11 minute read
Tratamiento multimodal de la osteoartrosis canina y felina
from Argos 236
by Grupo Asís
Principales patologías respiratorias en pacientes geriátricos caninos
Colapso traqueal o bronquial, bronquitis crónica y neumonía bacteriana son las enfermedades respiratorias más habituales en perros sénior, en los que la tos es el signo clínico principal.
Alicia Fernández Ruiz1 , Javier Engel Manchado2
1Hospital Veterinario Canis (Mallorca) 2Servicio de Cardiología Hospital Clínico Veterinario CEU-CH Imágenes cedidas por los autores
El paciente geriátrico se define más por la condición fisiológica y física que por la edad cronológica. Se ha sugerido que un animal es “geriátrico” cuando ha alcanzado entre el 75 % y el 80 % de su esperanza de vida normal. Sin embargo, cada paciente debe ser evaluado individualmente: muchos animales más viejos permanecen notablemente en forma, mientras otros parecen envejecer rápidamente.
Particularidades fisiológicas del sistema respiratorio en caninos geriátricos
El sistema respiratorio sufre diversos cambios anatómicos, fisiológicos e inmunológicos con la edad. A medida que los animales envejecen, la función respiratoria eventualmente se deteriora. La fuerza muscular del aparato respiratorio disminuye constantemente y la pared torácica pierde elasticidad, lo que aumenta el trabajo respiratorio. El parénquima pulmonar pierde su estructura de soporte, lo que provoca la dilatación de los espacios aéreos y una disminución de la elasticidad del pulmón, lo que compromete aún más la ventilación. El espacio muerto alveolar aumenta con la edad, afectando al oxígeno arterial y disminuyendo la respuesta ventilatoria a la hipoxia e hipercapnia.
El principal signo clínico de los pacientes geriátricos con enfermedad respiratoria es la tos. A pesar de su función protectora, la tos crónica no productiva puede provocar daño en la mucosa de las vías respiratorias y malestar en el paciente, además de reducir la calidad de vida.
Hay varias formas de categorizar una tos, pero quizás las más útiles clínicamente incluyen determinar el tiempo (aguda, si está presente durante menos de dos meses, o crónica, si está presenta más de dos meses), el tipo de tos (seca, húmeda, productiva, no productiva, débil, graznido de ganso, etc.) y si la tos se debe a una enfermedad respiratoria o cardiaca. Si la tos está relacionada con una enfermedad respiratoria, es necesario determinar la localización anatómica dentro del tracto respiratorio afectado (por ejemplo, tracto respiratorio superior o inferior, cavidad pleural o parénquima pulmonar). En un estudio demográfico de tos crónica en 115 perros, llevado a cabo por Hawkins EC y colaboradores, se observó que la principal causa de tos crónica se asociaba con enfermedades de las grandes vías respiratorias (tabla 1).
Colapso traqueal o bronquial
El colapso traqueal o de las grandes vías respiratorias es una causa común de tos en los perros y puede afectar a la tráquea cervical, a la tráquea intratorácica o a las paredes bronquiales de forma aislada. En ocasiones pueden verse afectadas múltiples regiones al mismo tiempo. El colapso traqueal se produce por un ablandamiento del cartílago traqueal que da como resultado el aplanamiento dorsoventral de los anillos traqueales y el prolapso de la membrana traqueal hacia la luz. Este proceso conduce al estrechamiento de la tráquea siempre que la presión extraluminal excede la presión intraluminal, provocando el colapso de las vías respiratorias e impidiendo el paso del aire.
Cuando el colapso se da en los bronquios la afección se denomina bron-
comalacia y, si se produce en tráquea y bronquios, traqueobroncomalacia. Se ha observado que aproximadamente entre el 45 % y el 83 % de los perros con colapso traqueal tienen broncomalacia.
El colapso traqueal se observa principalmente en perros de edad media a geriátricos y de razas pequeñas, particularmente Yorkshire Terrier, Pomerania, Caniche Miniatura, Maltés y Chihuahua. Sin embargo, la broncomalacia puede afectar a cualquier raza canina y puede verse en perros de razas medianas y grandes, lo que sugiere que la causa subyacente podría ser diferente a la del colapso tráquea.
Signos clínicos
Clínicamente, el colapso da como resultado una tos seca, paroxística y persistente de graznido de ganso, que se inicia tras una excitación, beber, comer, o un tirón de la correa (vídeo 1). En ocasiones se puede incluso observar cianosis y síncopes en perros gravemente afectados. Los signos clínicos empeoran con el ejercicio, el calor, la humedad, la obesidad y las infecciones.
El colapso de la tráquea cervical típicamente causa dificultad respiratoria en la inspiración, mientras que el colapso intratorácico y la broncomalacia dan como resultado un mayor esfuerzo espiratorio.
Diagnóstico
El colapso de la tráquea se puede identificar en radiografías en aproximadamente el 60 % de los casos. Las radiografías inspiratorias pueden revelar un colapso en la tráquea cervical, mientras que las radiografías espiratorias muestran el colapso de la tráquea intratorácica (figura 1). Son frecuentes los falsos positivos y falsos negativos con radiografía simple, ya que a menudo subestiman la frecuencia y la gravedad del colapso traqueal, no detectan el colapso de la carina y subestiman el diámetro traqueal.
La fluoroscopia es útil para identificar el colapso dinámico de la tráquea, aumentando la sensibilidad diagnóstica, pero puede haber falsos negativos.
La broncoscopia se utiliza para clasificar la gravedad del colapso traqueal o bronquial y la toma de muestras mediante lavadobroncoalveolar, para detectar enfermedades concurrentes (vídeo 2).
Es importante destacar que pueden ser necesarias radiografías, fluoroscopia y broncoscopia para permitir una evaluación completa del tipo de colapso de las vías respiratorias.
La clasificación del colapso traqueal se basa en un esquema determinado por Tagner y Hobson relacionado con la reducción del diámetro luminal (figura 2): • Se considera un colapso de grado I como colapso estático o dinámico con
A medida que los animales envejecen, la función respiratoria eventualmente se deteriora. La fuerza muscular del aparato respiratorio disminuye constantemente y la pared torácica pierde elasticidad, lo que aumenta el trabajo respiratorio. El colapso traqueal se observa principalmente en perros de edad media a geriátricos y de razas pequeñas, particularmente Yorkshire Terrier, Pomerania, Caniche Miniatura, Maltés y Chihuahua.
Tabla 1. Principales diagnósticos clínicos de tos crónica en perros.
Enfermedad de las grandes vías respiratorias • Bronquitis crónica - Componente bacteriano - Componente eosinofílico - Bronquiectasia • Traqueobroncomalacia - Colapso bronquial - Colapso traqueal intratorácico - Colapso traqueal extratorácico - Colapso traqueal no específico Neumonía • Aspiración • Bacteriana • Otros
Neoplasia pulmonar 77 % 67 % 7 % 14 % 10 % 51 % 40 % 34 % 4 % 3 %
9 % 3 % 3 % 3 %
5 %
Figura 1. Radiografía lateral de tórax de un perro con colapso traqueal cervical en la entrada torácica.
una reducción del diámetro menor o igual al 25 % de la luz. • El colapso de grado II presenta una reducción del diámetro mayor al 30 % y menor o igual al 50 %. • El colapso de grado III muestra una reducción superior al 60 %, con contacto entre la mucosa dorsal y ventral. • En el colapso de grado IV se aprecia una obstrucción del diámetro del 90-100 %.
Tratamiento
La terapia está dirigida a la reducción de peso, disminuir el estrés ambiental y el tratamiento de complicaciones, en particular las infecciones concurrentes. El uso de un arnés en lugar de un collarín reduce la estimulación directa y la compresión de la tráquea. Los glucocorticoides se pueden usar a corto plazo (5-7 días) para disminuir la inflamación. Los broncodilatadores no ayudarán a menos que también exista una enfermedad de las vías respiratorias inferiores. Los antibióticos se utilizan si hay un cultivo positivo, signos de infección en la citología o un empeoramiento repentino de los signos clínicos. Solo deben usarse antibióticos que atraviesen la barrera hematobronquial, como los betalactámicos o las tetraciclinas. Los supresores de la tos como el butorfanol a 0,15-0,5 mg/kg vía oral cada 4-8 h o la
Acceda a los vídeos 1 y 2 a través de estos códigos QR.
Vídeo 1. Tos seca, paroxística y persistente de graznido de ganso en un Yorkshire terrier con traqueobroncomalacia.
Vídeo 2. Evaluación broncoscópica y lavado broncoalveolar de un paciente canino geriátrico con toses crónicas. Se observa el colapso del bronquio lobar derecho con presencia de moco y eritema de la mucosa bronquial.
Grado I Tráquea normal
Grado II
Grado III Grado IV
Figura 2. Clasificación del colapso traqueal.
hidrocodona a 0,22 mg/kg vía oral cada 4-8 h ayudan a disminuir la irritación causada por la tos.
En una crisis aguda se puede administrar butorfanol a 0,05 mg/kg SC para ayudar a sedar al paciente y reducir la tos, mientras que los glucocorticoides son necesarios para disminuir la inflamación o el edema laríngeo y suministrar oxígeno. La acepromazina a 0,025 mg/kg SC cada 8-12 h puede potenciar los efectos sedantes. Se debe considerar la cirugía o la colocación de un stent intratraqueal en pacientes que no responden al tratamiento médico.
Bronquitis crónica
La bronquitis crónica es una inflamación crónica del árbol bronquial de origen desconocido que puede afectar a los bronquios lobares y las vías respiratorias más pequeñas. Independientemente de la causa, la inflamación bronquial crónica produce un aumento de las secreciones traqueobronquiales, tos y cambios en la arquitectura del árbol bronquial. El epitelio de las vías respiratorias sufre hipertrofia, metaplasia y ulceración. Las células caliciformes y las glándulas submucosas sufren hipertrofia y aumentan la producción de moco, mientras que la mucosa bronquial y la submucosa pueden volverse edematosas e infiltradas con células inflamatorias.
Normalmente afecta a perros de más de 8 años y de razas pequeñas.
Signos clínicos
Puede haber taquipnea, disnea, cianosis, empeoramiento con el ejercicio y es frecuente que la tos finalice con una arcada.
Diagnóstico
Las radiografías de tórax inicialmente pueden ser normales, mientras que en casos más avanzados se pueden observar: engrosamiento bronquial, bronquiectasias,
colapso traqueobronquial, atelectasia del lóbulo medio del pulmón derecho, bronconeumonía y agrandamiento del corazón derecho debido a cor pulmonale.
Mediante broncoscopia se pueden observar las vías respiratorias eritematosas con un aspecto rugoso o granular, acumulación de moco espeso, tapones de moco y colapso traqueobronquial.
La citología broncopulmonar puede revelar aumento de moco, células epiteliales hiperplásicas y una mezcla variable de células inflamatorias. Los neutrófilos suelen ser la célula inflamatoria predominante con un menor número de linfocitos y eosinófilos.
El cultivo puede ser estéril o producir el crecimiento de varias bacterias diferentes.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de los signos clínicos, la evaluación citológica y del cultivo, los cambios radiográficos y la respuesta al tratamiento. La terapia aliviará los signos clínicos, pero no se logrará la curación completa, ya que muchos cambios estructurales en las vías respiratorias son irreversibles.
El estrés ambiental (por ejemplo, humo de tabaco) y los factores que pueden exacerbar los signos clínicos (por ejemplo, excitación) deben identificarse y minimizarse.
Se recomienda la reducción de peso a los pacientes obesos porque la función diafragmática está alterada, las vías respiratorias pequeñas se cierran antes de lo normal y la ventilación puede verse obstaculizada.
La inhalación de aire humidificado a través de un vaporizador o nebulizador puede ayudar a disolver las secreciones.
Las infecciones deben tratarse en función de los resultados del cultivo.
Los broncodilatadores como la teofilina a 10-20 mg/kg cada 12 h pueden ayudar a aliviar la obstrucción reversible de las vías respiratorias, disminuyen el edema de la mucosa y tienen efectos antiinflamatorios al evitar la liberación de mediadores de las células inflamatorias.
Los agonistas de los receptores beta2adrenérgicos como la terbutalina a 0,6251,25 mg cada 12 h en perros pequeños, a 1,25-2,5 mg cada 12 h en perros medianos y a 2,5-5 mg cada 12 h en perros grandes,
también son broncodilatadores eficaces, estimulan la secreción de moco de las vías respiratorias, lo que resulta en una secreción menos viscosa y una mayor actividad ciliar.
Los supresores de la tos se deben usar con precaución en perros con bronquitis no bacteriana, solo en los casos de tos irritativa o angustiosa que puede finalizar en agotamiento o colapso. Se debe tener en cuenta que la supresión del reflejo de la tos será perjudicial para la eliminación de la secreción de las vías respiratorias en la bronquitis crónica.
La terapia antiinflamatoria con esteroides es más efectiva en perros con bronquitis no bacteriana, particularmente en aquellos con bronquitis eosinofílica. Los glucocorticoides se pueden usar por vía sistémica o mediante inhalación (figura 3).
Neumonía bacteriana
La neumonía bacteriana es la inflamación que se desarrolla en respuesta a la presencia de bacterias en el parénquima pulmonar. Suele ser secundaria a una aspiración o a una infección sistémica (neumonía hematógena).
Algunos perros con neumonía bacteriana pueden tener secreción nasal purulenta, disnea y fiebre. Se pueden escuchar crepitaciones.
Las principales bacterias aisladas en pacientes caninos se enumeran en la (tabla 2). Bordetella bronchiseptica y Streptococcus son patógenos primarios que provocan neumonía en perros. En la mayoría de los casos las bacterias son invasores oportunistas: se aíslan con mayor frecuencia Mycoplasma spp., enterobacterias (como Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae o Proteus spp.) o Pasteurella
Tabla 2. Principales bacterias aisladas en pacientes caninos con neumonía.
Organismos Aislamiento (%)
Bordetella bronchiseptica 22-71
Escherichia coli 11-51
Klebsiella pneumoniae
Pasteurella spp.
Mycoplasma spp.
Streptococcus spp.
Staphylococcus spp.
Anaerobios 2-25
3-21
30-70
6-21
7-20
5-17
Enterococcus spp. 4-11