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Cómo cuidar la salud del manto a través de la nutrición

Durante los últimos años la investigación nutricional ha permitido el estudio de múltiples nutrientes, minerales y vitaminas que se ven directamente relacionados con la salud del manto y de la piel. El pelaje nos ofrece una gran información sobre el estado de salud de un animal.

Conxita Martínez Moreras Veterinaria en AniCura Canis i Felis Hospital Veterinari

Cada vez es más habitual que las personas que comparten su vida con un perro o un gato lo consideren un miembro más de la familia y se preocupen también de proporcionar la dieta más adecuada que les garantice una nutrición completa y saludable, más allá de ocuparse únicamente de cubrir las necesidades básicas de alimentación.

El conocimiento actual que tenemos de la microbiota, es decir, la población de bacterias que viven en el sistema digestivo -fundamental para mantener la salud intestinal-, ha abierto un camino de interés sobre qué tipos de alimentos pueden tener un mayor beneficio en la calidad de vida y en la prevención de enfermedades de las mascotas.

Todos estos factores ya se ven re- flejados en el hecho de que la mayor parte de las dietas comerciales preparadas para la alimentación de animales de compañía dedican muchos esfuerzos en la elección de las materias primas óptimas para cubrir las necesidades de todas las especies durante las diferentes etapas de vida, tipos de raza o incluso diferentes patologías que requieran necesidades especiales.

Una dieta equilibrada debe aportar un mínimo del 25 % de proteínas en el perro y del 30 % en el gato, y ser de alta calidad para asegurar el aporte de los aminoácidos necesarios.

Una buena función intestinal asegura una correcta absorción de nutrientes que garantizan una óptima calidad del pelo.

Nutrientes directamente relacionados con la salud del manto y de la piel

Durante los últimos años, la investigación nutricional ha permitido el estudio de múltiples nutrientes, minerales y vitaminas que se ven directamente relacionados con la salud del manto y de la piel. Cuando observamos a un perro o un gato, lo primero que vemos es su aspecto y, en esa primera mirada, su pelaje nos ofrece una gran información sobre su estado de salud.

Proteínas

Lo primero para tener en cuenta es que el pelo de los animales está formado en un 95 % de proteínas, con un alto porcentaje de aminoácidos que contienen azufre. Por ello, la nutrición que entre sus nutrientes cuenta con esta fuente de proteínas tiene un efecto directo sobre la cantidad y calidad del manto.

Una dieta equilibrada debe aportar un mínimo del 25 % de proteínas en el perro y del 30 % en el gato, y debe ser de alta calidad para asegurar el aporte de todos los aminoácidos necesarios.

Los aminoácidos aromáticos como la fenilalanina o la tirosina tienen un efecto directo sobre el color del pelo, puesto que son aminoácidos precursores de la melanina, encargada de producir la pigmentación del pelo. Por ejemplo, dietas pobres en esos aminoácidos pueden provocar que un pelo negro y brillante se vuelva más rojizo y mate.

Ácidos grasos y vitaminas

Los ácidos grasos son fundamentales para proporcionar un buen sabor a los alimentos y para permitir la absorción de las vitaminas liposolubles como la vitamina A o E. La función de estas vitaminas es la de mantener la integridad de la piel y las células epiteliales y, de ese modo, que el pelo pueda nacer y crecer sano y fuerte.

Los ácidos grasos esenciales, como el ácido linoleico, se denominan así ya que el perro y el gato, al igual que otros mamíferos, no los pueden sintetizar pese a que necesariamente deben administrase con la dieta. Estos ácidos grasos esenciales desempeñan un pa- pel muy importante en el mantenimiento de la barrera cutánea y poseen unas propiedades antiinflamatorias muy beneficiosas en el tratamiento de patologías como la dermatitis atópica. Tal es así que hoy en día la mayor parte de alimentos comerciales están suplementados con ácidos grasos. es habitual que perros y gatos sufran un déficit de cinc, pero, en el caso de que hubiera una mala absorción de este nutriente, es de esperar encontrar un pelaje opaco y pobre que puede propiciar la aparición de infecciones secundarias de la piel. Existen dos razas más predispuestas a sufrir esta enfermedad:

Las vitaminas liposolubles como la A o la E mantienen la integridad de la piel, lo que permite que el pelo nazca y crezca sano y fuerte.

Minerales

El cinc es un componente integral de muchos metaloenzimas involucrados en la regulación del metabolismo. No el Husky Siberiano y el Malamute de Alaska.

Probióticos

Por último, los probióticos, que son poblaciones de bacterias beneficiosas para la microbiota y tienen un papel relevante en la salud digestiva, también repercuten en la calidad del manto, puesto que está demostrado que una buena función intestinal asegura una correcta absorción de nutrientes que garantizan una óptima calidad del pelo.

Referencias

Enciclopedia de la nutrición canina. Pascale Pibot, Vincent Biourge y Denise Elliott. Ed Aniwa SAS para Royal Canin. Dermatología en pequeños animales. Muller & Kirk. Ed Inter-Médica .

GoodFocused/shutterstock.com

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