Siba, la muñeca de cartón by EducAcción

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Ilustraci贸n: Elena S谩nchez

SIBA, LA MUÑECA DE CARTÓN Es impresionante leer textos escritos por un grupo de niños y niñas del Sexto Grado de los centros básicos de Zopilotepe y San Nicolás, en el municipio de Juticalpa, Olancho. En medio de una gran vegetación, inspirados por su fértil terruño y la sabiduría nata de un pueblo que llama a gritos, mostrar su talento, su arte y sus raíces. Donde Froylán Turcios dejó secuelas de su canto y el ejemplo son estos niños y niñas que hoy arrullan la lira de poetas, de cuentistas e ilustradores y de quienes abren camino hacia las espesuras del arte. Estos artistas de Olancho que ahora nos ofrecen estos preciosos trabajos literarios han disfrutado a la hora de crear, han gozado la alegría inventando, imaginando; llenando de imaginación y color el mundo. Es necesario señalar que estaban conscientes de su responsabilidad al crear este libro, saben que servirá para que los niños y niñas de primer ciclo escolar cuenten con una herramienta que les ayude a fortalecer su aprendizaje de la lectura. Y lo hicieron bien, por eso nos sentimos orgullosos del talento creador de los niños y las niñas de Olancho.

Carminda Clementina Romero Facilitadora Literaria

A LAS Y LOS DOCENTES Y ESTUDIANTES Uno de los conocimientos más valiosos con que contamos, es que para aprender hay que leer. Los libros son las puertas al conocimiento y no podemos abrirlas si no sabemos leer. Los libros nos llevan a mundos de imaginación mientras satisfacen nuestra curiosidad natural, nuestro deseo de aprender. Lo primero es aprender a leer, y solo se puede lograr leyendo. Solo la lectura permanente nos convierte en buenas y buenos lectores, por eso hay que leer todos los días. Esta colección de textos escritos por los niños y niñas de Juticalpa, Olancho, está llena de fantasía e imaginación, por eso creemos que despertará un gusto especial por la lectura, y logrará divertir a estudiantes, maestros y maestras. Fueron hechos para ser compartidos en la escuela, la familia y en los espacios públicos de la comunidad. Debemos hacer de la lectura una empresa de todos y todas hasta que las niñas y niños logren una lectura fluida y comprensiva, con la dicción adecuada, de esa manera lograremos mejores rendimientos académicos. Docentes de español han recomendado que los alumnos y alumnas propongan actividades para fomentar la lectura con este libro, que se realicen actividades no solo en el aula, sino en el patio de la escuela y en la casa. Por ello es recomendable crear un programa de lectura que funcione periódicamente, de manera semanal y mensual. Que se organicen las niñas y niños lectores y se realicen lecturas propuestas por ellos y ellas, que compartan sus experiencias de lectura en la casa y en la escuela y que siempre se comente lo que se haya leído. ¡Disfruten una creación maravillosa!

RECOMENDACIONES PARA LEER EN FAMILIA La lectura en familia es la más recomendable porque en la convivencia podemos compartir dudas, sugerir ideas y solucionar dificultades. Algunas recomendaciones para la lectura en la familia son las siguientes:

✓✓ Definir una hora en el día y un espacio en la casa para leer. ✓✓ El lugar debe ser cómodo y estar iluminado. ✓✓ Seleccionar juntos o juntas el texto que se va a leer. ✓✓ A las niñas y niños pequeños hay que señalarles con el dedo las palabras mientras se leen, esto les servirá para relacionar lo escrito con lo que oyen.

✓✓ Siempre hay que explorar el título, haciendo que la niña o niño lector participe intentando anticiparse al contenido del texto.

✓✓ También hay que explorar lo que observan en las imágenes haciendo preguntas sobre qué ven y a qué se refiere.

✓✓ Interrogarlos(as) cada vez que sea necesario para saber lo que imaginan sucederá a continuación.

✓✓ Solicitarles que cambien el final de un cuento o relato si lo desean. ✓✓ Al final de la lectura, preguntar sobre qué se leyó, a qué se refirió el texto, qué opina de él, si les gustó.

¡Leer en familia es una gran idea!

ÍNDICE SIBA, LA MUÑECA DE CARTÓN EL CARRO CARRITO EL CUCHARÓN MÁGICO LA HISTORIA DE LA LETRA E LA NIÑA DE LAS PULSERAS MÁGICAS LA PALABRA MÁGICA LA NIÑA QUE QUERÍA SER BLANCA NIEVES EL VASO PLATO PIÑA LA MAGIA EL NAUFRAGIO DEL PIRATA EL ÁRBOL Y EL CONEJO EL MUÑECO DE CARTÓN, EL ESCRITOR INSPIRADO Y EL NIÑO EN LA ESCUELA EL MUÑECO DE ROSAS PALO, PALOTE YO QUIERO UN PAPELOTE UN DÍA EN EL CAMPO LA CARRETA DE TAPONES OTRO CUENTO LOCO EL CUENTO QUE CONTÓ DE TODO LA PRINCESA DE TRENZAS MÁGICAS UN GUACAL MÁGICO EL LAGO MÁGICO EL CABELLO DE LA PRINCESA

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PATAS DE TRINCHE LA NIÑA CABEZA DE FLOR EL RÍO DE LOS PECES DE ORO LA FLOR EL VASO DE VIDRÍO EL CARRO DE TAPONES QUE GANA LAS FLORES EL CUENTO MÁGICO LOS OJOS DEL HOMBRE EL VASO FUTBOLISTA LA LUNA EL NIÑO CABEZA DE MELÓN EN EL CAMPO NACEN LAS FLORES PERIQUITO, PERICÓN, CHIQUITITO Y JUGUETÓN LA HOJA ROJA UN VIAJE A LAS ESTRELLAS ESCENAS EN LA PLAYA HAY FLORES BRILLANTES LA GOLETA MARIPOSA LA MOCHILA MARAVILLOSA EL CUENTO DEL RATÓN Y DEL LEÓN CANTANTE EL PLATO BAILARÍN LA CARRETA IMAGINARIA LA MUÑECA INTELIGENTE EL NIÑO GIGANTE TRES NIÑOS AVENTUREROS EL HOMBRE CABEZA DE PLATO

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Lecturas de

Juticalpa, Olancho

Siba,

la mu帽eca de

cart贸n

Ilustración: El azadón mágico. Elver Josué Álvarez Ramos y Catherine Mercedes Barahona

SIBA, LA MUÑECA DE CARTÓN La niña que estaba jugando a las escondidas, halló un extraño juguete que consideró muy hermoso. —¡Qué lindo juguete! —pensó. Y se lo enseñó a sus amigos de la escuela. Mas, sus amigos no estaban de acuerdo con ella: —Ese juguete es horrible —le dijeron. Ella les manifestó que a ella le gustaba y que con eso era suficiente. Lo llamó la Siba, de cartón y la niña estaba tan feliz jugando con él, que nunca se lo despegaba. Un día, su mamá se lo iba a quemar, pero la niña le dijo: —No mamá, no me lo quemés, porque este juguete es el único que me hace feliz. La mamá no lo quemó. Comprendió que no es necesarío gustar a todos para lograr despertar un cariño como el que tenía su hija por la Siba de cartón. Ritza Yaneli Turcios, Yorlenny Melissa Cárcamo

EL CARRO CARRITO El carro llegaba al pueblo cargado de mercadería y le daba regalitos a la gente. Los niños, llenos de alegría, siempre lo rodeaban. Un día una llanta del carro se ponchó en el camino y como tenían que parcharlo, los niños esperaron durante todo el día. Sin embargo, el carrito no llegó. Los niños, defraudados, al día siguiente fueron a la entrada de la población para ver si venía y entonces lo vieron en un basurero. En él hallaron a un hombre desmayado. Tenía mucha fiebre y lo llevaron donde el doctor. El doctor les dijo que estaba muy enfermo y que la enfermedad se llamaba Pelota pelotín. Desde su cama, el señor, les dijo que podían sacar sus regalos del carro carrito. José Manuel Pacheco y Ángel Luis Rodríguez

EL CUCHARÓN MÁGICO Lucía era una niña muy bonita, cariñosa y amable. Una vez invitó a todas sus amistades a un gran banquete. Su madre contrató muchas trabajadoras para esa fiesta. Cuando llegaron los invitados, entre todos se distinguía un muchacho muy amable que le dijo a Lucía: —Tenés una mirada brillante, mejillas muy rosadas y cabellos verdaderamente hermosos. Lucía se sonrojó mucho pero se sintió muy halagada. La mamá fue a la cocina a ver si ya estaba listo todo, cuando miró que nadie meneaba la sopa ni revisaba los hornos. Se volvió histérica y no sabía qué hacer. Lucía, que se sentía feliz y de buen humor, sacó de un escondite secreto su cucharón mágico y, en un abrir y cerrar de ojos, el banquete más delicioso que nadie hubiera probado jamás, estaba servido en la gran mesa.

Mayerli Nicol Cárcamo Medina

Ilustraci贸n: La letra E. Karen Ferrera y Angel Mart铆nez

LA HISTORIA DE LA LETRA E La letra E vivía muy lejos de la escuela. Una vez se le terminó el dinero del pasaje y no pudo pagar el transporte. Por eso viajaba en bicicleta. Se esforzaba para llegar temprano, pero una vez se le punchó una llanta y se le hizo tarde. Al llegar a la escuela, la maestra la regañó. Le dijo que no toleraría que llegara tarde un día más. Sus compañeros y compañeras escucharon la reprimenda que le daba la maestra y vieron muy deprimida a la letra E. Entonces idearon hacer una campaña para recaudar dinero. Tres días después habían recolectado mucho dinero y se lo entregaron para que pagara el pasaje. La letra E estaba muy contenta porque ya no iba a llegar tarde a la escuela. Karen Lizeth Ferrera

LA NIÑA DE LAS PULSERAS MÁGICAS La niña de este cuento, era dueña de unas pulseras mágicas, pero un día se le perdieron, y tras buscar y buscar, no consiguió encontrarlas. Desde aquél día su casa se llenó de objetos extraños y ella se puso a jugar a las escondidas con ellas y se entusiasmó tanto que las pulseras se le fueron olvidando. Cuando trataba de esconderse debajo de la cama, encontró sus bellas pulseras mágicas y todas las cosas raras comenzaron a desaparecer. Todo quedó en orden. Sus preciosas manos bailaban contentas, con sus pulseras. Ángela María Acosta Turcios

LA PALABRA MÁGICA Perico, periquito haz tu milagrito. Érase una vez un perico que quería ir a un festival. De repente un niño lo miró y le lanzó una piedra con todas sus fuerzas. La piedra acertó en el ala y el perico estuvo a punto de caer al suelo. Pese al golpe, continuó el vuelo desesperadamente y en medio del gran susto, recordó las palabras que iban a curarlo: Perico, periquito haz tu milagrito. Entonces se curó y finalmente pudo ir al festival donde se ganó uno de los premios principales. Kenia Julissa Larios, Litzi Yaneli Chirinos

Ilustración: La niña que quería ser Blanca Nieves. Elvin Dionisio Chirinos y Alan Josué Reyes

LA NIÑA QUE QUERÍA SER BLANCA NIEVES A una niña que vivía en un país no muy cercano, le encantaba leer el cuento de Blanca Nieves, y cada vez que lo hacía, anhelaba ser igual que ella. Una noche se acostó pensando en cómo se miraría con un vestido de princesa y con altos tacones y al día siguiente a la hora de dormir, pidió un deseo. Al levantarse se llevó la gran sorpresa de ver aparecer sobre su cama un vestido de princesa, unos tacones de plata y una corona de oro. Sin reponerse de la emoción se vistió con ellos con la idea de ir al jardín de la vecindad a recoger rosas rojas. No supo de dónde se aparecieron los siete enanitos. Platicó con ellos, se rió con ellos, se hicieron amigos y la niña les dijo: —Si quieren pueden ayudarme a recoger las rosas. Se fueron caminando y cantando por el camino. A veces, incluso, se detenían a bailar. En una vuelta del camino encontraron a un esbelto príncipe montado en su caballo. Miró a la niña, la niña lo miró a él, y prometieron casarse cuando fueran adultos. Yo sospecho que después se casaron y que todos juntos vivieron felices para siempre. No podía ser de otra manera. María Isabel Zúniga, Kenia Julissa Laríos, Litzi Yaneli Chirinos

EL VASO PLATO PIÑA Un vaso plato piña fue a visitar al muñeco de rosas que vivía afuera de la ciudad. De pronto llegó Patas de Trinche y todos se asustaron porque Patas de Trinche era muy peligroso. El vaso Plato Piña corrió rápidamente para ponerse a salvo y el Muñeco de Rosas, que era muy sensible, se desmayó al ver la cara de Patas de Trinche. Llamaron al médico y en una ambulancia se lo llevaron a la casa donde vivía el vaso Plato Piña. Patas de Trinche despareció durante un tiempo. Vaso Plato Piña terminó haciéndose amigo de vaso Ojos de Chapas y un día fueron a Panamá, donde se encontraron otro viejo amigo, el gran vaso futbolista. Los tres vasos pasaron unos días sumamente felices. Cinthya Susana Reyes y Astrid Fabiana Cárdenas

LA MAGIA Tapón, digo, taponero, se llama a un buen carpintero. Tapón de madera y cuero. Temprano se levantaba, en la puerta se sentaba y se tocaba la panza tan tranquilo y placentero con una gran añoranza, y hasta un gato callejero se burlaba: ¡Miau, miau, lero, lero! Karen Lizeth Ferrera y Astry Sirey Ruíz

Ilustraci贸n: El naufragio del pirata. Jos茅 Manuel Pacheco

EL NAUFRAGIO DEL PIRATA Hace mucho tiempo, un pirata navegaba por el océano cuando se desató una terrible tormenta. Para empeorar las cosas, estaba anocheciendo. El pequeño navío, cargado de barriles de comida, de agua y de mercaderías, no pudo soportar el furioso embate de las olas. Cayeron los barriles y el barco se despedazó. Todo fue a dar al fondo infinito del océano. Bayron Alexis Hernández Herrera

EL ÁRBOL Y EL CONEJO Había una serpiente larga y bonita y un pájaro que cantaba; un mono hambriento y un pollo con banano. Un perico sediento vio al pollito y al banano y lo compartió diciendo: —Comamos hermanos y luego jugamos. A un árbol de hojas secas un conejo lo miraba. El árbol estaba triste y el conejo lo ayudó. El conejo fue por agua, fue a regarlo, de esta forma revivió. Hoy sus hojas reverdecen y una manzana le nació. Kenia Julissa Larios, Litzi Yaneli Chirinos

EL MUÑECO DE CARTÓN, EL ESCRITOR INSPIRADO Y EL NIÑO EN LA ESCUELA La luna iluminaba la cara de todo el mundo y una nube muy bella tapó su carita en un segundo. Un muñeco de cartón, juguetón y muy bonito, jugaba con la cabuya con un perro que hacía bulla. Y frente a la casa suya, un escritor inteligente escribe sus canciones para divertir a la gente. El lápiz ya está cansado, tiene la punta gastada, pero seguirá ocupado, porque el niño de la viruela pronto se ha recuperado y regresará a la escuela. Kenia Julissa Larios, Litzi Yaneli Chirinos

Ilustración: El Muñeco de Rosas. Maritza Danely Moncada Rivera y Maryeli Nicol Cárcamo Medina

EL MUÑECO DE ROSAS Un señor llamado Muñeco de las Rosas, vino de Rusia a construir unos floreros especiales. La gente se asombraba de sus magníficos trabajos y lo buscaban para que les hiciera floreros para rosas, girasoles, diente de león, margaritas de sombrero y tulipanes de corbata rosada. La pregunta que todos se hacían era ¿Por qué le decían Muñeco de las Rosas? Extrañaba también que siempre anduviera tapado con un sombrero y que jamás se lo quitara. El secreto se descubrió una vez que el Muñeco de las Rosas se inclinó a recoger un pañuelo que se le había caído y el sombrero también cayó al piso. Todos vieron entonces que su cabeza estaba llena de pétalos de todos los colores. Mayerli Nicol Cárcamo Medina

PALO, PALOTE YO QUIERO UN PAPELOTE Un día en un lejano país, un niño llamado José, gustaba de jugar con cualquier cosa. Viendo a sus amigos hacer un papelote, intentó hacer uno para poder jugar con ellos, pero no pudo. Entonces tropezó con un palo y, ahora que está de moda eso de andar pidiendo, le pidió un deseo. —Palo, palote, yo quiero un papelote —le dijo. Parece que el palo tenía poderes porque José pudo hacer un maravilloso papelote. Denisse Nohelia Acosta Rivera, Diana Sofía Murillo Ferrera

UN DÍA EN EL CAMPO La niña se comió una fresa. La verdad es que siempre comía fresas cuando podía. En el jardín de su mamá había nacido un girasol que brillaba como el sol y tal vez por eso se llamaba girasol. Una hojita amarilla se desprendió de un árbol y esto fue visto por una hermosa rosa, plantada allí cerca. En la montaña también cayó otra hoja pero no la vio nadie. En el corazón del bosque estaba una flor esperando a una abeja. Pero aquí abajo, los niños jugaban, el sol brillaba, la iglesia resplandecía, blanca, frente al campo, y a la par, como un adorno, una planta de cereza se mecía con satisfacción. Lástima que el río estaba tan hondo que no se pudiera pasar al otro lado. Allá todo se veía igual de bonito. Denisse Nohelia Acosta Rivera y Diana Sofía Murillo Ferrera

Ilustraci贸n: La carreta de tapones. Kenia Julissa Larios y Cinthia Susana Reyes

LA CARRETA DE TAPONES La carreta que iba rumbo a Guatemala, tardaba cinco horas en llegar y cuando apenas llevaba tres horas de haber salido, se le atascó una llanta en un charco. El charco empezó a renegar y renegar, lleno de coraje. Llevaban allí una media hora, alegando, cuando pasaron Palo y Piedra. La carreta les dijo: —Por favor, ayúdenme que estoy atascada y debo llegar pronto a Guatemala para asistir a la fiesta de Clavo y Martillo. —¡Qué casualidad! ¡Nosotros también vamos hacia allá! Palo y Piedra pusieron manos a la obra y en pocos minutos la desatascaron. —¡Gracias, amigos! —dijo la carreta— súbanse en mí, que nos vamos para la fiesta de Guatemala. Kenia Julissa Larios Herrea y Litzi Yaneli Chirinos Martínez

OTRO CUENTO LOCO Brillante noche de estrellas bajo el cielo radiante. Al fondo, un sol anaranjado se muere de ganas por alumbrar cualquier objeto. Sobre el agua quieta, pasa un barco, un pájaro vuela con una mariposa de lunares amarillos. El pajarito se para en una rama. No se fija en la serpiente que está enroscada, debajo de una hoja. Gabriela Nallely Acosta Hernández y Génesis Rodríguez Claros

EL CUENTO QUE CONTÓ DE TODO Debemos ver al conejo jugando en el jardín con una rosa olorosa que se ha encontrado. Hay que sentir el sol brillando, iluminándolo todo. Así entenderemos a las mariquitas, animales pequeñitos que andan tranquilamente por las hojas de los árboles. El tenedor que se ve sobre el mostrador de la pulpería, nadie lo quiere comprar, aunque lo vendan barato. Eso entristece a cualquiera. Hay un jardín hermoso y un hombre triste que llora y llora y el pobre jardín se pone a llorar. Entonces, el otro hombre se contiene y se marcha sin hacerles daño. El agua es azul y pura, limpia como el aire, viaja dentro de una quebrada. Un mono loco vive en el suelo porque no le gustan los árboles. Los árboles lo llaman con mucho cariño: —Vení, los árboles son tuyos —le dicen. Stephanie Michelle Lanza Rivera y Erick Josué Navas Castro

Ilustración: La princesa de trenzas mágicas. Astrid Sirey Ruiz Rivera y Alejandra Miguel Martínez

LA PRINCESA DE TRENZAS MÁGICAS En un palacio nicaragüense vivía una niña con sus padres. Distintivo de esa niña era sus dos trenzas. El día en que cumplió sus cinco años sus padres organizaron una gran celebración. Llegaron al palacio todos sus amiguitos con sus familiares, fueron payasitas, fueron músicos y comieron de todo lo que quisieron. Ahora que tenía cinco años, le tocaba ir al kínder. Todos muy emocionados, ella con su lindo uniforme y su lonchera. Estaba tan contenta que no podía estar quieta un momento. Sin embargo en el portón del jardín de niños no la querían dejar entrar a causa de sus dos trenzas. Lo permitieron después, gracias a las protestas de sus padres, que habían ido a dejarla. En recreo, una compañerita se hirió la mano con un vidrío y ella envolvió la mano herida con sus trenzas y al ratito se curó. Después de ver eso, todas las niñas fueron muy buenas con ella y le decían “la niña de las trenzas mágicas”. Astrid Fabiana Cárdenas Moya

UN GUACAL MÁGICO Érase un señor que cultivaba maíz y frijoles. Cuando estaban secas las mazorcas o las vainas de frijol, cogía el guacal y se ponía en el corredor a desgranar el maíz o los frijoles. Esa vez no se había fijado que unas visitas venían subiendo la cuesta rumbo a su casa. Cuando las vio llegar a su puerta, se desconcertó, porque el guacal era mágico y no podía ser visto por otras personas. —Buenos días —dijo uno de los visitantes. El campesino quiso esconder el guacal atrás de su cuerpo, pero ya era muy tarde. El guacal mágico había desaparecido para siempre. Rosa Laura Zelaya

EL LAGO MÁGICO En un lugar muy alejado de mi hogar, había un lago azul y cristalino. Todo el lago estaba rodeado de magia. Solo tenías que pedir un deseo con todo tu corazón y el lago mágico te lo concedía. A muchas personas les gustaba visitar ese lugar debido a que la magia que existía allí, era magnífica y cumplía todos los deseos que pidieras, siempre y cuando fuesen buenos deseos. ¿Dónde creés vos que puede estar ese lago que cumple con todos tus buenos deseos? Es sencillo. Está en mi imaginación. Carmen Elizabeth Murillo Hernández

Ilustraci贸n: El cabello de la princesa. Nohelia Acosta Rivera y Diana Sofia Murillo Ferrera

EL CABELLO DE LA PRINCESA Ocurrió que más allá de nuestras fronteras vivía una princesa llamada Elsa. Tenía un cabello bonito, largo, liso y amarillo, que su madre lo cepillaba cien veces al día para que siempre estuviera lustroso. Cada día la Elsita cantaba una canción desde su ventana y el cabello irradiaba reflejos de luz. Caminando por el bosque, tropezó con un príncipe a caballo y en cuando él la vio, se sintió fuertemente enamorado. El príncipe estaba sorprendido del radiante cabello de la muchacha y solo pudo decir: —¡Wuauuuu! —porque no era un poeta. Sin embargo, la amó como si lo fuera. Un día se casaron y se fueron a vivir al bosque. Tuvieron muchos hijos y todavía viven muy felices. Denisse Nohelia Acosta

PATAS DE TRINCHE En un lugar muy lejano vivió un señor que no tenía nombre. Vino a la ciudad con el propósito de encontrar un buen nombre español. Contó que sus padres murieron antes de darle un nombre y por tanto dijo a un amigo que le agradecería le propusiera un nombre precioso, muy de acuerdo con su personalidad. —Te llamarás Patas de Trinche —le dijo su amigo, sin pensarlo mucho. Nadie se lo explica, pero el caso es que al hombre le encantó ese nombre y hasta le quiso pagar por él. —No te aceptaré ningún pago porque para eso somos amigos —le dijo el bautizador. Cuando Patas de Trinche volvió a su país, ofreció una fiesta de celebración por su flamante nombre. Cuando en la fiesta le preguntaban cómo se llamaba, él contestaba muy orgulloso: —Me llamo Patas de Trinche. Elvin Dionisio Chirinos Martínez y Ángel Rodolfo Matute Zelaya

LA NIÑA CABEZA DE FLOR En una escuela lejana, hubo una niña que tenía cabeza de flor y era muy distinta de las otras. Las demás niñas se burlaban de ella, pero por eso la niña no dejaba de ser muy bonita. Por más que se reían ella no dejaba de ser preciosa. A pesar de eso, se fue para su casa muy triste por lo que le habían dicho. En su casa descubrió que ella simplemente era muy especial y desde ese día no se preocupó del asunto. Yohany Elienay Amador García y Luisa Fernanda Brevé Escobar

Ilustración: El río de los peces de oro. Bayron Alexis Hernández Herrera y Carlos Eduardo Sánchez Ruiz

EL RÍO DE LOS PECES DE ORO En uno de esos ríos que hay más allá del horizonte, se refugia aquel pez de oro que todo el mundo admira. Lo querían porque era muy bueno con la gente, porque era servicial y era discreto. Pero la envidia no falta alrededor de los seres admirables y había otro pez, muy envidioso y malvado que odiaba al pez de oro. Entonces comenzó a calumniarlo, a dañar su reputación y a pregonar que era un ladrón de oro. Y como la gente poco cree lo bueno que se dice de alguien y mucho cree lo malo que se dice; todos empezaron a verlo con recelo. Por eso se fue de aquí el pez de oro. Génesis Rodríguez Claros

LA FLOR Un día, paseando por el prado me encontré unas flores muy bellas y vistosas. Una mariposa que pasó volando cerca, se paró sobre una de ellas. Bailó a su alrededor, la cortejó, tomó su néctar dulcemente. El corazón de la mariposa es como un granito de azúcar en el cielo. Vienen en todos los colores, se esparcen sobre la mancha de flores y se establece una comunicación de amor entre unas y otras. Hoy le toca a las rosas, mañana a las margaritas. Hoy mariposas azules, mañana serán rojas y son siempre las mismas. En un árbol hay una hoja en forma de corazón. Me apena que esa hoja se secará en verano. Pero así es la vida y hay que respetarla. El río tiene una cascada que todos visitan como si fueran a rendirle tributo. Le toman fotos, se retratan con ella, como si fuera su hermana. Hay una piedra gigantesca y el camino se ilumina con la luna. Pasa una estrella fugaz y pedimos un deseo. Colorín, colorado, que este cuento se ha acabado. Astrid Fabiana Cárdenas Moya y Cinthya Susana Reyes Pérez

EL VASO DE VIDRIO Cierta vez, había una mariposa y un lápiz enamorado. Una luna somnolienta con su lámpara encendida. Un cepillo vanidoso con pelos de oro en sus dientes. Y una montaña en el mar luciendo una rosa roja. Yo soy solo un vaso transparente. Era un perro que aullaba a las manchas de la luna. Un gran libro sin dibujos ni palabras y una niña tan hermosa que ni recordarla quiero. Un arcoíris opaco que no sale cuando llueve. Un sabroso fresco de piña y deliciosos juguitos. Yo soy solo un transparente vaso de vidrio. Johany Elienay Amador García y Luisa Fernanda Brevé Escobar

Ilustraci贸n: El carro de tapones que gana las flores. Jennifer Abiga铆l Acosta Verde y Stephanie Michelle Lanza

EL CARRO DE TAPONES QUE GANA LAS FLORES Un carrito que se paseaba por el mundo, iba rumbo a Olancho, y en el camino se le zafó una llanta y perdió por completo el control dando tantas vueltas, que se le zafó otra llanta y luego se le zafaron las otras dos. Muy triste y destartalado se puso a llorar. Llamó a un amigo para que le pusiera los tapones porque era un pobre carrito de madera y cuando éste vino y se los puso, decidió llamarse “El carro de los tapones que se gana las flores”. Hay que decir que ahora es un carrito feliz y orgulloso. Stephanie Michelle Lanza Rivera

EL CUENTO MÁGICO Piel o pelero, yo tengo un gato con un plumero. En verdad. En mi casa hay un gato blanco y peludo cuya cola parece un plumero. Un día enfermó y lo llevamos donde el veterinarío. El gato no estaba de acuerdo y nos arañó enojado. A mí me dio este rasguño que se me ve en la cara. Por eso regresó de mal humor. Y esto que el médico fue muy amable y le recetó medicamentos que no tardaron en curarlo. Los animales merecen nuestro cuidado, igual que todo ser vivo en la naturaleza. Yohany Elienay Amador García y Luisa Fernanda Brevé Escobar

LOS OJOS DEL HOMBRE Un hombre de ojos bonitos se sentaba en un árbol del cerro más alto. A sus pies se miraba el suelo cubierto con flores amarillas y bejucos. Muchas flores azules, amarillas y mariposas se miraban en todas partes. Había otro hombre sentado en una silla que miraba con curiosidad los movimientos de un zorro persiguiendo un conejo. En la noche el hombre del árbol seguía mirando la luna con sus ojos bonitos y pensando en hallar algún día una mina de oro. Bayron Alexis Hernández Herrera y Carlos Eduardo Sánchez Ruíz

Ilustración: El vaso futbolista. Rosa Laura Zelaya, María Isabel Gallo y Litzi Yaneli Martínez

EL VASO FUTBOLISTA El vaso futbolista estaba jugando su mejor partido en el campeonato local de fútbol. Avanzaba sin pelota conforme la táctica que les había enseñado su entrenador y ocurrió que otro vaso futbolista que jugaba en el bando contrario, le propinó una patada tan potente que le salió volando la cabeza. Los demás vasos futbolistas comenzaron a hacerle guasa y no se sintió bien. Dijo que mejor se iba porque solamente tenía el vaso y no tenía la cabeza para seguir jugando. Rosa Laura Zelaya Valladares y María Isabel Gallo Zúniga

LA LUNA Un día por la noche, mis amigas y yo, fuimos a pasear. En el cielo brillaba la luna. Cada noche, mirábamos la luna redonda y amarilla, que alumbraba a todo el mundo. Las estrellas brillaban más y más. Ellas y la luna, nunca dejaron de brillar. Carmen Murillo y Nicol Cárcamo

EL NIÑO CABEZA DE MELÓN Esta es la cabeza de un niño melón, que se halló unas flores en un callejón. Una niña buena un día se comió un mango tan grande como una montaña. No le pasó nada, nunca se enfermó, Eso es una cosa que a todos extraña. Toda luna sale puntual por la noche. Las fresas son rojas, la manzana es grande, el sol se presenta siempre en la mañana, el limón es verde, te arruga la cara. El lápiz tiene colores, y el árbol hojas verdes, pero el niño bello tiene cabeza de melón.

Sofía Michelle Murillo Ferrera y Jennifer Abigail Acosta

Ilustración: En el campo nacen las flores. Anayely Rodríguez, Génesis Rodríguez y Gabriel Acosta

EN EL CAMPO NACEN LAS FLORES Amor de melón, dame tu corazón, que las flores me florecen, cual florecen los amores si en el campo llueven flores.

Los pájaros me enloquecen con sus cantos, con su arrullo, con su música, con este son, que es precioso, que es muy tuyo, que es todo mi orgullo, bello, como tu corazón.

Querido amor de melón. Anayely Rodríguez y Alejandra Martínez

PERIQUITO, PERICÓN, CHIQUITITO Y JUGUETÓN La niña tenía un periquito que se le había escapado. Por eso lloraba triste y de su cama no se ha levantado. Recuerda a su periquito cuando le cantaba, le decía: —¡Urra lorito! ¡Urrra periquito Paquito! Ahora ya está contenta, porque apareció el lorito. —¡Mamá, apareció Paquito! —grita entusiasmada— y entonces le dice a Paquito: —Periquito, pericón, chiquitito y juguetón. Yo te quiero por bonito, por alegre y cantador. Rosa Laura Zelaya, María Isabel Zúniga y Anayely Rodríguez

LA HOJA ROJA Una tarde en que la luna apenas se asomaba, se veía una hoja roja en lo más alto del árbol. Debajo del árbol, corría un río caudaloso que impedía a la gente pasar a la otra orilla. Allí estaban los gruesos bejucos de mimbre que los artesanos buscaban para hacer sillas. Había una piedra grande debajo del árbol donde estaba la hoja. Parecía que la piedra esperaba a algún artesano para que descansara sentado. Mayeli Nicole Cárcamo Medina y Carmen Elizabeth Murillo

UN VIAJE A LAS ESTRELLAS Tu corazón es una flor que brilla a través del sol. Tu sonrisa me hipnotiza con tu boca de coral. Paloma vuela a través de las estrellas mirando tu reflejo en el revés de la que estoy contemplando. Denisse Nohelia Acosta, Diana Sofía Murillo

ESCENAS El conejo se acuesta en el cerro para ver la cara de la luna, un coyote se acerca despacio porque ya quiere cenar. Corren, corren y dan vueltas aquí y en todo lugar. Pasó un pájaro observando y rápido se elevó. Eso distrae al coyote y el conejo se salvó. Rosa Laura Zelaya y María Isabel Gallo

EN LA PLAYA HAY FLORES BRILLANTES En la playa estaban cinco amigas tomando el sol. Atardeció y vieron aparecer en el firmamento una estrella brillante de colores. Admiradas y asustadas, miraron la enorme estrella que parecía venir hacia ellas. De pronto se materializó un apuesto príncipe y les declamó estos versos, con voz dulce: —Una carta llena de algodón, ábrela, que ahí va mi corazón. Cinthya Susana Reyes y Astrid Fabiana Cárdenas Moya

LA GOLETA El barco que ayer viajaba por las costas de las Islas de la Bahía, era muy hermoso, era una belleza. Cuando la gente lo miraba quedaba asombrada. Ese barco marinero acarreaba gente, llevaba animales, nos traía plátanos y comidas, pero un día se hundió. Con un submarino lo detectaron, enterrado, en el fondo del mar. Ahora el barco marinero está en exhibición en un museo, desde el año de 1966.

Ángel Luis Rodríguez

MARIPOSA En el jardín volaba una linda mariposa, buscando el néctar de las flores. Carmen Murillo y Nicol Cárcamo

LA MOCHILA MARAVILLOSA En la mochilería se habían vendido todas las mochilas. Apenas había quedado una sola entre las estanterías vacías. A la mañana siguiente la mochila que había quedado se sentía muy sola y muy triste. Nadie había querido comprarla. Las nuevas clases se iniciarían hasta el próximo año y los comerciantes traerían nuevas mochilas, más bellas y más modernas. Se veía abandonada en aquel estante hasta el último de sus días. Entonces se ponía a llorar. Un día llegaron a la tienda a devolver un muñeco y de inmediato hicieron amistad. Se sentía mucho mejor con un amigo. No había pasado otra semana cuando llegó una niña y compró a los dos. Así vive feliz con su nueva dueña y su nuevo amigo, dice ella, que para siempre. Kenia Julissa Larios Herrera

EL CUENTO DEL RATÓN Y DEL LEÓN CANTANTE Supimos de un ratón que era muy alegre. Una vez que iba por el camino encontró al león que le dijo: —¿Por qué estás tan contento? —Porque viene mi familia —le dijo el ratón— ¿vos no tenés familia? —No ratoncito —respondió el señor león— no tengo familia. El ratón y el león, poco a poco se hicieron muy buenos amigos y se llevaban bien. El ratón invitó al león a que cantarán una canción juntos. Comenzaron a cantar hasta que se cansaron. Una ratoncita coquetona le dijo al ratón que era una bonita canción, y que cuando la iba a cantar de nuevo. El ratón, que era muy enamorado, le contestó: —Cuando quiera ratoncita. Al rato ya eran novios y lo comunicó a su amigo. —Qué buena suerte tenés compañero —dijo el león— ojalá que a mí también me salga una novia.

Cierta noche, el ratón fue a visitar a su novia, el león no soportó la envidia y se adelantó para decir maldades a la ratoncita. Cuando llegó el novio, le contó las groserías que había dicho el león. El ratón muy furioso le dijo que no lo podía creer y fue a preguntarle al león, quien sencillamente le dijo que era cierto. No era buena idea agarrarse a golpes con el león, así que, desde ese momento dejaron de ser amigos. El ratón se casó con la ratoncita y fueron muy felices por siempre. Carlos Eduardo Sánchez Ruiz

EL PLATO BAILARÍN Era conocido universalmente como el plato más bailarín del mundo. Andaba de baile en baile, se movía en un ritmo, se movía en el otro y jamás se daba por rendido. Lo invitaban a todas las fiestas porque sabía bailar muy bien. Tenía muchos amigos bailarines pero él era el mejor y el más querido. Génesis Soeth Rodríguez, Maritza Danely Moncada

LA CARRETA IMAGINARIA Una carreta sin bueyes pasaba por las solitarias calles del pueblo en las horas más oscuras de la noche. Un día, un hombre se encontró con ella y cayó desmayado por el miedo. A la mañana siguiente, lo miraron tirado en el suelo. Gente servicial lo recogió y lo auxilió hasta que despertó. Le preguntaron por qué se había desmayado y él, tartamudeando, contestó que había visto una carreta sin bueyes. La gente no le creía. Se reía en su cara, y el hombre les dijo que si tenían valor se levantaran a las doce de la noche y salieran a la calle. Muchos se levantaron a las doce en punto y vieron, muertos del miedo, a la carreta sin bueyes. Era una carreta imaginaria, después no le tuvieron miedo. Ángel Luis Rodríguez

LA MUÑECA INTELIGENTE Una muñeca muy bonita, de ojos azules y piel canela era muy feliz. Parecía ser la más inteligente de todas las muñecas y era la que más atención ponía a su maestro. Siempre participaba en las clases y ganaba las notas más altas de la escuela. Los maestros la felicitaban porque era muy aplicada y amable con todo mundo. Un día decidieron premiarla, y le hicieron un homenaje. Todos sus compañeros y sus padres asistieron al evento y ella vivió un momento especialmente feliz. Johany Amador

EL NIÑO GIGANTE Un niño gigante era seguido por un león y el león quiso saber para dónde iba, porque no era cosa de seguirlo así a lo loco. Entonces el niño gigante, le contestó: —No sé. Tal vez para un circo. Como yo soy malo y nadie me quiere, mejor me voy a ese circo.

El león decidió acompañarlo allí y le dijo: —Vos no sos malo. Solo sos un gigante. En el circo fueron un éxito y allí todos lo querían. Por fin el león y el niño gigante tuvieron un hogar. Cuando se aburrieron se fueron a vivir a la selva. Keneth Yohan Morales García

TRES NIÑOS AVENTUREROS Unos niños se fueron en busca de aventuras y se encontraron un barco. —En ese barco vamos a viajar —dijo uno de ellos. Recorrieron todo el mar y ya eran unos marineros, cuando una ola muy fuerte arrastró la nave hacia los arrecifes, amenazando con hundirla. Los niños brincaron y nadaron hasta la playa. Buscando refugio se internaron en la selva. En la selva se encontraron con leones, tigres, jaguares, loros, monos y toda clase de animales salvajes. Todos decían: —¡Qué buena aventura hemos tenido! ¿Qué les parece si nos vamos hasta la cima y construimos tres chozas para vivir allí unos cuantos días? Les parecía bien. Allí había muchas flores, árboles y animales; y como ellos andaban tres perros, contemos: Javier tenía un perro que se llamaba Oso. María tenía otro perro que se llamaba Rambo y Omar tenía uno pequeño que le decían Peluche. Estos tres perros les ayudaron a no sentirse tan solos y a sobrevivir en aquella aventura. Litzi Yaneli Chirinos Martínez

EL HOMBRE CABEZA DE PLATO En un pueblo llamado Zopilote, dos pequeñas niñas crearon un muñeco muy extraño, nunca jamás visto. Lo llamaron “El hombre cabeza de plato y tenedor”. Poseía unos grandes ojos y una anchísima sonrisa. Por cabeza tenía un plato y un tenedor tenía por nariz. Su cuerpo era una lata forrada de papel y sus piernas eran dos cucharones. Las dos niñas, al mirar lo que crearon, se sorprendían por su imaginación. Denisse Nohelia Acosta Rivera y Diana Sofía Murillo Ferrera

SIBA, LA MUÑECA DE CARTÓN se terminó de imprimir en_______________________ en diciembre, 2015; Tegucigalpa, Honduras. Su tiraje consta de 18,100 ejemplares.