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La SOCIALIZACIÓN de perros y gatos

El periodo de socialización es el momento en el que un individuo aprende a reconocer a otras especies animales. Además es el momento en el cual una persona tiene mayor influencia sobre el animal en lo que respecta a la conducta futura. Todo lo que el cachorro experimente tendrá gran importancia en las conductas que exhibirá de adulto.

Dr. Ricardo Luis Bruno Médico Veterinario Especialista en Comportamiento Animal

ricardoluisbruno@ gmail.com www. conductismoanimal. com.ar

Tanto en los perros como en los gatos, y al igual que en el resto de las especies animales, la etapa de cachorros es la más importante en lo que a conducta se refiere, pues esta etapa influye notoriamente en los comportamientos que el individuo exhibirá en su edad adulta. Todo lo que el cachorro experimente en sus primeros tiempos de vida quedará grabado a fuego en su cerebro y tendrá gran importancia en las conductas que exhibirá de adulto.

Los cachorros caninos y felinos presentan 4 etapas o periodos bien definidos durante su desarrollo comportamental.

Periodo neonatal

Abarca las dos primeras semanas de vida y consiste principalmente en mamar y dormir. El cachorro nace con sus ojos y oídos cerrados y los principales sentidos de los que depende son el olfato y el tacto. Precisa además del comportamiento maternal de su madre para sobrevivir en esta etapa crítica de su vida.

Periodo transicional

Comprende desde los 14 a los 21 días de vida, y consiste en una mayor exploración del medio ambiente que rodea al cachorro y en la experimentación de sus habilidades motoras. La maduración neurológica y el mayor desarrollo de sus aptitudes físicas le permiten investigar el medio en el que se desarrolla, y por consiguiente sus experiencias ambientales comienzan a influir en su conducta futura.

En el periodo de socialización del perro se inician las actividades coordinadas de grupo, típico de las especies gregarias.

Periodo de socialización

Este es el periodo más importante de todos y existen diferencias notorias entre los cachorros caninos y felinos. Abarca desde la 3ª semana a la 12ª-15ª semana de vida en los perros y desde la 3ª a la 9ª en los gatos.

Conductas propias de perros

En esta etapa, conjuntamente con su desarrollo motor, los cachorros comienzan a adquirir conductas específicas y a delinear su personalidad. En el caso de los perros, los pequeños comienzan a interactuar con sus hermanos de camada de forma lúdica y rápidamente comienzan con las peleas, carreras y gruñidos. Aprenden la “presión de quijada”, ya que si muerden muy fuerte durante el juego, el mordido termina inmediatamente con el juego y el mordedor aprende que esa presión excesiva hace terminar el grato momento.

Comienzan a transportar objetos con su boca, se pelean por ellos y si un cachorro observa algo que atrae su atención y se dirige hacia ese objeto, inmediatamente el resto de los cachorros lo siguen, es decir, exhiben el inicio de las actividades coordinadas de grupo, típico de las especies gregarias.

Eric Isselee/shutterstock.com Conductas propias de gatos

En el caso de los gatos, que pertenecen a una especie no considerada altamente gregaria, las actividades de grupo no son tan evidentes y en el periodo de socialización se observan principalmente conductas de caza como principal juego entre los gatitos. Si bien en estos primeros tiempos de vida son particularmente sociables, los juegos de disputas jerárquicas no son tan importantes como en los perros. Esta etapa es fundamental en los gatitos para reconocer a los distintos individuos con los que interactuarán en el futuro, reconocer a las distintas especies a predar, los individuos a evitar y a quiénes permitir un contacto estrecho. Resulta obvio comprender la importancia de esta etapa en la generación de un buen vínculo del gatito con las personas. A diferencia de los perros, es muy difícil lograr relacionarse con un gato que durante este periodo de su vida no ha tenido ningún contacto positivo con un ser humano.

Se puede sintetizar que el periodo de socialización es el momento en el cual un individuo aprende a reconocer a otras especies animales, ya sea como especies a predar, de las cuales protegerse, amigas o simplemente a aceptar en su mundo.

Los pequeños comienzan a interactuar con sus hermanos de camada de forma lúdica. Esta etapa es fundamental en los gatitos para reconocer a los distintos individuos con los que interactuarán en el futuro.

Periodo juvenil

En esta etapa los animales comienzan con el momento más activo de su exploración ambiental. Ya han creado lazos, han aprendido conductas sociales

Razones de su importancia

Este es un momento muy importante en la vida del animal, pues en este periodo es cuando se generan una gran cantidad de alteraciones de conducta futuras que serán difíciles de corregir en la edad adulta.

Si un perro o un gato, en esta etapa, no tuvo contacto con niños, es bastante poco probable que luego, ya adulto, los acepte. Lo mismo ocurre si no se ha socializado con otros perros y/o gatos, luego será un animal agresivo y/o temeroso con ellos, y se podrá convertir en un animal totalmente inadaptado socialmente con las consecuencias negativas obvias para su calidad de vida y la de las personas con quienes conviva.

La falta de una correcta socialización con animales de su especie no solo puede traer aparejado comportamientos fóbicos y/o agresivos futuros, sino que no aprende las pautas de conducta típicas de su especie y tal vez desarrolle un exagerado apego con su familia humana. Esto conllevará en la mayoría de los casos al animal a tener conductas intolerables con los mismos:

• Intento de monta de personas. • Excesiva vocalización al quedarse solo. • Actitud agresiva con integrantes nuevos de la casa. • Excesivo requerimiento de atención social. • Problemas de conducta relacionados con los hábitos higiénicos y con la agresividad en el caso de los gatos. Otro punto de importancia a tener en cuenta durante el desarrollo de esta etapa crucial es que durante la misma el cachorro comienza a desarrollar su capacidad para relacionar de forma rápida determinadas conductas con estímulos específicos. Por consiguiente, es en este preciso momento (ya hablando específicamente de los cachorros de perro) cuando se debe comenzar su educación y a establecer las reglas de convivencia que deberá acatar para vivir en “familia”. Este es el periodo en el cual una persona tiene mayor influencia sobre un perro en lo que respecta a la conducta futura del mismo.

Por supuesto que en esta etapa las experiencias negativas también son muy fáciles de fijar.

Hay que promover una correcta socialización con animales de su especie.

La falta de una correcta socialización con animales de su especie traer aparejado comportamientos fóbicos y/o agresivos futuros, y un posible hiperapego con su familia humana.

típicas y comienzan a explorar su mundo. Aquí es necesario el refuerzo ocasional de la socialización para que las lecciones aprendidas no se olviden. Abarca desde la finalización del periodo de socialización hasta la entrada del animal a su etapa adulta según las variaciones individuales de especie, raza, sexo, etc. Si bien no es una etapa tan fundamental como la anterior también es importante, desde el punto de vista comportamental, pues es donde el animal modelará definitivamente su conducta futura. En el caso de los perros es más importante aún pues es el momento que marcará la relación jerárquica con su/s compañero/s de vida.

Nuestra responsabilidad

No es coherente ni efectivo para corregir una alteración conductual en un animal de compañía que él sea el único que deba aprender a comportarse. Las personas con las que convive también deben aprender a comportarse como corresponde para con él. Los animales tienen sentimientos y pautas de conducta propias de la especie a la que pertenecen. Solo conociendo las mismas y respetándolas, se puede lograr una convivencia armoniosa y agradable con ellos.

karnavalfoto/shutterstock.com

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