cooperadorpaulino162

nº162 julio-septiembre 2012 - 2,75 €

ENCUENTRO MUNDIAL DE FAMILIAS EN MILÁN Personajes bíblicos, hoy: JUDIT Creo en la cultura de la vida

N OVEDADES

144 págs. • 10 €

152 págs. • 13 €

LA ALEGRÍA DE LA FE

392 págs. • 16 €

320 págs. + 16 de fotografías • 23 €

A LOS 50 AÑOS DEL CONCILIO Camino abierto para el siglo XXI

Benedicto XVI

Jesús Espeja

Con la perspectiva del Año de la Fe, proclamado mediante la carta Porta Fidei, Benedicto XVI nos ofrece una ocasión perfecta para profundizar en los contenidos fundamentales del Credo.

Este libro analiza el significado que tuvo la celebración del Vaticano II y la evolución y cambios que han tenido lugar en la sociedad moderna y en la Iglesia durante los años de posconcilio.

ME DUELE LA IGLESIA

ÓSCAR ROMERO Pastor de corderos y lobos

Gian Franco Svidercoschi

Alberto Vitali

El pontificado de Benedicto XVI atraviesa una crisis espiritual, institucional y en las relaciones con la cultura laica. Un libro que refleja las dudas y esperanzas de un cristiano comprometido con la Iglesia.

Una interesante biografía que nos aproxima a la figura de monseñor Óscar Romero, obispo de «un pueblo mártir», en el contexto de la historia social y política de El Salvador.

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EDITORIAL PUBLICACIÓN TRIMESTRAL DE LA FAMILIA PAULINA Presidente: Antonio Maroño.

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SAN PABLO

¿Qué significa ser familia cristiana?

S

i quisiéramos dar un título general a las páginas de este número podríamos designarlo como Familia Hoy. Efectivamente, hemos querido acercar hasta tu casa un tema que nos parece de acuciante actualidad y que es necesario tratar con profundidad, realismo, equidad, y por qué no, desde el punto de vista cristiano. Me estoy refiriendo al tema de la familia. Todos nosotros hemos nacido en el seno de una de ellas. Arropados por ella hemos vivido con intensidad los avatares de la vida y hemos crecido tanto en lo humano, como en lo cristiano. A ella le debemos mucho de lo que somos como personas y como creyentes. Ella nos ha regalado uno de los dones más maravillosos: el amor, que según nos dice Benedicto XVI es «la única fuerza que puede verdaderamente transformar el mundo». En nuestra familia hemos aprendido lo que significa la palabra amor.

A las parejas que se inician en esta apasionante aventura, siempre les digo: No penséis que sois dos, en realidad sois uno solo, y como tal debéis vivir esta vocación que Dios os regala. Sí, vocación. Es decir, llamada. El matrimonio cristiano, hoy más que nunca, es una vocación.

Y una vocación a la santidad. Una llamada a dejarse transformar por el Espíritu del Resucitado, en otro Cristo. Y esto vivido por dos personas al unísono. Y cuando lleguen los hijos, vivirlo con ellos.

Os invitaría, además, siguiendo el consejo del Papa, a que no viváis vuestro ser familia cristiana en solitario. Como para cualquier otra vocación es necesaria la comunidad. Sí, habéis leído bien: comunidad.

Con ello no me estoy refiriendo a los frailes y a las monjas. Os estoy invitando a vosotros laicos casados y comprometidos con la Iglesia a que compartáis vuestra vida, vuestra oración, vuestra misión..., vuestro ser familia con otros miembros de la Iglesia. No viváis vuestra vocación como francotiradores. La Iglesia es comunión y comunidad.

Desde la sociedad y lo mucho que le aportáis, dad un sí firme y decidido a la vida. Sembrad la sociedad de una cultura de la vida y no os dejéis amedrentar por la cultura de muerte que en muchas ocasiones impera en diversos foros. Sí a la vida del no nacido, sí a la vida del neonato que, tal vez, no cumple con nuestras expectativas, pero... ¿y con las de Dios? Sí a la vida del anciano cargado de años y experiencia, que nos acompaña en nuestro itinerario y nos muestra las piedras del camino.

Antes que nada está la persona con la cual se construye la familia. Por último, permitidme que os empuje de alguna manera a ser testigos.

Testigos de las maravillas que cada día Dios obra en vosotros. Testigos de vuestra vocación. Testigos del amor de Cristo hacia la humanidad y testigos de vuestro amor mutuo que se derrama no sólo sobre los miembros de vuestra familia, sino sobre todas las personas de buena voluntad a las que Dios ama.

AVISO A LOS SUSCRIPTORES Hemos recibido en la redacción un gran número de revistas devueltas, aduciéndose en Correos «Dirección incorrecta». Rogamos a aquellos suscriptores que hayan dejado de recibir la revista por causas ajenas a su voluntad (o bien, que la reciban con dirección incorrecta) se pongan en contacto con Cooperador Paulino y faciliten su dirección actualizada. La Dirección.

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nº 162 julio-septiembre 2012

ENCUENTRO MUNDIAL DE FAMILIAS EN MILÁN Personajes bíblicos, hoy: JUDIT Creo en la cultura de la vida

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Acaba de celebrarse en Milán (Italia) el VII Encuentro Mundial de Familias, en el interior ofrecemos un extenso reportaje sobre este singular acontecimiento.

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Nº 162 Julio-septiembre 2012

SUMARIO 3 Editorial 4 Comunicación y diálogo 6 VII Encuentro Mundial

de la Familia, en Milán Felicidad Izaguirre

12 Un año y una carta (Porta Fidei) Pedro Moreno

15 Yo soy para mi Amado Victoria Luque

16 Creo en la cultura de la vida

La Redacción

20 Entrevista a Felicísimo Martínez, O.P.

Agapito Aliende

23 Santos canonizados José Antonio Pérez

41-48 «Catequesis» 6

José Mª Pérez Navarro

26 Cómo comprar un libro on-line

Juan Carlos Pinto

28 Judit

Concepción López

30 Cine: La fuente de las mujeres

Rafael Chavarría

32 Santos de nuestro siglo: Bakhita

La Redacción

34 Testigos del evangelio Dolores Andréu

38 Vida paulina 4

COMUNICACIÓN Y DIÁLOGO Especuladores en África

Solidaridad muda y eficaz

La especulación por la tierra en África amenaza la seguridad alimentaria contra la que no vemos actuar directamente a las ONGs tan preocupadas por las ayudas a los agricultores europeos. Tan solo en 2009, un total de 60 millones de hectáreas de tierras en países en desarrollo, lo que supone una superficie tan grande como Francia, fueron adquiridas por empresas de inversión. La población más pobre del mundo depende de la agricultura. La especulación de los inversionistas está elevando el precio de las tierras, beneficiando sólo a los intermediarios y amenazando la seguridad alimentaria, al fomentar la pobreza y el hambre de los habitantes de estas zonas.

El pasado día 16, leía un artículo en la web de El País, de la escritora Elvira Lindo, titulado “La familia, esa institución que tanta aversión provocaba en mi generación, es la que está salvando al país del desastre”. Decía refiriéndose a la familia: “Una solidaridad muda y eficaz que está paliando el déficit de guarderías, de ayudas relacionadas con la célebre ley de dependencia, que afectan al cuidado de enfermos crónicos, ancianos o discapacitados. Nadie está ya libre, o casi nadie, de tener que tender su mano a algún familiar en paro o de tener que subvencionar las vidas de unos hijos que no vislumbran el momento de ser plenamente independientes”.

En Etiopía, cientos de miles de personas han sido desplazadas de sus hogares, y las tierras que han pertenecido a sus familias desde generaciones han sido vendidas o alquiladas a inversionistas extranjeros. Domingo Martínez.

Baños de Valdearados (Burgos).

Hace poco han venido a Málaga los Príncipes don Felipe y doña Leticia. Don Felipe destacó la labor que realiza Cáritas pero también resaltó el papel de las familias “como un pilar fundamental” en estos tiempos de crisis. “Sin la solidaridad familiar y sin la muchas veces anónima, pero en todo caso extraordinaria tarea, de esas instituciones, la crisis económica sería muy distinta para miles de personas y sobre todo mucho más injusta”, afirmaba.Tienen toda la razón Su Alteza Real el Príncipe Don Felipe, Elvira Lindo y todos los que reconocen que la salida de la crisis pasa por el reconocimiento del esfuerzo de las familias.

Elena Baeza. Málaga.

María Vallejo-Nágera ¿Quién no conoce, en España, a la famosa escritora María VallejoNágera? Me ha gustado muchísimo el testimonio que ha dado en una conferencia-coloquio en Cáceres, recogida en You tube, ojalá muchas personas lo vean, lo escuchen y se sientan “tocadas” por el buen Dios, como ella (http://www.youtube.com/maría Vallejo-Nágera.m4v). Los que en un momento de nuestra vida hemos experimentado un encuentro fuerte con el Señor, hemos sentido su Amor y hemos comenzado una conversión intensa, no nos parecen extrañas sus palabras, sino muy al contrario, sentimos y sabemos que lo que dice es maravillosamente real y daríamos lo que fuera para que todos nuestros seres queridos (¡todo el mundo!) vivieran esa misma experiencia de Amor. Mª Lourdes Palau. Correo electrónico.

Contra la libertad de la Iglesia La decisión del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, de vetar la presencia de monseñor Reig Plà es un hecho inverosímil que constituye una intromisión política en la Doctrina de la Iglesia. La cuestión que está en juego no es el respeto a la dignidad de las personas que se definen como homosexuales sino la libertad de la Iglesia. La diferencia entre una democracia formal y una real pasa por aceptar

COMUNICACIÓN la expresión libre de opiniones y también por que los responsables públicos no se extralimiten en sus decisiones contribuyendo a un clima social de persecución y señalamiento de quien, además, es obispo de numerosos vecinos del municipio que pagan allí sus impuestos.

Albert Einstein dijo: “Los grandes editores de periódicos, como las universidades, fueron reducidos al silencio, ahogados a la vuelta de pocas semanas. Sólo la Iglesia permaneció de pie y firme para hacer frente a las campañas de Hitler para suprimir la verdad.

Antes no había sentido ningún interés personal en la Iglesia, pero ahora siento por ella un gran afecto y admiración porque sólo la Iglesia ha tenido la valentía y la obstinación de sostener la verdad intelectual y la libertad moral. Debo confesar que lo que antes despreciaba ahora lo alabo incondicionalmente”. (Time Magazine, 23-XII-1940). ¿Habrán leído a Einstein estas personas?

Rita Villena. Málaga.

¿Es razonable?

Ahora que empieza en Barcelona la reunión del “Patio de los gentiles”, pregunto: ¿Es razonable para un hombre moderno creer en la resurrección de Cristo?

Benedicto XVI responde a esta pregunta en la segunda parte de “Jesús de Nazaret”, el Papa muestra cómo, desde una perspectiva meramente histórica, abundan los indicios a favor de la credibilidad de los Evangelios. Los testigos de la Resurrección dan cuenta de un hecho absolutamente nuevo e inesperado. No se encuentran con un muerto redivivo, sino con Alguien que ha entrado en una nueva dimensión de la existencia, un ser corpóreo, que sin embargo, no está sujeto ya a las leyes de la física. Sin duda la Resurrección de Cristo, prueba de nuestra resurrección es un buen fundamento para seguir luchando. Enric Barrull Casals. Girona.

LA PALABRA

de DEL BEATO

ALBERIONE

Jesucristo, Apóstol del Padre, fue primero per-

fectus homo; también aquí es Camino. El concepto de “hombre perfecto” no implica sólo que tenga alma racional y cuerpo orgánico, sino que significa el perfecto orden de sus facultades: por una parte, según Dios, por otra y a la vez según la razón. ¿Quién pudo acusarlo de pecado en algo? Fue el perfecto hijo de familia, el niño perfecto, el perfecto joven, el perfecto obrero, el perfecto ciudadano, el perfecto súbdito, el perfecto rey; fue perfecto en casa, en la sociedad, en el trato, en la oración, en la soledad; fue perfecto en la prudencia, justicia, fortaleza, templanza; fue perfecto aprendiendo como Discípulo y perfecto enseñando como Maestro, buscando la gloria de Dios y la salvación del hombre como Apóstol.

• ¿Acaso Jesucristo se ha detenido ante las dificultades?

• La devoción al Maestro divino no es una devoción necesaria: comprende toda nuestra vida espiritual, nuestros estudios, nuestro apostolado, toda nuestra actividad externa: todo.

• Prometemos lo que es de obligación, lo que constituye el espíritu, el alma del instituto: vivir la devoción a Jesús Maestro Camino, Verdad y Vida: devoción que no es sólo oración, sino que comprende todo lo que se hace en la vida cotidiana... No es una bonita expresión, no es un consejo: es la esencia de la Congregación; es ser o no ser paulinos. ¡No se pueden hacer desviaciones!

El estudio hay que ajustarlo a la devoción de Jesús Maestro Camino, Verdad y Vida: la disciplina religiosa hay que ajustarla a Jesús Maestro Camino, Verdad y Vida; y el apostolado debe dar esto. Cuando no da esto, es únicamente fuente de distracción.

• Ajustar nuestros estudios, nuestra disciplina, nuestra oración, nuestro apostolado a esta devoción, a este espíritu: Jesucristo Camino, Verdad y Vida. Esto quiere decir que no tenemos que considerar sólo su doctrina, ni sólo la Liturgia de la Iglesia, sino que tenemos que considerar a Jesucristo como él es.

1957 * Predicación sobre el Divino Maestro p. 70 * Archivo de las Hijas de San Pablo.

• Entre las cosas que hay que aprender en las Familias Paulinas, la primera y principal es la devoción a Jesús Maestro. Esta devoción no se reduce a la simple oración o a algún canto, sino que abarca a toda la persona. Practicada bien, da a Dios un culto completo; siempre en Cristo y por Jesucristo: cum ipso et in ipso et per ipsum. Nuestra devoción al Maestro divino hay que aplicarla al trabajo espiritual, al estudio, al apostolado y a toda la vida religiosa.

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VII ENCUENTRO MUNDIAL DE FAMILIAS EN MILÁN felicidad izaguirre

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Enlazados por el

amor

Las familias cristianas tienen la experiencia de que, ante las dificultades y conflictos, ante el orgullo y la soberbia de cada cual, la lucha más grande que han de

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Foto: Shutterstock.com

U

n millón de personas se congregó el domingo 3 de junio en torno al Papa, para celebrar la eucaristía que culminó el VII Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en Milán (Italia). Durante tres días, familias venidas de diferentes partes del mundo han profundizado sobre su realidad y su vocación. “Vuestra vocación –dijo Benedicto XVI-, no es fácil de vivir, especialmente hoy, pero el amor es una realidad maravillosa, es la única fuerza que puede verdaderamente transformar el mundo”. La única fuerza que puede levantar a un matrimonio en crisis.

librar cada día, es ésta: Colocar sobre todo y en primer lugar, el amor y la caridad: Sé tú y no yo.

Es entonces, cuando se da el milagro de que la debilidad se torna en fortaleza, y la tristeza en la mayor de las alegrías.

La familia cristiana es la que acoge y vive el amor de Dios –ha resaltado el Papa-, amor fiel y total que irradia su fuerza creadora a la sociedad.

Lourdes García del Valle y Francisco del Río Muñoz

son un matrimonio que representa a la Delegación de Pastoral de la Familia de la Diócesis de Ciudad Real y forman parte en su parroquia del Movimiento de Familias “Equipos de Nuestra Señora”.

Lourdes, con otros matrimonios amigos de las parroquias de San Bartolomé de Almagro y de Torralba de Calatrava, estuvo en Milán y asistió a la Vigilia de Oración en la Plaza del Duomo; a la Eucaristía para españoles, a la Fiesta de los testimonios de familias con el Papa y a la Euca-

Bajo estas líneas, Lourdes García con un grupo de españoles que asistieron al Encuentro de Familias. A la derecha, delante de la catedral de Milán.

ristía de clausura del encuentro.

Las numerosas alusiones que se hicieron al terremoto que recientemente ha sacudido el nordeste de Italia ha llamado la atención de Lourdes, debido al sufrimiento que ha causado a muchas familias. Sobre el tema del encuentro, “La familia, el trabajo y la fiesta”, Lourdes comenta que el trabajo y la fiesta están íntimamente relacionados con la vida de las familias: condicionan sus elecciones, influyen en las relaciones entre los cónyuges y entre padres e hijos: “Hoy en día, tenemos el problema de la falta de trabajo en las familias, y por otro lado, las que lo tienen, ven la necesidad de conciliar las exigencias y los tiempos del trabajo con los de la familia y recuperar el verdadero sentido de la fiesta, especialmente del domingo, día del Señor, del descanso y de la familia”.

Ante los valores que sobresalen en la sociedad (fuerte individualismo, relativismo y concepción utilitarista del trabajo) que afectan también a las relaciones familiares, al reducirlas a una mera convergencia de intereses individuales, Lourdes nos dice que “es necesario, tanto para los cristianos como para los que no son creyentes, que la familia fortalezca sus lazos de amor”. “El creyente sabe que es necesario meter a

Dios en medio de su vida para que Él sea el nexo de unión de esos lazos de amor que hay que fortalecer. Si no cuidamos nuestras relaciones en la familia, las dificultades serán cada vez más grandes porque en la sociedad va a primar otra cosa. Así, oímos que a algunos matrimonios se les acaba el amor y se van cada uno por su lado. Las dificultades se superponen como capas por encima de lo que les unió”.

Dios Padre, en medio de nosotros Para Lourdes, “en la familia hemos de apoyarnos los unos en los otros y desarrollar el sacramento del matrimonio en el seno familiar: Hemos de caer en la cuenta de que Dios está en medio de nosotros, como realidad que es”.

Y para ello, lo primero es “vivir la fe, manteniendo una relación constante con Dios mediante la oración y participación en la vida eclesial”. Y crecerá el diálogo, el respeto al punto de vista del otro, la actitud de servicio, la paciencia con los defectos del otro, el saber perdonar y pedir perdón, la superación con inteligencia y humildad de los posibles conflictos, y la apertura a las demás familias y a los pobres…

“Pero la vida de fe -señala Lourdesno podemos vivirla solos, en solitario, sino que es necesario hacerlo a través de grupos, asociaciones, movimientos, comunidades… cada uno verá

Lourdes García: «Es necesario, tanto para los cristianos, comopara los que no lo son, que las familias fortalezcan sus lazos de amor» los medios que la Iglesia le pone delante”. Igualmente, para Lourdes “es fundamental la práctica de la caridad, dentro y fuera de la familia; caridad no solamente entendida como dar limosna al pobre que está en la calle, sino la de estar atentos realmente a las necesidades del otro y del de afuera, y atenderlas.

La caridad tiene muchos nombres, empezando por los propios de cada casa”, explica Lourdes.

Lourdes y Paco tienen cuatro hijos, entre 20 y 24 años de edad, a los que les han transmitido la fe. “Lo que no conocen no lo pueden amar. Si partimos de que somos padres creyentes, está claro que esto se lo tenemos que comunicar a los hijos, igual que nos preocupamos por darles una buena comida, o una buena educación, porque la vivencia de la fe es buena para ellos”.

Para vivir la fe en familia, “nos ha ayudado el movimiento al que pertenecemos. Desde que nuestros hijos eran pequeños, hemos intentado su iniciación en la fe y su crecimiento en la Iglesia, llevándoles a la catequesis, rezando en casa y yendo juntos a

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misa. Ahora, los cuatro están en los Equipos de Nuestra Señora, de Jóvenes, una rama que surgió del de Matrimonios”.

Agustina Gamito Llera, madre de nueve hijos, y participante en este Encuentro Mundial de las Familias, afirma que “uno va a estos acontecimientos para hacer valorar a la familia, pero hay algo más: hoy en día, necesitamos también encontrar una palabra de ánimo, de apoyo, en esta tarea que sabemos que es maravillosa, pero que también tiene sus problemas”. Problemas que se plantean también desde el punto de vista de la educación que se desea para los hijos, pues en la sociedad “predomina ser el centro del mundo, el individualismo, el hedonismo, el relativismo… mientras que en la familia lo que prima es el donarte, la ayuda, el aceptar al otro con su forma de ser, es decir, vamos contracorriente, contra todo lo que se valora hoy.”

Agustina tiene 51 años; dos de sus hijos están casados, ya tiene tres nietos. Empezó la carrera de Humanidades para incorporarse al mercado laboral, pero lo tuvo que dejar para atender a la familia, y hoy por hoy el sueldo que entra en casa es el de su marido.

“Tratamos de ajustarnos a lo que hay, al sueldo que tenemos y vivir con ello”. Viven la fe a través del itinerario catequético del Camino Neocatecumenal, en la Parroquia de la Sagrada Familia de Albacete: “la lectura y escucha de la Palabra cada semana es la que nos ilumina, nos consuela y nos ayuda, y la Eucaristía nos impulsa a este deseo de vivir como hijos de Dios”.

“En nuestra comunidad nos conocemos todos; sabemos de los sufrimientos de cada uno y eso nos hace salir de nosotros mismos para ayudarnos unos a otros, así se empieza a dar el verdadero amor. Sabes a quién le estás dando la paz, el perdón; conocemos también sus virtudes y debilidades”, señala Agustina y continúa: “En la familia, muchas veces la convivencia es difícil, pero como dice el papa “el amor, ciertamente, es una realidad extraordina-

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Agustina Gamito: «A veces es difícil amar a aquel que no es como tú, que no cumple tus expectativas. Y entrar en la realidad del otro, amarle tal cual es y donarse es algo tan extraordinario que sólo puede venir de Dios»

ria”. A veces es difícil amar a aquel que no es como tú, que no cumple tus expectativas. El otro también tiene esa realidad de que yo tampoco cumplo sus expectativas.

Entonces, entrar en la realidad del otro, amarle tal cual es y donarse es algo tan extraordinario que sólo puede venir de Dios”.

“Lo que le falta al mundo es la esperanza” “Es la lucha más grande que hay, -añade Agustina-, tener esto claro: lo primero, el amor y la caridad: se tú y no yo. Cuántas veces vivimos esto de quiero hacer el bien pero es el mal el que se me presenta… pues nosotros contamos con el Espíritu Santo que se nos da en la Iglesia, y tomamos conciencia de que yo sólo soy lo que soy.”

En cuanto al tema del Encuentro en Milán, Agustina repara en que “a veces, lo que destruye la familia es que se da mucha importancia a lo que es el trabajo.

Pensamos que eso es lo más importante, para que no les falte nada a los hijos, pero los hijos también necesitan ver a los padres juntos. -Y prosigue-: “Hay que recordar y vivir cada día que el centro es Dios y luego vendrá todo lo demás por añadidura, pero cuántas familias se esfuerzan para que no sufran los hijos, para que no carezcan de nada… cuando hay ciertos sufrimientos del alma, entre ellos, el planteamiento por el sentido de la vida, que más tarde o más temprano

Arriba, icono-mosaico de la Sagrada Familia, de Rupnik, que presidió el Encuentro Mundial de Familias 2012. A la derecha: Sara, Agustina, Ana y Miguel, una de las familias españolas que fue a Milán.

llegan, y el dinero no puede ni suplirlos ni evitarlos”.

Agustina cuenta por experiencia que “la Iglesia tiene soluciones para estas crisis y para todos esos problemas que parece que no tienen respuesta. La Iglesia, nuestra madre, siempre nos acoge. ¡Me ha ayudado tanto la Iglesia a superar las crisis en mi matrimonio, a aceptarme como soy y a darle gracias a Dios en medio de las dificultades… Ella me lo ha enseñado, no el mundo, y lo que yo quiero es que mis hijos tengan en el centro de su vida a Cristo”.

“Lo que le falta al mundo es una esperanza –concluye Agustina-.

Creer que el amor y el perdón, que es una gracia que viene de Dios, puede volver a levantar un matrimonio. Hay que vivir la fe en el matrimonio sin miedo, con la seguridad de que Dios nos quiere, apoyándonos en Él y volviéndonos a Él, que eso es convertirse; y la conversión tiene que ser diaria, porque la lucha es fuerte, como dice san Pablo”.

También se refirió Agustina a la necesidad de recuperar en la familia el sentido de la fiesta: “a veces no se va a la Eucaristía por el trabajo, vemos que prevalece el bien material, pero es fundamental el descanso dominical en Dios Padre, que creó el mundo y a los siete días descansó”. -Y continúa-: “Siempre animamos a nuestros hijos a que vayan a la Eucaristía y a que caminen

NOVEDAD

dentro de la Iglesia. Eso no quita que estemos luchando para que colaboren en la casa y para que trabajen (su trabajo es el estudio); pero los domingos los dedicamos a la transmisión de la fe a los hijos, por la mañana, cantando los laudes y los salmos que pone la Iglesia, para alabar a Dios y bendecirlo”. Agustina ha ido al Encuentro Mundial de las Familias con dos de sus hijas: Sara Majuelos Gamito, de 19 años de edad, y Ana, de 10 años.

Sara Majuelos acaba de cursar el primer curso de Humanidades y Estudios Sociales y afirma que este encuentro con el Papa le ha hecho ver “la suerte que tengo de haber nacido en una familia cristiana, me cerciora en la seguridad que tengo de que la familia es la base de la sociedad. También doy gracias de estar en la Iglesia: Ahí en Milán vivimos la comunión, con tanta diversidad de personas, de tantos países, de tantas culturas… ¿cómo quieren decirme lo contrario, cuando yo misma experimento que Dios existe?”.

Sara es la sexta de nueve hermanos: “Hay algunos que te dicen: pero si yo con un hermano ya no puedo… pues yo les digo que no cambiaría mi familia por nada; tener tantos hermanos te hace madurar, te ves obligada por las circunstancias a salir de ti, a compartir, te sacan de tu burbuja…

Te hace libre. Eres más libre para decidir lo mejor, ves que no todo lo puedes conseguir por tus pro-

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Junto a estas líneas, varias familias españolas dispuestas a partir para Milán. A la derecha, David Acebal (con camiseta blanca) y Eduardo García.

David (19 años) ha recibido una catequesis sobre María Magdalena en la gruta de Sainte-Baûme (Toulon, Francia): «María Magdalena no se dejó paralizar por sus pecados del pasado ni por las opiniones humanas. Creyó de todo corazón en las promesas del Señor y alcanzó la meta» pias fuerzas y aprendes a convivir viendo que no puedes cambiar al otro: que tengo que quererlo tal como es”. Afirma Sara que en la familia “me siento realmente querida, y doy gracias por que mis padres me hayan llevado a la Iglesia, donde compruebo también que el Señor me ama así, como soy, frente a lo que ocurre en la sociedad, donde muchas veces uno no tiene en cuenta a nadie y donde la familia es como una residencia donde coinciden unos con otros y no se convive”.

padres me ayudan y me guían”.

Sara toma como referencia a María Magdalena, a la que “sólo le bastó ver al Señor para sentirse querida; no necesitó el reconocimiento de los demás. Ella volvió su corazón a Él, cuando le preguntó ¿por qué lloras?”. Y valora la autoridad y la paciencia de los padres en la educación a los hijos: “De mi madre veo esa atención y cuidado que pone hacia todos nosotros. Ha tenido que salirse de sus planes cuando estaba estudiando para dedicarse a nosotros, y de mi padre, el esfuerzo del trabajo y su paciencia para educarnos. Le admiro porque no nos deja hacer lo que nos dé la gana. Él hace muy bien en corregirnos; aunque me duela, la corrección me ha ayudado mucho… veo a mis compañeros y yo también podría vivir mi vida sin sentido, pero mis

David nos recuerda que María Magdalena es “un gran ejemplo para todos. No se dejó paralizar ni por sus pecados del pasado ni por las opiniones humanas. Creyó de todo corazón en las promesas del Señor y alcanzó la meta”.

David va a empezar los estudios de Psicología en Valencia. Es el tercero de cinco hermanos. Sus padres trabajan los dos: su madre es enfermera y su padre, médico.

Confiesa que no se sentía muy animado por ir a Milán, pero lo decidió así y está ahora contento: “Ha merecido la pena, vengo con más conciencia de mis limitaciones, de mis pecados, y de que tengo que ser constante en la fe.

He experimentado que uno por sus propias fuerzas no puede ser; Dios te da la gracia y tienes que hacer memorial en tu vida de que

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David Acebal, un joven de 19 años, que hizo también el viaje a Milán, hace referencia igualmente a Mª Magdalena. Durante el trayecto de ida los peregrinos recibieron una catequesis en la gruta de Sainte-Baume de Santa María Magdalena. Sainte-Baume, montaña del sur-este de Francia, en Toulon, es enclave histórico de peregrinación, donde la santa pasó los últimos años de su vida tras dedicarse a la evangelización.

Él es el que te salva”. “No es que tenga más debilidades que cualquier otra persona -puntualiza este joven-, pero soy consciente de que vivo con el amor de Dios y con el perdón diario. A veces, en los roces que tienes en la familia, ni te acuerdas ni sientes el mal que puedes hacer, pero luego recapacitas... porque yo me apoyo en Él, hay un Dios por encima de mí, y sé que no soy perfecto”.

Conmovido también por el masivo encuentro de familias celebrado en Milán, David nos dice que “la familia es el núcleo de la vida. En la familia se educa a la persona.

La familia es la raíz de la cultura, la raíz de todo”.

Aprendes a ser humilde y a humillarte “Todos venimos del seno de una familia, del cariño y de la autoridad –afirma David-. Convives desde niño con los demás, aprendes a ser humilde y a humillarte cuando hay que hacerlo. Yo creo que cuantos más hermanos, mejor, porque conoces cómo reaccionan las otras personas y eso te forma para el futuro, cuando tengas que desenvolverte en la sociedad por ti mismo”.

Es importante también para David los valores que se reciben en la familia, y la formación del espíritu: “Al ser joven, yo también tengo ese sentimiento de quererlo todo ya, pero mi experiencia es que, como dice el dicho, no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Los jóvenes vamos de flor en flor y además muy rápido, en una sociedad muy materialista que no se centra en la espiritualidad, cuando esto es

lo esencial y mucha gente lo descuida. En educar tu espíritu, ahí es donde vas a encontrar la paz, no necesitamos tantas cosas materiales... Veo a muchas personas que parecen felices, pero interiormente no las veo muy llenas”.

Eduardo García de los Rios

es un joven de 20 años, que fue a Milán con Sara y David. Es estudiante de Fisioterapia en Valencia y con él son ocho hermanos en su familia. Del Encuentro Mundial de Familias destaca su emoción al sentirse en comunión con “tantos miles de jóvenes, que de tantos sitios del mundo fueron a este acontecimiento de apoyo a la familia”.

Edu siente admiración por sus padres, porque luchan por sacar adelante a su familia y superar la crisis económica, que les ha golpeado duramente, pero “Dios nos ayuda”, afirma. Y es un defensor de la familia, como comunidad de amor, de vida, y como primera e insustituible escuela de virtudes sociales, donde se aprende el respeto a las personas, el diálogo, la gratuidad, la confianza, la solidaridad, la cooperación… “Es lo más importante que hay, lo más importante; es la que siempre va a estar para ayudarte y tirar de ti; donde nos quieren tal como somos”, dice Edu. “La familia es un bien para cada uno y para la sociedad, y tendría que recibir un apoyo integral de los gobiernos, no sólo económico en función de la nómina. Las familias numerosas que yo conozco somos gente con valores y con fe, que salimos formadas para la sociedad. Recibimos la fortaleza y la esperanza, es la mejor escuela.

En mi casa, el más pequeño que tiene cuatro años, le da el biberón al bebé”, comenta. Eduardo tiene la experiencia de que en la familia se superan las dificultades y los conflictos “rezando, teniendo fe, poniendo los sufrimientos en manos de Dios, ofreciéndole a Él todos nuestros esfuerzos y lo que nos preocupa y apoyándote en la comunidad. En la familia yo he visto el perdón. He visto milagros en el matrimonio de mis padres, gracias a que se han pedido perdón.

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YO SOY EL ALFA Y LA OMEGA pedro moreno

Un año y una Carta (Porta fidei) “Si tuvierais fe y dijerais a este sicómoro: arráncate y trasplántate al mar, os obedecería” (Lc. 17,6)

A

estas alturas de la película, del año en curso 2012, ya todos estamos sobradamente enterados de que nos disponemos a celebrar un Año de la Fe. Será a partir del próximo mes de octubre y con motivo de la celebración del 50º aniversario de la celebración del Concilio Vaticano II. El papa Benedicto XVI, ya hace algunos meses, ha dirigido a la Iglesia la correspondiente Carta de preparación, la Carta titulada “Porta fidei” (La puerta de la fe).

Año y Carta, es decir, Año de la fe y Porta fidei son una invitación inmejorable para adentrarnos en el corazón de la fe y de nuestra vida cristiana. A esa invitación van dirigidas también estas líneas de nuestra sección, Yo soy el Alfa y la Omega. Eso, con el deseo sincero de que nos ayuden a vivir este Año singular.

La fe es un regalo, el mejor regalo del mundo Lo he repetido muchas veces y de muchas formas: Lo mejor que nos ha pasado en este mundo ha sido nuestro bautismo; aquella fue la hora más santa y bendita. Recibimos el don de la fe, la vida de hijos de Dios en la misma vida y misterio de Jesucristo; recibimos la gracia de ser Iglesia.

Un don tan inmenso hay que agradecerlo y hay que suplicarlo

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todos los días. Hay que cuidarlo con amor. Se entiende muy bien la petición de los apóstoles al Señor: “Acrecienta nuestra fe”. Y se entiende también su respuesta: Si tuvierais una fe tan grande como un grano de mostaza y dijerais a este sicómoro: arráncate y trasplántate al mar, él os obedecería”.

Adivinamos, al menos, el poder inmenso de la fe, la grandeza inconmensurable de la fe. Adivinamos su necesidad y su poder.

Adivinamos que la fe es nuestro mejor tesoro, el que nos llena de alegría y felicidad. La fe da sentido a nuestra vida y fundamenta una esperanza definitiva

vida y, con ello, una orientación decisiva” (n 1).

La fe es encuentro, que renueva y trasforma

Avanzar en la fe significa, por tanto, avanzar en el conocimiento de Jesucristo; es decir, significa avanzar en la identificación con Él y con sus sentimientos, con su forma de pensar y sentir, con su forma de actuar y de vivir. Lo que dice el papa, dar una orientación decisiva a la vida. Entendida así la fe, como encuentro, es algo verdaderamente transformador y revolucionario. Es algo que nos cambia por dentro, sobre todo por dentro. Nos hace verdaderamente otros hombres, hombres nuevos.

La fe no es algo que tenga que ver exclusivamente con nuestra inteligencia; no es cuestión sólo de ideas o verdades que aceptamos en el ámbito de nuestra razón. La fe se define como encuentro, un encuentro que toca toda la persona y transforma toda la persona; transforma la cabeza y el corazón, las ideas y los sentimientos, las decisiones y la conducta misma.

Evoquemos, una vez más, las certeras palabras de Benedicto XVI en su encíclica “Deus caritas est”: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la

Eso es lo decisivo de la fe, el encuentro transformador e iluminador, como lo fue en el caso de Pablo, por poner sólo un ejemplo.

El encuentro con el Señor, en el camino de Damasco, le derribó del caballo de su vida pasada, del caballo de su fanatismo y del caballo de su orgullo santo por ser el mejor cumplidor de la ley judía.

A partir del encuentro, revolucionario a más no poder, su vida ya no fue su vida sino la del Señor, y su riqueza no fue otra sino la riqueza de Cristo.

La fe pide coherencia y testimonio En la Carta citada para el Año de la fe, en la Carta “Porta fidei”, escribe el papa Benedicto XVI:

La fe entendida como encuentro, es algo verdaderamente transformador y revolucionario.

Algo que nos cambia por dentro, sobre todo por dentro, y tambiĂŠn por fuera

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P. Amorth Paolo Rodari

“El Año de la fe será también una buena oportunidad para intensificar el testimonio de la caridad”.

Y recuerda aquello de Santiago: “¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe?...” (cfr. Sant 2,14-18).

La fe pide, pues, coherencia, decir con las obras y la vida entera aquello que creemos. O mejor todavía, decir y manifestar con la vida a Aquel en quien creemos, es decir, a Jesucristo. San Pedro, en su Carta, valora así el testimonio o la coherencia de vida: “Vuestra conducta entre los gentiles sea buena; así, mientras os calumnian, verán con sus propios ojos que os portáis honradamente y darán gloria a Dios el día que Él los visite” (Ped. 2,11-12).

Por su parte, el Concilio Vaticano II, en su constitución “Gaudium et spes”, escribe: “El divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno de los más graves errores de nuestra época” (GS 43).

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Benedicto XVI, en la Carta “Porta fidei”, afirma: “Lo que el mundo necesita hoy de manera especial es el testimonio creíble de los que, iluminados en la mente y el corazón por la Palabra del Señor, son capaces de abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera, esa que no tiene fin” (n 15).

La fe es también anuncio, mensaje para otros Lo que es grande, bello y decisivo en nuestra vida, no nos lo podemos guardar para nosotros mismos. Tenemos que procurar que llegue también a los demás, a todos los hombres. Ese Año de la fe quiere ser, al mismo tiempo, un año para la nueva evangelización, para el anuncio expreso y apasionado del Evangelio de Jesús.Si tuviéramos fe, como nos dice el Señor, seríamos capaces de hacer un mundo nuevo. Todo nuevo: el corazón y la mirada, el trabajo y la vida social, lo que sentimos por dentro y lo que construimos por fuera. ¡Si tuviéramos fe…! (pedromorenomagro@planalfa. es)

TODO LO HAGO NUEVO victoria luque

E

Yo soy para mi Amado

lena Romera murió hace dos años, con veinticinco abriles, de un cáncer de rodilla que después se le extendió al pulmón.

Previamente le habían cortado una pierna. Como imaginaréis, no es plato de gusto. Sin embargo Elena, en la cruz, se encontró con Jesucristo. ¿Por qué digo esto?

Porque ella misma lo decía. “Yo, si no llega a ser por el cáncer, no sé dónde estaría... en cualquier sitio, menos en la Iglesia. El Señor ha permitido esta enfermedad para que yo no me pierda...”. Y era verdad. Elena fue una adolescente con mucho carácter, dominante, deportista (empezó gimnasia rítmica con tres años, y hacía exhibiciones con sus compañeras por distintos lugares de Murcia, y ganaba medallas), pianista (estudió hasta cuarto de piano y tocaba sin partitura), muy guapa, con don de gentes, se llevaba a los chicos “de calle”. Tuvo dos novios, bastantes ligues y muchos pretendientes incluso durante la enfermedad. Desobediente, hacía lo que le daba la gana, se saltaba los horarios que le marcaban sus padres, muy fiestera... muy alegre, muy bromista, una líder nata. ¿Qué hubiera sido de Elena, si no llega a experimentar el sufrimiento de un cáncer?

Pero… el Señor le dijo: Aquí estoy.

En la cruz me encontrarás. Y ella le encontró en la cruz. Decía a quien la quisiera oír: “El cáncer no es una desgracia. Es el regalo que el Señor me ha hecho, en la cruz he conocido el amor que mi Padre me tiene; es un regalo envuelto en un papel feo, en un papel de periódico viejo... pero la cruz no me mata, a mí me mata interiormente el desamor, cuando me peleo con mi familia, o con mis hermanos de comunidad, pero no el dolor físico. Eso no es lo que me quita la paz”.

Mi marido y yo hemos conocido a su familia y todo lo referente a Elena nos ha dejado bastante impresionados. Vivió con el cáncer siete años, pasó por siete operaciones, varias sesiones de quimioterapia, una prótesis en la

rodilla, la rehabilitación -durísima- de su pierna, y su posterior amputación. Luego vino el cáncer de pulmón y la muerte. Sin embargo, estos sietes años fueron oro probado al crisol, fueron el tiempo en que ella conoció a su Amado.

En su testamento, decía: “De lo único que me arrepiento es de no haber amado más”. Y no amó poco, os lo puedo asegurar. Por la casa de sus padres, mientras nosotros estuvimos allí, pasaron hermanos de comunidad, tíos, primos, vecinos... y todos coincidían en una cosa: Elena era “especial”, “tenía paz...”, “tenía luz en su cara”, “estaba siempre alegre”, “se preocupaba por mí, antes que por ella misma. Siempre quería saber de mí...”. Era muy bromista, dejaba su pierna ortopédica sobresaliendo por debajo de la cama de alguien, o detrás de la puerta del cuarto de baño... los sustos eran de cuidado. A los niños pequeños, cuando la veían sin pierna en la playa, les decía: “Es que ha venido un tiburón, y ¡zas¡ me ha comido la pierna!”.

El Señor la sostuvo, y ella se dejó sostener. Dejó la biología por la fisioterapia, seguramente por haber conocido tantos enfermos necesitados de ayuda durante el tiempo ingresada en el hospital.

Ya con la pierna amputada, estuvo varios meses trabajando en Irlanda en un centro de minusválidos físicos y psíquicos. Aquel tiempo fue muy gratificante para ella, que decía que “si puedo ayudar, porqué no lo voy a hacer”.

También trabajó un verano, ya con la enfermedad bastante avanzada, en un hospital cercano. Y a un vecinito suyo (esto lo contaba la madre del niño) le estuvo haciendo rehabilitación de la pierna cuando los médicos no daban un duro por él... hoy anda con bastante soltura. La madre me decía: “Yo no sabía que estaba tan mal, que se iba a morir... pero le notaba con mucha prisa por empezar la rehabilitación de mi hijo”. Con este crío tenía bastante complicidad, le escribió una carta donde le decía: “campeón, los límites te los marcas tú”.

Se pasaba todo el día en oración.

Su comunidad la visitaba mucho, hacían turnos para acompañarla, rezando vísperas o el rosario.

Dos meses antes de su muerte, la aceptaron como novicia en la congregación de la Madre Teresa de Calcuta. Fueron a su casa de Caravaca de la Cruz a celebrar el rito de iniciación como postulanta, y le entregaron el crucifico, el rosario y el sari, con el que quiso que la enterrasen. Ella conoció desde el principio de su enfermedad todo lo referente a su situación personal, no quiso que le ocultasen nada... tuvo la fortaleza de preguntarle al oncólogo cuánto tiempo le quedaba de vida y cómo sería su muerte.

Quiso morir en su casa. Preparó su despedida con todo detalle, se despidió de sus hermanos y hermanas, de sus cuñados, de sus padres, de sus hermanos de comunidad, de sus amigos... y a todos confortó.

En su casa, están contentos. No parece que haya muerto nadie.

Porque Elena está viva. (miscosasdehoyydeayer@blogspot.com)

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VI CONGRESO MUNDIAL DE FAMILIAS

Creo en

D

la cultura de la vida

el 25 al 27 de mayo de 2012 ha tenido lugar en Madrid el VI Congreso Mundial de Familias, que con el lema “Matrimonio y familia, el futuro de la sociedad” ha reunido a 120 conferenciantes y a más de tres mil personas en el Palacio de Congresos de la capital.

Organizado en esta ocasión por el movimiento ciudadano HazteOír; el evento ha querido ser un gran encuentro cultural y académico sobre la familia, el matrimonio, el derecho a la vida, la libertad de educación y la libertad religiosa, y para ello ha contado con los principales líderes profamilia y provida del mundo.

En paralelo a este Congreso y en el mismo enclave, se ha celebrado un Foro Internacional Parlamentario, un Seminario Académico, un Foro Internacional de Jóvenes y varios eventos culturales, entre ellos la proyección de la película “Cristiada”, un concierto a cargo de la Orquesta de la Universidad Francisco de Vitoria, o el musical “La magia de los cuentos”. Se ha dado también la oportunidad a los participantes en el Congreso de poder asistir a las celebracio-

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nes religiosas de acuerdo con sus creencias, así, el domingo se celebró una misa católica en la Basílica de la Merced mientras que los oficios protestantes tuvieron lugar en una sala del Hotel NH Eurobuilding.

Pero entremos en materia. La primera sesión plenaria del sábado abordó un tema sin duda candente: “Las Amenazas a la vida y a la familia en el derecho internacional”. Disertó sobre ello, Austin Ruse, presidente de la organización C-Fam (Estados Unidos). Señaló que la lucha del movimiento pro-vida ha tenido éxito “al evitar que el aborto se convierta en un derecho internacional”. Y denunció a los grupos radicales que en el seno de la ONU pretenden imponer a los Estados reformas legales en contra de la vida humana. En su opinión, estos grupos rechazan todo el sistema internacional y, “si antes decidían los Estados, ahora son las organizaciones trasnacionales, las que lo hacen”, lo que supone “un monumental déficit democrático”.

Por su parte, Piero Tozzi , miembro de Alliance Defense

Found (otra entidad convocante del Congreso) repasó la cuestión de la orientación sexual en el derecho internacional, y señaló que “la misma agenda que se ha dado en España en tiempos de Rodríguez Zapatero está presente en el Derecho Internacional” y está basada en los principios de Yakarta, una lista de “derechos” basados en “nociones antropológicas falsas en las que la sexualidad es entendida no como una condición constitutiva del ser humano sino como una construcción”. Tozzi recordó que el término “orientación sexual” no está definido en el Derecho Internacional pero a pesar de ello se intenta imponer por encima de los Derechos Humanos. A este respecto señaló que “si (estos derechos) proceden del Estado, pueden cambiar en cualquier momento; si proceden de la naturaleza humana, los Estados han de respetarlos”.

Por su parte, el embajador de EEUU, Groover Joseph Rees, denunció que en la guerra legal descrita por sus predecesores, son muchas las instituciones y agencias internacionales que obligan a apoyar políticas

Fotos: Cortesía del VI Congreso Mundial de las Familias.

(Elentir, Fotelias, Eduardo González, Pablo Pérez Tomé, Carlos Moya, Beróiz Pérez de Rada, HazteOír.org)

la redaccion

(Elentir, Fotelias, Eduardo González, Pablo Pérez Tomé, Carlos Moya, Beróiz Pérez de Rada, HazteOír.org)

A la dcha, ceremonia de apertura del Congreso.

En el centro, Ignacio Arsuaga y Gádor Joya, con la representante de Derecho a Vivir de Guatemala.

contra los derechos humanos a cambio de ayudas a los países en desarrollo, yendo en «contra de su cultura». Por desgracia, ha subrayado Groover, “muchos de los Gobiernos de estos países no saben o no son capaces de hacer frente a estas presiones”.

Por otro lado, la segunda sesión plenaria abundó en la contraposición entre “Cultura de la Vida versus Cultura de la Muerte”. La conferencia corrió a cargo de Alveda C. King, activista pro-vida y sobrina de Martin Luther King, cuyo padre también fue asesinado por defender los derechos civiles de los negros. La señora King comparó el movimiento a favor de los derechos civiles con la actual lucha contra la discriminación de los no nacidos. “Las actitudes de la cultura de la muerte de hoy se parecen sorprendentemente a aquella situación”, dijo.

“La cultura de la muerte se basa en las mismas mentiras que sustentaban la segregación y discriminación racial en Estados Unidos; las mismas mentiras que llevan a valorar unas vidas y a despreciar otras. Entonces se argumentaba la opresión y violencia racial sosteniendo que algunos eran menos humanos que otros en función de su color de piel, y ello justificaba la violencia de los linchamientos, los apaleamientos, el arrojarlos a los perros… hechos de los que yo misma fui testigo. Hoy son otros los mártires violentados y oprimidos, pero se justifican en la misma falsedad de que unos seres humanos son superiores a otros”. Es por elloprosigue Alveda C. King- por lo que “antes y ahora la cultura de la muerte intenta que sus víctimas no sean visibles. Hasta que no se lograron difundir las primeras fotos de violencia racial en Estados

Unidos y mostrar esa realidad, se negaba lo que estaba ocurriendo. El ver esa realidad hizo que la gente reaccionara; ahora vemos cómo los promotores del aborto se cierran en banda, por ejemplo, a que se muestren ecografías a la mujer embarazada que quiere abortar. Como ocurrió con la cuestión racial, América no rechazará el aborto hasta que lo vea. La industria de la muerte lo sabe y por eso trata de ocultar la trágica e inhumana realidad del aborto, escondiendo su negocio sin escrúpulos de forma farisea, con un lenguaje mentiroso y manipulador que habla de los derechos humanos y de la salud de la mujer”.

Y concluye mostrando su propia herida personal: “El aborto legal ha hecho en EEUU lo que el KuKlux-Klan no logró ni soñar alcanzar: el exterminio desde 1962 de 14 millones de niños afroamericanos, un tercio de la población negra actual. También yo, casi con 40 años, y tras dos abortos, llegué a creerme las mentiras que me contaron sobre que aquello que crecía en mi vientre no era un bebé sino un trozo de carne sin vida; o que el aborto vendría a paliar la violencia o el sufrimiento de los niños. Pero yo nunca he visto un niño no deseado que luego deseara haber sido abortado. Yo fui perpetradora del aborto y seguí siéndolo, hasta que Dios cambió todo esto. Y le doy las gracias al Señor por toda esa gente que, con sus campañas, nos iluminan.

El aborto hace daño al bebé, a la mujer, a las naciones, y mata el futuro”. Recordando a su tío Martin Luther King, quien desde la cárcel seguía predicando que “si la injusticia se instala en un lugar del mundo, es todo el mundo el que está amenazado”, la activista provida exhortó a todos a com-

partir sin fronteras la apasionante batalla en defensa de la vida, «sabiéndonos vencedores». ”La cultura de la muerte no tiene futuro. Puede poseer el dinero y los medios, pero nosotros tenemos la verdad en Jesús. Es el momento de defender esa verdad del amor que nunca falla”.

Por su parte, el catedrático de Genética y presidente de Civica, Nicolás Jouvé, hizo una descripción del preocupante panorama legal: Dos tercios de la población mundial vive en países donde se permite el aborto en diferentes supuestos, e incluso se llega a considerar, como ocurre en España desde la Ley Aído, como un “derecho humano de la mujer”.

Sólo el 3% de la población mundial vive en lugares donde se blinda legalmente el derecho a la vida frente al aborto. “¿Qué mueve a los legisladores a atentar contra lo que hasta hace pocas décadas era un principio universal y básico, el del respeto y la protección de la vida humana desde la fecundación? ¿Por qué la ONU, que en su Convención de Derechos Humanos reconoce este principio, acaba convertida en promotora del aborto?”

La respuesta, según Jouvé, se encuentra en la confluencia de dos factores: “Uno de orden socioeconómico, relacionado con el control de la población y la tesis del XIX de la falta de recursos para sostener a la población mundial, la cual se ha demostrado falsa ya que, como indica la FAO, el problema es de distribución de recursos, no de falta de éstos; y, por otra parte, el factor ideológico sustentado en la ideología de género y feminista, que llega a considerar el aborto como un derecho de la mujer e incluso fundamento de su salud, pero ignorando las graves

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De izda a dcha, Austin Ruse (CFAM), Alveda C. King (King for America), Christine De Vollmer (PROVIVE), Dra. Dorothy Patterson, un grupo de ponertes durante el almuerzo, Javier Menéndez Ros (AIN), y Gádor Joya (Derecho a Vivir).

consecuencias que provoca en ella de por vida”.

El P. Szymczak se centró en el problema de la infertilidad y en defender la dignidad de la vida humana, denunciando la manipulación y la destrucción de embriones a través de la fecundación in vitro (FIV): “La infertilidad crea sufrimiento en la pareja, pero hay alternativas éticas, como la naprotecnología, que desde la ciencia ofrece resultados positivos; con la FIV, quien entra con un problema de fertilidad sale con él, no se soluciona. Debemos primar a la persona sobre la cosa; al ser sobre el tener; a la misericordia sobre la justicia, y a la ética sobre la tecnología”.

Una enorme ovación recibió el obispo de Alcalá de Henares al entrar en el abarrotado auditorio del Palacio de Congresos. Mons.

Reig Plá, en su intervención señaló que “el auténtico patrimonio de la humanidad es la unión sacramental de un solo hombre con una sola mujer abiertos a la vida”.

El obispo señaló que la llamada ideología de género y las nuevas teorías ‘queer’ y ‘cyborg’ atentan directamente contra la naturaleza de la persona, al negarse el sustrato antropológico que sustenta tanto el matrimonio como la familia.”

Por su parte, el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Pon-

tificio Consejo para la Familia, subrayó que “la estructura fundamental de la familia ha permanecido invariable a través de todas las culturas”; se trata, dijo, “de una relación horizontal entre el hombre y la mujer y vertical de ambos hacia los hijos. Para el cardenal Antonelli es positivo para el Estado sostener y apoyar a la familia y negativo equipararla a

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otro tipo de relaciones. “La justicia no consiste en dar a todos lo mismo, sino en dar a cada uno lo suyo”, indicó.

En el marco del seminario “¿Es posible vivir en democracia y velar por los derechos humanos sin Dios?” celebrado el sábado 26 de mayo, el senador español Ángel Pintado, señaló que “existe una presión laicista para expulsar a Dios del debate público” e hizo memoria de que fueron “cristianos y católicos de países europeos los que lograron la apertura a la democracia en gran parte de Europa, animados en buena medida por el liderazgo de Juan Pablo II”. El senador se refirió seguidamente a la polémica surgida en torno a la Constitución Europea, de cuyo preámbulo se quisieron borrar las referencias cristianas a la Historia europea:“En un mundo en el que el poder, el dinero y las apariencias sociales son los nuevos ídolos, la pérdida de valores cristianos hace peligrar nuestro modelo social”, y continuó: “Los jóvenes estamos llamados a liderar una nueva revolución; el viejo continente no puede olvidar sus raíces cristianas porque los valores del Evangelio garantizan la convivencia social; la Europa del futuro será cristiana o no será”.

Por su parte, el sacerdote y experto en teología moral Juan José Pérez Soba, afirmó que “los valores de la democracia son relativos si no se apoyan en un presupuesto evidente: la dignidad de la persona. De ahí que Juan Pablo II proclamara que «una democracia sin valores se convierte en un totalitarismo encubierto».

Pérez Soba concluyó asegurando que “la fraternidad es posible si reconocemos que tenemos un solo Padre; por eso no podemos fundar los derechos humanos sin

reconocer la común paternidad de Dios”.

Merece ser destacada la intervención del arzobispo de la Iglesia ortodoxa rusa Dmitry Smirnov, quien recordó que el Estado soviético se declaraba ateo y su resultado fue la represión de los individuos: “Las clases sociales fueron destruidas, más de 3000 sacerdotes y monjes fueron asesinados y las iglesias fueron derribadas.

Rusia fue el primer país en el que se legalizó el aborto bajo el gobierno de Lenin; todo lo que levantó el comunismo ha acabado.

Sin embargo, en los últimos treinta años se están construyendo nuevas iglesias y monasterios; el 82% de la población rusa se declara cristiana ortodoxa. Y es que, tras siete décadas de comunismo, Dios sigue siendo lo más importante y nuestro país vive gracias a los recursos energéticos que el Creador nos ha concedido porque no quedan fábricas ni industrias de la época comunista». El arzobispo ruso concluyó su intervención afirmando que “la democracia necesita a Dios, que es creador de todo”.

La persecución religiosa en todo el mundo presidió la segunda sesión plenaria de este domingo en el VI Congreso Mundial de Familias. El panel estaba encabezado por Javier Menéndez Ros , director de Ayuda a la Iglesia Necesitada, quien recordó que dos de cada tres personas que padecen persecución en el mundo son cristianas: “Doscientos millones de cristianos sufren persecución y ciento cincuenta millones, diversas formas de discriminación.

Cuando no hay libertad religiosa, no hay libertad de ningún tipo”.

Menéndez Ros recriminó a los me-

Gador Joya festejó este congreso en España, porque supone “todo un espaldarazo mundial al despertar de la sociedad española frente al aborto y las otras manifestaciones de la cultura de la muerte”. También lanzó el guante a nuestros gobernantes: “Deben ser conscientes de que la familia y la vida son la mejor inversión para el país que dirigen” dios de comunicación en general su cobardía y su “omisión culpable de los hechos condenables que están sucediendo en todo el mundo; es una omisión cobarde”.

Para el presidente de AIN, “defender la libertad religiosa no supone defender privilegio de religión alguna sobre otra, ni privilegio de los creyentes sobre los que no lo son, sino defender el derecho del hombre para ligarse con un Dios, que es el fundamento de la verdadera cultura y de la auténtica paz”.

Por su parte, el profesor

Francisco José Contreras

señaló que “los cristianos somos los últimos que recordamos que es sagrada la vida de todo ser humano, cualquiera que sea su tamaño o su estado de salud; los últimos que recordamos que el matrimonio no puede ser otra cosa que la unión definitiva entre un hombre y una mujer. Porque sólo ellos pueden procrear, y en definitiva porque los hijos necesitan que sus padres permanezcan juntos: el niño necesita a ambos.”

El doctor Contreras rechazó el tratamiento de ciudadano de segunda que se destina a los cristianos: “Defender la libertad religiosa implica no dejarse tratar como un ciudadano de segunda: reclamar nuestro derecho a exponer nuestras opiniones morales y a intentar convencer de ellas a los demás, en pie de igualdad con los no creyentes. No permitir que se intente despachar como ‘convicciones religiosas que los creyentes deben guardarse para sí mismos’ argumentos racionales que sólo apelan a la naturaleza humana y al bien común de la sociedad: la necesidad de defender la vida del no nacido y el matrimonio tal como siempre fue en-

tendido son cuestiones de razón natural, no cuestiones de fe”.

Alan Sears , presidente de Alliance Defence Fund, señaló por su parte que la libertad “no es una concesión del Estado sino un don que Dios nos concede” y denunció la campaña de hostigamiento de la administración Obama y “su decreto dictatorial que pretende obligar a proporcionar aborto a las instituciones de salud cristianas violando la conciencia y la fe”. Sears señaló que cada vez hay más creyentes que se ven obligados a actuar en el ámbito laboral en contra de sus principios religiosos, e incluso hay casos de pastores que han sido condenados por sus homilías.

Paul Herzog Von Oldenburg

destacó en su intervención los tres ámbitos en que se desarrolla la persecución religiosa: “Los países islámicos, los regímenes comunistas, especialmente el chino, y los estados seculares de apariencia democrática”. “Los estados seculares están imponiendo una religión de Estado con leyes sobre el aborto, la eutanasia, las adopciones de las parejas homosexuales, los ‘matrimonios’ gay, la elección de sexo, en definitiva, la ideología de género, además del adoctrinamiento educativo”.

“Nuestra época es la más supuestamente tolerante, pero es la que impone una nueva forma totalitaria, la dictadura del relativismo”, indicó.

En el encuentro llamado Foro Parlamentario, se reunieron casi un centenar de políticos y representantes de la sociedad civil de 22 países de los 5 continentes. Por su parte, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja presentó la primera Iniciativa Legislativa Popular Europea a favor del derecho a la vida. Esta iniciativa ciudadana,

que se va a llamar “Uno de los nuestros”, pretende recoger en los próximos meses un millón de firmas en varios países de la Unión Europea con el objetivo de impulsar la protección jurídica de la dignidad del derecho a la vida e integridad de todo ser humano desde la concepción, así como poner fin a la financiación europea de las actividades que supongan la destrucción de seres humanos.

Como colofón, se aprobó la llamada Declaración de Madrid, en la que se afirma un conjunto de principios “para crear un entorno cultural y político compatible con la vida, la libertad y la esperanza para el futuro”.

Entre esos principios figura la definición de “la familia natural (no el individuo) como la unidad fundamental de la sociedad”.

Sostiene además que “la familia natural no puede convertirse en una realidad de nueva creación, ni puede ser re-definida por los entusiastas de la ingeniería social” y que sobre construcciones artificiales, “la familia natural es el sistema familiar ideal y verdadero”. “Si bien reconocemos múltiples situaciones de hecho, los otros ‘tipos de familia’ adolecen de alguna carencia o son meras invenciones del Estado”.

Afirma además la Declaración de Madrid que “el vínculo sexual auténtico es la unión matrimonial entre un hombre y una mujer, el único abierto a la natural y responsable creación de una nueva vida” y defiende “la santidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”. Y frente a las agresiones procedentes del poder, dicha Declaración sostiene que “la familia natural es anterior al Estado” y que “los gobiernos legítimos existen para proteger y apoyar a la familia”.

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ENTREVISTA A FELICÍSIMO MARTÍNEZ, O.P. agapito aliende

Más testigos que maestros

¿

Por qué o en qué sentido se ha dicho que nuestro tiempo requiere más testigos del Evangelio que maestros?

La frase la escribió solemnemente y con mucha fuerza el papa Pablo VI, en su extraordinaria exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi. Y añadía la siguiente idea: Si el mundo actual cree a los maestros es porque al mismo tiempo son testigos. La razón es muy clara.

Vivimos en un mundo exageradamente abundante en palabras y en discursos, con frecuencia o mentirosos o vacíos. Por eso, ya sólo nos fiamos de los hechos, del testimonio de la vida, no de los discursos retóricos. ¿Hay diferencias entre los testimonios que han de dar los seglares y los religiosos, los laicos y los eclesiásticos

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o miembros de la jerarquía?

No debería haber tales diferencias. Lo que es vida evangélica es vida evangélica, sea de un laico, de un religioso o de un presbítero. El testimonio de vida cristiana dado por una madre de familia no tiene por qué ser menos importante ni más importante que el de una religiosa. Lo que cuenta no es la condición de la persona, sino si su conducta se ajusta al evangelio de Jesús. Sin embargo, en la práctica sí hay algunas diferencias, que no debían ser. Sorprende más el testimonio de los laicos, porque estábamos acostumbrados a pensar que tienen menos obligación de ser testigos del Evangelio. Y quizá es más difícil para los laicos ser testigos del Evangelio porque a veces se mueven en ambientes más hostiles. Pero no, no debería haber diferencias. ¿En qué sentido es cierto

(si lo es), que el peor anti-testimonio es el de la incoherencia de los cristianos?

Es cierto, excepto para los puritanos y fariseos que todo lo miran bajo la óptica de la moral, de la buena o la mala voluntad, de la perfección o la imperfección de las obras. El peor anti-testimonio de los cristianos –y de cualquier persona- es la incoherencia. Los fallos morales son con frecuencia resultado de nuestra fragilidad humana. Por eso, son más comprensibles. Pero la incoherencia muchas veces tiene un tufillo a hipocresía, farsa, fariseísmo… Y esto sí que es contrario a lo que nos pide el Evangelio de Jesús: “Vivir en la Verdad”. ¿El testimonio cristiano en nuestras sociedades desarrolladas es en parte

habrá que implicarse más en la lucha por la justicia. ¿Qué claves debe seguir nuestro testimonio en España, en un ambiente a menudo increyente e incluso hostil a lo religioso?

Yo c r e o q u e l o p r i m e r o e s no ponerse nerviosos y no dramatizar, mantener la calma. Y a partir de ahí es muy importante dar testimonio de la propia fe, no ocultar la propia condición de creyente, pero sin empujar, sin hacerlo en plan de cruzada, en plan proselitista, sin caer en actitudes fundamentalistas. Pero, sobre todo, la clave del testimonio está en una vida coherente con lo que confesamos, con el evangelio de Jesús. Esto es lo que verdaderamente convence o por lo menos se hace respetar.

Por lo demás, yo creo que es un gran testimonio el respeto a todas las creencias e ideologías, el diálogo con todos los grupos y la colaboración en causas justas y humanas con todos los hombres y mujeres de buena voluntad. ¿Qué dificultades más importantes experimenta hoy, en nuestro contexto, quien se ve llamado a testimoniar la fe? semejante o diferente al del tercer o cuarto mundo?

En cierto sentido es el mismo testimonio en un mundo que en otro, pues los valores evangélicos son los mismos en todos los mundos.

Lo que sucede es que, según las condiciones sociales y culturales y según los ambientes, hay que poner más énfasis y dar más prioridad a unos valores que a otros.

Por ejemplo, en unas sociedades desarrolladas, en las que lo que más escasea es el sentido de la vida, igual es más importante el testimonio de la fe; mientras que en las sociedades en las que lo que más escasea es el pan, igual hay que poner más empeño en la solidaridad. En una sociedad del bienestar es posible que debamos cultivar un poco más la austeridad sin olvidar la lucha por la justicia, mientras que en las sociedades de la pobreza y las carencias básicas

Todo cristiano está llamado a testimoniar la fe. Y en una sociedad secularizada e injusta es normal que se multipliquen las dificultades. La primera es la incompren-

sión. Hoy lo obvio parece que es ser ateo o agnóstico; ya lo obvio no es ser creyente. La segunda, el coste de marginación que puede suponer la simple condición de creyente. Por ejemplo, en el campo laboral. Hay creyentes que se sienten acosados en el trabajo simplemente por su condición de creyentes. Y quizá una dificultad añadida sea la tentación de abandono, si la fe no está muy afianzada personalmente y depende demasiado del respaldo social. ¿Qué siente cuando sabe de cristianos que todavía hoy son martirizados físicamente a causa de la fe?

Experimento numerosos sentimientos encontrados. Primero, mucha indignación, porque no puedo comprender que a estas alturas de la historia todavía sea tanta la intolerancia de todo tipo, la religiosa y la secular. En segundo lugar, siento una profunda admiración por todos los creyentes que resisten y perseveran fieles hasta entregar la propia vida por causa del Evangelio. Mártires son testigos. Incluso se asoma a veces un sentimiento parecido a la envidia, porque me gustaría tener la fortaleza de los mártires… y sin embargo creo estar lejos. Cuando me llegan estos sentimientos recuerdo aquella carta que un mártir dominico escribió a su madre desde la cárcel, días antes de morir. Le decía: “Mamá, no sé de dónde me viene esta fuerza que tengo para soportar estos sufri-

Felicísimo Martínez Díez, sacerdote dominico, nació en Prioro (León) en 1943. Es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Teología por la Universidad de Santo Tomás de Roma. Ha sido profesor en los Institutos de Filosofía y Teología de los PP. Dominicos de Madrid y se ha dedicado a la actividad pastoral y docente en Venezuela durante doce años, y tres en Hong Kong.

Es experto en movimientos teológicos contemporáneos, religiosidad popular, espiritualidad, nueva evangelización y vida religiosa, sobre los que ha escrito en numerosas revistas. Es colaborador, además, de varios Diccionarios editados en la editorial San Pablo, así como varios libros: “Refundar la vida religiosa”, “¿A dónde va la vida religiosa?”... etc.

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mientos y hasta la muerte que se acerca. Esta fuerza no es mía; me viene de lo alto”. ¿Es cierto y en qué sentido que la familia cristiana da un testimonio fundamental de fe en estos momentos?

Para que eso sea cierto, la familia tiene que ser verdaderamente cristiana. No basta serlo de nombre o declararse cristiana por pura tradición, por puro convencionalismo social. Sólo si está animada por la fe cristiana en su vida y pone en práctica una forma verdaderamente evangélica de convivencia, podemos decir que es un testimonio fundamental. Aún más será un testimonio para otras familias cristianas o no cristianas, para cualquier grupo familiar y cualquier modelo de familia. Cualquier testimonio de convivencia armoniosa es bienvenido hoy, cuando la convivencia familiar parece estar experimentando un arduo desafío. Si la familia sólo es cristiana de nombre, ¿de qué puede dar testimonio? ¿Qué valor y papel tienen actualmente los modernos medios de comunicación social para el testimonio cristiano?

He aquí una de las características

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de la transmisión del mensaje en los nuevos medios y en las nuevas tecnologías. La evangelización en los nuevos medios de comunicación social es una evangelización sin el respaldo del testimonio, y también sin el inconveniente del anti-testimonio. Porque se trata de unos mensajes que nos llegan desde personas anónimas o desde personas o grupos cuya vida desconocemos. Eso tiene la ventaja de que el mensaje nos llega sin los escándalos del mensajero. Pero también tiene la desventaja de que el mensaje nos llega sin el crédito de una vida que lo respalde. Y esto tiene suma importancia cuando los mensajes en cuestión son mensajes evangélicos.

Cosa distinta es la imagen de las “iglesias cristianas” que difunden hoy los medios de comunicación.

Según sea positiva o negativa, puede ser una invitación a considerar el mensaje cristiano o una invitación a huir de todo lo que suene a cristianismo. ¿Cómo anda el testimonio cristiano en internet o en las redes sociales en estos momentos?

Remito a la respuesta anterior. La comunicación en las redes es casi siempre virtual. No sabemos del sujeto que está en la otra zona de conexión. En este sentido, no hay

ni testimonio ni anti-testimonio.

Cosa distinta son los relatos, las narraciones, los juicios, las valoraciones, las biografías que podemos encontrar en internet y en las redes. Unas son un auténtico testimonio humano y cristiano y otras son todo lo contrario. ¿Puede mencionar un testimonio cristiano que le haya impactado de forma especial recientemente?

Acabo de dar un cursillo sobre fe y misión a un grupo de jóvenes.

Me explicaban así la necesidad de tal cursillo: “No nos conformamos con ser voluntarios o pertenecer a una ONG, queremos ser misioneros, anunciadores de la fe cristiana”. Me impresiona oír esto de unos jóvenes en el momento actual. ¿Qué papel juega la alegría en el testimonio de la fe?

Un papel definitivo. Pero aquí no se ha de confundir la alegría con la carcajada. La alegría es sobre todo, sensación de vida con sentido, de misión cumplida, de satisfacción por lo que somos y hacemos, de ser útil para los demás…

Para un cristiano eso es calidad de vida. Y eso es lo que puede hacer pensar a quienes le ven: “Quizá valga la pena intentarlo”.

61 Catequesis, Catequesis hoy El despertar Situación y religioso en la familia problemática José María Pérez Instituto Superior de Ciencias Catequéticas. San Pío X

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amos a abordar, a partir de este cuadernillo, la catequesis en las diferentes etapas de la vida. Y comenzaremos hablando de la catequesis de los niños. Sin embargo, no me voy a ocupar de la “edad clásica” de la catequesis, es decir, de los 6 a los 10 años sino que, por su importancia, voy a hablar principalmente de la catequesis de niños de 0 a 6 años en relación con la educación y catequesis en la familia.

En estudios de psicología actuales se está tomando mucho interés alrededor de las competencias y potencialidades que se observan en los niños más pequeños. Hace muchos años, ya el médico americano F. Dodson escribía que “todo nos lo jugamos antes de los 6 años”. Hoy se dice, más a menudo, que “todo se juega en los tres primeros años”. ¿Ocurre lo mismo en la educación religiosa del niño?

LA CATEQUESIS EN LAS FAMILIAS: ¿ÓSMOSIS, INCULTURACIÓN, TESTIMONIO? Las encuestas que han podido hacerse han aportado una iluminación nueva sobre las condiciones de la transmisión de la fe. Hay una idea muy coincidente: la calidad del entorno familiar es determinante para la expresión y el desarrollo de la interioridad de los hijos. No se trata solo de dar tiempo y atención a los niños, es necesario ofrecer una calidad de presencia, desarrollar un clima de estima y confianza.

En el punto de partida, el pequeño se baña inconscientemente en el medio de la fe de sus padres. Camina progresivamente. Desarrolla su representación de Dios a partir de su manera de vivir y de comprender el universo religioso que se le ofrece. Vive su experiencia de fe generalizando su experiencia inmediata y concreta. El justo papel de los padres puede estar situado en un triple eje: Tener ellos mismos una relación filial con Dios, tener confianza en la acción de Dios, rodear al niño con el ejemplo y el testimonio. El despertar religioso consiste ante todo en “obrar” con el hijo, en un contacto de calidad con él, a través de gestos significativos, luego “hablar” abiertamente con él de su fe a partir de los múltiples elementos de la vida cotidiana. Se puede decir que en el despertar de la fe vivido en familia “lo vivido importa más que lo hablado y la manera de hacer predomina sobre el decir”.

Los padres son sensibles a las condiciones de vida de sus hijos. Vigilan –cada vez más– su desarrollo integral. Es posible recordarles que su misión es la de asegurar que el pequeño crezca en un entor-

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no favorable a su santidad física, mental y espiritual. Un elemento esencial en el crecimiento de un niño es garantizarle una estabilidad emotiva. Sobre este asunto, los adultos pueden ayudar de varias maneras: comprendiendo las características de la afectividad infantil; favoreciendo la expresión de esta afectividad (risas, lloros, enfados…) de una manera socialmente aceptable; desarrollando su confianza en sí mismo y su estima de sí mismo; animando a la creatividad. En este despertar, el juego ocupa un estatus específico e injustamente dejado por un buen número de adultos: el juego favorece la expresión personal, el crecimiento social y moral; permite al niño tolerar ciertas situaciones de rivalidad e incluso de agresividad; establece contactos sociales; da al niño la posibilidad de ser aceptado por los otros; lleva a la colaboración; lo introduce en los hábitos del medio. ¿Y el paso hacia una vida espiritual religiosa? Es necesario primeramente que una vida orgánica sea fecundada por una vida psíquica, también es necesario que en el origen de una vida interior sea fecundada por una vida espiritual.

CATEQUESIS Y/O ENCULTURACIÓN En lógica estricta, si se pone detrás de la palabra catequesis un contenido intelectual sistemático y riguroso, expresado en un lenguaje nocional, podremos admitir que eso no es lo que un padre y una madre deben hacer con sus hijos. Valdría mejor hablar de que para las actividades familiares se necesita un despertar a la vida de fe en familia.

Esta manera de designar las cosas presenta la ventaja de poner el acento primeramente sobre la vivencia cristiana más que sobre el conocimiento de los contenidos. Despertar a la vida de fe, es vivir cosas con los hijos, probar, sentir, actuar, tocar… Hablar de la fe en este sentido, será evocar

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un encuentro, una acogida y una posesión intelectual de un saber establecido. Es en familia, a través de todos sus sentidos, que el niño participa en lo que los adultos que le rodean habitualmente viven. Prueba sin tener necesidad de explicación.

Viendo como viven, aman, perdonan, etc. el niño aprende a vivir, amar, perdonar. Probando lo que sus padres viven de su fe, el niño se introduce naturalmente en la práctica cristiana del amor, se pone así en el camino del encuentro con Jesús. Es pues, primeramente, viviendo con los pequeños en coherencia con lo que creen, que los adultos evangelizan su vida en profundidad. La “catequesis familiar” si se continúa llamando así no se nutre de largos discursos, sino del testimonio de la vida cotidiana.

Es necesario pararse un instante para profundizar en las consecuencias de esta lógica. Con niños pequeños, ¿es correcto hablar de catequesis? Esta palabra, para esta edad ¿no es equivalente a un “proceso de enculturación? Efectivamente, con los pequeños estamos más en un proceso de enculturación: el niño vive en contacto con una comunidad creyente, con su vida ritual, su vida hecha de experiencia y su vida en el mundo. Vive en el corazón de las interacciones entre personas de todas las edades que descubren, comparten y celebran la vida. El despertar a la vida creyente de los pequeños, es una enculturación (una socialización) basada en la experiencia de fe de la comunidad donde se comparte percepción, conciencia y signo. Para comprenderlo, es mejor la formación (=enculturación, socialización) que la educación (=enseñanza).

CATEQUESIS POR ÓSMOSIS Hace ya muchos años, el gran especialista francés en catequesis, el Padre Joseph Colomb, hablaba con gusto a propósito del despertar religioso de los pequeños (0-3 años) “de una catequesis que procede por ósmosis” por la influencia del ambiente. Hablando de los 3-7 años, otros autores hablarán para el despertar de la fe de una “pedagogía de la atmósfera”.

CATEQUESIS Y/0 TESTIMONIO Los cristianos han vivido durante mucho tiempo un contexto de cristiandad. Se tenía el sentimiento de que todo el mundo era cristiano. Se pensaba incluso que los que no creían eran pura y simplemente por mala fe. Por ejemplo, se hablaba mucho de las conversiones “in extremis”: los no-cristianos volvían al momento crucial de su vida hacia lo que habían vivido secretamente. Durante mucho tiempo la mentalidad era que “tener fe, era lo normal”.

Desde los últimos años, los cristianos han comprendido la importancia de la increencia. Se ha entendido que nuestros contemporáneos, entre los cuales están los más activos y más comprometidos, estaban los increyentes. Durante mucho tiempo no se ha hecho caso al indiferentismo y a la increencia, cuando estaban apareciendo de manera patente.

Hoy, la increencia es cada vez más visible. En ciertos me-

En el hogar, la transmisión de la fe no pasará por una reflexión metafísica, ni por la experiencia mística, pasará por el testimonio dios esto está muy marcado: mundo obrero, mundo intelectual, el mundo de la enseñanza, el mundo de la juventud. Es decir, podemos hablar que son los grupos más activos de nuestra sociedad. La importancia de la increencia desborda incluso los datos estadísticos. Frente a estos descubrimientos, la reacción de muchos cristianos ha sido una toma de conciencia de sus responsabilidades en el anuncio de la fe.

Viendo la bajada de la práctica, era necesario anunciar la Palabra, sobretodo de manera verbal. A pesar de las numerosas conversiones individuales, a pesar de la inmensa buena voluntad y el saber hacer, se constata que esta hemorragia no ha cesado. Se dice: “La Iglesia es un obstáculo”. Ciertamente muchos aspectos de la Iglesia deben ser reexaminados. Pero corremos el riesgo de equivocarnos ya que la Iglesia no ha estado nunca tan cercana a los hombres como durante estos últimos 40 años, pero la bajada de creyentes continúa.

Entre las numerosas causas, tres merecen aquí nuestra atención, y nos va a servir para nuestro estudio de catequesis familiar: El lenguaje: El vocabulario del cristianismo proviene de un contexto de civilización totalmente extraño al nuestro. La Biblia utiliza las imágenes de un universo pastoral totalmente diferente. La teología, los textos litúrgicos, los textos del Papa y de los obispos, son para la mayor parte de las personas, en parte, incomprensibles. La asimilación no es inmediatamente posible.

La cuestión religiosa: Cuando el cristianismo nace y se difunde en el mundo antiguo, se sitúa en un universo religioso que está en búsqueda religiosa. El mundo actual es un mundo donde no hay demanda religiosa fundamental, por la mayor parte de las personas. Debemos suscitar la pregunta a la cual debemos responder.

El post-cristianismo: Las gentes que vamos a evangelizar son mejor descritas por la cua-

lificación de post-cristianas. Nuestros contemporáneos han oído hablar de la cuestión religiosa y la respuesta cristiana, pero han pasado ese momento. Es una cuestión que no les interesa más, es una cuestión superada. No son ni por, ni contra, sino más allá.

Ayer la religión cristiana se transmitía automáticamente de generación en generación, por presión social. Esto no quería decir que se llegaba a ser automáticamente discípulo activo de Jesucristo, pero uno se convertía en católico. Hoy, el paso de una generación a otra se ha convertido en algo aleatorio.

En el cuadro familiar, es, en la lógica del testimonio, donde la transmisión se da. Las condiciones actuales del testimonio son las de una gran gratuidad, de una gran pureza.

Por primera vez desde Constantino, la adhesión de fe se hace con la máxima libertad. El testimonio está en oposición completa con toda forma de proselitismo. Siendo respetuoso del otro, el testimonio no disimula la segunda intención. No se trata de ser el testigo de una ideología o una moral, se trata de ser el testigo de Cristo. Esta idea lleva automáticamente a una segunda; solo el que vive del descubrimiento del Otro puede testimoniar. La oración personal tiene una plaza decisiva. En el hogar, la transmisión de la fe no pasará por una reflexión metafísica, ni por una experiencia mística, pasará por el testimonio. Solo, en efecto, la presencia del testimonio permite que un acontecimiento pasado, lógicamente consagrado al olvido y a la desaparición, salte en el presente y pueda ser comprendido de forma actual y accesible. Esto que es verdadero para todos los creyentes, se debe dar más en la relación padres-hijos.

Juan Pablo II, en su mensaje del nuevo año de 1996 aborda también este aspecto: “Los pequeños aprenden bien pronto a conocer la vida. Observan e imitan el modo de actuar

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de los adultos. Aprenden rápidamente el amor y el respeto por los demás, pero asimilan también con prontitud los venenos de la violencia y del odio. La experiencia que han tenido en la familia condicionará fuertemente las actitudes que asumirán de adultos.

Por tanto, si la familia es el primer lugar donde se abren al mundo, la familia debe ser para ellos la primera escuela de paz.

Los padres tienen una posibilidad extraordinaria de dar a conocer a sus hijos este valor: el testimonio de su amor recíproco. Al amarse, permiten al hijo, desde el comienzo de su existencia, crecer en un ambiente de paz, impregnado de aquellos elementos positivos que constituyen de por sí el verdadero patrimonio familiar: estima y acogida recíprocas, escucha, participación, gratuidad, perdón.

Gracias a la reciprocidad que promueven, estos valores representan una auténtica educación para la paz y hacen al niño, desde su más tierna edad, constructor activo de ella.

El comparte con sus padres y hermanos la experiencia de la vida y de la esperanza, viendo cómo se afrontan con humildad y valentía las inevitables dificultades, y respirando en cada circunstancia un clima de estima por los demás y de respeto de las opiniones diversas de las propias. Es, sobre todo, en casa donde, antes incluso de cualquier palabra, los pequeños deben experimentar, en el amor que los rodea, el amor de Dios por ellos, y aprender que Él quiere paz y comprensión recíproca entre todos los seres humanos llamados a formar una única y gran familia”.

LA FE DE LOS PADRES Y LA DE LOS HIJOS Un antiguo profesor de “Lumen Vitae”, el padre André Godin ha publicado mucho a propósito “del Dios de los padres y el Dios de los hijos”. Resalto algunas ideas:

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• No es necesario ni maximizar ni minimizar la influencia paterna en educación religiosa. Se conocen padres que han dedicado todas sus fuerzas en convencer a su hijo de la importancia de la fe cristiana y de la práctica religiosa y no han logrado grandes resultados.

• Es nefasto tratar a Dios como un medio, para conseguir una causa educativa. Dios no existe para que los niños sean sabios y obedezcan a sus padres. “No metemos a Dios al servicio de nuestras metas educativas, incluso loables”. Dios no está más de lado de los padres que de los hijos.

• Importa favorecer una relación personal entre el niño y Dios. Desde ese momento, es necesario admitir que hay que apartarse progresivamente. Los padres se borran para dejar paso a Dios.

• Los padres deben evitar jugar con el miedo, incluso si es lo más fácil. No hay que presentar a Dios como el que da miedo y que está próximo a sancionar sus faltas.

Los padres que lo hacen de esta manera corren el peligro de hacer crecer en ellos una mala representación religiosa.

• La mejor y más duradera de las influencias paternas viene cuando los padres viven su propia relación con Dios: “Lo que el niño debe aprender sobre la autoridad de Dios, sobre los cuidados que Él toma por nosotros, sobre sus dones ofrecidos, no le vendrá de manera abstracta, ni por una enseñanza doctrinal. Si todo funciona bien, todo esto será vivido, visto, sentido por él. Los atributos de Dios se descubren en la vida con el padre, en la vida con la madre”.

• En la manera de contar la Historia sagrada, es peligroso insistir sobre la dimensión maravillosa de las narraciones ocultando su dimensión religiosa.

EL PAPEL DE LOS ABUELOS Los abuelos están cada vez más involucrados en el despertar en la vida creyente de los nietos. Encuestas serias muestran que son el principal medio para la transmisión del cristianismo. Los padres a menudo aceptan el ver cómo sus propios padres cuentan a sus hijos el Evangelio.

Monseñor Albert Rouet, obispo de Poitiers, dice, por ejemplo, que el papel de los abuelos es crucial cuando se trata de “encontrar sus raíces” y de “hacer memoria” de la aventura de la fe en la historia familiar. De manera más global, indico brevemente algunos subrayados sobre el papel de los abuelos en el despertar religioso: • Los abuelos no tienen la responsabilidad primera en relación al despertar religioso.

• No pueden forzar la mano de los padres, no pueden comenzar un chantaje afectivo a propósito de la religión • Su papel debe ser a la vez, más discreto y más

fundamental, ser testimonio.

Teniendo claras las convicciones y teniendo clara la manera de actuar, dejarán rasgos y trazos cristianos en el espíritu de los nietos.

• Es esencial respetar la libertad de los niños y las convicciones elegidas por los padres.

• A veces, abuelos y nietos se encuentran en un terreno original: la oración.

CATEQUESIS E INVERSIÓN DE PAPELES Los niños, con sus preguntas, por su capacidad de depurar las cuestiones teológicas de sus capas de pintura que finalmente las obstruyen y encontrando lo más puro, por su sed de aprender y de orar, los niños son ellos mismos los evangelizadores de los adultos.

En el bautismo, reciben el Espíritu Santo, Dios habita en ellos. Están incorporados con plenos derechos en la comunión eclesial. Desde estas palabras, se revisten y reciben una vocación misionera que ejercen primeramente cerca de sus propios padres.

El papa Juan Pablo II creía en el potencial evangelizador de los niños.

Cuando hizo su viaje a México en el año 1990, evocaba la figura de tres niños mexicanos, Cristóbal, Antonio y Juan. Desde muy jóvenes, fueron atraídos por el Evangelio y por el testimonio de misioneros, al punto de convertirse en colaboradores. “Son, dice Juan Pablo II, un ejemplo sublime e instructivo de la manera por la cual la evangelización es una tarea de todo el pueblo de Dios, ninguno debe ser excluido, incluso los niños son llamados a la evangelización”.

Florence Bruce tiene, ella también, bellas palabras sobre este potencial: “los niños nos enseñan a maravillarnos. Nos muestran el camino de la vida, el de la confianza en medio de las pruebas. Nos enseñan

Los abuelos tienen un papel discreto y fundamental en el despertar religioso de sus nietos: han de ser testimonio para ellos. Abuelos y nietos encuentran un terreno único donde comunicarse: la oración a ser como niños, es decir a creer lo imposible, a creer que Dios puede revolver la vida como puede cambiar el mundo”. Citemos además a Ulrich Becker que invita a los adultos a comprender qué significa cuando definimos a los creyentes como “niños de Dios”. ¿Se trata de una simple fórmula o de una manera de ser? ¿Y quién puede saber mejor qué significa ser un niño de Dios?

Uno de los mejores especialistas actuales de la pedagogía catequética de los niños N. Mette, escribe esta paradoja: “En educación religiosa, no hay tantos problemas en los niños como los podría haber con los adultos”. Cuando un adulto quiere transmitir alguna cosa a un niño, él se implica: Se plantea inmediatamente cómo situarse él delante de la pregunta religiosa. Enseguida los niños verán la posición que el adulto toma. Si el padre o la madre responden a una de estas cuestiones teológicas de su hijo con una banalidad insípida que no le compromete, este niño comprende que la pregunta no es importante para el adulto, y que sus padres rehúyen simplemente el reflexionar seriamente.

El trabajo de despertar la vida creyente de los niños llama pues inevitablemente y correlativamente a un trabajo con el adulto, con el fin de que este pueda reflexionar y afirmar sus posiciones y sus actitudes. No se tratará tanto de que el adulto sepa decir qué es la religión; se tratará más de ayudar a decir cómo esta religión es vivida en su propia vida. Una cuestión inicial para los padres que quieren un despertar religioso de sus hijos podría ser: “Decidme lo que es importante y precioso en vuestra vida para poderlo transmitirlo a la generación siguiente”. Si entra en este camino, el adulto será conducido él mismo, a reflexionar sobre las cuestiones esenciales de la vida: ¿Qué es lo que será mejor para mi hijo? ¿En qué entorno me gustaría que viviera? ¿Cómo me sitúo frente al dinero y al poder? Si mi hijo me interroga sobre este tema, ¿en qué sentido le voy a hablar? Como se ve, estos interrogantes sitúan la cuestión religiosa en el corazón mismo de la vida.

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Cuestiones Este cuadernillo está dedicado a los niños. Son “pequeños teólogos” y con sus preguntas claras e inocentes nos despiertan nuestras propias preguntas. A continuación tienes una selección de algunas de las preguntas hechas por niños/as de infantil y primaria. Están agrupadas por temas. El responder a cada una de ellas puede ser un buen ejercicio de debate, diálogo y una buena catequesis

¿Quién es Dios?

-¿Dónde estábamos antes de existir?

-¿Quién apareció primero, Adán y Eva o el mono?

morirme?

-¿Podemos tener varias vidas?

-Mi abuela murió hace tiempo y mi abuelo acaba de morir: ¿Están juntos?

-¿Cómo es posible que resucitemos si nos han incinerado?

-¿Por qué tenemos miedo de la muerte si sabemos que vamos a resucitar?

-¿Van al cielo los animales?

Dios, ¡escúchanos!

-¿Nos oye Dios cuando rezamos?

-¿Qué podemos hacer para escuchar a Dios?

-¿Por qué decimos En el nombre del Padre… y no Buenos días, Padre…?

La vida, ¡un misterio!

-¿Por qué tenemos que morir un día?

-¿Por qué no podemos elegir cuándo vamos a nacer y cuándo vamos a morir?

-¿Por qué nadie es igual?

Y entonces, ¿Quién es Dios?

-¿Soy yo importante para Dios?

-¿Por qué no vemos a Dios?

-¿Qué tenemos que hacer para querer a Dios?

Creer, ¡qué aventura!

-¿Para qué sirve creer en Dios?

-¿Por qué hay gente que no cree en Dios?

-¿Por qué se dice que amar a los demás es amar a Dios?

El veneno del mal -La vida a veces es cruel, ¿por qué Dios no hace nada?

-¿Por qué Dios, que es perfecto, deja que elijamos ser buenos o malos?

-¿Por qué hay personas que tienen de todo y otras se mueren de hambre?

-Y después de la muerte, ¿qué pasa?

-¿Qué me ocurrirá después de

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ORACIONES INFANTILES Padre bueno, danos un corazón atento; que nada nos aparte de ti.

Padre Bueno, danos inteligencia para conocerte Deseo de buscarte, sabiduría para encontrarte.

Padre bueno, danos un corazón Grande y misericordioso, capaz de comprender, de disculpar, de perdonar y, sobre todo capaz de amar _________ Dios Padre, cada día voy creciendo un poco más y me voy haciendo mayor.

Con mis ojos puedo ver las flores bonitas que cuidas.

Con mi boca puedo cantar y hablar con quienes me quieren y contigo también.

Con mis oídos escucho lo que me dicen.

Con mis manos pinto, ayudo y abrazo.

Con mis pies camino, salto y corro.

Todo mi cuerpo es una maravilla y te doy gracias por ello.

Amén

¿Qué es la nueva

S

e dice que la nueva evangelización es un término vacío, ambiguo, sin concreción.

Como si hubiese sido una ocurrencia del Papa Juan Pablo II. No es extraño por ello que, desde el inicio, en mis exposiciones se me pida una especie de definición de lo que es la nueva evangelización.

Lo hago con gusto. Comienzo con algunas expresiones: 1. Nueva evangelización es sinónimo de Concilio Vaticano II “en acción y actualizado”.

2. Es también mantener encendida la antorcha que nos legó el Papa Juan Pablo II en Novo Millenio Ineunte. Es una especie de despertador para nuestras conciencias que nos hace recordar dónde estamos y dónde no estamos como Iglesia; dónde Dios nos habla con claridad y dónde lo hace veladamente o casi oculto a través de los signos de los tiempos.

3. En definitiva, nueva evangelización es la urgencia de una Iglesia que tiene identidad y misión claras. Conscientes de que no vivimos ya en la cristiandad primera, ni siquiera en un régimen de cristiandad medieval, sino en el llamado post-cristianismo. En un cristianismo donde conviven restos de cristianos coherentes, mezclas de cristianos y paganos, y nuevas formas de vivir el cristianismo que ni siquiera son compatibles con él.

4. En cualquier caso, en la nueva evangelización no partimos de

cero, ni reinventamos la Iglesia.

Tampoco se trata de re-evangelizar o repetir lo que ya hicimos.

Ni realizar algo yuxtapuesto o contrapuesto a la pastoral ordinaria. Ni, por supuesto, se trata de romper el ecumenismo o de una nueva apologética hacia los no creyentes. Sí es descubrir un nuevo ardor o espíritu misionero, que conlleva nuevos lenguajes o expresiones y nuevos métodos pastorales. Porque la nueva cultura de hoy exige anunciar “desde dentro de ella misma” la Buena Noticia de Jesucristo y de su Evangelio.

5. En resumen, nueva evangelización, como se deduce de los “Lineamenta” sinodales es un nuevo dinamismo misionero de toda la Iglesia de hoy, que se sabe que no es para ella misma sino para evangelizar, que nos lleva a verificar y discernir los pasos dados y cómo es nuestra pastoral, para dar respuesta a los nuevos retos socio-culturales donde a veces no estamos, en el contexto de las Iglesias particulares, e imbuidos de una espiritualidad y vida de oración profundas. Sin el Espíritu Santo y sin la santidad de vida, de personas y comunidades, no habrá nueva evangelización porque no habrá nuevos evangelizadores. Sólo los hombres y mujeres tocados por Dios serán capaces de abrir la mente y el corazón de nuestros contemporáneos a los misterios de Dios. Nueva evangelización no es otra cosa, en definitiva, que mostrar a la humanidad de hoy el “arte de Vivir, según el

evangelio de Jesucristo” (Benedicto XVI). Así será nueva y verdaderamente evangelización.

Urge evangelizar Insistimos en ello: La llamada de los últimos Papas es nítida: necesitamos evangelizar. También desde nuestras iglesias locales. ¿Por qué?

Estamos en un momento de gracia (de “kairós”). Hemos tenido que hacernos las mismas preguntas que un día se hizo el Vaticano II: “Iglesia, ¿qué dices de ti misma y qué rostro quieres ofrecer a los hombres y mujeres de hoy?”.

No es un reinventar la Iglesia (“partiendo de cero”). Sí es un redescubrir y consolidar la Iglesia del Vaticano II: “Misterio de comunión para la misión”. Y un hacer realidad la Iglesia de la Trinidad: Que somos Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, Templo del Espíritu Santo. El reto: traducir la comunión en corresponsabilidad y la misión en evangelización.

Hemos redescubierto que la Iglesia no es para ella misma, sino para evangelizar y ser servidora de los hombres (samaritana). El Espíritu ha subrayado dónde tiene que estar la Iglesia en este momento histórico: allí donde se hace la cultura y la sociedad (presencia pública).

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Hemos redescubierto que todos en la Iglesia (religiosos, sacerdotes, laicos) somos Iglesia; todos somos necesarios; todos tenemos la misma dignidad y todos estamos enviados a la misma misión.

Hemos compartido una gozosa experiencia: el Espíritu nos ha unido en lo esencial y, a la vez, ha manifestado la riqueza y sana pluralidad de una Iglesia con diversos dones, vocaciones, carismas y ministerios.

Queremos, con la fuerza del Espíritu, y cimentada en Jesucristo, hacer posible una Iglesia que vive la fe, el amor y la esperanza cristianos.

Hemos querido apostar con fuerza y valentía por los más necesitados. Sentimos una llamada a “equilibrar” todas las dimensiones de Iglesia: la comunión, la celebración, el anuncio evangelizador y el compromiso. En el mundo rural y el mundo urbano, con sus problemas y esperanzas.

Queremos hacer posible un nuevo Pentecostés y una nueva primavera para la Iglesia.

Para ello hemos hecho la misma experiencia de los discípulos camino de Emaús: nos hemos contado nuestros problemas; hemos descubierto que Jesús caminaba a nuestro lado; nos hemos identificado en el compartir el pan de la Eucaristía y nos hemos sentido llamados a anunciar hoy la Buena Noticia. Seguimos creciendo en una Iglesia de sinodalidad, carismática y sinérgica con reconocimiento y potenciación de los ministerios, carismas, funciones, estados y vocaciones con los que el Espíritu enriquece a su Iglesia; creemos en el redescubrimiento de la corresponsabilidad de todo el Pueblo de Dios. Y creemos en una Iglesia encarnada, y al mismo tiempo, peregrinante hacia la nueva Jerusalén. De todo ello, nuestras diócesis tienen que ser signo transparente e inequívoco. Raúl Berzosa. Obispo.

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HASTA QUE CRISTO SE FORME EN VOSOTROS josé antonio pérez, ssp

Santos canonizados Desde el principio, los cristianos han dedicado un culto especial a los hermanos difuntos que en su vida fueron testigos de Cristo, o por el martirio sufrido por su fe, o porque vivieron las virtudes cristianas en forma heroica

L

a jerarquía ha querido garantizar la legitimidad de este culto con una atención especial, que ha ido creciendo a lo largo de los siglos hasta llegar a la legislación actual, caracterizada por la cautela y el rigor en los procedimientos para el reconocimiento de la santidad.

En la historia de la Iglesia la iniciativa de la veneración de los santos ha nacido siempre del pueblo fiel, no de la jerarquía; ésta interviene luego en el discernimiento y con su aprobación para garantizar la verdad y la legitimidad del culto.

Esta intervención ha experimentado, a través de los siglos, una gran evolución, sea en cuanto a los métodos, sea en cuanto a la autoridad competente para decla-

rar santo a un siervo de Dios, sea por cuanto se refiere a la investigación previa a la canonización, y ha seguido un proceso lento antes de llegar a una legislación precisa. Actualmente –decía Benedicto XVI a los miembros de la Congregación para las causas de los santos el 24 de abril de 2006– “las causas se instruyen y estudian con sumo cuidado, buscando diligentemente la verdad histórica, a través de pruebas testimoniales y documentales omnino plenae, ya que no tienen otro objetivo sino la gloria de Dios y el bien espiritual de la Iglesia y de aquellos que buscan la verdad y la perfección evangélica”.

Será interesante recorrer, aunque sea brevemente, este largo cami-

no de la Iglesia en la historia de la canonización, la beatificación, y el culto a los santos.

Desde los comienzos hasta el siglo VI En los comienzos de la vida de la Iglesia, el culto a los mártires (“testigos”) nacía espontáneamente, como fruto del entusiasmo y la veneración de los fieles hacia aquellos que consideraban héroes de la cristiandad perseguida. Además de los apóstoles y los demás discípulos de Jesús, durante los tres primeros siglos del cristianismo, en el período de las persecuciones que tuvieron lugar en el vasto territorio del Imperio Romano, los mártires daban el máximo y extremo testimonio de

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la persona y el mensaje de Cristo con el derramamiento de su sangre. La relación de este testimonio con la enseñanza de Cristo era muy viva en la Iglesia primitiva.

Esta “canonización” se basaba esencialmente en dos elementos: la memoria que la comunidad cristiana conservaba de la presencia de los mártires, y los milagros, como signo de su presencia incluso después de su muerte. Expresión del culto era la celebración de dies natalis y las numerosas acta martyrum (la primera es la de san Policarpo de Esmirna, 69-155) y vitae sanctorum. Este reconocimiento llevaba a la veneración de los sepulcros de los mártires, a menudo con la erección de iglesias y capillas, a las que los fieles acudían en peregrinación, y con la petición de gracias y milagros, que se convertían en signo y criterio casi exclusivo de su santidad. La autoridad eclesiástica se limitaba a permitir este culto, con una vigilancia especial para evitar los abusos.

Ya en el siglo III, pero sobre todo con la paz de Constantino, a principios del siglo IV, el mismo criterio se extiende también a los confesores: los que no habían testimoniado su fe con el derramamiento de su sangre, sino con una vida virtuosa y santa –equiparada cada vez más a un verdadero martirio– y con los milagros realizados por su intercesión, durante la vida o después de su muerte, como la mejor prueba de su santidad. La “canonización” la realiza el pueblo por la vía de los hechos; a la veneración del confesor se asociaba a continuación el clero y el obispo, quien reconocía este culto con su inscripción en el catálogo de los santos o con la traslación de sus reliquias a una iglesia o capilla, que se convertía en lugar de peregrinación, donde se expresaba la devoción con la invocación de su intercesión, y con diversos actos de culto en el dies natalis. También para los confesores se componían passiones, a menudo llenas de prodigios y hechos milagrosos, que llegaron a constituir un elemento preponderante, hasta el punto de crear la convicción de que no puede haber

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santidad sin milagros.

La canonización episcopal Así, desde el siglo VI hasta las primeras décadas del siglo XIII, mientras está en acto un alejamiento progresivo entre Constantinopla y Roma, en un clima de profundos contrastes entre violencia y santidad, en una época de grandes obispos, monjes misioneros, reyes convertidos y princesas fundadoras, una época de ermitaños y peregrinos (Jerusalén, Roma y Compostela), se instaura y llega a ser habitual en la Iglesia la práctica comúnmente denominada canonización episcopal. De hecho, la proliferación de “vidas”, escritas sin demasiada preocupación crítica, y de colecciones de milagros a veces fantásticos, hace necesaria la presencia y la intervención del obispo, a quien se pide el cometido de determinar la verdad de los hechos y actuar con prudencia y seriedad en canonizar o colocar entre los santos a una persona fallecida. A partir de los siglos VI-X se va perfilando lentamente una legislación canónica a través de la invención, la elevación y la traslación de las reliquias por parte del obispo local, a menudo con el consentimiento de su metropolita y del sínodo provincial.

Muchas de estas invenciones prodigiosas estuvieron promovidas por el papa san Dámaso, mientras que se deben a san Ambrosio varias invenciones prodigiosas y diversas traslaciones de cuerpos de mártires. Más tarde, a partir del siglo IX, se añadió la solemne declaración por medio de un decreto llamado comúnmente canonización, emitido en una asamblea del clero diocesano o en un sínodo episcopal. A estas canonizaciones formales hay que añadir otras muchas de facto: el culto local como movimiento espontáneo de los fieles a muchos siervos de Dios, no siempre con suficiente

Durante los tres primeros siglos de la vida de la Iglesia, el culto a los mártires (testigos) nacía espontáneamente.

discernimiento, cuando no con abusos, por ejemplo en el tráfico y el comercio de reliquias. Será el concilio de Maguncia (813) el que establezca la canonización por decreto, a pesar de que el procedimiento anterior continuará hasta el decreto Audivimus emitido por Alejandro III (1179), que transforman en obligatorio las Decretales de Gregorio IX (1234). Una de las primeras canonizaciones episcopales fue la de san Martín de Tours (el año 461).

Durante más de seis siglos, la canonización episcopal fue el procedimiento legítimo y normalmente practicado en la Iglesia. Los criterios eran: la existencia de fama de santidad y de milagros, o del martirio; presentación al obispo de una biografía, con especial énfasis en los hechos milagrosos, y la aprobación oficial del culto por parte del obispo o de un sínodo, mediante la traslación.

La canonización pontificia Sobre todo a partir del siglo XIII, se asiste a una evolución importante: el paso, casi imperceptible a la canonización pontificia. Las intervenciones del papa aparecen al principio más bien ocasionales; pero la opinión de que una canonización realizada por el papa tenía mayor autoridad, hizo que las peticiones fueran cada vez más numerosas. La primera canonización papal históricamente certificada es la de san Udalrico (Ulderico o Ulrico), obispo de Augsburgo, realizada por Juan XV en 993, durante un sínodo romano de Letrán.

Poco a poco se fue conformando

Benedicto XVI ha destadado la diferencia teológica y litúrgica entre la beatificación y la canonización. También ha elevado el número de expertos de la Consulta médica un procedimiento más rígido, que finalmente se convirtió en exclusivo, especialmente a partir de las Decretales de Gregorio IX. La primera canonización realizada por este papa fue la de san Francisco de Asís, en 1226, con una fórmula similar a la actual, y cuyas actas se conservan en su integridad.

Un caso curioso sin conclusión positiva es el de Hildegarda de Bingen que, aunque considerada santa, nunca ha sido formalmente canonizada.

Poco a poco se fueron añadiendo en las bulas de canonización una breve descripción de la vida y milagros, el examen de los mismos, la investigación sobre la vida y milagros, y el envío a Roma para su examen, aprobación y canonización formal, con la elección de algunos prelados para exponer el contenido del proceso, la formulación de los textos litúrgicos...

Sixto IV concedió la facultad de un culto limitado a los protomártires franciscanos (1481): sería el primer caso de lo que más tarde constituirá la beatificación. La primera beatificación formal será la de Francisco de Sales, celebrada por Alejandro VII el 8 de enero de 1662.

El 22 de enero de 1588 el Papa Sixto V encomendó a la Congregación de los sagrados Ritos la competencia y la ordenación de las causas de canonización. La última canonización según el estilo antiguo fue la de san Diego de Alcalá (13 de noviembre de 1463). Esta ordenación se fue desarrollando en el transcurso del tiempo, especialmente por obra de Urbano VIII (que estableció, como via ordinaria la del non cultu –o per viam cultus para los siervos de Dios a los que se tributaba un culto al menos desde cien años

Arriba, reliquias ex-ossibus de santos carmelitas. (www.sicutoves. blogspot.com)

antes de 1634– y dejó prácticamente fijado el procedimiento canónico completo) y Benedicto XIV (Prospero Lambertini, 17401758), cuya obra de sistemación de toda la legislación permaneció como regla durante casi dos siglos.

Muchas fueron las intervenciones de los papas posteriores. Hay que resaltar las de León XIII, san Pío X, Pío XI y Pío XII. Pablo VI, con la Sanctitas clarior (19 de marzo de 1969) estableció un único proceso cognicional para recoger las pruebas, instruido por el obispo; con la reforma de la Curia romana, el 8 de mayo de 1969, en lugar de la Sagrada Congregación de Ritos, estableció dos nuevos dicasterios, uno para regular el Culto divino, y otro para tratar las Causas de los santos.

La legislación actual El Código de Derecho Canónico, del 25 de enero de 1983, remite a una peculiar ley pontificia para las Causas de los santos. El beato Juan Pablo II, para satisfacer las exigencias de los estudiosos y los deseos de los obispos, que habían pedido reiteradamente que se agilizase el procedimiento, manteniendo firme la certeza de las investigaciones, y privilegiando la doctrina de la colegialidad propuesta por el Vaticano II, estableció nuevas normas con la constitución apostólica Divinus perfectionis Magister (25 de enero de 1983), válida para la Iglesia latina y para las Iglesias orientales, derogando las disposiciones promulgadas por sus predecesores y las normas establecidas por el Código de Derecho Canónico de 1917 para las causas de beatifi-

cación y canonización. Esta constitución apostólica se completó posteriormente con las Normas que deben observarse en la investigación diocesana sobre las causas de los santos, publicadas el 7 de febrero de 1983 por la Congregación para las causas de los santos. Más tarde, la misma Congregación publicó la instrucción Sanctorum Mater, que no es un texto legislativo, sino una ayuda práctica para la aplicación de las Normas en la realización de las investigaciones diocesanas, para favorecer la colaboración entre la Santa Sede y los obispos, y “tiene como finalidad aclarar las disposiciones de las leyes en vigor sobre las causas de los santos, facilitar su aplicación e indicar la manera de llevar a cabo lo establecido en ellas... subrayando de manera práctica y por orden cronológico el modo de su aplicación” y salvaguardando la seriedad de las investigaciones.

Posteriormente, también Benedicto XVI ha querido contribuir con tres medidas: destacando la diferencia teológica y litúrgica entre la beatificación y la canonización; elevando el número de expertos de la Consulta médica; concediendo a la Congregación la facultad de nombrar siete relatores ad casum además de los previstos por oficio.

Para concluir, recordemos que “cuando la Iglesia y los teólogos estudian y contemplan a los santos y proponen su veneración e imitación –afirmaba Mons. Bartolucci, Secretario de la Congregación, en una entrevista–, no hacen más que indicar rutas seguras para llegar a la verdad de Dios y penetrar en el misterio de la Iglesia, que es santa y santificadora”.

Con palabras de Benedicto XVI (17 de diciembre de 2007): “Los santos, si se presentan adecuadamente en su dinamismo espiritual y en su realidad histórica, contribuyen a hacer más creíble y atractiva la palabra del Evangelio y la misión de la Iglesia. La santidad siembra alegría y esperanza, responde a la sed de felicidad que, también hoy, los hombres experimentan”. Un desafío para todos nosotros.

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WEB Y REDES SOCIALES juan carlos pinto

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PERSONAJES BÍBLICOS HOY concepción lópez

“12 Todas las mujeres de Israel acudieron para verla y la bendecían danzando en coro. Judit tomaba tirsos con la mano y los distribuía entre las mujeres que estaban a su lado.

13 Ellas y sus acompañantes se coronaron con coronas de olivo; después, dirigiendo el coro de las mujeres, se puso danzando a la cabeza de todo el pueblo. La seguían los hombres de Israel, armados de sus armas, llevando coronas y cantando himnos. 14 Judit entonó, en medio de todo Israel, este himno de acción de gracias y todo el pueblo repetía sus alabanzas: 16 1 ¡Alabad a mi Dios con tamboriles, elevad cantos al Señor con címbalos, ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza, ensalzad e invocad su Nombre!

2 Porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras, porque en sus campos, en medio de su pueblo, me arrancó de la mano de mis perseguidores.

3 Vinieron los asirios de los montes del norte, vinieron con tropa innumerable; su muchedumbre obstruía los torrentes, y sus caballos cubrían las colinas.

4 Hablaba de incendiar mis tierras, de pasar mis jóvenes a espada, de estrellar contra el suelo a los lactantes, de entregar como botín a mis niños y de dar como presa a mis doncellas.

5 El Señor Omnipotente por mano de mujer los anuló”.

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ueremos acercarnos hoy a la figura de una mujer bíblica introducidos por esta escena en la que un grupo de mujeres, con Judit a la cabeza, va entonando un salmo de alabanza para festejar su victoria sobre el enemigo, como ya hiciera María cantando y danzando tras el paso del mar Rojo (Éx 15,20-21). La trama comienza con la presentación de Nabucodonosor, “rey de los asirios en Nínive” (ya sabemos, por la historia, que Nabucodonosor fue rey de Babilonia…), que decide hacerle la guerra al rey de Media e invita a participar en ella a los pueblos del contorno. Éstos no acuden a su convocatoria, de modo que Nabucodonosor realiza la guerra solo, vence a su enemigo (1,13-16) y decide llevar a cabo una campaña militar absolutamente destructiva contra sus vecinos, en venganza por desatender su llamada. Desde el primer momento, el narrador nos deja claro el orgullo y prepotencia del rey Asirio. Orgullo compartido por su general, Holofernes, quien, valiéndose de un ejército “tan numeroso como la langosta y como la arena de la tierra” (2,20), pasa “devastando”, “arrasando”, “incendiando” y “exterminando” (2,23-28), hasta lograr la rendición y vasallaje de todos sus vecinos.

Todos, menos uno: el pequeño e insignificante pueblo de Israel, adorador del “Dios del cielo”. Enfurecido e indignado por la resistencia de ese ridículo enemigo, Holofernes rodea Betulia y planea vencerles sin entablar batalla, tan solo asediando la ciudad y cerrando el paso a las fuentes de agua. El salmo canta el plan terrible del enemigo: estrellar contra el suelo a los niños de pecho, violar a las mujeres o tomarlas como esclavas sexuales, asesinar a los jóvenes, incendiar las cosechas… Destruirlo todo y a todos de raíz. Nada distinto de lo que se sigue haciendo hoy en las docenas de conflictos bélicos de todo el mundo. Pero no sabía Holofernes que el Dios quebrantador de guerras saldría a rescatar a sus pequeños.

Después de treinta y cuatro días cercados por el ejército asirio, el pueblo, desfallecido de hambre y sed, “clamó a grandes voces” y reclamó a los dirigentes de la ciudad la rendición. “Seremos sus esclavos pero salvaremos la vida…”, dicen los hombres de Betulia (7,27). La situación nos recuerda la de los israelitas

que claman en el desierto y piden retornar a las hoyas de Egipto…

Entonces los ancianos decidieron esperar cinco días más para ver si, en ese plazo, Dios hacía algo.

Y es en este momento, en el que el pueblo clama desde el fondo de su desesperación, cuando surge y se eleva la figura de una mujer, Judit, una joven viuda, rica, hermosa y temerosa de Dios, dispuesta a “hacer algo que se transmitirá de generación en generación” (8,32). El capítulo 8 nos describe a Judit y su situación vital: viuda desde hacía tres años, permanecía en su casa desde la muerte de su marido, ceñida de sayal y vestida de viuda, y llevando una vida austera de ayunos y oración. Con todo, no resulta una figura sombría. En las fiestas de Israel, Judit sabe participar del regocijo de los suyos (8,6).

Judit, una mujer de oración y acción Un dato llama la atención en la presentación de la protagonista Judit: ella se había hecho construir un ático en la terraza de su casa. Y dice Juan Manuel Martín Moreno, al respecto: “Desde allí podía contemplar el cielo y las estrellas, pero también podía contemplar las calles de su ciudad y los sufrimientos de sus gentes (…). En su sabiduría, Judit creó un espacio de libertad donde mantener un contacto íntimo con Dios. Y desde esta atalaya, desde este pequeño espacio liberado y liberador, fue capaz de percibir los peligros reales de su gente

y sacarla de su desesperación y derrota. En esos momentos de oración, recibió la inspiración para determinar la estrategia a seguir y la increíble fuerza para entrar en la boca del lobo y meterse en la misma tienda del general Holofernes y cortar su cabeza.

Al final de la historia, Judit, “la judía”, consigue liberar a su pueblo de aquel Hitler cruel que amenazaba con el genocidio de su pueblo. Judit no se limitó a orar en su oratorio sino que arriesgó su vida en el intento, superando todos sus miedos”.

Judit no es la única mujer que, en la Biblia, pospone la salvaguarda de su propia vida por el bien de su pueblo. Ester también se expuso ante el voluble y caprichoso rey Asuero. Tampoco es el único personaje que lucha desde la desproporción de la fuerza, desde una evidente debilidad frente a un enemigo imponente: el niño David luchó contra Goliat, Yael acabó con Sísara, Gedeón luchó contra miles él solo acompañado por su escudero… En Judit volvió a hacerse realidad la Palabra de Dios que nos promete que, en nuestra debilidad, triunfa su fuerza (cf. 2 Co. 12,9-10) . Ésta es, en resumen, la historia de Judit, mujer llena de sabiduría, inteligencia y bondad (8,29), mujer que creyó en el poder de Dios para salvar a su pueblo a su modo y en su tiempo, y colaboró con él incluso poniendo en peligro su vida. De ella tenemos mucho que aprender. Por ejemplo, su ca-

Oramos el Nombre de Dios Saborea en tus labios y en tu corazón los Nombres de Dios que sugiere el libro de Judit.

Y mientras los pronuncias y los rumias en tu interior, exprésale tu confianza en sus designios de vida, y tu disponibilidad a colaborar con Él a través de tu acción (Jud 8,17.35): Dios de los humildes, Defensor de los pequeños, Apoyo de los débiles, Refugio de los desvalidos, Salvador de los desesperados, Señor de los cielos y la tierra, Dios de toda fuerza y poder, que abates la soberbia y la altanería, Señor, quebrantador de guerras… no hay otro Dios fuera de Ti. pacidad de estar continuamente conectada con Dios, con “la mente de Dios” (cf. 8,12-17), con su modo de actuar y sus designios, lo que la hacía más sagaz que los ancianos y más sensible a la desdicha de su prójimo. Judit fue puente, mediadora y madre de Israel. Su fuerza le venía de Dios.

No permaneció instalada en la seguridad de su estatus. Bajó de su seguridad, entró en el peligro de la mano de su Dios, destruyó al opresor, consoló a su pueblo… “y ya nadie atemorizó a los israelitas mientras vivió Judit ni en mucho tiempo después de su muerte” (16,25). (conchipddm@gmail.com)

1. ¿Vivimos con los ojos y los oídos abiertos al “clamor” de quienes nos rodean? ¿Conocemos nuestra situación social? ¿Somos conscientes de las situaciones desesperadas de tanta gente, sobre todo en la crisis económica que atraviesa nuestro país? ¿Meditamos y decidimos, en nuestro ático interior, en sintonía con Dios, qué podemos hacer nosotros?

2. Lee atentamente el libro de Judit y toma nota de sus protagonistas y de los rasgos que les caracterizan.

3. Junto al conflicto militar, en el libro se descubre un conflicto religioso: ¿quién es “el dios” de Holofernes y cómo pretende imponerlo a los pueblos vencidos? ¿Descubres algún paralelismo con la situación socio-religiosa actual?

4. Fíjate en las oraciones de Judit de los capítulos 9 y 16. ¿Qué imagen de Dios nos transmiten? ¿Son oraciones de acción de gracias, de alabanza, de súplica? ¿Cómo transforma la oración a la orante Judit de cara a actuar como actúa Dios?

5. Puedes profundizar en el libro de Judit ayudándote de la lectura de Emiliano Jiménez Hernández, Judit, prodigio de belleza, San Pablo 2005.

6. A partir de esta Palabra de Dios, escribe tu propia oración.

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CINE Y VALORES HUMANOS

equipo de pastoral y formación

la fuente

de las s e r e j mu

L

a película está ambientada en una aldea montañesa.

Y su acción transcurre hoy.

Mihaileanu nos sumerge en una cultura muy distinta a la nuestra. Subdesarrollo cultural, social, económico y tecnológico. Religión islámica. Mentalidad tradicional, conservadora. Paisaje árido. Casas de adobe, menudas, sin mobiliario, sin luz eléctrica, sin agua corriente. Calles que son cuestas de piedra y polvo. Hombres barbudos. Vestidos con largas túnicas blancas o a la occidental. Un único trabajador: el maestro. Los demás pasan las horas sentados a la puerta de la cantina bebiendo té y conversando. Hay sequía. Es inútil salir a trabajar al campo. Las mujeres trepan por un camino de cabras hasta la única fuente. Mu-

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jeres multicolores. Tocadas con velo. Los rostros descubiertos, tostados, ajados. Rostros que son espejos de almas doloridas, sin esperanza, resignadas. Mujeres que acarrean, encorvadas, el agua a la aldea con baldes. Mujeres jóvenes y ancianas, algunas preñadas.

Cargadas con los baldes llenos de agua, las mujeres regresan a la aldea despacio, con miedo a resbalar. Una de las preñadas tropieza, cae, aborta. Leila se rebela. Ella también perdió un hijo en la senda del agua. Leila es forastera. Llegó a la aldea casada con el maestro. Es la única que sabe leer y escribir. Es la única capaz de cuestionar la tradición y desear un futuro diferente.

Leila se rebela e insta a sus compañeras a rebelarse.

Sorpresa en los ojos, y miedo. ¿Una huelga de amor? ¿Cómo negar al propio marido su derecho a mantener relaciones sexuales con la esposa legítima? Pero Leila no está sola. Otra mujer le apoya.

Una anciana experimentada. La casaron a los trece años. Parió a su primer hijo a los catorce. Aún sufrió otros trece embarazos, muchos de ellos malogrados.

Conoce la vida y el corazón de cada hombre de la aldea. Sabe.

Sabe que los hombres no harán nada por canalizar el agua hasta la aldea. Ellos no hacen el trabajo, no corren riesgos. Se aferrarán a su comodidad y a la tradición.

Si las mujeres quieren de verdad mejorar sus condiciones de vida, deberán presionarles. Y una huelga de amor dará a los hombres donde más les duele y les obligará a reflexionar.

Tras mucho discutir los pros y los contras, las mujeres se declaran en huelga de amor. Cantan y bailan. Hay un brillo de esperanza en sus ojos. Los hombres no comprenden. Se molestan. Se enfadan. Unos, gritando, amenazan a sus esposas. Otros van más lejos, les agreden. Los hombres celebran asambleas. La mayoría no quiere cambios ni que se cuestione su preeminencia en el hogar. El maestro y algunos jóvenes comprenden. Y defienden a sus esposas. Son expulsados de la comunidad. El imán, sabio, prudente y versado en las escrituras sagradas, intenta convencer a

A la derecha, el director de la película, Radu Mihaileanu.

Leila. Que desconvoque la huelga.

Argumenta con citas del Corán.

Leila también conoce el Libro. Espiga en él sentencias que justifican sus reivindicaciones. Tablas en el damero dialéctico. La huelga continúa.

Un forastero llega a la aldea. De profesión, periodista. Su trabajo, el estudio de los insectos de la vida minúscula. Su interés secreto, Leila. Ella fue su primer amor, pero lo casaron con una rica heredera. Ha venido a trabajar.

Observa y escribe. ¿Cómo afecta la sequía a la vida de los insectos?

Las mujeres, y los hombres que están de su parte, ponen sus esperanzas en él. Un periodista puede dar a conocer al mundo su sufrimiento. Pero a él sólo le preocupan los insectos. El maestro intenta convencer al periodista: Tu trabajo es escribir lo que ves y lo que oyes. Ve a la fiesta. Y lo que veas y lo que oigas, lo escribes.

Todo periodista es curioso por naturaleza. El forastero baja a la ciudad, se mezcla con los peregrinos, permanece atento.

Y ve a los hombres de la aldea bailar. Y les oye cantar alabando al Creador y las tradiciones. Y ve un grupo de mujeres con el rostro velado que se suman a la danza. Y ve como a los hombres

La fuente de las mujeres es una película bella y dura, como el desierto. Es una película que invita a contemplar el vacío, a escuchar el silencio, a reparar en lo esencial.

Es una película que mueve a creer, a progresar. La fuente de las mujeres puede herir la sensibilidad del espectador acomodado, del burgués satisfecho de sí mismo y de su vida. Sólo es apta para viajeros, nómadas y peregrinos se les muda el semblante cuando las bailarinas se descubren. ¡Son sus esposas! Y oye el canto de las mujeres, sus dolores, sus reivindicaciones, sus esperanzas.

Y escribe una columna para su periódico sobre aquellas mujeres anónimas. Y da por concluido su estudio de las vidas minúsculas El canto de las mujeres en la fiesta de la cosecha llega a todos los oídos, también a los del gobierno. El agua de la montaña se canaliza hasta la aldea. El sol se alza de nuevo. Pero, esta mañana, las mujeres no trepan por un camino de cabras. Los hombres se muestran agradecidos con los funcionarios del gobierno: Este pequeño esfuerzo suyo significa tanto para nosotros... Gracias.

Muchas gracias. Si ya lo decíamos nosotros... Nuestras mujeres...

Las pobres... Y alzan sus vasos de té. Y brindan satisfechos.

La fuente de las mujeres. Una película con sabor étnico. Una ventana abierta a una cultura exótica para los occidentales.

Una película interesante para el curioso. Una cultura lejana, sí, pero a la vez cercana. Leila y su gente son desde hace años nuestros vecinos. Y no dejaron atrás su visión de la realidad, sus valores, sus costumbres, sus conflictos, sus esperanzas. Una película que invita a mirar y escuchar sin prejuicios, al diálogo y a la cooperación intercultural.

Leila y sus paisanas sufren, se rebelan, luchan, progresan. La película invita también a afrontar el propio dolor, a diagnosticar sus causas, a cuestionar las propias convicciones, a creer en un futuro diferente, a dinamizar las propias energías hacia la búsqueda de la verdad y de los auténticos valores humanos, a la construcción solidaria de un mundo nuevo.

TÍTULO: La source des femmes (The Source). Año 2011.

NACIONALIDAD: Francia.

DIRECCIÓN: Radu Mihaileanu.

PRODUCCIÓN: Coproducción BélgicaFrancia-Italia; Elzévir Films / Europa Corp. / Indigo Film.

PREMIOS 2011: Premios Cesar: Nominada a Mejor actriz (Leïla Bekhti) y Mejor vestuario 2011. Festival de Cannes. Sección oficial a concurso.

GUIÓN: Radu Mihaileanu, Alain-Michel Blanc.

FOTOGRAFÍA: Glynn Speeckaert.

REPARTO: Hafsia Herzi, Leïla Bekhti, Zinedine Soualem, Sabrina Ouazani, Malek Akhmiss, Saad Tsouli.

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SANTOS DE NUESTRO SIGLO la redacción

B

La esclava de África

enedicto XVI ya puso su vida como referente en “Spe salvi”, en este documento, decía: “El ejemplo de una santa de nuestro tiempo puede en cierta medida ayudarnos a entender lo que significa encontrar por primera vez y realmente a este Dios.

Me refiero a la africana Josefina Bakhita, canonizada por el Papa Juan Pablo II. Nació aproximadamente en 1869 –ni ella misma sabía la fecha exacta– en Darfur, Sudán. Cuando tenía nueve años fue secuestrada por traficantes de esclavos, golpeada y vendida cinco veces en los mercados de Sudán. Terminó como esclava al servicio de la madre y la mujer de un general, donde cada día era azotada hasta sangrar; como consecuencia de ello le quedaron 144 cicatrices para el resto de su vida.

Por fin, en 1882 fue comprada por un mercader italiano para el cónsul italiano Callisto Legnani que, ante el avance de los mahdistas, volvió a Italia. Aquí, después de los terribles dueños de los que había sido

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propiedad hasta aquel momento, Bakhita llegó a conocer un dueño totalmente diferente –que llamó Paron en el dialecto veneciano que ahora había aprendido–, al Dios vivo, el Dios de Jesucristo... En este momento tuvo esperanza; no sólo la pequeña esperanza de encontrar dueños menos crueles, sino la gran esperanza: yo soy definitivamente amada, suceda lo que suceda; este gran Amor me espera. Por eso mi vida es hermosa. A través del conocimiento de esta esperanza ella fue redimida, ya no se sentía

En esta página, dos fotogramas de la película que se hizo en su día sobre Josefina Bakhita: “La santa de África”.

MÚSICA

CD 12 €

esclava, sino hija libre de Dios... Así, cuando se quiso devolverla a Sudán, Bakhita se negó; no estaba dispuesta a que la separaran de nuevo de su Paron.

El 9 de enero de 1890 recibió el Bautismo, la Confirmación y la primera Comunión de manos del Patriarca de Venecia.

El 8 de diciembre de 1896 hizo los votos en Verona, en la Congregación de las hermanas Canosianas, y desde entonces –junto con sus labores en la sacristía y en la portería del claustro– intentó sobre todo, en varios viajes por Italia, exhortar a la misión: sentía el deber de extender la liberación que había recibido mediante el encuentro con el Dios de Jesucristo; que la debían recibir otros, el mayor número posible de personas”.

En Bakhita vemos también la personificación de la paradoja cristiana de la libertad. Cuando tuvo finalmente la posibilidad de orientar con autonomía su propia vida, encontró a otro “Patrón” (así llamaba a Dios) y le donó, antes que el propio trabajo, los latidos más profundos de su corazón y todos sus pensamientos. Así, mientras realizaba con alegría las tareas más humildes, fue capaz de prodigar ternura y cariño a manos llenas, con sobriedad y sencillez. Bakhita sirvió al Señor a lo largo de casi cincuenta años.

Renovar el propio sí al Señor cada día es dirigirse hacia la eternidad.

Para ella, mirar hacia delante no

Aunque no te pueda ver Javier Reyes M.

significaba olvidar el pasado, sino más bien transfigurarlo, redimirlo con la libertad del amor.

Bakhita, al final de su vida, expresaba con estas simples palabras, escondidas detrás de una sonrisa, la odisea de su vida: “Me voy despacio, paso a paso, porque llevo dos grandes maletas: en una van mis pecados, y en la otra, mucho más pesada, los méritos infinitos de Jesús.

Cuando llegue al cielo abriré las maletas y diré a Dios: Padre eterno, ahora puedes juzgar. Y a san Pedro: cierra la puerta, porque me quedo”.

En la ceremonia de beatificación, el Santo Padre reconoció el gran hecho de que transmitiera el mensaje de reconciliación y misericordia. Ella misma declaró un día: “Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa”. S.S. Juan Pablo II la canonizó el 1 de octubre del 2000.

Para los católicos africanos es un gran signo necesario para honrar a todos los hombres y mujeres que sufrieron y sufren esclavitud.

A través de 12 bellas canciones Javier Reyes da gracias al Señor por su amor infinito, por su bondad, por su presencia, por sus palabras…

Temas 1. La corona de espinas 2. Te llevo conmigo 3. Aleluya cantaré 4. Eres mi refugio 5. Déjame un rincón 6. Escúchame 7. No fue casualidad 8. Me has elegido 9. Contigo estoy 10. Pedid y se os dará 11. Pienso en ti 12. Aunque no te pueda ver

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TESTIGOS DEL EVANGELIO dolores andréu galán

a n i t a i c Anun

? o n é u q r ¿y po

P

reguntarme por el origen de mi vocación es remontarme, quizás, a los nueve o diez años, cuando mis padres me enviaron a un colegio interno en Bilbao, pensando que era lo mejor para mi. Estuve poco más de un año, pero lo suficiente para conocer el ambiente de oración que las monjas nos inculcaban. Y recuerdo que en algún momento llegué a decir que quería ser monja, aunque no me hicieron caso porque era muy pequeña. Cuando tenía unos 11 años tonteaba con los niños/as, poniendo en la playa el nombre de Jesús, como si fuera un amigo especial. Pero a nadie se le ocurría pensar que ese nombre era en realidad el nombre de Jesús: Jesús de Nazaret. Más adelante,

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Me llamo Dolores Andreu, soy laica consagrada en el Instituto "Virgen de la Anunciación", una de las ramas de la Familia Paulina recuerdo que me producía una impresión muy grande ver a las monjas, a las que miraba con gran detenimiento. Mientras tanto, mi vida transcurría como la de cualquier otra niña, entre sueños y deseos inalcanzables, como si de una heroína se tratase.

Algo muy hermoso Cuando tenía 16 años, más o menos, las Hijas de San Pablo vinieron a mi casa de propaganda, con los libros. Y fue mi madre la que les habló de que a mí me gustaban las cosas de las monjas. Y ahí empezó mi camino en la Congregación de las Hijas de San Pablo. Estuve cinco años con ellas, y para mí fueron de los mejores años de mi vida, aunque el

mayor sufrimiento de ese tiempo fue que mi madre siempre estaba enferma y mis hermanos tenían que hacerse cargo de la casa y demás. Ellos nunca me recriminaron que los hubiera dejado, pero sí, en cambio, algunos otros familiares.

Recuerdo que cuando iba a hacer la primera profesión, unos días antes había recibido la carta de un familiar que me advertía que “Dios quiere misericordia y no sacrificio”. Eso, añadido al dolor que yo ya tenía, me producía un gran desasosiego.

Al final volví a casa por motivos de salud, y también por mi madre.

Aunque dentro de mí se rompió algo muy hermoso, tanto que, al cabo de algunos meses, un día me desperté llorando como una mag-

Abajo, Dolores Andréu realizando la profesión religiosa junto a Guadalupe Lozano y Dolores Báez.

Instituto Virgen de la Anunciación (Anunciatinas) Quiénes somos

qué no? dalena, y ni mi familia ni yo sabíamos el porqué. Cuando me di cuenta de que era el 30 de junio, fiesta de san Pablo en la Familia Paulina, y día de la renovación de mi profesión, comprendí cuál era la causa de mi llanto. Aunque inconscientemente, algo se había roto en mi interior.

Siempre tuve muy buena relación con las Hijas de San Pablo, y aunque mi vida transcurría, a veces, demasiado metida en las cosas del mundo, ese hilo que me unía a ellas nunca se rompió. Después de unos años, me invitaron al primer encuentro de Cooperadores Paulinos de la Familia Paulina, en la casa de Espiritualidad de la Sociedad de San Pablo, en el Pinar de Las Rozas. Al principio, por un lado me sentía un poco fuera de ambiente, y por otro me recordaba mis años con las Hijas de San Pablo. Cuando se hablaba del apostolado que cada uno de los Cooperadores podríamos hacer, yo no encontraba mi lugar, y eso me hacía sentir inquieta y a disgusto.

“Voy a ser Anunciatina” Un día el P. Jesús Álvarez, que era uno de los que dirigía el grupo de Cooperadores me dijo: “Ha venido una Anunciatina, no sé si la querrías ver”. Y pensé: “¿Qué tengo que ver yo con esa Anunciatina?”.

Pero esa idea se me fue grabando en la mente, hasta que volví a pensar: ¿Y por qué no? Por entonces tenía cerca a un sacerdote paulino, el P. Estanislao Conde, a quien llamábamos el P. Tanis, y a él acudí con mi inquietud. Antes

Somos mujeres laicas y vivimos nuestra consagración a Dios con la profesión de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia reconocidos por la Iglesia, en el contexto de la secularidad, es decir, permaneciendo en nuestro ambiente de familia, de trabajo y de apostolado, y “actuando desde dentro de las realidades terrenas” (Estatuto). Se nos conoce con el nombre de “Anunciatinas” y configuramos nuestra vida según el modelo de María de Nazaret, la Virgen de la Anunciación, que en la sencillez del vivir cotidiano se dejó poseer y transformar por el Espíritu Santo, acogió a Jesús y nos lo dio; y siguiendo su ejemplo, ponemos nuestra vida al servicio del Evangelio.

Qué hacemos De la meditación de la Palabra de Dios y de la Eucaristía recibimos la luz y la fuerza para nuestra vida interior y para nuestra misión “evangelizadora”, que es mariana y paulina al mismo tiempo. Nuestra misión no excluye ninguna forma de apostolado, sino que las incluye todas, teniendo en cuenta el espíritu y los métodos de la Familia Paulina, cuyo fin es “salvar a las almas”. Las formas y los modos de este anuncio son diversos según los ambientes donde cada una vive y trabaja, según las necesidades de las personas a quienes se dirige y las circunstancias en que se encuentra. Nuestro Instituto está presente en 17 naciones.

Por qué lo hacemos: Como respuesta a la vocación divina, para la Gloria de Dios y la salvación de la humanidad. En nuestra condición secular, como instituto agregado a la Sociedad de San Pablo y en el ámbito de nuestros compromisos sociales, y siguiendo el ejemplo de María, queremos servir a la verdad, vivir el amor y anunciar a Jesús con el espíritu de san Pablo.

Conócenos: INSTITUTO VIRGEN DE LA ANUNCIACIÓN Protasio Gómez, 15 -28027 Madrid Tel.: 917 425 113 – Fax: 917 425 723 E-mail: institutos@sanpablo.es Web: www.sanpablo.es

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Bajo estas líneas, Dolores Andréu con el P. Galaviz y el P. Maroño. Al lado, con dos Anunciatinas: Mari Muñoz y Dolores Ramírez. Abajo, con las Hijas de San Pablo.

“No tenía ni idea de quién había en el Instituto, ni quien lo llevaba ni siquiera si había miembros aquí en España...

No sabía nada de nada. Lo que sí sabía es que quería ser Anunciatina”

de decírselo, él ya sabía lo que mi corazón sentía. Y sólo tuvo que confirmarme lo que yo ya había decidido: Entrar en el Instituto Virgen de la Anunciación.

En el siguiente encuentro de Cooperadores Paulinos, cuando me llegó el turno de decir qué apostolado iba a hacer yo, salté como un resorte: “Yo voy a ser Anunciatina”. Todos se quedaron con la boca abierta. Y al final de la reunión, el P. Jesús Alvarez me dijo que me dirigiera al P. José Antonio, que también dirigía el grupo, que él me asesoraría sobre el tema del Instituto.

No tenía ni idea ni de quien había en el Instituto, ni quien lo llevaba, ni siquiera si había miembros aquí en España… No sabía nada de nada, pero lo que sí sabía era que quería ser Anunciatina. Claro está que en el grupo de Cooperadores nos hablaron de todas las ramas de la Familia Paulina, y entre ellas estaba el Instituto Virgen de la Anunciación. Pero sólo esa era mi información. Recuerdo que alguna vez, antes de todo esto, Mª Luz, Hija de San Pablo, me había hablado de sor Asunta, que quería encontrarse conmigo para informarme sobre un Instituto de la Familia Paulina; pero ahí quedó la cosa, no me había parecido interesante en aquel momento.

A partir de entonces, comencé mi andadura con el anterior Delegado del Instituto. Él fue mi maestro en todo y mi director espiritual hasta el día de hoy. Me hablaron de Guadalupe, que ya había ingresado en el Instituto, haciendo su andadura en solitario. En el

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grupo de Cooperadores estaba Dolores Báez, que, al verme a mi tan entusiasmada con el tema, se unió a nosotras.

Así comenzó a despuntar el Instituto Virgen de la Anunciación aquí en España. Sabíamos que en Italia había casi cuatrocientas y en otros países también nacieron grupos de Anunciatinas, pero aquí sólo éramos nosotras tres y el Delegado. Así comenzó nuestro Instituto y nuestra vida, volcada en un misterio que nos apasionaba, pero al mismo tiempo que no sabíamos adónde nos llevaba: El mismo misterio de María, que dijo sí al Señor en un camino que conocería poco a poco, con todo el misterio y la incertidumbre que ello conlleva.

dadero sentido de nuestra vida consagrada en la secularidad, a lo que hemos sido llamadas en esta vocación que nos lo ha dado todo: ser “levadura en la masa del mundo”. Siempre tuve dos grandes ayudas que me guiaron: por un lado el P. José Antonio, al que acudía para cualquier duda o circunstancia, personal o del Instituto, y que me enseñó a amar la vida paulina en todas sus dimensiones, así como la gran riqueza de nuestra espiritualidad; por otro lado, la mano del P. Alberione, al que sentía muy cerca en todas las tareas del Instituto; sé que sin su ayuda no hubiera podido hacer nada de nada. También tuve muy cerca a personas, como el P. Tanis, Mari Luz, Hija de San Pablo, y otras muchas, que me han ayudado a crecer como persona y como consagrada.

Nosotras también vamos guardando en el corazón todo lo vivido. Seguramente no alcanzamos el nivel del espíritu de María, pero nos apoyamos en ella, para, como ella, ir haciendo un camino con Cristo en nuestra vida ordinaria.

Descubriendo poco a poco, el ver-

Verdaderamente la Familia Paulina es una “familia” en la que cabe la amistad, la ayuda mutua… y ese no sé qué, que cuando estás cerca de ella, parece que todo lo malo se disuelve, lo imposible pierde fuerza y queda esa vivencia y esa alegría interior de experimentar

Un misterio que nos apasionaba

Varias Anunciatinas con el P. José Antonio Pérez, anterior Delegado del Instituto, y con el Hno. José Pedregosa, encargado de la Pastoral Vocacional.

Abajo, Dolores con sus padres.

Vicente Miguélez Autor del Proyecto de Catequesis «Nuevo Galilea 2000»

que con el Señor todo es posible, y con la fuerza de la Familia (“san Pablo vivo hoy”) podemos caminar sin miedo.

Inexpertas, pero con un amor profundo al Instituto La vida en el Instituto que comenzaba no era fácil. Éramos inexpertas en nuestra propia vivencia de la vida secular consagrada, ya que era para nosotras un camino nuevo y desconocido. Guadalupe, que venía a Madrid con bastante asiduidad, tenía una manera de ver las cosas, y yo otra muy distinta, por lo que a nuestra falta de experiencia se añadía nuestra manera de ser tan distinta, e inevitablemente a veces chocábamos. El Delegado, para tranquilizarnos, nos decía que ninguna de las dos estábamos equivocadas, simplemente que la una veía una cara de la moneda y la otra la otra cara, pero que las dos eran importantes; eso, añadido a que, tanto Guadalupe como yo, amábamos profundamente el Instituto, y lo que más nos importaba era la marcha del mismo, por encima de nuestras opiniones personales, hacía que las cosas se resolvieran siempre por sí mismas.

Tampoco en mi vida personal las cosas fueron fáciles. Mi padre murió antes de que yo hiciera la primera profesión; y la verdad es que me hubiera gustado mucho que hubiera estado presente en ese momento del camino que yo había emprendido, pues siempre fue una persona de oración y fuertes convicciones religiosas y

morales (nos “sermoneaba más que los curas”). Para mí fue también un gran maestro en la vida espiritual, con el que podía hablar de cualquier cosa; él siempre me escuchaba (mi madre estaba un poco celosa de que acudiera siempre a él en vez de ir a ella).

Cuando mi padre murió, me quedé sola con mi madre, que cada vez estaba más enferma y necesitaba más cuidados, por lo que la vida se me volvió más complicada. Ya no sólo tenía que armonizar mi vida familiar, de trabajo y de Instituto, sino que tenía que atenderla a ella cada día con más dedicación. Me veo muy limitada por la familia y por mis propias fuerzas. Por ello siempre ha habido en mí una lucha interior en la que, por un lado, estaba lo que yo quería hacer y por otro la voluntad de Dios.

Si no fuera porque el Señor me ha ayudado a hacer lo que tengo que hacer –primero cuidar a mi madre y ahora a mis tías– sé que hubiera llevado la vida de otra manera, no tan acorde con su voluntad. Por eso estoy convencida de que mi vocación a la vida secular consagrada ha sido y es para mí la fuente de energía necesaria para vivir serenamente y con sentido el día a día, con la seguridad de que estoy en las manos de Dios.

40 cartas dirigidas a los jóvenes con las que su autor les habla de la actualidad del mensaje de Jesús, la cercanía de la oración o la riqueza de la Eucaristía y del amor en nuestra vida.

Inspiradas en la JMJ Madrid 2011.

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VIDA PAULINA Encuentro de los Institutos con los Consejeros Generales

E

l día 31 de mayo –fiesta de la Visitación-, fue memorable en la vida de los Institutos Paulinos de Vida Secular Consagrada en españa; ya que también a nosotros nos llegó una visita con hondo significado: tuvimos un fructífero encuentro con los Consejeros Generales. ¿Cómo fue esa visita-encuentro? Podemos decir que del todo positiva. Recibimos de ellos aliento, estímulo y la seguridad de que la SSP se preocupa de nosotros y desea consolidar cada vez más la actuación que Alberione le encomendó con referencia a los Institutos. José y Maite, ISF.

CIDEP: Junta de Superiores Mayores 2012

L

os Superiores Mayores de Iberoamérica se reunieron del 16 al 18 de mayo en Bogotá, Colombia.

Allí, acogidos por la Comunidad provincial de Bogotá, llevaron a cabo una intensa agenda de trabajo, en un clima de apertura, fraternidad y espíritu de unidad. Cada Superior Mayor presentó la realidad apostólica y formativa de cada Circunscripción, y todos constataron signos de esperanza tanto a nivel circunscripcional como de Grupo CIDEP (“en el apostolado constatamos crecimiento en la difusión y en las obras apostólicas, una mejora en la estructura organizativa, una relación más estrecha entre las Circunscripciones, una conciencia de que nuestro Carisma rebasa las fronteras de los países, que tenemos oportunidades para la misión, que ha ganado prestigio nuestra marca SAN PABLO-PAULUS, que nuestros jóvenes en formación son grupos que van haciendo suya la opción por Jesucristo al modo de Pablo, y se están insertando en el apostolado con responsabilidad, creatividad y entusiasmo”).

Asimismo se hizo una evaluación del Plan Estratégico del CIDEP 2011-2013, constatándose que se camina positivamente y en fidelidad al espíritu de la VIII Asamblea General del CIDEP.

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María, Reina de los Apóstoles

n la casa de las Hijas de San Pablo, todos: sacerdotes y hermanos Paulinos, Hijas de San Pablo, Pias Discipulas, Anunciatinas y Cooperadores hemos alabado juntos a la Virgen con una concelebración solemne, presidida por la P. Juan Antonio Carrera, que, en su homilía ha iluminado la figura de la Reina de los Apóstoles, como modelo de la nueva evangelización. La Fiesta de la Reina de los Apostoles nos conduce a escrutar atentamente en la palabra de Dios el sentido de “apóstol” y “apostolado” y a descubrir en María su perfecta y específica tarea apostólica -que es también la tarea de todo llamado- : “engendrar” y “formar” a Cristo en los hombres. María, “lleva siempre a Jesús, como la rama su fruto”. Como cada año, el grupo “Cinco panes y dos peces” participó en la Fiesta y acompañados con sus instrumentos realizaron una ejecución ejemplar. Hna Letizia, HSP.

Fe de erratas En el número anterior de Cooperador Paulino, por un error de imprenta, ajeno a nuestra voluntad, en el recuadro titulado “Voces de la Sabiduría Patrística” de Pedro Langa Aguilar (Ed. San Pablo) no aparecía impresa la última linea del artículo, en compensación, reproducimos íntegro el último párrafo de dicho artículo: “La obra se presenta bien editada. Su tamaño es manejable y práctico. Nuestra más cordial enhorabuena al sello tipográfico San Pablo, de reconocido prestigio entre las editoriales especializadas en estudios eclesiásticos y de vida religiosa, y al apreciado P. Pedro Langa, toda una autoridad en Patrología y Ecumenismo, por “Voces de sabiduría patrística”, obra que prestará excelentes servicios tanto al especialista y docente como al humilde lector interesado en ampliar su horizonte vital en el tiempo actual. Rafael Lazcano”.

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E

Ha fallecido el Hno Eusebio Navarro

l domingo tres de junio, solemnidad de la Santísima Trinidad, volvió a la Casa del Padre nuestro hermano Discípulo del Divino Maestro, Eusebio Navarro Navarro (90 años de edad, 61 de vida paulina, 57 de profesión religiosa). El Hno Eusebio nació en Casafranca (Salamanca, España) el 7 de noviembre de 1921 (segundo de tres hermanos varones, uno de ellos sacerdote diocesano) en una familia de agricultores de fuertes convicciones religiosas. Su vida apostólica ha girado sobre todo en torno a la administración de la revista Familia Cristiana de España, a la que acompañó en sus diversas sedes: Zalla, Las Rozas, y Protasio Gómez.

Después de cerrada la revista, el Hno Eusebio prosiguió en la misma comunidad de Protasio Gómez todavía muchos años, alegre y generosamente entregado a servicios tan necesarios y variados como el mantenimiento de la casa, el envío y la recogida de correspondencia, la atención a la capilla, el cuidado y limpieza del jardín... sin descuidar a los animales domésticos, que siempre tuvieron en él a su mejor protector. El Hno Eusebio se ha distinguido por su amor a la Congregación y a la Familia Paulina. Humilde, silencioso, siempre atento a las necesidades de los demás, gozaba en los momentos de distensión comunitaria y de vida fraterna. Y él mismo se prestaba a favorecer los momentos de alegre convivencia, poniendo a disposición de los grupos sus buenas cualidades culinarias. Ahora, le pedimos al Padre que lo admita a la visión “cara a cara” destinada a los siervos fieles, y encomendamos a su intercesión a los Discípulos del Divino Maestro y a todos los paulinos de España.

Entrega del IV Premio La Brújula, a Manuel Alfonseca por “La corona tartesia” El 17 de mayo pasado se hizo entrega del IV Premio La Brújula de narrativa infantil y juvenil de valores a Manuel Alfonseca por su obra “La corona tartesia”. Fue un acto íntimo, casi familiar, que se convirtió en un elogio de la lectura y en una defensa de la literatura. Se celebró en La Casa del Libro de la madrileña Gran Vía, “una librería histórica y emblemática”, según palabras de Octavio Figueredo, director editorial de San Pablo, pues “hemos querido –dijo– traer el libro premiado al penúltimo peldaño de su viaje hasta el lector”. Junto a él, formaban la mesa presidencial la periodista y escritora Mª Ángeles López Romero, y el escritor Apuleyo Soto, autor de dos obras en la colección La Brújula.

Como todos los años, en la Feria del Libro La editorial San Pablo ocupó en esta edición de la Feria la caseta 221, en medio del Paseo de Coches del Parque del Retiro. Abrió la Feria Nurya Martínez-Gayol, quien firmó el viernes 25 de mayo su libro “Los excesos del amor.

Figuras femeninas de Reparación en la Edad Media (siglos XI-XIV)”. A partir de ese día, han ido pasando por la caseta autores de la talla de Jesús Espeja, Juan María Laboa, Luis González-Carvajal o Pedro Langa, entre otros.

Presentación de “Memorias de la pizarra”, de Carmen Guaita La presentación, el 29 de mayo pasado, de “Memorias de la pizarra”, de Carmen Guaita, se convirtió en un profundo y sentido homenaje a la figura del maestro, una reflexión serena sobre la esencia de la educación y una encendida defensa de la enseñanza y de la necesidad de su revalorización. Intervinieron en el acto, junto a la autora, Francisco López Rupérez, presidente del Consejo Escolar de Estado; Joaquín Campillo, profesor emérito; Miguela del Burgo, profesora y escritora, y Luis Fernando Vílchez, director de la colección Psicología y Educación.

Entre los asistentes, muchos profesores y personas relacionadas con el mundo de la educación, como Alejandro Tiana o Daniel Ridao, y numerosos amigos de la autora, como el bailarín Víctor Ullate o el actor Carmelo Gómez. El cierre correspondió a la Coral Polifónica del Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid.

San Pablo lanza los primeros E-books El pasado mes de mayo, San Pablo España irrumpía en el mundo de los E-Books. Los Paulinos de la Provincia de España, fieles al mandato carismático del beato Santiago Alberione, que urge utilizar los medios más rápidos y eficaces al servicio de la cultura, de la comunicación y de la nueva evangelización, presentaban estos avances tecnológicos al servicio de los valores humanos y cristianos, ofreciendo ahora en formato E-Book una selecta y variada oferta del Catálogo General de SAN PABLO España. Ya se pueden ver los primeros E-Books en venta desde amazon o bien desde nuestra página web (www. sanpablo.es/ebooks).

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RESEÑAS os a m n d DEGUSTANDO LA SABIDURÍA ome Rec ÁLVARO SANTOS, MOMENTOS DE SABIDURÍA. SAN PABLO, MADRID 2012. 160 PÁG. 2,90 EUROS. (FORMATO 8

X

11, 5 CM.)

De tamaño pequeño y muy manejable, nuestro colaborador Álvaro Santos acaba de publicar esta obra que dará muy buenos momentos a todo aquel que la lea, se trata de 278 pensamientos que nos ayudarán a pasar por la vida con alegría, coherencia y paz de espíritu. El libro engancha, porque tras leer alguno de sus consejos, surge la convicción de que lo leido es cierto, responde a una verdad, e inmediatamente surge el deseo de leer el siguiente pensamiento. Auguramos una muy buena acogida para este librito de bolsillo que se hará compañero inseparable de todo aquel que desee crecer como persona.

VICTORIA LUQUE

José Tolentino Mendonça

Varios autores

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LA TIERRA

Buenanueva, Madrid. 245 pág. 18 euros.

CANTEMOS AL SEÑOR

Paulinas, Madrid. 168 pág. 15 euros.

Miles son los comentarios sobre la oración del Padre nuestro, pero quizá nadie se haya atrevido a cambiar su primera frase, tal como lo hace nuestro autor: Padre nuestro que estás en la tierra. La única oración que enseñó Jesús es analizada desde la realidad de nuestros días. Porque la palabra de Dios tiene que encarnarse en cada momento histórico.

Este libro recoge las vivencias de personas que llevan años rezando y cantando con los mismos salmos que recitaba Jesús. Se trata de experiencias en propia carne. Si este libro ayuda a alguien a empezar a gustar el tesoro escondido de los salmos, será signo de que la gracia de Dios se vale de esta humilde herramienta.

Divo Barsotti

Richard Rohr

SAN FRANCISCO ORACIÓN VIVIENTE

LA BIBLIA Y SU ESPIRITUALIDAD

Desclée De Brouwer, Bilbao. 423 pág. 32 e.

Sal Terrae. Santander. 247 pág. 25 euros.

Estas meditaciones se centran en algunos textos fundamentales de la oración franciscana, especialmente sobre el Oficio de la Pasión, sobre el Testamento y sobre la Chartula. El autor se sumerge con san Francisco en el abismo del Amor de Dios, donde sólo es posible perderse cuando se tiene una conciencia plena de la propia pequeñez.

La verdadera sabiduría espiritual solo se da cuando concurren la autoridad interior y la autoridad exterior. Durante mucho tiempo hemos insistido exclusivamente en la autoridad exterior, sin enseñar a los creyentes a orar, a aventurarse en el camino interior. Ahora surge lo que nunca debió separarse: la Sagrada Escritura y la espiritualidad cristiana (Introducción).

María Josefa Segovia

LA GRACIA DE HOY Narcea, Madrid. 288 pág. 15,60 euros.

De las más de dieciocho mil cartas y doscientos artículos, Aránzazu Aguado ha seleccionado textos representativos basados en la palabra de Dios, siguiendo el ritmo del año litúrgico, para los que buscan un acercamiento a la espiritualidad de María Josefa Segovia. Para ayudar a las personas a descubrir dentro de sí la posibilidad de creer, de comunicarse con Dios, de traerlo cercano a la vida.

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Marta Cuerda-Ángel Toral

SECRETOS PARA SER FELIZ EN PAREJA

Ciudad Nueva, Madrid. 254 pág. 15 e.

Desde su larga experiencia profesional con novios y familias de todo el mundo, tres matrimonios expertos en relaciones de pareja nos abren la puerta con toda sencillez a un nuevo diálogo para devolver la vitalidad a las relaciones de pareja y ayudar a los cónyuges a redescubrir la belleza del viaje que un día emprendieron juntos.

RESEÑAS

RESEÑAS Jesús Espeja

A LOS 50 AÑOS DEL CONCILIO

San Pablo, Madrid. pág. 392, 16 euros.

Análisis sobre el significado que tuvo el Concilio Vaticano II y sobre la evolución y cambios que han tenido lugar en la sociedad moderna y en la Iglesia durante los años de posconcilio. Tanto en la visión de la Iglesia como en su relación con el mundo el Concilio abrió perspectivas y sugirió claves fundamentales imprescindibles para la renovación de la vida cristiana y su misión evangelizadora.

Amedeo Cencini

NO CUENTAN LOS NÚMEROS Paulinas, Madrid. 120 pág. 10,60 euros.

Se debe crear una nueva mentalidad vocacional que, junto a una nueva sensibilidad vocacional y desde una pedagogía renovada de las vocaciones, facilite el acompañamiento para que cada persona pueda encontrar y responda a su verdadera vocación en la vida, y así, no cuenten tanto los números como las personas.

Benedicto XVI

LA ALEGRÍA DE LA FE San Pablo, Madrid. 144 pág. 10 euros.

Con el telón de fondo del Año de la Fe, Benedicto XVI nos invita a reavivar y profundizar en la verdad cristiana, y nos ofrece una ocasión perfecta para iniciar el camino del conocimiento, la conversión y la oración, a las que nos llama la Iglesia en este año de gracia.

Esta obra puede considerarse como una entrega del Credo a cada uno de nosotros.

Javier Reyes M.

AUNQUE NO TE PUEDA VER San Pablo, Madrid. CD. 12 euros.

Este CD está inspirado en los sentimientos de su autor, Javier Reyes M., hacia Jesús. A través de 12 bellas canciones Javier Reyes, acompañado en los coros por Miriam Sánchez, da gracias al Señor por su amor infinito, por su bondad, por su presencia, por sus palabras…

PARA NIÑOS Y JÓVENES

Vicente Miguélez

DIOS TE AMA Cartas a ti, joven

San Pablo, Madrid. pág. 224, 10 euros.

Son 40 cartas dirigidas a los jóvenes con las que su autor quiere decirles que Dios les ama. Inspiradas en la experiencia de la JMJ de 2011, se dirigen tanto a aquellos que viven intensamente su fe como a los que todavía no saben conciliar su vida con las enseñanzas de Jesús. El autor se acerca a la actualidad del mensaje de Jesús, a la Eucaristía en nuestra vida, a la oración, al mandamiento del amor... etc.

Victoria Luque

LOS SIETE VIAJAN A CHINA Buenanueva, Madrid. 85 pág. 10 euros.

De repente, Teresa vio que todos los pasajeros se levantaban uno detrás de otro y se ponían en fila para entrar en el servicio. Todos juntaban las piernas muchisimo, y se encogían para que no se les saliese nada.Teresita miró por la ventanilla y vio una estela de cacas, todas seguidas dibujando un caminito. ¡El avión estaba haciendo de vientre!.

(Para niños de 6 a 10 años).

Manuel Alfonseca

LA CORONA TARTESIA San Pablo, Madrid. 192 pág. 7,90 euros.

Julio Eolio es un chico de catorce años que vive con su abuelo Lucio en Cesaraugusta, la actual Zaragoza, en tiempos del rey godo Teodorico. Los dos parten en un largo viaje, porque Lucio está obsesionado por encontrar la corona tartesia. Según la leyenda, quien la posea será rey de toda Hispania. (IV Premio La Brújula).

RESEÑAS os m a Raniero Cantalamessa d n me

Reco

LAS PRIMICIAS DEL ESPÍRITU

P. Gabriel Amorth - Paolo Rodari

EL ÚLTIMO EXORCISTA San Pablo, Madrid. 216 pág. 12 euros.

Paulinas, Madrid. 80 pág. 7 euros.

El autor analiza algunos puntos neurálgicos del capítulo octavo de la carta a los Romanos, el texto más completo e inspirado sobre el Espíritu Santo. Algunas reflexiones anteriores se han revisado, entre ellas la del papel del Espíritu Santo en el contexto de la discusión sobre el evolucionismo, siguiendo los escritos de san Pablo.

Con 86 años y más de 160 mil exorcismos a sus espaldas, el p.

Amorth nos cuenta su larga vida de lucha contra Satanás. Señala que la magia y el espiritismo han tenido que ver con asesinatos perpetrados por adolescentes, y denuncia entre otras cosas que muchos miembros de la Iglesia no creen en el demonio; no se nombra exhorcistas en las diócesis.

Benjamín González Buelta

Carmina Gómez (Ed.)

LA HUMILDAD DE DIOS

EL COMPROMISO QUE NACE DE LA FE

Sal Terrae, Santander. 165 pág. 10 euros.

Narcea, Madrid. 144 pág. 12,50 euros Parece extraño llamar humilde a Dios. Esta palabra arrastra un sudario de encogimiento y de temor y un lastre social que identifica a los humildes con quienes aceptan sumisamente la opresión. Esto no tiene nada que ver con la humildad que se nos revela en Jesús, la que canta María en el Magnificat, y la que han vivido con alegría los creadores del reino de Dios a lo largo de la historia.

Chiara Amirante

NUEVOS HORIZONTES Ciudad Nueva, Madrid. 130 pág. 12 euros.

Con una gran dosis de espontaneidad y realismo, la autora narra su extraordinaria aventura con los desheredados de la calle, los habitantes de los submundos de marginación y desesperación presentes en cada ciudad. Un libro que suscitará primero asombro, después esperanza y gratitud por una de las realidades evangelizadoras que el Espíritu ha suscitado.

SAN PABLO

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El pluralismo religioso no solo ha cambiado el panorama religioso en estos últimos decenios sino que nos ha hecho caer en la cuenta de que no podemos vivir unos de espaldas a los otros. A esta voluntad de diálogo responde la experiencia expresada en este libro, experiencia que cumple ampliamente con la interacción entre conocimiento y estima.

Francisco Castro - Carmen Guaita

CARTAS PARA ENCENDER LINTERNAS Paulinas, Madrid. 184 pág. 9 euros.

Las linternas tienen sentido cuando se encienden. Cada persona tiene luz propia, pero necesitamos los unos de los otros; hay que alimentar una espiritualidad forjada en los valores humanos. Mediante un profundo y vital intercambio epistolar, se pretende encender la luz sobre algunas virtudes aparentemente olvidadas, para encontrar la senda de la felicidad.

La revista Cooperador Paulino no tiene ánimo de lucro, está concebida como un medio al servicio de la difusión de la Palabra de Dios.

No obstante, animamos a los lectores a participar en los gastos generales de la revista y agradecemos su colaboración mediante una aportación voluntaria.

NOVEDADES PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LA TIERRA

CARTAS PARA ENCENDER LINTERNAS

El Padre nuestro para creyentes y no creyentes

La vida como espacio de realización personal

José Tolentino Mendonça 168 páginas P.V.P. con IVA: 15,00€

F.Castro Miramontes Carmen Guaita 184 páginas P.V.P. con IVA: 9,00 €

La oración que enseñó Jesús a sus discípulos es analizada en este libro desde la realidad de nuestros días. Porque la palabra de Dios tiene que encarnarse en cada momento histórico.

Este libro, mediante un profundo y vital intercambio epistolar, pretende encender la luz sobre algunas virtudes aparentemente olvidadas, para encontrar la senda de la felicidad.

LAS PRIMICIAS DEL ESPÍRITU

NO CUENTAN LOS NÚMEROS

Reflexiones sobre el capítulo VIII de la Carta a los Romanos Raniero Cantalamessa 80 páginas P.V.P. con IVA: 7,00 €

Construir una cultura vocacional Amedeo Cencini 120 páginas P.V.P. con IVA: 10,60€

El capítulo octavo de la Carta a los Romanos es el tratado más completo sobre el Espíritu Santo. El Apóstol se revela aquí como el guía más experto, para introducirnos en un conocimiento cada vez más profundo y a un amor cada vez más entusiasta del Espíritu Santo.

El autor nos descubre en este libro que el objetivo último del anuncio del Evangelio de la Vocación, es el crecimiento de una nueva cultura vocacional, que es la única que puede convertirse en un terreno fecundo, donde cada vocación pueda ser acogida, valorada y amada.

Carril del Conde, 62 - 28043 MADRID Tel.: 917 218 984 - Fax: 917 590 204 E-mail: pedidos@paulinas.es - www.paulinas.es

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La Santa Biblia EDICIÓN RENOVADA UNA BIBLIA CON TEXTO ASEQUIBLE, EN FORMATO CÓMODO Y MANEJABLE Y CON APLICACIONES DIDÁCTICAS: Introducción general a la Biblia y a sus libros Guía de lectura con las enseñanzas bíblicas Claves de lectura Notas exegéticas Índices analítico, de nombres propios y sinóptico Cronología de la Historia Sagrada Sinopsis cronológica de la redacción y los acontecimientos del AT y del NT

PVP 14 €

Pliego didáctico a color con esquemas, cronologías, cuadros, mapas y gráficos...

TAPAS EN PLÁSTICO TAMAÑO MANEJABLE INTERIOR A DOS COLORES DISPONIBLE EN TRES COLORES

UNA BIBLIA IDÓNEA PARA SU UTILIZACIÓN PASTORAL EN CLASE DE RELIGIÓN Y EN CATEQUESIS www.youtube.com/sanpablomultimedia

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Resina, 1 • 28021 Madrid • Tel.: 917 987 426 • Fax: 915 052 050 • ventas@sanpablo.es • www.sanpablo.es Coop 163 1 pag Biblia.indd 1

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