DOSIER DE
PRESENTACIÓN MANUAL CLÍNICO
de
presión
sanguínea
en perros y gatos
Servet (División de Grupo Asís Biomedia S.L.) Centro Empresarial El Trovador, planta 8, oficina I Plaza Antonio Beltrán Martínez, 1 • 50002 Zaragoza (España) Tel.: +34 976 461 480 • Fax: +34 976 423 000 • www.grupoasis.com
Dr. Enrique Ynaraja Ramírez
La fuerza editorial de Grupo Asís La editorial Servet, perteneciente a Grupo Asís, se ha convertido en una de las editoriales de referencia en el sector veterinario a nivel mundial. Más de 15 años de experiencia en edición de contenidos veterinarios avalan su trabajo. Con una gran difusión nacional e internacional, las obras de su catálogo pueden encontrarse en multitud de países y ya han sido traducidas a más de ocho idiomas entre los que se encuentran el inglés, francés, portugués, alemán, italiano, turco, japonés y ruso. Su sello de identidad es un gran equipo multidisciplinar compuesto por doctores, licenciados en veterinaria y bellas artes y diseñadores especializados y con un gran conocimiento del medio en el que desarrollan su labor. Cada título se somete a un trabajo técnico y exhaustivo de revisiones, verificaciones y análisis que permite crear obras con un diseño único y un excelente contenido. Servet trabaja con los autores nacionales e internacionales más prestigiosos para incorporar a su catálogo los temas más demandados por el veterinario. Además de obras propias también elabora libros para empresas y entre sus clientes figuran las principales multinacionales del sector.
Manual clínico de presión sanguínea en perros y gatos
MANUAL CLÍNICO
de
presión
sanguínea
en perros y gatos
Dr. Enrique Ynaraja Ramírez
AUTOR: Enrique Ynaraja Ramírez. FORMATO: 17 × 24 cm. NÚMERO DE PÁGINAS: 128. NÚMERO DE IMÁGENES: 105. ENCUADERNACIÓN: tapa dura.
PVP
55 €
Manual práctico y sencillo sobre los métodos y técnicas para
Incluye eBook
medir la presión arterial en perros y gatos y cómo interpretarla. Va dirigido a los veterinarios clínicos en ejercicio libre y con clínicas de medicina general.
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Manual clínico de presión sanguínea en perros y gatos
Presentación de la obra La determinación de la presión sanguínea es un procedimiento rutinario en medicina humana desde hace muchos años, ya que ofrece una valiosa información de las interacciones que se producen entre el corazón, el riñón, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso autónomo. Sin embargo, en veterinaria todavía no se ha establecido como una práctica habitual, de ahí la necesidad de establecer protocolos y técnicas que permitan medirla de forma sencilla. Esta obra explica los métodos y técnicas para medir la presión sanguínea en la clínica de pequeños animales con instrucciones claras y precisas de los equipos, los manguitos, las zonas de medida y las técnicas que deben emplearse. Las diversas imágenes, los esquemas y dibujos ayudan a dejar muy claras las pautas que deben seguirse para que las medidas sean adecuadas. El objetivo es que sea un manual práctico y sencillo, que explique los conceptos básicos sin profundizar en la fisiología o mecanismos complejos y sistemas complicados, con un texto de fácil lectura y una presentación muy amigable. Esencialmente destaca, además, la importancia de la presión sanguínea y su mantenimiento, cuándo y cómo sabemos que está elevada (algunas posibles causas sin grandes revisiones de mecanismos) y guías de tratamiento para reducirla; cuándo y cómo sabemos que está por debajo de lo normal y qué hacer en tales casos. Finalmente, incluye una breve revisión de las recomendaciones oficiales actuales del American College of Veterinary Internal Medicine (ACVIM), en la que, apoyándose en los conceptos anteriores, deja sentadas las normas recomendadas actualmente y unas pautas perfectamente definidas.
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Manual clínico de presión sanguínea en perros y gatos
El autor Enrique Ynaraja Ramírez Licenciado y doctor en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid. Especialista acreditado de AVEPA (Asociación Nacional de Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales) en cardiología de pequeños animales. Ha sido profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, así como de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia. Socio fundador de CardioVet, empresa de telediagnóstico en cardiología veterinaria que da servicio de diagnóstico a más de 1.000 clínicas en España, Portugal y América Latina, y veterinario de Servicios Veterinarios Albeytar en La Vall d’Uixó, Castellón. Ha publicado 140 artículos en revistas de 18 países, ha participado en más de 500 cursos y congresos celebrados en 22 países y ha publicado 8 libros y numerosos cursos en Internet. También ha colaborado activamente en cursos y programas de formación, difusión, introducción de productos o lanzamientos con las principales empresas del sector veterinario de pequeños animales de España, tanto de productos farmacológicos como nutricionales.
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MANUAL CLÍNICO
de
presión
sanguínea
en perros y gatos
Dr. Enrique Ynaraja Ramírez
Índice de contenidos 1. La presión sanguínea Introducción Métodos de medida de la presión sanguínea Valores normales Factores que influyen en la presión sanguínea Mecanismos de regulación de la presión sanguínea Regulación inmediata: mecanismos de control rápido
3. Técnicas de medida de la presión sanguínea Introducción ¿Cuáles son las alternativas disponibles? Sistema Doppler Sistema oscilométrico Oscilometría de alta definición (HDO) Pletismografía y fotopletismografía
¿Qué parámetros se determinan?
4. Hipertensión
Regulación diferida: mecanismos de control a medio plazo
Introducción
Regulación diferida: mecanismos de control a largo plazo
Valores obtenidos
2. Medida de la presión sanguínea Introducción Dinámica de presiones Localizaciones anatómicas para la medida de la presión sanguínea Medidas en la base de la cola Medidas en la extremidad anterior Medidas en la extremidad posterior
Protocolo de medida de la presión sanguínea en la clínica
Enfermedades causantes de hipertensión en perros y gatos Hipertensión arterial y enfermedad renal Hipertensión arterial y obesidad Hipertensión arterial y enfermedad endocrina
Lesiones en los órganos diana Daños en el sistema nervioso central Daños en el corazón Daños en los globos oculares Daños en el riñón Daños en los vasos sanguíneos
5. Tratamiento farmacológico de la hipertensión Introducción Vías de acción para reducir la presión sanguínea Modificación del gasto cardiaco
6. Hipotensión Introducción Causas de hipotensión sanguínea en perros y gatos Enfermedades y procedimientos causantes de hipotensión sanguínea
Control del volumen circulante
Insuficiencia cardiaca
Vasodilatación
Coma diabético o coma cetoacidótico
Fármacos antihipertensivos Bloqueantes de los receptores adrenérgicos Antagonistas de los canales de calcio Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) Antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA II)
Hipoadrenocorticismo Hipotiroidismo Alteraciones directas en los vasos sanguíneos
7. Tratamiento farmacológico de la hipotensión
Antagonistas de los receptores de endotelina
Introducción
Inhibidores de la renina
Vías de acción para incrementar la presión sanguínea
Vasodilatadores directos Hipotensores de acción central Reducción de los depósitos de catecolaminas Inhibición de la aldosterona
Fármacos frente a la hipotensión Simpaticomiméticos Inhibidores de la fosfodiesterasa Otros estimulantes cardiacos Aumento del volumen circulante
Bibliografía recomendada
Manual clínico de presión sanguínea en perros y gatos
Dadas las complicaciones para controlar y monitorizar la presión venosa central, tanto en medicina humana como veterinaria, la mayoría de los pacientes pueden controlarse de forma aceptable con mediciones no invasivas de la presión sanguínea periférica. De nuevo remarcar que la presión sanguínea periférica es uno de los parámetros de control más interesantes en pacientes de urgencias, quirúrgicos o de cuidados intensivos, y en medicina humana no cabe plantear un procedimiento médico complejo sin controlar sus valores. Es un parámetro esencial para estudiar el estado hemodinámico de un paciente. En veterinaria debemos recurrir a dispositivos especiales para medir este valor, de manera que es imprescindible realizar una inversión económica importante en aparatos de medida para poder acceder a este nivel de monitorización. La falta de desarrollo y comercialización de equipos específicos, la escasa validación de resultados y la inversión económica necesaria para poder hacer mediciones rutinarias y repetidas han sido factores que han obligado a retrasar de forma significativa el uso de este parámetro en la clínica veterinaria.
La detección directa mediante un estetoscopio y un manguito neumático de presión, como se realiza en personas, es imposible en perros y gatos, de manera que debemos recurrir a un dispositivo más sensible que sustituya al oído del médico (fig. 1). Podemos recurrir a sistemas basados en detectores de flujo mediante Doppler o basados en métodos oscilométricos. Esta diferencia exige equipos más costosos, sofisticados, delicados y complejos para poder hacer las mediciones en perros y gatos.
Figura 1. Esfigmomanómetro de medicina humana: un manguito neumático presiona los vasos periféricos y ocluye la circulación y un manómetro de aire indica la presión existente en el manguito (piotr_pabijan, Shutterstock.com).
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Técnicas de medida de la presión sanguínea
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Figura 2. Manómetro de mercurio (columna) para medir la presión sanguínea en personas (adriaticfoto, Shutterstock.com).
Los sistemas de medicina humana —manguitos neumáticos, manómetro de aire o de columna de mercurio (fig. 2) y estetoscopio— y los automáticos de uso ambulatorio no tienen utilidad en perros y gatos; no miden de forma correcta la presión sanguínea periférica en ellos. Este tipo de sistemas de medición pueden ser manuales o automáticos y se basan en el inflado del manguito hasta alcanzar valores por encima de la presión sistólica previsible o, simplemente, hasta valores de 180200 mmHg. Con esta presión se consigue obliterar el pulso (paso de la sangre) de la arteria considerada. No hay un valor preciso que deba alcanzarse en todos los casos, pero es poco probable que tengamos un paciente con una presión sistólica superior a 300 mmHg. Si surgiera alguna duda, simplemente empezaríamos inflando el manguito neumático hasta 220 o 260 mmHg si fuera necesario. Una vez que se “corta” el flujo sanguíneo en la arteria, el estetoscopio que se coloca un poco más alejado del punto de presión (más distal con respecto al corazón) y sobre la misma arteria no detecta ningún sonido (fig. 3). Cuando estamos en ese punto, el manguito se desinfla de forma gradual y lenta, apareciendo sonidos detectables en cuanto la presión del manguito disminuye lo suficiente como para permitir el paso de sangre a través de la arteria (sonidos de Korotkoff, que son los que se auscultan en medicina humana): • La primera aparición de sonido es la llamada fase I, que representa el primer paso de sangre a través de la arteria y dará el valor de la presión sistólica (“máxima”). • Una vez anotada esa cifra, seguimos deshinchando el manguito y hay un momento en el cual la presión disminuye tanto que dejan de oírse los ruidos del flujo sanguíneo. La presión es tan escasa que no produce un flujo turbulento en la arteria; ya no hay un estrechamiento 43
Manual clínico de presión sanguínea en perros y gatos
Figura 3. Al eliminar gradualmente la presión del manguito neumático, hay un punto en el cual la sangre vuelve a fluir porque la presión que ejerce el manguito no es suficiente como para interrumpir el flujo; en este momento, el estetoscopio permite detectar el sonido del flujo sanguíneo turbulento por debajo de la zona de compresión (LeventeGyori, Shutterstock.com).
de su luz y el flujo pasa a ser laminar. En ese punto, donde dejamos de escuchar ruidos en nuestro estetoscopio, anotamos la presión diastólica (“mínima”). Esta presión diastólica se mide usualmente en la fase IV, aunque las denominadas fases IV y V son muy cercanas. Normalmente el médico, cuando detecta la presión sistólica o la diastólica, vuelve a hinchar el manguito 2 o 3 veces y a deshincharlo lentamente para comprobar que, efectivamente, es en ese punto de presión donde comienza a escuchar los sonidos o donde deja de escucharlos. El método es clásico en medicina humana y existen dispositivos desde hace unos 100 años. Es un valor que se incluye de forma rutinaria en cualquier exploración clínica normal.
¿Cuáles son las alternativas disponibles? Se dispone de métodos basados en el efecto Doppler, en técnicas de oscilometría, oscilometría de alta definición y algunos basados en la fotoplestimografía. Esencialmente, todos ellos se basan en el mismo principio: una presión suficiente corta el flujo de sangre en una arteria periférica, la presión se reduce de forma gradual y lenta hasta que permite el flujo de sangre y, posteriormente, en algún momento la presión baja lo suficiente como para no detectar nada sobre esa arteria periférica 44
Técnicas de medida de la presión sanguínea
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porque el flujo ha pasado a ser laminar. Las diferencias entre los equipos se basan en cómo detectamos esos flujos de sangre. La auscultación directa —como se hace en medicina humana— no es válida y debemos buscar otras opciones.
Sistema Doppler Los equipos Doppler son los más económicos entre todos los sistemas disponibles (fig. 4). Sus detectores son delicados y normalmente se complementan con unos auriculares para el examinador, que puede detectar el flujo sanguíneo gracias al sonido generado por el efecto Doppler (fig. 5). Se trata de un transductor formado por cristales piezoeléctricos que emiten una señal de energía de alta frecuencia que “rebota” con el movimiento de la pared arterial o el paso de células sanguíneas. Al ser recibida mediante un microprocesador, la señal se convierte en un sonido audible, sonido que escuchamos a través del altavoz del equipo o de unos auriculares que nos ponemos para hacer las mediciones. Con este método, se coloca un manguito de presión que se llena de aire por encima del dispositivo detector, se mide la presión del manguito de aire y se va permitiendo que se vacíe de forma lenta y progresiva hasta que se detecten los sonidos del flujo sanguíneo que localiza el Doppler. Todos los equipos basados en este sistema de detección del flujo sanguíneo (o la ausencia de flujo sanguíneo) son similares, pero hay que darle más importancia al tipo de detector Doppler que lleve el equipo que al propio monitor.
Figura 4. Sistema Doppler de medida de la presión sanguínea: detector, altavoz, gel de conducción y manguitos neumáticos.
Figura 5. Sistema Doppler con auriculares para el examinador.
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Manual clínico de presión sanguínea en perros y gatos
El detector es la pieza que colocaremos sobre el paciente. El monitor, que mantendremos siempre alejado del paciente, es el equipo que procesa la información y traduce el movimiento de fluidos en un sonido audible. La mayoría de los monitores son perfectamente válidos y la elección de uno u otro suele ser más comercial, estética, por tamaño o pantallas, altavoces, etc., que por prestaciones o eficacia en su uso. Por el contrario, la pieza de detección sí puede suponer una diferencia significativa entre unos modelos y otros. Estos detectores ofrecen mejores resultados y son más sencillos de manejar si son pequeños y planos que si son de tipo “bolígrafo”. Cuanto menores sean y cuanto más planos, mejores resultados tendremos en las medidas y mayor comodidad en su uso: un detector de 7 mm de grosor, redondo y del tamaño de una pequeña moneda será muy similar a otro semejante cuadrado o rectangular; sin embargo, un detector de 2 cm de grosor y de 5 cm de diámetro será mucho más incómodo y ofrecerá medidas menos fiables. Los detectores tipo “bolígrafo” de uso en muchos sistemas de medicina humana resultan mucho más incómodos y menos fiables en sus resultados.
¿Dónde medimos la presión sanguínea? Como se comentaba en el capítulo anterior, hay varias alternativas; necesitamos una arteria de cierto calibre, periférica, superficial y localizada en una zona que podamos presionar de forma cómoda y uniforme con un manguito neumático. Si es posible, es preferible que dicha arteria esté a la altura del corazón cuando estemos haciendo la medición. Sin duda, hay preferencias personales y un clínico puede considerar la rama craneal de la safena como el sitio ideal en la mayoría de los casos, mientras que otro preferirá intentarlo siempre en la base la cola. Algunas de las alternativas utilizables se muestran en el cuadro 1. CUADRO 1. Arterias para la medición de la presión sanguínea. ■ Arteria coccígea: en la base de la cola (buena idea en caballos, regular en perros y no es la mejor opción en la mayoría de los gatos) (fig. 6). ■ Arteria mediana: en la zona proximal del carpo (fig. 7). ■ Arteria digital palmar: en la zona distal del carpo. Suele dar buen resultado en perros y en gatos, por lo que es la primera elección en la mayoría de los casos.
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■ Rama craneal de la arteria safena: en la extremidad posterior. Puede usarse para el sistema oscilométrico automático, ya que permite dejar el equipo conectado y “distraer” al paciente sin que vea nada ■ Arteria plantar medial: en la zona distal del tarso. Es la segunda elección con el sistema Doppler para la mayoría de los veterinarios (si no obtenemos buenos resultados en la mano, utilizamos esta opción).
Técnicas de medida de la presión sanguínea
Figura 6. Manguito neumático en la base de la cola.
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Figura 7. Manguito neumático en el codo para medir la presión sobre la arteria mediana.
Los equipos Doppler son más laboriosos de utilizar que las demás alternativas de veterinaria y no resultan prácticos como monitores de quirófano. Pueden emplearse en la clínica como prueba de diagnóstico, pero efectuar medidas repetidas seriadas en condiciones de quirófano o de cuidados intensivos es difícil e incómodo. Estos equipos solamente permiten detectar la presión sistólica y no son automáticos, por lo que exigen un ayudante para su manejo continuo. Por debajo de 50 mmHg de presión sistólica, las medidas del sistema Doppler no son tan fiables. En los gatos, cuando se toman las medidas en la extremidad posterior, algunos autores recomiendan añadir 14 mmHg al resultado obtenido como factor de corrección para tener un valor más similar a la verdadera presión sanguínea femoral de estos pacientes. Algunos estudios recientes indican que la medida con el sistema Doppler podría ser más próxima a la presión arterial media que a la presión sistólica, lo cual nos indica que hay que ser más cuidadosos con los criterios de hipertensión, porque si realmente en un paciente medimos la presión sanguínea media y no la presión sistólica, los valores “normales” deberían ser más bajos.
Para poder hacer mediciones correctas utilizaremos manguitos neumáticos de pediatría, disponibles en varios tamaños, ya que es esencial que la anchura del manguito esté en relación con la circunferencia de la extremidad donde se va a medir la presión. Actualmente, entre estos manguitos de pediatría, incluso se dispone de algunos de calibre muy pequeño que pueden aplicarse en animales de muy pequeño tamaño y en mascotas no convencionales (animales exóticos) (fig. 8). 47
Manual clínico de presión sanguínea en perros y gatos
La anchura del manguito neumático que usemos debe ser de aproximadamente el 40 % de la circunferencia de la extremidad donde se está efectuando la medición. Recientemente, algunos trabajos sugieren que, en los felinos, es probable que la anchura del manguito deba tener un 30 % de la circunferencia de la extremidad para Figura 8. Juego de manguitos neumáticos pediátricos de obtener valores más precisos. diferentes anchuras. Teniendo en cuenta que las medidas de los manguitos disponibles no son todas las posibles, siempre se intenta escoger el manguito más adecuado según los que haya disponibles y la medida de la zona donde vaya a realizarse la medición. En la tabla 1 se incluyen los valores de circunferencia de la extremidad y el tamaño del manguito más adecuado para cada caso. En muchos casos se dispone de una colección menor de manguitos y podemos emplear solamente los que se reflejan en la tabla 2. Sería ideal poder controlar también la longitud del manguito, que debe ser aproximadamente 1,5 veces el perímetro de la extremidad, pero este factor es difícil modificarlo, ya que los manguitos disponibles tienen longitudes fijas para anchuras diferentes y solo podemos escoger el manguito por su anchura. TABLA 1. Adecuación del manguito según el tamaño de la extremidad del paciente.
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Anchura del manguito
Circunferencia de la extremidad del paciente
1 cm
2,2-2,9 cm
1,5 cm
3,3-4,3 cm
2 cm
4,4-5,7 cm
2,5 cm
5,6-7,1 cm
3 cm
6,7-8,6 cm
4 cm
8,9-11,4 cm
5 cm
11,1-14,3 cm
7 cm
15,6-20 cm
9 cm
20-25,7 cm
Técnicas de medida de la presión sanguínea
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TABLA 2. Tamaños de manguito habitualmente disponibles en las clínicas. Anchura del manguito
Circunferencia de la extremidad del paciente
1 cm
2-4 cm
2 cm
4-6 cm
3 cm
6-8 cm
4 cm
8-12 cm
5 cm
12-15 cm
7 cm
15-20 cm
9 cm
20-26 cm
Los manguitos demasiado anchos provocan medidas menores de las reales y los manguitos demasiado pequeños generan medidas demasiado elevadas con respecto a lo normal. Es importante, además, que la extremidad esté situada a un nivel aproximadamente igual que el de la base cardiaca, ya que si la extremidad está muy por encima o muy por debajo de este nivel las mediciones que hagamos perderán precisión.
Sistema oscilométrico La medición de la presión arterial debería incluir, de forma ideal, los siguientes parámetros: 1. Presión arterial sistólica. 2. Presión arterial diastólica. 3. Presión arterial media (PAM o MAP) (fig. 9).
Figura 9. Además de los parámetros de presión arterial sistólica, diastólica y arterial media, los equipos oscilométricos habitualmente indican también la frecuencia de pulso.
Además, es conveniente establecer un control de la frecuencia del pulso periférico y/o de la frecuencia de un electrocardiograma (ECG) para comprobar que las medidas que tomamos con el equipo de presión coinciden con las frecuencias tomadas en el pulso femoral. Es recomendable realizar esta comprobación adicional con la medición de la frecuencia electrocardiográfica y la medición de frecuencia del choque de punta precordial, de modo que todos los sistemas de control tengan una buena coincidencia en los datos obtenidos.
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Estos valores más completos de presión sanguínea, junto con los del pulso periférico, solamente se pueden obtener de forma automática y seriada con el sistema oscilométrico de monitorización (fig. 10). Originalmente, en medicina humana se empleaba un sistema oscilométrico (no automático ni con microprocesador, pero basado en el mismo principio), lo que ocurre es que en las personas el sistema de auscultación es sencillo, cómodo, económico y eficaz, por lo que el método oscilométrico se abandonó en la mayoría de los casos como sistema rutinario de medición. Sí se emplea en la monitorización en situaciones especiales, en urgencias y en hospitales y quirófanos. En la clínica ambulatoria la medida de la presión puede hacerse con un sistema neumático y un estetoscopio de forma rápida, sencilla y fiable. Figura 10. Sistema oscilométrico automático: Frente a los sistemas Doppler, los equipos oscipuede utilizarse en perros y gatos de cualquier lométricos son los más útiles y sencillos de manejar. tamaño. Se basan en la colocación de un manguito de goma que se llena de aire hasta alcanzar una presión predeterminada y que va perdiéndose gradualmente. El equipo detecta el flujo de sangre por las vibraciones que se producen en los vasos sanguíneos comprimidos por el manguito de goma. Se localiza la zona donde se colocará el manguito y, al encender el equipo, este realiza un chequeo automático, hincha el manguito para obstruir el flujo sanguíneo y se va deshinchando lentamente hasta calcular los valores de presión sistólica, diastólica, media y la frecuencia del pulso. Se recomienda la toma de varias medidas seriadas en intervalos de 1 minuto y, aunque sean valores cercanos, debe realizarse un mínimo de 5 medidas. Si los valores obtenidos son muy dispares entre sí hay que descartarlos y comenzar de nuevo hasta tener una serie de 5 más o menos cercanos. Una vez tenemos estos 5 valores, descartamos la medida más alta y la más baja y obtenemos los valores finales calculando la media estadística de los valores sistólicos, diastólicos y medios con las 3 mediciones que hemos seleccionado. Durante la anestesia, la recuperación, en urgencias y en cuidados intensivos, el sistema permite monitorizar automáticamente cada cierto tiempo la presión sanguínea y se puede programar para que haga una lectura cada minuto, cada 5 minutos o cada intervalo de tiempo que se juzgue conveniente (fig. 11). 50
Técnicas de medida de la presión sanguínea
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Figura 11. La mayoría de los sistemas oscilométricos permiten su programación para que realicen las medidas de forma automática cada cierto periodo de tiempo.
Existen ciertas variaciones inevitables en las medidas, ya que estas cambian simplemente en función de la respiración, movimientos, temblores y frecuencia cardiaca. Precisamente, durante la anestesia estas variables se minimizan y los valores obtenidos son especialmente válidos con respecto a los obtenidos en pacientes despiertos. El uso de estos métodos oscilométricos permite un buen control en pacientes despiertos, sanos o enfermos, sin necesidad de contención química o física, y aporta resultados fiables, reproducibles y con buena correlación con los métodos de medida invasivos.
El uso de sistemas oscilométricos en pacientes de pequeño tamaño, en ocasiones, no permite obtener valores definitivos repetibles. En un cierto porcentaje de gatos y de perros de menos de 7-8 kg simplemente no se pueden obtener valores fiables, pero en otro gran porcentaje, y prácticamente en todos los perros de más de 8 kg, los valores se obtienen de forma precisa, rápida y repetible. Estos sistemas se utilizan de forma rutinaria en medicina humana como monitores constantes y en pacientes pediátricos. Los equipos de medicina humana son similares a los específicos de veterinaria, salvo que, en muchos casos, las alarmas no permiten programarlos para valores normales (de frecuencia de pulso) en perros y gatos, ya que incluyen valores máximos y mínimos habituales en las personas. En el caso de los monitores oscilométricos de presión sanguínea no invasiva, se trata de dispositivos con un coste económico inicial importante, pero robustos, muy simples y cómodos de manejar, con los que cada medición no supone ninguna molestia para el paciente o el veterinario, y tampoco llevan asociado ningún coste económico adicional. 51
Manual clínico de presión sanguínea en perros y gatos
Su mantenimiento es simple, pueden programarse para efectuar mediciones repetidas a intervalos de tiempo fijados y permiten conocer la presión arterial media, la presión sistólica, la presión diastólica y el pulso. Son equipos muy recomendables que aportan una información valiosa, pero cuyo coste económico actual excede el presupuesto dedicado a monitorización en la mayoría de las clínicas veterinarias privadas. La evolución a la baja de sus precios en los últimos años permite pensar que resultarán más asequibles en el futuro más inmediato.
Oscilometría de alta definición (HBO) Se trata de una variación actualizada del sistema oscilométrico que, conectado a un ordenador, permite obtener valores más precisos al poder eliminarse la mayoría de los artefactos. Además, permite obtener gráficas permanentes de la presión y sus variaciones a lo largo del tiempo. Son equipos similares que aumentan el porcentaje de pacientes a los que podemos tomar la presión sanguínea de forma fiable y que aportan alguna información adicional. Su coste económico es comparable e incluso menor que el de algunos sistemas oscilométricos tradicionales. Permite tomar medidas en animales prácticamente de cualquier tamaño y los valores de lectura se relacionan con los obtenidos por métodos directos, incluso valores muy elevados o muy bajos (no solo entre 70 y 160 mmHg, que es el intervalo óptimo en otros sistemas).
Pletismografía y fotopletismografía Se trata de un sistema reciente diseñado en medicina humana y, más específicamente, en medicina experimental e investigación. En la fotopletismografía, el método es similar a un pulsioxímetro: emite un haz de luz infrarroja que atraviesa una porción de tejido y se produce una atenuación diferente del haz de luz en función del flujo sanguíneo, lo que es recogido por un microprocesador y convertido en valores calculados de presión sanguínea. En la pletismografía, el método se basa en la variación de la presión en una cámara hermética colocada en la extremidad, en la cual se ocluye un vaso venoso con un manguito neumático (fig. 12). Es un sistema comprobado en el terreno experimental y probado en medicina veterinaria. Es útil, simple, cómodo y eficaz y tiene buena correlación con los valores obtenidos por medición directa de la presión sanguínea central. Permite la medición constante con la obtención de gráficas y curvas de presión, anula los artefactos y aporta un análisis computarizado que puede coordinarse con el trazado del electrocardiograma (ECG). 52
La fuerza editorial de Grupo Asís La editorial Servet, perteneciente a Grupo Asís, se ha convertido en una de las editoriales de referencia en el sector veterinario a nivel mundial. Más de 15 años de experiencia en edición de contenidos veterinarios avalan su trabajo. Con una gran difusión nacional e internacional, las obras de su catálogo pueden encontrarse en multitud de países y ya han sido traducidas a más de ocho idiomas entre los que se encuentran el inglés, francés, portugués, alemán, italiano, turco, japonés y ruso. Su sello de identidad es un gran equipo multidisciplinar compuesto por doctores, licenciados en veterinaria y bellas artes y diseñadores especializados y con un gran conocimiento del medio en el que desarrollan su labor. Cada título se somete a un trabajo técnico y exhaustivo de revisiones, verificaciones y análisis que permite crear obras con un diseño único y un excelente contenido. Servet trabaja con los autores nacionales e internacionales más prestigiosos para incorporar a su catálogo los temas más demandados por el veterinario. Además de obras propias también elabora libros para empresas y entre sus clientes figuran las principales multinacionales del sector.
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