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Diario de a bordo. Golfo, el director financiero
from Ateuves 51
by Grupo Asís
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Diario de a bordo
Golfo, el director financiero
Texto Beatriz Navarrete Fotografía David Toledo Ya sabéis que yo vivo en la clínica veterinaria. No está mal, cada día veo nuevos animales que vienen a consulta, nuevos casos interesantes de animales de los llamados exóticos: iguanas, cerditos vietnamitas, ovejas, ocas… Lo que no había visto hasta ahora era a animales “directores financieros”. Ayer vino a revisión Golfo. Es un perro con mucha suerte, porque su dueño lo recogió después de sufrir un atropello que lo dejó muy perjudicado y con grandes traumatismos. Con mucho esfuerzo y cariño Golfo consiguió recuperarse y formar parte de una familia que crece. Lo mejor para Golfo es que su dueño puede llevarlo consigo al trabajo, por lo que nunca ha sufrido la llamada “ansiedad por separación”. Yo, que vivo en el lugar de trabajo de mi dueña, nunca lo había pensado pero tiene que ser estupendo encontrar un centro laboral que permite que los trabajadores lleven a sus animales con ellos a trabajar. Yo creo que permitir el acceso de los animales de compañía a las empresas, fábricas o centros laborales, no solamente es bueno para el animal, sino también para los empleados. Todo el mundo debería saber que tener a un perro tumbado encima de tus pies, esperando tranquilamente a que termines de trabajar para llevarlo a dar un paseo y volver juntos a casa, da una sensación absoluta de calma, relajación y bienestar. Golfo es conocido en toda la empresa, todos los empleados le miman y “comparten” su almuerzo con él. Vamos, que es el amo, de hecho le llaman el “director financiero” e incluso en los momentos en que su dueño sale de la oficina a alguna reunión, Golfo se queda a cargo del resto de compañeros sin que ello resulte un problema para nadie.
El caso de Golfo es bastante común en otros países, pero aquí en España no es lo habitual. Supongo que es un problema de costumbres y de educación, tanto de los dueños como de los animales. Un problema de costumbres porque lamentablemente siguen existiendo personas que consideran a los animales como meros objetos a su servicio y no conciben que pueda existir una relación más cercana e incluso de cariño con un animal y ni se les pasa por la cabeza permitir que lo lleven al trabajo. También es un problema de educación porque existen dueños que hacen todo lo contrario y permiten que su animal de compañía no cumpla con unas reglas mínimas de convivencia con otros animales y menos aún con personas. Y ese mal ejemplo es el que hace que siga existiendo una opinión desfavorable para poder incluir a los animales de compañía en más facetas de nuestra vida diaria.
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Preguntas frecuentes sobre alimentación
Dar de comer a una mascota no consiste solo en abrir un paquete de croquetas y ponerlas en su bol. Se han de tener en cuenta otras variables que pueden generar confusión en el propietario, por lo que el auxiliar ha de estar preparado para aconsejarle de forma adecuada.
María Villagrasa ateuves@grupoasis.com Una buena alimentación es esencial para mantener la salud de la mascota. Sin embargo, es posible que a la hora de pensar en la nutrición al propietario le surjan algunas preguntas: ¿Necesitan los cachorros vitaminas extra? ¿Qué es una dieta de prescripción? ¿Puede mi perro comer comida para gatos? Es muy probable que te las formule a ti, por lo que has de estar preparado para responderlas correctamente. A lo largo de este artículo contestaremos algunas de las cuestiones más frecuentes relacionadas con el tema.
¿Qué cantidad debe comer?
La cantidad de alimento varía según diferentes factores como la etapa de la vida en la que se
La obesidad en gatos
La obesidad en gatos es un tema cada día más preocupante, ya que el porcentaje de animales con esta patología no deja de aumentar. Se debe a la combinación de un consumo excesivo de nutrientes y a una baja actividad física. Por lo general, reducir la cantidad de calorías no suele funcionar si no va unido a un incremento de la actividad física, pero es difícil incrementar la actividad física de un gato casero. Para tratar de solucionar este problema un equipo de investigadores de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) realizó un experimento en el que descubrió que la clave se encuentra en administrar la ración diaria en pequeñas comidas distribuidas a lo largo de todo el día. Además, se consiguen mejores resultados si se añade agua al alimento seco, en el caso de que se esté administrando este tipo de comida. (Puedes ver la investigación en http://argos.portalveterinaria: La obesidad felina se controla mejor ofreciendo la ración diaria en comidas pequeñas a lo largo de la jornada). encuentra el animal (cachorro, adulto, gestante, etc.), el tipo de vida (activo, más bien sedentario), el tamaño y su condición corporal. El veterinario recomendará el tipo de alimento más adecuado y dará una orientación sobre la cantidad diaria. Hay que tener en cuenta que esto no es una ciencia exacta y que no hay dos mascotas iguales, por lo que puede ser necesario realizar ajustes a lo largo del tiempo hasta encontrar la medida justa. Es posible que el propietario piense que el peso del animal sea el correcto. Sin embargo, hay que recomendarle que no se fíe de su aspecto y que pese al animal. La cifra que aparece en la balanza sí que es segura.
¿Puedo darle huesos para masticar?
Está contraindicado ofrecer huesos a los perros, ya que se pueden astillar y atascarse en sus bocas. Al tragárselos pueden provocarles estreñimiento y problemas gástricos más graves como que se clave una astilla en el colon o se complique con una torsión. Es mejor ofrecerle los “huesos” especialmente elaborados para perros para que los mastiquen; estos, además de favorecer la salud dental, permiten que el animal dé rienda suelta a su instinto de masticar sin ningún problema.
¿Cuántas comidas al día?
En este caso dependerá de la edad del animal. En el caso de los perros, un cachorro menor de tres meses debería comer como mínimo cuatro veces al día; si tiene entre tres y cinco, se puede reducir la frecuencia a solo tres. Los adultos pueden comer una o dos veces al día. En el caso de los gatos adultos se ha comprobado que es mejor ofrecerles pequeñas cantidades
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de comida a lo largo del día que solo una o dos raciones (ver cuadro).
¿Cuándo debo administrar a mi cachorro alimento para adulto?
El propietario debe saber que el alimento para cachorros es diferente al que se le ofrece de adulto. Este alimento está preparado para satisfacer todas las necesidades nutricionales del animal durante su primer año de vida, ya que en este periodo la velocidad de crecimiento es muy rápida.
De manera general, podemos decir que se puede pasar a un alimento de adulto cuando el cachorro alcanza entre el 80-90 % del peso que tendrá cuando sea completamente adulto. Hay excepciones como las razas gigantes tipo Gran
Hay que desterrar de la mente del propietario la falsa creencia de que un gato es un perro pequeño y que, por lo tanto, tienen las mismas necesidades nutricionales.
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Danés o las mini como el Chihuahua, cuyo desarrollo va a distinto ritmo.
¿Realmente es necesario darle comida para cachorros?
Efectivamente, ya que un cachorro está en pleno crecimiento y necesita más vitaminas y minerales que un perro adulto. Hay que tener en cuenta que las necesidades nutricionales cambian con la edad. Otros factores como la raza, el tamaño o el ambiente en el que vive la mascota también son importantes a la hora de determinar la correcta nutrición del animal.
¿Cómo hago el cambio de la dieta a adulto?
Lo mejor es hacerlo de forma gradual durante varios días. Primero se puede mezclar una parte de comida para adulto con tres partes de comida para cachorro. Al cabo de un tiempo, hay que aumentar la cantidad de adulto y reducir la de cachorro, de modo que se ponga la mitad de cada tipo de alimento. Al cabo de unos pocos días más se aumenta la cantidad de alimento para adulto hasta que llegue a las tres cuartas partes y se reduce la de cachorro hasta solo una porción. Si el perro la acepta bien al cabo de pocos días más ya se le puede ofrecer solo comida para adulto.
¿No se aburre de comer siempre lo mismo?
Somos las personas las que nos devanamos los sesos pensando en hacer comidas diferen-
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tes cada día para evitar el aburrimiento. Los animales se acostumbran a comer siempre lo mismo y no se cansan de ello. No obstante, existen algunas situaciones en las que es necesario cambiar de alimento: no tener acceso a la marca habitual (como puede ser al ir de vacaciones a otra localidad), entrar en un nuevo estado de desarrollo físico o tener una reacción adversa hacia algún componente de la comida. En estos casos se puede realizar un cambio de alimento, siempre siguiendo las instrucciones que hemos dado antes, ya que un cambio brusco puede causar problemas digestivos.
¿Puedo darle comida para gato a mi perro?
Hay que desterrar de la mente del propietario la falsa creencia de que un gato es un perro de pequeñas dimensiones y que, por lo tanto, más o menos tienen las mismas necesidades nutricionales. Son especies completamente diferentes y, en consecuencia, tienen requerimientos nutricionales diferentes. Si un perro se alimenta con comida para gatos recibirá un exceso de proteínas y grasas, aunque sea la cantidad necesaria para que el gato crezca sano. A la larga, podría desarrollar problemas de obesidad y otras patologías. Por lo tanto y aunque suene a perogrullo, un perro ha de comer comida para perros y un gato, comida para gatos.
Melica/shutterstock.com
¿Puedo darle trocitos de queso a mi perro?
El consumo de leche y productos lácteos puede producir diarreas a los animales de compañía. La leche contiene lactosa, un azúcar que tiene que ser degradado por una enzima, la lactasa, para que el intestino la pueda digerir. Sin embargo, a medida que perros y gatos crecen reducen la producción de dicha enzima, por lo que no pueden digerir correctamente la lactosa y, como consecuencia, pueden tener diarreas u otros problemas digestivos. El queso o el yogur, si bien contienen menos cantidad de lactosa, también pueden resultar indigestos.
¿Pueden tener alergias al alimento?
Sí, al igual que las personas, los animales pueden ser alérgicos a ciertos componentes de los alimentos. En caso de que la mascota muestre algún signo de alergia (vómitos, diarrea, picores, infección de oído, etc.) lo mejor es acudir al veterinario para que averigüe de dónde procede la alergia y aplique el tratamiento más adecuado para corregirla.
¿Es cierto que hay que alternar comida seca con húmeda para que la alimentación de la mascota no esté desequilibrada?
Tanto la comida seca como la húmeda por sí solas son completas y equilibradas, de modo que contienen los nutrientes que necesita la mascota. La comida húmeda contiene una mayor cantidad de proteínas, niveles bajos de hidratos de carbono y mucha agua en comparación con la dieta seca; por contra, esta última se puede conservar abierta durante días sin que se estropee. No es necesario alternarlas, pero tanto en un caso como en otro es importante que el animal siempre tenga a su alcance agua fresca.
Elena Rudyk/shutterstock.com
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La enfermedad periodontal
Las bacterias y restos de comida que se acumulan en los dientes y las encías forman la denominada placa bacteriana. A la larga esta capa se puede engrosar hasta formar el sarro, una formación calcárea mucho más dura. Las croquetas secas tienen una acción abrasiva sobre los dientes y las encías de modo que hacen que la placa bacteriana tarde más en acumularse, retardando así la aparición de sarro. Igualmente existen algunas galletas o snacks específicos para la limpieza bucal que tienen este mismo efecto
¿Debo ofrecer suplementos alimenticios a mi mascota?
Escoger un alimento adecuado para la mascota no es tarea fácil, ya que el mercado ofrece una gran cantidad de productos. No obstante, lo mejor que puedes recomendar al propietario es que el alimento sea de buena calidad y que se adecue a la etapa de vida en la que se encuentre la mascota. En este caso no es necesario ofrecer ningún complemento alimenticio. Es más, si se ofrecen demasiados suplementos (de calcio durante el crecimiento, de vitaminas en la lactación, etc.) es posible que el animal tenga algún problema físico. Si el perro o gato necesita o no un suplemento alimenticio lo decidirá siempre el veterinario.
Siempre he oído que el ajo y la cebolla son buenos repelentes de pulgas ¿Qué hay de cierto en eso?
Si la mascota come ajo o cebolla probablemente le olerá el aliento, pero no afectará de ningún modo a las pulgas. Es más, si ingiere grandes cantidades de cebolla puede desarrollar anemia hemolítica, una enfermedad de la sangre que puede llegar a ser mortal. A los perros les suele gustar el sabor de la cebolla, por lo que si tienen la oportunidad se la comerán sin contemplaciones. Por este motivo hay que tener a raya este alimento.
¿Cómo sé que mi mascota está bien alimentada?
Si bien la dieta solo es uno más de los factores que contribuyen a la buena salud de las mascotas, existen algunos signos externos que pueden poner de manifiesto que están bien alimentadas: • Pelaje: el manto debe ser brillante y suave. • Dientes y encías: los dientes han de ser blancos y fuertes. Las encías han de tener color rosado y cubrir las raíces de los dientes sin sangrar. Existen algunos alimentos que pueden ayudar a mantener las encías libres de enfermedad periodontal durante más tiempo (ver cuadro). • Heces: deben ser sólidas y bien formadas. Si las heces son demasiado blandas es posible que tenga problemas digestivos, intolerancia a ciertos alimentos o incluso alguna enfermedad grave. En el caso del gato hay que prestar atención a las bolas de pelo; si es de una raza de pelo largo propenso a la formación de bolas conviene ofrecerle un alimento específico (malta) que le ayude a eliminarlas de su aparato digestivo.
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• Vientre: un vientre que cuelga y que oscila de lado a lado a cada paso es señal de que el animal consume más calorías de las que necesita, por lo que tendremos que reevaluar su alimentación. Si la mascota muestra todos estos signos correctos, probablemente es que está comiendo el alimento adecuado en su justa medida.
¿Qué es una dieta de prescripción?
Una dieta de prescripción es un alimento que está especialmente formulado para tratar una patología específica del animal. Algunos de los más utilizados son los que tratan alergias, la enfermedad renal o la función cardiaca. Solo los puede recetar el veterinario y siempre deben estar bajo su supervisión.
¿Por qué come heces mi perro?
Esta conducta denominada coprofagia es bastante habitual entre los perros y sus causas pueden ser tanto médicas (pancreatitis, infecciones intestinales, etc.) como conductuales (aburrimiento, falta de atención, estrés, etc.). Se debe tratar de diferentes maneras según la causa que la ha generado, por lo que lo mejor es acudir al veterinario para determinarla y ponerle remedio.
¿Puedo darle “comida casera”?
La alimentación casera en sí misma no es inapropiada. Lo que no se debe hacer es preparar una ración sin tener los conocimientos suficientes para formularla correctamente y realizar un segui-
Paul Krugloff/shutterstock.com miento para conocer su adecuación. A las mascotas no se les debe dar las sobras ni lo mismo que comemos nosotros, ni siquiera un poco de arroz hervido con pollo; eso no es alimentación hecha en casa. Si un propietario quiere darle “comida casera” tendrá que utilizar una receta correctamente formulada y con los ingredientes apropiados y, lo que no es menos importante, tendrá que ser constante en su preparación a largo plazo (si bien podrá congelar algunas porciones, la mayoría de la veces tendrá que cocinar cada día).
La comida comercializada, por su parte, ofrece diferentes ventajas, entre ellas la de su fácil utilización; además es equilibrada y, en el caso del pienso seco, hace que se retrase la aparición de placa bacteriana en los dientes.
¿Qué alimentos para personas son saludables para las mascotas?
Si el propietario quiere ofrecer a su mascota algún alimento para personas le puedes indicar las siguientes opciones: tiras de zanahoria, patatas hervidas, rodajas de manzana (sin semillas) o de plátano, almendras sin sal o pasta cocida. Todas las porciones han de tener un tamaño adecuado para que le resulte fácil de masticar a la mascota. Si al introducir un nuevo alimento el propietario percibe que el animal tiene algún problema digestivo, hay que dejar de ofrecérselo.
¿Qué alimentos no puedo darle?
En el número 38 de Ateuves (mayo/junio 2012) ya hablamos de los alimentos que habitualmente comemos las personas y que los animales no deben ni oler. Entre ellos destacamos el chocolate, el café, las nueces de Macadamia, las pasas, el ajo y la cebolla y las bebidas alcohólicas.
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Alteraciones
del comportamiento en el gato
Cuando un gato cambia de comportamiento y se muestra agresivo con su propietario, pone en peligro la convivencia. Será necesario conocer las causas de dicho cambio para aplicar el tratamiento adecuado e intentar que las cosas vuelvan a ser como antes.
Rosalía Domínguez y Cristina Castillo Departamento de Patología Animal Facultad de Veterinaria de Lugo, Universidad de Compostela Primero, para entender el comportamiento de un animal, debemos conocer la evolución del mismo a lo largo del tiempo. Con esto nos referimos a que, en el caso de las especies domésticas, debemos tener en cuenta por un lado, el comportamiento de los antepasados salvajes y por el otro, los cambios ocasionados durante el proceso de domesticación. En el caso de los gatos las necesidades de comportamiento son muy particulares y, si no son entendidas ni respetadas, pueden ocasionar el desarrollo de alteraciones de la conducta entre las cuales podemos citar la agresividad y la ansiedad. Conocer las particularidades más destacadas del comportamiento normal felino y saber transmitirlas a los propietarios es, sin lugar a dudas, la mejor manera de prevenir posibles alteraciones de la conducta en estos felinos. También hay que recordar que además de las circunstancias externas puede haber condiciones médicas que contribuyan a fomentar los problemas de agresividad y ansiedad del gato (epilepsia, artritis, enfermedad dental, disfunción cognitiva, etc.). Por esta razón es necesario realizar un examen físico completo para comprobar cuál es su estado de salud y destacar cualquier problema médico antes de aplicar el tratamiento.
Actividad normal
Como saben todos los propietarios estos animales dedican la mayor parte de su tiempo a dormir; a continuación pasan tiempo descansando y, por último, acicalándose (grooming).
Problemas de agresividad
Son la segunda causa de problemas más frecuentes después de las alteraciones en la eliminación. Se puede definir la agresión como una compleja variedad de comportamientos provocados por diferentes circunstancias y cuya finalidad es proteger al individuo de una amenaza que él percibe como tal. El 65 % de la agresividad tiene lugar entre gatos, mientras que el 35 % restante se dirige hacia las personas. Dentro de esta categoría el 78 % de los ataques se dirige hacia los miembros de la familia. Diferentes circunstancias pueden desencadenar la agresividad en los gatos. Es fundamental entender la causa de su comportamiento agresivo así como su motivación para poder ayudar a resolver el problema. En este sentido el auxiliar deberá formular al propietario una serie de preguntas que le ayuden a descubrir el problema: ¿hacia quién iba dirigida la agresión? ¿dónde sucedió? ¿qué pasó un tiempo antes de que se produjera el incidente? (ver recuadro). En general podemos decir que muchos problemas de agresividad felina hacia el ser humano son consecuencia de una manipulación excesiva y de la incapacidad de los propietarios para interpretar correctamente el lenguaje felino. Una buena recomendación es dejar que sea el gato quien decida el momento y la duración de las interacciones sociales que establece con una persona.
La mayoría de los ataques de gatos a personas van precedidos de señales comunicativas entre las que cabe citar la erección de pelo, el movimiento violento de la cola, los bufidos y los maullidos de baja frecuencia. Dentro de los problemas de agresividad, podemos encontrarnos con múltiples variantes. Así,
tenemos desórdenes en la edad infantil y adolescencia (las conductas agresivas del gato, la ansiedad intermitente de privación, la hiperagresividad primaria), trastornos agresivos relacionados con el gato adulto (la hiperagresividad en un entorno cerrado, el gato acariciador-mordedor, la agresión redirigida, la agresividad intragrupo, la distimia) y trastornos agresivos de origen somático y fisiopatológico (el síndrome “agresividad reaccional” de estados álgicos, episodios alucinógenos recurrentes tras la administración de arylciclohexylamina). De todas ellas, destacamos por su importancia la agresividad redirigida.
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Agresividad redirigida La agresividad redirigida es una secuencia agresiva, asociada a un incremento de la excitación, que tiene lugar cuando el felino no es capaz de acceder al estímulo responsable de la misma y redirige el ataque hacia una persona, otro gato o un objeto. Además, es una de las formas de agresividad más peligrosas para las personas por el tipo de ataques ya que son muy violentos e impredecibles. Aunque el estímulo que los ha ocasionado haya desaparecido, el gato puede mantenerse agresivo varias horas después de haber finalizado este. Entre las causas desencadenantes más frecuentes podemos citar, los sonidos de elevada frecuencia, la visión, olor o contacto con otro gato y la presencia de gente desconocida. El diagnóstico de este tipo de agresividad es complicado debido a la dificultad para detectar el estímulo ambiental desencadenante. Tras el primer episodio los ataques pueden producirse por la simple presencia de la víctima sin ser necesaria la presencia del estímulo. Para su diagnóstico hay que saber que es el tipo de agresividad más frecuente, y que conviene realizar un examen clínico exhaustivo descartando así cualquier otro origen. Su identificación se basa en que presenta un patrón inconsistente, hay un detonante medioambiental y un blanco alternativo y los ataques son violentos e imprevisibles. Antes de instaurar el tratamiento (ver cuadro inferior) debemos decidir si este se lleva a cabo o, por desgracia, se decide eutanasiar al gato. Para ello, se realiza una evaluación del riesgo que este supone para los miembros de la familia. Está desaconsejado en casos en los que haya niños pequeños en casa, si hay personas con problemas de coagulación o inmunodepresión, con alguna discapacidad psíquica o en el caso de que el detonante ambiental sea desconocido.
• Dolor. • Si se siente molestado mientras descansa. • Cuando huele o ve a otro gato. • Si hay demasiados gatos en muy poco espacio. • Cuando protege sus recursos (cama, territorio, gatitos). • Al aplicarle disciplina física y/o verbal. • Cuando se ve obligado a establecer un contacto visual prolongado. • Al experimentar una manipulación no deseada (sostenerlo, acariciarlo, etc.). • Cuando se le obliga a adoptar una posición no deseada. • Al escuchar ciertos sonidos de alta frecuencia (llanto del bebé, tocar el violín, etc.). • En presencia de gente desconocida. • Algunos problemas de salud (hipertiroidismo, artritis, etc.).
cynoclub/shutterstock.com
Posibles medidas terapéuticas que se pueden tomar frente a las alteraciones del comportamiento (adaptada de Amat et al., 2007; Overal, 2010).
Recomendaciones generales
Aprender a reconocer las señales de agresividad. Evitar cualquier manipulación de un gato excitado. Aislarlo en una habitación a oscuras. Eliminar cualquier forma de castigo. Evitar o reducir la exposición ambiental. Enriquecimiento ambiental. Feromonas sintéticas. Terapia farmacológica.
Medidas ambientales Otras
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El pronóstico de este tipo de agresividad es reservado. Sería favorable en el caso de que se consiguiera identificar el estímulo desencadenante y los propietarios tuvieran la capacidad para controlar la exposición del gato a este estímulo.
Problemas de ansiedad
La mejor definición que podemos dar es la propuesta por el Dr. Pageat: “Se trata de un estado reaccional, caracterizado por el aumento de la probabilidad de desencadenar reacciones emocionales parecidas a las del miedo, como respuesta a toda variación del entorno, tanto interno como externo”. Como consecuencia de este estado patológico nos encontramos pérdidas de la capacidad adaptativa ante una mínima variación del entorno, una desorganización de las secuencias comportamentales y una pérdida de autocontrol. Podemos establecer tres tipos distintos de ansiedad: • Ansiedad paroxística: aparece en forma de crisis, accesos de pánico que se manifiestan de forma brutal. Observaremos manifestaciones orgánicas directas como pueden ser vómitos, respiración superficial, taquicardia, piloerección… • Ansiedad intermitente: hay alternancia entre fases de ansiedad con fases normales. Los signos clínicos varían en función de la evolución a lo largo del tiempo. • Ansiedad permanente: hay una inhibición del comportamiento del animal.
Etograma Una vez vistos los distintos tipos de ansiedad, hay que adaptarlos al etograma del gato. Dentro de las manifestaciones de la ansiedad podemos encontrarnos con: Comportamientos centrípetos: se centran en el propio individuo. • Comportamiento alimentario: es importante ver en qué momento del día comen, la cantidad de comida ingerida y la existencia o no de agresividad. Si ingieren comida por la noche puede ser indicativo de ansiedad. • Comportamiento eliminatorio: trastornos eliminatorios producidos por la ansiedad, entre los que podemos incluir las heces blancas o diarreicas encontradas en diferentes áreas. Hay que distinguir este comportamiento de un mal aprendizaje del aseo, ya que, en este caso el problema tiene lugar desde el comienzo de la vida del animal. • Sueño: los animales que se aíslan en lugares poco accesible o se muestran agresivos ante la invasión de su espacio, son animales cuya sociabilización es bastante escasa. En casos de ansiedad podemos encontrarnos con despertares bruscos o con la disminución de sus horas de sueño.
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2Comportamientos centrífugos: su objetivo principal es la modificación del entorno. • Comportamiento agresivo: la agresividad por miedo es la que predomina en los cuadros de ansiedad intermitente, al igual que ocurre en el caso del perro. En los gatos que viven en apartamentos observaremos como muestra de ansiedad una desregulación de la agresividad por depredación dirigida sobre todo hacia sus dueños. Esta comienza siendo un juego, pero acaba convirtiéndose en un ataque hacia los tobillos de los propietarios. Esta agresividad también puede desarrollarse en gatos que tengan una sociabilización deficiente. • Comportamiento exploratorio: este comportamiento esta totalmente inhibido en casos de ansiedad permanente. En la ansiedad de cohabitación la introducción de un nuevo compañero puede aumentar en un primer momento el comportamiento exploratorio con el fin de controlar todos los movimientos del recién llegado. Este último caso termina con una inhibición del comportamiento,
puesto que ambos animales pasan todo el tiempo vigilándose mutuamente. • Comportamiento de marcaje: este comportamiento solo es posible describirlo como tal en el caso del gato, ya que este estructura todo su territorio en diferentes áreas en función de para qué las vaya a utilizar. Cada una de las diferentes zonas está marcada mediante señales faciales (feromonas). Si el gato presenta algún tipo de ansiedad, va a dejar de realizar marcas faciales para pasar a marcar con orina. Este tipo de marcaje podemos encontrarlo tanto en machos, castrados o no, como en hembras. En los machos enteros hay que saber diferenciarlo de un estado de excitación sexual. La pérdida de estas marcas faciales supone un estrés para el animal y como consecuencia puede acabar realizando marcajes urinarios. En el caso de que se introduzca un nuevo animal, ya sea de la misma especie o de otra distinta, puede acabar desarrollando este comportamiento. Los gatos también marcan su territorio mediante arañazos, en el caso de aumentar estos es indicativo de ansiedad.
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Prevención y cuidados del cachorro
En el día a día de una clínica veterinaria vemos muchos cachorros llegar en brazos de dueños ilusionados. Es importante que tras esa primera visita, los propietarios se marchen a casa con todas o la mayoría de las dudas resueltas. Por ello nuestro papel informativo como personal veterinario es muy importante.
Ana Esteve Orts Auxiliar veterinaria Imágenes cedidas por la autora A la hora de hablar con el cliente no solo hay que saber qué decimos sino también cómo lo decimos. Una gran cantidad de información dada de golpe puede conseguir el efecto contrario al deseado, así como utilizar palabras muy técnicas. En la mayoría de las adopciones o compra de cachorros, ya sean perros o gatos, hay niños detrás, por lo que es conveniente que parte de las frases que utilicemos tengan un lenguaje comprensible no solo verbal sino también gestual. Una explicación acompañada de un gesto (caricia, sujeción) facilita la comprensión. Mirar a los niños mientras explicamos cómo cuidar al nuevo miembro de la familia, hará que se sientan incluidos en las responsabilidades que conlleva tener un animal.
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Tomar la decisión: queremos un cachorro
Esta parte es la que más se nos escapa de las manos como profesionales, ya que por regla general, los nuevos dueños aparecen con el perrito o el gatito ya en sus brazos.
Lo ideal es acudir a un centro veterinario antes de adquirir el animal y resolver todas las cuestiones que queden pendientes. Nuestra guía siempre es una gran ayuda para el futuro propietario a la hora de tomar las decisiones adecuadas.
Tenemos que tener en cuenta el motivo que lleva a los propietarios a adquirir un perro. ¿Quieren un perro guardián para su parcela? ¿Buscan un perro de caza? ¿Una tranquila compañía hogareña? ¿Habrá niños o ancianos en el hogar? ¿Tienen jardín o vivirá en interior? Todas estas preguntas irán cerrando el cerco de posibilidades y nos irán guiando más a la hora de recomendar una raza u otra, o un sexo u otro.
¿Compramos o adoptamos? Aunque es una decisión muy personal, en el caso de que haya personas que tengan dudas podemos hablarles de la opción de adoptar, de las ventajas no solo económicas que tiene y de la buena labor que esto conlleva. Deberíamos facilitarles la dirección o el teléfono de los centros caninos y felinos que se dediquen a esta tarea en nuestra ciudad. En cualquier caso, nuestro papel es informativo, ya que la decisión la tomarán ellos.
¿Qué perro escoger? Puede que este punto sea uno de los más importantes ya que una mala elección puede acabar en una convivencia frustrada o, lo que es peor, en abandono. Etólogos expertos recomiendan siempre elegir un perro con un nivel de actividad igual o inferior al del futuro dueño. Si el cachorro es de raza pura puede resultarnos más fácil recomendarles una u otra. Por ejemplo, un Boxer sería una raza perfecta para una persona dinámica ya que implica paseos muy activos (llevarlo a correr, pasearlo durante mucho tiempo). Sin embargo, un Bichón Maltés, aunque juguetón sobre todo en la fase de cachorro, es un tipo de perro que puede amol-
darse mejor a personas que no pueden tener una actividad muy alta, ni llevarse grandes tirones de correa mientras se está en proceso de educación del cachorro. Por otra parte, si hablamos de un perro mestizo, por el tamaño de sus patas y la mezcla de razas, podemos intuir el tamaño que tendrá cuando llegue a adulto.
¿Macho o hembra? Independientemente de la raza hay un punto clave que no podemos olvidar como es el sexo del cachorro. Un macho será más vigoroso e impulsivo que una hembra. Olfateará más las micciones de otros perros y cuando coincida con una hembra en celo, es posible que su instinto le lleve a tirar de la correa y no nos obedezca. Por otra parte, la hembra tendrá el celo, lo cual supone unos cuidados de higiene extra por parte del dueño y precauciones que hay que tener en cuenta a la hora del paseo. En su momento, es más que aconsejable hablar de la esterilización de la mascota con los dueños.
Tenemos niños, ¿es aconsejable tener un cachorro? Para un niño un animal de compañía siempre es un regalo maravilloso y un amigo con el que crecer y compartir muy buenos momentos. Pero, ¿está el niño preparado para esta responsabilidad? La edad que la mayoría de psicólogos infantiles y veterinarios aconsejan a priori para que un niño tenga una mascota es entre los 5 y los 8 años puesto que a estas edades ya han desarrollado el sentido de la responsabilidad y pueden cuidar de su mascota, con la ayuda y guía de sus padres. Pueden entender que no es un juguete pero que pueden jugar mucho con él, cómo cogerlo, que tiene que comer y beber agua como nosotros y que hay que sacarlo a pasear cada día sin excepción.
Tercera edad La idea de que una persona mayor tenga un cachorro es más que idónea. Le hará compañía, le obligará a salir a la calle al menos tres o cuatro veces al día, ya que dispone de tiempo, y al tratarse de una persona adulta, comprenderá todos los cuidados preventivos que le aconsejemos y los llevarán a cabo con más seguridad. Lo importante en este caso, será ayudarles a elegir una mascota tranquila que no les vaya a tirar fuerte de la correa y más afín a su estilo de vida.
¿Pelo largo o pelo corto? Aparte de algo estético, se trata de un tema de gran importancia para la salud del animal y del dueño. Si optan por un perro o gato de pelo largo, deben tener el tiempo, la paciencia y la responsabilidad de cepillarles el pelo, quitarles los nudos y mantener las zonas del ano, orejas, oídos y ojos limpios. Probablemente es una opción un poco más cara, puesto que si no tienen mucho tiempo, tendrán que acudir a la peluquería canina. La peluquera canina de confianza hará un gran trabajo, además, le comentará al dueño cualquier
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Hemos elegido...
Un perro Para cuando el animal llegue a casa hay que decir al propietario que tenga preparado su comedero, su bebedero, su camita, su arnés y correa, su transportín y su cajita de bolsas para recoger las heces. Aunque no podrá pasearlo por el exterior hasta el término de la pauta de vacunación, conviene no dejar nada al azar. También ha de tener diferentes juguetes para mordisquear, sobre todo durante el cambio de los dientes de leche por los definitivos, lo cual no ocurrirá por completo hasta los 5-6 meses.
Un gato El gatito trepará desde muy temprano y sus uñas se engancharán incluso sin quererlo, en cortinas, telas, etc. Por ello es imprescindible tener todo preparado antes de la llegada del gatito: un rascador, cuanto más grande y alto mejor ya que los felinos son animales muy curiosos y les gusta dormir en las alturas; un arenero, con tierra específica para gatos que podremos comprar en cualquier clínica veterinaria o tienda de animales, su camita, un transportín, su bebedero y su comedero. Hay que advertir a los propietarios de los diferentes tipos de arena que van a encontrar en el mercado. Las perfumadas pueden causar daños en el aparato respiratorio del gatito a largo plazo. Una buena opción es la arena de sílice.
La casa a punto
Antes de que el cachorro llegue a casa es necesario eliminar todos aquellos objetos con los que pueda hacerse daño. Si hay plantas en casa, hay que informar al propietario de cuáles pueden ser tóxicas y eliminarlas o cambiarlas a un lugar donde el animal no pueda llegar de ninguna manera, ni ahora que es pequeño ni cuando sea adulto. Si es un gato, se tendrá que ser más estricto a la hora de preparar la casa (ver recuadro).
La prevención es salud
Coméntale al propietario que frente a una camada, no hay que dejarse llevar por un determinado color de pelaje, o por el que más pena dé al estar durmiendo o postrado. Esto puede ser un síntoma de enfermedad. Es importante fijarse en el tamaño del animal comparándolo con el de sus hermanos, su nivel de actividad, que se deje tocar y se muestre
detalle que le llame la atención y, si es necesario, propondrá consultarlo con el veterinario. Por otra parte es importante que entiendan que, al igual que la de pelo largo, la mascota de pelo corto también soltará pelo.
Repartir responsabilidades
Es conveniente hablar en casa de la repartición de las tareas que conlleva el hecho de tener una mascota. Que sea siempre una persona la que le ponga de comer y el agua, así evitaremos sobrealimentarle y encontrarnos con el gran problema de la obesidad. Recuerda a la familia que es conveniente repartir entre todos los que la integran los paseos, el aseo y la alimentación. Lo ideal para cualquier perro es un mínimo diario de tres salidas al día. Si debido al ritmo diario de responsabilidades laborales, familiares, etc. dos de las salidas no son muy largas hay que procurar que la tercera sí que lo sea. El animal ha de hacer ejercicio, debe relacionarse con otros perros y personas y ha de llegar a casa cansado.
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¿Cómo llevar el transportín en el coche?
Está reglado por la ley y en caso de no cumplirla pueden sancionar al propietario. El transportín siempre debe llevar pasado el cinturón de seguridad y la puerta del mismo estará siempre cerrada. El trasportín debe ser homologado. Cuando el perro sea adulto y si es de raza grande, será imprescindible que haya una separación entre su espacio y el del conductor, de manera que en caso de colisión no salga proyectado, causando daños mayores. En el mercado hay muchas rejas homologadas. Si se acostumbran desde cachorro será mucho más fácil. Para que el animal no asocie la idea de transportín con veterinario, dile al propietario que adquiera la costumbre de dejar en la sala donde juegue un par de días a la semana el transpotín abierto y a su alcance, para que entre y salga y lo acepte como un objeto más. En caso de urgencia veterinaria, no interesa que el animal se estrese más de lo necesario, por lo que tener este tema trabajado puede ayudar mucho tanto al propietario como al personal del centro veterinario.
dócil. Si se elige al más activo puede que lo sea siempre, por lo que además de elegir el que tenga un tamaño más parecido al de la mayoría de la camada, también es conveniente elegir aquel que tenga un nivel de actividad medio. Para el desarrollo de su sistema inmunológico el cachorro debe mamar el calostro de su madre. Para una buena socialización, es esencial que pase sus primeras 4 o 5 semanas de vida con su madre y sus hermanos, ya que entre ellos interactúan y juegan y la madre en algún momento les marca, por ejemplo, si maman muy fuerte y le hacen daño. Es un proceso de socialización natural que el propietario no podría ofrecerle de la misma manera.
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El coche
La primera visita al veterinario siempre es la más delicada. Debemos evitar que sea traumática, por lo que no hemos de gritar mucho, aplaudir fuerte, ni hacer mucho ruido. Es primordial acostumbrar a la mascota a ir en el transportín y, en el caso de los caninos de raza grande, acostumbrarlos a la parte trasera del coche (ver recuadro). La mayoría de los cachorros se marea, por eso al bajar del coche conviene dejarlos unos diez minutos tranquilos y después darles agua. Con el tiempo un alto porcentaje de los perros se acostumbra a los viajes y ya no se marea. En el caso de los felinos, es básico que funcione la relación entre transportín y gato. Nunca se debe llevar un gatito en los brazos, ni cuando es pequeño ni de adulto, ya que cualquier cosa que le asuste, un ruido, una luz fuerte o ver a otro animal, puede hacer que salte de los brazos y salga corriendo, pudiendo ser atropellado o perderse.
Primera consulta veterinaria
Es aconsejable haber elegido ya una clínica u hospital veterinario para llevar al cachorro. Si está cerca de casa y tiene servicio de urgencias 24 horas, será ideal.
Desparasitación Perros y gatos deben ser desparasitados y, en el caso de los cachorros, es imprescindible hacerlo antes de comenzar con las pautas de vacunación.
Los parásitos pueden afectar al cachorro de manera externa, como las garrapatas o las pulgas y de manera interna, como las lombrices, que en muchos casos solo son visibles con microscopio. Los parásitos internos se alojan en el tracto intestinal y se alimentan de lo que el cachorro come. Esto ocurre igual en los gatos y, por supuesto, en los humanos. Prácticamente todos los cachorros tienen parásitos, puede que incluso semanas antes de nacer si su madre no fue desparasitada como medida preventiva. Estos parásitos pueden estar en las heces, en el suelo, en la saliva… de ahí que el veterinario siempre aconseje la desparasitación pautada. El veterinario recomendará los fármacos más adecuados según el tamaño, la edad y otros factores que se tendrán en cuenta tras la exploración. Una vez desparasitado por primera vez, el veterinario explicará al propietario las pautas de vacunación. La vacunación es sinónimo de prevención y en cachorros es básica para prevenir enfermedades que pueden llegar a ser mortales (ver recuadro).
¿Por qué desparasitar y vacunar al gato si no sale de casa? Los parásitos y los virus pueden estar en cualquier lugar: en la suela de la zapatilla, en las ruedas de la bici... Debemos ser estrictos en la desparasitación porque puede que el vecino, ese con el que tanto juega el gato, no lo sea con su mascota y sean los mismos propietarios los portadores, sin quererlo, de los parásitos. Recuerda al propietario que está en contacto con más animales domésticos de los que cree de manera directa o indirecta (con sus dueños) y la probabilidad de contagio es alta. En cambio la prevención es garantía de salud. Las vacunas felinas son: • Calicivirus, que provoca una enfermedad igual a la gripe. • Herpesvirus, que provoca rinitis y conjuntivitis graves y crónicas. • Panleucopenia, que en gatos no protegidos tiene el efecto de una quimioterapia, arrasando su sistema inmunitario. • PIF (peritonitis infecciosa felina) que puede contagiarse a través de las heces de otros gatos provocando cuadros muy graves e irreversibles, y desgraciadamente es una enfermedad frente a la cual de momento no hay ningún tratamiento eficaz. La vacuna para PIF se administra de forma intranasal (dejando caer la vacuna en forma de gotas en cada orificio nasal). Existen otras muchas enfermedades infecciosas que pueden afectar a los gatos frente a las que desgraciadamente no se pueden vacunar, como el virus de la inmunodeficiencia felina, la toxoplasmosis… Una vez puestas las primeras vacunas, la prevención será anual y el propietario casi no se dará cuenta. Por lo que es fácil y asequible proteger a la mascota.
Rutinas que le darán salud
El propio dueño puede hacerle controles revisándole periódicamente, de manera que cualquier anomalía puede ser detectada a tiempo. • Ojos: no deben tener legañas, descargas ni estar hinchados. Si la mascota se rasca mucho un ojo o lo cierra constantemente es conveniente acercarlo al veterinario. • Nariz (trufa): debe estar húmeda y no deben apreciarse descargas.
Enfermedades del perro
En esta lista aparecen enfermedades graves que se pueden prevenir siguiendo las pautas de vacunación indicadas por el veterinario. •Hepatitis viral canina. •Leptospirosis. •Parvovirosis. •Tos de las perreras (tos de Kennel). •Rabia.
Ermolaev Alexander/shutterstock.com • Orejas: deben estar limpias, sin gran cantidad de pelo sobre todo en aquellas razas de orejas caídas donde no ventilan bien. En su aseo personal es importante añadir un limpiador ótico. Puedes enseñar al propietario a utilizarlo de la forma correcta mediante un masaje. • Boca: las encías deben tener un color rosado.
Unas encías pálidas son una señal de alerta. • Dientes: en el mercado existen diferentes productos para el cepillado de los dientes y evitar las placas de sarro. Incluso se pueden encontrar piensos especiales que gracias a su forma, tamaño y dureza, no solo alimentan sino que también hacen la función de cepillo de dientes. • Pelo: un pelo brillante es señal de salud. Una alopecia es la falta de pelo en un parte concreta del cuerpo. Si el cachorro presenta alopecia, debe acudir al veterinario, pues tendrá que hacerle diferentes pruebas microscópicas. • Orina y heces: dan mucha información. El dueño debe estar atento a cualquier alteración. Diarrea, estreñimiento, micciones más frecuentes, falta de micción a pesar de adoptar la postura para ello... es imprescindible comentarlo con el veterinario. • Uñas: las uñas de los perros y de los gatos tienen una vena interna que no hay que cortar porque
además del dolor que les produce, también sangra y en ocasiones puede ser complicado cortar la hemorragia. Si esto ocurre en casa, dile al propietario que debe presionar con una gasa durante al menos tres minutos y después comprobar que no sangra. Los perros con el paseo diario deberían limarlas de manera natural. Los gatos cambian las uñas, pero si rasca los muebles, o sobre todo siendo pequeño se clavan mucho y hacen daño, se puede cortar la puntita sin apurar mucho. En las tiendas y clínicas hay cortaúñas especiales. • Vuelta del paseo: es la hora de hacer una revisión. Si el perro ha estado jugando en el parque, en el campo y con otros perritos, lo ideal es que al llegar a casa se haga una revisión del pelaje, las orejas y entre los deditos, en busca de alguna garrapata o pulga. • Alimentación: junto con las desparasitación y la vacunación, el veterinario recomendará una dieta especial adaptada a las necesidades de la mascota. Sobre todo cuando esté en fase de aprendizaje y educación, se pueden utilizar los premios especiales que hay para ellos. Recuerda al propietario que tenga cuidado con la comida para personas; hay alimentos, como la cebolla, que pueden ser fatales para la salud del cachorro. • Fármacos de humanos: no hay que automedicar a la mascota. Cualquier fármaco para humanos puede ser fatal. • Obesidad: se debe seguir la dieta que haya indicado el veterinario. El cachorro se ha de pesar con regularidad y si el dueño cree que ha engordado debe acudir a la clínica donde el veterinario le indicará cómo iniciar una dieta. • Exceso de higiene: no es recomendable bañar al perro más de una vez al mes, pues se le podría provocar alteraciones en la dermis. El gato es algo más complicado. Como se lame constantemente, no hace falta bañarlo si odia fervientemente el agua. Si es de pelo largo se debe añadir a su dieta malta para que digiera mejor el pelo y lo expulse con más facilidad. • Golpes de calor: es importante no someter a temperaturas extremas a la mascota. En invierno que esté calentito y en verano en lugares frescos. Un golpe de calor puede ser mortal. Nunca se debe dejar solo en el interior de un coche cerrado.
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