Cooperador paulino nº 175

Cooperador paulino Comunicación y pastoral Nº 175 septiembre-diciembre 2016 - 2,75€

Llamados... ¡Por nuestro nombre!

Santa Teresa de Calcuta La exhortación Amoris Laetitia Páginas evangélicas: ¿Indiferencia o misericordia?

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Cuadernillo Liturgia y Pastoral

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T E R E S A D E C A L C U TA CANONIZACIÓN • 4 DE SEPTIEMBRE DE 2016

José Luis González-Balado y Janet Nora Playfoot Paige, colaboradores y grandes conocedores de la Madre Teresa de Calcuta, nos ofrecen dos libros que revelan cómo pensaba, actuaba y vivía la mujer que descubrió a Dios en el servicio a los Pobres más pobres de la Tierra.

Madre Teresa de los Pobres Un libro que aúna la biografía de la Santa con una amplia selección de sus escritos, palabras y reflexiones. Incluye un pliego de fotografías y una cronología de su vida.

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Editorial SOCIEDAD DE SAN PABLO

P. LÁZARO GARCÍA CASO NUEVO SUPERIOR PROVINCIAL

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l P. Lázaro García Caso, que actualmente era Vicario Provincial, ha sido nombrado Superior Provincial de la Sociedad de San Pablo en España para el cuatrienio 2016-2020. El nombramiento lo ha realizado el Superior General, P. Valdir José De Castro, con decreto del pasado 9 de junio.

El P. Lázaro García, nacido en Valdepolo, provincia de León, el 26 de marzo de 1944, ingresó en la Congregación, en la comunidad de Zalla (Vizcaya), el 5 de octubre de 1955.

Emitió la profesión perpetua, en Roma, en 1968 y fue ordenado sacerdote, también en Roma, el 17 de mayo de 1970, por la imposición de manos del papa Pablo VI. Diplomado en Magisterio por la Escuela Universitaria de “Begoña” (Bilbao), en Publicidad por la Universidad CEU-San Pablo y en Marketing por el ESIC, ha cursado también estudios de actualización teológica en la sede de Madrid de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Tiene una basta experiencia en muchos campos apostólicos en los que los Paulinos están presentes en España. Fue Formador de jóvenes Paulinos en Zalla (Vizcaya) y Madrid durante más de veinte años, muchos de ellos entregado también al delicado trabajo de la Pastoral Vocacional. Desde septiembre de 2012 era Coordinador General de Formación.

En el sector de las actividades apostólicas, ha sido Director General de la Editorial SAN PABLO entre los años 1997-2001 y 2004-2008, y Director Editorial entre los años 2008 y 2010. En el campo institucional también se le confiaron importantes cargos, como Consejero Provincial y Vicario Provincial, ambos en dos mandatos. También ha prestado el servicio de animación en la Familia Paulina.

Como nuevo Superior Provincial, el P. Lázaro García comenzará a ejercer las funciones propias de su nuevo cargo en coincidencia con la apertura del Capítulo Provincial, que tuvo lugar el 19 de septiembre, contando con la presencia y participación del Vicario General, P. Vito Fracchiolla.CP Cooperador paulino_Comunicación y pastoral

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Sumario 3 Editorial 6 La exhortación Amoris Laetitia

28 Jornada Mundial por la Evangelización de los Pueblos

Mons. Raúl Berzosa

Anna Pappalardo, HSP

12 Santa Teresa de Calcuta

32 Llamados... ¡Por nuestro nombre!

Victoria Luque

Lázaro García Caso, SSP

16 El papa Francisco crea comisión para estudiar el diaconado permanente de las mujeres

35 En el Centenario de su nacimiento Hno. Andrés María Borello

José Antonio Varela Vidal

José Antonio Pérez, SSP

38 Páginas evangélicas: ¿Indiferencia o 20 La manipulación de contenidos en red. misericordia?

El desorden digital Pedro Moreno Juan Carlos Pinto Suárez, SSP 40 Vida Paulina 64-71 Liturgia y Pastoral: «Id también Redacción Cooperador Paulino vosotros a mi viña» 41 Reseñas Antonio Alcalde Fernández 24 Entrevista a Mons. Ginés R. García Beltrán Felicidad Izaguirre

Delegaciones:

Presidente: Juan Antonio Carrera · Director: Antonio Maroño Redactor-Jefe: Miguel Carmen H. Consejo de redacción: Miguel Carmen, Isabel García, Concepción López, Ricardo Ares.

Diseño: Miguel Carmen H. Maquetación: Miguel Carmen H. Asesoría informática: Tomás Pastor, Arturo Guzmán.

Edita: SOCIEDAD DE SAN PABLO. N.I.F.: R 2800254 A Dirección: Protasio Gómez, 15 28027 MADRID

Depósito legal:

Teléfono: 917 425 113 Fax: 917 425 723 E-mail: cooperador@sanpablo.es

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CUOTA DE SUSCRIPCIÓN ANUAL: 10 EUROS Enviar por giro postal o talón a: COOPERADOR PAULINO Protasio Gómez, 15 - 28027 MADRID O por transferencia bancaria a: BANCO SANTANDER CENTRAL HISPANO Alcalá, 445 Nacional: CCC 0049 5134 37 2116915646 Internacional: IBAN ES71 0049 5134 3721 1691 5646 BIC BSCHESMMXXX Cooperador Paulino - 28027 Madrid

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La oración de la familia por excelencia. La devoción que más agrada a la Santísima Virgen.

Desde hace ocho siglos, millones y millones de familias, de generación en generación, han sido favorecidas por las promesas que la Santísima Virgen vinculó a la recitación de esta invencible arma de la fe. ¿Cree Ud. que habría tantas personas que rezan el Rosario si no fuese extremamente eficaz, si no sintiesen una gran paz interior?

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La exhortación

Amoris Laetitia Mons. Raúl Berzosa*

El 19 de marzo del año 2016, dentro del año Jubilar de la Misericordia y en el cuarto año del Pontificado del papa Francisco, nos ha regalado la Exhortación Apostólica Postsinodal «Amoris Laetitia» (La alegría del amor). Está dedicada, según el mismo Papa ha deseado indicar, a los obispos, a los presbíteros y diáconos, a las personas consagradas, a los esposos cristianos y a todos los fieles laicos.

Lleva un subtítulo interesante: «sobre el amor en la familia». Os vamos a adentrar en la misma, haciendo un resumen, nada fácil, de 265 páginas, remitiendo a los números de dicha Exhortación.

1.- Claves globales de la exhortación:

Comienza el papa Francisco afirmando que «la alegría del amor que se vive en las familias, es también la alegría de la Iglesia» (n.1). Con un convencimiento: ninguna familia es una realidad perfecta sino que requiere una progresiva maduración en la capacidad del amor (n. 325).

Nos hace una advertencia: sólo en el Reino definitivo encontraremos la plenitud. Esto nos impide juzgar con dureza a quienes viven en condiciones de mucha fragilidad y, al tiempo, nos anima a mantener viva la tensión hacia un más allá de nosotros mismos y de nuestros límites (n. 325).

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Vamos a hacer no una «lectura lineal (capítulo por capítulo) sino trasversal, es decir, subrayando lo más importante de dicha Exhortación», siguiendo un método: ver-juzgar-actuar.

3.- La realidad de la familia de hoy y algunos desafíos pastorales (el «Ver»):

2.- El contenido de los nueve capítulos (n. 6):

Se abre, para «situar el tono adecuado», inspirándose en la Sagrada Escritura (capítulo primero).

A continuación, se describe la situación actual de las familias, para «mantener los pies en la tierra» (c. segundo).

Se recuerdan algunas cuestiones relevantes de la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia (c. tercero), y se dedican los capítulos centrales al tema del amor (cc. cuarto y quinto).

Se destacan algunos caminos pastorales para construir hogares sólidos y fecundos, según el plan de Dios (c. sexto), con un capítulo dedicado especialmente a la educación de los hijos (c. séptimo).

Se detiene en una invitación a la misericordia y al discernimiento pastoral ante las situaciones que no responden plenamente a lo que el Señor nos propone (c. octavo). * Por último, el Papa aporta algunas sugerencias sobre espiritualidad familiar (c. noveno).

Se afirma que la familia vive hoy en un cambio profundo antropológico y cultural (n. 32). Estamos en la cultura del individualismo exasperado, de un sujeto que se construye según sus propios deseos (n. 33).

Es una Familia que no ha sido debidamente acompañada desde las claves cristianas (o por abandono o por idealización) (n. 36), habiéndose insistido más en las cuestiones doctrinales y morales (n.37).

Se experimenta gran velocidad y cambio en las relaciones afectivas (nn. 38-39). Es una afectividad narcisista, inestable y cambiante, que no ayuda a la madurez (n. 41).

Los jóvenes ven la familia como «privación de oportunidades de futuro» (n. 40); se experimenta la soledad y la impotencia ante la realidad socio-económica (n. 43).

Se ha creado un descenso demográfico y una mentalidad anti-natalista, promovida por políticas mundiales de salud reproductiva (n.

42). Con la paradoja de nacimientos fuera del matrimonio (n. 45) Otros problemas serían: la falta de vivienda digna (n. 44), las familias emigrantes (n. 46), las personas con discapacidad (n.

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47), la desatención de los ancianos (n. 48), y las familias sumidas en la miseria (n. 49).

Y, entre los desafíos más importantes, se enumeran: la ansiedad por el futuro (n. 50), las drogodependencias (n. 51), la familia no fundada en el matrimonio (n. 52), la poligamia (n. 53), la falta de protagonismo de la mujer (n. 54), el machismo (n. 55), y la ideología de género (n. 56).

4.- El método pastoral o hermenéutica de fondo (el «juzgar»):

¿Cómo juzgó el Sínodo el tema de la familia? –El Sínodo puso sobre la mesa la realidad matrimonial y familiar de hoy (n. 2). La reflexión de pastores y teólogos, si es fiel a la Iglesia, debe ser honesta, realista y creativa, evitando dos extremos que se repiten en los medios de comunicación y en algunos ámbitos eclesiales: o bien el deseo desenfrenado de cambiar todo sin suficiente reflexión o fundamentación, o bien la actitud de pretender resolver todo aplicando normativas generales o derivando conclusiones excesivas (n.2).

En estos temas complejos, es necesario, por un lado, una unidad de doctrina y praxis, pero ello no impide que existan diferentes maneras de interpretar algunos aspectos de la doctrina o algunas consecuencias que se derivan de ella (n.3). Es el Espíritu Santo el que nos llevará a la verdad completa, pero en cada país o región se pueden buscar soluciones más inculturadas y atentas a las tradiciones y desafíos locales (n.3).

En pastoral, existe lo que San Juan Pablo II llamaba «gradualidad», o conciencia de que el ser humano conoce, ama, y realiza el bien moral según diversas etapas de creci8

miento (n. 295). No es una «gradualidad de la ley misma» sino de su ejercicio o puesta en práctica por sujetos que no están en condiciones de comprender, valorar o practicar plenamente las exigencias objetivas (n. 295).

También hay que «discernir las situaciones llamadas irregulares». A lo largo de la historia Iglesia se han dado dos lógicas: o marginar o integrar (n. 296). Se trata de integrar a todos y de ayudar a cada uno a encontrar su propia manera de participar en la comunidad eclesial (n. 297). Es responsabilidad de los presbíteros y del obispo el acompañamiento con estos criterios: humildad, reserva, amor a la Iglesia y a sus enseñanzas, búsqueda sincera de la voluntad de Dios, y deseo de alcanzar una respuesta a dicha voluntad lo más perfecta (n. 300).

Existen «circunstancias atenuantes» en el discernimiento pastoral, porque limitan la capacidad de decisión. Un sujeto, aun conociendo bien la norma, puede tener una gran dificultad para comprender los valores inherentes a la norma (n. 301). El Catecismo nos recuerda, entre otros, la ignorancia, la inadvertencia, la violencia, el temor, los hábitos, los afectos desordenados, y otros factores psíquicos o sociales (n. 302).

Aunque sea verdad que las normas generales presentan un bien que no debe desatenderse ni descuidar, en su formulación no pueden abarcar absolutamente todas las situaciones particulares (n. 304).Y lo contrario: en un discernimiento práctico, ante una situación particular, ésta no puede elevarse a «categoría de norma» porque pondría en riesgo los valores a preservar (n. 304).

Por creer que todo es blanco o negro, a veces, cerramos el camino a la gracia y al cre-

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Adolfo Vázquez-Gundín

PEREGRINACIONES cristianas de Europa Destinos y rutas

cimiento, y desalentamos caminos de santificación que den gloria a Dios. Un pequeño paso, en medio de grandes límites humanos, puede ser más agradable a Dios que la vida externamente correcta de quien transcurre sus días sin afrontar dificultades importantes (n. 305).

5.- Claves de espiritualidad y de pastoral familiar (el «actuar»):

El salmo 128 nos sitúa en las claves espirituales de la familia: «tú y tu esposa» (es una única voluntad de amor) (n. 13); «los hijos como brotes de olivo» (sabiendo que no son propiedad de los padres y que deben seguir su propio camino en la vida) (n. 18);

«comerás con la fatiga de tus manos» (implica sufrimiento y dolor) (n. 19-23); pero siempre existe la “ternura del abrazo” (imagen de la comunión trinitaria) (n. 29). Hay que crecer en el amor conyugal a imagen del amor de la Trinidad (n. 121): sabiendo que es para toda la vida; teniendo todo en común (n.

123); y reflejando «la máxima amistad» y la máxima alegría y belleza (n. 126).

La gracia del sacramento del matrimonio está destinada a perfeccionar el amor de los cónyuges (n. 89), tal y como se refleja en el Himno de 1Cor 13, 4-7: amor paciente y lento a la ira sin amarguras ni insultos ni maldades (Ef 4,31) (n. 93), servicial y bondadoso en su obrar (n. 93), sin envidias ni celos (n. 95), sin hacer alarde de grandezas

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ni ser arrogante 6.- Algunas (n. 97), amable perspectivas y sin durezas pastorales con (n.99), desprenfuturo… dido y sin buscar su propio interés Ante todo, tene(n. 101), no se mos que anunirrita ni muestra c i a r, h oy, e l violencia interna Evangelio de la (n. 103), no familia, desde lleva cuenta del una iglesia en mal y sabe perc l av e m i s i o donar (n. 105), Hay que acompañar a los prometidos nera, en la que no se alegra de en el camino de preparación al matri- todos estamos la injusticia de monio (n. 205), con agentes de pasto- i m p l i c a d o s : los demás (n. ral como las propias familias (n. 208), y familia-parro109), goza con la mediante encuentros personalizados y quias-comuniverdad (n. 110), más comunitarios (nn. 209-211). dades-diócesis, disculpa todo (n. es decir, lai111), cree todo y sabe confiar (n. 114), todo cos-consagrados-presbíteros…) (nn. 199lo espera y no desespera del futuro (n. 118), 204). A partir de aquí, un «antes, un en y un y todo lo soporta con espíritu positivo en las después». contrariedades (n. 118).

Un antes: Hay que acompañar a los proSe destaca, en otro orden de cosas, que metidos en el camino de preparación al la sexualidad es buena y bella (n. 150), y el matrimonio (n. 205), con agentes de pasamor erótico es un don de Dios (n. 152). Se toral como las propias familias (n. 208), y denuncia toda manipulación y violencia de mediante encuentros personalizados y más la sexualidad que la convierta en fuente de comunitarios (nn. 209-211). sufrimiento (n. 154). El amor conyugal «se Un en: hay que preparar bien la celemanifiesta y crece» a la vez, con tres pala- bración matrimonial (n. 112) para que los bras claves: «permiso, gracias, perdón» (n. esposos sean conscientes de lo que celebran, 133). Siempre abierto al diálogo y dispuesto teniendo en cuenta la peculiariedad de las a modificar y completar opiniones (n. 139). culturas (nn. 213-216).

Finalmente, en este apartado, una anoUn después, en las diversas etapas: hay tación importante: matrimonio, virginidad que acompañar en los primero años de vida y celibato se complementan, porque todas matrimonial (n. 221), para que se abran a son formas de amor (n. 159). Sólo se puede la vida (n. 222), para que sus expectativas amar para toda la vida, siendo fieles en cual- sean realistas y no demasiado altas (n. 221), quier estado, con la fuerza del Espíritu Santo y para que se integren en las parroquias (n. (n. 164).

223) y en movimientos (n. 229).

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FORMACIÓN catequética

Hay que iluminar, en todos los estadios de la vida, las crisis, las angustias, las dificultades (n. 231), el curar las viejas heridas (n. 239) y el saber acompañar rupturas y divorcios (n. 241).

Hay que prestar especial atención a algunas situaciones complejas: matrimonios mixtos (católicos y otros bautizados cristianos) (n. 247), de disparidad de cultos (católicos y otras religiones) (n. 248), casos en los que se celebró el matrimonio antes de la conversión de un cónyuge (n. 249), uniones de personas del mismo sexo (n. 251), familias monoparentales (n. 252).

Hay que saber acompañar, acompañar, cuando la muerte ha clavado su aguijón (n.

253). «Aceptar la muerte es poder prepararnos ya para ella» (n. 258).

Hasta aquí, una lectura global y resumida de la Exhortación. La invitación es a leerla personalmente e, incluso, compartirla en familia y en grupo en la parroquia o en las diversas comunidades de referencia. No se perderá el tiempo.CP *Raúl Berzosa es Obispo de Ciudad Rodrigo

Estas páginas, fruto de la experiencia del autor, intentan trazar un retrato eficaz de cómo debería ser un animador de catequesis. 112 páginas - P.V.P. 11,00 € Títulos de la misma colección: Formación biblíca para catequistas Con dinámicas y celebraciones 138 páginas- P.V.P. 10,00 La imagen se hace parábola Relatos que dan vida 120 páginas - P.V.P. 10,00 Catequesis creativa Iniciación y animación del catequista 136 páginas - P.V.P. 11,20 Entrar en la familia de Dios 128 páginas - P.V.P. 11,00 Bienaventuranzas del catequista 122 páginas - P.V.P. 11,00

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«Mis queridísimos En el Año de la Misericordia, la fundadora de las Misioneras de la Caridad será declarada santa hijos, Jesús no sólo os ama, aún más, Él os anhela. Él tiene sed de vosotros».

SANTA TERESA DE CALCUTA

Madre Teresa pasó, como tantos otros santos, no por una crisis de fe, sino por una prueba de fe.

Victoria Luque

El papa Francisco ha aceptado un segundo milagro, ocurrido en 2008, que llevará a Madre Teresa a los altares Premio Nobel de la paz en 1979, Madre Teresa se ha convertido para nuestros contemporáneos en todo un icono de amor al desamparado. “Ama hasta que te duela”, decía a sus Hijas, hoy repartidas por 123 países del mundo.

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stamos de enhorabuena. La Iglesia está de enhorabuena. El papa Francisco señaló el 4 de septiembre como el día en que Madre Teresa fuese llevada a los altares. Agnes Gonxha Bojaxhiu, albanesa (1910-1997), fundadora de las Misioneras de la Caridad -y de los Hermanos Misioneros de la Caridad y de los Padres Misioneros de la Caridad- ha sido y es todo un referente para nuestros contemporáneos, cristianos y no cristianos. Llamada en Calcuta la «madre de los desamparados», esta mujer de ojos vivos y sonrisa entregada, de cuerpo envejecido por los años –arqueado por el peso del dolor de tantos–, esta mujer, digo, se ha convertido en todo un icono del amor al otro. Tanto es así que se recuerda su funeral en Calcuta como un hecho sin precedentes. Millones de personas acompañaron el cortejo fúnebre por las calles de esta ciudad india a la que Kipling calificaría como «la ciudad de la noche espantosa». Numerosas personalidades y jefes de Estado presentes en el funeral, reconocían con su presencia, en esa pequeña mujer la fuerza, y la impronta de Dios. Allí estaban también sus queridas Hijas, y sus queridísimos pobres, en primera fila, esos a los que nadie consideraba, esos a los que dedicó hasta el último aliento de su vida.

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Religiosas Misioneras de la Caridad en oración

Los milagros

Declarada beata el 19 de octubre de 2003 por Juan Pablo II, ahora, trece años más tarde, el papa Francisco la declaró santa, es decir, perteneciente a Dios, «propiedad personal de Dios», hecha una con Aquel al que amó. Y han tenido que ocurrir dos sucesos extraordinarios para que la Iglesia dé el paso de declarar la santidad de Madre Teresa, el primero ocurría en 1998, Mónica Besra, madre de cinco hijos, animista, acogida por las misioneras de la Caridad en Roma tras haber sido desahuciada por los médicos, se curó inexplicablemente después de que una de las monjas le colocara sobre el

pecho una imagen de Madre Teresa. El segundo milagro acaecía en 2008, cuando un brasileño –en fase terminal por graves tumores cerebrales– entró en coma y los médicos decidieron operarlo a vida o muerte. Pero la intervención quirúrgica se suspendió por problemas técnicos. Media hora después, al regresar a la sala de operaciones, «el médico se encontró al paciente sentado, asintomático, despierto, perfectamente consciente y preguntándose qué hacía allí» –señala el diario italiano Avvenire–; después se supo que la mujer de este enfermo le había encomendado a Madre Teresa.

Pero el mayor milagro que realizó Dios en Madre

Teresa fue, sin duda, vivir como vivió. «Ama hasta que te duela –decía a sus Hijas–, si te duele es la mejor señal». ¿De dónde le venía a Madre Teresa esta urgencia de dar la vida por el otro, de amar en la dimensión de la cruz?

Sin duda, de su unión íntima y personal con Dios en la oración. Sin embargo, habría que remontarse a su infancia para comprobar como ya su madre, Drana, mujer de profunda fe, inculcó en Teresa y en sus dos hermanos este deseo de sostener al desamparado. Drana, joven viuda, invitaba a su mesa –a pesar de su austera situación económica– a los más necesitados del lugar, y decía a sus hijos: «no comáis un solo bocado sin compartirlo con los pobres». Drana, podría ser, efectivamente, si diéramos un salto atrás en el tiempo, la primera de las Misioneras de la Caridad de su hija Teresa.

Su «inspiración»

El 10 de septiembre de 1946, en un tren con destino a Darjeeling, Teresa se sentirá profundamente amada por Dios, y le será revelado el significado de dos palabras que Cooperador paulino_Comunicación y pastoral

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Llamada en Calcuta la «madre de los desamparados», esta mujer de ojos vivos y sonrisa entregada, de cuerpo envejecido por los años –arqueado por el peso del dolor de tantos–, esta mujer, digo, se ha convertido en todo un icono del amor al otro.

concentran todo el carisma de las Misioneras de la Caridad: «Tengo sed». De esta experiencia mística no sabremos nada hasta cuatro años antes de su muerte, gracias a una carta cuaresmal escrita por Juan Pablo II sobre la sed de Jesús. Madre Teresa se sentirá movida a explicar su «encuentro» en la llamada Carta de Varanasi (25 de marzo de 1993): «Mis queridísimos hijos: Jesús quiere que os diga una vez más cuánto es el amor que Él tiene para cada uno de vosotros —más allá de todo lo que podáis imaginar— (…). No solo os ama; aún más, Él os anhela. Él tiene sed de vosotros».Y continúa diciendo: «Hasta que no sepáis profundamente en vuestro interior que Jesús tiene sed de vosotros, no podéis empezar a saber quién quiere ser Él para vosotros.

O quién quiere que seáis vosotros para Él»…

Por tanto, nuestra sed -nuestro anhelo de Él- está llamada a encontrarse con la sed de Dios por nosotros. Y si ponemos en concordancia el capítulo 25 de san Mateo («Venid, benditos de mi Padre (...) porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; peregriné y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis» (…) con la Palabra recibida por Madre Teresa: «Tengo sed», hallaremos la respuesta a la labor realizada por las Hijas de la Caridad: saciar la sed de amor de Cristo a través de su reconocimiento en los más pobres de entre los pobres.

Como decía, en ese tren Teresa siente que debe entregarse a los más pobres de entre los pobres y fundar una nueva congregación.

Será lo que se conoce como «la llamada dentro de la llamada». A partir de ahí, surgirán las hermanas del sari blanco, y el hogar de los moribundos, y el hogar para los niños abandonados, y el de los leprosos.Y la ciudad de la paz. Hoy su obra se ha extendido por 123 países, y abarca 610 misiones.

Su noche oscura

Se ha hablado mucho de las cartas personales que Madre Teresa escribió a varios amigos íntimos y en las que se desvela un desierto espiritual que la hizo sufrir

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PADRE AMORTH S S TEFANO TIMAMIGLIO

La

Misericordia vencerá al

diablo

Seremos juzgados por el Amor

comprendió y asumió en su propio ser ese abandono de su Amado como algo real que le acercaba a sus pobres y la identificaba con el sufrimiento de Jesucristo en Getsemaní y en la cruz,

durante mucho tiempo.

Sin embargo, según el postulador de su causa, el P. Kolodiejchuk, lo que hizo «heroica» su vida fue precisamente su fidelidad a Dios a pesar de esta falta de consuelo. Madre Teresa debía experimentar este «no sentirse amado», que es, según ella misma, «la pobreza más grande en el mundo de hoy». Por ello, comprendió y asumió en su propio ser ese abandono de su Amado como algo real que le acercaba a sus pobres y la identificaba con el sufrimiento de

Jesucristo en Getsemaní y en la cruz, cuando pregunta al Padre: ¿Por qué me has abandonado? Según el padre Kolodiejchuk, Madre Teresa pasó -como otros tantos santos- no por una crisis de fe, sino por una «prueba de fe», hasta alcanzar, como dijo uno de sus confesores, «una fe pura y desnuda, sin sentir nada». Los misioneros y misioneras de la Caridad tienen ese carisma, no sólo el de compartir la pobreza material, sino también la espiritual. Ser el último, con los últimos de la sociedad.CP

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El Padre Amorth llama de nuevo la atención sobre el diablo y la posesión diabólica, y lo hace desde la convicción de que la misericordia, el amor y el perdón de Dios siempre son más grandes que cualquier pecado y garantizan la victoria definitiva sobre el maligno.

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El papa Francisco crea comisión para estudiar el tema: El diaconado permanente para las mujeres José Antonio Varela Vidal*

Debieron pasar casi catorce años para que un Papa retome la sugerencia de un dicasterio vaticano, el cual recomendó que la Iglesia estudie mejor y se pronuncie sobre la posibilidad, o no, de instituir el diaconado permanente para las mujeres.

Y así lo acaba de hacer Francisco al crear el 2 de agosto último la Comisión de Estudio sobre el Diaconado de las mujeres, encargándole la presidencia al arzobispo jesuita Francisco Ladaria, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Le acompañarán doce miembros, entre presbíteros, religiosas y académicos, estos últimos solo de universidades europeas y estadounidenses.

Lo que antecedió

«El mismo Bergoglio, así como sus colaboradores y biógrafos, han revelado que muchas de las decisiones que ha sacado adelante son producto de profundas meditaciones y abundantes oraciones, y en algunos casos, también de sus intuiciones y convicciones».

Corría el año 1992 cuando se le encargó a la Comisión Teológica Internacional (CTI), organismo perteneciente a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que en su estudio “El Diaconado: Evolución y Perspectivas” hiciera menciones específicas al diaconado femenino.

Un trabajo de diez años a cargo de dos subcomisiones y de la revisión de la Comisión en sesión plenaria, permitió que en 2002 viera la luz el documento en mención.

Fue así que luego de varias evidencias acerca de la existencia del diaconado femenino en la Iglesia primitiva y más

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En la reunión realizada el 12 de mayo en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa dijo lo siguiente sobre la institución del diaconado permanente para las mujeres: “Le pediré a la Congregación para la Doctrina de la Fe que me informe acerca de los estudios sobre este tema”. allá, aunque sin darle plena claridad sobre sus funciones, los teólogos concluyeron que con un mayor discernimiento, la autoridad de la Iglesia debería “pronunciarse con autoridad sobre la cuestión” (Concl.) ¿Hipótesis o propuesta?

Ya el mismo Bergoglio, así como sus colaboradores y biógrafos, han revelado que muchas de las decisiones que ha sacado adelante son producto de profundas meditaciones y abundantes oraciones, y en algunos casos, también de sus intuiciones y convicciones.

Y esta ocasión no tiene por qué ser la excepción. Preparado con anticipación para responder a una pregunta incisiva de las integrantes de la Unión de Superioras Mayores, organismo mundial que agrupa a las cabezas de las congregaciones religiosas que se reunieron con él, Francisco anunció un deseo que impresionó a propios y extraños.

Fue así que en la mencionada reunión, realizada el 12 de mayo en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa dijo lo siguiente sobre

la institución del diaconado permanente para las mujeres: “Le pediré a la Congregación para la Doctrina de la Fe que me informe acerca de los estudios sobre este tema”.

Y añadió con un énfasis que sembró esperanza en algunos: “Además quisiera constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión: creo que hará bien a la Iglesia aclarar este punto”.

Otro reciente anuncio, que se suma al esfuerzo papal por reubicar a las mujeres en su original rol protagónico en la Iglesia –no un feminismo dice él mismo-, ha sido la elevación a “fiesta” de la memoria de santa María Magdalena, dándole la misma dignidad litúrgica que tienen los apóstoles.

Los nudos por desatar

La comisión del “diaconado femenino” podría tomarse un año en dar su informe. En este largo plazo, el encargo los llevará a remontarse a los estudios antiguos sobre el perfil y la misión de las diaconisas, que sin mayor explicación dejaron de mencionarse en los rituales de la Iglesia a partir del siglo X. Cooperador paulino_Comunicación y pastoral

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«Para algunos, los diáconos no serían impregnados del sacramento del Orden Sagrado «in persona Christi Capitis» –lo que sí les da representación a los presbíteros y obispos para actuar como el mismo Jesucristo-, principalmente en la Eucaristía y otros sacramentos así reservados».

Lo que sí será más difícil de desmadejar para la Comisión, es el amplio debate surgido desde Vaticano II (que reintegró el diaconado permanente en la Iglesia), acerca del carácter que estos reciben al ser ordenados para formar parte del clero local.

Para algunos, los diáconos no serían impregnados del sacramento del Orden Sagrado «in persona Christi Capitis» –lo que sí les da representación a los presbíteros y obispos para actuar como el mismo Jesucristo-, principalmente en la Eucaristía y otros sacramentos así reservados.

Por lo tanto el asunto no obligaría al papa a abrir la cuestión definitiva firmada por san Juan Pablo II en la carta apostólica Ordinatio

sacerdotalis de 1996, sobre la no ordenación sacerdotal a mujeres.

Si se considera más bien la otra visión teológica, de que a los diáconos se les impone las manos solamente «ad ministerium» es decir, para funciones propias de colaboración con el obispo, entonces ni la Comisión ni el Sumo Pontífice encontrarán obstáculo para convertir en paritario el encargo.

Menos aún en estos tiempos, en que se necesitan tantas manos para dar mayor acceso a los importantísimos sacramentos del bautismo y del matrimonio, o ya sea para consolar a los fieles con el viático y los sacramentales, y hasta administrar la mesa de la caridad, que vienen a ser tareas esenciales de los diáconos.CP

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ORACIÓN POR LA CANONIZACIÓN DEL BEATO ALBERIONE

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en Cristo Maestro, camino, verdad y vida, te doy gracias con toda la Iglesia por los tesoros de santidad, de luz y de gracia, que has concedido a tu siervo fiel, el beato Santiago Alberione, quien, a ejemplo del apóstol Pablo, ha predicado en Evangelio en todo el mundo con los instrumentos de la comunicación social.

Concédeme la gracia de seguir su ejemplo, y dígnate glorificarlo en la tierra para que proteja a todos los que trabajan con esos medios para instaurar el Reino de Cristo. Concédeme también, por su intercesión, la gracia que ahora te pido…

María, madre y reina de los apóstoles, dígnate apoyar mis súplicas por tu maternal intercesión.

Gloria al Padre…

Se ruega a quien obtenga gracias y favores por intercesión del beato Santiago Alberione, lo comunique al Superior Provincial de la Sociedad de San Pablo. C/. Protasio Gómez, 15.

28027 Madrid.

Estimado lector: La revista Cooperador Paulino se difunde de manera gratuita al servicio de la evangelización. No obstante, animamos a los lectores, en la medida de sus posibilidades, a colaborar con nosotros para hacer frente a los gastos que genera su publicación. La aportación ordinaria es de 10 €. La ayuda que decida aportar puede hacerla efectiva por giro postal o transferencia: • Por giro postal o por talón a: COOPERADOR PAULINO; Calle Protasio Gómez, 15 - 28027 MADRID • Por transferencia bancaria a: BANCO SANTANDER CENTRAL HISPANO; Calle Alcalá, 445 - MADRID Cuenta: ES71 0049 5134 37 2116915646 MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN LA DIRECCIÓN Cooperador paulino_Comunicación y pastoral

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La manipulación de contenidos en red

EL DESORDEN DIGITAL Juan Carlos Pinto, SSP

Muchas veces no somos conscientes del desorden digital y consiguientemente no educamos para la correcta utilización de los medios.

Las nuevas tecnologías de la Información y de la Comunicación (las TICS) acarrean algunos inconvenientes que no podemos pasar por alto.

N

o debemos satanizar los nuevos medios de comunicación ni la nueva cultura digital, a pesar de los peligros que podamos encontrar. Las nuevas tecnologías forman parte de nuestras vidas y cada vez condicionan más nuestro estilo de vida y nuestro actuar. Muchas veces no somos conscientes del desorden digital y consiguientemente no educamos para la correcta utilización de los medios.

Debemos admitir que nuestro apego a los libros no evitará que también los leamos en pantallas ni que escribamos en ellas o para ellas. De igual modo, debemos reconocer que nuestras ocupaciones están ya mediadas por un entramado de redes y que, siendo así, necesitamos reconocer el significado de estos cambios de conducta que están causando en nuestro entorno social.

Miremos a nuestro alrededor, examinemos nuestra conducta, nuestros hábitos, nuestras aficiones, nuestra ocupación. Pasamos buena parte del tiempo intercambiando información: lo hacemos cuando adquirimos algo a crédito, cuando hablamos por teléfono o estamos 20 Cooperador paulino_Comunicación y pastoral Cooperador Paulino-Nº.indd 20

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en el WhatsApp, cuando nos relacionamos con cualquier administración, mientras trabajamos y, sobre todo, al entrar en internet y realizar alguna de las operaciones que allí se nos ofrecen. Hablamos sobre ello diariamente y todo eso está modificando los aspectos más triviales de nuestra existencia.

Estamos en la era de la información.

Las redes sociales, por ejemplo, han mostrado hasta qué punto la información se multiplica y se convierte en fuerza. No obstante, tampoco es la rapidez un elemento nuevo, y no solo porque esta dependa de una percepción psicológica a partir de una cronología que remite a la naturaleza. La velocidad y el acortamiento del tiempo son rasgos propios de la modernidad secularizadora, en la que los progresos de la ciencia y la cultura se producen y difunden cada vez más deprisa con la pretensión de dominar lo natural y organizar lo social.

La razón es simple. A mayor libertad, más información, aunque ello acreciente la incertidumbre, entendiendo que la incertidumbre que surge en virtud de la libertad de elección, por parte del emisor, es una incertidumbre deseable. Si el sentido es irrelevante, aumenta nuestra libertad para manipular los contenidos y tratarlos como mera abstracción matemática.Y es así como entramos en la edad del dato, sin cosas físicas, con dígitos planos, ceros y unos sin sustancia, sin principio ni final, con un medio que lo registra todo y con el que experimentamos el mundo. La inundación y saturación actuales son resultado de ese flujo. Y no mencionemos lo que se dice y se hace en nombre de la fe o las creencias religiosas. Encontramos imágenes que todo el mundo manipula, usa y las convierte en fuerza de creencia en red

Las nuevas tecnologías de la Información y de la Comunicación (las TICS) acarrean algunos inconvenientes que no podemos pasar por alto: adicción, aislamiento, tiempo dedicado, problemas físicos, gasto económico, exceso de información, manipulación, sobreexposición y delitos.

y habla en honor de aquellos quienes, sin enterarse de esto, actúan como imagen para crear un conocimiento digital distorsionado y desordenado.

Tal vez, como cultura y como especie, nos estamos convirtiendo en seres superficiales, en personas que huimos de lo profundo y nos acostumbramos a la seguridad prometida de una vasta conectividad lateral. Estamos renunciando a la sabiduría, cuya consecución ha definido durante milenios el núcleo mismo de la idea de cultura. A cambio, nos estamos adhiriendo a la fe en la red.

Las nuevas tecnologías de la Información y de la Comunicación (las TICS) acarrean algunos inconvenientes que no podemos pasar por alto: adicción, aislamiento, tiempo dedicado, problemas físicos, gasto económico, exceso de información, manipulación, sobreexposición y delitos.

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María,

la primera en armar lío Discípula y maestra de corazón Partiendo del itinerario de María según el evangelio y los Hechos de los apóstoles, Fernando Cordero nos revela las enseñanzas de María: hacerse esclavos del Señor, conservar y meditar todas las cosas en el corazón, ser pobre y tener un corazón de pobre, atender y servir a los demás, cuidar la vida, estar al pie de la cruz, compartir la fe con los demás, unir el corazón al corazón de Cristo...

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Existen algunos factores de riesgo que pueden favorecer la adicción a las tecnologías digitales. Entre otros, son factores de riesgo personales la falta de habilidades sociales y la introversión, donde se puede camuflar la personalidad, donde el lenguaje es más libre y desordenado. La búsqueda de nuevas sensaciones, la puerta abierta a múltiples sensaciones, a la amistad, al cariño, al sexo…

Hoy casi todo se nos presenta al alcance de la mano. Tampoco debemos pasar por alto las carencias afectivas. En la red es fácil encontrar comprensión. Los estados depresivos o ansiosos, el usar la red para evadirse, es algo que debemos cuidar. La baja tolerancia a la frustración y la necesidad de encontrar satisfacción inmediata son otros riesgos que los educadores tenemos que cuidar.

Ante este aparente o real desorden digital, debemos tener mucho cuidado cuando estamos conectados demasiadas horas, o cuando se oculta el tiempo que se está conectado. Asimismo, por ejemplo, hay que vigilar y corregir la necesidad de llegar a casa para conectarse, la ansiedad o la frustración cuando no es posible la conexión. Otro desorden digital viene dado por la reducción de otras actividades o la disminución de la comunicación con el entorno cuando estamos demasiado tiempo conectados.

Todo esto y muchos otros aspectos que la sociedad digital nos ofrece hoy tiene que mantenernos alerta para aprender a vivir en la red, a convivir con ella y a ser honrados ciudadanos digitales, buscando siempre un adecuado equilibrio entre lo real y lo virtual, entre la comunicación en red y la comunicación personal y grupal.CP

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9. Liturgia y Pastoral

«Id también vosotros a mi viña» Antonio Alcalde Fernández

«Una viña tenía mi amigo que plantó de una cepa especial. La cavó y la cuidó y en su centro puso torre y excavó un lagar. Una viña tenía mi amigo que plantó de una cepa especial.Y a nosotros nos dio el encargo de cultivarla sin descansar» (A. Alcalde) Después del descanso veraniego volvemos a los quehaceres de la vida corriente de cada uno y de cada día. En el buzón de nuestra vivienda habitual nos encontramos con una invitación.

Ahora somos invitados a colaborar en la viña del mundo, como puede ser nuestra parroquia, nuestro barrio, nuestro colegio... en semejanza y conformidad con los que han colaborado anteriormente a nosotros: “Id también vosotros a mi viña” (Mt 20,7).

«También», ¡qué hermoso adverbio que se usa para denotar semejanza, conformidad o relación de una cosa con otra ya nombrada! A nadie se le excluye de colaborar en la viña del Señor. Todos somos invitados: los menores, los medianos y los mayores, los preparados y los no preparados, los listos y los menos listos, los que tienen facilidad de palabra y los que tartamudean...; cada uno a la hora convenida con el dueño, en una relación de semejanza y conformidad con los anteriores, alegres y contentos y con el canto en los labios para hacer más llevadero el peso del día y el bochorno del calor, cantando de origen a fin y en todo trayecto, lleno de esperanza y amor; esté la viña en el desierto o en la ciudad, te sentirás llamado a trabajar en la viña, seas adolescente o estés en la edad madura, incluso en el atardecer, en el umbral de la ciudad futura.

«Y estaremos en su viña trabajando, / en la viña del Señor» I.- Llamados desde el amanecer hasta el atardecer

Así mismo el reino de los cielos se parece a un propietario que salió de madrugada a contratar obreros para su viñedo. Acordó darles la paga de un día de trabajo y los envió a su viñedo. Cerca de las nueve de la mañana, salió y vio a otros que estaban desocupados en Cooperador paulino_Comunicación y pastoral

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9. Liturgia y Pastoral

«Cerca de las nueve de la mañana, salió y vio a otros que estaban desocupados en la plaza. Les dijo, “Id también vosotros a trabajar en mi viñedo, y os pagaré lo que sea justo”».

la plaza. Les dijo, “Id también vosotros a trabajar en mi viñedo, y os pagaré lo que sea justo.” Así que fueron. Salió de nuevo a eso del mediodía y al comenzar la tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco de la tarde, salió y encontró a otros más que estaban sin trabajo. Les preguntó: “¿Por qué han estado aquí desocupados todo el día?” “Porque nadie nos ha contratado,” contestaron. Él les dijo, “Id también vosotros a trabajar en mi viñedo.” Así que: «Salió por la mañana, a la hora de tercia, a la hora de sexta, a la de nona y a la hora undécima» (Mt 20, 1-6). El patrón salió a la plaza a diversas horas del día y siempre encontró hombres sin trabajo. “Les dio lo mismo a los primeros que a los últimos» (Mt 20, 9-12); recibieron cada uno un denario –la imagen del rey–. Todo esto significa el pan de la vida, que es lo mismo para todo hombre; único es el remedio de vida para aquellos que lo toman.

En esta parábola, que sólo la encontramos en el evangelio según san Mateo, Jesús nos enseña que en el trato con Dios no vale el esquema que se da entre un empleado y su empleador, entre un trabajador y su patrón, sino que nos enseña cómo son las cosas en el Reino de Dios.

«Das al vespertino / lo que al mañanero.

Son tuyas las horas / y tuyo el viñedo» Al atardecer, el dueño del viñedo le ordenó a su capataz: “Llama a los obreros y págales su jornal, comenzando por los últimos contratados hasta llegar a los primeros. Se presentaron los obreros que habían sido contratados cerca de las cinco de la tarde y cada uno recibió la paga de un día.

Por eso cuando llegaron los que fueron contratados primero, esperaban que recibirían más. Pero cada uno de ellos recibió también la paga de un día. Al recibirla, comenzaron a murmurar contra el propietario. «Estos que fueron los últimos en ser

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contratados trabajaron una sola hora,” dijeron, “y usted los ha tratado como a nosotros que hemos soportado el peso del trabajo y el calor del día» (Mateo 20,8-12) II.- La bondad del dueño

Cuando Jesús contó la parábola de los jornaleros, muchos se vieron reflejados en las palabras de Jesús; lo mismo sucede hoy en día: queremos imponer nuestro modo de administrar justicia. Nos molesta que no se distribuya la bondad de Dios como queremos nosotros, que nuestros caminos y nuestros modos de proceder no sean los procederes de Dios. Estos jornaleros de la primera hora representan a quienes protestan ante la idea de que las cosas pueden ser de otro modo con Dios, y es que, en el fondo de nuestro proceder, pensamos que es más cómodo tener a Dios como nuestro deudor que ser nosotros los deudores de Dios. Los jornaleros tenían que ir a la finca para recibir la paga prometida, pero la paga que recibieron superó el trabajo realizado, porque los dones de Dios superan con mucho nuestras obras y acciones.

Y nos molesta el pensar que los «malos» se puedan salvar… Y nos molesta…, porque en el fondo, muchas veces, envidiamos a los malos y la vida que se pegan…No comprendemos el amor de Dios... que no es como el nuestro.

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9. Liturgia y Pastoral

No es cuestión de injusticia, sino de bondad. El relato de la protesta de los que llegaron primero le sirve a Jesús como contraste entre el modo como pensamos tratar a Dios y el modo como Él nos trata.

En el trabajo de la viña no se puede reprochar la bondad del dueño, y nada se encuentra reprensible en su justicia. El patrón no tiene en cuenta ni el trabajo ni el esfuerzo ni la fatiga a la hora de pagar, sino que su paga al fin del día es un regalo más que una retribución. Él ha dado lo que se ha convenido (Mt 20, 2-13) y, en su bondad, se ha mostrado clemente como él ha querido. En vista de estas enseñanzas, ha propuesto nuestro Señor esta parábola. Por estas palabras: “¿No puedo yo hacer en mis asuntos lo que quiero?” (Mt 20, 15), él lo ha puesto de manifiesto. Esta parábola conviene a todas las generaciones hasta el fin del mundo. Él ha significado que la parábola mira tanto a los tiempos presentes como al fin del mundo. «¿Quién como Dios ha otorgado a los justos más recientes la vida bendita de los primeros justos? Entre ellos, que fueron contratados a la mañana, ¿no había también niños que murieron? Abel, entre ellos, murió joven; ¿murmuraría de él Set, que lo había reemplazado?» [...] (san Efrén).

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Je s ú s c o m p a r ó a l mundo con una viña y nos invita a trabajar. Hay sitio para todos. Invitados todos a trabajar, a nadie se le excluye, pero que tenga el corazón limpio y las manos abiertas para trabajar, para dar y para recibir. La oficina para ser contratados será la plaza del pueblo y el vivir unidos a otros jornaleros. El sueldo al trabajo será la amistad de Dios y el jornal de gloria, «que a jornal de gloria no hay trabajo grande».

9. Liturgia y Pastoral

III.- ¡Ven tú también a la viña!

Jesús nos invita a trabajar por el Reino de Dios que es su Viña. ¡Ven tú también a la viña! ¡Venid vosotros también a la viña! Vamos entre todos a construir el reino de Dios, un mundo mejor, tanto si has oído la llamada a primera hora, desde niño o joven, como si la has oído al mediodía o al atardecer de tu vida, emplea el tiempo que tengas en trabajar, sin complejos, en la viña del Señor, pero no cierres la puerta detrás de ti, porque hay otros todavía esperando fuera, en la plaza del pueblo.

La recompensa que el Padre un día nos dará, no es algo que se deba a nuestro mérito, sino a su bondad; no es un salario, sino un don gratuito. Él es quien sale a nuestro encuentro para contratarnos en su viña; y el jornal ya no es dinero caduco, sino el don prometido de la gloria.

En la última estrofa, la tipología se alza en una fantástica espiral ascendente.

Somos convocados ahora –nunc- a percibir una ganancia, que es promesa, en el futuro, de otra paga, como emolumento a nuestro trabajo de por vida en la viña del Señor, en su Iglesia.

es una renta que nos pone el Creador. Es la fe nuestra moneda, el amor es la fianza, y con fe y amor se avanza por la viña del Señor. «Porque en la viña del Señor, el hombre que pisa fuerte, nunca espera de la suerte el fruto que no sembró…»

«En la plaza de un pueblo / y cruzados de brazos / buscaban los jornaleros / como ganarse el pan.

Fue un hombre a contratarlos / y los trajo a su tierra, / les dio el ciento por uno / y su amistad.

Unos van de madrugada, / otros llegan al final, / pero Dios a todos paga por igual» (J. A. Olivar).

«Ahora que nos pagas, / nos lo das de balde, / que a jorA punto está tu corazón, nal de gloria, / no hay trabajo Dios mío, al alborear del día, grande». levantándote antes que el sol para salir a las calles y plazas, Este mundo nuestro que a los cruces de los caminos camina entre prisas y tro- del mundo, sedientos de luz, piezos, tiene nombre y tiene para cuidar tu viña, la viña dueño: es la viña del Señor. que es todo tu amor. Como Este mundo nuestro en el que conviven la opulencia y la miseria, bien pudiera ser un día, con el esfuerzo y la colaboración de todos, primavera del amor; porque del Señor es este mundo y a los hombres nos lo arrienda, el trabajo

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Buen Viñador no te detienes en tu caminar, no te asusta la sed ni el calor, porque hay una viña que quieres cuidar, una viña que tienes en fértil collado, que la entrecavaste, la limpiaste y la cuidaste esperando con paciencia el fruto a su tiempo, ¡una viña que es todo tu amor!

«Dios es tu amigo el viñador, que te pide frutos de amor» (C. Gabaráin).

Al atardecer, llega la hora del fin de las labores:

Y es el momento de la paga que el Padre otorga, rebasando infinitamente el mérito del trabajo realizado. Es el momento del encuentro hondo y profundo con el dueño de la Viña.

IV.- ¡Qué bien lo refleja el himno «Hora de la tarde»!

Hora de la tarde (himno de Vísperas para el lunes I) es uno de los himnos caste-

llanos de la Liturgia de las Horas mejor recibidos por las comunidades cristianas, que se ha hecho verdaderamente popular en distintas versiones musicales.

El texto rezuma sencillez, ritmo y musicalidad. Quizás en estas tres notas (sencillez, ritmo y musicalidad) resida el secreto de su éxito, popularidad y aceptación por parte de las comunidades cristianas.

Desarrolla con mayor amplitud las imágenes sugerentes de la parábola, principalmente en la segunda estrofa, que se desprende casi en su totalidad del himno latino: «Das al vespertino lo que al mañanero...».

Hora de la tarde está inspirado, como punto de partida, en el himno latino Horis peractis undecim, destinado a las Vísperas del viernes, en la cuarta semana, que lleva por título: «Danos, Señor, la paga o recompensa después del trabajo». En los últimos versos parece percibirse de nuevo el eco lejano de la súplica que pide ayuda en los trabajos «a lo que sembramos, dale crecimiento»: (versos 11 y 12) «Ayúdanos en nuestros trabajos y alégranos después de acabados».

Por fin, la súplica del himno se dirige directamente a Cristo; Él es el amo de la Cooperador paulino_Comunicación y pastoral

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9. Liturgia y Pastoral

«Hora de la tarde, / fin de las labores. / Amo de las viñas, / paga los trabajos / de tus viñadores».

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viña, la vid verdadera que da savia y vida a los sarmientos, que somos sus miembros. Nosotros somos los colonos que trabajamos y vivimos en la viña.

El más hondo sentido de la parábola está contenido en los versos: «Das al vespertino, lo que al mañanero», y en el contraste de la aparente paradoja:

9. Liturgia y Pastoral

«Ahora que nos pagas, / nos lo das de balde, / que a jornal de gloria, / no hay trabajo grande».

El amo de la viña es Cristo y nosotros somos los colonos de la viña, sus habitantes, sus cuidadores. Él es quien sale a contratarnos para trabajar en su viña y nos da el encargo de cultivarla sin descansar. El jornal ya no es el dinero caduco –un denario-, sino el don prometido de la gloria.

«A jornal de gloria no hay trabajo grande»; el «ahora que nos pagas» nos habla de que somos convocados a percibir una ganancia, que es promesa, en el futuro, de otra paga, como emolumento a nuestro trabajo de por vida en la viña del Señor. Dios, el amo de las viñas, el pagador, no mira el volumen de la acción ni la cantidad de horas de trabajo, sino el grado de amor con que se ha hecho.

V.- Sentir la llamada de La viña porque «la mies es mucha y los obreros pocos»

«Alzad los ojos por la tierra entera, / blancas en flor, / ya están las mieses en la sementera.

Mucha es la mies, que al viento se doblega; / Señor, envía obreros a tu siega» (Andrés Caimari) Sabiendo y siendo conscientes que los vientos de nuestro mundo, los Alisios de nuestras islas pueden acabar secando la poca vegetación que tenemos. Es por ello, por lo que nos tenemos que sentir enviados al mundo, pero sin ser del mundo y pidiéndole al Padre que nos guarde como “a las niñas de sus ojos”, «como flecha en su aljaba», que guarde en su corazón nuestro ideal. «No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno.

No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo» (Jn 17, 15-18).

Nosotros iremos a las viñas de nuestro mundo, sintiéndonos enviados por Él, «sin talega, ni alforja, ni sandalias», desde nuestra propia libertad y pobreza; cuantas más cosas llevemos encima, más difícil se nos hará caminar; iremos con prisa por lanzar la simiente del Reino, pero también con calma para que crezca cuando Dios quiera; con una confianza sin límites y con un amor inmenso.

Para sentir la llamada de la viña hay que

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zas uno a uno con tu presencia nombrando nuestros nombres “tatuados en tus manos”.

En nuestros oídos resuena aún su invitación: “Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres”. La huella que dejaste está fresca. Tu destino se pierde y me confunde, pero me ayuda a descubrir el mío. Nuestros pasos se hunden en el pesado barro de la historia y con los tuyos se funden sintiéndonos contigo peregrinos por los caminos del mundo.

Mi pensamiento, Señor, te soñó lejano y portentoso y Tú, en vez de poderoso te me presentas vagabundo y peregrino, pobre y silencioso, servidor y amigo. Tan torpe te seguí en la lejanía. ¡Y qué gozoso despertar el día que, al dejar de mirar a las estrellas, empecé a percibir tu cercanía!

“Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres”. ¡Bendito pescador que me enredaste dejándome caer sobre las brasas del íntimo cenáculo!

La misión es hermosa; apasionante. Y muchos se han puesto ya en camino. Siendo todos invitados a trabajar en la viña, a nadie se le excluye, pero que se ponga la túnica de los sencillos, del corazón limpio y las manos abiertas para dar y recibir. Ven tú también a trabajar en la viña.

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9. Liturgia y Pastoral

tener un oído muy sensible, un corazón abierto, y no enredado en los propios problemas, que abra caminos al Reino que está cerca; sabiendo que somos enviados por el Dueño de la Viña que nos dice: «Poneos en camino. Mirad que os envío como corderos en medio de lobos» (Lc 10,4). Id como peregrinos de la paz y portadores de la paz, siendo sencillos pero también prudentes, sin malicia alguna y cargados de esperanza.

Y cuando nos sintamos inseguros, que vamos solos por la vida, cuando experimentemos el vacío, Jesús se nos da en alimento, nos invita a acompañarle y a subir a su barca y nos dice: ¡No tengáis miedo!

Al ir a trabajar en tu viña, tu Espíritu llega a nuestros corazones. La fuerza del Señor nos invade. El Aliento de vida transforma nuestro desierto en mil vergeles.

Llama de amor viva: danos el lenguaje de la entrega, danos el don de la comunicación y la humildad con todos los que se encuentren en tu viña. Haznos comunidad de amor; haznos Iglesia abierta a todos.

Irrumpe con tu viento impetuoso en nuestras casas, proyectos e instituciones. ¡Asombrosa Presencia! que fermentas los mostos de amor y de esperanza, y nos abra-

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Lee y medita 1. “Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla.

La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, se manifiesta también en los síntomas de la enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes.

Pero entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra que “gime y sufre dolores de parto” (Rom 8, 22; Laudato Sii, n. 2: “El cuidado de la casa común”).

2. ¡El Señor va a pasar! y lo reconoceremos no tanto en los sucesos extraordinarios cuanto en el susurro de la brisa suave. Él se manifiesta más en el silencio que en el ruido, más en la pequeñez que en la grandiosidad, más en lo sencillo que en lo aparatoso. En cada Eucaristía se nos invita a ser brisa para los demás y no fuego, ni terremoto, ni huracán (ver 1Re 19,9a.11-13a).

Comenta en el grupo 1. Es la hora de encontrarnos como hijos de la Iglesia en la mesa de la unidad. Es la hora de llenarnos de alegría en su presencia, cambiando nuestros corazones al sentarnos a su mesa. «No seas tú de los que alargan la mano para pedir y la encogen para dar» (Didajé, siglo I).

2. La Eucaristía, si bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y alimento para los débiles (EG 47). Por tanto, que el pobre, el siervo, el humilde, el necesitado se acerque a la mesa del Señor a comer su Pan sobre el altar del mundo.

Ora 1. «Porque nos concedes en cada momento lo que más conviene y diriges sabiamente la nave de tu Iglesia, asistiéndola siempre con la fuerza del Espíritu Santo, para que, a impulso de su amor confiado, no abandone la plegaria en la tribulación, ni la acción de gracias en el gozo, por Cristo, Señor nuestro» (Prefacio dominical IX del T O).

2. Pasar por la viña del mundo haciendo el bien como Jesús, el Buen Samaritano: «Porque Él, en su vida terrena, pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal. También hoy, como buen samaritano, se acerca a todo hombre que sufre en su cuerpo o en su espíritu, y cura sus heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza. Por este don de tu gracia, incluso cuando nos vemos sumergidos en la noche del dolor, vislumbramos la luz pascual en tu Hijo, muerto y resucitado» (Prefacio Común VIII: «Jesús, buen samaritano»).

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Hijas de San Pablo QUIÉNES SOMOS Somos mujeres-apóstoles consagradas en la Iglesia, llamadas a comunicar a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo el amor de Cristo, alimentado en nosotras por la cita diaria con la Palabra y la Eucaristía.

Como consagradas, nos ponemos a la escucha de las necesidades de la humanidad de hoy para responder, siguiendo las huellas de san Pablo, al hambre de verdad y de Dios presente en cada persona.

QUÉ HACEMOS Comprometidas en la evangelización, nos servimos de Centros Editoriales en los cinco continentes para comunicar la fe, la cultura de inspiración cristiana y la promoción humana en general con la producción de libros, mini-media, productos musicales, dvd’s y revistas. Dirigimos una red internacional de librerías «Paulinas» en el mundo con productos multimedia y también digitales. Organizamos exposiciones en las escuelas, universidades, parroquias y con ocasión de eventos eclesiales y culturales; organizamos semanas bíblicas y jornadas del Evangelio.

DÓNDE ESTAMOS A los pocos años de haber nacido en el año 1915, en Alba, Italia, las Hijas de San Pablo nos hemos extendido rápidamente por países de los cinco continentes, primero por Europa y las Américas, para seguir después la expansión por Asia, África y Oceanía.

QUIÉNES PUEDEN SER MIEMBROS DEL INSTITUTO Todas las jóvenes y adultas, de hasta 30 años, que se sientan llamadas a ofrecer su vida por el anuncio del Evangelio, a través de los medios de comunicación social, consagrando sus vidas a la causa de Jesucristo, viviendo en comunidad.

PARA MÁS INFORMACIÓN Hijas De San Pablo C/. Carril del Conde, 62 – 28043 Madrid – Tel.: 917 218 984 – Fax: 917 595 260 E-mail: delegacion@paulinas.es – Web: www.paulinas.es Cooperador paulino_Comunicación y pastoral

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Entrevista a Mons. Ginés Ramón García Beltran I Congreso Nacional de la Divina Misericordia CONFIAMOS EN TU MISERICORDIA El I Congreso Nacional de la Divina Misericordia, “Confiamos en tu misericordia”, se celebrará los días 22 y 23 de octubre, en Madrid. Mons.

Ginés Ramón García Beltrán, Obispo de Guadix, Responsable de la Divina Misericordia en España, presentará el Congreso, que se desarrollará en torno a cuatro ponencias: Feli Izaguirre

Mons. Ginés Ramón García Beltrán, Obispo de Guadix,

Mons. Ginés Ramón García Beltrán, ¿por qué la organización de este Congreso, cuando los grupos de la Divina Misericordia radicados en numerosas diócesis ya venían reuniéndose anualmente?

Hace unos años recibí el encargo del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal de coordinar y alentar los grupos de la Divina Misericordia en España. Es esta una realidad rica y cargada de buenos frutos. No ha sido una tarea fácil, pero con paciencia hemos ido dando pasos, y creo que pasos significativos de conocimiento mutuo, de coordinación y mirada ilusionante al futuro.

En estos últimos años han sido muchas las iniciativas que se han tomado por los grupos de la Divina Misericordia, entre ellas la celebración de congresos. Verdaderamente, y en sentido más estricto, el primer Encuentro o Congreso Nacional será el que celebraremos Dm. en octubre en Madrid.

Es difícil todavía hablar con precisión de la devoción a la Divina Misericordia en España y de los grupos que existen. Son muchos y con gran vitalidad. Intentamos que sea un apostolado nacional, respetando siempre la realidad y autonomía de cada obispo y de cada diócesis.

«Confiamos en tu misericordia». ¿Por qué este lema? ¿Cuáles son los objetivos del congreso? ¿Quiénes están llamados a asistir?

Es un lema que toca el corazón de la experiencia de Santa Faustina («Jesús en ti confío») y de la devoción a este misterio del Señor.

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Nuestro objetivo es celebrar el Año Santo de la Misericordia, reflexionar y rezar en torno a este misterio del amor de Dios, y encontrarnos para caminar juntos. Será el punto de partida de un apostolado de la Divina Misericordia en España.

El Congreso es para todos. Todos estamos convocados.

Cada vez más laicos y religiosos afirman que la Divina Misericordia es el mensaje que el mundo de hoy necesita. ¿Cuál es este mensaje y cómo podemos comunicarlo?

El mal tiene un límite, la misericordia de Dios. Todos experimentamos cada día el mal en nosotros y en la sociedad, y tenemos la tentación de pensar que nada tiene solución, Jesús en ti confío que todo es un fracaso, que nada va a cambiar. Incluso lo pensamos de la fe cristiana y Jesús glorioso nos enseña e ilumina el de la Iglesia. Olvidamos así que Cristo, en su muerte y resurrección, ya ha vencido al camino de vuelta a Él. Los signos de la pasión pecado y a la muerte, y que la fuerza de su y el costado abierto del que mana el agua y la sangre nos hablan de la gracia que se derrama vida nueva es imparable. en la Iglesia a través de los sacramentos.

No hay pecado suficientemente grande que «El mal tiene un límite, la mise- pueda vencer al amor de Dios que se ha ricordia de Dios. Todos expemanifestado en Jesucristo, el Hijo. A mí me rimentamos cada día el mal siguen impresionando las palabras de Santa en nosotros y en la sociedad, y Faustina: todos los pecados de cada hombre tenemos la tentación de pensar y de la historia son una gota de agua en el que nada tiene solución, que océano inmenso de la misericordia de Dios. todo es un fracaso, que nada va Creo que la Divina Misericordia es a cambiar. Incluso lo pensamos mucho más que una devoción. Es el misde la fe cristiana y de la Iglesia. terio mismo de Dios Amor en favor de los Olvidamos así que Cristo, en su hombres. Empobreceríamos el mensaje de la muerte y resurrección, ya ha Divina Misericordia si lo redujéramos a una vencido al pecado y a la muerte, sola devoción. y que la fuerza de su vida nueva Además, no es un mensaje intimista, sólo es imparable». para mí y para mi provecho. Es un mensaje Cooperador paulino_Comunicación y pastoral

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PONENCIAS DEL CONGRESO • Jesucristo, rostro de la misericordia del Padre, por Mons. Antonio Cañizares Llovera, Cardenal Arzobispo de Valencia.

• La confesión, sacramento de misericordia, por D. Manuel González López-Corps, sacerdote, doctor en Sagrada Liturgia, profesor de la Universidad de San Dámaso de Madrid.

• Las obras de misericordia, por Mons. Sebastiá Taltavull Anglada, Obispo Auxiliar de Barcelona, Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral.

• La espiritualidad de Santa Faustina Kowalska, por las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia.

En la Catedral de la Almudena, Mons. Carlos Osoro Sierra, Arzobispo de Madrid, presidirá una Vigilia de Oración, y Mons. Ricardo Blázquez Pérez, Cardenal Arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, la Misa de clausura del Congreso.

«Cristo que es el rostro de la misericordia de Dios; la reconciliación con Dios, que obtenemos, sobre todo, mediante el sacramento de la penitencia; y la misericordia para con los demás».

para llevarlo al mundo y para vivirlo en el que propagó esta devoción de un modo paramor a los demás. Junto al rezo de la coro- ticular: San Juan Pablo II. nilla u otros actos de este mensaje, tenemos que ser misericordiosos con los demás. ¿Conocemos realmente a Jesús? ¿Confiamos en su infinita bondad y misericordia? ¿Cómo se estructura el programa del Congreso?

Responder a esta pregunta de modo general, Está organizado en torno a tres núcleos o generalizando, sería peligroso y hasta injusto. temas: Cristo que es el rostro de la miseri- Creo que sí se conoce a Jesús, aunque nunca cordia de Dios; la reconciliación con Dios, será de modo suficiente.Y también es verdad que obtenemos, sobre todo, mediante el que el ambiente secularizante en el que vivisacramento de la penitencia; y la misericor- mos, está logrando que muchos no conozcan dia para con los demás –las obras de mise- al Señor.

Conocer al Señor cada día más es el único ricordia–.

A la hora de elegir la fecha del Congreso camino para amarlo más y para seguirlo. tuvimos muy en cuenta la fiesta del Santo Cuando hay un encuentro verdadero y pro26 Cooperador paulino_Comunicación y pastoral Cooperador Paulino-Nº.indd 34

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«Un poco de m i s e r ico r d i a hace el mundo menos frío y más justo» Papa Francisco

«Experimentar muy dentro de nosotros el amor de Dios para no callarlo, para llevarlo a este mundo que tanto lo necesita».

fundo con Cristo ya no hay forma de dejar de mirarlo. Sin duda que el mensaje de la Divina Misericordia nos ayuda a conocer al Señor de un modo experiencial y tierno. El conocimiento del Señor lleva irremediablemente a la confianza, a la fe.

Jesús desea darse a las almas y que invitemos a amarle y a confiar en Él. ¿Qué frutos se esperan del Congreso?

Sencillamente, experimentar muy dentro de nosotros el amor de Dios para no callarlo, para llevarlo a este mundo que tanto lo necesita. Ojalá cada uno de los que asistamos a este Congreso salgamos de él amando más al Señor y confiando en Él.CP

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23 de octubre Jornada Mundial por la Evangelización de los Pueblos Anna Pappalardo, HSP

La Jornada de este año tiene una connotación particular por estar situada dentro del gran Jubileo Extraordinario de la misericordia. «También hoy – escribe el papa Francisco– todos estamos invitados a salir, como discípulos misioneros, poniendo cada uno al servicio de los demás los propios talentos».

«Las mujeres, laicas o religiosas, y en la actualidad también muchas familias, viven su vocación misionera de diversas maneras».

F

ue en el año 1926 cuando Pío XI proclamó la primera jornada «Por la evangelización de los pueblos», sensible a la urgencia de la Iglesia «en salida» para llegar a los alejados, a todos los que no había llegado el mensaje cristiano; un mensaje que les habría dado la posibilidad de conocer el gran amor que Dios tiene a la humanidad –a cada hombre y a cada mujer–, en volver a darles la dignidad de hijos de Dios mediante la redención llevada a cabo por Jesucristo. Los mensajes que los Papas han ido ofreciendo a la cristiandad focalizan la importancia y la urgencia de la «misión ad gentes», la importancia de suscitar nuevos misioneros –sacerdotes, religiosos y laicos– que crucen montes y surquen mares para anunciar el mensaje evangélico en todos los continentes: en todas las naciones de Europa, de Asia, de África, de América y de Oceanía.

En el contexto del Jubileo

La Jornada de este año tiene una connotación particular, al estar situada dentro del gran Jubileo extraordinario, el Jubileo de la misericordia. La misión es una inmensa obra de misericordia, tanto espiritual como corporal; una obra de misericordia que obedece a un 28 Cooperador paulino_Comunicación y pastoral Cooperador Paulino-Nº.indd 36

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por lo tanto, del propio ámbito cultural y social para llegar a quienes están sedientos y hambrientos de verdad, de justicia y de paz. Porque todos los pueblos tienen el derecho de conocer el Evangelio, la verdad sobre Jesús, el mensaje que él ha dejado a la humanidad. «Todos estamos invitados a salir –escribe el papa Francisco– como discípulos misioneros, poniendo cada uno al servicio de los demás sus propios talentos, la propia creatividad, la propia sabiduría y experiencia en el llevar el mensaje de la ternura y de la compasión de Dios a la entera familia humana».

Salir hacia horizontes ilimitados «La misión es una inmensa obra de misericordia, tanto espiritual como corporal; una obra de misericordia que obedece a un mandato expreso de Cristo: “Id y anunciad a todas las gentes la Buena Nueva”».

mandato expreso de Cristo: «Id y anunciad a todas las gentes la Buena Nueva». Una obra que es tanto más urgente cuanto más extensos son los escenarios de guerra, de falta de libertad, de ignorancia religiosa.

La Iglesia, que ha recibido de Cristo el mandato de dar testimonio y de ser transmisora de la redención -por lo tanto, de la misericordia de Dios- es la primera misionera. Ella se ocupa de cuidar a todos los hombres y a todos los pueblos, porque quiere que todos «se salven y lleguen a experimentar el amor de Dios». Ningún discípulo de Cristo se puede eximir de la misión de anunciar el evangelio, de iluminar las culturas con la luz del Evangelio, de salir,

La Iglesia ha sido la primera en «salir» de Palestina para lanzarse hasta las regiones más remotas y anunciar al mundo que el Mesías, prometido por Dios y anunciado por los profetas, se ha encarnado y ha pagado el rescate del pecado humano mediante el don de sí mismo. Evangelizar es el mandato de Jesús a los apóstoles y a los discípulos. Un mandato siempre actual, no limitado a un tiempo y a un espacio, que alcanza a los nuevos apóstoles y discípulos del Maestro: sacerdotes y laicos, religiosos y religiosas. Por medio de los misioneros, gente intrépida y de un corazón lleno de amor a Dios y a la humanidad, la ternura y la misericordia de Dios llegan a los hombres y mujeres, a los pueblos de todos los continentes, lenguas, culturas y religiones. Salen fiándose de Dios, para ser «semilla» en tierra extranjera; se encarnan en el desierto de la injusticia y de la violencia para transformarlo en oasis, iluminándolo con la luz del evangelio.

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© Andre Nantel/Shutterstock.com

Escribe el papa Francisco: «Todos estamos invitados a salir, como discípulos misioneros, poniendo cada uno al servicio de los demás los propios talentos, la propia creatividad, la propia sabiduría y experiencia en llevar el mensaje de la ternura y de la compasión de Dios a toda la familia humana».

El mundo necesita misioneros. «También hoy –escribe el papa Francisco– todos estamos invitados a salir, como discípulos misioneros, poniendo cada uno al servicio de los demás los propios talentos, la propia creatividad, la propia sabiduría y experiencia en llevar el mensaje de la ternura y de la compasión de Dios a toda la familia humana».

La iglesia necesita personas que tengan hambre y sed de la misión, que vivan el ser misioneros como exigencia de salir del propio hábitat, de la visión miope de la existencia, para testimoniar la belleza de ser mensajeros de la palabra de Cristo, y así

irradiar fraternidad y amor siendo altavoces de Dios a los hombres y mujeres de su tiempo. ¿No han sido estos el deseo y la necesidad que han sentido el apóstol Pablo, el beato Santiago Alberione y tantos Paulinos y Paulinas, entre otros miles y miles de misioneros y misioneras de todo el mundo?

La mujer, la Iglesia, la misión

En su mensaje para la Jornada Misionera Mundial, el Pontífice no ha decepcionado a ningunas, a ningunos de cuantos esperaban una palabra sobre la presencia, sobre el rol de la mujer en

la Iglesia: como laica, como religiosa, como misionera. ¡Cuántas mujeres lo han dejado todo para llevar el mensaje del Evangelio a naciones y pueblos lejanos, ignorantes de la belleza del don de Dios a la humanidad siendo, a menudo, víctimas de violencias e injusticias! ¡Cuántas mujeres han pagado con sus vidas su condición de misioneras, su compromiso por la educación y formación de niños y jóvenes, por haber denunciado injusticias, por haber anunciado la igualdad y los derechos de todos – hombres y mujeres–, por haber educado a la libertad y a la responsabilidad! Ellas han sido y siguen siendo las

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ÓSCAR GARRIDO GUIJARRO

verdaderas diaconisas de la Iglesia, la «señal elocuente del amor materno de Dios» ¡Cuántas de ellas han sido faros luminosos, a lo largo de la historia de la Iglesia: en la familia, en la parroquia, en el compromiso laboral y vocacional! No se trata sólo de las misioneras, sino también de todas aquellas que, aun permaneciendo en sus tierras de origen, han iluminado con su testimonio de vida entregada, la belleza de ser cristianos, de la ley del amor.

Escribe así el papa Francisco: «Las mujeres, laicas o religiosas, y en la actualidad también muchas familias, viven su vocación misionera de diversas maneras: desde el anuncio directo del Evangelio al servicio de caridad. Junto a la labor evangelizadora y sacramental de los misioneros, las mujeres y las familias a menudo comprenden mejor los problemas de la gente y saben afrontarlos de manera adecuada y a veces inédita: en el cuidado de la vida, ocupándose más de las personas que de las estructuras, empleando todos los recursos humanos y espirituales para favorecer la armonía, las relaciones, la paz, la solidaridad, el diálogo, la colaboración y la fraternidad, tanto en el ámbito de sus relaciones personales como en el más grande de la vida social y cultural; y de modo especial en la atención a los pobres».CP

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LLAMADOS… ¡POR NUESTRO NOMBRE! Lázaro García Caso, SSP

© Zvonimir/Shutterstock.com

Expongo algunas apreciaciones que no responden a estudios ni investigaciones, sino a experiencias personales de acompañamiento vocacional en múltiples y muy diversas circunstancias.

E

l Maestro sigue llamando y nosotros seguimos respondiendo, a veces con cierta pereza, con un poco de miedo, casi siempre entre excusas para escabullir el bulto, descargando la responsabilidad en los males que nos acarrea esta sociedad nuestra… Pero seguimos renovando cada día nuestro compromiso de seguir las huellas del único y verdadero Maestro.

Esto sí que es gratificante y maravilloso.

Lo de «antes», lo de «ahora» lo de «siempre»

El reclutamiento de preadolescentes en un seminario o convento, con unos criterios formativos de exigencia, cumplimiento, disciplina, normas y morales a veces trasnochadas, no parece el camino más indicado para provocar un encuentro con el Maestro. Sin embargo, muchos nos formamos y seguimos en el tajo de cada día, creyendo y perseverando en aquello que nos enseñaron y nos testimoniaron nuestros padres y educadores. No nos vale afirmar, por tanto, que lo de antes era malo y lo de ahora es bueno. Pros y contras, aciertos y errores los ha habido y los habrá siempre; esto no nos impide buscar, en cada tiempo, lo mejor. ¡Tiene que haber algo más!

A Jesús se le puede seguir desde muchos caminos, y una propuesta vocacional no puede reducirse a entrar en un seminario o en un convento. Cuando las opciones vocacionales son 32 Cooperador paulino_Comunicación y pastoral Cooperador Paulino-Nº.indd 40

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libres, quedan abiertas todas las puertas, y nada ni nadie puede vallar o poner límites a la vocación universal a la vida, a la felicidad, al amor.

Dios sigue llamando, cada día nos pone ante los ojos signos, y favorece encuentros que nos acercan al misterio viviente de Jesús. Y sin una experiencia personal de la presencia de Jesús en nuestra vida, no hay vocación cristiana que merezca la pena. Ofertas de felicidad tenemos a montones, nuestro mundo nos invita a ser felices de muchas maneras: consiguiendo dinero, consumiendo, alcanzando poder, disfrutando a tope de la vida, pero con estos presupuestos nuestros ideales se topan con un muro infranqueable. ¡Tiene que haber algo más! y yo puedo descubrirlo. En

ocasiones o, más bien, con demasiada frecuencia, los hombres y mujeres de Iglesia nos convertimos en una dificultad para descubrir el rostro de Cristo en medio de nuestro mundo.

Mente, voluntad, corazón… ¡huellas seguras!

Lo que no sea hacer una experiencia personal de fe (encuentro con Cristo) y tener bien claro de quién nos hemos fiado y en quién hemos puesto nuestra esperanza, no tendrá visos de un buen discernimiento vocacional. La integralidad de la persona gira entorno a la Mente, la Voluntad, y el Corazón. Jesús mismo, en el evangelio de Juan nos dice: “Yo soy LA VERDAD (para nuestra mente), EL

CAMINO (para nuestra voluntad) y LA VIDA (para nuestro corazón). Así de sencillo y así de misterioso.

La misma persona de Jesús es la Verdad, que encontramos traducida en obras en los evangelios y en toda la Sagrada Escritura. Jesús es el Camino para llegar al Padre; en este caminar nos encontraremos con él; en los buenos momentos y en las pruebas más difíciles. Y aún más: Jesús es la misma Vida, capaz de saciar nuestra sed de felicidad; Él es el agua y el amor que puede llenar nuestro corazón.

El espíritu nos ayuda a recrearnos

Los tiempos que corren nos exigen actualizarnos y recrearnos para buscar las maneras más adecuadas de anunciar el evangelio. No bastan técnicas ni dinámicas, ni siquiera los más sofisticados medios de comunicación para que llegue la Buena Noticia a los hombres; si nos falta el Espíritu que anima, inspira y promueve la mente, la voluntad y el corazón, nuestro esfuerzo será estéril.

Por ello, no nos cansamos de invocar al Espíritu, que Dios Cooperador paulino_Comunicación y pastoral

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«Nadie mejor que María nos puede acompañar a la escuela de su Hijo. Ella pasó por todas las etapas de discernimiento vocacional, dificultades, meditación, oración, pruebas… Ella nos llevará por caminos seguros para seguir al Maestro».

Nadie mejor que ella nos puede acompañar a la escuela de su Hijo. Ella pasó por todas las etapas de discernimiento vocacional, dificultades, meditación, oración, pruebas… Una devoción adulta y madura a María, madre y maestra de la única vocación salvadora, nos llevará por caminos seguros para seguir al Maestro, y de paso nos facilitará las ayudas necesarias para no desfallecer en el intento. ¡Feliz vocación!

Padre de Misericordia nos reparte a manos llenas a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. No podemos rezar para que no falten vocaciones, si después no sabemos qué hacer, cómo acompañar a los que quieren seguir al Maestro. El Espíritu nos hace intrépidos para anunciar lo que nosotros hemos vivido y experimentado en la comunidad, que es la Iglesia.

Maria… ¡la mejor garantía!

Por propia experiencia personal, se me antoja conveniente e indispensable hacer alusión a María, siempre que hablamos de discernimiento y seguimiento vocacional.

Desde el gozo y la alegría que nos proporciona seguir a Jesús, creo que debemos felicitarnos mutuamente por encontrarnos trabajando en la viña del Señor, y da igual que nos hayamos apuntado a primera hora, que al mediodía o al atardecer. Concluyo con otras palabras del Papa: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría, una alegría que se renueva y se comunica”.CP «La integralidad de la persona gira entorno a la Mente, la Voluntad, y el Corazón. Jesús mismo, en el evangelio de Juan nos dice: “Yo soy LA VERDAD (para nuestra mente), EL CAMINO (para nuestra voluntad) y LA VIDA” (para nuestro corazón). Así de sencillo y así de misterioso».

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En el Centenario de su nacimiento Hno. ANDRÉS MARÍA BORELLO José Antonio Pérez, SSP

Andrés María Borello entró en la Sociedad de San Pablo a la edad de veinte años, como Hermano religioso, como “Discípulo del Divino Maestro”. En esta Congregación, en efecto, hay Sacerdotes y Hermanos (“Discípulos del Divino Maestro”), hermanos que están íntimamente unidos a los sacerdotes en la vida y en la misión apostólica.

En el documento Identidad y misión del hermano religioso en la Iglesia (= IMF, n. 8) de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrad y la Sociedades de Vida Apostólica, la identidad del religioso hermano se describe como «un misterio de comunión para la misión»; una fraternidad, un don que recibimos, un don que compartimos y un don que entregamos. Un relato que se hace historia de la salvación. El religioso hermano, radicado en el pueblo cristiano, «está llamado a ponerse al servicio de todo el pueblo de Dios, viviendo integralmente y de manera profética el misterio de Cristo y de la Iglesia, a través de la específica aportación de la vida consagrada», «prevalentemente laical en sus comienzos» (IMF, n.

9), «Desarrollando el tesoro común»: la vida sacramental, la pertenencia al pueblo de Dios, la integración personal de laicidad y sacralidad, siendo signo de la presencia de Dios en las realidades seculares, mediante la vida fraterna en comunidad y un carisma compartido con los hermanos sacerdotes, pero también con creyentes laicos (cf. IMF, n. 10).

Un tesoro a descubrir

Es interesante percibir las sorprendentes coincidencias de las reflexiones propuestas en el citado documento de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y el concreto estilo de vida del hermano Andrés Borello. Obviamente, aquí no es posible detenernos a hacer la lista de correspondencias… En cualquier caso, podemos decir de él que es una clara “señal de un Reino que busca la salvación integral de la persona” (IMF, n. 30).

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«¿Cómo pueden los hermanos ser hoy un rostro reconocible de la alianza, en continuidad con el Siervo deYahveh (cf. Is 42,26) y en fidelidad a la vocación profética recibida del Señor? ¿Cómo pueden seguir siendo memoria viva e interpelante para toda la Iglesia de Jesús que sirve, lava los pies y ama hasta dar la vida? ¿Podrán sentir y valorar su mensaje, el que la Iglesia espera y necesita de ellos, el mensaje de la fraternidad? En definitiva, ¿qué implica ser hermanos hoy?» (INF, n. 32).

En el hermano Andrés María Borello tenemos una respuesta viviente a todas estas preguntas. El centenario de su nacimiento (1916-1948) nos permite pensar en nuestro querido hermano, hoy Venerable. Y también reflexionar sobre algunas de sus características que pueden ser para nosotros un mensaje muy actual, y tal vez un desafío urgente en este momento de la historia, a la luz del documento de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

«La preocupación por la propia supervivencia, para que el relato de la salvación se siga escribiendo, es justa. Pero mucho más prudente es el deseo de dar la vida, de enterrarse como grano de trigo, sabiendo que Dios hará que produzca el ciento por uno de la forma que Él juzgue oportuno» (IMF, n.33).

«Sintiéndose parte de este pueblo y de la misión, el religioso hermano vive la llamada a ser memoria de la alianza por su consagración a Dios en una vida fraterna en comunidad para la misión. Así se hace más visible la comunión que todo el pueblo de Dios está llamado a encarnar» (IMF, n. 5).

«Hoy más que nunca el mundo necesita encargados que, desde el corazón mismo

de las realidades seculares y desde la vida humana, testimonien que conocen y aman al Dios de la vida… Con el trabajo manual los religiosos hermanos testimonian el excelso valor del trabajo mediante el cual el hombre colabora con Dios en el perfeccionamiento de la obra de la creación, se hace próximo a sus hermanos más sencillos y se identifica con Jesús, hermano y obrero» (IMF, n. 31).

Entre las virtudes que destacan de modo extraordinario en la vida de Andrés María Borello, podemos recordar su amor y gratitud al Señor por la vocación, la obediencia perfecta y, sobre todo, la humildad, el ser una «señal contracorriente» de la que habla el documento. «La experiencia profética de la fraternidad por parte de los hermanos se acompaña con el compromiso de asumir el estilo de vida de Jesús… La comunidad de los hermanos vive su misión profética a contracorriente, pues por su estilo de vida según el evangelio se opone al que el mundo promueve» (IMF, n. 25). La humildad ciertamente no es una virtud de moda, al contrario, el mundo, y en especial el mundo de la comunicación, prefiere lo que el papa Francisco llama «los trucos y los efectos especiales» a la verdadera luminosidad que nace de una vida, tal vez escondida, consumida por Dios y por el anuncio del Evangelio.

Un modelo de santidad accesible a todos

El P. Alberione ha afirmado muchas veces que el Hermano Borello representa el tipo ideal de religioso laico consagrado. Sus cohermanos decían de él que «parecía un ángel que había venido para dar alegría a nuestro grupo».

«El Hermano Borello ha pasado entre noso-

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tros edificĂĄndonos. Nos ha edificado con su sencillez y humildad. Nos ha edificado con su silencio y laboriosidad.

Nos ha edificado, sobre todo, con su piedad, con su vida interior, con su delicadeza de concienciaÂť.

El venerable AndrĂŠs MarĂ­a Borello es una figura bellĂ­sima, inspirada en el evangelio, y muy adaptada a nuestro tiempo moderno, en el nuevo clima creado por el papa Francisco, con una personalidad que se encumbra en la humillaciĂłn y en el compromiso del propio deber: siempre protagonista activo colocando su vida en la visiĂłn de la voluntad de Dios, para quien no habĂ­a nada poco importante; fue verdaderamente aquel bienaventurado que ÂŤDios amaÂť y que han cantado los ĂĄngeles en la gruta de BelĂŠn.

No estuvo dotado de dones naturales ni sobrenaturales excepcionales ni ha realizado obras extraordinarias que se impusieran por su excepcionalidad, pero ha hecho las cosas ÂŤordinariasÂť de modo ÂŤextraordinarioÂť. Es el heroĂ­smo de lo cotidiano transfigurado por una profunda vida teologal, sostenido por una oraciĂłn perenne, no

interrumpida ni por el trabajo generalmente pesado. De su vida brota un mensaje consolador para todos, de manera particular para aquellos que, sin tener cualidades extraordinarias, se dedican a las tareas mĂĄs humildes: lo que equivale a decir que tambiĂŠn las tareas mĂĄs escondidas, si se hacen por amor a Dios, adquieren el valor de verdadero apostolado, son un camino seguro hacia la santidad.

En Êl vemos realizada la profecía para nuestro tiempo que desea el documento de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica: fraternidad de servicio, acogida, sentido de la vida, uso inteligente de las nuevas tecnologías‌ QuiÊn sabe si tantos problemas vividos, y otros aún presentes en nuestros ambientes, no se habrían resuelto mejor con una mayor presencia de hermanos, como quería el P. Alberione, que hubieran encarnado los valores típicos de la fraternidad, la solidaridad, la colaboración gratuita en la misión‌ Valores que vemos encarnados de manera maravillosa por el hermano AndrÊs María Borello.CP

Amedeo Cencini

LLAMADOS A LA BELLEZA

88 pĂĄginas - P.V.P. 9,00 â‚Ź Estas pĂĄginas ofrecen una reflexiĂłn singular sobre la relaciĂłn entre la Belleza en sĂ­ y los caminos por los que hay que buscarla.

Una reflexiĂłn que es tĂ­picamente vocacional, porque la llamada viene de Dios, que es la Belleza Absoluta.

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Páginas evangélicas

¿INDIFERENCIA O MISERICORDIA? Pedro Moreno

© Elena Rustunova

¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido (cfr. Lc 15, 3-7) Cunde la indiferencia en el mundo

S

í, amigos lectores, cunde la indiferencia en el mundo. En el mundo y, muy posiblemente, en nuestro pequeño mundo de cada uno. Cunden los ojos que no quieren mirar ni ver lo que está pasando en los caminos de la vida; no quieren mirar ni ver a aquellos que están tirados y sufriendo en las cunetas de la existencia. Cunden los «sacerdotes» y «levitas» que pasan por «el camino que va de Jerusalén a Jericó» y no les interesa mirar al hombre golpeado y malherido. Cunde, pues, la indiferencia en el mundo…

El papa Francisco ha denunciado el pecado de la indiferencia en múltiples ocasiones. Baste recordar un par de citas. En la bula para el Año de la Misericordia, titulada Misericordiae vultus (El rostro de la misericordia), afirma: «No caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio» (n. 15).

En su mensaje para la paz de este mismo año 2016 escribía: «Es cierto que la actitud del indiferente, de quien cierra el corazón para no tomar en consideración a los otros, de quien cierra los ojos para no ver aquello que lo circunda o se evade para no ser tocado por los problemas de los demás, caracteriza una tipología humana bastante difundida y presente en cada época de la historia. Pero en nuestros días, esta tipología ha superado decididamente el ámbito individual para asumir una dimensión global y producir el fenómeno de la “globalización de la indiferencia”».

Frente a la indiferencia, la misericordia

Urge la reacción. Nos urge a todos un cambio de mirada y de conducta. Citando también al papa Francisco, en su encíclica Laudato si, es necesario «apostar por otro estilo de vida» 38 Cooperador paulino_Comunicación y pastoral Cooperador Paulino-Nº.indd 46

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que contrarreste los males del mundo, sobre todo los males de aquellos hombres y mujeres que más sufren y peor lo están pasando.

Hay que apostar por el estilo de vida de la misericordia, como nos está reclamando la celebración y vivencia del Jubileo Extraordinario de la Misericordia y que ya va tocando a su fin.

Una de las imágenes más bellas para entender y practicar la misericordia, tal como el Señor quiere, es la imagen del buen pastor. Una imagen repleta de solera bíblica y contenido teológico. Una imagen que encontramos en el Antiguo Testamento, sobre todo en el profeta Ezequiel, y también en el Nuevo Testamento, puesta en los mismos labios de Jesús. Veamos y detengámonos en tres sencillas reflexiones.

Apacentar las ovejas. Es el oficio del buen pastor, del mejor pastor. Llevar sus ovejas en busca de los mejores pastos y las fuentes más saludables, hacerlas sestear y conducirlas por sendas sin peligro. Estar encima y hacer propia la causa y la vida de las ovejas. El buen pastor no sabe de indiferencia, sino de misericordia y cuidado para con sus ovejas…

Por ahí, amigos lectores, va Dios y su cuidado en relación con nosotros, su misericordia. Por ahí va su corazón de padre y madre que no vive sino para que los hijos vivan.

Por ahí tenemos que ir nosotros en relación con nuestros hermanos. Leemos también la Bula del jubileo: «Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad» (n.

15). Frente a cualquier gesto de indiferencia, lo nuestro ha de ser la misericordia, la cercanía al que sufre y la verdadera fraternidad.

«La vida de Jesús, en cada uno de sus gestos y palabras, fue una permanente historia de misericordia, de compasión y búsqueda de los hombres».

Buscar las perdidas. Eso hace el buen pastor.

No se acuesta si se le ha perdido una oveja. No podría conciliar el sueño… Todo lo contrario.

Sale, impaciente y angustiado, en busca de su oveja perdida.Y no para hasta encontrarla.

Así nos busca Dios y nos busca en su Hijo: con angustia y pasión. La vida de Jesús, en cada uno de sus gestos y palabras, fue una permanente historia de misericordia, de compasión y búsqueda de los hombres. Nada de indiferencia ante el dolor de los demás. Todo lo contrario: siempre mostraba cercanía y siempre llevaba consuelo y vida. Así, por ejemplo, ante la viuda de Naín que lloraba desconsolada: «no llores» (una palabra de misericordia)…, «se acercó» (un gesto de misericordia)…, «levántate» (un milagro de misericordia).

Así tenemos que buscar a los que viven más perdidos o desorientados, los que han abandonado el camino del bien o han sido maltratados por los caminos de la vida. Con el mismo estilo y la misma pasión del buen pastor, de Dios misericordioso.

Vendar a las heridas y curar a las enfermas.

Otro buen oficio del buen pastor: poner bálsamo y salud en todas las heridas y sufrimientos. Curar y curar siempre. Es lo propio de Dios y su misericordia: gozar curando, gozar sanando y perdonando. Tiene que ser lo propio nuestro y lo que tenemos que aprender y practicar en este Año de la Misericordia.

Frente a la globalización de la indiferencia, optemos decididamente por globalizar la misericordia, el estilo de vida y amor del buen pastor.CP Cooperador paulino_Comunicación y pastoral

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Vida Paulina Hijas de San Pablo: Profesión Perpetua El pasado día 3 de julio, en la capilla de la Comunidad de la Delegación de las Hijas de San Pablo en Madrid (Calle Carril del Conde, 62), hizo la Profesión Perpetua Sor Sara Cristina Gilvaz.

Arropada por un numeroso Hermanas Paulinas acompañando a Sor Sara Cristina Gilvaz (centro). grupo de miembros de la Familia Paulina, amigos y colaboradores, esta hermana se comprometió definitivamente con Dios y con la congregación de las Hijas de San Pablo. Su compromiso se concreta en seguir de por vida a Jesús Maestro Camino, Verdad y Vida, según el espíritu del apóstol san Pablo, bajo la mirada de María Reina de los Apóstoles, para amar y servir a los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

Sor Sara Cristina Gilvaz nació en San Vicente de Pereira-Ovar (Portugal), en el año 1976.

En 1999 ingresó en la congregación de las Hijas de San Pablo, en Portugal, donde comenzó su formación paulina. En el año 2010 hizo la Primera Profesión en Lisboa, y desde 2014 está integrada en la Delegación de España.

Sociedad de San Pablo: Renovación de la Profesión El pasado 29 de mayo, el Clérigo Omar Delgado Montañez, de nacionalidad filipina, renovó su profesión religiosa, en la Comunidad de Protasio Gómez (Madrid).

Presidió la celebración eucarística el P. Juan Antonio Carrera, Superior Provincial, en la que participaron todos los miembros de las Comunidades de Protasio Gómez y de Vizconde de los Asilos.

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Reseñas Recomendamos ÓSCAR GARRIDO GUIJARRO

Arrancados de la

tierra

prometida Comunidades árabes cristianas en Oriente Medio

El drama de nuestros hermanos

ÓSCAR GARRIDO GUIJARRO, Arrancados de la tierra prometida. Comunidades árabes cristianas en Oriente Medio. San Pablo, Madrid 2016. 296 págs. 16,90 €.

Las comunidades árabes cristianas (coptos, melquitas, caldeos, maronitas…) están en los orígenes del cristianismo y son, por tanto, nuestros hermanos mayores en la fe. Los cambios políticos, sociales y religiosos que se están dando en los países en los que surgieron estas comunidades (Iraq, Siria, Egipto, Líbano…), en los que residen y de los que son oriundas, está llevándoles a una situación dramática que no siempre conocemos como es debido. Son considerados ciudadanos de segunda categoría, sufren restricciones de la libertad y persecuciones, reciben amenazas de muerte y se ven forzados a emigrar para salvar sus vidas. De todo esto nos habla este libro, con datos precisos, para ayudarnos a tomar conciencia de una realidad no siempre reconocida en los medios de comunicación que no debería pasar inadvertida para nadie. Álvaro Santos 3/6/16 12:16

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Lectura y experiencia de las Confesiones de san Agustín como un ejercicio espiritual de búsqueda de Dios. Estructurado en siete pasos que implican un aprendizaje progresivo en el peregrinaje cristiano hacia Dios, el libro es una ayuda para quien busca asentar su inquietud espiritual y renovar su fe sobre la sólida tradición cristiana.

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Antonio Gil Moreno se aproxima a la figura de Jesús desde una doble vertiente: mediante el comentario de los evangelios dominicales y festivos del Tiempo Ordinario, para profundizar en su ministerio, en su predicación y en sus milagros, y mediante la meditación y la oración a través de una serie de textos seleccionados.

Fray Josep Maria Segarra PADRE PÍO Testigo de la misericordia

FRAY JOSEP MARIA SEGARRA

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Pío Testigo de la misericordia

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Perfil biográfico de san Pío de Pietrelcina, que ha sido propuesto por el Papa Francisco como testigo de la misericordia. Incluye, además, una sucinta narración de las causas de beatificación y canonización y algunas exhortaciones y consejos del Padre Pío, tomadas de su correspondencia, que componen un auténtico tratado de vida espiritual.

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La fuerza de la

esperanza Camino de plenitud

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Una llamada a mantener viva y activa la esperanza cristiana, mediante la reflexión sobre diversos aspectos de la misma: la necesidad de la humildad, la pobreza, la confianza y la oración para abrirse, cultivar, fortalecer y alimentar la esperanza, o la visión de la esperanza como la respuesta a la angustia y la soledad del mundo.

Tonino Contelmi y Marco Scicchitano EDUCAR EN FEMENINO Y MASCULINO Paulinas, Madrid. 200 págs., 14,50 euros

Los autores de este libro, Tonino Contelmi y Marco Scicchitano, analizan la importancia de mantener una actitud idónea, por parte de los padres y educadores, para encauzar las potencialidades de sus hijos o alumnos en su condición de niños o niñas, proponiendo un modelo coherente y creíble.

Giulia Gabrieli UN GANCHO EN MEDIO DEL CIELO Paulinas, Madrid. 128 págs., 12 euros

Giulia es una joven llena de ilusiones y de proyectos a realizar, vital, entusiasta, amante de la lectura, la escritura, la música. Estas páginas, escritas por ella misma, son un ejemplo de superación, de fortaleza, de fe y esperanza. De resurrección, en definitiva.

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Reseñas Alejandro Fernández Borrajón LA CIGARRA O LA VIDA CONSAGRADA La fragilidad: desafio y esperanza Paulinas, Madrid. 112 págs., 10,50 euros

Ramiro Cabello UN BOSQUE CIUDAD Palabra, Madrid. 128 págs., 7,20 euros

La vida consagrada sólo volverá a ser ella misma cuando vuelva a la tierra de donde salió: ese instante mágico y divino, en el que el Espíritu de Dios inspiró a los fundadores una misión original y necesaria. De ahí la necesidad de volver al amor primero, que es cuando nació el amor y la esperanza.

El bosque ciudad es el mejor lugar para vivir. Hay que entrar, caminar y observar detenidamente para darse cuenta de que es una ciudad metida en un bosque. El autor de este libro es un experimentado docente. Todos sus trabajos son fruto de la observación, de la veteranía y de la destreza a la hora de solucionar los problemas.

Paolo Scquizzato Y POR ÚLTIMO LA MUERTE... ¿Y DESPUÉS?

Juan José Bartolomé UN ÚNICO EVANGELIO: CUATRO VERSIONES

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Traer al centro de la reflexión cristiana los grandes temas del más allá, quiere decir ayudar a las mujeres y a los hombres de hoy a vivir el momento presente, lejos de los miedos estériles e inútiles sentidos de culpa para pasar de la existencia a la vida en plenitud.

El autor de este libro se plantea una pregunta inicial: cómo se llegó a la formación de los cuatro evangelios y quiénes son sus autores. Con un esfuerzo de sencillez divulgativa se da una respuesta que sitúa a los cuatro evangelios en el corazón de la Iglesia y en el corazón de las comunidades cristianas primitivas.

Dolores Aleixandre PORTADORES DE SIGNOS A la escucha de 21 creyentes bíblicos Editorial CCS, Madrid. 160 págs.,

José Ramón Flecha LA MISERICORDIA Editorial CCS, Madrid. 136 págs., 9 euros

Este libro pretende recuperar la “familiaridad perdida” con algunos hombres y mujeres de la Biblia después de escucharlos, contemplarlos, saber algo más de su relación con Dios y conocer las tradiciones que los acompañan. Cada uno de ellos es un “portador de signos” y a través de ellos Dios nos da “señales de Vida”.

Aquí encontrará el lector respuesta a 25 preguntas que se pueden hacer sobre un tema de tanta actualidad como es el de la misericordia. Por ejemplo: ¿Por qué se ha puesto de moda eso de la misericordia? ¿No se puede identificar la misericordia con la solidaridad y el voluntariado? ¿Quién se atrevió a llamar misericordioso al mismo Dios?...

Richard Rohr, O.F.M. RESPIRAR BAJO EL AGUA La espiritualidad y los doce pasos

Piero Coda DIOS QUE DICE AMOR

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En Respirar bajo el agua, Richard Rohr muestra cómo los principios evangélicos de los doce pasos pueden liberar a cualquiera de cualquier adicción, desde una obvia dependencia del alcohol o las drogas a esas adicciones más corrientes, pero menos visibles, que todos tenemos en el día a día.

Ciudad Nueva, Madrid. 160 págs., 12 euros

Los caminos para conocer a Dios, la revelación de Dios Trinidad, los cristianos ‘alma del mundo’, son algunos de los temas que Piero Coda aborda en esta apretada síntesis de su obra teológica, a modo de lecciones, a estudiantes universitarios.

Silvia Martínez-Markus EL MAR NO SIEMPRE ES AZUL

Juan Félix Bellido EN LOS CONFINES DEL MUNDO Entrevista a Xavier

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Ciudad Nueva, Madrid. 232 págs., 14,50 euros

Stella debe aceptar su destino cuando el día de su dieciséis cumpleaños descubre un secreto que hará tambalearse los cimientos de su apacible vida en un pueblo costero del Mediterráneo.

Un licenciado castellano encuentra casualmente unas cartas en latín procedentes de las Indias Orientales. Su lectura le lleva a descubrir la “Compañía de Jesús” y a un jesuita navarro que había viajado a aquellas tierras. Decide conocerlo y entrevistarlo.

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Evangelio 2017

Ciclo A Camino, verdad y vida

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¿Quién tiene la culpa?

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