4 minute read

“La manifestación más frecuente es la pérdida de su movilidad gradual”

La artrosis felina es una patología silenciosa que afecta al 40 % de los gatos A diferencia de los perros, que suelen salir a pasear y, por lo tanto, sus dueños pueden notar fácilmente cualquier pérdida de movilidad, los gatos son animales independientes, lo que dificulta detectar si están sufriendo algún grado de dolor crónico su especie, por lo que es más fácil valorar si padecen alguna pérdida de movilidad.

¿Cómo puede un cuidador identificar la artrosis en su gato?

La artrosis es una enfermedad que afecta a las articulaciones móviles y que provoca diferentes grados de dolor y manifestaciones clínicas en función de si quien la parece es una persona o un animal. En el caso de los gatos, la manifestación más frecuente es la pérdida de su movilidad gradual, a veces asociada de forma errónea a la edad avanzada del animal. También se observan cambios en su comportamiento:

• Dificultad para subir o bajar alturas.

• Orinar o defecar en lugares inapropiados o con dificultad.

• Cambios de humor.

• Sensibilidad al tacto.

• Signos de agotamiento por falta de descanso.

• Mayor inquietud.

En caso de detectar esos signos, es preciso indicar al cliente que debe acudir a un veterinario especialista en traumatología, quien realizará una exploración e interpretación clínica cuidadosa, así como pruebas de imagen tales como radiografías y tomografías computarizadas.

Aproximadamente un 40 % de los gatos tienen signos clínicos de osteoartrosis y el 90 % de los gatos mayores de 12 años muestran evidencias en las radiografías de padecer esta enfermedad. Sin embargo, mientras que es común hablar de la artrosis en perros, se tiende a prestar poca atención a los felinos, que también la sufren. Esto se debe a la dificultad que encuentran los cuidadores para identificarla.

El gato es un animal muy independiente que decide cuándo y dónde moverse. Esto hace más difícil interpretar si está padeciendo algún grado de dolor crónico. La diferencia más notoria con los perros es que los gatos no salen a pasear con sus cuidadores. Los perros salen, corren e interaccionan con otros de

La artrosis produce dolor, ¿es esta la razón por la que puede aparecer un cambio de comportamiento en gatos? ¿Por qué?

Los gatos cambian su comportamiento e incluso su carácter debido al dolor que puedan sentir, se vuelven más ariscos e incluso agresivos. Los que antes de tener artrosis se dejaban acariciar sin problemas, ahora puede que soplen o arañen a su cuidador al intentar acariciarlos. Esa agresividad se puede deber a una hipersensibilidad en las zonas de dolor.

El dolor también hace que les cueste realizar movimientos habituales como hacían antes. Por ejemplo, pueden dejar de subir a sitios donde antes subían sin problemas, jugar o limpiarse con normalidad. Estas señales se van manifestando de manera lenta y progresiva según avanza la enfermedad.

Cuando manifiestan síntomas, ¿es demasiado tarde para el tratamiento?

Cuando ya se han manifestado síntomas, existen diferentes opciones terapéuticas, tales como antiinflamatorios tradicionales y protectores del cartílago, que alivian rápidamente el dolor, hasta derivados de la morfina (opiáceos) o los nuevos anticuerpos monoclonales que no tienen efectos secundarios y les ayudan mucho para controlar el dolor.

Es importante que estos tratamientos sean multimodales, es decir, que el dolor se combata desde diferentes vías, ya que mantener un único fármaco de forma crónica podría provocar efectos secundarios serios en el gato. Por ejemplo, el uso de antiinflamatorios de forma prolongada podría desencadenar problemas renales y digestivos. Por eso, es importante que el veterinario vaya observando la evolución del tratamiento para ver si es necesario modificarlo.

¿Cómo podemos favorecer la calidad de vida de un gato que ya ha manifestado los síntomas de esta enfermedad?

Además de calmar el dolor, es imprescindible actuar para que la artrosis no avance más o, al menos, ralentizar su progresión. En este sentido el control del peso es muy importante, nos ayudará a aligerar peso en las articulaciones, proporcionando menos carga y alivio de los síntomas. La obesidad es un factor clave que favorece la progresión de la artrosis. Además, es fundamental mantener un mínimo de actividad física que le ayude a conservar la masa y tono muscular, fundamentales para la estabilidad articular. Si pierde demasiada masa muscular las articulaciones sufrirán aún más y siempre va a ser mucho más complicado recuperar su calidad de vida.

¿Cuál es la clave en la prevención y tratamiento de la artrosis?

La prevención de la artrosis en gatos se asemeja mucho a la de las distintas especies. Los tres pilares básicos son:

1. Hacer una buena selección genética que evite patologías primarias que puedan secundariamente favorecer los procesos degenerativos articulares artrósicos.

2. Una dieta adecuada con un control minucioso del peso.

3. Ejercicio moderado y adecuado para la edad del animal.

Asimismo, los controles veterinarios habituales pueden y deben ayudar a la detección precoz de esta enfermedad tan difícil de identificar por parte del cuidador, un hecho que supone que tan solo el 13 % de los casos sea diagnosticado. Esto nos ayudará a empezar a tratarla de forma precoz y conseguir más fácilmente resultados satisfactorios a largo y corto plazo.

En cuanto al tratamiento, este es multimodal, es decir, se adecúa a las necesidades de cada fase de la enfermedad con el objetivo de controlar el dolor crónico y recuperar la movilidad de una forma rápida y efectiva. Se trabaja a 3 niveles:

Tratamiento medicamentoso

Actualmente se encuentran disponibles numerosos medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos, los opiáceos, los antagonistas NMDA, los gabapentinoides, los cannabinoides y los recién incorporados anticuerpos monoclonales.

Tratamiento dietético

Asimismo, existen tratamientos que complementan esa medicación, tales como las dietas ricas en omega 3 y los condroprotectores (complementos alimenticios para prevenir y tratar las enfermedades articulares).

Fisioterapia y rehabilitación

Además, siempre se debe tener en cuenta la posibilidad de realizar fisioterapia y rehabilitación, y también contemplar la cirugía en los casos donde el tratamiento médico y la rehabilitación no consigan los resultados óptimos esperados.

Hay que insistir a los clientes sobre la importancia de los controles veterinarios rutinarios para ayudar a la detección precoz de esta enfermedad en los gatos y conseguir así más fácilmente resultados satisfactorios a largo y corto plazo.

This article is from: