y en cuanto hijos de Dios, en cuanto cristianos, tenemos el deber de conocer, amar y servir al Señor durante toda nuestra vida. De ahí que no podamos vivir como si Dios no existiera, realizando nuestro plan y no el plan de Dios. ¿Por qué? Porque Dios es la primera fuente de la felicidad para el hombre y si el hombre vive para Dios, encuentra su felicidad aquí en la tierra y de12 Alégrate
spués en la eternidad. En cambio, si vive para realizarse a sí mismo, sin pensar en el plan de Dios, no encuentra su felicidad. El beato Santiago Alberione lo explicaba así: Cuando se vive con humildad se camina de manera espléndida, ella ilumina la mente, endereza, sostiene y encuentra lugar para Dios. Si el orgullo llena nuestro corazón, Jesús no puede dar sus dones, no encuentra sitio para sus gracias. Segunda regla Acepta la vida como un don del amor de Dios. Por esto, sé agradecido a Dios, que te ha llamado a la existencia y sé entusiasta de tu vida.
Estos últimos meses nos hicieron comprender que no somos dueños de nuestra vida. Basta un virus para cambiarlo todo... Y más que lamentarte por tantas pequeñas cosas, debes decir: la vida es bella. Dios me ha creado, no solo para vivir en la tierra, sino para la eternidad. Tercera regla ¡No vivas para ti mismo! Vive para hacer felices a los demás. ¿Cómo? En primer lugar, mejorando tus relaciones con la familia y con los otros. Nos lo enseña el papa Francisco: permiso, gracias, perdona. Si ponemos esto en práctica, nuestras relaciones en familia y con los demás mejorarán y serán fuentes llenas de paz y de amor. Permiso. Pedir siempre al cónyuge, la mujer al marido, el marido a la mujer: ¿Que piensas? ¿Qué hacemos? No pisar nunca. “Permiso”. La segunda palabra es: gracias. Cuántas veces el marido debe decir a la mujer: “gracias”. Y cuántas veces la mujer debe decir al marido: “gracias”. Darse las gracias mutuamente. Porque el sacramento del matrimonio es administrado por los dos esposos, el uno al otro. Y esta relación sacramental se mantiene con este sentimiento de gratitud. “Gracias”. La tercera palabra es: perdona. Es una palabra difícil de pronunciar. En el matrimonio siempre -entre
marido y mujer-, siempre hay alguna incomprensión. Saber reconocerla y pedir perdón, pedirse perdón, hace mucho bien”. Cuarta regla Transforma todo en bien. Acepta todas las dificultades y los sufrimientos que estás atravesando, tratando de transformarlos en bien. Recuerda que el tiempo pasado no volverá más, y que no tiene sentido llorar cosas pasadas. Lo que cuenta es el presente. Por ello, olvida aquello que te ha hecho sufrir. Camina con esperanza y sé como un pájaro que vuela alto con las alas del amor. Por ello, no tengas miedo de vivir porque el secreto de la vida feliz está en el saber vivir bien cada día de tu vida. Quinta regla Confía en Dios. Déjate guiar por Él: Cuando caminamos en la luz de Dios, cuando nos dejamos guiar por Dios, estamos serenos porque la fe nos ayuda a aceptar todo lo que nos ocurre como voluntad de Dios. En resumen, para ser feliz valoriza plenamente todo lo que Dios te ha hecho y haz de tu vida una obra maestra.
Slawomir Sznurkowski, ssp
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Donec Formetur
Nos preparamos
PARA LA ETERNIDAD La vida, en su esencia -escribe el P. Alberione-, es una preparación a la eternidad: una preparación que muchos descuidan, y que el hombre debe emprender libremente y llevar a su plenitud.
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t 19, 16ss.: “Se acercó uno y le preguntó: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para obtener la vida eterna?». Jesús le contestó: «¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos». Él le preguntó: «¿Cuáles?». Jesús le contestó: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo». El joven le dijo: «Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?». Jesús le contestó: «Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres – así tendrás un tesoro en el cielo – y luego ven y sígueme». Al oír esto, el joven se fue triste, porque era muy rico”. Heb 13,12ss. Por eso Jesús, para consagrar al pueblo con su propia sangre, murió fuera de la puerta. Salgamos, pues hacia él, fuera del campamento, cargados con su oprobio; que aquí no tenemos ciudad permanente, sino que andamos en busca de la 14 Alégrate
futura. Por medio de él, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de unos labios que confiesan su nombre. Juntamente con el tema de la Escuela de Nazaret, el Fundador, refiriéndose a una obra del canónigo Francisco Chiesa – La llave de la vida – , siente la necesidad de recordar que nuestro vivir aquí abajo tiene sentido solo si se ve como “preparación a la eternidad”. La vida, en su esencia, es una preparación a la eternidad: una preparación que muchos descuidan, y que el hombre debe emprender libremente y llevar a su plenitud. Participación de toda la persona: mente, voluntad y corazón, en cuanto que el paraíso es visión, posesión, gozo. Donec Formetur, punto 16: La clave de la vida 1. La vida, en su esencia, es una preparación para la eternidad. Preparación libre, descuidada por muchos, preparación sobrenatural. Nos preparamos nuestra eternidad: «Ibit homo in domo aeternitatis suae (el hombre se va a su morada eterna). 2. De la mente, ya que el paraíso es visión; de la voluntad, ya que el paraíso confirmación
en el bien sumo, Dios; del corazón, ya que el cielo es gozo; del cuerpo, destinado a la resurrección y a las dotes gloriosas y a la satisfacción de sus justos deseos. 3. La preparación de la mente se hace con la fe; la preparación de la voluntad se hace observando los mandamientos y, en general, haciendo la voluntad de Dios; la preparación del corazón se obtiene con la gracia y su acrecentamiento; la preparación del cuerpo, teniéndolo sujeto a la razón y a la fe, y mortificándolo en lo que es ilícito. La invitación a la preparación para la eternidad se relaciona espontáneamente con el tema del Paraíso. Sobre este tema tan consolador el Fundador volverá más adelante en el Donec Formetur, con una meditación titulada “la verdadera propiedad del hombre”. El Paraíso constituye “todo y solo nuestro destino”; es la única realidad que apaga todos los deseos: “es visión beatífica, amor, gozo; así se ve satisfecha la mente, la voluntad, el corazón, con los gozos accidentales también la parte sensitiva: el Cuerpo glorioso, la impecabilidad, la ausencia de todos los males. Será proporcionada a los méritos: o sea, al amor de Dios y al amor a las almas; es la única cosa verdaderamente nuestra y eterna. Por consiguiente, pensar y desear ardientemente el Paraíso: “y que
este deseo se convierta en el rey de todos los deseos, produciendo sed de méritos, de perfección, de almas” (DF, pp. 24-25). ¡Cuánto ha recomendado el beato Alberione esta orientación! ¡Todo cristiano está invitado a aspirar a la vida eterna, y tanto más el religioso, el consagrado! Nos puede proporcionar tanta luz la siguiente meditación dirigida por el Fundador el 20 de febrero de 1952 (de su libro Para una renovación espiritual, pp. 54-56): «¡SANTIFICAR LA VIDA!» Encomendemos a san José nuestra piedad: que se de una revitalización en la piedad; piedad inteligente, viva, práctica que lleve al ejercicio de la virtud; que rinda honor a Dios y que nos induzca a nosotros a la santidad. Es cosa grande por la mañana, por un tiempo, encontrarse todos juntos aquí en torno al altar, y todos juntos ofrecer a Dios la Hostia Santa. La piedad tiende a hacer una cosa mecánica, cuando tiene que ser una cosa activa: debe llevarnos a conseguir las luces necesarias para nuestras ocupaciones, para el apostolado. Después, trasladarse con fervor a los propios deberes. ¡Oh, cómo bendecirá, entonces, Dios los estudios, las ocupaciones, las familias, las casas! Será Jesús, que pasará beneficiando y sanando todas las enfermedades espitituales.
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Hoy, dar gracias al Señor, de manera especial, por el don de la vida. Pero no querer solamente santificar la vida, de manera general; sino santificar esta jornada, esta semana; santificar la lengua, la mente, el corazón, el tiempo. Dar gracias a Dios que nos ha creado y que nos ha dado la inteligencia, la palabra, la vista. Dar gracias a Dios que nos ha creado para la santidad: «que fuésemos santos» (Ef 1,4). Darle gracias por habernos creado para alcanzar aquella bienaventuranza de la que goza Él mismo. Nos espera el Paraíso: estamos destinados al cielo. ¿Podía darnos un fin más elevado, más noble, más santo? ¡Oh, cuánto nos ama el Padre celestial! ¿Pensamos en ello? ¿Le damos gracias? ¡Oh, el don inefable de la vida! ¡Oh, el don inefable del tiempo! Pasar un cierto tiempo en el servicio de Dios, preparando nuestra corona (de gloria): ¡Qué gran cosa! Pero nuestra vida debe ser fructuosa, deben ser fructuosas nuestras jornadas. Aquí solo estamos para esto: para la gloria de Dios, para el Paraíso, donde los gozos serán muy diversos de los terrenos. Jesús ha prescindido de estos gozos (terrenos); le ha bastado una gruta y un pesebre; le ha bastado predicar el evangelio; le ha bastado una cruz para morir en ella. La vida es preciosa: ¡utilizarla al máximo! Lamentarse de esto o de aquello significa no entender nada, no entender que lo que cuenta es la virtud, la privación, el sacrificio. Dios, que es providente , piensa en darnos ocasiones para hacer méritos, ocasiones para ofrecerle sacrificios, para practicar la virtud y conquistar 16 Alégrate
el Paraíso: ¡aprovechemos esas ocasiones! ¡Qué bella es la vida gastada por Dios y por las almas! ¡Hermosa la vida vivida en la inocencia! Pero cuando todo está manchado, cuando se descuida la pobreza, se abandona la piedad, no se sabe dónde y cómo se acabará. Una vida de inocencia, una vida de piedad, una vida de unión con Dios, una vida de apostolado: así debe ser nuestra vida. Se hizo una fiesta a una hermana que había preparado mil bautismos. También se debería hacer una fiesta a la hermana que hubiera distribuido un millón de evangelios. ¡Emplear bien la vida! Algunas tienen una fantasía extraña de la vida. Miremos las cosas en su realidad: la vida es para el Paraíso. Se puede prever a que punto de santidad llegará un alma y si hará bien al mundo. Pensemos en Santa Teresita. Se hace el bien en cuanto se «toma de Dios», de Jesús: Camino, Verdad y Vida. Quien se abandona en la piedad, no procura su interés; se perjudica a sí mismo cada día, es como un mal comerciante (que compra los huevos a 100 liras la docena y los revende a 90). Y acercándonos más al particular: cuidar la Visita: dedicarle su tiempo, asegurársela: no se sabe lo que pasará a lo largo del día. Pero que no se trate solo de una Visita mecánica, sino de una Visita viva, con sentimiento. Leer bien el evangelio de la vida... Recitar el “pacto” para comprometer cada vez más al Señor.
Don Guido Gandolfo, ssp
Explicación del logo del año bíblico
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l logo se inspira en dos imágenes bíblicas: el sembrador (Lc 8,415) y el corredor (1Cor 9,24). Ambas referencias bíblicas indican una acción que ha de hacerse con sentido de responsabilidad y urgencia. El sembrador debe sembrar de modo que en el tiempo oportuno pueda esperarse una cosecha abundante. El corredor, después de haberse preparado suficientemente, tiene que ganar la carrera. La combinación de estas dos referencias nos lleva al tema del Año Bíblico de Familia Paulina: “para que la palabra del Señor siga avanzando” (2Tes 3,1). El logo, con el fin de no distraer al observador, está formado de rasgos y colores simples. El sembrador, diseñado en posición de marcha y lanzado adelante, arroja con su mano 10 semillas, que simbolizan las 10 ramas de la Familia Paulina. Las diversas dimensiones y direcciones de las semillas indican sus diversas capacidades y las diversas esferas sociales en las que están llamadas a enraizarse. El rojo, como se sabe, es el color universal del celo y de la pasión. Es el color de la sangre que nos empuja a fijar nuestra mirada en un objetivo a alcanzar, en este caso la difusión de la Palabra del Señor a lo largo y ancho del mundo. Alégrate 17
Lectio Divina
APROXIMACIÓN A LA LECTIO DIVINA / II En el presente artículo enumeraré algunos puntos o momentos de la Lectio Divina. Proceden de libros, artículos, comentarios. La mayoría no son originales míos.
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lamo aproximación porque no trato de explicar los conocimientos que encierra la Lectio, sino que comparto detalles importantes que voy descubriendo en mi estudio y práctica de la misma y que, a veces, pueden no tenerse en cuenta o darlos por supuestos. - La lectura de la Palabra de Dios hay que hacerla desde la conciencia de pueblo, el Pueblo de Dios, con conciencia de Iglesia, como piedras vivas que somos, de ese Templo que va construyendo el Espíritu Santo. - La Lectio Divina es un método de oración para encontrarse con Jesucristo, para conocerle mejor, escucharle y dialogar con Él. Hay que procurar, a lo largo de toda ella, estar en su compañía. - Invocar largamente al Espíritu Santo al principio, con algún canto u oración, Pedirle su ayuda. 18 Alégrate
- Realizarla siempre en el mismo sitio y, si es posible, a la misma hora, en clima de silencio, con los móviles apagados. - El escalón llamado “oración” no significa que en el resto del método no se haya hecho oración, pues toda la Lectio se hace en este clima. Lo que pasa es que este escalón nos prepara para el siguiente, la contemplación, don que al no estar en nuestras manos hay que pedirlo con fe, humildad y tiempo, sin cansarse; en este escalón se pide la gracia al Espíritu Santo de poder subir al escalón siguiente, la contemplación, creo que es el momento más delicado de la Lectio. La oración aquí es personalísima, cuesta permanecer, por ello se crece en la fe, en la humildad y en descubrir la grandeza de Dios. Hemos de esperar con paciencia en recibir esa gracia que se parece al tesoro que por fin brilla, después de
estar quitando la tierra donde estaba oculto-entrando poco a poco en el cuarto escalón. - El cuarto escalón, llamado contemplación, y que algunos autores prescinden de él, es sin embargo el objetivo principal de la Lectio Divina: descubrir y adorar al Verbo de Dios que vive en nosotros (No es igual saber, que sentir; no es igual ver un manjar delicioso que saborearlo), aunque el grado de contemplación dependerá de cada persona, del momento y de la profundidad del mismo. Prescindir de ese escalón es dejar a la Lectio Divina incompleta, es quedarse a mitad del camino. Es un tiempo de alabanza, de adoración, de silencio, de gratitud al Señor, de contemplarle sin más y de sentirse contemplado por Él …
- Terminar suavemente con un Padrenuestro, unidos al Señor y a toda la Humanidad, como Iglesia. - Imitando a María, conservaremos lo recibido en el corazón, y para que esto sea así, lo anotaremos también en papel, para que no se nos olvide y poder recordar todo más adelante. - La Lectio no termina en el tiempo dedicado a ella, sino que hay que llevarla a la vida, viviendo lo que se ha recibido allí, dejándonos llevar por el Espíritu Santo que habita permanentemente en nosotros. Compartir, en lo que sea posible y conveniente, con todas las personas con las que nos relacionemos. - En los momentos o días de sequedad espiritual, desgana, malestar, inquietud, preocupaciones, la Lectio Divina devuelve, o da, la fuerza la paz y la alegría que se necesita para seguir viviendo. Deseo que todos avancemos en este conocimiento y, sobre todo, que seamos fieles a él, siempre en compañía de nuestra Madre, María, Reina de los Apóstoles.
Mari Muñoz, isva
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PáginAS MARIANAS
María
y los institutos agregados
La presencia de María ha estado muy presente en el corazón y en la mente del P. Santiago Alberione en el mismo momento de la fundación de los Institutos de Vida Secular Consagrada Agregados a la Sociedad de San Pablo.
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l nacimiento de los Institutos de vida secular Paulina es fruto de un acto de obediencia a Dios y de amor a María por parte del Beato P. Santiago Alberione. Su fisonomía aparece claramente marcada por el color mariano, como refleja su misma denominación. En una agenda personal del P. Alberione (1958), encontramos este apunte, en forma de oración a la Santísima Virgen: “a María, Madre, Maestra y Reina; yo, indigno hijo tuyo, acepto de corazón la voluntad de tu Jesús: de completar la Familia Paulina. Comenzaré los tres institutos: Jesús Sacerdote, Virgen de la Anunciación y San Gabriel Arcángel… ¡Qué seas amada María! Que seas conocida, María; que seas rezada, María; que seas predicada, María. Que por ti todos sigan a Jesús, camino, verdad y vida”. Asemejarse a la Madre No es necesario delinear aquí los rasgos de cada uno de los Institutos de vida secular consagrada de la Familia Paulina. Pero hay una cosa que sí aparece bien evidente: su fisonomía mariana. Uno más y otro menos, 20 Alégrate
pero todos llevan en su rostro y en su corazón la imagen de la única Madre, la Virgen Reina de los Apóstoles, a la que el Fundador los quiso configurar y consagrar. Los dos institutos homólogos, San Gabriel Arcángel y Virgen de la Anunciación, representan, en su respectiva vertiente masculina y femenina, los dos aspectos de un único misterio mariano y eclesial: la Encarnación de Cristo, que se perpetúa mediante el anuncio evangélico de la predicación, el “sí” de la fe y la adhesión al designio de Dios, con la misma entrega con que lo hizo María. En los mismos nombres de los respectivos institutos, los miembros consagrados asumen y profesan, como camino de santidad y apostolado, la teología de la comunicación salvífica, del diálogo misionero y del compromiso eclesial: todos temas predominantes en la espiritualidad conciliar. Estos temas fueron elaborados por el mismo P. Alberione, a veces en forma de oración, como fácilmente se puede comprobar en las colecciones de oraciones de cada uno de los Institutos. Una huella mariana, aún más evidente en algunos aspectos, se encuentra en el Instituto Santa Familia que aspira a realizar en el mundo de hoy la santidad de las relaciones entre María, José y Jesús. En el sucesivo desarrollo doctrinal y ético, realizado por
Juan Pablo II en sus documentos sobre la familia, la mujer y el matrimonio, ha sacado a la luz una estupenda realidad eclesial, que el P. Alberione había intuido y concretado, y que los hechos han confirmado puntualmente con el prodigioso desarrollo que el Instituto ha alcanzado en varios países, especialmente en Italia. En él brilla, con una luz extraordinaria, el rostro de María, en sus rasgos más delicados: de Madre, de Esposa, de Virgen, de Educadora, de Consejera, de Guardiana del “fuego sagrado”, o sea, del Amor según Dios y fuente de la Vida. Al instituto Jesús Sacerdote, por fin, se le confía la misión de alimentar y formar a escala parroquial o regional a los otros institutos, en colaboración con los delegados de la Sociedad de San Pablo. Lo que el P. Alberione vivió y enseñó sobre María en sus libros Apuntes de teología pastoral y La mujer asociada a la misión del sacerdote, constituye una lección vital para los miembros del instituto sacerdotal, no sólo a favor del pueblo de Dios sino de los mismos responsables de la pastoral, ya que ellos son los primeros en experimentar la presencia de María, Madre del Sumo Sacerdote e inspiradora de los pastores. P. Eliseo Sgarbossa, ssp
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Congreso intercontinental
¡QUE NO SE APAGUE EL ECO DEL CONGRESO! Después del Congreso Intercontinental de Roma, celebrado el pasado mes de febrero, “no perdamos la capacidad de seguir soñando juntos”
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l pasado día 31 de mayo, solemnidad de Pentecostés, se ha celebrado el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar. Con tal motivo, los obispos de la Subcomisión de la Familia, dependiente de la Conferencia Episcopal, inspirándose en el Congreso de Laicos, celebrado en abril de 2018, han invitado a la Acción Católica, y a todos los laicos en general, a seguir reviviendo las enseñanzas del Congreso, transmitiendo a la sociedad española la imagen de evangelizados y evangelizadores en una Iglesia en salida. Por su parte, nuestra hermana Maite Ballesteros, tomando un párrafo de este mensaje, dirigido por los obispos a la Acción Católica, nos invita a todos 22 Alégrate
nosotros a dar continuidad a lo que ha significado el Congreso Internacional de los Institutos Paulinos celebrado en Roma, el pasado mes de febrero. Lo podemos hacer muy fácilmente leyendo, releyendo, subrayando y reflexionando sobre los textos de las Ponencias que en estos meses están llegando a nuestras manos debidamente traducidas al español. He aquí las palabras de Maite: Leyendo detenidamente el mensaje de los obispos españoles he visto un párrafo, que bien podemos aplicarnos nosotros, después de haber vivido en Roma la gracia del Señor con el Congreso Intercontinental, aún reciente. El párrafo del citado mensaje de los obispos dice así:
«No perdamos la capacidad de seguir soñando juntos. Este proceso tiene ahora una clara continuidad. No hemos acabado con este Congreso, sino que constituye el punto de partida de nuevos caminos. No lo olvidemos, hemos iniciado un proceso de discernimiento de nuestra vocación consagrada a Dios en medio del mundo, que tenemos que seguir haciendo realidad en nuestra Iglesia, siempre bajo la guía del Espíritu Santo. El discernimiento no es algo puntual, sino que debe ser una actitud permanente a nivel personal y comunitario que nos capacite para captar cómo Dios está actuando en la historia, en los acontecimientos, en las personas, y, sobre todo, nos debe llevar a mirar hacia adelante, al futuro (este era uno de los puntos del Congreso: “mirar con ilusión al futuro” y el papa Francisco lo repite de continuo), a la acción, a la misión y a realizar este ejercicio con alegría y esperanza. Con esta actitud, deseamos situarnos también como Iglesia en el momento actual, siendo también nosotros luz de espe-
ranza en medio de nuestra sociedad, que ha sido duramente golpeada por el coronavirus. Sabremos que estamos caminando hacia un renovado Pentecostés si como Iglesia, Pueblo de Dios en salida, viviendo en comunión, nos ponemos manos a la obra en la misión evangelizadora desde el primer anuncio, creando una cultura del acompañamiento, fomentando la formación y haciéndonos presentes en la vida pública para compartir nuestra esperanza y ofrecer nuestra fe. Que la Virgen María, Reina de los Apóstoles, y el Espíritu Santo, nos colme de sus bendiciones para que juntos (pastores, vida consagrada y laicos) hagamos realidad, en la Iglesia y en nuestra sociedad, un renovado Pentecostés». Estas palabras de los obispos de la Subcomisión de la Familia, dirigidas a los miembros de la Acción Católica, parecen escritas directamente para nosotros a raíz de nuestro Congreso Intercontinental.
Maite Ballesteros, isf
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Vida Paulina
PADRES LÁZARO Y ABRAMO: BODAS DE ORO SACERDOTALES
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os Padres Lázaro García y Abramo Parmeggiani han rememorado el pasado 17 de mayo, con mucha alegría y muy agradecidos a Dios, el 50 aniversario de ordenación sacerdotal. En efecto, ambos fueron ordenados sacerdotes por el entonces papa Pablo VI -ahora San Pablo VI-, para gloria de la Iglesia Universal, y nuestra también. Fue para ellos una gracia añadida a su sacerdocio paulino, y por un Papa que también se sentía profundamente paulino, como bien sabemos. La ceremonia tuvo lugar en el marco incomparable de la romana Plaza de San Pedro. Como el acontecimiento nos ha sorprendido en tiempos de pandemia, la celebración fue externamente modesta, pero muy significativa y entrañable para la Comunidad de Protasio Gómez (Madrid), de la que ambos paulinos forman parte. Concelebramos jóvenes y mayores con la presidencia compartida de los sacerdotes homenajeados. Entre las palabras que dirigieron a la Comunidad, sobresalió el agradecimiento profundo a la Congregación, a la Comunidad Paulina, de España y de Brasil, así como a los familiares y amigos que han hecho posible estos 50 años de fidelidad a la vocación paulina. Mención expresa hicieron también a las palabras que en aquella circunstancia les dirigió el Papa a todos los ordenandos, unos 270: “No tengáis miedo”, “No dudéis jamás de vuestro sacerdocio”, nos dijo con voz potente y convencida, que escuchábamos reproducida en italiano, en la misma capilla. 24 Alégrate
HIJAS DE SAN PABLO:
HERMANA SAVERIA,
NUEVA SUPERIORA DELEGADA
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l pasado día 23 de abril, la Hna. Saveria Antonietti ha sido nombrada por el Gobierno General de su Congregación nueva Superiora Delegada de las Hijas de San Pablo en España. Antes de que el Gobierno General procediera a su nombramiento, las Hermanas de la Delegación en nuestro país habían tenido la oportunidad de aportar ideas, sugerencias y propuestas sobre el momento actual y las perspectivas de futuro de la Congregación en España. La Hermana Saveria, que sucede en el cargo a la Hermana Silvia Parenzan, al cumplir esta sus años de mandato, ha nacido el 11 de febrero de 1941 en Italia, donde ha ingresado en la Congregación, hizo la primera profesión en el año 1965 y vivió sus primeros años como religiosa paulina. Pero conoce bien la realidad social y religiosa de España porque se encuentra en nuestro país desde el lejano 1976. Desde entonces ha tenido y sigue teniendo una parte muy activa en la misión apostólica y en la vida comunitaria de las Hijas de San Pablo en España, concretamente en las Comunidades de Madrid y Barcelona, ya como Superiora local, ya como Consejera de la Delegación. A la Hermana Saveria le expresamos toda nuestra gratitud por haber aceptado con generosidad el servicio a la Delegación que su Congregación le pide; y a la Hermana Silvia le agradecemos también su entrega incansable a la misión que ha estado ejerciendo.
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Sumario
Fiesta patronal
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l día 30 de junio, la Familia Paulina celebra la solemnidad de san Pablo Apóstol, Patrono de la Familia Paulina y Titular de la Sociedad de San Pablo y de las Hijas de San Pablo. Este año no hemos podido celebrar tan grata efemérides reunidos como Familia Paulina por razón de la pandemia del coronavirus. Pero, aun así, las dos Comunidades de la Sociedad de San Pablo en Madrid hemos celebrado la fiesta con toda solemnidad, tanto más porque, en tal circunstancia, nuestros Juniores renobaban la profesión religiosa y Antonio Herrera comenzaba el Postulantado. A todos ellos nuestra más cordial felicitación.
Los juniores (desde la izquierda): Lennon, José y Carlos.
El postulante Antonio. Las comunidades de Protasio Gómez y Vizconde de los Asilos 26 Alégrate
CALENDARIO
julio
agosto
5. 1990, aniversario de la muerte de la Hna. Elisa Ríos, HSP.
7. 1915, inauguración del primer Tabernáculo de la Familia Paulina en Alba.
5. Jornada de Responsabilidad del Tráfico.
7. 2001, aniversario de la muerte del P. Miguel Fernández de Prada, SSP.
8. 1934, comienzo de la Sociedad de San Pablo en Bilbao. 9. 2006, aniversario de la muerte del P. Justo Fernández, SSP 20. 1995, aniversario de la muerte del Hno. Eugenio Bañuelos, SSP 25. Fiesta del Apóstol Santiago, Patrón de España. 27. 1918, aniversario de la muerte del venerable Maggiorino Vigolungo. 31. 2011, aniversario de la muerte del P. José Fernández de Larrea, SSP.
15. Solemnidad de la Asunción de la Virgen María. 15. 1924, comienzo de la adoración eucarística nocturna de la Pías Discípulas.
septiembre 1. Jornada Mundial de Oración por toda la Creación (5ª). 3. María Madre del Buen Pastor, Fiesta Titular de las Pastorcitas. 4. 2003, aniversario de la muerte del Hno. Julián Villaizán, SSP. 8. Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen.
12. 1913, el P. Alberione, en el Santuario de la Moretta (Alba), recibe el encargo de dirigir la Gazzeta d’Alba: 20. 1914, “dies natalis” de la Sociedad de San Pablo en comienzo del apostolado de la comunicación social. Alba.
20. 2013, aniversario de la muerte del P. Antonio Fernández, SSP. 29. 2004, aniversario de la muerte del Hno. Manuel Regueiro, SSP. 30. 1949, aniversario de la muerte de la Hna. Teresita Herrero, PDDM.
12. Fundación del Instituto de San Gabriel. 14. Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. 15. 2013, aniversario de la muerte de la Hna. Clara Queboli, HSP. 17. 1996, aniversario de la muerte de la Hna. Anunciatina Guidi, HSP. 27. Jornada Mundial de Oración por el emigrante y el refugiado (105ª). 28. 2013, aniversario de la muerte del P. Julio Bayón, SSP.
29. Fiesta de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Titular del Instituto San Gabriel Arcángel. Alégrate 27
Sumario
INSTITUTOS PAULINOS DE VIDA SECULAR CONSAGRADA
Hagámoslo todo bien en todas las cosas: «Vence el mal con el bien». Si somos humildes, muchas veces descubriremos que aquel hermano tenía razón (Ut perfectus sit homo Dei IV, p. 16). Una condición para el apostolado paulino es sentir con la Iglesia y cooperar con la Iglesia: ser sus miembros más santos, devotos y operativos (Ut perfectus sit homo Dei IV, p. 116). No solo son ricos los que tienen mucho y están apegados a su riqueza, sino también quien tiene poco, si su corazón ambiciona y acumula cuanto puede del modo que sea (Ut perfectus sit homo Dei I, p. 455). Protasio Gómez, 15 28027 MADRID +34 917 425 113 institutos@sanpablo.es
El apostolado vocacional es el primer apostolado que ejerció Jesús… Porque Jesús predicó, sí, pero antes buscó vocaciones: los Apóstoles (A las Apostolinas 1962, p. 258).