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Tendrán las PSITÁCIDAS AMENAZADAS un futuro sin piojos
from EspeciesPRO 234
by Grupo Asís
La pregunta surge porque parece que la extinción de algunas especies de piojos ha sido inducida por los métodos utilizados para la conservación de aves amenazadas a las que previamente parasitaban.
Dr. David Waugh Corresponsal de Loro Parque Fundación
Loro Parque Fundación (LPF) está trabajando para mejorar las perspectivas de las psitácidas amenazadas por la destrucción del hábitat y la caza furtiva de nidos, pero la conservación de sus piojos es consecuencia pasiva de las acciones tomadas.
Los temidos parásitos
Los parásitos dan miedo a la mayoría de las personas, principalmente porque la idea de lo que hacen es inquietante. Su apariencia genera disgusto (figuras 1 y 2). Grupos importantes con formas ectoparasíticas incluyen órdenes de insectos de pulgas (Siphonaptera), hemípteros o chinches (Hemiptera) y moscas (Diptera), así como familias de sanguijuelas, ácaros y garrapatas (Acari). Estos ectoparásitos son potentes agentes de selección en las aves y tienen efectos negativos en: • El tamaño de la puesta. • El crecimiento y la supervivencia de los pichones. • El comportamiento de los padres. • La dispersión de las crías. • El éxito futuro de la reproducción. • La supervivencia del huésped. Por ejemplo, las moscas piojo (familia Hippoboscidae), que se alimentan solo de la sangre, se mueven fácilmente de un individuo huésped a otro, lo que las convierte en un vector efectivo para patógenos transmitidos por la sangre, como la malaria aviar. Los éstridos (moscas de la familia Oestridae) entran a los nidos para poner sus huevos y las larvas eclosionadas se introducen en la piel de los pichones (figura 3), debilitándolos gravemente. En los proyectos de LPF en la región neotropical, los éstridos Philornis son un problema grave, especialmente para el perico cubano (Psittacara euops) y la amazona colirroja (Amazona brasiliensis). Los chinches (familia Reduviidae) comparten refugio con los vertebrados que anidan y les chupan la sangre. Son especialmente frecuentes en el Nuevo Mundo, donde paraitan varias especies de psitácidas.
Defensa natural
Dado el peligro, no es sorprendente que las aves silvestres hayan desarrollado una amplia variedad de defensas para controlar los ectoparásitos. • Acicalado Las aves pueden eliminar parásitos si están adheridas a las plumas que están mudadas. Mientras se acicalan, el pico puede desplazar físicamente a los parásitos y también puede untar el plumaje con el aceite de la glándula uropígea para reducir la carga parasitaria (figura 4). • Rascado Rascarse con las patas también puede ser útil para desalojar a los parásitos. • Baños Se sugiere que tanto el baño de agua como el de polvo controlan el nivel de parásitos; este último con un efecto abrasivo y posiblemente sofocante, ya que la tierra fina o la arena se filtran a través del plumaje. • Sol Se piensa que los rayos solares controlan los ectoparásitos, ya sea matándolos directamente o incre
Figura 4. Cacatúa filipina acicalando sus plumas de la cola. B. de Laender.
Figura 5. Una hembra de periquito turquesa (Neophema pulchella) expone sus plumas al sol. The Pheasantasiam.
mentando su vulnerabilidad al acicalamiento mientras intentan escapar del calor (figura 5). • Aromas Algunas aves se untan con materiales cargados de aromas; el ejemplo más observado es el comportamiento de “anting”, durante el cual las aves aplastan y frotan las hormigas en sus plumas o permiten que estas se arrastren a través del plumaje. Las aves utilizan exclusivamente hormigas que secretan ácido fórmico u otros fluidos picantes, lo que sugiere que el “anting” puede matar o disuadir a los ectoparásitos. • Mantenimiento de nidos Existen comportamientos de mantenimiento de nidos que pueden disuadir a los ectoparásitos: la territorialidad y el anidamiento en colonias más pequeñas, evitar el uso de nidos parasitados, el saneamiento de nidos utilizados anteriormente mediante la eliminación de sustratos viejos, la fumigación de nidos mediante la adición de vegetación aromática y, si todo lo demás falla, el abandono del nido cuando los pichones puedan estar en peligro de muerte.
Los parásitos también se extinguen
La aplicación correcta de protocolos de salud para las psitácidas y otras aves en cautiverio significa que las defensas naturales para controlarlos, aunque aún puedan aplicarlas, son en gran medida innecesarias. Rózsa y Vas (2015) reconocen que la preservación de especies de parásitos que presentan amenazas médicas o veterinarias no será aceptada. Por otro lado, dan razones por las que los conservacionistas deberían preocuparse por los parásitos amenazados: constituyen una gran pro
Figura 6. “¿Dónde está mi piojo?” Indignado cóndor de California. Scott Flaherty, USFWS. porción de la biodiversidad mundial y ejercen presiones selectivas para aumentar la diversidad del huésped y aumenta su valor de conservación. Finalmente, transportan información filogenética y genética poblacional sobre el pasado evolutivo de sus huéspedes.
Hay piojos críticamente en peligro de extinción en dos proyectos que LPF apoya para la conservación de sus únicos huéspedes, ambos en peligro crítico. La especie de piojo Neopsittaconirmus capreolus se encuentra en la cacatúa de cresta amarilla (Cacatua sulphurea), mientras que tres especies de piojo -Neopsittaconirmus emersoni, Franciscoloa thompsoni y Psittoecus hoogstraali- aparecen en la cacatúa filipina (Cacatua haematuropygia). Curiosamente, en la evaluación de los factores que afectan a estas cacatúas no encontraron indicios de que los piojos y ácaros fueran significativos (Fish and Wildlife Service, 2014).
¿Qué hacer con las acciones de conservación que extinguen especies de piojos?
Durante el programa de reproducción en cautiverio y liberación para salvar al cóndor de California (Gymnogyps californianus), el piojo Colpocephalum californici, que era específico de este huésped en peligro crítico, se extinguió probablemente como resultado de las rutinas veterinarias de desparasitación (Rózsa y Vas, 2015). En 1987, el último de los seis individuos silvestres fue capturado para unirse a un programa de reproducción y liberación en cautiverio en el que participaron 27 ejemplares. La reproducción en la naturaleza se reanudó en 2002, y la población silvestre total es actualmente de 231 individuos (BirdLife International, 2019). Por lo tanto, parece que el cóndor de California (figura 6) es capaz de sobrevivir sin su piojo, lo que sugiere que las especies de psitácidas en peligro crítico también podrían sobrevivir en una condición sin piojos. Sin embargo, si los parásitos ejercen presiones selectivas para aumentar la diversidad del huésped, solo con el tiempo se proporcionará la evidencia.