BL
O
Jesús de Nazaret y la familia
SA N
PA
Familias rotas, familias heridas, familias frágiles
©
F. Javier de la Torre
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 3
27/10/14 11:47
Introducción
O
E
©
SA N
PA
BL
l cardenal Walter Kasper pronunció los días 20 y 21 de febrero un discurso ante el colegio cardenalicio en el que señaló la necesidad de un cambio de paradigma, de un cambio de perspectiva, en los temas del matrimonio y de la familia en la Iglesia. Ese cambio de paradigma que se «debe» realizar implica tener en cuenta también la perspectiva del que sufre: «Necesitamos un cambio de paradigma, y debemos –como ha hecho el buen samaritano– considerar la situación también desde la perspectiva de quien sufre y pide ayuda»1. Jorge Oesterheld, responsable de la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Argentina, ha señalado que estas palabras del Cardenal coinciden con una de las características del pontificado de Francisco: plantear siempre los temas desde el Evangelio, desde la Buena Noti-
1
Cardenal W. Kasper, El evangelio de la familia, Sal Terrae, Santander 2014, 57. 7
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 7
27/10/14 11:47
Jesús de Nazaret y la familia
©
SA N
PA
BL
O
cia de Jesús. El Papa está convencido de que las palabras del Señor son el mejor camino para mirar la realidad y descubrir los nuevos «paradigmas»2. «El Evangelio es el mensaje más hermoso que tiene este mundo» (Evangelii gaudium, 277). Este libro intenta humildemente, con temor y temblor, ayudar a encontrar esa nueva mirada del matrimonio y de la familia desde el dolor y el sufrimiento y desde el Evangelio que, ante todo y sobre todo, descentran y lanzan a transitar por tierras desconocidas y extrañas. Los cambios de paradigma no son fáciles, no son fácilmente aceptados, son lentamente asumidos y crean ciertas incertidumbres en todos. La historia de la ciencia, del pensamiento y de la teología está llena de ejemplos3. Quizá, para «encontrar» este nuevo paradigma, dos temas deben ser pensados más a fondo. No son los únicos pero sí son los que este libro humildemente quiere plantear. 2
3
J. Oesterheld, Sínodo de la Familia: ¿hacia nuevos paradigmas?, Vida Nueva 2887 (2014) 40. También son sugerentes: S. Botero Giraldo, Un nuevo paradigma en la teología del matrimonio y la familia, Burguense 42 (2001) 421-440; S. Botero Giraldo, Nuevos principios morales en ética conyugal, Studia Moralia 41 (2003) 401-420. Th. S. Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas, Fondo de Cultura Económica, México, 1971; A. MacIntyre, Epistemological crises, dramatic narrative and the philosophy of science, The Monist 60 (1977) 453-72.
8
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 8
27/10/14 11:47
Introducción
Más allá de los Doce, los discípulos de Jesús, los discípulos del Bautista, las muchedumbres, la gente y ciertos grupos (como fariseos, saduceos, escribas, etc.) aparecen en los sinópticos encuentros personales, la mayoría con una persona o dos. Enumeramos estos encuentros dejando a un lado los que se producen en el marco de la Pasión. Mt 3: Jesús-Juan Bautista. Mt 4: Jesús-Pedro-Andrés y Jesús-SantiagoJuan-padre de los Zebedeo. Mt 8: Leproso; centurión; suegra de Pedro; escriba; discípulo; discípulos, dos endemoniados. Mt 9: Paralítico; Mateo; publicanos y pecadores; discípulos de Juan; magistrado; mujer que padece flujo de sangre; dos ciegos; endemoniado mudo. Mt 12: Hombre de la mano seca; endemoniado ciego y mudo; su madre y sus hermanos. Mt 15: Cananea (por su hija). Mt 17: Varón con hijo endemoniado epiléptico. Mt 19: Discípulo; joven rico. Mt 20: Madre de los Zebedeo con sus hijos; dos ciegos de Jericó. Mt 26: Mujer que le unge con perfume. Mc 1: Santiago-Juan y su padre; Santiago-Juan y suegra de Simón; leproso. Mc 2: Paralítico; Mateo; publicanos y pecadores. Mc 3: Hombre con mano paralizada, tu madre y tus hermanos. Mc 5: Endemoniado de Gerasa; hemorroísa; Jairo, su mujer, su hija muerta y a los suyos (no habla de otros hermanos). Mc 7: Mujer sirofenicia (hija endemoniada); tartamudo sordo; ciego de Betsaida. Mc 9: Endemoniado epiléptico, su padre. Mc 10: Joven rico; Santiago y Juan; ciego de Jericó (se dice que es hijo de Timeo). Mc 14: Casa de Simón el leproso; mujer con perfume. Lc 4: Endemoniado; suegra de Simón. Lc 5: Los cuatro discípulos, leproso, paralítico, Leví. Lc 6: Hombre con la mano seca. Lc 7: Centurión (siervo), Naín (hijo único de viuda), pecadora personada-perfume. Lc 8: Su madre y sus hermanos, endemoniado de Gerasa, hemorroísa, Jairo (su hija moribunda). Lc 9: Padre de endemoniado epiléptico. Lc 10:
©
SA N
PA
4
BL
O
El primero es que en los evangelios no aparece nunca un encuentro de Jesús con una familia numerosa, ni un encuentro de Jesús con un padre, una madre y dos o más hijos. En los sinópticos no aparece ningún encuentro de Jesús con una familia convencional, ningún encuentro a solas con un matrimonio4.
9
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 9
27/10/14 11:47
Jesús de Nazaret y la familia
©
SA N
PA
BL
O
No pretendo con esta primera afirmación ofrecer una visión completa, sino que no se olvide una dimensión central que tendemos inevitablemente a olvidar, a cambiar o a malinterpretar. Esta afirmación, que podemos comprobar fácilmente en los evangelios sinópticos, nace de una profunda verdad, a la que está profundamente vinculada y que late en el fondo: el Jesús que del 28 al 30 d.C. pasó haciendo el bien por los caminos de Galilea, se acercó en sus encuentros, sobre todo y especialmente, a las familias rotas, heridas y frágiles. Jesús impactó profundamente en las gentes más sencillas y pobres de Galilea. Muchas personas cargan, le llevan, le presentan, «le ponen en medio» y le acercan a sus familiares enfermos. Algunos padres incluso gritan por sus hijos enfermos (Lc 9,38). Otras personas le suplican que vaya a sus casas a curar a un familiar. A Jesús se acercan las familias rotas, heridas y frágiles de los pueblos vecinos, de los pueblos que están cerca de los lugares por los que va caminando con sus discípulos. La mayoría de los que se acercan a Jesús son pobres y desgraciaMarta y María. Lc 11: Endemoniado mudo, un fariseo le invita a comer. Lc 13: Mujer encorvada. Lc 14: En casa de jefe de los fariseos; hombre hidrópico. Lc 17: Diez leprosos. Lc 18: Niños; hombre rico; ciego de Jericó. Lc 19: Zaqueo. 10
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 10
27/10/14 11:47
Introducción
©
SA N
PA
BL
O
dos. Unos se sienten enfermos y desgraciados y buscan su salvación (ciegos, leprosos y endemoniados). Otros le traen a sus enfermos. También muchas mujeres salen «solas» con valentía de sus casas para verle, son curadas por él y le siguen. El evangelista Lucas (Lc 8,2-3) afirma con claridad: «Le acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes». Finalmente muchos de los llamados pecadores, alejados y señalados por la ley, se le acercan5. A Jesús le sostienen en su misión también familias, con toda probabilidad, de enfermos curados por Jesús o amigos o vecinos que desean agradecer su visita al pueblo. ¡Las gentes sencillas son tan agradecidas! Son personas, familias y grupos que le apoyan, sostienen y acompañan. En Betania se hospeda en casa de Lázaro, Marta y María. En casa de Mateo o de Zaqueo, durante la comida, enseña. Un amigo en Jerusalén les prepara la mesa para celebrar la Pascua (Lc 22,7-13; Mt 26,17-19; Mc 14,12-16). 5
J. A. Pagola, Jesús. Aproximación histórica, PPC, Madrid, 271. 11
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 11
27/10/14 11:47
Jesús de Nazaret y la familia
©
SA N
PA
BL
O
Los discípulos, al entrar en las aldeas, se dirigen a estas familias cercanas (Lc 9,52), o ellas mismas son las que se aproximan a Jesús cuando escuchan por las calles que ha llegado a la aldea. Además algunas familias de los discípulos están muy cerca de Jesús y los suyos. Pedro probablemente vivía con su mujer en casa de sus suegros. Santiago y Juan, que posiblemente tenían un nivel social elevado –pues su padre tenía barca propia y jornaleros–, siguen a Jesús con su madre Salomé. A Santiago el Menor y José parece que los acompaña también su madre María (Mc 15,40; 6,3). Pero muchos de los que le siguen abandonan su familia y se quedan sin familia. Algunos que le siguen son, posiblemente, hombres y mujeres ya sin familia, marginados. Muchos se despiden de sus familias un tiempo para seguirle en su vida itinerante, escuchar su mensaje, admirar sus curaciones, asombrarse de sus comidas con todos, estar cerca de él. Algunos tienen problemas con sus familias por vivir de un modo tan extraño como el que vive ese profeta de Nazaret que ni tiene domicilio fijo, ni está casado. No podemos olvidar el corazón del evangelio de la familia. Ese corazón puede ser difícil de encontrar, pero sin duda no andará lejos de lo que Jesús, 12
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 12
27/10/14 11:47
Introducción
©
SA N
PA
BL
O
el Hijo de Dios, vivió e hizo en los años 28 al 30 de nuestra era y de lo que nos revelan del Nazareno los evangelios sinópticos. Hemos tenido una teología de la familia muy centrada en la familia de Nazaret y en el modelo de los primeros capítulos del Génesis. Todo parecía estar en los «orígenes». Sobre esa base se asentó nuestro pasado hasta casi finales del siglo XX. Siendo muy importantes estas referencias, creemos que el cambio de paradigma pasa por reconocer que el corazón del evangelio de Jesús es más amplio y que el corazón del evangelio de la familia es Jesucristo en todas sus dimensiones, toda su profundidad y toda su amplitud6. Es necesaria esa mirada de totalidad e integridad del Evangelio de la que habla el papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii gaudium (237). El Cristo que seguimos los cristianos es el Cristo que vivió en Nazaret, pero también el profeta que caminó por Galilea, por Samaría y por Jerusalén. Es necesario recuperar el «horizonte del Reino», una mirada también hacia «delante». Por eso, de ningún modo podemos hablar de familia cristiana sin una clara referencia a una imagen lo más completa e integral de Jesucristo. Es lo que la 6
W. Kasper, o.c., 15. 13
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 13
27/10/14 11:47
Jesús de Nazaret y la familia
©
SA N
PA
BL
O
Pontificia Comisión Bíblica nos recuerda cuando señala que un criterio fundamental para la reflexión moral es la «conformidad con el ejemplo de Jesús» y la centralidad de las bienaventuranzas como nueva ley7. El segundo tema que tenemos que repensar para construir un nuevo paradigma sobre la familia está relacionado íntimamente con lo que los sinópticos parecen susurrarnos de modo increíble: Jesús de Nazaret debió de sufrir mucho por su familia. No solo vivió fuera de su familia –al menos durante su vida pública– (Mc 3,20s.), sino que sus familiares no le siguieron e incluso le tomaron por loco y parece que se avergonzaron de él en Nazaret. La experiencia humana también nos dice cómo la familia es lo que hace sufrir a muchas personas. En la familia, como bien nos enseña la Biblia con gran realismo, hay muchas tensiones que nos rompen por dentro: entre hermanos, con la familia de la mujer o el marido, con la suegra, con el cuñado, con el padre, con la madre. No son tópicos, sino realidades que hacen sufrir a muchos, que provocan continuas discusiones en las parejas y no pocas veces también rupturas. La familia no es siempre una bendición, 7
Pontificia Comisión Bíblica, Biblia y moral. Raíces bíblicas del comportamiento cristiano, BAC-documentos, Madrid 2009, nn. 100-102.
14
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 14
27/10/14 11:47
Introducción
©
SA N
PA
BL
O
sino una fuente de conflictos. Y muchos de esos conflictos tienen que ver con valores morales, con valores evangélicos: no se trata por igual a unos y a otros, se insulta, se margina, se menosprecia, se oculta la verdad, se obsesiona uno con el tener o con las apariencias, se manipula, no se deja crecer, se sufre violencia, se abusa, se maltrata, se explota. Hay muchas situaciones críticas «internas» a la familia que son poco evangélicas8. A estas situaciones llega también el Evangelio y tiene que decir una palabra de alivio y salvación. Mi experiencia como laico, casado con un hijo, perteneciente desde hace más de veinte años a una comunidad cristiana, con muchos amigos y parejas con las que comparto la vida, es que las familias son en muchas personas una de las principales fuentes de sufrimiento. Las familias pueden hacer sufrir mucho. Triste es que unos padres no conozcan después de los años a sus hijos, se aferren a los años de la infancia y se nieguen a crecer y mirar el mundo un poco con ellos. Triste es pensar que amar es estar siempre juntos y que la distancia y el irse rompen los vínculos. Tris8
Instrumentum laboris, Sínodo de los Obispos (III Asamblea General Extraordinaria, octubre de 2014), Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización, San Pablo, Madrid, 64-75. 15
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 15
27/10/14 11:47
Jesús de Nazaret y la familia
©
SA N
PA
BL
O
tes las familias que no dejan irse y crean dependencias insanas que paralizan el crecimiento. Tristes las familias profundamente injustas en sus relaciones. Tristes las familias embarcadas en comparaciones y discriminaciones que marcan las relaciones padreshijos con el más y el menos, señalando con fuego para siempre la identidad. Tristes las familias en las que anida secretamente la violencia, el abuso, el maltrato o la explotación. Tristes las familias que no se rompen para crear nuevas familias. Tristes las familias que no dejan que sus hijos pongan por encima de ellas el amor de la pareja, un amor mayor, un nuevo amor que amplía el corazón y llena la vida de nueva alegría. Tristes las familias que rompen sus vínculos de cuidado con los más frágiles y enfermos, que no quieren cuidar más tiempo y que se encierran en el trabajo y el bienestar. Tristes las familias, los padres que no se dejan cuidar, que no reconocen sus heridas, que quieren sirvientes y no hijos, que quieren hipotecar y esclavizar la vida de otros en vez de reconocer su fragilidad y los cambios de los tiempos. ¿Acaso el Evangelio no tiene nada que decir a tantos sufrimientos en la familia y por la familia? La familia, por supuesto, y no hace falta insistir en ello, es fuente de felicidad y crecimiento para la mayoría de los seres humanos. Las personas somos 16
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 16
27/10/14 11:47
Introducción
©
SA N
PA
BL
O
«seres familiares» y la familia es una institución presente en todas las culturas, que con diversas formas y acentos, irradia una luz inmensa en la vida y el corazón de las personas y las comunidades. Pero lo que la comunidad cristiana tiene que hacer es acompañar en la fragilidad las diferentes situaciones de dolor y sufrimiento por las que pasan las familias9. En múltiples trabajos se ensalzan «los valores familiares» cayendo, en algunas ocasiones, en un cierto «familismo piadoso e ideal» que no tiene en cuenta, muchas veces, los datos esenciales de la Escritura y la realidad social. Por este motivo, analizaremos en este libro la familia desde el Nuevo Testamento, corazón de lo que debe ser la familia cristiana, fuente y alma de su referencia a Cristo, y lo relacionaremos con algunas de las situaciones de dolor y sufrimiento que viven nuestros contemporáneos. La experiencia «problemática y difícil» de Jesús de Nazaret con su familia y su cercanía a las familias 9
El papa Francisco, en una entrevista concedida al director de la revista jesuita Civiltà Cattolica, Antonio Spadaro, difundida el 13 de septiembre de 2013, dijo en el contexto en que estaba hablando de la mujer que ha abortado y considerando también la necesidad de acompañar con el mismo atributo divino de la misericordia a divorciados y homosexuales: «Es necesario considerar siempre a la persona. Aquí entramos en el misterio del hombre. En la vida –precisó– Dios acompaña a las personas y nosotros debemos acompañarlas a partir de su condición. Es necesario acompañar con misericordia». 17
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 17
27/10/14 11:47
Jesús de Nazaret y la familia
©
SA N
PA
BL
O
rotas y heridas creo que deben ser profundizadas y rescatadas para ir construyendo un nuevo paradigma. Estos dos hechos incontestables deben ser integrados en la actual teología de la familia. No son los únicos elementos, pero no pueden ser descartados en su mensaje de fondo. La invitación de Jesús a un seguimiento y un estilo de vida comprometido escandalizó a muchos y provocó un rechazo de su pueblo natal y de sus parientes que no debe olvidarse. Por otro lado, Jesús es consciente de cómo la familia no siempre transmite valores evangélicos y puede estar apegada profundamente al dinero, al poder y al honor. El conocimiento de la mayoría de los fieles cristianos se reduce en la enseñanza bíblica sobre la familia a la familia de Nazaret, la historia de la creación, al cuarto mandamiento y el sermón de la montaña10. Nuestra preocupación es que no hay en los fieles ni tampoco en muchos agentes de pastoral familiar una reflexión seria bíblica sobre la familia cristiana desde la experiencia de Cristo. No toda fa10
Respuestas de la Conferencia Episcopal Alemana al cuestionario para el Sínodo de los Obispos, en Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización. Sínodo de Obispos 2015. Traducción al español de las respuestas a las 39 preguntas de las iglesias en Alemania, Bélgica, Francia, Japón y Suiza, traducción del Centro Teológico Manuel Larraín, Santiago de Chile 2014, 10.
18
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 18
27/10/14 11:47
Introducción
©
SA N
PA
BL
O
milia es cristiana. La experiencia de Jesús llama a encarnar los valores del Reino en la familia. La familia cristiana es aquella que intenta situar los valores del Evangelio en el centro. Por eso, lo prioritario es intentar elaborar una pastoral familiar lo más fiel al corazón del Evangelio. Ojalá esta «mirada a Jesús» impregne los programas pastorales que difunden la enseñanza eclesial sobre la familia en las clases de los colegios y catequesis, en los cursos para los padres y jornadas educativas, en los diferentes grupos de confirmación y grupos universitarios, en los cursos para la preparación del matrimonio y en las comunidades cristianas de matrimonios, en los centros de orientación familiar y en los institutos de familia, en las clases de doctrina social de la Iglesia y en los másteres sobre temas de familia, en los cursos de acompañamiento familiar, etc. A todos ellos está dirigido el libro, con el deseo de que su trabajo parta de una «mirada más honda de Jesús». Una pastoral familiar con fuertes raíces en el Evangelio, a nuestro juicio, implica tomar en cuenta que Jesús de Nazaret tuvo el coraje de hacernos descubrir un Dios mayor y mejor que el que nuestra pobre experiencia tenía. Dios, el espíritu de Dios, está donde a veces el ser humano es incapaz de ver19
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 19
27/10/14 11:47
Jesús de Nazaret y la familia
©
SA N
PA
BL
O
lo11. Jesús se acercó a los que vulneran la ley, a los pecadores, a los extranjeros, a los pobres, a los paganos, derribando así muchas fronteras de su tiempo sociales, religiosas, políticas, nacionales. Halvor Moxnes habla de un Jesús que entra en un espacio «raro», de un estar fuera de lugar, en un no-lugar, de un habitar en la frontera12. Dios está también «fuera» del templo, fuera de Israel, fuera del pueblo judío, fuera de los que cumplen la ley, fuera de los que son bendecidos por la vida con salud y riquezas. Jesús afirmó con claridad: «No necesitan de médico los que están fuertes, sino los que están enfermos. No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores» (Mc 2,17). Jesús nos enseñó que el paraíso de Dios está lleno de familias rotas y poco ideales. También de buenos ladrones y de prostitutas, que anteceden a muchos en el paraíso. Jesús tenía una mirada profunda y sabía escrutar los corazones. Detrás de las familias rotas, frágiles y vulnerables hay una realidad que es desafiante y que a veces cuesta mirar y asumir, una profunda experiencia humana, una experiencia hu11
12
H. Moxnes, Poner a Jesús en su lugar. Una visión radical del grupo familiar y el reino de Dios, Verbo Divino, Estella 2005. J. de la Torre, Derribar fronteras, Desclée-Universidad Comillas, BilbaoMadrid 2004.
20
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 20
27/10/14 11:47
Introducción
©
SA N
PA
BL
O
mana bastante extendida. Lo importante muchas veces no es el estado o la forma de vida sino, a través de ese medio, vivir o intentar vivir los valores del Reino, los valores del Evangelio, los valores del Nazareno. Este entendemos es el nuevo paradigma aportado por el concilio Vaticano II. Con la «universal vocación de todos los cristianos a la santidad en la Iglesia» del capítulo 5 de la constitución dogmática Lumen gentium del concilio Vaticano II, la Iglesia rompía con muchos siglos de tradición, en los que se distinguía claramente entre dos modos de vivir el cristianismo, el de los consejos y el de los preceptos. En el esquema clásico el ideal de perfección era representado por aquellos que seguían los consejos de pobreza, obediencia y castidad, mientras que la moral de los preceptos era concebida como un mínimo común para todos los cristianos. Así, con este cambio en el Concilio, se recuperaba de nuevo «el Evangelio completo» para todos los cristianos sin fisuras, divisiones ni grados. Los valores evangélicos son para todos, también para los casados y para las familias, y la exigencia de perfección y radicalidad es para todos, también para los casados y las familias. El Evangelio es para todos en todos sus aspectos. 21
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 21
27/10/14 11:47
BL
O
Índice
Págs.
PA
Introducción ............................................................. 7
©
SA N
1. Jesús y la familia ............................................... 24 1. Jesús y la familia en los sinópticos. Diversos textos................................................ 24 2. Contextualización de la ética familiar de Jesús de Nazaret. Diversos contextos ..... 40 3. Sentido y significado de las frases de Jesús de Nazaret. Diversas interpretaciones......... 75 4. Conclusión ......................................................120 2. La nueva familia de Jesús ................................122 1. La nueva familia de Jesús...............................122 2. La familia en las primeras comunidades cristianas ..........................................................129 3. Nuevos rostros y nuevos hermanos en la familia de Jesús ......................................136 302
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 302
27/10/14 11:47
Índice
Págs. 4. La educación en la familia en los primeros siglos del cristianismo ...................153 5. La Iglesia doméstica .......................................173
©
SA N
PA
BL
O
3. Jesús ante las familias de hoy. Un mensaje actual ....................................................................186 1. Breve mirada hacia atrás. La fragilidad de la familia en el Antiguo Testamento .......186 2. Una mirada al hoy. Las otras familias cristianas: las familias a las que Jesús se acercaba .......................................................199 3. Familias en crisis, familias vulnerables, familias llenas de amor. El nuevo paradigma de la «Evangelii gaudium» ..........261 4. La familia en el cine; familias de cine...........292 5. Conclusión ......................................................296
303
JESUS DE NAZARET Y LA FAMILIA.indd 303
27/10/14 11:47