Niños y niñas con raíz

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CREACIÓN ORIGINAL DE LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y GARÍFUNA DE HONDURAS Esta edición de NIÑOS Y NIÑAS CON RAÍZ, fue realizada por el PROYECTO EDUCACCIÓN, en coordinación con la Subdirección General de Educación para los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de Honduras (SDGEPIAH), y las Direcciones Departamentales y Distritales de distintos departamentos del país. ISBN: NIÑOS Y NIÑAS CON RAÍZ D.R. © SECRETARÍA DE EDUCACIÓN, REPÚBLICA DE HONDURAS 2015. © USAID AUTORES Y AUTORAS, ILUSTRADORES E ILUSTRADORAS: Niños y niñas de sexto grado (promoción 2014) de la escuela Rodolfo Rojas, de Cusuna; 17 de Agosto, de Sico, Iriona; Francisco Morazán, de Limón; Naciones Unidas, de Trujillo; Ramón Rosa, República de Cuba, Chino Tatallón, Luky Yabayak, de Puerto Lempira; Minerva, Juan Manuel Cruz, Simón Bolívar, Pedro Gómez Cedillo, Las Américas, en el municipio de Opatoro, La Paz; pobladores indígenas de las comunidades tolpanes de Yerbabuena, Guaruma, El Níspero, El Hoyo, Lagunitas, Las Quebradas; en el departamento de Yoro; Escuela Miguel Paz Barahona, de Mataderos, Yoro, Yoro; Padres de familia, niños y niñas de las escuelas Nueva España, Nueva Esperanza, Alfonzo López, CEB Manuel Bonilla; todos de la comunidad indígena pesh de Santa María de El Carbón, San Esteban, Olancho. Traductor Pesh: Ángel Martínez Torres Traductores Garífunas: Cándido Flores Guity y Salvador Suazo Traductora Miskita: Yalany Cooper Validación de las traducciones: SDGEPIAH Diseño de concepto: Proyecto EducAcción Primera edición, 2015 Edición: Jorge Martínez Mejía Diseño y diagramación: Héctor Mejía Hecho en Honduras Se permite la reproducción total o parcial de esta producción solo para fines educativos, por medios electrónicos o mecánicos, fotostáticos, por registro u otros métodos, siempre y cuando se respete la integridad de la misma, así como los créditos aquí registrados, mediante solicitud expresa y escrita ante los editores. Se prohíbe su reproducción con fines lucrativos. Para distribución y uso gratuito en las escuelas oficiales del Estado de Honduras.



NIÑOS Y NIÑAS CON RAÍZ Niños y niñas con raíz es un libro creado a partir de la tradición oral y la creación colectiva e individual de los niños y las niñas de los pueblos garífuna, pesh, lenca, tolpán y miskito de Honduras. Es una selección cuidadosa de textos inéditos de la Colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, textos creados en una serie de talleres ejecutados desde el año 2012 al 2015 por el Proyecto EducAcción, bajo la dirección de la agencia Institutos Americanos de Investigación (AIR), con fondos de USAID. Muchos de estos relatos son piezas propias de la literatura oral de nuestros pueblos indígenas y garífuna, y otros son el resultado de la maravillosa imaginación de sus niños y niñas. Las ilustraciones que acompañan esta obra son de la autoría de los mismos niños y niñas. El propósito del Proyecto EducAcción con esta obra, más allá de fortalecer habilidades de lectura en el Primer Ciclo escolar, es conectar a los niños y niñas de distintos pueblos en la diversidad de su cultura, para afianzar y enriquecer su universo de aprendizaje; abrir las ventanas que dan a los paisajes y haceres de los pueblos originarios, como una oportunidad única para un abrazo fraterno que vigorice su aprendizaje y su conocimiento. Este es el resultado del esfuerzo de niños y niñas con raíz ancestral, de pueblos que reclaman y merecen contar en sus escuelas con materiales de lectura propios, que consoliden su sentido de pertenencia y el amor al terruño que por siglos les ha servido de morada. Niños y niñas con raíz es un libro para compartir con orgullo, porque es la evidencia de la capacidad creadora de los pueblos originarios de Honduras, de su capacidad para transformar el mundo y tornarlo a la relación amorosa con la Madre Tierra, tal ha sido la herencia cultural de nuestros pueblos indígenas y garífuna.


A ESTUDIANTES Y DOCENTES Uno de los conocimientos más valiosos con que contamos, es que para aprender hay que leer. Los libros son las puertas al conocimiento y no podemos abrirlas si no sabemos leer. Los libros nos llevan a mundos de imaginación mientras satisfacen nuestra curiosidad natural, nuestro deseo de aprender. Lo primero es aprender a leer, y solo se puede lograr leyendo. Solo la lectura permanente nos convierte en buenas y buenos lectores, por eso hay que leer todos los días. Esta colección de textos escritos por las comunidades indígenas pesh, tolpán, miskita, lenca, y por la comunidad gar´´ifuna hondureña, es una recopilación maravillosa de la tradición oral y el conocimiento genuino de los pueblos originarios de Honduras; por eso creemos que despertará un gusto especial por la lectura, y logrará entretener creativamente a estudiantes y docentes. Fueron hechos para ser compartidos en la escuela, la familia y en los espacios públicos de la comunidad. Debemos hacer de la lectura una empresa de todos y todas hasta que las niñas y niños logren una lectura fluida y comprensiva, con la dicción adecuada, de esa manera lograremos mejores rendimientos académicos. Docentes de español han recomendado que los estudiantes propongan actividades para fomentar la lectura con este libro, que se realicen actividades no solo en el aula, sino en el patio de la escuela y en la casa. Por ello es recomendable crear un programa de lectura que funcione periódicamente, de manera semanal y mensual. Que se organicen las niñas y niños lectores y se realicen lecturas propuestas por ellos y ellas, que compartan sus experiencias de lectura en la casa y en la escuela y que siempre se comente lo que se haya leído.

¡DISFRUTEN UNA CREACIÓN MARAVILLOSA!


RECOMENDACIONES PARA LEER EN FAMILIA La lectura en familia es la más recomendable porque en la convivencia podemos compartir dudas, sugerir ideas y solucionar dificultades. Algunas recomendaciones para la lectura en la familia son las siguientes:

✓✓ Definir una hora en el día y un espacio en la casa para leer. ✓✓ El lugar debe ser cómodo y estar iluminado. ✓✓ Seleccionar juntos o juntas el texto que se va a leer. ✓✓ A las niñas y niños pequeños hay que señalarles con el dedo las palabras mientras se leen, esto les servirá para relacionar lo escrito con lo que oyen.

✓✓ Siempre hay que explorar el título, haciendo que la niña o niño lector participe intentando anticiparse al contenido del texto.

✓✓ También hay que explorar lo que observan en las imágenes haciendo preguntas sobre qué ven y a qué se refiere.

✓✓ Interrogarlos(as) cada vez que sea necesario para saber lo que imaginan sucederá a continuación.

✓✓ Solicitarles que cambien el final de un cuento o relato si lo desean. ✓✓ Al final de la lectura, preguntar sobre qué se leyó, a qué se refirió el texto, qué opina de él, si les gustó.

¡Leer en familia es una gran idea!


ÍNDICE CUENTOS Y RELATOS DE LA COMUNIDAD GARÍFUNA HONDUREÑA

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LUWAGU LAGUEIRA SATUYE LOUWE SATUYÉ MURIÓ POR SU PUEBLO GARÍFUNA........ 5 WARUGUMA TAU LÍDIBURI GABÜRÜDADITI LA ESTRELLA TIENE CABELLOS DE ESCRITOR........ 6 FAYALANDANY EL FAIALÁNDAN................................................... 8 GÁRANITU HABU SEINGÜ TISÂNIGU LA CURANDERA Y SUS CINCO HIJOS................. 10 UMEU LOS ÚMEU............................................................. 12 HEWENEDUHAN SÚNBANAÜ UN SUEÑO DE TODOS........................................... 14 DIBUNETI LÚLUTI EL GORDITO INFLADITO....................................... 16 WAYAMAGA TO AIGUBAUN GARADUN RATONES COME IGUANA LA............................... 18 BAISAWA GABINAHA (D)ITI El BEISAWA BAILARÍN........................................... 20 DUNURU HAGUARÜ LUMA YAU BÚFALU PÁJARO JAGUAR Y TÍO BÚFALO......................... 22 IRAHÜ DUNURU EL NIÑO PÁJARO.................................................. 24 DÜBU LE AYANUHABAI LA PIEDRA QUE HABLABA.................................... 26 TAGUMUHAUN LIRAÜ MALEIWA LA ÚLTIMA HIJA DE MALEIWA.............................. 28 SUN FULURI SANDITIÑA KAI GÜRIGIA LAS FLORES TAMBIÉN SIENTEN............................. 30


CUENTOS Y RELATOS GUACO A’KA DE LA COMUNIDAD EL GUACOKÁ ...................................................... 32 INDÍGENA PESH PESH AYE ÎKA TAH KÀA EL DUENDE Y EL BULDÓCER.................................. 33 YE KORTA AS KAYA ÑANTAH UNA NIÑA DE CUENTO......................................... 36 ARÑANWA EL SOPLO............................................................... 37 SÂ SERI SEWA LA OLLA DE ORO.................................................. 38 ARWA AYE AS HOMBRECITO........................................................ 40

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MISKUT TURKA CUENTOS Y RELATOS LA HISTORIA DE LA GENTE MISKUT...................... 42 DE LA COMUNIDAD DUNGKI TIWAN TUKTA KUN BRIWANBA KISI KA INDÍGENA MISKITA EL KISI QUE SE LLEVÓ A UN NIÑO........................ 48 BUKUTS, BUKUTS, BUKUTS, PRAUS, PRAUS, PRAUS ABRA, ABRA, ABRA, CIERRE, CIERRE, CIERRE..... 52 TASBA PISKA KUM LILIAKIRA UN DEPARTAMENTO EN ALEGRÍA........................ 55

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CUENTOS Y RELATOS JUAN DE LA CUEVA.............................................. 58 DE LA COMUNIDAD LA SIGUATA EN SU JACAL................................... 59 INDÍGENA LENCA UN RECUERDO...................................................... 60 EL DÍA QUE LAS OLLAS CANTARON ................... 62 EL SARACOCO Y LOS HOMBRES......................... 64 EL NIÑO Y EL NAHUAL ......................................... 66 LA COMPETENCIA DEL ATOL AGRIO Y EL ATOL DULCE .................................................................. 68 LA MONTUCA QUE VOLVIÓ A SER MAÍZ ........... 70 UNA GUACAMAYA SABIA .................................. 72 EL DÍA QUE LLORARON LOS TIZONES DEL FUEGO .74

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UN PIROPO ENGAÑOSO ..................................... 75 LA PRINCESA ZARABANDA ................................. 76 EL GUSANO CABEZA DE FLORES ........................ 78 NIXTAMAL, EL HÉROE LENCA .............................. 80 CUENTOS Y RELATOS ¡TSJÁN TSUTUS JOCJ MO’O! DE LA COMUNIDAD ¡QUÉ FLOR DE MONTAÑA!................................... 82 INDÍGENA TOLPÁN PÜNA TEPYALA T’ÜCJ WAY PÜLÜCJ PATJA NT’A QUIYANA PÜNA TEPYALA, DE MARÍA CELESTINA Y MARIANA HISTORIA REAL DE MARÍA CELESTINA Y MARIANA..... 83 JUPJ PÉ LAJUL LA PIEDRA DEL HOYO........................................... 84 PJANI CAVAYU LEN TJEVYALA JOCJMO’O UN CABALLO PERDIDO EN LA MONTAÑA.......... 86 DON NECHE DON NECHE.......................................................... 88

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el mu a S n: aciรณ r t s u l I

s ero u g Tri

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Niños y niñas con raíz

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CUENTOS Y RELATOS DE LA COMUNIDAD GARÍFUNA HONDUREÑA

El gato bailarin. Lilian Pinto.

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LUWAGU LAGUEIRA SATUYE LOUWE

SATUYÉ MURIÓ POR SU PUEBLO GARÍFUNA

Satuye Sasamu Garifuna, mabuserutibuga lun hamudirun Garinagu, aba lubey lagueindagu haba sudara Alunduna. Afiñetiyebe luwagu yeinbeilan inebesey lariguibuga haguendagu. Dan larigu aban haranserun alunduna aban Sadara luba Satuye.

Satuyé, líder del pueblo garífuna, no quería que ninguno de los suyos sufriera, no quería que fueran esclavos, por lo que se enfrentó al ejército inglés, propuso que escogieran su mejor soldado para batirse a duelo. Creía que ellos respetarían el resultado del enfrentamiento. Pero los ingleses le tendieron una trampa, después de que Satuyé resultara vencedor, cinco soldados lo atraparon.

Sengu sudara belugudahamutu haragabucete laniguagun Satuye. Larigui lira aban haburuchaguagudun Alunduna gañen hamalilan quesi luy Satuye, laduga iweruha hama lan lawuri lagu mafu le ledewehabey uruwei William, Lun Satuye. Lariguibuga louwen Satuye aban lagumuchama wurubu haganagua Alunduna hama Garinagu.

Luego, los ingleses le empezaron a decir a la gente que habían derrotado en duelo a Satuyé, al robarle la espada y la pulsera que el príncipe William Henry le regalara al jefe garífuna. Con la muerte de Satuyé finalizó la guerra entre los ingleses y los caribeños, pero aún en estos días el pueblo garífuna recuerda con orgullo la lucha de su líder por la libertad de los suyos. Relato popular

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WARUGUMA TAU LÍDIBURI GABÜRÜDADITI

LA ESTRELLA TIENE CABELLOS DE ESCRITOR

Wurinauga guñeu aban láfuridun aban gabürüdaditi ariagua sielun, larihagülebai tun aban waruguma kama hamuga lauñaun lídiburi gabürüdaditi.

Ayer por la noche salió un escritor a ver el cielo y miró una estrella con cabello de escritor.

Sidiheiguati gabürüdaditi, ñei lariñega: ¡tumagadien waruguma mau! Ani genegeguati tídiburi luma nídiburi.

— ¡Qué estrella tan bella! Y tiene un cabello parecido al mío.

Aban liabin gabürüdaiti, aban lamuriahan aban ligundanhabu tuma. Lun me buga léheluchun lábulugu, ligia tadüga waruguma lun.

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El escritor se sorprendió y dijo:

El escritor le pidió un deseo a la estrella. Y deseó ser calvo y la estrella le cumplió. Esmeralda Andrade, Estéfany Martínez


El Faialandan. Joseth Ordóñez.

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FAYALANDANY

EL FAIALÁNDAN

Fayalandany tagaliña queisy aban afugu afuhati quei lanpu turagueyrugu waporo. Niren aban lariñagun lun beybugun larigui Andy merenguty lun lafeidiragudunibu baranaha. Ahen aransebubey lida barihini aban bagarabagunu badouragun aban lagumuchagun.

El Faialándan es un espíritu que aparece como la luz de un barco. Hay una fuerza misteriosa de él que te obliga a seguirlo y te puede perder en el mar, pero si estás atento y al aparecerse el Faialándan te cambiás la ropa al revés, desaparece. El Faialándan puede tomar la figura de un hombre alto, de un animal o de una luz.

Fayadandany guiyaraty barihini key aban wugury gagubuty, key animalu o key lampo. Luwagu aban weyu aban woudy luma nuguchy dunarugu buruwaty tidan aban guriyera. Aban laruguduniwa Fayalandany lamida uma, aban lagarabagunu nuguchin lisimisi aban lariñegun nun lunguiñe lan naduguni. Keitybuga harugalilan Andy buruwougaty siñaty lunbuga warihin nicata

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Un día que fuimos con mi papá hacia el río Tinto en un cayuco, nos atrapó el Faialándan en mitad del camino, mi papá se quitó la camisa y se la puso al revés, y me dijo que hiciera lo mismo. Como era de mañana, una niebla espesa empezó a cubrirnos y no podíamos ver nada, solo la punta del cayuco. A pesar de rezar y hacer las cruces siempre nos atacó el mal espíritu y


luweidiguiñe tiguiri guriyera. Ariseratiwa, adugawamey guruwa suwadan lamuruduniwa afurugu yeinguiñe aban nabuleydagun. Lariñaga nuguchi lanagaguelan culoudu liguilla fua tan aban waporo lau aban lampo, tidan lan waporo tuguya yeiñen lan aban onwebun wugury gagubuty, haruty lagunegue bandy habu hilayan. Lidanbey larihini nuguchi kateile aban labuleydagu. Ydanbey lasarun furihali weyu Andy daranguiluhaliguiñe barana.

me desmayé. Dice mi papá que detrás de la neblina apareció un barco que tenía una luz; en el barco iba un hombre alto pero no lo distinguía bien, al ver eso mi padre también se desmayó, cuando despertó ya el sol había salido y el mar estaba tranquilo. Luego me contó que nos había salido el Faialándan porque había perdido su amuleto. Anónimo, Cristales, Trujillo

Yeinguiñe labahudaha niuchi nun lafuridubeilan Fayalandany won ladugalan lafeiduruny loyowa lura.

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GÁRANITU HABU SEINGÜ TISÂNIGU Anuhain buga aban mutu gáranitu, seingu tirahüñü, halügüdaguaru me giñe: mama, ka san uagu gárani hubai? Aban taunabuniña: nihán nibagaribai, tumagien buga mama nafurenderai, mama tumagien túguchun, to nagütü. Lun gárani ban mosu basubudirunun sun híduru to aubaun lagaranihauwa haun mutu. Ligiali buga linebedun tufurenden úguchuru haun isânigu.

LA CURANDERA Y SUS CINCO HIJOS Una curandera tenía cinco hijos, y los hijos le preguntaron: —Mamá ¿Por qué sos curandera? Y ella les contestó: —Esa es mi vida, mi mamá me enseñó a mí y a ella mi abuela. Ser curandero es conocer las plantas para ayudar a curar las enfermedades de las personas. Y sus hijos se sintieron muy orgullosos por el conocimiento de su madre. Mario Isaber Mejía Cacho

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Los Umeu.Juan José Martínez.

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UMEU Umeru lidanyanu hanasiñu Garinagu, Umeru itagahaña keisy irahuñu ñunburiguiña funatu hadouragun afuahatiña laru laru beya. Umeru yusuhamuty weibayuwa, sibary, hugawaru habu wadabu lun hachulurun munadon harigui irahuñun. Lidan houchahan aguburigu magañenja hamutiña haguyeri udurau ha. Lidan sandilan aban irahu lau umeru barihibey luguyerigu kateiburile luwagu: •Siñaguaty lungua lun larumugun •Labiruahaba •Ledehaba Lura •Lararuhaba

LOS ÚMEU Los Úmeu según las creencias del pueblo garífuna, son niños pequeños vestidos de rojo que aparecen a la orilla de las playas. Los Úmeu utilizan al tiburón, la raya, la langosta y el caracol para llegar a las casas; cuando los padres pescan o compran estos mariscos. Entonces llegan y enferman a los niños. Cuando a un niño lo enferma el Úmeu, no puede dormir, le da calentura, se le pone roja la piel, y le salen granos. Para curar al niño hay que bañarlo con plantas aromáticas y pasarle un pedacito de carne de estos peces por los labios. Entonces los niños se curan y siguen jugando como si nada.

•Lahulachuba lidubury Lunty

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Juan José Martínez


lareidaguaguduwa arahu gatu lun lagowaguduwa tau hiduru buity tiheme, gatu guiĂąe basuguradun murusu hadaguiebury haguyerigu adurau ha lueiguĂąe liyumara, gatu guiĂąe bagudagun lau, udurau le guiribey haru.

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HEWENEDUHAN SÚNBANAÜ

UN SUEÑO DE TODOS

Luagu aban weyu aban neweneduhan luagu aniha lan buga

Una vez, soñé que en el mundo había un esqueleto haciendo

habu mutu adüga dañu haun amu.

daño a las personas.

Nugiarügüñai nege buga lun nagumuchun lau sun abu ubauwagu(gien).

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Yo era un héroe poderoso que eliminaba a los esqueletos.

Lumagien dan ligia, marihinhadiwa buga abu ubauwagu,

Desde aquel tiempo decidimos deshacernos de todos los esqueletos, y el mundo volvió a la normalidad.

ñeigien, sun mutu agiribuda lidaun binadu hagaburi-ebu.

Neiri Gisela Rochez, Josué David Flores


El gordito infladito. Javier Omar DĂŠraz.

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DIBUNETI LÚLUTI Ibidieti nun ida liña lan láludun, numá lúluti. Gawarati negesihan ka lan uagu báluda. !Numá lúluti! ibidieti nun ka lan uagu báluda. Bugia lútiburaü ¿ka ti uagu báluda, numá lúluti?. Ladüga laigin sagü weyu, ligia láludunbai sunwandan. ¡Numá lúluti!, subudinâli ka lan uagu báluda, ladüga gufesebâli nun, dibuneti lúluti. Buenu, ya lébeda úraga le.

EL GORDITO INFLADITO Yo no sé cómo siempre te inflas, infladito. Pero yo siempre podría saber por qué te inflas. ¡Ay, infladito! A saber por qué te inflaste. Al menos te inflas. ¿Por qué te inflas, Infladito? Porque todos los días comes y te inflas más que nunca. ¡Ay, infladito! Supe por qué te inflas, porque tú me lo confesaste, gordito infladito. Bueno, este cuento así termina. Javier Omar Deras.

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La iguana ratonera. Axniel JosuĂŠ Bernardez.

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WAYAMAGA TO AIGUBAUN GARADUN Luagu aban weyu aban nudin ayuanaha, aban nárügüdün bian wayamaga, aban migifetu aban ñüraü túgubu, abannanügüniña múnadaun, tariñega to migifebaun tun to ñüraü túgubu, baiba ariaha aban garadun nun, aban tiabin to migifebaun aban taigini ígira murusun tubá ñüraü túgubu. Laruganbai, aban liabin ayuanahati aban lábuoguniña bian wayamaga hagia, laruganbai yebe lauweña.

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RATONES COME IGUANA LA (Leer de abajo hacia arriba) murió se señor el mañana la en y iguanas dos las cocinó señor el siguiente día Al. pedazo un iguanita la a dio le y ratón el comió se grande iguana la ratón un buscarme a ve pequeña la a dijo le grande iguana la y casa mi a llevé las pequeña una y grande una iguanas dos agarré y iguanear a fui yo día Un. Mario Isaber Mejía, Axniel Bernárdez, Javier Batiz


El baisawa baiilarĂ­n. Rosa Esmeralda Andrade.

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BAISAWA GABINAHA (D)ITI

EL BEISAWA BAILARÍN

Danbai náfuridun tidangien tuban garüdia lidaun rumu le ñei lubai haraudaha waun, ñei nadunragua luma Beisawa abinaha.

Cuando salí de la biblioteca y fui al aula donde recibimos clases, me encontré al beisawa bailando.

Sidiheiguatina, itagaraü yebe nachuwegun; aban nárügüdagun nungua, ñeigien aban naramudagun lun buga giara lan nasigirun ariaguai abinahati. Ñeigien aban nudin áwara haun numadagu, Rosa labu Bürayan, kai buga mafiñe haman nun, lun waudin ariaguai abinahati. Ligiali hafiñerun luagu inarüni lan buga le nabaüdahabai haun. Aban wariñegun wámagua luagu mabaüdadahan wabai lan buga ni ka un; sun buga mutu álügüdaguwa haungua ida liña lan lachülürün Baisawa le tidaun leskuela ñeihin, úwarüga

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Me sorprendí mucho, casi me desmayo, pero me controlé y decidí esconderme para seguir viendo. Luego fui a llamar a mi amiga Rosa y a mi amigo Brayan, ellos no me creían. Entonces les dije que fuéramos al aula, y ahí mis amigos se dieron cuenta que era realidad lo que yo estaba diciendo. Decidimos no contarle a nadie, pero no entendíamos como fue a parar ese beisawa al aula, si en la escuela no se hace cazabe. Porque el beisawa se usa para limpiar el comal en que se hace el cazabe. Entonces comenzamos a investigar y nos dimos cuenta que el


añanhatu ni budari tidan leskuela. Ladüga baisawa lahuruda lun láfuruduniwa ligibu budari le ñei lubai hadüga ereba. Aban wagumeserun álügüdaha, ñei wíchiga fe luagu amuriahauwa lan buga somu wadagümanu hama alugunu, lau irumu le ásügürübai, lebubai tiabin aban hadangien anüga baisawa tidaun leskuela. Kai ti buga gariñagun lan sun le, tuma labureme baisawa, ligia lerederunbai baisawa abinaha. Úwati yebe buga íchiguti fe luagu katai líbeina le, dei buga lun lagumairun tidan La Prensa, hasubudiragüdübalin haun sun mutu.

año recién pasado, a una alumna muy encantadora le pidieron un trabajo manual y ella llevó ese beisawa. Como ella tenía un encanto muy lindo, el beisawa quedó encantado, feliz, y por eso bailaba. Nadie sabía de esto, hasta que nosotros lo descubrimos, y lo publicamos en La Prensa, y muchos periodistas nos entrevistaron. Bryan Pastor, Rosa Andrade, Yohana Ramos

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DUNURU HAGUARÜ LUMA YAU BÚFALU Luagu aban weyu, aban dunuru aban láhürüdagun lidan aban tídibu wewe, ligia lachülagun yau Búfalu. Aban lamuriahan dunuru idemuai luma, mánhati Yau Búfalu líchiguni lun, ladüga busien lan buga Dunuru laigini. Lariñega Dunuru maigin nubai, ligiali lígiragüdüni yau Búfalu. Labulieidagua Dunuru luai le faramase lubai, abanhali lubai buga laiguni.

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PÁJARO JAGUAR Y TÍO BÚFALO Una vez, Pájaro Jaguar se atoró en un árbol y tío Búfalo apareció. Pájaro Jaguar le pidió ayuda, pero tío Búfalo no quiso porque Pájaro Jaguar trataría de comérselo. Pájaro Jaguar prometió no hacerlo y tío Búfalo lo liberó. A Pájaro Jaguar se le olvidó la promesa y se lo comió. Denia Aguilar, Alex Castillo, Jerry Acevedo


El niño pájaro. Denia Aguilar.

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IRAHÜ DUNURU

EL NIÑO PÁJARO

Laibuguña aban irahü luaigien karetera sódini aban laiguadun aban héheran lau. Buinla busiganu aban liñuragun ñeigien kai aban dunuru. Órabai laiguadun, ligia laritaguni le me buga lariñegubai lúguchin lun, luagu meha aban lan irahü manufudeti. “ánhabu aiguada, mosu biñuragun kai aban dunuru” ligia laritagubai, aban ludin luagu luwaiyasun.

Un día, un niño iba caminando por la carretera, de repente se cayó y unas personas que lo miraron caer se rieron. El niño, apenado, se levantó de un salto, como un pájaro. En el momento que caía recordó que su padre siempre le decía que era un niño valiente. “Si te caés, debés levantarte como un pajarito”, recordó que le decía. Y siguió caminando. Sherlin Hernández, Denia Aguilar

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La piedra que habla. Ashlyn Arriola.

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DÜBU LE AYANUHABAI

LA PIEDRA QUE HABLABA

Anuhain buga aban irahü to unbaun línsienda tudin lidan aban párüke. Luagu weyu ligia aban tañûrun ligibuogu aban dübu. Ligia lariñegun dübu ligia tun: buchá nuagu awandahai hañûrun nigibuogu.

Había una vez en la ciudad una niña a la que le gustaba ir al parque. Ese día ella se sentó sobre una piedra. Entonces la piedra le dijo:

—¿ka uagu? tiña irahü.

—¿Por qué? —Interrogó la niña.

—au le aban dübu le busienbai labauchun fuluri geyegua nau, siñati lanarüdün ladüga mínsiñeti haun, sunwandan anihain lan añûruti ya —maribanti, tiña irahü, nuguyaba ábunagua fuluri geyegua bau. —maribanti, liña dübu, gundaguá gubai. Aban tiabin irahü aban tábunahan fuluri geyegua lau dübu, mama luwenden lariawagún.

—Oye, ya estoy cansada de que se sienten en mí.

—Yo soy una piedra que quiere tener flores a su alrededor, pero no es posible porque a las flores no les gusta, porque siempre hay alguien sentado aquí. —Está bien —dijo la niña— yo voy a plantar flores alrededor tuyo. —Está bien —dijo la piedra muy alegre — gracias. La niña sembró muchas flores alrededor de la piedra y se miraba muy bonita. Sheylin Arriola

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La Ăşltima hija de Maleiwa. Delmis Duarte.

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TAGUMUHAUN LIRAÜ MALEIWA

LA ÚLTIMA HIJA DE MALEIWA

Maleiwa, áhari le buidubai, gúndanti buga lau luadigimari.

Maleiwa, el espíritu del bien, estaba muy orgulloso de su trabajo.

Adügali buga aban pülaneta labu sun le ñeiti. Lemeraguña yebe lábugien lamuñan aban lídibu wewe, luagu rabaunweyu ligia, ligia hachülagun lisânigu láun, hariñegunbai:

Había creado el planeta y todo lo que en él existía. Esa tarde estaba descansando a la sombra de un árbol cuando llegaron sus hijas diciéndole:

wayabiña ariahanaü, ladüga busienhadiwa bíchiguni alagan le yûbai waun, busien wamali sun le wemegeirubai lubá waruwaihan. Aban liabin Maleiwa,le láharite buiti, aban líchiguni le hamuriahabai luma. Dan luagun dan, tachülüra ladarahaun lumaun, tariñega lun: Baba, kaba gia hedewereha nun?, hírugua Maleiwa ligia

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—Venimos porque queremos que nos des nuestra herencia, queremos tener nuestras propias cosas, hombres propios con quien gobernar. Entonces Maleiwa, les concedió lo pedido. De pronto llegó su hija menor y le dijo: —Padre, ¿Y a mí qué me darás? Maleiwa, muy triste le preguntó: —¿Y dónde estabas hija mía?


lariñegun tun: ¿niraü, haliañahañandibu san? Aban laríagun lidaun aban lagunu, madiseti ñeigien, aban lamabaidun lagunu.

Como su hija era agradecida le dijo:

Kai geteinkiradi tubai ladarahaun tugia, tariñega lun: haucha humán lun táhüchün wewe labu sun tin.

—Mira desde lo alto del cielo y haz crecer árboles y frutos en una laguna seca cerca de aquí. Ahí estaba viendo como los animales sufrían. Y Maleiwa se alegró de la sabiduría de su hija.

Aban lagundaragun Maleiwa lau tanichigu lisâni. Madisedigiali

Nunca se alejó de ella y ella estuvo siempre feliz a su lado.

buga tuai, tugiaya giñe gúndañu laubawagu túguchin.

Delmis Duarte

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SUN FULURI SANDITIÑA KAI GÜRIGIA Aban irahü le unbai línsiñeda ludin áhurara lidan aban fulasu wásati, aban ludin adügühaun fuluri lidan aban fuluriagai. Ligia táchülagun aban irahü tariñega lun: Madügüraguabaun fuluri to, sanditiñu giñe kai wagia, súfuri hagia dan hadügün somu dañu haun. Aban lerederun irahü asaminaraguwa. Ñeigien lariñega tun wuri irahü tugia: seremein bariñeguni, ina ti guen le, kamá nasandiraguña nûngua kai fuluri. Lumagien weyu ligia abanhali henebedun fuluri lun.

LAS FLORES TAMBIÉN SIENTEN Una vez, un niño al que le gustaba jugar en la pradera y destruir las flores, estaba jugando y pateando las rosas de un bello rosal. De pronto apareció una niña que al verlo haciendo aquello le dijo: —No destruyas las flores, las flores también sienten, son como nosotros, sufren cuando les hacen daño. El niño se quedó pensativo. Luego le dijo a la niña: —Gracias por decírmelo, por ayudarme a sentir como las flores. Y desde aquel día no volvió a molestar las rosas de la pradera. Ahylin Arriola, Yeimi Matute

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CUENTOS Y RELATOS DE LA COMUNIDAD INDÍGENA PESH Recopilación de Ángel Martínez, Wendy Griffin y Jorge Martínez Mejìa

El guacocá, Rosnil Abrahan Gutiérrez García y Edin Ricardo Escobar Lanza.

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EL GUACOKÁ El guacoká es un ave gigante. Dios le dio una sabiduría al guacoká para que cargara una gran serpiente y la llevara al otro lado del mar. Pero cuando el guacoká quiso atravesar un enorme árbol, llamado korpajká, tuvo un accidente, quedó atorado en un enorme gancho del árbol, pero al ver que no podía ni soltar ni llevarse a la serpiente. Decidió comérsela. Después de comer y comer, sintió ganas de hacer sus necesidades y de sus defecaciones salieron diferentes clases de víboras. Por eso es que en estas regiones los humanos mueren a menudo y todo se debe a que el guacoká no pudo terminar de llevar la serpiente al otro lado del mar. Deonila Montes Acosta, María Adela Escobar, Serapio Hernández Quiñones y José Yovany Lugo

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PESH AYE ÎKA TAH KÀA

EL DUENDE Y EL BULDÓCER

Ke kãkíwa, tahra kirurí, karmí abríña katushtalerí, nerí akatuh akahteshkra pesh aye arkatira, peshkua anejra teshkeras, awishkama pawã terwa asã tukayo akeiyí teshkua. Asa tuhjurí ãkãrskua katush talerma nerí pesh kauña.

Hace mucho tiempo, cuando abrían una carretera cerca de Culmí, los trabajadores comenzaron a abandonar el trabajo por el rumor de que ahí aparecía un duende vestido de rojo con su enorme sombrero y mal encarado. Dicen que les tiraba piedras y no los dejaba trabajar en paz.

Akarskua kris ãkua arpaskí arwa asra. Tíkî: ¿tasma pi kauma warkatua? i ka i ohra takau warkíísa.arwama ahren Kíí, choktí ojí neí.

Cuando ya casi todos los trabajadores se habían ido, el maquinista de un buldócer insistía en seguir abriendo la carretera. Al hacer un descanso, bajó de la máquina, se disponía a sentarse por su merienda cuando se le apareció un duende verde. El duende lo vio de frente y le dijo: —Yo no molesto su casa, ¿por qué está molestando la mía?

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El maquinista no soportó el miedo y salió corriendo dejando la máquina abandonada. Nadie le creyó al maquinista lo que había visto, después de varios meses regresaron para llevárse la máquina y el duende quedó riéndose solito.

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El cuento de un niĂąo, Karen Janeth Lugo Mendoza.

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UNA NIÑA DE CUENTO Iban por el camino dos niñas, cuando salió de pronto un león se les tiró encima. Una de ellas corrió, se trepó a un árbol y se ocultó entre las ramas. La otra se quedó a mitad del camino, viendo que no tenía escapatoria; se echó al suelo y se hizo pasar por muerta, conteniendo la respiración. El león se acercó y comenzó a olerla. Le olía la cara y creyó que estaba muerta y se alejó. Cuando el león se fue, la niña del árbol bajó y le preguntó a la niña: —¿Qué te dijo el león? —Me dijo que quien abandona a su compañero en caso de peligro no es buena persona. Nilsi López

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EL SOPLO Es una oración que realizaba el watá o sabio pesh. Le pedía a los espíritus de los animales, al espíritu de los ríos y las montañas y a las plantas para que las personas no se enfermaran o para que se curaran de una enfermedad. Cuando las personas se curaban, no debían alimentarse de animales, no tenían que consumirlos porque entonces no se curaban o se volvían a enfermar. Si la persona se curaba, se celebraba una fiesta con comidas y bebidas propias del pueblo indígena pesh. Y todos se ponían alegres porque el paciente ya no se moría. Eso es el soplo, el misterio que solo podía practicarlo el watá, el sabio pesh. Germán López López, José Rubén Escobar y Lesli Juventina Alcántara

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LA OLLA DE ORO Caminando por la calle de mi aldea, llamada La Laguna, escuchando atentamente el canto de las aves que ahí habitan, una gran sombra me cubrió. Miré hacia el cielo y vi que era una inmensa nave que me causó escalofríos y el viento movía mi cabello de un lado a otro. —Aquí estoy —me dijo una voz. —¿Quién sos le pregunté? —Soy la riqueza de la selva —me respondió. La figura de una olla apareció delante de mí, la olla estaba llena de oro, cada vez que quería agarrarla, desaparecía y aparecía en otro lugar, yo corría y corría detrás de ella, pero se perdió en medio del bosque. Días después me di cuenta que la naturaleza es el mejor tesoro del mundo, como una olla llena de oro. Karen Lugo

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El hombrecito, el gallo y el sisimite. Juana Bestalina Escobar y MarĂ­a Florencia TomĂŠ

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HOMBRECITO Este hombrecito era un patriarca pesh que envió Dios. Tenía un cañal y un gallo que cantaba al amanecer. El sisimite como era un hombre de la montaña, le quitó el cañal al hombrecito. Ese día de pronto vino una gran lluvia y en el cañal crecieron enormes matas de guineo. El hombrecito estaba feliz, cazaba pajuiles y los cocinaba sabroso con guineo. Como había perdido su cañal, volvió a cosechar guineo. El sisimite lo miraba y se lo quería comer, pero el hombrecito lo descubrió; salió corriendo y se metió en lo profundo de la laguna. Con el tiempo el hombrecito volvió a salir y vivió feliz en su cañal, comiendo pajuil y guineo. Germán López López, José Rubén Escobar y Lesli Juventina Alcántara

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CUENTOS Y RELATOS DE LA COMUNIDAD INDÍGENA MISKITA

El rey y la planta de los bosques. Ela Lino Toledo.

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MISKUT TURKA Mani ailal pali kau ninara, plis laih pali wina, upla daknika kum aulakan, witin nani ba Honduras yahbra tani mata wapikan, il nani bilkak, awala târa târa nani bilkak, swamp târa nani bilkak wapikan. Kum kum yabalra sin pruan swapikan mita, wala nani daiwan saura buikra pikan. Witin nani tîla wina, waikna karhnira, aiklaklabra kum tâ brikan, witin nina ba Miskut makikan. Miskut ba aisulyarka aikuki takaskras kira wapi aulakan. Yu kum kan, Lakun târa kumra takaskibanghwan. Naha lakunka ba inska ni uba banghwankan, ban sin li purara taki yawi kirhbikan, bara laya ba sin li kauhla kan. Baku sin, laya ba uba sangni kan mita, man lukanglas nit apia karam tamwa

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LA HISTORIA DE LA GENTE DE MISKUT Hace muchos siglos atrás, un grupo de personas vino de un lugar muy largo, atravesando ríos, lagos, montañas, pantanos. Muchos murieron por cansancio y otros por el ataque de algún animal, tales como lagartos, tiburones y otros. Entre ellos había un hombre que los dirigía, un gran guerrero llamado Miskut. Miskut y sus guerreros caminaban y caminaban sin descansar. Un día llegaron a la orilla de una gran laguna. En ella los peces por si solos salían a la superficie de las aguas, que eran dulces y claras, tan claras que hasta se podía peinarse sin necesidad de un espejo. En sus alrededores había mucha fruta silvestre y su suelo era bastante


aubaia kaka. Lakunka un bara, dusmaira wail nani sin manis pawikan, kan tasbaya ba kauhla kan ba mita. Aiklaklabra waikna ba, aibilara tasba prana sakan wisi aisan, ba mita, nina Drapraptara makan. Naiwa baha tasbaya ba nina Brus Lakun makisa, Muskitiara. Pyu nani luikan, mani taim ba balan, lakun lâya kata ba sal takan. Miskut kasak kupia baiwan baha kaikan taim. Ban sin, “Wan Aisa” ba tadi aikupia baikisa witin nani aikuki wisi blahwan. Miskut minit kum sin aidahra walras, aiuplika nanira winan, asla daukan, bara diwas saitra wapaia wisi win. Bara mahka taki wapibanghwan, ban sin Wangki awala bak luibanghwan. Uplika nani wina wira takaskan kan Brus Lakunra. Miskut aiuplika nani aikuki Wangki tasbayara dimibanghwi, bahara iwibanghwan. Baha ninkara Cabo Viejora

húmedo. El gran guerrero se pronunció al fin a favor de aquel lugar como un paraíso terrenal y lo bautizó con el nombre de Drapraptara (gran pantano), donde hoy actualmente queda la comunidad de Brus Laguna, en el departamento de Gracias a Dios. Pasó mucho tiempo, hasta que llegó el verano. Entonces, la laguna se volvió salada. Miskut se enojó mucho, tanto que se pronunció en contra del dios Wanaisa (Nuestro Padre), ya que consideraba que el Dios estaba castigando al pueblo y debido a eso ellos tenían que marcharse. (Sucede que en los meses de junio a enero el agua de la laguna de Brus es dulce por la gran cantidad de lluvia que cae en la región y por la gran afluencia de

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wibanghwan, kan pliska ba kabu unra kan mita, bara inska sin ailal bâra kan mita sin, bahara iwibanghwan. Baha pliska nina Sitawala makan. Miskut pruan wina mani ailal luan sinki, nina ban târa kulkan kan. Baha mita aiuplika nanira Miskut Uplika Nani, Miskut Kyamka makan kan. Mani ailal luan taim, Miskut Uplika nani ba Bihmunara wih iwan, bara baku sin nina makan. Daknika wina wala kum Sandy Bayra wih iwibanghwan, plis wal sin paskan; kumka ba Sandy Bay, wala ba Uskira, laska ba Lidakwra. Baha wina kau dakni sirpi kum takan ba plis kum Dakwra maki ba paskan, kan witin nani ba dakni tara kan wina dakwi takan ba mita. Pyu kau wiria luan bâra, kau waupasa saitra indian satka wala kum wal prawan, baha nani yuara ainina sat sat brikan: Ulwa nani, Twahka nani, Awawa

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ríos que desembocan en la laguna, pero desde finales de enero hasta principios de junio es agua salada, ya que deja de llover y la marea que sube entra por la barra). Sin pensarlo mucho, el gran guerrero Miskut reunió su gente y siguieron más al sureste, atravesando el río Wanks Coco o Segovia, aunque no toda la gente lo siguió, porque se quedaron algunos en Brus Laguna. De esta manera, Miskut y sus seguidores entraron al territorio de Nicaragua. Tiempo después, llegaron al actual Cabo Viejo. Miskut vio que el lugar era muy bonito porque tenía bahía y muchos peces. Miskut y su gente se quedaron en el lugar y lo llamaron Sitawala (Sita awala), que quiere decir Río de Ostiones. Muchos años después de la muerte de Miskut, su recuerdo seguía


nani, Malipuk nani, Tawaspi nani, Pansaka nani, Panamaka nani, ban ban. Tawahka Wangki awala unra iwikan nani ba pas Miskut uplika nanira Miskut-u makan, kan witin nani ba baha nani ba bîla aisaras kan mita sip nina ul makras kan, dis Miskut-u baman wikan, kan U ban witin nani bilara upla wiaia wantsa. Ispayul nani wihki Ingland wina nani balan taim, Miskut uplika nanira Miskitu makan, kan witin nani sin sip Miskut-u ba pain aisaras kan. Ban wan bâra, Miskitka nani sin ainina Miskitu makan, witin nani baku. Naiwa kat sin ki, Dakwra uplika nani ba, Krukira uplika nani ba, Twapi uplica nani ba Wangki tasbayara, witin nani ba ainina Miskitu pali makras sa, Miskuyu makisa.

vivo, especialmente su nombre. Asi pues, la gente de Miskut tomó el nombre de Miskut Uplika Nani (la gente de Miskut) o Miskut Kyamka (descendientes de Miskut). Algunos años después, los Miskut Uplika Nani poblaron Bihmuna, y algunos de sus miembros fundaron Sandy Bay, Uskira y Lidakwra; un pequeño grupo fundó otro poblado al que lamaron Dakwra, ya que del gran grupo original se desprendió una parte que llegó a ese lugar. Más tarde, se encontraron con otra tribu más al sur, que era los Tawahkas (Sumus), que en aquel tiempo se denominaban de acuerdo con el grupo, tales como: Ulwas, Twanka, Awawa, Malipuk, Tawaspi, Pansaka, Panamangka. Los Tawahkas del río Coco fueron los primeros en llamar Miskut-u a la gente de Miskut, ya

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que como no hablaban su lengua, no podían decir Miskut Uplika Nani; les era mas fácil decir Miskut-u porque u, en lengua Tawahka, significa gente. Los españoles y los ingleses, cuando llegaron, denominaron miskitos a la gente de Miskut, ya que no podían pronunciar Miskut-u. Poco a poco, los propios miskitos tomaron ese nombre, imitando a los españoles y a los ingleses. Actualmente, los habitantes de Dakwra, Krukira y Twapi en Nicaragua, no se denominan Miskitos, sino Miskuyu. Escrito por: Jairo Wood Granwell

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El gigante, el kisi que se llevo a un niĂąo. Jorge y Juan Carlos.

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DUNGKI TIWAN TUKTA KUN BRIWANBA KISI KA Tukta waikna kum bâra kan, dis tumaia baman wataukikan. Yu kum kan, yaptika mita plun iki yaban taim, uba nan lupia yabuya wisi, tumi unuh kum kan bîlara kangh aimakan. Aimakan kat thai yapan. Mahka tihmya iwan bâra, kisi tara kum, unta tîla ba wina, baltakan, aibila bara: —Dungki tiwan kiu kiu kiu. Dungki tiwan kiu kiu kiu —wisiki bal, unuh kata ba miski bûki prak brih wan. Bara tukta waikna kata ba lika aidahra sin walras tadi yapikan.

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EL KISI QUE SE LLEVÓ A UN NIÑO Había una vez un niño que vivía con sus padres. Este niño era desobediente y siempre que llegaba la hora de la comida y la mamá le servía sus alimentos, él no quería comer porque decía que le daban muy poquito. Un día, cuando la mamá le sirvió la comida, volvió a murmurar diciendo que le había dado muy poco, y se salió de la casa. Se metió en un mortero y se quedó dormido. Cuando llegó la noche, salió un kisi (hombre de la selva) del monte, diciendo:


Mahka unta târa lilara wapikan bâra, tukta waikna ba kupya tangh krawan, aidahra walan taim kisi pahpayara kan, bara sibrin pali daukan. Bara witin naku lukan – dus tnawa kum munhtak lui wabia taim yang bâ wina prak alkaisna, baku lika yang swakwamna. Bara lukam baku daukan, dus tnawa kum munhtak kisi ba lui wan bâra, bâ wina prak alkan; kisi kata ba aidahra walras tadi wapi wan. Tukta waikna ba, bâ wina kahwi, plapi aiwatla kat baltakan. Baha yua wina tuman ba mahka swin.

—Dungki tiwan, kiu kiu kiu, dungki tiwan, kiu kiu kiu. (Se me ha perdido algo, kiu kiu kiu). Se acercó al niño que dormía, se puso el mortero sobre sus hombros y regresó al monte. El niño seguía durmiendo, sin darse cuenta de que el kisi se lo llevaba. Cuando ya había caminado bastante, el niño se despertó. Se dio cuenta que estaba en los hombros de un kisi y le dio mucho miedo. Pero pensó en hacer algo para salvarse, y esto fue lo que se le ocurrió: “Cuando el kisi pase por debajo de una rama, yo me voy a quedar colgado; así el kisi no se

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dará cuenta y yo me podre salvar”. Hizo exactamente como lo había pensado. Se quedó colgado de una rama, y el kisi sin darse cuenta siguió caminando. El niño aprovechó este momento y se fue corriendo hasta su casa. Desde ese día, el niño se hizo obediente y no volvió a murmurar por la comida. Traducción de Elmor M. Wood

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Abra, abra, abra, cierre, cierre. JosĂŠ Manuel Kenmer.

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BUKUTS, BUKUTS, BUKUTS, PRAUS, PRAUS, PRAUS

ABRA, ABRA, ABRA, CIERRE, CIERRE, CIERRE

Pyu wala kan Limi ba lui aulakan, Tibamh ba lika dus bahnara kâku slamika ulikan, bara. Limi kataba, kang kaikisi, mahka Tibamh kata ba, wîna sauhkaia wisiki, krisi takisa.

Una vez, el tigre iba pasando mientras el conejo estaba meciéndose en la cima de un árbol. El tigre vio al conejo y se volvió loco por destruirlo. El tigre le dijo así al conejo:

Limi bui Tibamhra naku wisa:

—¡Hoy sí que dónde te vas a escapar!

—Naiwa lika man anira plapo swakma. Tibamh kata ba, tahti Lmira kaikisi naku wisa:

El conejo miró un momento al tigre y le dijo así:

—¡Ai!, tahti, yang aihka pâtkas, baha maimunan baihka, tubani nani; bisiura kisbibangwi bal wata. Yang aihka patitara wina, nâra bal kâku slamika ulisna, man sin want kaka bal uli puls,

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—¡Ay, Tío! Yo soy inocente. Los que te hicieron daño fueron mis sobrinos. Hace un ratito que pasaron gritando y riéndose. Yo estoy aquí desde hace mucho tiempo


aihka painsi. Limi tara kata, rait wisi wahwi uliwan bâra, Tibamh smatkira, dus tnawa kum wala wal pasa iki balan taim, bruswi kan tâ bara, aimihta bat is iki brinki muni, aibîla bara: “Praus, praus, praus, bukuts, bukuts, bukuts”, aisikan. Limi kata uliwan bâra, watawi naku win: —Tahti rait painsi, naha bîla nâra mihtam ba alangh dingki muni bara, praus, praus, praus wiram taim prak prawisa, bara, alas, alas wiram taim bukutwisa. Tahti Limi kata rait wisa wisiki, aimihta na ul slip dingki brîkan, pasa iki balan taim, ai bîlara praus, praus kan dus tnawa kata ba bal rauk saman; kli aibilara alas, alas kan, kau ni mihta

meciéndome en estas ramas, y está bien bueno. Si querés, vení a jugar vos también. El tigre, creyendo que era cierto, se subió al árbol. El conejo astuto puso su dedo en la punta de dos ramas que se cruzaban. Cuando venía la brisa, decía: —“¡Abra! ¡Abra! ¡Abra!”, y: “¡Cierre, cierre, cierre!”. Cuando el tigre subió, el conejo le dijo: —Tío, esto es bien bonito. Meté tu dedo entre estas dos ramas, y cuando le digás: “¡Cierre, cierre, cierre!” se cerrará, y cuando le digas: “¡Abra! ¡Abra! ¡Abra!” se abrirá. Tío Tigre, pensando que era cierto, metió su

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kata sami tartar baikan. Bâkat limi kata ba kisbisa sika ai bilara ban kiauh, kiauh. Bâ kat kan Tibamh kata ba lika pihwil lap tiwan. Limi kata kisbisi kawi plapi lap tiwan.

mano entera, y cuando vino la brisa dijo: “¡Cierra, cierra, cierra!”. Las dos ramas se juntaron y apretaron la mano del Tío Tigre. Éste entonces dijo: “¡Abre, abre, abre!”, pero las ramas apretaban más y partieron la mano del tigre. El tigre gritaba muy fuerte, con su grito característico. El conejo mentiroso huyó. Por fin, las dos ramas se abrieron. El tigre cayó y desapareció corriendo. Traducción de Orfa Jackson de Kendall (Brus Laguna)

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UN DEPARTAMENTO EN ALEGRÍA Hace miles de años, en la Moskitia reinaba una Guacamaya de espléndidos colores. Era adorada por todos los humanos y las aves del mundo. Era dueña de todo y no era mezquina con nadie. Era un país con muchas riquezas. Hasta aquí llegaban personas y animales de todo el mundo, de China, Italia, España; del país de las muñecas de madera, del de los peces verdes, del pueblo del hielo, del pueblo de los venados con cuernos de nubes, del de los pájaros pescadores; en fin, de pueblos de todos los rincones. Llegaban árboles voladores, hermosos patos colgados, ollas habladoras; siempre había fiesta y todos bailaban o comían en las bellas lomas cerca

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de las playas de la laguna. No había tristeza, ni llanto, ni maldad. Los niños jugaban con alegría y los viejos contaban sus historias. Los jóvenes no tenían vicios. Los animales bailaban con la gente. La Guacamaya se sentía alegre de ver a su pueblo alegre. Venía gente de Santa Bárbara para escuchar leyendas de los viejos. La Guacamaya era un rey sabio, con mucha riqueza, no le interesaba el dinero, solo el bienestar de su país en alegría. No permitía que nadie tocara a su pueblo, no había niños huérfanos. Ese país se llama Gracias a Dios y su capital es Puerto Lempira. Cristian Adalid Mendoza

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CUENTOS Y RELATOS DE LA COMUNIDAD INDÍGENA LENCA

El cipote del cantaro. Lucia Dinora Gutierrez

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JUAN DE LA CUEVA En una cueva, cerca de una balastera, más allá del cerro, vivía un anciano llamado Juan. Dormía sobre un tapesco. Tenía una hornilla de piedras y, para su suerte, un pequeño río corría cerca de la cueva. Recogía mínimos, naranjas, mangos, eran sus frutas preferidas. Por las noches escuchaba aullar a los coyotes y cantar a los chiquirines. Siempre fue un anciano feliz, sus amigos eran los animales del campo y las flores silvestres. Pero un día lo encontraron muerto. Los habitantes del pueblo fueron a recogerlo para hacerle un funeral adecuado y contaron que era un anciano sabio. Bredil Ovinson Ramírez Osorio, Escuela Lázaro Martínez, Montañuela, Masaguara

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LA SIGUATA EN SU JACAL La Siguata vivía en el bosque, a la orilla de un río. Era una güirra chirota que no vendía los tamales por quedarse en la choza bebiendo atol en su guacal. Cierto día tenía que ir a dejar comida a su papá al trabajadero, llevaba la comida en la cesta de mezcal y agua en el cumbo de calabaza; al regresar se dio cuenta que había dejado su matata colgada en el guamil. Ya en la noche, la Siguata estaba bien dormida en el tapesco, y de repente se despertó por un grito del jolote. El jolote se asustó porque el nagual se lo quería llevar de las plumas. La Siguata se levantó sonámbula, se golpeó en el chuzo y chillando se volvió a acostar. María Dolores Hernández Paz

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UN RECUERDO La voz viva de mi papá venía a mi recuerdo: —Juan, meté el guacal a la alforja, para traer el maíz. Yo tan emocionado de ir con mi papá al campo. Corrí a traer la guarizama, el cumbo y los tecucos. Mi mamá me decía: —Güirro, no vayás chuña, ponete los caites. Y mi papá gritándole a mamá, que estaba limpiando la tumbía con el viejo yagual para moler el nixtamal: —¡Tostame las tortillas y los choros en el comal! Cuando cayó la tarde, papá trajo el ochón de ocote, anunciando que el día había terminado. Elsa Azucena Molina, Iris Velásquez Orellana

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El día que las ollas cantarón. Edgar Reinaldo Gómez.

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EL DÍA QUE LAS OLLAS CANTARON Un día, unas ollas de barro se pusieron de acuerdo para cantar una canción. Unas iban a tocar y otras a cantar, y todas se pusieron de acuerdo sobre la canción que entonarían. Tenía que ser una linda canción. Estuvieron ensayando mucho tiempo hasta quedar satisfechas. Era la primera vez que se presentaban ante un público. Llegado el día cantaron tan bien su repertorio que siempre les pedían repetición y la gente las felicitó mucho y les aplaudieron y se fotografiaron con ellas. Lástima que las ollas de aluminio no sabían cantar. Ronald Daniel Vásquez Juárez

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Elsy Noemy Hernandez_El saracoco y los hombres

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EL SARACOCO Y LOS HOMBRES Un Saracoco estaba sentado en un ocote mirando para todos lados, pero no miró a los hombres que estaban cerca y lo mataron. Al instante, el Saracoco revivió y se fue para el monte. Los hombres lo buscaron y no lo pudieron encontrar, y se regresaron a comer, y después que comieron se fueron a la milpa. La milpa ya estaba grande y regresaron por si encontraban al Saracoco. Los perros ladraron y lo encontraron. Los hombres corrieron a matarlo, pero el Saracoco no se dejó. Le tiraban piedras y ninguna le pegó. Sin embargo, una de las piedras pegó en el ocote y lo desbarrancó. Pero el Saracoco voló a otro ocote. Los hombres lo buscaron hasta el anochecer, pero no lo pudieron encontrar, y el Saracoco siempre estuvo muy cerca de ellos. Edgar David, Escuela José Santos Aguilar, Arenales, La Esperanza, Intibucá

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El oso y el niño. Santos Alexis Pérez Castro, Nimer Alfredo Rodríguez.

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EL NIÑO Y EL NAHUAL Un niño llamado Juancito se encontró con un nahual en medio de la noche. El nahual pretendía chuparle la sangre, pero como el niño era listo, le agarró la lengua (una lengua muy larga y delgada) y se la amarró entre sus propias patas. El nahual pensó que le estaba chupando la sangre al niño y ni cuenta se daba que se estaba chupando su propia sangre. Se fue poniendo seco, sequito, como una rama y ya no pudo caminar y se murió. Jaime Noel Domínguez, Adonay Josué Rodríguez Lorenzo

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La competencia de los atoles. Norman Abel Rodríguez, Hermes Raúl Gómez.

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LA COMPETENCIA DEL ATOL AGRIO Y EL ATOL DULCE En la comunidad de El Cerrón, Yamaranguila, en tiempos de la cosecha de maíz, el atol agrio y el atol dulce querían saber quién era el mejor, y decidieron hacer una competencia. Convocaron a toda la gente de la aldea para que probaran y saborearan su atol favorito. Y luego dieran su veredicto. Todos los participantes quedaron muy sorprendidos de lo sabroso que eran estas bebidas, y no se podían decidir por uno de ellos. Al final, el Consejo de los Ancianos dijo que ninguno de los dos podía faltar en esa comunidad. Ligia Pamela Fonseca Manueles, José Pablo Méndez

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La mazorca que volviรณ a ser montuca. Maynor Ariel Lorenzo, Santos Victor Gรณmez.

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LA MONTUCA QUE VOLVIÓ A SER MAÍZ Había una montuca que quería volver a ser maíz. No le gustaba como estaba, así gorda, rellena de pedazos de pollo, pero su deseo no se cumplía. Un día, la montuca de repente volvió a ser maíz. Entonces era que no aguantaba el sol y que los pájaros querían comérsela. Resultó que no le gustaba la idea de ser una mazorca, pero tampoco la otra de ser una montuca. Estaba indecisa. Maíz o montuca. Montuca o maíz. Finalmente se decidió a ser maíz para siempre. Ese día, la señora de la milpa iba a tapiscar y la misma mazorca cayó dentro del costal. Uno de sus granos dijo desde el fondo del saco: —Me van a comer, pero ahora tengo otras posibilidades. Idania Yolibeth Hernández, Crystian Antonio Pérez

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La guacamaya sabia. Santos Alexis Pérez, Nimer Alfredo Rodríguez.

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UNA GUACAMAYA SABIA Se encontró la guacamaya con un zanate y empezaron a discutir a causa de un nido. Al día siguiente, el zanate volvió a iniciar la discusión y ésta se acaloró tanto que casi llegaron al punto de pelearse a puñetazos. Sin embargo, la guacamaya era sabia, y trató de evitar una pelea vulgar. Pasaba por allí un leñador y vio a la guacamaya saltando de rama en rama, eludiendo la pelea y a un zanate enardecido que la seguía. Se notaba que la guacamaya no quería pelear. Entonces el leñador sacó su honda y lanzándole una piedra acertó a darle al zanate, que allí mismo quedó dormido. La guacamaya solía decir: Evitar no es cobardía. Era tan sabia, que la eligieron Ave Nacional de Honduras. Así vive en las montañas, admirada por todos los hondureños. Sintia Nohemy Gómez García

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Los tizones encendidos. (El día que los tizones llorarón) Roney Alexander Rodríguez, José Jesús Mejía.

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EL DÍA QUE LLORARON LOS TIZONES DEL FUEGO Platicaban dos gigantescos árboles que crecían en un bosque, cerca de una casa. Se contaban de pájaros y de vientos, cuando sintieron la primera herida. Una leñadora que pasaba por allí, con ayuda de una sierra eléctrica cortó sus troncos, mutiló su ramaje y hendió su leña para venderla. Ese día, las dueñas de las casas de la zona prendieron el fuego y no pasó nada, pero al siguiente día, la primera madre que se levantó a prender el fuego de la hornilla, miró con horror que una rama de aquel gigantesco árbol estaba viva. La rama se estremeció al sentir que le rozaba la primera llama de fuego. Sintió muy calentito al principio, se quería quedar adormecida, entre la tibia ceniza, pero le siguieron echando más leña. La abanicaron con un sombrero para que se avivaran las llamas y de improviso, comenzó a gritar con grandes lamentos y alaridos. Las personas de esa casa quedaron impresionadas por lo que sucedió. Fue ese el único día que vieron llorar a unos tizones. Carlos Daniel Morales López

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UN PIROPO ENGAÑOSO Una cipota pasó una vez por un mercado y la señora que vendía le dijo: —Buenos días, niña… La cipota, como era creída, no le contestó el saludo. Más adelante un muchacho la piropeó: —¡Adiós, ojitos de Limpia mundos! Y la muchacha, muy sonriente, le contestó: —¡Adiós, joven! Cuando llegó a su casa, contó a su mamá el piropo que le dijeron. Su mamá le dijo: —¿Para qué le contestaste? —no ves que te dijo: Adiós, ojitos de cute? Suamy Enoc Martínez, Marlon Orlando Pérez

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LA PRINCESA ZARABANDA El cacique Chiligatoro, conocido también como Laguna Pintada, estaba enamorado de la princesa Zara, mejor conocida como Zarabanda. Laguna Pintada se disputó a esta princesa con el cacique Cukinka de Cacauterique. Pelearon con armas desconocidas. En la zona donde combatieron, actualmente existe un lugar conocido como El Boquerón. El Boquerón, ahora, es un bello sitio turístico. José Ángel López

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El gusano cabeza de flores. Nelson Dolo.

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EL GUSANO CABEZA DE FLORES El gusano se subió a una mata con flores y se llenó de ellas la cabeza y todo el cuerpo. Dijo que se iría a bañar al río para quitarse las flores, pero, al ir a la poza, se cayó de la hoja en que navegaba y fue a dar a un jardín donde se cubrió de más flores. En verdad, se llenó todo el cuerpo. Después de muchos atrasos volvió a la poza y se bañó. Se enjabonó, se restregó con fuerza, pero no pudo sacarse todas las flores. Siempre le quedaron flores en la cabeza y en el lomo. Por eso es que le llaman gusano cabeza de flores. Gerson David Vásquez Pérez, Darvel Enil Gómez Manueles

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El héroe Nixtamal. Brayan Jared López García, Wilson Noel Pérez García.

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NIXTAMAL, EL HÉROE LENCA Una vez un niño lenca llamado Nixtamal, quiso proteger su planeta del ataque de unos extraterrestres. La hazaña era difícil, y para lograrlo, se fabricó un escudo de barro, del que sirve para hacer comales. Antes de que los extraterrestres atacaran, se plantó con su escudo nixtamal y resistió como pudo. Los adversarios le gritaban ofensas y lo amenazaban con lanzarle meteoritos. Cuando cumplieron su amenaza, los meteoritos se desviaban y fallaban porque el escudo de Nixtamal estaba agarrando mayor poder. Los extraterrestres planearon usar sus armas más poderosas, pero el guerrero se dio cuenta y fabricó otro escudo más grande. Con eso casi estaba listo para la guerra total. Solo le faltaba sacar de su escondite la gran espada de varas de guayaba con puntas de hierro. Armado así, los extraterrestres jamás pudieron vencerlo. Desde aquel tiempo es conocido en los libros de historia como Nixtamal, el héroe lenca. Brayan Jared López García, Wilson Noel Pérez García

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CUENTOS Y RELATOS DE LA COMUNIDAD INDÍGENA TOLPÁN

Gallo macho (Costriya cocoy). Bayron Iván Garmendia, María Cristibe Martínez Sosa.

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¡TSJÁN TS’UTUS JOC’ MO’O!

¡QUÉ FLOR DE MONTAÑA!

Nin lo nt’an tjevele Juan Martínez, cacique tjacj Yoro mpe nina la tribu Santa Martha, municipio Yorito, Juan Martínez jupj Cipriano Martínez jococoy jupj p’iya cacique.

Este nombre lo dijo Juan Martínez, cacique que vino de Yoro, de la tribu Santa Martha, municipio de Yorito. Juan Martínez fue abuelo de Cipriano Martínez, cacique de San Juan de Orica.

Jupj cacique ’ama mo’o jastjejyama jupj baston ’ama ’in ’its’its’ mo’o jastjejyama ne justjinyuca mo tjeme ma po latjüp’üyünü, ne nin tjevele:

El cacique introdujo su bastón en el húmedo centro de la tierra de la montaña y vio cómo se hundió sin mucho esfuerzo, entonces dijo:

— ¡Tsjan ts’utus joc’ mo’o!

—¡Qué flor de montaña!

Ne nepe jacj jupj lo joc’ plutsjuy ts’utus mo’o.Jupj presidente don Miguel Paz Barahona, tjejyu’ta tjivyuja ama ne mil novecientos veintisiete a mil novecientos treinta ne jupj topografos tjowelepj nina po ’üsüs yupj tjil norte po’o organiza jistjepyala la tribu San Juan nt’a.

De ahí proviene el nombre de la Montaña de la Flor. El Presidente Don Miguel Paz Barahona, mandó a medir las tierras de la montaña en el año 1927-1930, y los topógrafos le dijeron a la gente tolpán que mejor se pasaran al sector norte. Así se organizó la tribu de San Juan.

Cipriano Martínez custjecyonca yupj topógrafos. Yaca nasa setenta y ocho años juramentar latjajay cacique mpe la tribu San Juan nt’a, nin latjiji jupj Gobernador Político de Francisco Morazán. 82

Cipriano Martínez acompañó a los topógrafos. Hoy hace setenta y ocho años de haber sido juramentado cacique de la tribu de San Juan, por el Gobernador Político de Francisco Morazán. Roque Martínez


PÜNA TEPYALA T’ÜCJ WAY PÜLÜCJ PATJA NT’A QUIYANA PÜNA TEPYALA, DE MARÍA CELESTINA Y MARIANA Püna tepyala t’ücj way pülücj patja nt’a quiyana püna tepyala de María Celestina y Mariana yupj patja pülücj patja nt’a tsjuts’ ‘üsüs jupj tsjü’itsja castlya simunune tsje t’em castlya tsjicj jasin patan jomwe ts’iuya jislal jawelwpj tsjan mayolopan jis jala patan jis ts’upj mop’in la sin la manun castlya jupj ts’uyupj jisas. Nenyava castlya ts’uvya lal tjojom nin p’iya tsjinacj lal tjocjol la t’üjün jomwe. Anselmo pjani tamacas ma p’yasa jupj lamay jit’a wüpj locutj ‘awá juslot’ol tsjay ‘üsüs ve ‘ücj la tjajay ‘Awa pope wala tjevele püne tepyala nasa janucj nepe jiquil nya p’in jupj woyum tsequene ‘amá ‘onsa porrón ‘awa mo’o copjes plala t’us na’a ‘onsa pjani lo cjulucj pjolacj ‘ücj lajay lalas nin pyatjequecj cupj.

HISTORIA REAL DE MARÍA CELESTINA Y MARIANA Esta es la historia de María Celestina y Mariana. Ellas viven en la comunidad de Hierba Buena. Su trabajo es criar gallinas, patos y pollos. Siembran guineos, badú y patastillos. Ellas se quejan porque sus animales se comen los hijos de los guineos. Pero es muy importante la siembra y crianza de esas aves. A sus hijos les gusta por ejemplo la gallina con patastillo sancochado o también los frijoles molidos con tajadas de badú. Anselmo es un joven muy obediente. Su mamá lo manda a traer leña para atizar el fuego. ¡Qué rico sale la comida preparada al calor del fogón! Nos cuentan en su historia que cuando miran venir a corta distancia a su marido, corren a poner el porrón al fuego para preparar el café. Colocan una hoja de higuera en la orteza y sirven su alimento. Así vivimos nosotros. ¿Y ustedes? Santos Celestina, María Montes y Mirna Rosales

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JUPJ PÉ LAJUL

LA PIEDRA DEL HOYO

Jupj jomü’en jul ló lajul, joc’ ‘alá. Nin nt’a pajal pe pülücj jatja. Ma polel wama la wü’i nin, pjü quelel wama jil lacjayapj mo püsta mpes.

Hay una cueva llamada El Hoyo, ubicada debajo de una montaña. La entrada es rocosa, nadie se atreve a entrar en ella, todo el que se acerca le da temor por la gran oscuridad

Pajal Pülücj lyawun mayola jupj na nam, ts’iyu, manta, p’iyom, pü’a pücü’e, pü’a, yucjuts’, pjeme, ts’ipaya, pavas pjesme, pü’a ts’ipay, pjü t’unun yustapj jawots jupjs jupj tsjim popa t’unan. Yupj jasin nopj, tsjin, patan nú y jomu’e pe joc’ mo’o pé jul.

Existe gran cantidad de animales como quequeos, micos, zopilotes, tepezcuintles, tigre, león, cusuco, zorrillo, pájaros, parvas, quetzales, pájaro león, gorrioncillo de todo color chupando flores de chinapopo. Se siembran cultivos de maíz, frijoles, guineos, ayotes y camote en la montaña de la Piedra del Hoyo.

Jawelepj joc’ mo’ó pülücj jal, tya’a nina pe lajul pje pülücj jul ne ‘üsü tsjicj jama pjavin. Jis ts’uyupj tsi ‘lajay lajul jin nepe nin wa, noymes jil joc’ mo’o tsjiyo lal ja’ünan joc’ mo’o.

Se cuenta que la montaña tiene varias cuevas, que tiene una piedra blanca con varios hoyos por donde sale una quebrada, son hoyos con declive. Las familias cultivan en las planadas y también en las laderas, los hombres cazan con perros en el monte que rodea la montaña. Manuel Antonio Ponce Sevilla y Marcio Martínez Martínez

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Un caballo perdido en la montaña. Rosa Blanca Martínez, Keibeylin Paola Martínez.

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PJANI CAVYU LEN TJEVYALA JOC’ MO’O

UN CABALLO PERDIDO EN LA MONTAÑA

La winin lapal cavyus len tevyala joc’ mo’o ‘ücj jisas tolpán nopj sina ne tsjin.

Hay que salir a buscar la bestia que se perdió en la montaña.

Wosis jun nvilicj nt’a t’em jupj tsjun jala guayabas. Castlya lictjya jupj manta justjinyuca mpes ‘iyo jay casa’a jasá’sa. T’awana lüpjü jastiyocj ‘üsü na’a la ts’iya campa narajas yo jay nt’a napj cavyu lecj tjya len tevyala joc’ mo’o.

La alegría del tolpán es sembrar maíz, ayotes y frijoles. En el patio el pato y el jolote se comen las guayabas. La gallina se asusta al ver al pizote encajado en el ocote. Por la tarde el viento fuerte y la tormenta tiraron lejos las naranjas del árbol. Mi caballo se azoró y se perdió en la montaña. Teodoro Martínez, Décimo Martínez, Alejandro Chirinos

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Don neche. EstĂŠfany Gisssel Montoya, Cindy Lizeth Garmendia.

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DON NECHE

DON NECHE

Jamatsja Neche pjani ‘üsü napo’o, lecj way tjacj jopj pjani jas tula ‘etjele tjevyots’a naraja, lecj way tjejya ne’a tjeme pecj pjani jay’ osoj tjüpü’enque jasquipj Necho, la tjinyuca püste na la nüjüsa José, lal Necho t’emel jaylacj tje’aya la tjiji Rosatinta tya’a tsja tya’a pjani tina, na’a jala lima po’o locopyaya tjeme pülücj patja nt’a jaylacj lajay p’ülüy jamay jinwa nasa jacj tsjan tjucun po püs lotjyawüja, ts’equene ts’equene chiverro casa’a tjüjunsa pwel la tjapjala yo po’o te tjepyala jupj jasquipj.

Iba Neche cruzando una quebrada, de pronto le salió un canecho. En su cansancio se puso a chupar naranjas, luego se quedó dormido y pasó un ladrón que le robó la gorra y el pantalón. Neche esperó la noche, se encontró con don Joche, Neche le vendió la Rosatinta que tenía en una tina, colgada en un palo de lima, después se fue para las colinas a comprar ropa donde su madrina. Al regresar venía por un cerro y lo asustó un venado, al correr y correr se paró en un chiverro y se enredó en un napoleón ensuciándose nuevamente su pantalón. Cándido Chirinos, Décimo Martínez, Alejandro Chirinos, José Luis Martínez, Teodoro Martínez

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NIÑOS Y NIÑAS CON RAÍZ PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN BÁSICA SE IMPRIMIÓ EN EDICIONES E IMPRESIONES SPACIO GRÁFICO LUGAR TEGUCIGALPA, M.D.C. EN EL MES DE JULIO DEL AÑO 2016 SU TIRAJE CONSTA DE 500 EJEMPLARES

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