El libro
sabio
Ilustraci贸n: Elena S谩nchez
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EL LIBRO SABIO La presente obra, escrita por niños y niñas de Danlí, con el concurso de Mirian Sevilla Rojas, reconocida escritora hondureña, orgullo de la ciudad de Danlí; es el resultado del trabajo coordinado de autoridades educativas, padres de familia, docentes facilitadores de Español y estudiantes de sexto grado de las escuelas Miriam Judith Gallardo y Martha I. de Alcántara. La colaboración de Mirian Sevilla Rojas aporta a El libro sabio no solo el título, sino una colección afortunada de poemas que impresionan por su delicadeza y musicalidad, apropiados para despertar el gusto de la niñez por la palabra en los primeros grados del ciclo escolar. Además, El libro sabio es un guion de teatro original que puede montarse como obra de teatro para promover la lectura en la escuela. Los textos creados por los estudiantes de las escuelas mencionadas están llenos de contenidos fantásticos y fabulosos, personajes extraordinarios, descripciones del paisaje de Danlí, sus anécdotas, sus leyendas, sus personajes y sus sitios emblemáticos. Además, rompen creativamente con las formulas tradicionales y clásicas del cuento y han producido relatos de finales inusitados, sorprendentes, que fascinan y nos hacen mantener la atención y el interés en la lectura. En todo momento, los creadores han disfrutado a la hora de escribir o de pintar, conscientes de la importancia de este libro para el fortalecimiento de habilidades de lectura en el primer ciclo escolar. Un agradecimiento especial merece el escritor Armando José Ramos por su aporte voluntario como facilitador literario en la producción de este libro. Por todo lo anterior, es un verdadero placer entregar este libro sabio a las escuelas del departamento de El Paraíso, especialmente al municipio de Danlí, cuna de gran talento en Honduras. Jorge Martínez Mejía Coordinador de la edición de La Colección SI CREO Y LEO, ME RECREO
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A LAS Y LOS DOCENTES Y ESTUDIANTES Uno de los conocimientos más valiosos con que contamos, es que para aprender hay que leer. Los libros son las puertas al conocimiento y no podemos abrirlas si no sabemos leer. Los libros nos llevan a mundos de imaginación mientras satisfacen nuestra curiosidad natural, nuestro deseo de aprender. Lo primero es aprender a leer, y solo se puede lograr leyendo. Solo la lectura permanente nos convierte en buenas y buenos lectores, por eso hay que leer todos los días. Esta colección de textos escritos por los niños y niñas de El Paraíso, está llena de fantasía e imaginación, por eso creemos que despertará un gusto especial por la lectura, y logrará divertir a estudiantes, maestros y maestras. Fueron hechos para ser compartidos en la escuela, la familia y en los espacios públicos de la comunidad. Debemos hacer de la lectura una empresa de todos y todas hasta que las niñas y niños logren una lectura fluida y comprensiva, con la dicción adecuada, de esa manera lograremos mejores rendimientos académicos. Docentes de español han recomendado que los alumnos y alumnas propongan actividades para fomentar la lectura con este libro, que se realicen actividades no solo en el aula, sino en el patio de la escuela y en la casa. Por ello es recomendable crear un programa de lectura que funcione periódicamente, de manera semanal y mensual. Que se organicen las niñas y niños lectores y se realicen lecturas propuestas por ellos y ellas, que compartan sus experiencias de lectura en la casa y en la escuela y que siempre se comente lo que se haya leído.
¡Disfruten una creación maravillosa!
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RECOMENDACIONES PARA LEER EN FAMILIA La lectura en familia es la más recomendable porque en la convivencia podemos compartir dudas, sugerir ideas y solucionar dificultades. Algunas recomendaciones para la lectura en la familia son las siguientes:
✓✓ Definir una hora en el día y un espacio en la casa para leer. ✓✓ El lugar debe ser cómodo y estar iluminado. ✓✓ Seleccionar juntos o juntas el texto que se va a leer. ✓✓ A las niñas y niños pequeños hay que señalarles con el dedo las palabras mientras se leen, esto les servirá para relacionar lo escrito con lo que oyen.
✓✓ Siempre hay que explorar el título, haciendo que la niña o niño lector participe intentando anticiparse al contenido del texto.
✓✓ También hay que explorar lo que observan en las imágenes haciendo preguntas sobre qué ven y a qué se refiere.
✓✓ Interrogarlos(as) cada vez que sea necesario para saber lo que imaginan sucederá a continuación.
✓✓ Solicitarles que cambien el final de un cuento o relato si lo desean. ✓✓ Al final de la lectura, preguntar sobre qué se leyó, a qué se refirió el texto, qué opina de él, si les gustó.
¡Leer en familia es una gran idea!
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ÍNDICE FACTORY SALTO DE HOJA EN HOJA LAS ROSAS ROJAS ESCARABAJO RATÓN LA MARIPOSA Y LA ROSA LA LLUVIA DE ESTRELLAS EL OSITO EL RÍO DE LA VIDA EL ÁRBOL ROBERT, EL ROBOT LA MARIPOSA DE ORO EL CERRO SAN CRISTÓBAL LOS VECINOS DE DANLÍ EL GRANITO DE ORO EL RELOJ LENTO LOS CONEJOS DE CERRO SAN CRISTÓBAL LA CAMISA DEL PIRATA LA ISLA PERDIDA EL FLORERO DEL PRÍNCIPE DANLÍ EL JARDÍN MÁS BELLO DE DANLÍ PALABRAS EL CONEJO Y EL ORO EL MONO BANANERO
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EL VESTIDO DE MAÍZ EL FLORERO MÁGICO LA GOTITA DE AGUA EL BOSQUE MÁGICO EL ELEFANTE Y EL ARCOÍRIS JUANITO, EL MÁS BONITO, AL QUE LE FALTA UN TORNILLITO
EL GRANITO DE CAFÉ LA REINA CULNA GAFRA, EL FUTBOLISTA ALIENÍGENA EL LÁPIZ DE LA NATURALEZA EL NIÑO CABEZA GRANDE EL TOCOTOCO LAS LEYENDAS DE DANLÍ EL INSTANTE DE LA BRUJA SIGNA LA CREACIÓN DE DANLÍ ESQUIRKIC LA BRUJA Y LA MONTAÑA ENCANTADA EL FLORERO MARAVILLOSO LA MINA DE ORO EL BARCO DE LO DESCONOCIDO EL LIBRO SABIO ESCENA II ESCENA III LA ORQUESTA MI OVEJITA BLANCA SONIA Y EL LEÓN QUE APRENDIÓ A LEER
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el mu a S n: aci贸 r t s u l I
s ero u g Tri
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Lecturas de
El ParaĂso
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El libro
sabio
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Ilustraci贸n: Factory salva al mundo. Olgen Eduardo Castillo, Henry Jos茅 Viera
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FACTORY Es un robot proveniente del planeta DRULL. Es muy amigable y su misión es proteger al planeta tierra de un villano conocido como Noche Negra. Factory es valiente, fuerte, grande, inteligente e indestructible. Ayuda a todas las personas, niños, jóvenes o mayores de edad. Nunca dice su nombre, pero los investigadores de ciencia ficción han descubierto sus datos. Está armado con un escudo protector de rayos destructivos y puede detectar la maldad, además de volar. Tiene buena relación con los humanos, especialmente con los investigadores Henry y Olgen, dos jóvenes que le ayudan en la lucha contra Noche Negra. Hubo un tiempo en que Factory desapareció de la Tierra y todos se olvidaron de él. Fue el tiempo en que Noche Negra aprovechó para atacar y traer sus tropas, cuando menos lo esperábamos. Factory apareció con sus aliados, Henry y Olgen y construyeron con los pueblos el escudo más grande anti rayos destructivos. Noche Negra cayó abatido con un disparo de sueños y nieve que le lanzó Factory. Nadie volvió a saber jamás de Noche Negra. Henry José Viera, Olgen Eduardo Castillo
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SALTO DE HOJA EN HOJA En el bosque existen hojas y cada hoja que cae, es un beso para usted. Las nubes son las almohadas de las estrellas para que descansen en el día y en la noche salgan a trabajar. Los conejitos son como las nubes viajeras, blancos y suaves. Las mariposas juegan y se confunden con los arcoíris por sus colores tan alegres.
Lesi Nohemí Gómez Espinoza
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LAS ROSAS ROJAS La niña que iba para su casa, en el camino se encontró unas preciosas rosas rojas y decidió llevárselas a su mamá. Al día siguiente la niña cortó algunos brotes de esas flores y los plantó en su jardín. Los cuidaba mucho para que su mamá tuviera rosas. Meses después una espléndida rosaleda adornaba el jardín de su dichosa madre. Ahora le tocaba a ella ayudarle a cuidar el jardín.
Gretel Maritza Chiorsi Ponce
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Ilustraci贸n: El escarabajo rat贸n. Josu茅 David Palma, Luis Fernando Mart铆nez
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ESCARABAJO RATÓN Dos niños se fueron de viaje y previamente pusieron un escarabajo en una caja de zapatos. Pensaban regresar a los dos días, pero se olvidaron de él. Transcurrieron tres días para que se acordaran y llegaran a verlo. Notaron que el escarabajo no estaba y pensaron que se había escapado. Luego, en un rincón, vieron que asomaba una gruesa cola de ratón, más grande de lo normal. Al principio se asustaron, pero decidieron sacarlo y entonces se dieron cuenta que el escarabajo se había transformado. Tenía cuerpo de escarabajo y patas y cola de ratón. Por eso le pusieron por nombre Escarabajo Ratón. Josué David Palma, Luis Fernando Martínez
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LA MARIPOSA Y LA ROSA Una mariposa alegre y vistosa se llevaba alternando con los animales del bosque. Le gustaba jugar, le gustaba cantar, le gustaba bailar. Un día se encontró con otra mariposa de color púrpura, ignorando que era una rosa encantada y que quien la tocara se convertiría en un árbol. Por la ignorancia siempre perdemos. La mariposa abrazó a su nueva amiga y al instante se convirtió en un árbol. ¡Ya no podría jugar, ya no podría cantar, ya no podría bailar! No podría ni siquiera ayudar a sus amigos. Sin embargo, poco a poco se percató de que era un árbol muy especial. Podía dar frutos muy deliciosos para que disfrutaran los animales, podía darle sombra a los transeúntes y podía perfumar el ambiente. Le estaba gustando tanto su nueva condición, que la maligna rosa encantada la volvió a convertir en mariposa. Llocelin Lidieth Sánchez Irías
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LA LLUVIA DE ESTRELLAS El niño había escuchado hablar a los adultos acerca de una lluvia de estrellas y se encaprichó con que quería ver una. Él, entonces, todos los días miraba hacia el cielo para ver si era cierto eso de la lluvia de estrellas. Cansado de esperar inútilmente, un día el niño le preguntó a su mamá si existían las lluvias de estrellas y la mamá, que estaba distraída, le dijo que no. El niño se puso muy triste y tuvo deseos de llorar, pero seguía mirando constantemente hacia las alturas. Una vez, con el paso de los días, estaba anocheciendo y el niño, que nunca dejaba de ver hacia el firmamento, alborozado observó que una copiosa lluvia de estrellas comenzaba a caer. Cuando la lluvia cesó, el niño estaba empapado de estrellas y luceros. Nayeli Gisell Castillo Girón
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Ilustración: El osito. María Elisa Almendáres Becor
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EL OSITO Había un osito al que le gustaba mucho la miel. Buscaba y buscaba colmenas, pero nunca lograba saber dónde se escondían las abejas. Un día descubrió su escondite y consiguió que ellas le dieran un poco de miel, con la condición de que nunca revelaría el escondite de abejas que había encontrado. Alegrísimo, pensó hacer una fiesta para invitar a sus amigos. El osito horneó un delicioso y enorme pastel de miel. Llegó la hora de la fiesta y sus amigos ansiosos aquí estamos esperando que nos sirvan un pedazo de rico pastel. Luis Emilio Martínez Torres
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EL RÍO DE LA VIDA En un pequeño pueblo muy pobre y lleno de enfermedades, la gente peleaba por los medicamentos. Estaban desesperados por la falta de suministros. Unos niños, a pesar de su debilidad, salieron del pueblo en busca de ayuda. Iban caminando muy despacio y cuando se sintieron cansados se detuvieron a descansar en la rivera de un hermoso río. Tan cristalinas eran sus aguas que todos se agacharon a beber. Al poco rato, con mucha satisfacción, sintieron que sus dolencias estaban curadas y sus granos y heridas se habían cicatrizado. Volvieron al pueblo corriendo, llenos de energía, contaron la noticia y todos los enfermos fueron a beber de sus aguas. Se curaron inmediatamente. El pueblo mejoró con el trabajo de sus habitantes y todos convivieron felices. Jesús Alberto Gonzáles Ramírez
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EL ÁRBOL Un árbol era muy bueno, pero a pesar de serlo, no tenía amigos. Un día conoció una rosa, llamada Flor Silvestre del campo, y se fueron conociendo hasta convertirse en buenos amigos. Por la tarde se escuchó el vuelo de una mariposa que se acercaba, atraída por Flor Silvestre y atrás de la mariposa venía un león, queriendo jugar con ella. El árbol y la rosa temían que el felino pudiera comerse la mariposa, pero eso no ocurrió. Después de una semana, el árbol permanecía rodeado de muchos amigos. Claudia Stéfany Galo Galo
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Ilustraci贸n: Robert, el robot. Any Desiree Linares, Keren Abigail Col铆ndres
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ROBERT, EL ROBOT Robert, el robot, vivía en el espacio. Era muy juguetón con todos y lo que le gustaba era estar jugando siempre. En una ocasión, llegó un robot nuevo, de muy mal carácter. Robert quería jugar con él, pero al nuevo robot no le gustaba jugar. Robert regresó a su casa y lo contó a sus padres. Sus padres le dijeron que no se preocupara, que tuviera paciencia, que un día iba a cambiar. Robert volvió a la escuela del espacio al día siguiente y miró al robot nuevo sonriendo, muy feliz. Juntos se pusieron a jugar y a partir de ese momento se hicieron grandes amigos. Desiree Linares Brand, Keren Abigail Colíndres
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LA MARIPOSA DE ORO En un lejano bosque, vivía una mariposa negra. Su color no era el apropiado para sentirse alegre como estaban otras mariposas que, vestidas de colores, se veían más bonitas que ella. Soñaba, la mariposa negra, con ser de oro, porque sentía envidia de las demás mariposas. Un día fue donde un mago para que la convirtiera en una mariposa de oro y el mago le dijo: —¿En serio querés eso? —Te puedo complacer otros deseos si querés. —¡No! —dijo la mariposa— yo solo quiero ser de oro. —Tus deseos son órdenes —dijo entonces el mago. La mariposa se cubrió toda ella de oro. A la mañana siguiente, muy ansiosa, salió para exhibirse ante las otras mariposas y efectivamente ellas abrieron la boca de admiración. Al paso de los días, llegó el invierno y cayó la primera tormenta. La mariposa, vio con horror, que se le iba desprendiendo el oro de su cuerpo. Muy pronto volvió a ser negra, y esta vez era para siempre. Alan Antonio Aguilar Hernández
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EL CERRO SAN CRISTÓBAL Cuentan que en la cima del cerro San Cristóbal, se oyen ruidos escalofriantes y se mira ropa tendida en los días de Semana Santa. También que, un día, el padre Subirana intentó subir al cerro para bendecirlo. Pero en cuanto subía, el cerro crecía. De modo que el Padre solo pudo bendecir la mitad del cerro, porque nunca llegó a subirlo completamente. Luis Emilio Martínez Torres
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Ilustraci贸n: Los vecinos de Danl铆. Carlos Eduardo Gonzales
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LOS VECINOS DE DANLÍ Antes, Danlí era una población muy pequeña donde todo el mundo se conocía. En ese tiempo había un vecino extranjero, muy querido y amable, que le decían “Patacho”. En el pueblo, Patacho fue el primero en vender deliciosos conos y helados. Todos lo esperaban en la calle por las mañanas y por las tardes. Cuando escuchaban las campanillas de su carreta, los niños se acordaban de la navidad. Los clientes lo saludaban y le compraban sus conos alegremente. Así hacía todo su recorrido por el pueblo. Luis Miguel Cruz Amador
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EL GRANITO DE ORO Cierto día, un pobre hombre estaba cosechando café, en el patio de su casa, cuando encontró un granito de oro. El granito brillaba mucho, pero nadie quería comprarlo. Decepcionado, el hombre tiró el granito de oro sobre la cama y exclamó: —Cómo quisiera que mi café creciera muy alto. Y el café creció mucho. El granito de oro era mágico y el hombre no era un tonto. Por eso nunca vendió su granito de oro. Nayelli Gisell Castillo Girón
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EL RELOJ LENTO Aquel reloj era tan lento que casi no daba la hora. Cuando en el reloj eran las nueve de la mañana en realidad ya eran las once. Me aburrí de llegar tarde a la escuela y de meterme temprano a la cama. Siempre se retrasaba en el trabajo. Los empleados se enojaban siempre esperando la hora de salida, que llegaba tardísimo. Sus dueños lo llevaron donde un relojero, pero éste, después de revisarlo bien, dijo que además de faltarle unas vueltas de cuerda, el reloj era un poco haragán. Carlos Eduardo Gonzáles
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Ilustraci贸n: Los conejos del cerro de San Cristobal. Sairi Marisen Mart铆nez B.
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LOS CONEJOS DE CERRO SAN CRISTÓBAL En un cerro llamado San Cristóbal vivían unos conejitos juguetones. Un día en el que jugaban juntos, los conejitos rodaron y cayeron en la ciudad de Danlí. Ellos pensaron que nunca podrían regresar a su cerro. De pronto, vieron un pájaro con sus alas quebradas que se sentaba muy triste al lado de una motocicleta. Los conejitos lo curaron y lo ayudaron a volar. El pájaro les dijo: —¿Qué les pasó? —Nos rodamos del cerro San Cristóbal — respondieron los conejitos —Yo les ayudaré —dijo el pájaro. Los devolvió uno por uno, llevándolos con su pico. Ahora están otra vez, saltando contentos, en el cerro San Cristóbal. Karen Abigaíl Cabrera
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LA CAMISA DEL PIRATA El barco café navegaba sobre un mar inestable. Iban en él, cantando canciones marineras, cinco avezados piratas. Su propósito era encontrar la famosa camisa de oro con el propósito de enriquecerse. El capitán les había advertido: —Encontraremos muchos peligros. Habrán remolinos salvajes, nos caerán rayos y centellas y nos atacarán muchos monstruos de mar. Los tripulantes permanecían alerta. Sabían que arriesgaban la vida en cada momento. Las historias que se cuentan dicen que ellos vencieron todos los peligros y encontraron la camisa de oro. Alan Antonio Aguilar Hernández
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LA ISLA PERDIDA Esta vez los piratas buscaban una isla perdida. De pronto un viento fuerte comenzó a soplar con violencia. El agua se levantaba y el barco se estremecía y tambaleaba. Uno de los piratas perdió la camisa que traía enrollada en la cabeza. La camisa salió volando por los aires, voló muy alto y se perdió entre la tormenta. El barco seguía dando bandazos y bamboleándose mientras el viento soplaba con todas sus fuerzas. Rato después, la nave dejó de balancearse y se estabilizó. Siguieron navegando despacio, esquivando arrecifes y remolinos hasta que encontraron la isla perdida. Cuando se bajaron, ocurrió algo que asombró a todos. Allí estaba, en la playa, la camisa perdida del pirata. En la isla encontraron el cofre con un tesoro que los piratas repartieron entre todos. Ese tesoro estaba conformado por un montón de nuevas y hermosas camisas. —Bueno —dijo el capitán— no conseguimos oro, pero andamos catrines. Llocelin Liliet Sánchez Irías
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Ilustración: El florero del príncipe Danlí. Dulce Sauceda Castellanos, Jhary Alesandra Velásquez
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EL FLORERO DEL PRÍNCIPE DANLÍ Fue creado por dos niñas: Dulce y Jhary. Dispusieron hacerlo el día que miraron un jardín por la televisión. Buscaron toda clase de materiales reciclables y cuando los tuvieron, pusieron manos a la obra. Emplearon todo su talento y su paciencia. Una vez terminado, compitieron en un Concurso de Floreros y quedaron en primer lugar. Los jueces del concurso decidieron ponerle por nombre El Príncipe Danlí. En las floristerías lo adoraban. Hicieron múltiples copias y las vendían en todas partes. Fue el florero más famoso del mundo. Cuando las niñas llegaron a su casa, no esperaban que las recibieran con una fiesta sorpresa. Así que siguieron haciendo más floreros. Muchas personas llegaban a su casa para comprar floreros y ellas siguieron haciendo más y más floreros del Príncipe Danlí. Jhary Alesandra Velásquez, Dulce Milagro Sauceda
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EL JARDÍN MÁS BELLO DE DANLÍ En la ciudad de Danlí había un jardín encantador que todos deseaban tener. Danlí lucía su hermosura gracias al jardín. Cada persona que se acercaba allí se enamoraba del jardín. Allí había rosas olorosas, grama verde, flores, moños, pascuas, palmeras, limonarias y milpas por doquier. Todos quedaban fascinados por la belleza y el aroma de tanta flor.
María Celeste Aguilar, Waleska Grisel Banegas, Keyrin Nohemy Ortíz, Lizeth Merlo
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PALABRAS El señor inteligente llamado Durón llevaba una guitarra, un dinero, un cometa y una flauta en su bolsillo izquierdo. Zarpó al cielo en un reloj y cerca del sol una mujer llevaba puesto un vestido de gala. Fuimos al hospital a ver una niña que llevaba una risa rota mientras su hermoso perro estaba durmiendo la siesta en un espejo de la pared.
Luis Emilio Martínez Torres, Kevin Josué Varela
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Ilustraci贸n: El conejo y el oro. Cinthia Paola Salmer贸n Torres
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EL CONEJO Y EL ORO Una vez un conejo que vivía en el bosque se tropezó con una mariposa llamada Lucía. —¿Qué hay, Lucía? —le dijo el conejo. —Nadita —le respondió Lucía— pero podemos ir al mar. —Por supuesto —se entusiasmó el conejo. —Vámonos, pues —concluyó la mariposa. Cuando el conejo iba caminando, vio unas rosas que se estaban marchitando y le dijo Lucía, que venía atrás: —Ojalá llueva para que las rosas no se marchiten. Llegando al mar vieron un cofre lleno de oro y dijo Lucía: —No lo toqués porque no es de nosotros. Más adelante se encontraron con Pablo y les dijo: —Ese cofre que vieron pertenece al conejo como recompensa porque demostró tener compasión por las rosas. —¡Ah qué bien! —dijo el conejo— pero lo compartiré con ustedes para que estemos todos contentos. Y así fue la historia del conejo y el oro. Karen Abigail Cabrera Salmerón
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EL MONO BANANERO Un mono bananero amigable como el que más, organizó una fiesta para alternar con muchos animales, pero ninguno aceptó su invitación. Aunque estaba muy deprimido, se puso a cantar: —“Si te gusta la banana, banana o banana, banana…” Escuchando esa canción, los animales, grandes amantes de la música tropical, decidieron ir a su fiesta y muy felices se pusieron a bailar: “El bananero, el bananero soy y a mi fiesta me los llevo yo”. Con tanto banano era natural que se enfermaran del estómago y aflojaran grandes ventosidades.
Alan Antonio Aguilar Hernández y Jesús Alberto Gonzáles Ramírez
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EL VESTIDO DE MAÍZ A Claudia le gustaban los vestidos. Un día, su abuela le regaló un vestido confeccionado con hojas de maíz. Era un vestido muy especial. Resultó que a Claudia se le perdió el vestido y se puso a llorar porque el vestido era muy hermoso y porque era un regalo de su abuelita. Cuando le habló de la pérdida, su abuela trató de consolarla pero no pudo. Una noche Claudia vio una estrella fugaz y le pidió el deseo de que apareciera su vestido. Al día siguiente lo encontró tendido sobre su cama. Ella se puso muy feliz y corrió a contárselo a su abuelita. Claudia, por fin, estrenó su vestido y todos en su casa comentaban que le había quedado muy talladito. La más contenta con el hallazgo, parecía ser su abuelita. Lo que Claudia nunca supo es que su abuela había confeccionado un nuevo vestido para ella porque el otro nunca apareció. Ahora Claudia cuida mucho su vestido de maíz y jura que no lo perderá jamás. Llocelin Lilieth Sánchez Irías
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Ilustración: El florero mágico. Yennifer Alejandra Maradiaga, Virian Arleth Rodríguez, Clariza Alejandra Mejía
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EL FLORERO MÁGICO Érase una vez un hermoso pueblo. Érase que allí vivían muchos aldeanos. Érase que también vivía allí una reina. Bueno, pues a ésta le gustaban mucho las flores y por eso se compró un hermoso florero mágico, de color morado que tenía flores azules y rojas alrededor. La reina no quería que sus padres lo regalaran como acostumbraban, porque le gustaba mucho. Es sabido que el florero concedía tres deseos, pero como era domingo, ese día solo podía conceder uno. Ella decidió, entonces, que quería muchos amigos. Y el florero escuchó su petición. El florero se puso rojo, luego escarchado y al final concedió aquel deseo. La reina tuvo muchos amigos que la acompañaron durante su reinado y contribuyeron a hacerla feliz. Yennifer Maradiaga, Vivían Rodríguez y Clariza Mejía
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LA GOTITA DE AGUA Pedro vivía con sus padres en un lindo pueblito. Como siempre andaba queriendo saber cosas, le preguntó a su mamá, si eran reales las gotitas de agua que hablan. —No hijo —replicó la mamá— ¿cómo vas a creer que las gotitas de agua hablan? Pedro no contestó nada. Como todos los días, al ir a la escuela, Pedro cruzaba el puente, cuando vio que comenzaba a llover. Notó que una gotita caía más rápido que las otras y logró atraparla en el aire. Después la metió dentro del frasco de vidrio que le había pedido la maestra. —Hola gotita —dijo Pedro— ¿Cómo te llamás? —Hola —dijo la gotita— me llamo Sarita. El niño se quedó con la boca abierta.
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Corrió a su casa a enseñarle la gotita a su madre. —Mamá, mamá —gritó el niño— mirá lo que tengo, es una gotita de agua que habla. La mamá muy asombrada le dijo a su hijo: —Ya te dije que las gotas de agua no hablan. —Hola señora —dijo la gotita. La mamá de Pedro quedó asombrada. —¿De dónde venís? —le preguntó a la gotita— ¿Y por qué te caíste? —agregó. —Mis amigas gotitas no me querían y vengo en busca de amigos —respondió la gotita. Entonces Pedro, con un brillo de alegría en sus ojos, le dijo: —Yo seré tu amigo. Alan Antonio Aguilar Hernández
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Ilustraciรณn: El bosque mรกgico. Gretel Criorsi, Karen Cabrera, Llocelin Sรกnchez
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EL BOSQUE MÁGICO Había un bosque mágico. La verdad es que hay varios bosques así, pero solo algunos niños pueden descubrirlos. Uno de estos niños, un día llegó allí y quedó extasiado por su belleza. Allí había tucanes, tortugas, pájaros carpinteros, cusucos, ardillas, mapaches, tacuacines y montón de animales más. Los árboles eran muy altos y muy gruesos. Los arbustos estaban florecidos, los insectos zumbaban. Todos estaban en actividad. El niño dijo: —¡Qué lindo bosque! —le voy a contar a mi mamá lo que he visto. Y el niño corrió a buscarla. Su mamá, sin embargo no le creyó porque ella había ido varias veces por allí y no había visto ningún bosque. —No te preocupés mamá, yo te llevaré —dijo el niño— ¿Cuándo querés ir? Al día siguiente el niño y su mamá llegaron al bosque y cuando llegaron no lo podían creer. Allí estaba el bosque, más precioso que antes. La señora tuvo que pedir disculpas a su hijo. Llocelin Sánchez y Gretel Criorsi
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Ilustración: El elefante y el arcoíris. Jesús Alberto Gonzales, Lester Joan Lanza, Alan Antonio Aguilar
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EL ELEFANTE Y EL ARCOÍRIS En un desierto africano vivía un elefante llamado Pedro. El gran sueño de Pedro era conocer un arcoíris porque en el desierto donde vivía casi no llueve y por eso los arcoíris son muy escasos. —Dicen que en Honduras llueve mucho —dijo el elefante. Y comenzó su largo viaje hacia nuestras tierras. Cuando llegó, se anunciaba una ligera llovizna y en el cielo comenzó a aparecer un precioso arcoíris con sus siete colores más radiantes que nunca. Pedro se sintió fascinado. ¡Por fin conoció el arcoíris! Volvió al desierto y envejeció contándole a los niños lo magníficos que eran los arcoíris y los colores vistosos que tenían. Jesús Alberto Gonzáles, Lester Joan Lanza, Alan Antonio Aguilar
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JUANITO, EL MÁS BONITO, AL QUE LE FALTA UN TORNILLITO Juanito era un espantapájaro muy solitario al que le faltaba un tornillo. Caminaba por las calles muy triste porque no tenía amigos. Nadie valoraba a Juanito, a pesar de que era muy bonito. Un día que iba caminando por el bosque y se encontró con dos ositos y no se molestó al verlos. —¡Son muy peludos, pero me agradan! —les dijo. Les preguntó si querían jugar y ellos le preguntaron: —¿Cómo te llamás? —Juanito, el más bonito —les respondió— y ustedes ¿cómo se llaman? —continuó. —Yo me llamo Gabriel —dijo uno. — Y yo Felipe —dijo el otro. Entonces, los tres comenzaron a jugar. Juanito se puso muy feliz porque ya tenía amigos y ellos lo querían así como era, aunque le faltara un tornillo. Estéfany Leonela Alcántara, Leonela Lizeth Merlo
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EL GRANITO DE CAFÉ La señora era muy pobre y no tenía dinero para comprar comida. Un día le regalaron dos centavos y fue a comprar unos granitos de café. La señora cocinó el café pero un granito cayó al suelo. Cuando se agachaba a recogerlo miró que iban apareciendo matitas de café por todas partes. La señora se asustó, pero unos animalitos salieron cantando y le recomendaron que le diera gracias a la Madre Tierra. Con el tiempo aquella pobre señora fue dueña de un inmenso cafetal. María Elisa Almendáres Becar
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Ilustraci贸n: La reina Culna. Alexandra Paola Baquedano, Andrea Judith L贸pez
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LA REINA CULNA Todos se divertían en la fiesta que la simpática Reina Culna había organizado. En lo mejor de la fiesta llegaron dos hombres muy rudos y ella se asustó. Se preguntaba qué hacían aquellos hombres en su reino. Ellos dijeron: —¿La reina Culna? —Soy yo —dijo ella. —Nos encanta su naturalidad y su cultura, dijeron ellos. Cuando dijeron eso, la reina se alivió, y todos se siguieron divirtiendo hasta muy entrada la noche. Alexandra Paola Baquedano, Andrea Judith López
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GAFRA, EL FUTBOLISTA ALIENÍGENA En su nave espacial, paseaba el futbolista Gafra. En el momento recibió una llamada de emergencia desde el planeta Cacahumayacah, para que llegara a colaborar con un partido de fútbol. Puso el piloto automático en velocidad 25G y al instante aterrizó en Cacahumayacah. Le proporcionaron un uniforme y entró de titular. Echó un golazo desde la mitad de la cancha y otro desde la portería. Era todo un héroe. Por eso le llamaban Gafra, el futbolista espacial.
Ángel Gabriel Medal, Francisco Eduardo Núñez
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EL LÁPIZ DE LA NATURALEZA Era un hombre que tenía la virtud de hablar con los animales. Los ayudaba cuando los herían, cuando estaban enfermos o cuando tenían alguna necesidad. Un día los animales lo coronaron rey. El rey guardaba un lápiz que le había obsequiado un hombre mágico. Él lo llamaba “El lápiz de la naturaleza”. Acordándose del lápiz, fue a buscarlo y no lo halló. Se lo habían robado. El rey lo anduvo buscando afanosamente hasta que encontró unos ratoncitos que le dijeron quién se lo había robado. El rey se llenó de cólera y ordenó que apresaran al ladrón. Cuando los guardias lo encontraron, confesó que tenía el lápiz escondido en su casa. El rey mandó traer el lápiz y ordenó que encerraran a aquel hombre durante un año. Wilmer Esaú Fúnez, Gustavo Alonso Avilés
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Ilustraci贸n: El ni帽o cabeza grande. Karla Fernanda Cruz, Miriam Luc铆a L贸pez
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EL NIÑO CABEZA GRANDE Una vez existió un niño llamado Carlos Kamú. Imaginó su primer día de escuela como algo lindo e inolvidable, pero cuando llegó allí, unos niños lo estaban esperando a la entrada. Lo quedaron viendo de pies a cabeza y lo apodaron Kamú, cabeza grande. Cuando salieron de clases, Kamú fue el primero en salir porque no quería que aquellos niños lo siguieran molestando. Tan rápido como llegó a su casa, le dijo a su mamá que unos niños lo estaban molestando, que le decían Kamú, cabeza grande. Ella le dijo que no se preocupara, que ella lo iría a resolver a la escuela. La mamá y Kamú fueron a la escuela el día siguiente. Kamú llevaba un sombrero grande que su papá le había regalado. En la entrada se llevaron una sorpresa diferente. ¡Todos los niños llevaban puestos distintos sombreros! Desde entonces fueron muy alegres y comprensivos con él y nadie más lo volvió a molestar. Miriam Lucía López, Karla Fernanda Cruz
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EL TOCOTOCO En un pueblo había una estatua llamada Mimí. Mimí no tenía amistades de ninguna clase. Un día aterrizó en aquel sitio una nave interplanetaria y de ella se bajó un extraterrestre llamado Tocotoco. Al verlo, Mimí le preguntó: —¿De dónde venís? El Tocotoco le respondió que venía de un hermoso planeta azul. Ella le contó que estaba triste porque no tenía amigos y el Tocotoco le respondió que no habría ninguna razón en lo sucesivo porque él la acompañaría para siempre. Preguntó que si le gustaría conocer su planeta y Mimí contestó afirmativamente. Cuando llegaron al planeta del Tocotoco, a Mimí le gustó mucho y se quedó allá. Tocotoco la mantiene decorada con coronas de rosas y laureles. Marian Gisela Rizo, Elisa María Merlo
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LAS LEYENDAS DE DANLÍ Un día, un niño al que nadie ponía atención, le preguntó a su abuelo por qué la gente era tan aburrida. El abuelo le respondió que era porque la gente no tenía nada qué inventar. Entonces el niño decidió entretener a la gente y se dispuso a crear la segunda versión de las leyendas de Danlí. Y creó las siguientes: La leyenda de la Llorona. Parte II La leyenda del Duende. Recargado. La leyenda del Cerro San Cristóbal. Segunda parte. La leyenda de la Sucia. La otra sucia, la que se bañaba. La leyenda de la piedra de Apagüiz. Versión original, sin censura. La leyenda del hombre sin cabeza. La verdadera historia del hombre que andaba con su cabeza en el bolsillo y hablaba sin micrófono. Todas estas leyendas se han renovado, gracias a la imaginación de un niño desconocido. Jarhy Alessandra Velásquez, Dulce Milagro Sauceda
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Ilustraci贸n: El ni帽o cabeza grande. Karla Fernanda Cruz, Miriam Luc铆a L贸pez
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EL INSTANTE DE LA BRUJA SIGNA Aquella bruja se volvió mala a causa de su tía. Fue su tía quien le dio un instante de maldad pura, una vez que su sobrina la tocó y la muchacha tuvo una transformación imborrable. Sufrió un infarto y cayó al suelo sin poder volverse a levantar. Cuando despertó, ya era la bruja Signa. La bruja Signa se fue volando en una escoba hacia una cueva, en ese instante mágico. Desde ahí podía ver todo lo que su corazón quisiera ver, pero no podía ver lo demás. Los aldeanos le temían porque cada noche acechaba sus casas. Todos se escondían, pero nada podían hacer. Así vivirían por el resto de sus vidas y hasta el fin del mundo. Edith López, Génesis Díaz
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LA CREACIÓN DE DANLÍ ESQUIRKIC Una niña que vivía en Danlí tenía fama de ser muy desordenada. Tiraba la basura debajo de la cama, los útiles escolares en el ropero, los calcetines en su escritorio, en fin, ya saben. Una vez salió un muñeco de abajo de su cama y la niña le preguntó: —¿Quién sos? ¿De dónde venís? El muñeco respondió: —Yo soy Danlí Esquirkic. Soy el producto de tu basura. No tengo amigos. ¿Y vos? —Yo tampoco, por desordenada. —Bueno, ya somos dos, seamos amigos —dijo Danlí Esquirkic. Ceidy Jhoselyn Castellanos, José Ricardo Maradiaga
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LA BRUJA Y LA MONTAÑA ENCANTADA Lúa era una mujer muy bonita. Un día, otra mujer hermosa llegó a la montaña donde vivía Lúa y esta se sintió incómoda con su llegada. Comenzó a tratarla mal. Aquella mujer, sin embargo, tenía unos poderes ocultos y un día, cansada de recibir los malos tratos de Lúa, le lanzó un hechizo. Al día siguiente, Lúa amaneció con muchas arrugas y enormes manchas negras sobre su frente. Su nariz se había vuelto puntiaguda y sus ojos morados. Lúa se vio al espejo y se lamentó: —¡Oh nooooo, qué horrible soy! Se fue huyendo hacia lo profundo de la montaña donde desapareció. Con el tiempo aprendió la lección de no maltratar a nadie, porque nadie sabe lo que puede recibir como castigo. Elisa Rocío Matute, Diana Carolina Ruiz
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Ilustración: El florero mágico. Yennifer Alejandra Maradiaga, Virian Arleth Rodríguez, Clariza Alejandra Mejía
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EL FLORERO MARAVILLOSO En un parque del pueblo de Danlí había un florero que sorprendía a toda la gente por su elaborada estructura y las hermosas flores que contenía. Nadie había visto algo semejante. Un buen día una familia salió de paseo y llegó hasta el parque para ver el florero maravilloso. Como todos, deseaban ver y sentir el olor de las flores y admirar sus espléndidos colores. Era tan precioso que decidieron llevarse el florero para su casa en calidad de préstamo, pero el florero no quería irse. Quería permanecer en el parque, quería estar solito. En esa lucha de ellos por llevárselo y el florero por resistirse, se cayó de sus manos y se rompió en varios pedazos mientras las flores se dañaron y se esparcieron por el suelo. La familia se puso muy triste y arrepentida por aquel acontecimiento. Habían perdido flores que no se encontraban en ninguna otra parte. Muchos, desde entonces, han querido imitar el florero, pero jamás han podido. Keren Abigaíl Colíndres, Nayeli Gissel Castillo, Maryuri Michel Segura
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Ilustraci贸n: La mina de oro. Meydi Cesibel Zelaya, Lester Joan Lanza, Luis Emilio Mart铆nez
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LA MINA DE ORO En cierto bosque decían que había una mina de oro y hasta daban detalles para encontrarla. Hay que atravesar “El cafetal de las mariposas” y luego pasar por unos árboles con muchas hojas que caen sobre las rosas, decían. Esto lo hace para protegerlas de los rayos más fuertes del sol y para proteger cierta flor que hay allí, decían. Pues en ese lugar queda la mina de oro, decían. Cuando caía la noche y las estrellas bajaban, cuando saltaban los conejos y se escondía el arcoíris, me daban ganas. Y como más allá está el mar y llegan los tigres a bañarse. Entonces me daban ganar de ir en busca de la mina de oro. Aunque después no pudiera cruzar el mar. Medy Cesibel Zelaya Alvarado
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Ilustración: El barco de lo desconocido. Luis Emilio Torres, Mario Leonel Hernández, Kevin Josué Varela
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EL BARCO DE LO DESCONOCIDO Un barco desapareció en el mar. Ese mismo barco, con el tiempo fue visto por varios testigos, navegando en las aguas del lago de Yojoa. Cuentan que el barco y su tripulación andan perdidos, que por las noches dan vueltas alrededor del lago y no parecen llevar un rumbo fijo. Dicen los que lo ven, que solo aparece una vez al año. Por lo tanto, mañana podría verlo, si usted quiere. Luis Emilio Torres, Mario Leonel Hernández, Kevin Josué Varela
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Escritos de
Mirian Sevilla Rojas
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EL LIBRO SABIO Muñeca: Recibí muchos regalos en mi cumpleaños, estoy feliz. Muñeco: Tienes muchos regalos, ¿verdad muñequita? Muñeca: Sí, Muñeco, pero perdí esta tarde uno de los regalos que recibí. Muñeco: No me digas que fue el que yo te di. Muñeca: Por supuesto que no. Perdí el libro Sabio. Muñeco: ¿Cómo lo perdiste? Muñeca: Lo descuidé, no le di mucha importancia, y se cayó de mi bolso. Muñeco: Los libros son un tesoro, instruyen, forman y forjan el carácter y la personalidad. Muñeca: Y el libro ¿me llevará a la fantasía? Muñeco: Dónde lo desees. Si querés aprender sobre la Naturaleza, el arte y las ciencias.
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Muñeca: Debo ir a buscarlo. Muñeco: Si lo encontró un bibliotecario, un coleccionista; en fin, un buen lector, dudo que lo encontrés. Muñeca: Lo intentaré. ¿Querés venir conmigo? Muñeco: Sí, espero que tengamos suerte.
ESCENA II Libro: (Llorando) Lápiz: ¿Quién es el que llora tan desconsoladamente? Libro: Soy yo, el libro Sabio. Lápiz: ¡El libro Sabio! ¡Calmate libro Sabio! Si tenés algún problema, juntos lo arreglaremos. Libro: Gracias Lapicito. Estoy triste porque mi dueña me abandonó. Me descuidó y me dejó tirado. Siento que me despreció. Lápiz: ¡Pero qué descuido! ¿Será que no sabe que los libros son la fuente de la sabiduría? Libro: Yo no sé por qué me abandonó. Ni siquiera se ha preocupado por saber lo que pasó. Lápiz: Yo ya estoy gastado. Los poetas, escritores,
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dibujantes y artistas, escriben y escriben. Cuentos, poemas, novelas, obras de teatro, canciones; son incansables. Libro: Libros también, habemos muchos. Lápiz: ¿Y cuando viajan llevan pasaporte? Libro: Pasaporte llevan los que portan los libros, los vendedores. Los libros que viajan son los nuevos. Ya estoy jorobadito y carcomido. Lápiz: Ummmm…vení conmigo, yo te voy a ayudar a encontrar otro librero.
ESCENA III Muñeca: (Buscando) —Nada por aquí… Muñeco: Nada por allá. El libro Sabio no está… Muñeca: Es imperdonable lo que hice con el libro; lo descuidé, lo abandoné. Quién sabe lo que le habrá pasado, quizás ya esté todo descuadernado. Lápiz: ¿Qué buscan tan afanados? ¿Qué se les ha extraviado? Muñeca: Sí, buscamos algo. Lápiz: Una prenda me hallé, cinco veces la diré, y si no aparece el dueño, yo me la quedaré. Muñeca: ¡Mi diadema!
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Muñeco: ¡Mi reloj! Muñeca: ¡Ya sé, ya sé…mi libro! Lápiz: ¡Aquí lo tenés! Muñeca: ¡Oh, mi libro! Libro mío, estoy feliz de encontrarte. Perdoname por haberte descuidado. (Lo abraza, besa y le hace arrumacos) Libro: Seré tu amigo fiel, yo te serviré, y aunque esté viejito y ajado, te voy a llevar a los lugares más fantásticos. Muñeca: Me vas a contar todo, todo lo que sabés, vas a ser una antorcha, una lámpara en mi camino. Libro: Yo te lo prometo. Y lo que prometo lo cumplo. Separador: Perdonen, yo tampoco tengo a dónde ir. ¿Ustedes podrían llevarme? Muñeco: Vaya, llegaste como caído del cielo. Muñeca, vos que vas a estar leyendo siempre, lo vas a necesitar. Es un separador de libros. Separador: Soy un separador, mi trabajo es un honor, ayudo al lector indicándole en qué página se quedó la lectura. Libro: ¡Primo, primo querido! ¡Qué bueno volver a verte! Muñeca: ¡Qué bueno, seremos amigos y me serás de mucha utilidad!
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Lápiz: Todos estamos contentos! Libro: Te esperaremos. Lápiz: Muñequita, debés cuidar al libro, no romperlo, no maltratarlo, no dejarlo mucho tiempo bajo el sol, ni dejar que le caiga ningún líquido. Muñeco: Yo me voy a encargar de recordárselo siempre. Muñeca: No hará falta, lo voy a cuidar como se cuida una joya Todos: (Cantan): ♪♫ Los libros debemos leer, si sabios queremos ser, nos permiten aprender cumplen bien con su deber, lo que vos querrás saber, con un libro es un placer. ♪♫
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LA ORQUESTA
Cantaba y cantaba una linda chicharra, tocaba y tocaba su sonora guitarra, había pensado formar una orquesta para que el bosque estuviera de fiesta. Era el vocalista un guapo ruiseñor la hermosa ardillita golpeaba el tambor, tocaba el arpa con inspiración un burro elegante y muy orejón. La liebre estiraba un tosco acordeón, un búho soplaba en el saxofón, sonaba una lata un gato pescuezón, y en el piano estaba un cerdo muy gruñón. Dirigía la orquesta un grillo saltarín, vestía de negro y blanco corbatín, pero no llevaba puesto un calcetín se le había olvidado en el maletín. 76
MI OVEJITA BLANCA
Mi ovejita blanca nunca tiene frío, siempre en la mañana la moja el rocío. Come mucha hierba y nunca se enferma, jamás se ha peinado su pelo enredado. Para embellecerla la llevé al salón, y un cabro barbón, le cortó las puntas con un tijerón. Le echó gelatina, espumas y gotas, se veía muy linda y le compré unas botas. Se puso un pañuelo rosado Y muy orgullosa, se fue para el prado, a mostrarle a todos su bello tocado. La lluvia en la tarde deshizo sus rizos, y la blanca ovejita, desilusionada, se tiró en el pasto y durmió despeinada.
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SONIA Y EL LEÓN QUE APRENDIÓ A LEER En un pueblo acogedor, rodeado de muchas colinas cubiertas de pinos, vivía una niña muy inteligente y aplicada. Le fascinaba leer, por eso le pidió a todos sus amigos que trabajaran juntos para organizar una biblioteca. Todos los niños estaban muy contentos y decidieron poner manos a la obra. Se dividieron el trabajo: Un grupo construyó los estantes, las mesas y las sillas. Otro pintó el mobiliario, pero faltaba lo más importante ¿Dónde conseguir los libros? Ya sé, dijo Sonia, a mí me gusta escribir. Inventaré muchas historias y pronto tendremos los estantes llenos de libros. —Podemos arreglar la biblioteca por fuera —dijo Carlitos. Darle un toque diferente. —Por supuesto —contestó Sonia, le daremos la forma de un inmenso libro. Los días transcurrieron y con gran emoción, Sonia y sus amigos vieron terminada su obra, parecía un cuento de hadas. El enorme libro era impresionante. Acudían cientos de lectores y la lectura los transportaba al fascinante mundo de la aventura y la Historia. Los libros estaban disponibles para quien los quisiera y los niños disfrutaban amenamente sus lecturas.
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La noticia llegó a oídos de un león con fama de belicoso y enojado. Desde su cueva salían espeluznantes rugidos y en el pueblo se decía que estaba molesto y tenía la intención de destruir la biblioteca. Los niños y niñas, asustados por el rumor de la amenaza del león, se reunieron y organizaron la solución del problema yendo a verlo a su propia guarida. Con sus corazoncitos temblorosos por el temor a la fiera, se hicieron presentes dirigidos por Sonia. Ahí le explicaron que los libros son útiles para aprender muchas cosas y para viajar en la imaginación, pero el león se hizo el desentendido. Los niños y las niñas regresaron a sus casas con pocas esperanzas, pero también conformes porque estaban unidos. A la mañana siguiente, al llegar a la biblioteca, se llevaron la terrible sorpresa. El temible león había destrozado todos los libros. Más resueltos que antes, se encaminaron nuevamente hasta la cueva del león. Esta vez lo reprendieron, le mostraron los libros destrozados y el daño que había dejado. Avergonzado, el león recapacitó y se comprometió en reparar los libros rotos y los muebles quebrados. Pocos días después, la biblioteca volvió a abrir sus puertas a todos sus lectores. En un rincón de lectura, Sonia le enseñaba a leer al león; la bestia rugía de contento, pues ya había aprendido a apreciar la belleza de los libros. Escritos de Mirian Sevilla Rojas
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EL LIBRO SABIO se termin贸 de imprimir en_______________________ en diciembre, 2015; Tegucigalpa, Honduras. Su tiraje consta de 14,100 ejemplares.