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TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR
DEPRESIVO MAYOR
AGRADECIMIENTO
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Dra. Cinthia Castillo
Médica Psiquiatra
- Hospital Daniel A. Carrión
Estoy triste, ¿tengo depresión?
El trastorno depresivo mayor (TDM) es un problema de salud pública y clínicamente
signicativo. Es una afección heterogénea con una variedad de presentaciones y amplia constelación de síntomas emocionales, cognitivos y neurovegetativos, con remisiones interepisódicas. Se debe considerar especialmente la tristeza normal acorde a determinadas situaciones y la tristeza del trastorno depresivo mayor que incluye múltiples síntomas y deterioro funcional.
En el 2008, la OMS clasicó la depresión mayor como la tercera causa de carga de morbilidad en todo el mundo y proyectó como la primera para el año 2030.
La prevalencia en 12 meses del trastorno depresivo mayor varía considerablemente en los países, sin embargo, es aproximadamente 6% a nivel general. Al menos una de cada cinco personas experimenta un episodio en un punto de su vida. Además, es dos veces más común en mujeres que en varones y ocurre un incremento en la prevalencia en la segunda y tercera década de la vida, así como, aunque en menor número, en la quinta y sexta década de la vida.
¿Qué síntomas se presentan?
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM5 de la Asociación Americana de Psiquiatría para determinar un trastorno depresivo mayor se deberá cumplir con un tiempo mayor a 2 semanas, cambio del desempeño previo, no ser atribuible a otra condición médica ni al consumo de sustancias psicoactivas o duelo, y algunos, dependiendo de la severidad, de los siguientes síntomas:
Ÿ Tristeza prolongada la mayor parte del día Ÿ Sentimientos de desamparo o desesperanza Ÿ Sentimientos de culpabilidad o inutilidad Ÿ Enojo e irritabilidad Ÿ Inquietud Ÿ Dicultad para concentrarse Ÿ Fatiga Ÿ Insomnio o hipersomnia Ÿ Cambios de apetito Ÿ Dolor crónico, dolores de cabeza o de estómago Ÿ Pérdida de interés en las actividades que realiza Ÿ Aislamiento Ÿ Pensamientos en la muerte o pensamientos suicidas
¿Cuán grave puede ser el trastorno depresivo?
La gravedad del trastorno depresivo mayor dependerá del número e intensidad de los síntomas, se deberá tener en cuenta el grado de deterioro funcional y/o discapacidad, así se puede mencionar los siguientes grados:
Ÿ Depresión leve: Existen pocos síntomas, la intensidad genera distrés, sin embargo, es
manejable, y los síntomas resultan en un deterioro menor en las relaciones sociales o funcionamiento ocupacional.
Ÿ Depresión moderada: el número de síntomas varía entre 7 y 8, se encuentra deterioro funcional de nivel medio.
Ÿ Depresión severa: el número de síntomas es sustancial, la intensidad es seriamente angustiante e inmanejable, y los síntomas i n t e r e r e n n o t a b l e m e n t e c o n e l funcionamiento social y ocupacional.
¿Existe una causa para desarrollar un trastorno depresivo mayor?
La comprensión de la siopatología del trastorno depresivo ha progresado considerablemente, aún no existe un modelo único que pueda explicar satisfactoriamente todos los aspectos del dicho desorden afectivo, por lo que se propone que se produce por múltiples factores. Así, diferentes mecanismos intervinientes se pueden mencionar:
Ÿ F u n c i o n a m i e n t o d e c i e n t e d e neurotransmisores monoaminérgicos (serotonina, norepinefrina, dopamina).
Ÿ Cambios en el eje Hipotálamo- hipósis-
Pituitaria, incrementando el cortisol en plasma debido a la excesiva liberación de cortisol relacionado con el estrés y deterioro de la inhibición por retroalimentación mediada por receptores de glucocorticoides
Ÿ Factores inamatorios, las citoquinas periféricas se han relacionado con la función cerebral, bienestar y cognición, las mismas que al encontrase incrementadas tienden a disminuir dichas funciones.
Ÿ Neuroplasticidad y neurogénesis, se ha identicado en el cerebro adulto células madre pluripotenciales a partir de las cuales se puede generar nuevas neuronas, proceso denominado neurogénesis. El crecimiento y adaptabilidad neuronal se denomina neuroplasticidad, la cual se ve alterada por la inamación y disfunción del eje hipotálamo hipósis adrenal.
Ÿ Cambios estructurales y funcionales cerebrales, en pacientes con trastorno depresivo por lo general se encuentra una disminución de volumen del hipocampo y un incremento de la actividad y conectividad de la amígdala cerebral, además de hipoactividad en la corteza prefrontal dorsolateral
Ÿ Vulnerabilidad genética
Ÿ Factores estresores como maltrato físico, psicológico y/o sexual, negligencia, pérdidas importantes, separación, enfermedades crónicas, dicultades nancieras, entre otros. Ÿ Epigenética, el ambiente puede impactar la interpretación de la información genética, generando incluso una modicación en la neurobiología cerebral alterando, por ejemplo, la plasticidad neuronal.
¿Cuál es la evolución y que pronóstico tiene el TDM?
Habitualmente el inicio de los síntomas del trastorno depresivo suele ser gradual y el curso variable respecto a duración y número de episodios a lo largo de la vida. Se logra la recuperación tras remitir la sintomatología, con tratamiento en aproximadamente entre 6 a 12 meses. Sin embargo, la probabilidad de recurrencia, es decir, presentar nuevamente un episodio depresivo se encuentra latente y el riesgo aumenta con cada episodio, casi el 80% de pacientes presentan un episodio más en su vida.
Es importante distinguir los pacientes que acuden en busca de tratamiento durante una exacerbación de una enfermedad depresiva crónica de aquellos cuyos síntomas han aparecido recientemente. La cronicidad de los síntomas depresivos aumenta sustancialmente la probabilidad de que existan trastornos subyacentes de personalidad, ansiedad y consumo de sustancias, y disminuye la verosimilitud de que se siga el tratamiento hasta la remisión completa. Es, por tanto, útil identicar el último periodo de al menos dos meses durante los cuales el individuo estuvo completamente libre de síntomas depresivos.
Además, dentro del curso del trastorno depresivo la posibilidad de una conducta suicida existe durante todo el tiempo que dura los episodios depresivos, siendo descrito el antecedente de intento suicida y características asociadas que aumentan dicho riesgo es el de ser varón, vivir solo y presentar intensos sentimientos de desesperanza.
¿Hay tratamiento?
El objetivo inicial del tratamiento del trastorno depresivo mayor es la remisión completa de la síntomatología. Este objetivo se puede lograr mediante terapia psicológica, farmacoterapia o ambos. Además de uso general de medidas de higiene del sueño, actividad física y alimentación saludable.

Para los casos leves puede ser suciente y podrá ofrecerse una terapia psicológica basada en evidencias como la terapia cognitivo conductual, la cual consiste en identicar patrones de pensamientos negativos que contribuyen con la sintomatología depresiva, de modo que puedan ser identicados y reemplazados. Sin embargo, existen otros tipos de psicoterapias (racional emotiva, interpersonal, etc), las mismas que podrán ser utilizadas según evaluación de cada caso. La terapia psicológica también puede ser utilizada en casos moderados, sin embargo, se acompañará probablemente de tratamiento f a r m a c o l ó g i c o y e n c a s o s g r ave s l a terapia farmacológica se considerará como primera línea.
L a t e r a p i a f a r m a c o l ó g i c a s e b a s a f u n d a m e nt a l m e nte e n l a m e j o ra d e neurotransmisión monoaminérgica, aunque los antidepresivos ensayados recientemente se enfocan también en otros sistemas cerebrales como el receptor N-metil-D- aspartato (NMDA), ácido gamma aminobutírico.
Finalmente, para la elección del tratamiento también se debe tener en cuenta las poblaciones especiales según etapas de vida o circunstancias especícas como es el caso de niños, adolescentes, gestantes, período perinatal y personas con comorbilidades.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
American Psychiatric Association.
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5), Fifth edition. 2013.
Gin S Malhi & J John Mann. Depression.
The Lancet. November 24, 2018.
Lawerence T. Park and Carlos A. Zarate.
Depression in the Primary Care Setting. The New England Journal of Medicine. February 2019.
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