5 minute read
Problemas de comportamiento en perros geriátricos
from EspeciesPRO 263
by Grupo Asís
El aumento de la expectativa de vida de los perros ha producido también un incremento del número de los problemas de comportamiento en animales mayores que llegan a la consulta del veterinario. En esta ocasión nos centraremos en el síndrome de disfunción cognitiva.
Pablo Hernández Veterinario director de etologiaveterinaria.com Autor del Manual de etología canina
Las preguntas sobre problemas de comportamiento en animales senior todavía suponen un porcentaje pequeño respecto al total de las consultas sobre conducta. Esto puede deberse a varios motivos, entre ellos:
• La falta de información de los dueños respecto a la existencia de tratamientos disponibles.
• La reticencia a comentar las alteraciones que sufre el perro por la posibilidad de que se pueda plantear el sacrificio del animal.
• Por último, en muchas ocasiones, la creencia de que es algo normal por la edad del perro y que nada se puede hacer al respecto.
Problemas habituales
Las quejas más habituales son la conducta destructiva, la micción y defecación dentro de la vivienda y la vocalización excesiva. Son los signos habituales de ansie- dad por separación; sin embargo, aunque algunos casos pueden deberse a este problema, en otras ocasiones son síntomas de otras alteraciones del comportamiento frecuentes en los perros mayores, como las fobias o el deterioro cognitivo. Los problemas de comportamiento en los perros senior pueden dividirse en tres categorías:
1. Secundarios a cambios fisiológicos y enfermedades.
2. Primarios, con o sin patologías concurrentes.
3. Derivados de un declive en el estado mental del animal.
Las quejas más habituales son la conducta destructiva, la micción y defecación dentro de la vivienda y la vocalización excesiva.
Los problemas de conducta primarios pueden ser, a su vez a:
• Problemas que ya estaban presentes en edades más tempranas como por ejemplo, de agresividad, que al evolucionar o agravarse en la vejez es cuando motivan la consulta.
El envejecimiento reduce la capacidad de adaptación del animal al entorno, por tanto, cualquier cambio puede provocarle reacciones de estrés y ansiedad.
• Problemas de conducta nuevos, que el dueño no ha observado anteriormente, y que suelen aparecer en el animal mayor como consecuencia de una alteración del entorno ante la que no es capaz de adaptarse, como ocurre, por ejemplo, en la ansiedad por separación.
Síndrome de disfunción cognitiva
Este síndrome es un trastorno neurodegenerativo de evolución progresiva, que afecta a los perros (y gatos) viejos, caracterizado por un deterioro gradual en sus capacidades cognitivas y que se manifiesta con alteraciones de la conducta.
La cognición, en sentido general, se refiere a los procesos mentales que engloban la percepción, el conocimiento, el aprendizaje, la memoria y la toma de decisiones. La cognición posibilita, por tanto, que el animal reciba información del entorno, la procese, la retenga y decida, en consecuencia, cómo actuar.
nario pueden observar en los animales afectados son, fundamentalmente, cambios del comportamiento. Estos signos pueden clasificarse en cinco categorías que corresponden a las siglas del acrónimo inglés DISHA:
Desorientación
Cuando esas capacidades se reducen o se alteran los animales manifiestan, principalmente:
• Cambios en la relación e interacción con el dueño.
• Pérdida de los hábitos higiénicos y otras conductas aprendidas.
• Cambios en los hábitos de sueño.
• Desorientación y confusión.
• Alteraciones en su nivel de actividad. Todavía no está del todo claro cuáles son los mecanismos precisos responsables de los signos observados en los animales afectados. Se sabe que la edad avanzada provoca alteraciones como pérdida de la masa encefálica, aumento del tamaño de los ventrículos, calcificación de las meninges, desmielinización, degeneración neuroaxonal y una reducción del número de neuronas. Este síndrome es similar a la enfermedad de Alzheimer en las personas.
Presentación clínica
Aunque la disfunción cognitiva puede considerarse un problema neurológico, los signos que el propietario y el veteri-
Algunos animales parecen perdidos dentro de la casa o en la calle, mantienen la mirada fija en el espacio, permanecen ensimismados en una esquina, se dirigen hacia una puerta equivocada o por el lado incorrecto de la misma, o deambulan sin ningún propósito.
Interacciones con las personas u otros animales
La interacción de los perros con la familia puede hacerse menos frecuente e intensa, llegando en ciertos casos a no reconocer a alguno de sus miembros (no les saludan al llegar a casa como hacían anteriormente). También puede darse la situación contraria, un aumento de interacciones con los propietarios y de las conductas de búsqueda de atención, o un aumento de la irritabilidad que se manifiesta con conductas agresivas hacia los propietarios o hacia otros animales.
Sleep
Alteraciones en el ciclo sueño-vigilia. Los perros afectados pueden dormir más durante el día y permanecer despiertos por la noche, gimiendo, vocalizando, paseando de un lado hacia otro o arañando el suelo.
Housetraining
Pérdida del aprendizaje de la conducta de eliminación. Los animales que previamente habían aprendido a eliminar en el lugar adecuado parecen olvidarlo. Lo más frecuente es que se orinen en la vivienda. La secuencia de la conducta es característica de una eliminación normal y ocurre en ausencia de cambios ambientales (como falta de acceso a un área apropiada) o problemas médicos. El perro orina o defeca en varios lugares, sin reparar en la presencia o ausencia del propietario.
Bajo este epígrafe se incluye también la pérdida de otras conductas aprendidas anteriormente, la falta de respuesta a órdenes conocidas y un menor deseo de hacer actividades antes realizadas.
Algunos perros pierden la inhibición social y muestran conductas como, por ejemplo, robar comida de la mesa en presencia del dueño cuando antes no lo hacían.
Actividad
En ciertos casos se observa una reducción en la actividad del animal (menor interés por explorar, acicalarse o alimentarse). En los casos avanzados es más habitual, sin embargo, que los animales manifiesten intranquilidad, deambula- ción sin un objetivo definido o incluso conductas compulsivas como el autolamido excesivo.
Las alteraciones en alguno de estos cinco aspectos de la conducta del animal no parecen presentar una predisposición por raza o sexo. Mediante tests neurosicológicos pueden detectarse signos sutiles en los perros a partir de los seis años.
Diagnóstico
En el ámbito clínico se considera que el síndrome de disfunción cognitiva es un problema que solo puede ser confirmado al ser descartadas las demás patologías.
atribuibles a la patología orgánica de los que son provocados por la disfunción cognitiva.
Sin embargo, debido al carácter lento y progresivo del deterioro en las capacidades cognitivas del animal, las primeras manifestaciones pueden pasar desapercibidas para el propietario haciendo que no sea sencillo obtener respuestas fiables durante la anamnesis para diferenciar los síntomas.
En un perro viejo que presenta signos inespecíficos compatibles con la disfunción cognitiva se debe realizar una exploración física completa, un examen neurológico, un análisis hematológico y portamiento hace necesaria la aplicación de técnicas de modificación de conducta y del entorno.
• Neoplasias cerebrales.
• Pérdida de visión y de oído.
• Endocrinopatías: hipotiroidismo, hiperadrenocorticismo, diabetes mellitus e insípida.
• Enfermedades parasitarias: leishmaniosis y dirofilariosis.
• Patologías que causan dolor o malestar (artrosis o problemas dentales).
• Alteraciones cardiovasculares, gastrointestinales o urinarias.
Al afectar a perros mayores, la probabilidad de que padezcan diferentes enfermedades es mucho mayor de lo que ocurre en otros problemas de comportamiento. En cualquier caso, la existencia de una alteración médica no excluye la posibilidad de una disfunción cognitiva al mismo tiempo. Esto puede complicar el diagnóstico.
Una buena historia clínica debe poder diferenciar aquellos síntomas que son un perfil bioquímico. Si los signos se relacionan con alteraciones de la conducta de eliminación, será necesario realizar también un urianálisis o un examen de heces.
Tratamiento combinado
Aunque este síndrome es un trastorno neurológico y, por tanto, su tratamiento requiere la utilización de fármacos apropiados, la presencia de signos de com-
Dicha modificación está orientada a hacer más reconocible, predecible, familiar y confortable el ambiente donde vive el animal y a estimularle mentalmente. Algunas medidas recomendadas son:
• Señalizar claramente las puertas y los lugares de descanso con una luz, un sonido o un olor.
• Incrementar el nº de lugares de descanso en zonas accesibles.
• Instalar rampas.
• Evitar cambios en el entorno.
• Proporcionar un acceso más frecuente a los lugares apropiados para la eliminación.
• Establecer rutinas diarias estrictas.
• Aumentar la interacción con el propietario.
• Estimular mentalmente al perro.
• Realizar ejercicio adecuado a su estado.
Además, el veterinario propondrá una terapia farmacológica específica.