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3 factores fundamentales para el aprendizaje

Algunas razas tienen fama de ser muy fáciles de entrenar, pero ¿es realmente cuestión de raza? O ¿la clave del éxito está en el entrenamiento? La edad, el temperamento y el método utilizado son elementos clave para tener ejemplares equilibrados.

Grabriella Tami CIM Formación. Experta en Comportamiento Animal Aplicado

El anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los animales contiene la exigencia de un curso de formación a los propietarios de perros y, además, descarta un listado de razas de perros peligrosas. Según el último estudio científico publicado en la revista americana Sciencie, la genética no es tan importante en el comportamiento de los perros como su herencia familiar.

Veamos en este artículo por qué el éxito del entrenamiento no es solo cuestión de raza.

¿Hay perros fáciles de entrenar?

La entrenabilidad no es lo mismo que la capacidad de resolver problemas ni equivale a inteligencia: el perro más fácil de entrenar no necesariamente es también el más listo. En el entrenamiento, el perro aprende a realizar un determinado comportamiento al detectar una señal específica (que a menudo, es verbal o gestual, pero también puede ser táctil u olfativa) y el dueño aprende cómo enseñar.

Los perros fáciles de entrenar son aquellos que:

• Muestran interés hacia lo que dicen o hacen sus propietarios.

• Tienen disposición para cumplir las órdenes.

• No se distraen con facilidad.

• Responden a la corrección y aprenden rápidamente ejercicios nuevos.

¿Las razas caninas difieren en cuanto a facilidad de entrenamiento?

Cuando una familia piensa en adoptar una mascota, la raza puede dar pistas de las necesidades del animal, de su carácter. Efectivamente, la entrenabilidad es un rasgo altamente heredable, con una importante base genética. Pero puede haber diferencias muy grandes entre perros de la misma raza. La raza solo proporciona una idea aproximada de la probabilidad de que un perro tendrá muy desarrollada cierta característica. Si el pensamiento del futuro propietario es educar a un perro con entrenamientos, podemos pensar en grupos de razas ya que algunas están seleccionadas para realizar un trabajo cooperativo con el ser humano, como, por ejemplo, los perros pastores. En cambio, otros perros realizan tareas más independientes y no dependen tanto de las indicaciones humanas, como los sabuesos. Como resultado de los diferentes procesos de selección, los primeros tienden a prestar más atención a los humanos y a responder mejor a sus indicaciones, aunque esto no implique diferencias cognitivas entre las razas.

Los perros pequeños

tienen menos autocontrol

Hay una característica física que parece tener relación con la respuesta al entrenamiento: el tamaño. Los perros de gran tamaño tienen, en proporción, un mayor desarrollo de las regiones cerebrales responsables de los comportamientos más deseables, como la tendencia a responder bien al entrenamiento. Además, los perros más pequeños tienden también a tener menos memoria a corto plazo y menos autocontrol; no es porque los propietarios se preocupen menos de que sus perros sepan hacer ciertos ejercicios.

Los 3 elementos básicos

1. La edad y el entorno

Los perros que han recibido clases de cachorros, cursos de educación, cursos de agility, etc., aprenden con más facilidad. En el entrenamiento los perros aprenden a aprender. Esto permite reducir las repeticiones que necesitan para asociar un comportamiento con una señal. Además, los perros jóvenes tienden a ser más fáciles de entrenar que los de más edad, sobre todo cuando no hay un largo historial de entrenamiento. La mejor respuesta al entrenamiento suele darse entre los 3 y 6 años y luego tiende a disminuir.

El entrenamiento también será más eficaz si se juega a menudo con el perro y se pasa tiempo con él. Otro factor que puede influir es el núcleo de convivencia, cuantas más personas viven con el perro, peor es su respuesta al entrenamiento ya que puede que haya diferencias a la hora de darle las instrucciones. Si, además, los propietarios no tienen mucha experiencia con perros, los resultados del entrenamiento son peores.

2. El temperamento

Un factor determinante es el temperamento: los perros seguros tienden a responder mejor al entrenamiento; también los juguetones, porque tienen más interés en las interacciones con las personas y es más probable que presten atención a las conductas y señales comunicativas. Un perro que ignora a las personas o que les tiene miedo es claramente un “alumno” más difícil.

La mejor respuesta al entrenamiento suele darse entre los 3 y 6 años y luego tiende a disminuir

El método de entrenamiento es un elemento clave destacado: hay que reforzar los avances del perro, jugar con él y mantener una actitud paciente en el entrenamiento. Todo ello mejora su capacidad para aprender, acelera aprendizajes nuevos. Por el contrario, las técnicas de entrenamiento invasivas obsoletas, basadas por ejemplo en el castigo positivo y/o en el refuerzo negativo, pueden poner en riesgo la salud física y mental de los perros.

Conclusiones

La facilidad con la que un perro responde al entrenamiento contribuye de manera significativa a la calidad de la relación con su familia humana y puede ayudar a poner las bases de una relación armoniosa y duradera.

La raza sola no es suficiente para prever la respuesta al entrenamiento de cada individuo. Es muy importante tener en cuenta todos los factores que también participan para favorecer el entrenamiento, como la edad, el temperamento y, sobre todo, el método de entrenamiento.

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