¡Qué vuelva la lluvia!

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¡ Qué vuelva la

lluvia!

Ilustración: Elena Sánchez

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CARTA A LAS NIÑAS Y NIÑOS DE CHOLUTECA Hay regalos que nos llenan de felicidad por su color, su sabor, su aroma; por lo novedoso que resultan o bien, porque significan algo importante en nuestras vidas. Hablando de regalos, cierto día recibí una llamada para colaborar con la creación de un libro de cuentos para ustedes, los niños y niñas de Choluteca. Les confieso que no dudé en decir que sí porque nunca había tenido una vivencia de esa naturaleza, y tampoco imaginé que esa llamada significaría un regalo para mí. Esta ha sido una experiencia hermosa. Hay obsequios personales que los atesoramos en un baúl. Este lo llevo en el corazón y es mi deseo compartirlo. Los niños y niñas de la Escuela Proto Esteban Guillén, de Piedras Azules de la ciudad de Choluteca me lo obsequiaron y ahora es para ustedes.

Glenn Lardizábal Navarro Octubre 2014

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A LAS Y LOS DOCENTES Y ESTUDIANTES Uno de los conocimientos más valiosos con que contamos, es que para aprender hay que leer. Los libros son las puertas al conocimiento y no podemos abrirlas si no sabemos leer. Los libros nos llevan a mundos de imaginación mientras satisfacen nuestra curiosidad natural, nuestro deseo de aprender. Lo primero es aprender a leer, y solo se puede lograr leyendo. Solo la lectura permanente nos convierte en buenas y buenos lectores, por eso hay que leer todos los días. Esta colección de textos escritos por los niños y niñas de Choluteca, está llena de fantasía e imaginación, por eso creemos que despertará un gusto especial por la lectura, y logrará divertir a estudiantes, maestros y maestras. Fueron hechos para ser compartidos en la escuela, la familia y en los espacios públicos de la comunidad. Debemos hacer de la lectura una empresa de todos y todas hasta que las niñas y niños logren una lectura fluida y comprensiva, con la dicción adecuada, de esa manera lograremos mejores rendimientos académicos. Docentes de español han recomendado que los alumnos y alumnas propongan actividades para fomentar la lectura con este libro, que se realicen actividades no solo en el aula, sino en el patio de la escuela y en la casa. Por ello es recomendable crear un programa de lectura que funcione periódicamente, de manera semanal y mensual. Que se organicen las niñas y niños lectores y se realicen lecturas propuestas por ellos y ellas, que compartan sus experiencias de lectura en la casa y en la escuela y que siempre se comente lo que se haya leído.

¡Disfruten una creación maravillosa!

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RECOMENDACIONES PARA LEER EN FAMILIA La lectura en familia es la más recomendable porque en la convivencia podemos compartir dudas, sugerir ideas y solucionar dificultades. Algunas recomendaciones para la lectura en la familia son las siguientes:

✓✓ Definir una hora en el día y un espacio en la casa para leer. ✓✓ El lugar debe ser cómodo y estar iluminado. ✓✓ Seleccionar juntos o juntas el texto que se va a leer. ✓✓ A las niñas y niños pequeños hay que señalarles con el dedo las palabras mientras se leen, esto les servirá para relacionar lo escrito con lo que oyen.

✓✓ Siempre hay que explorar el título, haciendo que la niña o niño lector participe intentando anticiparse al contenido del texto.

✓✓ También hay que explorar lo que observan en las imágenes haciendo preguntas sobre qué ven y a qué se refiere.

✓✓ Interrogarlos(as) cada vez que sea necesario para saber lo que imaginan sucederá a continuación.

✓✓ Solicitarles que cambien el final de un cuento o relato si lo desean. ✓✓ Al final de la lectura, preguntar sobre qué se leyó, a qué se refirió el texto, qué opina de él, si les gustó.

¡Leer en familia es una gran idea!

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ÍNDICE

CARACOLES VOLADORES

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LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

12

HAY QUE BUSCAR LA PAZ DONDE LA HAYA

13

MAR ALEGRE

15

EL VALOR DE LA PAZ

16

SIMPLICIDAD

17

LA RANA DEL LAGO

19

SOLIDARIDAD

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PÍCORO

21

EL RÍO MÁGICO

23

¡QUÉ VUELVA LA LLUVIA!

24

CUIDEMOS EL AGUA

25

LA FAMILIA EJEMPLAR

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EL DÍA QUE LOS PECES HABLARON

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EL AYUDANTE

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SOÑANDO DESPIERTO

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EL RÍO MÁGICO

32

LA VIDA ES BELLA

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EL VALOR DEL ESTUDIO

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LA PIEDRA Y EL COYOL

36

KEVIN Y SUS ESTUDIOS

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UN MEJOR AMBIENTE

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UN NUEVO AMIGO

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LOS OJOS BONITOS DE ELIZABETH

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CONSTRUIR EL AMOR

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EL NIÑO MENTIROSO

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EL CAMBIO

45

CUENTO DE UN PUEBLO PACÍFICO

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EL ESPÍRITU DEL TRABAJO

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el mu a S n: aci贸 r t s u l I

s ero u g Tri

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Lecturas de

Choluteca

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! Que vuelva la lluvia ยก

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Ilustraci贸n: Los caracoles voladores, Yensi Gissel Maradiaga

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CARACOLES VOLADORES En aquel tiempo, dos caracoles querían volar como las aves pero, naturalmente, no podían hacerlo. Testarudos, pensaron en conseguir grandes hojas de malanga, pintarlas de colores y agitarlas con sus tenazas al modo de los pájaros. Pensaban que era divertido. Los demás animales, que se habían burlado de su idea, esa misma tarde, los vieron volar. Yensi Gissel Maradiaga

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LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL En 1942, cuando ocurrió la Segunda Guerra Mundial, en una ciudad de Rusia vivía un niño llamado Glenn Lardizábal que quería que no hubiera más guerras en el mundo. No estaba de acuerdo en que se matara a las personas. Pensaba que los gobiernos declaraban las guerras y los habitantes de sus países, pagaban con su vida. Propuso hacer una reunión con los presidentes de los diferentes países y estudiar el asunto. Ellos aceptaron la propuesta y la conclusión a que llegaron unánimemente puede resumirse en cuatro palabras: ¡No a las guerras! Tatiana Marisol Vásquez Garache

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HAY QUE BUSCAR LA PAZ DONDE LA HAYA En Choluteca había mucha gente en guerra personal sin que por un momento pasara por su mente la idea de la paz. Podría decirse que buscaban la paz donde no la había. Un día llegó a Choluteca, una nueva familia de costumbres intachables. Ninguno de sus miembros peleaba con nadie, todos vivían en paz. La gente se preguntaba por qué esas personas se comportaban de forma tan diferente y ellos mismos lo explicaron: —Dios no nos ha enviado a vivir en guerra sino a vivir en paz, con la consigna de amarnos los unos a los otros. Hablaron mucho tiempo de la paz. No de una paz de bandera blanca sino de una paz de amor al prójimo. Así fue que Choluteca se unió en la verdadera paz.

Glenn Lardizábal

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Ilustraci贸n: El mar alegre, Josu茅 Wanderley Meza Flores

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MAR ALEGRE Un mar estaba muy triste, porque los habitantes del puerto le tiraban encima la basura. Pasaron los días y el mar seguía deprimido. En eso pasó un hombre y miró la pesadumbre del mar. Le preguntó qué le pasaba y el mar le respondió lo que ya sabemos: —Cada vez que vienen a bañarse, me contaminan. El hombre reflexionó. Fue al pueblo y reunió a unas cuantas personas. Al volver empezaron a limpiar las playas y las aguas. Cuando terminaron, el mar se puso alegre, como siempre.

Josué Wanderley Meza Flores

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EL VALOR DE LA PAZ Era un pueblo tranquilo, llamado La Paz. Sin embargo, un día los habitantes perdieron el sosiego, se revolvían por cualquier cosa, discutían, peleaban, se gritaban como locos y nadie podía poner orden. —¿Por qué hay tantos problemas y peleas? — preguntó un niño a su mamá. —Porque no quieren seguir las reglas —contestó ella. Entonces el niño habló con los hombres y mujeres del lugar. Les habló de la paz y de lo inconveniente de las peleas. El primero en reconsiderar lo que decía el niño fue el Gobernador, luego todos se calmaron y hablaban sobre lo agradable de compartir una partida de ajedrez o de damero. La paz retornó a aquel apacible pueblo y el niño sonreía complacido. —¡Qué viva La Paz! —decían los pobladores, muy contentos. Pamela Iveth Fuentes, Sulmi Elizabeth Núñez Espinal, Marbeli Vanessa López Cabrera

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SIMPLICIDAD Los niños jugaban en el patio de la escuela, pero uno no. Otro niño se le acercó y le dijo: —¿Querés jugar? —Me gustaría —respondió el interrogado— pero es que mis padres no me dejan. —¿Por qué no? —quiso saber el otro. —Porque ensucio mi ropa y no tenemos agua para lavar —dijo. Entonces el primer niño resolvió el caso con sencillez: —Vení a mi casa a lavarla —propuso. Y empezaron a jugar.

Leyser Magdiel Aguirre Herrera

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Ilustración: La rana enamorada, Cristian Yonatán Velis Laínez

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LA RANA DEL LAGO Hace mucho tiempo existió un pequeño lago, donde las ranas pasaban el invierno bañándose y divirtiéndose. Un día llegó una rana que se enamoró del lago y no quiso compartirlo. Valiéndose de su tamaño, sacó a las demás ranas del lago y no las dejó bañarse allí. Cuando llegó el verano el lago se secó, pero las otras ranas habían construido una preciosa una piscina. Las ranas que retozaban alegrísimas dentro de la alberca, miraron a su amiga muy triste estirando el pescuezo para verlas jugar. —No te preocupés —le dijeron— nunca nos hemos enojado contigo. La metieron a la piscina y reiiciaron sus juegos como si no hubiera pasado nada.

Cristian Yonatán Velis Laínez

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SOLIDARIDAD Yo tenía un amigo muy pobre que siempre andaba sin dinero. En un recreo fue con nosotros a la pulpería y me di cuenta que él no andaba con qué comprar algo. Le di unas monedas para que comprara y compró dos bombones. Cuando salimos de clase me dio uno. Lo bonito fue que me sentí muy bien al compartir lo mío. Y parece que él también sintió igual. Así me ha enseñado mi mamá. Así he aprendido a ser solidario.

Luis Antonio Maradiaga Ponce

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PÍCORO En un parque llamado Carías, hay un ave llamada Pícoro. Tenía su ala fracturada y no podía volar. Estuvo una semana en esas condiciones. Llegó un niño a sentarse bajo una palmera y miró al pájaro cabizbajo y triste. Se acercó y comprobó que tenía un ala fracturada. Inmediatamente tomó al ave entre sus manos y la llevó al veterinario para curarla. Finalmente el ave se recuperó y volvió a volar.

Junior Alejandro Rodríguez, Lester Josué Reyes Reyes

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Ilustración: El río mágico, Merlin Ariel Espinal

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EL RÍO MÁGICO Hace mucho tiempo existió un río que hacía realidad los deseos de la gente del pueblo. Un día los habitantes pidieron tanto que el río mágico se molestó. Un aldeano fue al río a pedir que todos los aldeanos fueran felices y el río le dijo: —No me pida más. Estoy dejando de ser mágico. Adiós. El hombre le contó a sus paisanos que el río ya no era mágico. Todos dijeron: —Ya no tenemos a nadie que nos cumpla los deseos. El aldeano, entonces, se acordó y dijo: —Yo pedí como último deseo, que todos fuéramos felices. Y así lo fueron para siempre. Merlin Ariel Espinal

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¡QUÉ VUELVA LA LLUVIA! Las personas de aquel pueblo tenían unos huertos sensacionales. Sin embargo, al pasar los años, la lluvia iba desapareciendo de allí y las personas estaban muy preocupadas porque todo se estaba secando. Ellos no hallaban cómo hacer, así que decidieron orarle al Señor de la Lluvia para que les mandara un poco. Al siguiente día volvió a llover, los huertos volvieron a echar sus frutos y todos vivieron felices para siempre. Luis Antonio Maradiaga

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CUIDEMOS EL AGUA Doña Julia lavaba la ropa todos los días en una cascada. Un día la cascada se agotó y se le vino un problema porque en los alrededores no había más fuentes de agua. No había agua, simplemente porque nadie la cuidaba. Una persona bondadosa se acercó a ella y le dijo que diría a doña Luisa que le permitiera donde lavar durante un tiempo. Doña Julia no se conformó solo con resolver su propio problema. El problema era de todos. Habló con mucha gente y se unieron para sembrar árboles y para que no botaran basuras en las calles. Al poco tiempo, la cascada volvió a tener agua y toda la gente del pueblito estuvo feliz. Lizni Abigail Rodríguez, Jensi Nayelis Contreras

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Ilustración: La familia ejemplar, Sulmi Núñez Espinal

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LA FAMILIA EJEMPLAR Alex y Vicky eran un león y una leona que vivía en la selva. Formaban una familia unida por el amor, algo que no era bien visto allí, donde imperaba la ley del más fuerte. Bastó que esta familia fuera amorosa para ganarse el odio y la envidia de las demás. Alex trató una vez de averiguar la causa de este encono. Y se lo preguntó a una cebra. —Simplemente los odiamos porque presumen de ser una familia perfecta —le confesó la cebra, sin muchas vueltas. —Eso no es verdad —dijo el león— nos gusta amar a todos. La cebra volvió a decir: —¿Es cierto eso? Si es así nos debes perdonar. Los hemos juzgado muy a la ligera. Otras bestias rodearon a los interlocutores y manifestaron su disposición a conocer mejor a la familia de leones. —Por supuesto que perdonamos su equivocación —dijo Alex— es perdonando como nos entendemos mejor. Muy pronto, Alex y Vicky abrieron una pequeña institución educativa que llamaron Escuela de Valores. Allí enseñaban todo lo que sabían, sobre el amor, el perdón y la solidaridad. A la escuela llegó un mono sabio que completó la tarea de construir un mundo mejor para todos. Todos los animales estaban muy agradecidos de aprender cosas nuevas. Sulmi Núñez Espinal

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EL DÍA QUE LOS PECES HABLARON En medio de un pueblito había un lago donde vivían muchos peces. Lamentablemente, se estaban muriendo poco a poco porque los pescadores pescaban demasiado y la gente echaba la basura dentro del lago. Los peces estaban enojados por eso y a pesar de su miedo, decidieron hablar con los habitantes del lugar. Niños ambientalistas y un grupo de tilapias celebraron una reunión. El mensaje de los peces era sencillo: ¡Díganle, por favor, a sus padres y amigos que no tiren basura dentro del lago, ni pesquen más porque habemos pocos peces y tenemos miedo de extinguirnos! Los humanos aceptaron que no iban a tirar basura y limpiaron todo el lago. También se implantó una veda de pesca. Un problema ambiental se había resuelto. Feyssal Soriano, José Alfredo Espinal

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EL AYUDANTE El niño era, indudablemente, muy solidario. Siempre estuvo identificado con los ancianos, los discapacitados y los niños. Su afición era ayudar a los demás. Un día, el niño ayudaba a una anciana a cruzar la calle, cuando vio que una pequeña niña también estaba cruzando pero sin ninguna precaución. Ella no veía el autobús que se acercaba como una bala. La reacción del niño fue inmediata. Saltó rápidamente hacia la niña y la apartó de la trayectoria del carro cuando le faltaban unos centímetros para golpearla. Todos los que pasaban por allí, aplaudieron bulliciosamente, A partir de entonces lo llamaron El ayudante. Merlin Ariel Espinal Veliz

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Ilustración: Soñando despierto, Tatiana Vásquez

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SOÑANDO DESPIERTO Un niño soñaba con tener alas de ángel. Ansiaba destacar, quería asombrar al mundo. En la escuela los niños se burlaban entre carcajadas: ¡Ja, ja, ja, ja, pobre tonto! ¡Cree que va a ser como los ángeles! El niño lo comentó con su mamá y ella le recomendó: —Nunca perdás la fe, siempre trata de seguir tus sueños. Jamás dejés de hacer lo que podrías hacer… Y el niño nunca dejó de soñar. Tatiana Vásquez

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Ilustraci贸n: La vida es bella. Pamela Iveth Fuentes

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LA VIDA ES BELLA En un pueblito llamado Las maravillas de la vida, vivía Lucía, una niña disconforme y amargada porque en su escuela la llamaban Gata. La razón del apodo es que sus ojos eran amarillos. A Lucia le disgustaba tanto su apodo que constantemente le decía a su madre que deseaba no haber nacido. Su mamá pretendía calmarla y le decía que no hiciera caso porque la vida es muy bella y había que aprovecharla y que no hay que tener esos malos deseos. La niña al escuchar las recomendaciones de su mamá se alegraba y comprendía que siempre se iba a encontrar personas que nos molestan. Pero lo que cambió definitivamente su conducta, fue un espejo donde se miró una mañana. Sus ojos eran verdaderamente hermosos. Hoy aprecia mucho su vida y agradece haber nacido. Sulmi Elizabeth Núñez y Pamela Iveth Fuentes

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Ilustraci贸n: El valor del estudio, Katherin L贸pez Cabrera

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EL VALOR DEL ESTUDIO En una lejana población había tres niños que les encantaba aprender cosas nuevas en su escuela. Una niña que pasaba diariamente frente a la escuela los observaba con cierto recelo. Ella anhelaba estudiar pero sus padres no tenían dinero para costearle los estudios. Y por eso, a veces, lloraba de impotencia. —¿Por qué llorás? —le preguntó uno de los niños, cierta vez que la sorprendieron en eso. Entre sollozos les contó lo que nosotros ya sabemos. Cuando la niña se asomó a la ventana, la siguiente mañana, los niños le dieron una gran noticia: Sus propios padres la apoyarían mientras le conseguían un buen trabajo a los padres de ella. Lloró de alegría. Entusiasmada, se puso a estudiar con los demás niños de la escuela. Siguieron adelante todos juntos y llegaron a ser grandes en la vida. Katherin López Cabrera

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LA PIEDRA Y EL COYOL Un coyol vivía en una hermosa palmera. Se escondía entre los demás porque no quería caer sobre una piedra gruñona que abajo vivía. Un día el coyol se despedía de su palmera cuando iba a la escuela, en el camino se resbaló y cayó sobre una dura piedra. La piedra se enojó y le dijo: —Fijate por donde caés. —Perdoname porque te golpeé —le dijo el coyol, sobándose la cabeza— es que mi palmera no quiere jugar conmigo y quería pedirte tu amistad. La piedra ablandó su corazón de piedra. —Bien, te perdono. También yo deseo ser tu amiga —le contestó muy satisfecha. Ahora la piedra y el coyol andan siempre juntos. Jensi Nayelis Contreras

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KEVIN Y SUS ESTUDIOS En la escuela de Choluteca llamada Proto Esteban Guillén, había un niño llamado Kevin. El niño solo pensaba en jugar video juegos. No se enfocaba en sus estudios ni le preocupaba otra cosa. Su maestra le preguntó: —¿Qué pasa con usted? Antes no era tan haragán. Kevin solo sonreía. La maestra habló con doña Isaura, su madre y le preguntó qué era lo que pasaba con Kevin. —Estoy trabajando y he descuidado a mi hijo, Profe, le prometo hablar con él —dijo la señora. A los dos días Kevin fue entendiendo que primero estaban los estudios y luego la diversión. Todos sus compañeros se asombraron por el gran desarrollo mental que Kevin demostró en lo sucesivo. Tatiana Marisol Vásquez

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Ilustración: Un mejor ambiente, Sulmi Elizabeth Núñez

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UN MEJOR AMBIENTE A José no le gustaba poner la basura en su lugar. Sus vecinos lo juzgaban por eso y lo regañaban constantemente. Al final, José se cansó de tantos regaños y comenzó a pensar de otra manera. La verdad es que sería lindo ver al pueblo sin basura, pensó un día. Al día siguiente reunió a todos sus amigos de la escuela y les dijo clarito que si querían vivir bien tenían que crear un ambiente limpio. Todos pusieron manos a la obra: Recogieron toda la basura, barrieron las calles, colocaron cajas para que la gente depositara sus desperdicios e hicieron una completa campaña de limpieza. Al ver su pueblo limpio, las personas le agradecieron a José y sus amigos y nunca lo volvieron a juzgar. Para un mejor ambiente tienes que limpiar, cuidar, respetar y amar, dice el cartel que ha pegado José en la pared de su casa. Sulmi Elizabeth Núñez

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UN NUEVO AMIGO Estaba el lápiz Oscar jugando en su patio, solitario, porque no tenía amigos. Aquel día había ido a la escuela y se había encontrado con Carlos, que era un borrador. —¿Querés ser mi amigo? —le preguntó él. —Claro —le dijo Carlos. Pero no venía a jugar como habían acordado y por eso Oscar jugaba completamente solo. De repente vio venir un borrador corriendo hacia él y sintió que se le encendía el corazón. Yensi Maradiaga

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LOS OJOS BONITOS DE ELIZABETH Elizabeth tenía unos ojos muy lindos, color de miel, que a todos encantaban, pero era tímida. Sus compañeras se ponían celosas porque las personas comentaban que Elizabeth era muy bonita. Eso a la niña poco le importaba ya que no era vanidosa y solo estaba interesada en tener amigas, pero sus compañeras lo tomaban mal. Elizabeth habló con ellas y les explicó lo que pensaba. No podía cambiar la opinión de la gente, pero la opinión de la gente tampoco podía cambiarla a ella. —Para mí, lo importante es la amistad —les dijo. Paola Gallardo, Marcos Fabricio Osorto

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Ilustraci贸n: Construir el amor, Luis Antonio Maradiaga y Kevin Josu茅 Amador

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CONSTRUIR EL AMOR Un mundo donde no existiera el amor estaría en vía de desaparición. No habría dicha ni alegría, ni las personas volverían a amarse más. Su destino sería vivir en una batalla perpetua, entre pleitos y gritos. Un día arribó al pueblo una buena persona. Al principio, la gente lo miraba mal, algunos lo abucheaban y otros llegaban a insultarlo. Él iba de casa en casa, buscando a alguien que lo acogiera, en vista de que no tenía dinero para pagarse un hotel. Al cabo de unas horas, una familia pobre lo recibió. Cuando entabló conversación, el buen hombre se dio cuenta que en aquella casa nadie sabía nada sobre el amor. Durante la comida comenzó a hablarles del amor. Les contó la dicha de servir al prójimo, el placer de dar sin recibir. Aquella familia comenzó a entender sus enseñanzas y luego mucha gente llegaba a escucharlo. El pueblo había empezado a construir el amor. Luis Antonio Maradiaga y Kevin Josué Amador.

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EL NIÑO MENTIROSO Lo mandaba su madre a comprar algo a la pulpería y compró un chocolate para él. Al regreso se puso a jugar en el cibercafé, y cuando llegó a su casa le preguntaron si había sobrado dinero. —Si, mamá. Seguramente lo perdí en el camino — decía. El niño mentía tan seguido que había adquirido una gran experiencia. Esa noche se fue a dormir y soñó que lo encarcelaban por andar contando mentiras. Cuando se levantó habló con su mamá y le contó la verdad: —Gasté el dinero que me devolvieron en un chocolate y en los juegos del Ciber. —No te preocupés, me gusta que me hayás dicho la verdad —dijo su madre. El niño prometió que nunca volvería a mentir. Su madre lo creyó y muy sonrientes se fueron a comer. Merlin Espinal, Josuad Meza

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EL CAMBIO En el campo donde vivía, Mario tenía fama de ser un niño muy malo. Esto hizo que sus compañeros no lo valoraran ni lo incluyeran en sus actividades. Sabían que algunas veces el mal con el mal se paga. —Es como verse en un espejo —pensó Mario— si estás sucio y despeinado esa imagen recibís. Si estás muy guapo, te verás guapo. Decidió cambiar su moral y ser diferente para que sus compañeros lo vieran también de forma diferente y lo supieran valorar. Marvin Fabricio Osorto Rivera, Merlin Espinal Veliz

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CUENTO DE UN PUEBLO PACÍFICO Cuentan que hace mucho tiempo existió un pueblo sin maldad ni violencia al que llamaron La Paz. En ese pueblo no importaba si una persona era pobre o acaudalado porque lo trataban igual, no lo humillaban, no lo discriminaban ni le otorgaban privilegios especiales. Su gente era solidaria y colaboraban gustosamente con quienes tuvieran necesidad. Daban de comer al hambriento y de beber al sediento, vestían al desnudo, protegían los débiles y ayudaban a los enfermos. En aquella ciudad se enseñaba a los jóvenes a respetar sus mayores, a tratar con cortesía a sus vecinos y a querer a su prójimo. Esto se hacía en La Paz, según mi abuelo que era de allí. Él se ha encargado de enseñármelo. Cristian Yonatan Velis Laínez

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EL ESPÍRITU DEL TRABAJO Al alumno Antonio, de la escuela El buen estudiante le encantaba la escuela pero su mamá no lo dejaba asistir todos los días. La maestra preguntó a su mamá por qué no dejaba que Antonio asistiera todos los días a la escuela. Le dijo que era un niño inteligente y amable y que podrían darle una beca para estudiar. Doña María, se mostró arrepentida y muy consciente de su falta. A partir del día siguiente lo despachó muy temprano para la escuela. “Antonio es atento y cuidadoso con los libros. Responsable y servicial. Tiene el mejor espíritu de trabajo de la escuela”. Así decía el informe que su maestra le entregó ese año a Doña María. Ahora ella está más orgullosa de su hijo, porque Antonio es un escritor. Lisbeth Maribel Cruz Canales

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¡QUÉ VUELVA LA LLUVIA! se terminó de imprimir en_______________________ en diciembre, 2015; Tegucigalpa, Honduras. Su tiraje consta de 9,500 ejemplares.

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